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15 de agosto de 2018

¿Por qué se representa así el corazón si no se parece a la forma real?





En realidad, esquemáticamente, el símbolo no difiere mucho de la forma del órgano humano; así que hay quien cree que se trata de una simple idealización un poco más estética. Pero también hay historiadores que piensan que este modo de representarlo data de los griegos. Se atribuye a la forma que tenía la hoja de una planta extinta llamada silphium, usada como anticonceptivo natural. Con el tiempo, pasó a ser símbolo de sexo y amor, porque se supone que este residía en el corazón.


Fuente: QUO

4 de junio de 2017

Perú: el misterio de las pinturas negras descubiertas en Machu Picchu


La pintura representa la imagen de una camélido y de una figura humana.

Por lo pronto ofrecen más preguntas que respuestas. El hallazgo de unas pinturas rupestres inéditas en las proximidades de la ciudadela de Machu Picchu significa un nuevo desafío para los arqueólogos del Ministerio de Cultura de Perú.

Las pinturas fueron descubiertas hace un par de meses por el equipo multidisciplinario de investigaciones que trabaja en el lugar en búsqueda de nuevos elementos que permitan entender más sobre la ciudadela inca erigida a 2.400 metros sobre el nivel del mar.

"La novedad es que la pintura está cerca del monumento y el hecho de que está hecha en color negro", dijo a BBC Mundo Fernando Astete, director del parque arqueológico nacional de Machu Picchu.

El experto explicó que en el pasado ya se habían encontrado en el parque petroglifos y pinturas rupestres en unos 20 sitios distintos, pero que esta es la primera vez que descubren unas imágenes tan cerca de la ciudadela.

"Fueron halladas en el camino principal de acceso hacia allí, en un lugar conocido como Pachamama, en el camino del inca que va de Intipunco a Machu Picchu, a unos 10 minutos del monumento", agregó.

Indicó que hasta ahora, las pinturas que habían encontrado en el parque de Machu Picchu eran de color ocre, más amarillento o más naranja, "que es bastante profuso en la iconografía inca".

Sin embargo, esta es la primera vez que encuentran imágenes hechas en color negro.

"En la pintura se ve una silueta humana, un camélido y algunos otros elementos que aún están por definir. Están todos pintados en color negro. Más o menos de unos 15 centímetros", dijo.

El artículo completo en:

BBC

23 de abril de 2015

Ilusiones que muestran cómo puede manipularse el cerebro

Michael Abrash, jefe científico de Oculus, que forma parte de la compañía, aseguró que la realidad virtual puede confundirse con el mundo real.



Tomando como ejemplo a Matrix, la ya clásica película de los hermanos Wachowski, Abrash asegura que es posible imaginar un futuro cercano en el que la realidad virtual sea tan verosímil como la realidad misma. A realizar esa visión, dedica sus investigaciones y su trabajo al frente de Oculus.

"Las novelas de ciencia ficción me dieron el marco conceptual para pensar en la realidad virtual, pero fue Matrix la que me hizo creer en ella. A pesar de que muestra una tecnología que no va a existir por muchos años, si es que llegara a existir, Matrix me dio un profundo sentido de lo que podría llegar a ser algún día", explicó Michael Abrash durante la conferencia anual de Facebook, realizada en San Francisco, California.

Para ejemplificar hasta qué punto la percepción humana puede ser engañada, presentó una serie de ilusiones ópticas muy elementales, pero efectivas.


Aunque parezca increíble, el damero de la derecha tiene líneas tan rectas y paralelas como el de la izquierda. La única diferencia es que tiene puntos negros y blancos, que crean la sensación de que las líneas están torcidas.


Otro efecto muy potente. La combinación de colores en uno y otro "cubo rubik" hace que los rectángulos señalados con flechas parezcan de un tono mucho más oscuro a la izquierda que a la derecha. Sin embargo, como lo evidencia la imagen de abajo, son exactamente del mismo color.


Estas dos mesas son otro buen ejemplo. Nadie diría que tienen la misma forma, ya que la de la izquierda parece más larga y angosta y la de la derecha, más corta y ancha. Pero las medidas son las mismas. Una nueva ilusión.


Ésta probablemente sea la menos lograda de todas. Jugando con la elección que le propone Morpheus a Neo en Matrix, muestra dos imágenes de sendas manos ofreciendo una píldora. Ambas son grises, pero algunas personas ven una roja y otra azul. De todos modos, muchos ven las dos del color que son.

Tomado de:

20 de marzo de 2013

¿Por qué nos gustan tanto los fondos de pantalla de Windows?




Ya sea el antiguo Bliss (gozo o felicidad), que viene de serie con el sistema operativo Windows XP, es decir, el fondo de pantalla que es un campo de césped de color verde plástico bajo un cielo difuminado por algunas nubes (en realidad una fotografía real de una colina del valle de Napa, California, Estados Unidos, al este de Sonoma Valley). O ya sean los nuevos y vistosos fondos de pantalla que vienen con Windows 7 y 8. Todos ellos nos producen atracción. De algún modo nos gustaría trasladarnos a ellos. Nos embelesan. Nos producen cierta satisfacción y desahogo.

Pero ¿por qué? ¿Qué tienen de especial estos paisajes (y en general muchos otros paisajes bonitos) para que susciten la atención de las personas de todo el mundo, con independencia de su educación y su cultura? ¿Por qué el valle de Lauterbrunnen, en Suiza, me produjo la sensación que describo aquí?



Tal vez el pintor más próximo y naïf de paisajes que pueden gustar a toda clase de personas sea el simpático y entrañable Bob Ross. Un famoso pintor y presentador de televisión de pelo esponjoso que se hizo famoso con su programa de televisión The Joy of Painting. En él, Ross se dedica a pintar una paisaje muy realista en apenas media hora. Los paisajes son siempre bonitos en el sentido Disney del término. Y además resulta muy relajante verle pintar.

Sería extraño que un ser humano sentenciera que uno de esos paisajes le produce rechazo. Un paisaje bonito es tan atractivo como una cara simétrica y libre de imperfecciones. Es como si los paisajes, pues, estuvieran codificados en nuestros genes.

A nivel evolutivo, el arte nació, entre otros factores, por el placer estético de experimentar con objetos y entornos adaptativos y la capacidad de diseñar artefactos para obtener los fines deseados. ¿Qué es un entorno adaptativo? Por ejemplo, un paisaje amplio y luminoso desde el interior de una cueva (un lugar en el que nos sentimos protegidos y disponemos de una panorámica del exterior a fin de poder detectar cualquier atisbo de amenaza).



Basta con echar un vistazo a la historia de la pintura para descubrir muchos paisajes de similares características en lienzos de todo el mundo. En general, el ser humano, desde su nacimiento, presta más atención a rasgos del mundo visual que indiquen seguridad, inseguridad o hábitats cambiantes, con o sin vistas panorámicas, verdor, agrupamiento de nubes o puestas de sol.

Este asunto lo han tratado con bastante solvencia autores como Steven Pinker o Daniel C. Dennett, pero seguramente el autor que ha dedicado más páginas en un solo libro a hablar de los paisajes como entornos adaptativos sea Denis Dutton en su libro El instinto del arte. Su tesis puede resumirse en que un paisaje nos gusta porque reúne todos los requisitos necesarios para nuestra supervivencia: comida, agua, seguridad (en los árboles), accesibilidad.
Un paisaje en el que podemos ver árboles (preferiblemente con ramas cerca del suelo que nos ayuden a trepar a ellos para huir de algún depredador), la presencia de agua o al menos la evidencia de esta en la lejanía, animales terrestres o aves, además de vegetación y un camino o un sendero que se extiende en la distancia casi invitándote a entrar.
Dutton explica en su libro si perdonas de diversas culturas se sienten atraídas por igual por representaciones de paisajes abiertos con imágenes de agua y de árboles en la lejanía es porque, de alguna manera, les “evocan” la sabana de la que, como especie, procedemos. Si no os apetece leer el libro, podéis escuchar a Dutton en esta charla TED:

Vea el video y el artículo completo en:

Xakata Ciencia

11 de diciembre de 2012

Mel Blanc: "Bugs Bunny me salvó la vida"

 Conocer las fascinantes facetas y capacidades de nuestro cerebro es sin duda uno de los temas más apasionantes a los que se enfrenta la neurociencia. Todo aquel que se haya dejado llevar por alguna de las historias, tan asombrosas como reales, que divulgadores y científicos como Oliver Sacks o Eric Kandel relatan en sus libros termina irremediablemente enganchado.

Durante estos últimos años ha sido un tema que me ha atrapado y al que he dedicado algunos artículos tanto aquí en la Aldea Irreductible (El cerebro que despertaba escuchando a los Grateful Dead) como en las colaboraciones que realizo con la Revista Quo (Solomon Shereshevsky, el hombre que lo recordaba todo o Cómo gestiona el dolor nuestro cerebro).

Y francamente, la historia que os traigo hoy lo tiene todo… un personaje delicioso, una vida de película y un episodio trágico que se resolvió casi milagrosamente.



Si me hubierais preguntado hace unos diez o quince años seguramente os hubiera respondido que ver una película o una serie en versión original subtitulada era un solemne aburrimiento. Probablemente os hubiera soltado la cantinela de que estar pendiente al mismo tiempo de las imágenes y de las letritas de abajo no me permitía enterarme de lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, y creo que fue con la primera parte de El Padrino, comencé a aficionarme con el tiempo a las “V.O.S.” y ahora mismo, gracias a Internet, apenas veo nada que esté doblado. Supone un poco de esfuerzo los primeros meses, pero poder apreciar la verdadera voz y entonación de los actores hace que la película sea más completa. El resultado final es que hoy en día lo que realmente se me hace difícil es ver algo con doblaje.

De haberme aficionado a las versiones originales cuando era más joven estoy seguro de que el nombre de Mel Blanc sería hoy uno de mis personajes favoritos.



Le llamaban el hombre de las mil voces, y aunque en ocasiones estos pomposos títulos esconden una exageración, lo cierto es que en el caso de nuestro protagonista, mil voces era quedarse corto… Mel Blanc llegó a crear y grabar aproximadamente 1400 voces diferentes para multitud de personajes y dibujos animados.

Las voces de Bugs Bunny, el pato Lucas, el pájaro loco, el gato Silvestre, el cerdito Porky, el demonio de Tasmania, Elmer el gruñón, Pablo Picapiedra, el Coyote, el Correcaminos, Piolín… casi cualquier voz de mis dibujos animados preferidos desde finales de la década de los años 30 surgió de la portentosa garganta e imaginación de Mel Blanc.



Pero Mel no sólo se limitaba a hacer graciosos sonidos, lo más increíble de todo es que creaba toda una personalidad alrededor de la voz de ese personaje.

Pasaba horas e incluso días hablando tal y como lo hacían sus animaciones, y así, podías cruzarte con él por los estudios comportándose como alguno de sus personajes o te sorprendías cuando en medio de una conversación te contestaba y se comportaba como Bugs Bunny o como Sylvestre.

Realmente se metía en sus papeles y convirtió esas voces en parte de sí mismo durante décadas.



Y aunque las anécdotas y curiosidades de la vida de Mel Blanc podrían llenar varios libros, por ahora y con el objetivo de situar nuestra historia, tan sólo nos quedaremos con esa profunda conexión que creó con sus personajes, la intensidad con la que preparaba no solo sus voces sino sus gestos, su manera de comportarse.

En enero de 1961 los acontecimientos iban a dar un brusco giro... un accidente de coche en el célebre Sunset Boulevard de Hollywood estuvo a punto de acabar con su vida. El choque le produjo graves secuelas en ambas piernas y, lo peor de todo, una fractura triple en el cráneo... fue inmediatamente trasladado al UCLA Medical Center, donde le atendieron sin poder evitar que finalmente entrase en coma.

Como os podréis imaginar, en estos años Mel Blanc era uno de los personajes más queridos en Ámerica. El hombre que daba vida a Bugs Bunny o a Porky era el ídolo de muchos jóvenes (y no tan jóvenes) en Estados Unidos. La noticia del accidente de Mel Blanc se extendió rápidamente e incluso algunos periódicos lo dieron equivocadamente por muerto.

El Hospital se llenó de curiosos y cada día llegaban cientos de cartas, algunas de ellas dirigidas con simples remites como "Para Bugs Bunny, Hollywood, USA"



Durante tres meses, Mel Blanc permaneció en estado vegetativo sin responder a ninguno de los estímulos que recibía. Su cuerpo se fue recuperando pero su mente no volvía. Según cuenta en sus memorias, tanto sus cuidadores como su familia, hablaban con él sin descanso sin que Mel Blanc respondiera. Los doctores intentaron reanimarlo y comunicarse con él durante semanas sin ningún éxito, hasta que uno de aquellos médicos tuvo una brillante idea... en lugar de hablar con Mel, ¿por qué no intentar hablar con Bugs Bunny?

Ante la sorpresa generalizada de su mujer, su hijo Noel Blanc y varios médicos que se encontraban presentes, vieron como comenzó a responder pero no como Mel, sino como Bugs Bunny... aquella interacción, no directamente con Mel Blanc, sino con un producto de su imaginación funcionaba...

- ¿Cómo te encuentras, Bugs? le preguntaban...
- Me encuentro bien, Doc -Respondía Mel con la voz de Bugs Bunny



La sorprendente vuelta de Mel Blanc, gracias a Bugs Bunny, ha sido estudiada por varios neurocientíficos, algunos tan reputados como Orrin Devinsky Director del Comprehensive Epilepsy Center de la Universidad de Nueva York y es otro caso más de los fascinantes "despertares" que seguro encantaría a Oliver Sacks.

En el libro donde repasa su vida ("That's not all folks!") cuenta que él no recuerda nada de aquellos días y que su mente aún estaría en estado vegetal de no haber sido porque "Bugs Bunny le salvó la vida".



Se recuperó y siguió dando voz a sus dibujos animados de toda la vida. Siguió con su divertida manera de hablar y comportarse hasta su fallecimiento en 1989. Su epitafio, en el Hollywood Forever Cemetery, no podía ser otro... "That's all folks!"


That's all folks - "Eso es todo amigos"

Tomado de:

La Aldea Irreductible

8 de diciembre de 2012

El sofisticado realismo de la pintura rupestre

Reconstrucción de un techo en la cueva de Altamira. | EM
Reconstrucción de un techo en la cueva de Altamira. | EM
Nuestros antepasados cavernícolas eran auténticos artistas. Un estudio revela que las pinturas rupestres retrataban mejor el movimiento de los animales que las representaciones modernas.

La investigación, llevada a cabo por investigadores de la Universidad Eotvos, de Budapest (Hungría), consistió en examinar y comparar el trabajo artístico prehistórico y moderno en dibujos (y estatuas en el caso del arte contemporáneo) de vacas, caballos, elefantes y demás cuadrúpedos. Los investigadores concluyeron que eran más fieles a la realidad las pinturas rupestres.

Análisis de una pintura rupestre en el estudio. | G. Horvath
Análisis de una pintura rupestre en el estudio. | G. Horvath
Para llevar a cabo este análisis se basaron en el estudio de Eadweard Muybridge, que en 1880 examinó y registró la secuencia de movimientos de los cuadrúpedos, en la que reveló que apenas había variaciones entre las diferentes especies.

Esta investigación, publicada en la revista PLOS ONE, reveló que la mayoría de las representaciones reflejaban errores en el posicionamiento de las patas. Sin embargo, el error en las pinturas prehistóricas era menor que en las modernas.

Concretamente, los retratos modernos son erróneos en un 57,9%, mientras que en las pinturas rupestres se reduce a un 46,2%. Parece claro que los primeros artistas de nuestra especie eran muy sofisticados y perfeccionistas a la hora de pintar en sus cuevas.

Pese a estos datos, los investigadores no han podido concluir si esa mayor 'perfección' de los retratos animales se deben a las licencias artísticas que se toman los artistas modernos o al mayor conocimiento del movimiento animal por parte de los humanos prehistóricos.

Fuente:

El Mundo Ciencia

27 de septiembre de 2012

Los Supersónicos: 50 años de optimista retrofuturismo


El 23 de septiembre se cumplieron 50 años del estreno de ‘Los Supersónicos’, la serie de Hanna-Barbera que describía la vida en un hipotético siglo 21. En principio, no parecía más que un remake de ‘Los Picapiedra’, sustituyendo los chistes de dinosaurios por extraños cachivaches futuristas. Pero hoy día, es recibido por estudiosos de la cultura pop y amantes del retrofuturismo como una de las series de animación más importantes del siglo XX.

Su legado cultural es innegable: el título de la serie se ha convertido en sinónimo de invenciones imposibles, trascendiendo su propia condición de mero producto de entretenimiento para convertirse en un icono cultural. El “parece salido de los Supersónicos” es una expresión habitual en medios de comunicación de todo el mundo, recordando constantemente a la familia de George Jetson. No esta mal para una serie que se canceló en su primera temporada. 


Los Supersónicos, a pesar de su ambientación futurista, supone una de las mejores cápsulas del tiempo que podemos encontrar sobre la sociedad americana de principios de los 60, su cultura y sus esperanzas. Años de postguerra, con una economía americana floreciente y un Vietnam que aún quedaba muy lejos. Años pues, de abundancia y optimismo en el futuro.

La familia liderada por George no es sino la consabida “familia nuclear” de la época. Un padre trabajador, con esposa, dos niños y un perro. Con una mujer que no necesita trabajar, porque con el sueldo del padre les basta y sobra para vivir, con una vivienda en las afueras y sin ningún vecino negro o perteneciente a minoría alguna: incluso los sirvientes eran robots. El mundo del mañana sería, básicamente, como el ideal del mundo de los 60 para el americano medio.



Un universo, además, lejos de tensiones políticas. Aunque la carrera espacial estaba en pleno apogeo y los rusos daban mucha guerra a la NASA, nada de esto aparecía en la serie. Los personajes vivían sumidos una especie de capitalismo utópico donde la mayor preocupación de George era no perder su trabajo para la gigantesca corporación ” Espacio-cohetes espaciales Espacio S.A.” para la cual trabajaba, una de las compañías de ficción más ricas de la historia, según calculó la revista Forbes.

Pero no era un mundo perfecto, ni mucho menos. Los Supersónicos tenían su grado de estrés, e incluso pronosticaban algunas de las futuras enfermedades y dolencias del nuevo milenio. En varias ocasiones, los personajes se quejaban de cansancio en el dedo de “tanto apretar botones” para iniciar esas tareas organizadas. Que nos lo digan a todos los que sufrimos el “mal del informático” en nuestras muñecas.

Lea el artículo completo en:

3 de mayo de 2012

Los estudios de anatomía de Leonardo, casi tan buenos como el 3D

Clásico dibujo del cuerpo humano de Leonardo da Vinci

Sólo la tecnología 3D y de imagen y movimiento ha podido superar a Leonardo

A lo largo de su vida, Leonardo da Vinci hizo miles de anotaciones y dibujos sobre el cuerpo humano, algunos de los cuales se exhiben a partir de esta semana en las galerías del palacio de Buckingham, en Londres. ¿Pero qué tanto se acercó el genio del Renacimiento a la realidad?

Da Vinci quería entender cómo estaba compuesto el cuerpo, y cómo funcionaba. Entre 1507 y 1511, el artista trabajó en la universidad de Pavía con el profesor de anatomía Marcantonio della Torre, lo que le garantizó acceso a numerosas autopsias. 

Pero al momento de su muerte en 1519, el gran tratado que planeaba escribir sobre la materia estaba incompleto y sus documentos quedaron sin publicar. El hecho de que sus anotaciones estuvieran hechas en su característica escritura "de espejo" sugieren que no estaba listo para darlas a conocer a la comunidad científica.

Anatomistas clínicos consideran que el trabajo de Leonardo estaba muy adelantado a su tiempo y que en algunos aspectos podría ayudarnos a entender el cuerpo incluso en la actualidad.

¿Cómo se comparan estos dibujos, hechos hace más de 500 años, a lo que la tecnología de imágenes digitales puede decirnos hoy?

El cráneo

Cráneo de da Vinci y cráneo real

Foros cortesía de la Royal Collection y el radiologista Richard Wellings, UHCW

Por ejemplo, en un cuaderno de 1489 hay una serie de dibujos meticulosos del cráneo humano.

Da Vinci corta el frente del rostro para mostrar lo que hay debajo. Es difícil cortar estos huesos sin dañarlos. 

En otros documentos figura un dibujo de los cuchillos que utilizó.

Según Peter Abrahams, profesor de Anatomía Clínica de la universidad de Warwick, en el Reino Unido, la imagen del artista es tan exacta como la que pudieran producir artistas científicos hoy en día.

Señala Abrahams que los pequeños huecos que figuran en la imagen de Leonardo "son absolutamente correctos desde el punto de vista anatómico".

"Leonardo fue un observador y un científico experimental meticuloso. Dibujó lo que vio y tenía la habilidad de dibujar lo que veía en forma perfecta", dice.

El torso

Torso de Leonardo y torso real

Fotos cortesía de la Royal Collection y el radiologista Richard Wellings, UHCW.

De acuerdo con el profesor Abrahams, la parte superior de este dibujo del torso constituye una observación muy exacta.

El hígado, por ejemplo, aparece en el lugar correcto, justo abajo del seno de la mujer. Su tamaño sugiere que es posible que la "modelo" sufriera de alguna enfermedad hepática.

Sin embargo, más abajo en la gráfica hay algunos problemas. Abrahams dice que el dibujo del útero es incorrecto. La imagen le recuerda a lo que puede apreciarse en animales como las vacas.

Es posible que, dada la dificultad para obtener cadáveres femeninos, da Vinci usara el conocimiento que había obtenido de la disección de animales para ayudarse a comprender el cuerpo humano.

La columna

La columna de Leonardo y la columna real

Fotos cortesía de la Royal Collection y el radiologista Richard Wellings, UHCW.

Se cree que el dibujo de la columna vertebral que se muestra aquí es la primera descripción exacta de esta parte del organismo en la historia de la humanidad.

Según Peter Abrahams, da Vinci capturó perfectamente la delicada curva e inclinación de la espina dorsal y la forma en que las vértebras encajan las unas en las otras.

Este dibujo en sí mismo le hubiera asegurado al artista italiano un lugar en la historia. Pero se trata sólo de uno en una serie de dibujos con los que amplió las fronteras de la ciencia. Leonardo diseccionó y escribió sus observaciones sobre cada hueso en el cuerpo humano, excepto los del cráneo.

Para el profesor Abrahams, las habilidades de da Vinci como arquitecto e ingeniero lo ayudaron a deducir cómo funciona realmente el cuerpo.

"Esta visión mecánica sólo se ha vuelto popular en el campo de la cirugía en los últimos 50 o 60 años", dice.

El embrión

El embrión de Leonardo

Fotos cortesía de la Royal Collection y el radiologista Richard Wellings, UHCW.

A pesar de que deseaba dibujar el cuerpo a la perfección, Leonardo estaba casado con ciertas ideas que había heredado del Medioevo. Por ejemplo, pensaba que el sistema reproductivo humano se parecía al de las plantas.

"Todas las semillas tienen un cordón umbilical que se rompe cuando la semilla alcanza la madurez", escribe Leonardo.

En la foto se ve un embrión dibujado por él. El útero aparece abriéndose como los pétalos de una flor.

Cuando murió, sus detallados dibujos quedaron en manos de su asistente Francesco Melzi. Pero observaciones revolucionarias, como el flujo de la sangre hacia el corazón, se perdieron para siempre.

Anatomistas como el profesor Abrahams creen que el trabajo de Leonardo estaba adelantado a su tiempo al menos 300 años. Dicen que sólo recientemente, gracias a la tecnología 3D y a las imágenes en movimiento, ha sido posible dar un paso más allá de lo que lograron el ojo y la mano de Leonardo.

Fuente:

BBC Ciencia


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20 de marzo de 2012

Ilustradores y artistas se pasan a las tablets

Las aplicaciones Brushes y SketchBook, las favoritas para crear obra gráfica sobre pantalla

Obra de Karla sobre iPad.

“A Picasso o Van Gogh les hubiera gustado tener uno”. Un tablet. Lo dice sin ruborizarse el célebre artista británico David Hockney. ¿Herejía? No para él. A sus 74 años expone hasta abril en la sobria Royal Academy of Arts londinense más de 150 obras, 50 de ellas ‘pintadas’ en un iPad. No está solo. Cada vez más ilustradores y dibujantes, novatos y profesionales, abrazan las tabletas como nueva herramienta de creación. Para unos es un simple experimento, para otros el futuro de la profesión.

Xoan Baltar, artista gallego de 37 años, empezó primero con bocetos en el móvil y ahora se ha enganchado a la tableta. “En la prehistoria pintaban con los dedos en las cuevas, ahora lo hacemos sobre una pantalla. El fin es el mismo, expresarse, solo cambian las herramientas”, explica.

El fenómeno echó a andar con el lanzamiento de Brushes en 2008 (5,99 euros para iPad, 3,99 para iPhone), una aplicación para dibujar en el iPhone. “Su creador, Steve Sprang, me preguntó a mí y a otros artistas cómo mejorarla. Trasteamos con ella, subimos nuestro trabajo a Flickr y la cosa echó a andar”. Luego vino el iPad, con su pantalla tres veces mayor que el iPhone y la avalancha de aplicaciones, como SketchBook Pro (3,99), Zen Brush (2,39), ArtRage (3,99) o Adobe Touch (7,99).

“En la prehistoria pintaban con los dedos en las cuevas, ahora lo hacemos sobre una pantalla", dice Baltar

Hoy pintar en tabletas con los dedos, el llamado fingerpainting, en inglés, o con pinceles de toda la vida y punteros digitales, se ha convertido en un movimiento de arte digital en sí mismo. Tanto que Samsung ha apostado de lleno por ello con la tableta Galaxy Note 10.1, que incorpora el lápiz digital S Note para dibujar y retocar fotografías.

Baltar ha expuesto varias de sus creaciones en Nueva York, Chicago o Alemania y vendido otras por entre 1.000 y 2.000 euros. Ahora aplica el mismo concepto al terreno del entretenimiento, al juego Katana Jack para iPhone, cuyos gráficos, decorados y personajes ha dibujado íntegramente en el iPad. “Llevamos dos meses y no va mal, hemos tenido muchas descargas en China”, dice.

El dominio del iPad sobre sus rivales, con entre el 60% y el 70% del mercado, según el estudio de turno, se refleja también en el terreno artístico. “Antes del iPad tenía un Galaxy Tab y la verdad, no hay color. Tenía que meterme todo el rato en foros para resolver dudas sobre el sistema operativo y las aplicaciones. Todavía no he encontrado nada tan intuitivo y fácil de usar como el iPad, al menos para pintar”, explica Karla Frechilla.

Retrato de Beyoncé sobre iPad.

Frechilla, de 37 años, lleva desde los 14 pintando de todo, sobre tablas, lienzos, con acrílicos, óleo y ahora en la pantalla. La ventaja del tablet, explica, está en la inmediatez, en pasear por la calle, encenderse la inspiración, desenfundarlo y garabatear al instante sin necesidad de esperar a regresar al estudio. Sirve de cuaderno inagotable de ideas a la vez que de herramienta para rematarlas de forma profesional.

Pasarse al tablet le ha abierto nuevas formas de darse a conocer. Aún no ha vendido ninguno de sus trabajos pero la invitan con frecuencia a dibujar píxeles con los dedos en directo. Sus retratos surrealistas sobre la marcha pasman a la audiencia y la aplicación Brushes permite grabar en vídeo cómo va naciendo la obra de la nada. Con ese material ahora planea una exposición de arte digital en Madrid.

Por supuesto, hay pegas. Ninguna tableta reconoce todavía la presión del dedo, aunque el Galaxy Note 10.1 sí procesa la del lápiz

A Kyle Lambert, un joven artista británico, se le ocurrió subir a YouTube los vídeos de sus creaciones en el iPad. En menos de un año recibió 1,5 millones de visitas y una invitación a demostrar su destreza en directo en la feria MacWorld del año pasado. Su último proyecto, Toy Shining, mezcla personajes de Toy Story y la película El Resplandor en 25 dibujos hechos en tableta. A Lee Unkrich, director de Toy Story 3, la idea le pareció tan rocambolesca que le invitó a Pixar a presentársela.

“Al principio era solo una diversión, pero ahora lo utilizo para crear obras profesionales. Mezclo de todo, puedo empezar en el iPad y exportar la ilustración a Photoshop para mejorarla o utilizar las aplicaciones de Adobe Touch en el Galaxy Tab. Ambos son buenos, pero prefiero el iPad”, dice Lambert.

Por supuesto, hay pegas. Ninguna tableta reconoce todavía la presión del dedo, aunque el Galaxy Note 10.1 sí procesa la del lápiz, algo que hacen desde años los modelos de la japonesa Wacom, diseñados especialmente para dibujo digital. Tampoco se pueden utilizar dos o más dedos a la vez. Y la resolución de pantalla, excepto en tablets de gama alta, deja aún bastante que desear.

Obra de Kyle Lambert para Toy Shinning.

Luís Peso, artista afincado en Granada, cree que muchos de estos obstáculos se resolverán con el lanzamiento de nuevos modelos. El nuevo iPad es un ejemplo en cuanto a resolución de pantalla. De la misma forma que Apple intenta colarse en el terreno de la educación y los libros de texto, sería extraño que no hiciera lo mismo en el mundo del arte.

“Estoy convencido que el futuro de la ilustración pasa por los tablets. Con el ordenador el ojo está en la pantalla y la mano dibuja. En la tableta miras y dibujas sobre la misma superficie, es como hacerlo en papel”, explica Peso, quien incluso ve peligrar las Wacom. “Siguen siendo demasiado caras. O se adaptan a los cambios o desaparecerán”.

Uno de sus dibujos en el iPad ilustra la portada de un libro de Kafka, “En el penal”, lanzado por la editorial Fin de Viaje. Otro, el de una estilizada bailarina en blanco y negro, cuelga en la casa de la dueña que le encargó el retrato. La edición alemana del Financial Times se hizo eco y ahora la firma de software Autodesk le lleva de tour como profesor de la aplicación SketchBook. Nuevo arte, nuevas oportunidades.

Fuente:

El País Ciencia

21 de noviembre de 2011

Time Lapse de un impresionante óleo de Thundercats


De nuevo traemos a colación al artista estadounidense afincado en San Francisco, Robert Burden. Su tendencia a representar lo geek sigue intacta y esta vez podemos ver como pinta un impresionante mural de Thundercats. Este time lapse recoge más mil quinientas fotografías que se sacaron durante las casi mil horas que le llevó a Burden ejecutar su obra.

Burden tiene a usar colores muy vivos para sus trabajos y tiene una atención al detalle exquisita. Como ya referimos en la web hace más de un año, este artista busca conectar con su lado infantil y disfrutar de nuevo con esa experiencia:

Mis pinturas actuales son “retratos” épico de las pequeñas figuras de acción con las que jugaba de niño. Representaban poder, belleza, el bien y el mal, y capturaban cada aspecto de mi imaginación. Ya de joven adulto, estos juguetes son maravillosamente nostálgicos, pero ya no son sorprendentes para mi. Quiero representar los juguetes tan fantásticos como lo fueron en la imaginación de mi yo más joven





Esta pintura titulada “Soldiers of Thundera” requirió de siete meses de trabajo por parte de Burden. Este enorme óleo mide 3.3 x 1.8 metros. Un trabajo realmente espectacular y el resultado también es bastante increíble.

Fuente:

Alt1040

13 de septiembre de 2011

Estudio dice que Bob Esponja perjudica el desarrollo cerebral de los niños



No es ningún misterio que Bob Esponja no es un dibujo animado necesariamente muy educativo, pero resulta que un estudio de un grupo de investigadores de la Universidad de Virgina arrojó que este programa de televisión podría dañar las capacidades cognitivas del cerebro de los niños. Si aparte de verlo en Nickelodeon, tienes la colección en DVD, comienza a preocuparte del estado del tuyo.

El estudio -publicado en la revista Pediatrics- se realizo con 60 niños de cuatro años, a los que se les dividió en tres grupos de 20 y se les expuso a un intervalo de nueve minutos de actividad: Un grupo vio Bob Esponja (de un ritmo rápido), otro vio Calliou (de un ritmo más lento) y el último sólo debió quedarse dibujando.

Posteriormente se les evaluó la memoria y las habilidades de pensamiento y se evidenció que los menores que los menores que vieron la caricatura más vertiginosa arrojaron resultados mucho más bajos en las pruebas de pensamiento que los de los otros dos grupos (que marcaron similar entre sí).

La teoría de los científicos es que el cerebro de los niños se sobrecarga o agota frente al nivel de estimulación de los dibujos rápidos, repercutiendo en su posterior rendimiento. No que no queda establecido son los efectos a largo plazo, sobre todo considerando el alto promedio de horas frente al televisor que tienen actualmente los niños.

Nickelodeon salió de inmediato al paso, cuestionó la metodología del estudio en base a que la muestra es demasiado chica y no es el público objetivo de la serie, pero desde el estudio se defienden asegurando que la metodología es sólida y que a pesar de que la medición es pequeña, su diseño es más sólido que el de investigaciones pasadas.

¿Tendrán relación los factores expuestos en el estudio? Pobre Bob…

Link: SpongeBob’s effect on kids’ brains (The Washington Post)

Fuente:

Fayer Wayer

20 de agosto de 2011

Congo, el chimpancé que se codeaba con Dalí y Picasso

A mediados del siglo XX el biólogo Julian Huxley había notado que a ciertos gorilas les llamaba la atención el reflejo de sus sombras sobre la pared. De hecho, hizo anotaciones sobre uno en especial, que se quedó mirando fijamente su silueta y comenzó a delinear imaginariamente su silueta con los dedos.

Cuando Huxley trató de reproducir la experiencia bajo métodos controlados de laboratorio, les proyectó a propósito sombras con una lámpara, pero jamás volvió a captar la atención de los simios. Ya ninguno mostró interés particular en las sombras. A pesar de la decepción, Huxley propuso que el origen del arte gráfico humano pudo haber comenzado con este tipo de experiencias, trazando las sombras proyectadas por el sol, sombras que entraban a las cuevas de nuestros antepasados.

Julian Huxley

En el siglo pasado hubo muchos investigadores y científicos que se preguntaron si el arte pictórico era algo adquirido o innato en los seres humanos, y creyeron que la mejor forma de saberlo, era dándoles crayones y papeles en blanco a gorilas en cautiverio. Algunos de estos científicos hicieron sus estudios independientemente.

Entre los investigadores interesados en el tema, se encontraba el etólogo Desmond Morris, que con sus experimentos comprobó que los gorilas tienen un cierto sentido de la composición, ya que dibujaban círculos y trazaban distintas figuras en el papel. El problema es que sólo lo hacían cuando recibían una recompensa, y pronto dejaron de tener interés en el arte. Los dibujos empeoraron de a poco y ya no mostraban la sincronía de los anteriores.

Fue en 1956 cuando el mismo Morris decidió enseñar a dibujar a un nuevo chimpancé, pero esta vez, sin gratificaciones ni estímulos. Su nombre era "Congo" y tenía dos años de edad.

Desmond Morris y Congo

Los resultados fueron muy interesantes y los recogió en su ensayo La biología del arte, donde cuenta las experiencias con el simio.

Al inicio, para dibujar o pintar, Congo utilizaba indistintamente ambas manos. Empezó agarrando la herramienta (brocha o pincel) con cuatro dedos, pero con la práctica aprendió a sujetarla entre el dedo pulgar y el índice sin que nadie se lo enseñara. Con este cambio adquirió mayor control sobre sus herramientas y se produjo un avance en la variedad caligráfica de sus dibujos.

La capacidad de concentración de Congo variaba. El científico se dio cuenta que mientras más concentraba el chimpancé, su movimiento corporal se reducía al del brazo y se inclinaba mucho sobre el papel, produciendo ligeros sonidos guturales mientras trabajaba.


Congo con el tiempo aprendió a utilizar el pulgar y el índice para tomar el pincel

Las sesiones se llevaron a cabo con el chimpancé sentado en una silla para niños con una bandeja especial, sobre la cual se colocaba el papel, controlando así la orientación del dibujo.

Cuando utilizaban pintura, el mismo investigador le mojaba los pinceles con los distintos colores y se los pasaba uno a la vez. Morris adoptó este método, porque a Congo algunas veces le daban sus pataletas y se ponía a mezclar todos los colores hasta terminar con un sola mescolanza.

El científico también utilizó las mismas pruebas que otro investigador -Paul Schiller- había empleado con otra chimpancé diez años antes. Le acercaba a Congo hojas en blanco y otras previamente marcadas con alguna forma geométrica. Al final del estudio se llegó a las siguientes conclusiones:

  1. - Congo mostraba simetría en sus composiciones y limitaba el dibujo a la superficie de la hoja y era capaz de reconocer las esquinas.
  2. - En las hojas en blanco concentraba el dibujo en el centro y tenía tendencia a pintar líneas radiales, tipo abanico, un tema que repetía con mucha frecuencia.
  3. - En hojas previamente marcadas con una sola figura dibujaba o marcaba adentro si era grande, encima si era mediana, y la ignoraba si era pequeña. Curiosamente marcaba en el lado opuesto si la figura no venía centrada.
  4. - En hojas previamente marcadas con múltiples figuras, rayaba sobre cada una de ellas suavemente, y otras veces las juntaba mediante líneas.


Tendencia de Congo a pintar líneas radiales, tipo abanico, centradas

Los experimentos que se habían hecho con otros primates dieron resultados similares, pero también se notaba que había idiosincrasias individuales o, tal vez, de especie. Por ejemplo, la gorila adulta Sophia, del Zoo de Rótterdam, no marcaba esquinas ni dibujaba abanicos, sino que sus dibujos se formaban a base de garabatos zigzagueantes inconfundibles. Bien podríamos decir que tenía su propio estilo.

Garabatos de gorila Sophia

Desmond Morris cuenta también que una vez le quitó a Congo sus papeles y pinturas cuando estaba dibujando algo similar a un ventilador. Más tarde, cuando se lo devolvió, él retomó su trabajo en el mismo punto en que lo había dejado, mostrando así que tenía un objetivo y que no eran simples manchones

A la edad de cuatro años, Congo ya había realizado algunos cientos de obras y Morris mostró algunas de ellas en el programa de televisión Zoo Time que tenía por aquella época en la cadena británica ITV. Rápidamente los críticos de arte encasillaron su estilo como “lírico abstracto impresionista”. Las reacciones ante tales obras fueron desde el escepticismo hasta la admiración absoluta.

Tanta era la novedad por los cuadros de Congo, que el mismo Pablo Picasso tenía un cuadro del chimpancé colgado en una pared de su casa en París, que le fue obsequiado por Morris en los años sesenta. Joan Miró cambió dos de sus bocetos por uno de Congo (en una muy curiosa anécdota) y el polémico Salvador Dalí, declaró en una ocasión que Congo era el verdadero humano, mientras que el pintor abstracto Jackson Pollock era un animal.

Joan Miró el día que cambió dos bocetos suyos (con Morris) por un cuadro de Congo

En el año 2005, la casa de arte Bonham esperaba que tres cuadros pintados por Congo en 1957, alcanzaran a venderse en unas £800 (US$ 1,300), pero se sorprendieron al ver que durante el remate el precio alcanzó las £16,000 (US$ 26,000) después de una prolongada puja de ofertas en su local de Londres. En aquella subasta también se ofrecieron obras de Renoir y Warhol que no se vendieron.

El comprador de las obras de Congo fue Howard Hong, un californiano que luego del remate declaró que había estado dispuesto a pagar hasta el doble. Declaró también que en un momento se preocupó de que superaran su oferta, por lo que se había puesto en contacto con algunos amigos para recaudar hasta US$ 50,000 en caso de haber sido necesario.
"Muchas personas me han dicho que hubiese sido más barato comprar un chimpancé y ponerlo dentro de una habitación con un poco de papel y pintura. Pero a nivel artístico, cuando vi las pinturas me llamaron la atención. Su estilo es parecido a las primeras obras de Kandinsky. Lo único que lamento, es que Congo no aprendió a firmar sus obras".

Cuadro de Congo

Howard Rutkowski, experto en arte impresionista y moderno, dijo en una ocasión que Congo debería ser reconocido como el artista más célebre del reino animal. "No se trata de cualquier chimpancé. Estamos hablando de Congo", dijo. "Si tu eras dueño de Congo, podías codearte con amistades como Picasso y Miró. Desmond Morris intercambiaba pinturas de Congo con las de esos artistas. Quizá el cuadro de Congo que adquirió Miró, tenga más valor que el Miró que adquirió Desmond Morris".

Respecto a esto, Morris decía que Congo era raro porque era el único pintor no humano, que se ocupaba más de su arte. Mientras otros animales quizá pintaban por accidente, Congo siempre demostró que su obra nunca fue por accidente ni suerte. De hecho, si tratabas de interrumpirlo mientras pintaba, hacía una rabieta. Si tratabas de que continúe pintando sobre una obra después de que el chimpancé la dejaba o consideraba “terminada”, simplemente no lo hacía. "Yo le ofrecía pinceles, brochas, pero él sólo me miraba".

Cuadro de Congo

Puede ser que el arte de los simios no arroje luz sobre los orígenes del arte y que resulte ser tan solo una práctica lúdica, pero fijémonos en algo: a lo largo de la carrera artística de Congo, y de algún otro simio, se notaba la posible existencia de un motif. En el caso de Congo ocurrió una vez cuando dibujaba un abanico. En lugar de realizarlo de arriba hacia abajo, como era su costumbre, con gran concentración lo pintó de abajo a arriba. Puede que tuviera en mente el "motif" del abanico y estaba introduciendo una innovación. Es posible que a través de la repetición de una forma, pueda crearse una representación mental de la misma. Parece ser que Congo “sabía” lo que pintaba, que tenía un objetivo.


Fuentes y referencias:
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Tomado de:

Sentado frente al Mundo

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