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13 de febrero de 2013

¿Por qué el universo se constituye de galaxias y no únicamente de estrellas?


Galaxia

Las estrellas se formaron a partir de nubes que colapsaron dentro de las galaxias.

Es una consecuencia de la estructura a pequeña escala de la materia y la energía en el universo durante su período de formación.

Aunque hasta el día de hoy no queda claro de qué manera se formó la estructura del universo, los astrónomos creen que las fluctuaciones diminutas en la densidad de la materia se convirtieron en la semillas que después resultaron en protogalaxias y cúmulos.

Las estrellas se formaron después, a partir de nubes que se colapsaron dentro de estas protogalaxias.

Así que es probable que el Universo se constituya de galaxias (en lugar de estrellas) debido a que las fluctuaciones primordiales correspondían a la escala adecuada para crearlas.

Fuente.

BBC Ciencia

17 de enero de 2013

KOI 172.02: El planeta gemelo a la Tierra


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La misión Kepler de la NASA ha encontrado el que hasta el momento sería, el exoplaneta más parecido a la Tierra jamás visto: KOI 172.02, que se encuentra a una distancia aproximada de 140 años luz y tendría un radio un 50% mayor que el de nuestro planeta, indicando que su tamaño es considerablemente más grande.

Aparte de eso, el año en KOI 172.02 es más corto, pues da una vuelta a su sol en 242 días, mientras que por otro lado su aceleración de gravedad es de 14,7 m/seg, lo que se expresa en una gravedad mucho más fuerte que la de nuestro planeta, donde dicha cifra es de 9,8m/seg.

Lo más interesante es que la temperatura del lugar podría ser parecida a la nuestra, si bien un poco más fría, pero permitiendo de todas formas la presencia de agua en su superficie, convirtiéndolo en primera prioridad para apuntar las búsquedas de vida extraterrestre de ahora en adelante.

Link: Twin Earth Discovered, KOI 172.02, Most Earth-Like Planet Yet Found (Planetsave)

Fuente:

FayerWayer

9 de diciembre de 2012

Un nuevo tipo de galaxia… y de color verde

Unos astrónomos descubren un objeto galáctico enteramente iluminado por la luz del entorno de un gigantesco agujero negro.




La galaxia de ‘judía verde’ J2240, en la constelación de Acuario. / CFHT/ESO/M. Schirmer

Una rara galaxia que brilla intensamente en color verde toda ella, iluminada por la luz residual del entorno del agujero negro que tiene en su centro, ha sorprendido a los. Es un nuevo tipo galáctico que han bautizado de judía verde -no confundir con las de guisante verde, que ya se conocían- y que da pistas sobre lo que sucede cuando el agujero negro se relaja. La galaxia en cuestión (denominada J2240) está a unos 3.700 millones de años luz en la constelación de Acuario. Los científicos, a la vista de esta gran rareza en el universo, han buscado otros ejemplares similares entre casi mil millones de galaxias registradas en la base de datos SDSS (Rastreo Digital del Cielo Sloan) y han dado con otras 16 del mismo tipo. Y son tan poco corrientes, que los científicos han calculado que cabe esperar la existencia de una sola en un cubo de 1.300 millones de años luz de lado en el universo, señalan los expertos del Observatorio Gemini.

En muchas galaxias que tienen agujeros negros gigantes la materia que va cayendo en ellos se acelera hasta tal punto que su intensa radiación hace que brille el gas del entorno. Pero normalmente ese brillo no alcanza más allá del 10% de la galaxia. En el caso de la judía verde, sin embargo, toda ella esta iluminada y en verde porque el gas encendido es oxígeno ionizado, que brilla en ese color.

Mischa Schirmer dice que se quedó atónito cuando vio la J2240 en una fotografía captada con el telescopio Franco-Canadiense de Hawai. Parecía efectivamente una galaxia, pero nunca había visto una así, verde brillante, cuenta en un comunicado del Observatorio Europeo Austral (ESO), cuyo conjunto de telescopios VLT, en Chile, permitió a este astrónomo y a sus colegas investigar el extraño objeto. También utilizaron el telescopio Gemini Sur y presentan su hallazgo en la revista Astriophysical Journal.

Los científicos han bautizado como judías verdes estas galaxias para distinguirlas de las de guisante, que se conocen desde 2007 y que son pequeñas galaxias con un intenso proceso de formación estelar en ellas, muy diferentes de las ahora descubiertas.

Los análisis de J2240 desveló a estos científicos otra rareza: El agujero negro en su centro parece mucho menos activo de lo que cabría esperar dado el gran tamaño y el brillo de la zona que ilumina, explica el ESO. La conclusión a la que han llegado es que, en realidad, el brillo verde que observan debe ser un eco, la radiación remanente, de cuando el agujero negro era mucho más activo. Con el tiempo, el brillo se irá perdiendo. Pero ofrece una oportunidad extraordinaria a los científicos para estudiar el proceso en el que se van apagando estos objetos tan activos, el cómo, el cuándo y el por qué.

“Estas regiones brillantes son como fantásticas sondas para intentar entender la física de las galaxias, es como introducir un termómetro en una galaxia que está muy, muy lejos”, dice Schirmer. “Normalmente no son ni muy grandes ni muy brillantes y solo se pueden observar bien en galaxias cercanas a nosotros, mientras que estas que se acaban de descubrir son tan grandes y brillantes que se pueden estudiar con gran detalle pese a su lejanía”, añade.

Fuente:

El País Ciencia

22 de noviembre de 2012

Un relato sobre la oscuridad en el espacio


El astronauta Dave Wolf durante su paseo espacial en el Endeavour en 2009 (NASA)

Cuando pensamos en la oscuridad en la Tierra imaginamos la noche más oscura, sin luna, pero aún así no nos hacemos una idea de lo que es una verdadera oscuridad. Para indagar en este asunto, los chicos de Radiolab (de la cadena de radio pública estadounidense NPR) llamaron al astronauta estadounidense Dave Wolf y le preguntaron por sus experiencias en el espacio. Wolf, que permaneció en activo durante muchos años y realizó decenas de paseos espaciales, les explica una curiosa historia.

"La oscuridad es un tema interesante en el espacio porque no hay otro lugar donde el contraste entre luz y oscuridad sea más extremo", asegura Wolf. De vez en cuando, el trasbordador, o la estación espacial, proyectan una sombra sobre el propio astronauta al tapar el sol, y la oscuridad es tan grande que apenas pueden ver su propio cuerpo. "Es más negro que cualquier negro", indica Wolf, "porque en el espacio la sombra no tiene luz en ella, no hay luz reflejada en el polvo del aire ni de las nubes alrededor. Y puedes entrar en una sombra tan profunda, tan negra, que tu brazo puede aparecer y desaparecer en delante de tus ojos".

Wolf realizó su primer paseo espacial en el exterior de la estación MIR junto al cosmonauta ruso Anatoly Solovyev. En aquella ocasión, relata, salieron al exterior de la estación, amarrados a la nave con los cables umbilicales. "Estaba oscuro fuera", recuerda. "Y oscuro en el espacio significa que estás en el lado oscuro del planeta, en la sombra de la Tierra, y sin luz externa de la nave está realmente oscuro. Estábamos sobre el océano y esto significa básicamente que no ves la Tierra. Cuando hay una noche sin luna, no ves la Tierra".

"Flotaba amablemente", explica Wolf en Radiolab, "diciéndome no hay problema, éste soy yo, la nave y la oscuridad. Y, de repente... esa luz cegadora". Lo que estaba viendo era el amanecer, pero a la velocidad a la que viaja la estación MIR el sol sale y lo ilumina todo en unos segundos. De hecho, los astronautas viven una salida de sol cada 90 minutos y 16 noches y 16 días en el plazo de 24 horas. Pero lo más impresionante es la sensación de vértigo que le invadió en el momento en que pudo ver dónde se encontraba:

"De repente podía ver más de 300 kilómetros hacia abajo y ver que me estaba moviendo a 8 kilómetros por segundo", recuerda Wolf. Bajo él pasaban los desiertos, los lagos y las montañas a una velocidad endiablada. "Decidí centrarme en mis guantes porque de repente tuve esa sensación de altura y velocidad". De alguna manera, explica el presentador de NPR, es como si creyeras que estás tranquilamente en la tierra y alguien encendiera la luz y comprobaras que estás en lo más alto de una escalera de 400 kilómetros.

Además de este momento, Wolf recuerda el problema que tuvieron después de terminar su tarea: no podían regresar al interior de la estación y tuvieron que soltarse de los cables y realizar una maniobra casi suicida para volver a entrar. También relata cómo su amigo ruso le hizo un regalo la última noche y ambos se colocaron flotando en el exterior de la nave, sujetos por los cables y mirando hacia el espacio, para ver del universo pasar delante de sus ojos.

Tomado de:

Fogonazos

14 de noviembre de 2012

Un mapa en 3D para explorar la historia del Universo


Ilustración representando la energía oscura Imagen: SPL
  • La gravedad actúa en vastas distancias pero no explica todo lo que ven los astrónomos
  • Así como los planetas del
    sistema solar están en equilibro en órbita alrededor del Sol, mantenida en equilibrio por la gravedad necesaria, del mismo modo
    todos los cuerpos celestes también deberían cumplir ese mismo balance
  • Pero a simple vista el movimiento de las galaxias no se explica con la cantidad de materia observable, por lo que se supone que las galaxias deben contener materia no visible
  • Esa hipotética materia que no emite suficiente radiación electromagnética para ser detectada con los medios actuales, pero cuaya existencia puede deducirse por los efectos gravitaciones en la materia visible, es lo que se denomina materia oscura, que no debe confundirse con la energía oscura
  • La expansión del Universo se está acelerando y la energía oscura es la misteriosa fuerza que explicaría esa aceleración
  • La teoría actual señala que el 73% del Universo estaría constituido por energía oscura, el 23% por materia oscura y sólo el 4% por la materia que conocemos

Telescopio Sloan Foto SDSS

Las observaciones fueron realizadas con el telescopio Sloan, en Nuevo México. Foto: SDSS

Un equipo internacional de científicos usó una nueva técnica para investigar la misteriosa energía oscura y estudiar cómo era el Universo hace más de 10.000 millones de años.

Utilizando la luz emitida por cuásares, un tipo de galaxias muy distantes y brillantes, los científicos elaboraron un mapa en 3D de nubes de hidrógeno en el espacio.  
La distribución de esas nubes es a su vez un indicio de la influencia a través del tiempo de la energía oscura, como se denomina a la extraña fuerza que impulsa la aceleración en la expansión del Universo.

El estudio fue realizado por investigadores de la iniciativa internacional Sloan Digital Sky Survey III, Exploración Digital del Espacio Sloan o SDSS-III. Uno de los proyectos de la iniciativa, llamado BOSS, Baryon Oscillation Spectroscopic Survey, fue el responsable del mapa. 

Luz de cuásares atravesando nubes de hidrógeno Ilustración Zosia Rostomian, Lawrence Berkeley National Laboratory; Nic Ross, BOSS Lyman-alpha team, Berkeley Lab; Springel et al, Virgo Consortium y Max Planck Institute for Astrophysics

La luz de los cuásares (puntos rojos) es absorbida parcialmente al pasar por nubes de hidrógeno. Imagen: SDSS/BOSS

Aceleración

Los científicos utilizaron observaciones registradas por el telescopio Sloan Foundation Telescope, situado en el estado de Nuevo México, en Estados Unidos.

Los nuevos datos confirman ideas anteriores de que la energía oscura no tuvo un rol dominante en la edad temprana del Universo.

En esa etapa, el poder de la gravedad causó una desaceleración de la expansión cósmica y sólo posteriormente comenzó a actuar la energía oscura.

"Sabemos muy poco sobre la energía oscura, pero una de nuestras ideas es que constituye una propiedad del espacio mismo. Por lo tanto, cuanto más espacio exista, habrá más energía", explicó el Dr. Mathew Pieri, profesor de la Universidad de Portsmouth en Inglaterra e integrante de BOSS.

"La energía oscura sería entonces algo que aumenta a lo largo del tiempo. A medida que el Universo se expande hay más espacio y por tanto más energía y en cierto punto esa energía oscura pasa a ser dominante respecto a la gravedad, poniendo fin a la desaceleración e impulsando una aceleración".

Misterio

El descubrimiento de que todo en el Cosmos se está separando a un ritmo cada vez mayor fue uno de los grandes hallazgos del siglo XX. Pero los científicos continúan buscando explicar este fenómeno extraordinario.

Una de las técnicas utilizadas para intentar descifrar el misterio de la energía oscura es la de las llamadas oscilaciones acústicas de bariones.

Estas oscilaciones son ondas de presión o fluctuaciones en la densidad de la materia bariónica, causada por ondas acústicas durante los inicios del Universo. Los bariones son una familia de partículas subatómicas.

Las oscilaciones se perciben en la distribución de las galaxias, una observación que puede usarse para medir la geometría del cosmos.

Los investigadores del proyecto BOSS ya habían analizado esas oscilaciones para estudiar la distribución de galaxias a una distancia de seis mil millones de años luz. Pero a distancias mayores y por tanto más remotas en la historia del Universo las galaxias no son captadas claramente por el telescopio Sloan.

Es por ello que, para viajar aún más profundamente al pasado, los científicos usaron cuásares para hacer un mapa del cosmos.

Los cuásares son galaxias con un agujero negro masivo central que emiten grandes cantidades de radiación electromagnética, que el telescopio Sloan puede captar.

A medida que la luz de los cuásares viaja por el espacio hacia la Tierra pasa a través de nubes de hidrógeno. Y parte de la luz es absorbida según patrones que revelan variaciones en la densidad del gas.
Observando cerca de 50.000 cuásares cercanos, el equipo BOSS logró elaborar un mapa detallado en 3D de la distribución de nubes de hidrógeno hasta una distancia de 11 mil millones de años luz, apenas dos mil millones de años después del Big Bang.

"Montaña rusa"

El mapa permite a los científicos verificar el ritmo de expansión en diferentes épocas cosmológicas, con el fin de determinar si la gravedad y la energía oscura actúan como predicen las teorías.

"Estamos confirmando básicamente algo análogo a una especie de montaña rusa", dijo el Dr. Pieri.

"Luego del Big Bang la expansión del Universo estaba desacelerándose, pero hace unos 7.000 millones de años pusimos el pie en el pedal de aceleración".

El proyecto BOSS ha cumplido hasta ahora solo un tercio de los trabajos planeados. La meta en los próximos años es elaborar un mapa detallando la ubicación de un millón y medio de galaxias y más de 160.000 cuásares.

Fuente:

BBC Ciencia 


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Un planeta 'vagabundo'

Impresión artística del planeta errante. | ESO 

Impresión artística del planeta errante. | ESO
Un mundo errante vaga por el espacio. El insólito objeto cósmico, detectado por el Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés), flota libremente por el Universo sin estrella anfitriona. Este cuerpo es el mejor candidato descubierto hasta ahora que podría clasificarse como planeta errante y el objeto de este tipo más cercano al Sistema Solar, ya que se encuentra a una distancia de unos 100 años luz.
Los planetas errantes son objetos de masa planetaria que vagabundean por el espacio sin estar atados a ninguna estrella. Ya se han encontrado antes posibles ejemplos de este tipo de objetos, pero, al no conocer sus edades, los astrónomos no podían saber si se trataba de planetas o de enanas marrones — estrellas 'fallidas' que perdieron la masa necesaria para desencadenar las reacciones que hacen brillar a las estrellas.

Pero ahora los astrónomos han descubierto un objeto, denominado CFBDSIR2149, que parece formar parte de un grupo cercano de estrellas jóvenes conocido como Asociación estelar de AB Doradus. Los investigadores encontraron el objeto en unas observaciones realizadas con el telescopio CFHT (Canada France Hawaii Telescope) y han aprovechado las capacidades del VLT (Very Large Telescope) de ESO para examinar en profundidad sus propiedades.

El lazo entre el nuevo objeto y la asociación estelar es la clave que permitirá a los astrónomos deducir la edad del nuevo objeto descubierto. Si el objeto está asociado a este grupo en movimiento -y por tanto es un objeto joven— es posible deducir aún más cosas sobre él, incluyendo su temperatura, su masa, y de qué está compuesta su atmósfera. Se trata del primer objeto de masa planetaria aislado identificado en una asociación estelar, y su relación con este grupo lo convierte en el candidato a planeta errante más interesante de los identificados hasta el momento.

"Buscar planetas alrededor de sus estrellas es similar a estudiar una mosca sentada a un centímetro de un distante y potente faro de coche", afirma Philippe Delorme (Instituto de planetología y astrofísica de Grenoble), investigador principal del nuevo estudio. "Este objeto errante cercano nos da la oportunidad de estudiar la mosca con detalle sin la deslumbrante luz del faro estorbándonos".

Se cree que objetos como este se pueden crear de dos modos, ambos intrigantes: como planetas normales que han sido expulsados del sistema que los albergaba, o bien como objetos solitarios como las estrellas más pequeñas o enanas marrones.

Este tipo de planetas pueden ser una ventana a multitud de conocimientos sobre el Universo. "Estos objetos son importantes, ya que pueden ayudarnos tanto a comprender más sobre cómo pueden eyectarse planetas de sistemas planetarios, como a entender cómo objetos muy ligeros pueden resultar del proceso de formación de una estrella", afirma Philippe Delorme. "Si este pequeño objeto es un planeta que ha sido eyectado de su sistema original, saca de la nada la asombrosa imagen de mundos huérfanos, a la deriva en el vacío del espacio".

Sin embargo, las investigaciones aún deben continuar para certificar si este objeto es definitivamente un planeta errante.

Fuente:

El Mundo Ciencia

2 de noviembre de 2012

El reto de comunicarse entre planetas

Curiosity

El robot Curiosity lleva desde agosto fotografiando y explorando la superficie de Marte.

"Una vez fue un pequeño paso… Ahora son seis grandes ruedas", exclamó el robot Curiosity a través de la red social Twitter tras aterrizar en Marte el pasado mes de agosto.

Apenas se tardó una fracción de segundo en colgar el mensaje, pero el equipo de la Nasa -la agencia espacial estadounidense- que lo escribió tuvo que esperar un cuarto de hora la señal de radio enviada por el robot confirmando su llegada a planeta rojo. 

Este lapso de tiempo se debe a que los datos no se pueden enviar a una velocidad mayor que la de la luz. Al día de hoy las conversaciones en tiempo real entre planetas todavía son una fantasía de la ciencia ficción.

Pero la ciencia trabaja duro para poder en un futuro enviar más datos ampliando el ancho de banda, y así algún día quizás poder emitir imágenes en video de alta definición (HD) desde la superficie de Marte.

Si los esfuerzos de los científicos por sustituir el uso de ondas de radio por sistemas basados en rayos láser dan sus frutos, puede que futuras misiones no tengan las mismas restricciones.

A través del espacio

Orbitador

Las señales de Curiosity son recibidas por los orbitadores antes de ser enviadas a estaciones en la Tierra.

Las ondas de radio tienen una frecuencia más baja que la luz visible, pero pertenecen al mismo espectro electromagnético y pueden viajar a través del espacio a la misma velocidad: 300.000 km. por segundo.

Para enviar instrucciones diarias a Curiosity, la Nasa utiliza transmisiones directas a la Tierra, contactando al robot a través del segmento banda X del espectro electromagnético radial, porción que se reserva para comunicaciones en el espacio profundo.

No obstante, para enviar fotografías a color, se utiliza un sistema de radio distinto.

"Las imágenes se almacenan digitalmente en la computadora del Curiosity, (y luego enviadas) a uno de los dos orbitadores de Marte: Odyssey y Reconnaissance, que vuelan por encima desde el mediodía hasta la tarde en Marte", explica Rob Manning, ingeniero en jefe del proyecto Curiosity en el Laboratorio de Propulsión Jet (JPL) de la Nasa.

Odyssey envía la información a un ritmo de 256 kilobytes por segundo (Kbps), mucho más lento que el Reconnaissance, que lo hace a 2 megabytes por segundo (Mbps).

Antenas

Antenas en la Tierra reciben las señales de Curiosity y las envían a la Nasa.

También hay un tercer orbitador europeo llamado Mars Express, pero la Nasa la usa únicamente como respaldo.

Una vez que los orbitadores reciben los datos, éstos se envían a unas grandes antenas con forma de disco de la Red del Espacio Profundo (DSN). Hay tres estaciones DSN en la Tierra: en España, Australia y California, y los datos son recibidos por la antena que esté mejor alineada con el orbitador que los envía.

La señal debe viajar millones de kilómetros a través del espacio. La distancia entre la Tierra y Marte cambia constantemente porque los dos planetas viajan alrededor del Sol a distintas velocidades y la distancia media entre ellos es de 225 millones de kilómetros.

Pero cuando los planetas están más cerca la señal tarda menos de media hora en llegar a las estaciones DSN, cuenta Manning.

Así que la mayor velocidad con la que una imagen a color de alta resolución puede llegar a la Nasa desde el Curiosity es de unos 30 minutos, aunque el proceso puede llevar incluso varias horas.

Detectores de luz

camara_curiosity

Curiosity puede sacar fotos en color de alta resolución con la cámara que tiene en el extremo de su brazo mecánico.

En el futuro podría ser posible enviar más datos entre planetas e incluso emisiones en video HD.

Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el JPL están desarrollando detectores capaces de percibir las señales laser en el área infrarroja del espectro óptico, llegando incluso a percibir las unidades más pequeñas de la luz; los fotones.

Las señales ópticas tienen un ancho de banda más reducido que el de las frecuencias de radio, lo que implica una mayor capacidad de envío de datos.

Lo que hace un detector de este tipo es transformar la señal de fotones en un impulso eléctrico que luego pueda ser procesado para recuperar datos.
"No sustituirá a las frecuencias de radio a corto plazo pero mejorará nuestra capacidad de comunicación"
Stephen Townes, director de tecnologías de comunicación de JPL

"La comunicación óptica en misiones interplanetarias estará operativa la próxima década", asegura Stephen Townes, director de tecnologías de comunicación de JPL.

"No sustituirá a las frecuencias de radio a corto plazo pero mejorará nuestra capacidad de comunicación".

La agencia especial estadounidense espera poner a prueba estos detectores en 2013, durante un experimento llamado Demostración de Comunicación Láser Lunar.

La tecnología tratará de transferir datos de la Luna a la Tierra a un ritmo de 622 Mbps, mucho más rápido que la velocidad media del ancho de banda, aunque todavía más lento que las redes más rápidas de la Tierra, que envían datos a una velocidad de 20 Gbps.

Para Marte, supondría incrementar la transferencia de datos a un ritmo de 250Mbps en 2018, dice Townes, y si la próxima generación de robots espaciales están preparados para emitir video, quizás algún día los televidentes de la Tierra podrán tener una mejor visión de cómo es moverse por el planeta rojo.

Fuente:


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29 de octubre de 2012

La idea matemática que hizo volar al Voyager

Las sondas Voyager

Sonda Voyager
  • Voyager 2 fue lanzada el 20 de agosto de 1977, y Voyager 1 despegó el 5 de septiembre del mismo año
  • Sus misiones oficiales buscaban estudiar Júpiter y Saturno, pero las sondas fueron capaces de continuar su viaje
  • La sonda Voyager 1 es el objeto construido por el hombre que ha llegado más lejos de la Tierra
  • Las dos astronaves llevan discos con grabaciones que muestran la diversidad cultural del planeta Tierra


Michael Minovitch

Michael Minovitch solucionó el "problema de los tres cuerpos" en 1961, e impulsó la misión del Voyager.

La sonda espacial Voyager ha cautivado al mundo con su proeza en los confines del Sistema Solar, pero su lanzamiento en 1977 sólo fue posible gracias a las ideas matemáticas y la persistencia de un estudiante de doctorado que descubrió cómo catapultar sondas al espacio.

En 1942, por primera vez en la historia un objeto creado por el hombre cruzó la invisible línea de Karman, que marca el borde del espacio. Sólo 70 años después, otra nave espacial viaja hasta la última frontera del Sistema Solar.  
 
La sonda Voyager 1, 35 años después de haber despegado, está a 18.400 millones de kilómetros de la Tierra y a punto de cruzar el límite que marca el alcance de la influencia del sol, donde el viento solar se encuentra con el espacio interestelar.
Así contado parece fácil, pero la puerta al más allá del Sistema Solar permaneció cerrada durante los primeros 20 años de la carrera espacial. 

El problema de los tres cuerpos

Computadora IBM

Minovitch utilizó la computadora más potente del momento.

Desde 1957, cuando el Sputnik 1 se convirtió en la primera obra de ingeniería que pudo orbitar sobre la Tierra, la ciencia comenzó a mirar cada vez más allá en el cosmos.

Se enviaron naves a la Luna, a Venus y a Marte. Pero un factor crucial impedía alcanzar distancias más lejanas.

Para viajar a los planetas exteriores hace falta escapar de la fuerza gravitacional que ejerce el Sol, y para eso es necesaria una nave espacial muy grande.

El viaje hasta Neptuno, por ejemplo, a 2.500 millones de kilómetros, podría llevar fácilmente 30 o 40 años debido a esa fuerza.

En su momento, la Nasa no podía asegurar la vida útil de una sonda por más tiempo que unos meses, así que los planetas lejanos no estaban dentro de las posibilidades.
Hasta que un joven de 25 años llamado Michael Minovitch, entusiasmado por la nueva computadora IBM 7090, la más rápida en 1961, resolvió el problema más difícil de la ciencia mecánica celeste: el de "los tres cuerpos".

Se refiere al Sol, un planeta y un tercer objeto que puede ser un asteroide o un cometa viajando por el espacio con sus respectivas fuerzas de gravedad actuando entre ellos. La solución establece con exactitud cómo afectan la gravedad del Sol y la del planeta a la trayectoria del tercer objeto.

Sin amilanarse por el hecho de que las mentes más brillantes de la historia -la de Isaac Newton entre ellas- no lograron resolver esta incógnita, Minovitch se concentró en despejarla. Su intención era usar la computadora para buscar la solución a través de un método de repetición. 

Verano de 1961

Planeta lejano

Los cálculos de Minovitch permitieron la exploración de los planetas del Sistema Solar más lejanos.

En su tiempo libre, mientras estudiaba un doctorado en el verano de 1961, se puso a programar series de ecuaciones para aplicar al problema.

Minovitch llenó su modelo con datos de las órbitas planetarias, y durante una pasantía en el laboratorio de propulsión de la Nasa (Jet Propulsion Lab) obtuvo información más exacta sobre las posiciones de los planetas.

El joven estudiante demostró así que si una nave pasa cerca de un planeta que orbita alrededor del Sol puede apropiarse de parte de la velocidad orbital de ese astro y acelerar en dirección opuesta al Sol sin utilizar el combustible de propulsión de la nave.

Sin financiamiento para continuar con sus pruebas en la computadora, y en un intento por convencer a la Nasa de la importancia de su descubrimiento, dibujó a mano cientos de trayectorias de misiones teóricas al espacio exterior. Entre ellas había una ruta de vuelo específica que se convirtió en la trayectoria de las sondas Voyager.

Pero en 1962 el Jet Propulsion Lab estaba ocupado con el Proyecto Apolo, y nadie hizo mucho caso al hallazgo de Minovitch.

El origen de la expedición a Júpiter y Saturno

Sin embargo a Gary Flandro, quien realizó otras prácticas de verano en la Nasa, sí le llamó la atención.
Flandro, ingeniero espacial, sabía que cualquier misión a los planetas exteriores tenía que viajar lo más rápido posible para aprovechar al máximo la vida útil de las naves. 

Así que en el verano de 1965 investigó si el problema de los tres cuerpos podría utilizarse en la exploración de los planetas lejanos, y dibujó gráficos que indicaban la futura posición de los astros.

Sus trazados revelaron que Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno iban a posicionarse en el mismo lado del Sistema Solar para finales de los años '70.

Con la solución del problema de los tres cuerpos, una misma misión en 1977 podría arrojar una sonda que pasara por los cuatro planetas en 12 años. Una oportunidad que no volvería a repetirse en 176 años.

Gracias a la insistencia de los jóvenes -y a la intervención de un consejero presidencial sobre asuntos espaciales- la Nasa finalmente aceptó la idea de una gran expedición a los planetas lejanos utilizando la fuerza de propulsión catapultada de Monovitch.

En 1970 se consiguieron los fondos para la construcción de las dos naves espaciales gemelas que se convertirían en las Voyagers.

Aunque no podían financiar una misión que fuera más allá de Saturno, los optimistas ingenieros de la Nasa equiparon las naves para que mantuvieran sus antenas orientadas hacia la Tierra décadas después de haber pasado ese planeta.

También construyeron un sistema generador de energía que duraría al menos hasta el año 2020. Pero lo más visionario fue incluir cinco experimentos a bordo capaces de medir las condiciones del espacio exterior si es que finalmente consigue salir de nuestro sistema planetario.

En 1977 las astronaves despegaron de la Tierra, y nadie se imaginaba que durarían tanto tiempo.

Pero en 2012 continúan su viaje, aún llegan sus señales debilitadas por la distancia, y aún les esperan fascinantes descubrimientos.

Fuente:

BBC Ciencia 

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¿Giran las estrellas en su propio eje, como los planetas?

Estrella de neutrones

Las estrellas pulsar (o de neutrones) tienen una rotación extremadamente veloz.

En general, la rotación estelar es el resultado de una rotación de la nube de gas que se condensa para formar una estrella.

Sin embargo, a diferencia de los planetas, las estrellas no son cuerpos sólidos, por lo que su rotación no es siempre simple.

Primero, tal como muchos planetas, las estrellas tienen bultos ecuatoriales.

Regulus, por ejemplo, rota a unos 320 km/s y su radio ecuatorial es unas tres veces más grande que su radio polar.

Muchas estrellas muestran además rotaciones diferenciadas, con su punto más alto en el Ecuador, la cual va descendiendo a medida que la latitud aumenta.

Por ejemplo, el ecuador del sol rota una vez cada 25 días, pero en sus polos cada rotación toma más de 34 días.

Este efecto es el que genera los campos magnéticos de las estrellas.

Las pulsars (o estrellas de neutrones) que son remanentes magnéticos de estrellas que ya explotaron, tienen una rotación extremadamente veloz: la más rápida que ha sido encontrada gira 716 veces por segundo.

Tomado de:

17 de octubre de 2012

Otro "planeta Tierra" orbita alrededor de Alfa Centauro

Cybertron, el planeta de los Transformers, el comic de Marvel, orbitaba en torno a la estrella Alfa Centauri, la más cercana al Sol. Luego se vino para aquí, a nuestra estrella, y la montaron, con Optimus Prime y los demás... Bueno, la ciencia no ha descubierto nada por el estilo, no hay que preocuparse con una invasión de extraterrestres mecánicos, pero lo cierto es que el notición astronómico del día (que no es único) viene también de ese sistema estelar, el más cercano a nuestra estrella, que desde el siglo XVII los astrónomos conocen como Alfa del Centauro

En concreto, se han encontrado pruebas de que en torno a la segunda estrella de este sistema triple hay un planeta comparable en tamaño al nuestro. La noticia, que corresponde a una publicación que tenía que ver la luz mañana en la revista Nature, está ya corriendo como pólvora por los medios, pero no es la única relacionada con exoplanetas (o planetas extrasolares): en torno a un sistema cuádruple de estrellas se ha encontrado otro planeta. La nómina de esos mundos en torno a otras estrellas sigue aumentando, y con tantas sorpresas y relaciones curiosas que dan que pensar: como dejó escrito el genial biólogo J.B.S. Haldane (aunque la cita se ha atribuido a muchos otros, desde Isaac Asimov a Robert Heinlein por seguir con la ciencia-ficción) el Universo no solo es más extraño de lo que imaginamos, sino más incluso de lo que podemos imaginar. 

Como se explica en este diario, el planeta, ligeramente superior en dimensiones a la Tierra, orbita en torno a Alfa Centauri B, completando una revolución cada poco más de tres días. Las observaciones, de un equipo internacional de astrofisicos, se realizaron desde el telescopio de 3,6 metros del Observatorio de La Silla, en Chile, uno de los observatorios que conforman el ESO (Observatorio Europeo Austral), un proyecto en el que desde hace unos años también participa España y que cumplió el pasado 5 de octubre medio siglo de vida. 

El planeta, sin embargo, está a solo 4 millones de km de la estrella, que aunque es un poco más fría que nuestro Sol achicharra perfectamente a este cuerpo, por lo que -siempre se pregunta eso en estos casos- es más que improbable que se halle vida en él. No está dentro de esa zona de habitabilidad, y por el tamaño podríamos imaginarnos más un cuerpo rocoso, pero similar a Mercurio en condiciones. En cualquier caso, estos aspectos son más que nada especulaciones razonables a partir de los datos que se han ido obteniendo a lo largo de muchas jornadas de observación, con instrumentos muy precisos (el HARPS, un espectrógrafo que mide pequeñas variaciones en la velocidad radial de las estrellas para poder detectar planetas en torno suyo) y que son los que han permitido al equipo que encabeza Xavier Dumusque, del Observatorio de Ginebra, publicar sus conclusiones sobre este planeta extrasolar (en este enlace el PDF del artículo).

Planeta similar a la Tierra en torno a Alfa Centauri B

Planeta similar a la Tierra en torno a Alfa Centauri B. EFE

El otro planeta extrasolar que aparece en las noticias de hoy ("Un planeta con cuatro soles" en El Mundo), PH1, es también peculiar: orbita en torno a un sistema doble de estrellas (como le pasaba al que llamaron Tattooine, del que hablamos por aquí hace un año, en homenaje a la saga de La guerra de las Galaxias), pero en torno al cual orbita otro par de estrellas. Un sistema doble-doble, que no es raro en el Universo, como bien saben los amantes de la observación celeste, que gustan de mostrar a quien quiera asomarse a un telescopio la pequeña joya que presenta Epsilon Lyrae, una estrella, precisamente, doble-doble.

El caso de PH1 tiene un interés adicional: su descubrimiento es fruto de la colaboración entre astrónomos profesionales y los voluntarios de un proyecto colaborativo que desde la Universidad de Yale y con los abundantes datos del satélite de observación astronómica de la NASA Kepler permite analizar en detalle las huellas de posibles planetas extrasolares. El programa se llama Planet Hunters, por si alguien se quiere animar a colaborar en esta búsqueda.

Así que esta semana tenemos buenas noticias. Pero habrá más, porque nadie duda de que estos descubrimientos astronómicos llaman mucho la atención. Y sorprenden, aunque ya los dibujantes de la Marvel nos lo hubieran adelantado en sus cómics.

El planeta PH1 orbitando en torno a sus cuatro soles. Europa Press

El planeta PH1 orbitando en torno a sus cuatro soles. Europa Press

Fuente:

28 de septiembre de 2012

Una sorprendente pareja de galaxias

La pareja de galaxias Arp116. | NASA/ESA/HST
La pareja de galaxias Arp116. | NASA/ESA/HST

Artículo tomado de El Mundo (España)


El Telescopio Espacial Hubble ha fotografiado un singular dúo de galaxias formado por una espiral (en el ángulo superior derecho) y una elíptica gigante (en el centro). Aunque aún distantes entre ellas, ambas galaxias parecen abocadas a una colisión. La imagen ilustra la asombrosa diversidad existente en el mundo de las galaxias.

Imagen de Arp 116. | SDSS  
Imagen de Arp 116. | SDSS

Contraste radical entre dos galaxias

Esta peculiar pareja está formada por una galaxia elíptica gigante denominada M60 y una galaxia espiral, mucho menor que la primera, llamada NGC4647. El par recibe el nombre global de Arp 116, es decir: el objeto número 116 del catálogo de galaxias peculiares compilado por el astrónomo Halton Arp. Ambas galaxias forman parte del cúmulo de Virgo, uno de los cúmulos de galaxias más próximos a la Vía Láctea, que contiene entre 1000 y 2000 galaxias individuales.

Imagen de gran campo de Arp 116 | DSS2
Imagen de gran campo de Arp 116 | DSS2

La elíptica, M60, que domina la región central de la imagen, es la tercera galaxia más brillante del cúmulo de Virgo y tiene un tamaño de unos 120.000 años-luz. En esta galaxia, las estrellas se mueven de manera similar a las abejas en un enjambre, formando un gigantesco elipsoide con gran concentración estelar en su región central. Su color, amarillo rojizo, procede de la gran cantidad de estrellas viejas, principalmente frías y rojas, que predominan en las galaxias elípticas. Se encuentra a una distancia de 54 millones de años-luz de la Tierra.

La galaxia espiral, NGC4647, es similar en muchos aspectos a nuestra Vía Láctea. Su tamaño, unos 90.000 años-luz, la hace mucho menor que su compañera elíptica. Como nuestra galaxia, NGC4647 posee unos bellos brazos espirales poblados por grandes nebulosas gaseosas que están formando estrellas nuevas. Las estrellas jóvenes son las responsables del color azulado que predomina en los brazos, mientras que los filamentos oscuros son nubes de polvo que apantallan la luz estelar. De esta galaxia nos separa una distancia de unos 63 millones de años-luz.

Posible interacción

Fenómenos de marea en Arp 194 | NASA
Fenómenos de marea en Arp 194 | NASA

Durante muchos años los astrónomos se han preguntado si este par de galaxias estaba conectado físicamente. Aunque aparecen tan próximas en el cielo, las estimaciones de distancias más recientes (mencionadas antes) indican que entre ambas galaxia media un espacio de unos 9 millones de años-luz. A gran escala no se aprecian signos espectaculares de desgarramiento en ninguna de ellas, como sucede en muchos pares de galaxias que se encuentran colisionando (ver por ejemplo el par Arp194 en la imagen adjunta).

Sin embargo, estudios detallados recientes revelan indicios de una interacción incipiente entre las dos galaxias de Arp116. Cabe esperar que su interacción gravitacional las lleve a aproximarse paulatinamente. Según se acerquen entre ellas, se incrementarán los efectos de marea y se alterarán algunas de las regiones en ambas galaxias. Posiblemente las nubes interestelares de la 'pequeña' espiral al verse severamente perturbadas acaben colapsando súbitamente, formando grandes brotes de formación estelar.

El zoo de las galaxias

La diversidad existente en el mundo de las galaxias fue constatada muy poco después del descubrimiento de estos astros a principios del siglo pasado. Fue el propio Edwin Hubble, el astrónomo que identificó el carácter extragaláctico de las nebulosas espirales, quien elaboró un primer esquema de clasificación en 1936, dividiendo a las galaxias en diferentes tipos: elípticas, espirales, espirales barradas e irregulares.

La secuencia de Hubble
La secuencia de Hubble

Más que un mero sistema de clasificación, la secuencia de Hubble intentaba describir la evolución en el tiempo de las galaxias. Hubble propuso que las elípticas eran las galaxias más primitivas y que éstas se convertían después en espirales con o sin barra central. Posteriormente se demostró que estas ideas son erróneas y que, muy al contrario, las espirales suelen ser más jóvenes que las elípticas. Es más, se piensa hoy que las grandes elípticas se forman por fusión de galaxias espirales más pequeñas.

Jerga astronómica

No obstante, en la jerga que los astrónomos seguimos manteniendo hoy utilizamos el término 'tipo primitivo' para las elípticas, mientras que decimos que las espirales son más o menos 'avanzadas' dependiendo del diseño más o menos desarrollado de sus brazos. En términos generales, solemos decir que una galaxia es más 'avanzada' según se encuentren más a la derecha de la secuencia de Hubble. Una forma de hablar que es claramente inadecuada pues, como se ha dicho, sabemos hoy que las 'primitivas' elípticas son más evolucionadas y viejas que las espirales 'avanzadas'. Se trata pues de otra costumbre que deberíamos desechar los científicos. Sirva como disculpa que ésta es una costumbre de lenguaje que, como muchas otras, conserva el agradable regusto de la bella historia de la ciencia.

También interesante

  • La gran galaxia elíptica M60 fue descubierta de manera independiente por tres astrónomos en el mismo año 1779. Era la época de las intensas búsquedas de cometas. Buscando cometas la encontró el alemán Gottfried Koehler el 11 de abril en Dresden, mientras que el italiano Barnabus Oriani la observó un día después. El francés Charles Messier la vio el día 15 de abril y la incluyó en su famoso catálogo Messier con el número 60 (de ahí la designación Messier 60 o. simplemente, M60.

  • Clasificación actual de las galaxias
    Clasificación actual de las galaxias
  • El astrónomo, Halton Arp (nacido en Nueva York en 1927) es muy célebre, además de por la compilación de su interesantísimo Atlas de Galaxias Peculiares (1966), por sus estimulantes ideas heterodoxas. Argumentó durante mucho tiempo que, en lugar de ser grandes galaxias remotas, los cuásares debían ser objetos locales. Siempre se ha mostrado escéptico respecto de la teoría del Big Bang y, en su lugar, adoptó una teoría de un universo estructurado en diferentes capas que ha tenido muchos seguidores en círculos creacionistas.

  • El esquema de clasificación de Hubble fue refinado posteriormente por varios astrónomos. Particularmente útil fue el trabajo del francés Gerard de Vaucouleurs (1918-1995) que introdujo tipos intermedios entre espirales y elípticas, además de algunas galaxias peculiares.
El astrónomo Rafael Bachiller nos descubre en esta serie los fenómenos más espectaculares del Cosmos. Temas de palpitante investigación, aventuras astronómicas y novedades científicas sobre el Universo analizadas en profundidad.

22 de septiembre de 2012

Los últimos días de Betelgeuse

Betelgeuse, a unos 640 años luz de la Tierra en la constelación de Orión, puede parecer una estrella más en el cielo nocturno, aunque en realidad es una de las estrellas más brillantes de las que podemos disfrutar. Particularmente, esta gigante siempre me llamo la atención, ya desde niño soñaba con los mundos que la rodearían, pero como muestra esta imagen infrarroja del Observatorio Europeo Austral (ESO), Betelgeuse se está cayendo a pedazos … literalmente .

Esta imagen de la nebulosa en torno a la dramática de color rojo brillante estrella supergigante Betelgeuse fue creado a partir de imágenes tomadas con la cámara VISIR de infrarrojos en el Very Large Telescope (VLT). Esta estructura, parecida a  llamas que emanan des la estrella, son formadas porque el gigante se está despojando de su material lanzandolo hacia el espacio. Las emanaciones de gas observadas con anterioridad se reproducen en el disco central. El pequeño círculo rojo en el centro tiene un diámetro de cerca de cuatro veces y media la órbita de la Tierra y representa la ubicación de la superficie visible de Betelgeuse. El disco negro corresponde a una parte muy brillante de la imagen que se ocultó a permitir que la nebulosa débil sea vista. Crédito ESO

Betelgeuse esta emitiendo enormes nubes de plasma hacia el espacio estelar desde hace algún tiempo, como si padeciese de gases estomacales, y esto es un síntoma de la edad de la estrella y de su tamaño. Betelgeuse es una estrella supergigante roja, con apenas una fracción de la edad de nuestro sol, pero es tan masiva (18 veces la masa del Sol) que al igual que las viejas glorias del rock,  vive rápido y muere joven.Con apenas 10 millones de años de edad, la estrella se ha quedado sin hidrógeno en su núcleo, ahora está comenzando a fusionar el helio, creando carbono y oxígeno, lo que provoca que Betelgeuse se “infle” hasta alcanzar proporciones gigantescas, casi inimaginables. Si Betelgeuse fuese nuestro sol, ocuparía todo el sistema solar interior llegando incluso a la órbita de Júpiter, la tierra simplemente no existiría, se habría evaporado en su superficie.


El interior de la estrella es un lío burbujeante y violento, con enormes columnas de plasma caliente que deforman la estrella. Las observaciones ya habían demostrado hace tiempo que esta estrella tenia “bultos”, como si de grandes tumores se tratasen, en lugar de ser un objeto esférico, casi perfecto, parece una patata deformada. También se aprecian algunos indicios de que la estrella empieza a contraerse, lo que podría revelar que está cerca (en escalas de tiempo cósmicas) al borde del colapso, para finalmente explotar como una  supernova, pero no hay que entrar en pánico, pese a que los agoreros les encante lanzar sus oscuros presagios, mi vieja amiga Betelgeuse no plantea ninguna amenaza para la vida en la Tierra.

Este gráfico muestra la ubicación de la estrella supergigante Betelgeuse (Alpha Orionis) en la famosa constelación de Orión (el Cazador). Este mapa muestra la mayor parte de las estrellas visibles a simple vista bajo buenas condiciones y la estrella en sí está marcada con un círculo rojo. Aunque la estrella en sí misma es claramente visible a simple vista, la nebulosa a su alrededor no puede verse con cualquier telescopio. Crédito ESO
En las últimas etapas de la vida de una estrella supergigante roja, enormes cantidades de material se esparcen hacia el espacio. Como muestra esta imagen de ESO, Betelgeuse está creando una vasta nebulosa de frío polvo, nunca antes vista, y se extiende a más 60 millones de kilómetros de su superficie.

En el centro de la imagen, el pequeño disco rojo es Betelgeuse y la nube circundante (dentro del disco negro) pertenece a observaciones anteriores del plasma que eructó al espacio. La nube de colores que rodea el disco negro pertenecen a las observaciones de la European Southern Observatory (ESO) y las nuevas medidas aportadas por el Very Large Array (VLA).

La nebulosa se extiende como nunca se había visto antes, pero como Betelgeuse es tan brillante que eclipsa por completo la luz que emite esta nebulosa. Al utilizar el instrumento VISIR VLA para bloquear la luz que emite directamente Betelgeuse, la nebulosa (compuesta muy probablemente por sílice y polvo de alúmina) brilla en longitudes de onda infrarrojas debido a que es calentada por la estrella. Vale la pena señalar que a pesar de tener una apariencia llameante, en realidad está compuesta de material frio, por lo que sólo puede ser detectada en longitudes de onda infrarrojas. Las longitudes de onda cortas infrarrojas se representan con un brillo azul y las longitudes de onda más largas del infrarrojo se representan con un resplandor rojo.

Esta es una vista maravillosamente íntima de la muerte de una estrella masiva, y con la ayuda de la VLA, tendremos un asiento de primera fila para el velatorio final.

19 de septiembre de 2012

La cámara digital más potente (570 megapixeles) explora el Universo

Imagen captada con la Cámara de Energía Oscura de la galaxia NGC 1365 Foto Dark Energy Survey Collaboration

Imagen captada con la Cámara de Energía Oscura de la galaxia NGC 1365, que se encuentra a 60 millones de años luz de la Tierra.

Una cita que tardó 8.000 millones de años en concretarse.
"La combinacion del instrumento DECam (con una lente de 1 metro de diámetro) y el telescopio Blanco (con un espejo de 4,2 metros) proporciona la cámara astronómica de este tipo mas potente jamás construida"
Enrique Gaztañaga, Instituto de Ciencias del Espacio, Barcelona 

Fue en ese pasado remoto que la luz de galaxias muy lejanas inició su largo viaje en el universo. Pero sólo en setiembre de 2012 pudo ser captada por primera vez por la cámara digital más potente del mundo, instalada en la cima de una montaña, en las condiciones atmosféricas óptimas de los Andes chilenos.

La cámara de 570 megapixeles es parte de un proyecto internacional denominado Dark Energy Survey, DES, literalmente Cartografiado para la Energía Oscura, que busca mapear la misteriosa fuerza que sería responsable por la aceleración en la expansión del universo.

La nueva Cámara de Energía Oscura, o DECam en su acrónimo en inglés, comenzó este mes a tomar sus primeras imágenes del cielo austral. Se encuentra montada en el telescopio Víctor M. Blanco en el observatorio de Cerro Tololo, sede sur del Observatorio Nacional de Astronomía Óptica de Estados Unidos.

Si bien pesa 11 toneladas, puede moverse y enfocar con una precisión de micrómetros.

Participación internacional

El instrumento DECam es resultado de una colaboración de expertos de EE.UU, Reino Unido, Brasil, Alemania, Suiza y España.

"La combinacion del instrumento DECam (con una lente de un metro de diámetro) y el telescopio Blanco (con un espejo de 4,2 metros) proporciona la cámara astronómica de este tipo mas potente jamás construida", le explicó a BBC Mundo Enrique Gaztañaga, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Instituto de Ciencias del Espacio de Barcelona y uno de los expertos españoles que participan en el proyecto.

"Una única fotografía con DECam permite abarcar lo que hace muy pocos años requería 60 imágenes. Por otro lado, su precisión y sensibilidad a los colores más rojos permiten acercarse al universo más primitivo".

Cámara de Energía Oscura montada en el telescopio Blanco

La cámara está montada en el telescopio Víctor M. Blanco en Cerro Tololo.

El Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC / IEEC) y el Instituto de Física de Altas Energía (IFAE), ambos en Barcelona, así como el Ciemat y la Universidad Autónoma de Madrid desempeñaron un papel clave en la construcción y puesta a punto de la electrónica de alta velocidad que realiza la lectura y control de los sensores ópticos de la cámara, según dijo Gaztañaga.

Los científicos españoles también diseñaron "el software que, por un lado, permite que el telescopio se oriente con precisión y, por otro, produce simulaciones a gran escala del universo que permiten desarrollar y probar los métodos de análisis científico. Estas simulaciones se van a comparar con los mapas de la cámara para confirmar o refutar el modelo que tenemos sobre el origen del cosmos y sus leyes fundamentales".

El proyecto es liderado por el Laboratorio del Acelerador Nacional Fermi, Fermilab, en Estados Unidos.
Si bien no se trata de la cámara de más alta resolución (el honor corresponde al instrumento Pan-Starss en Hawaii), la combinación de su alta resolución y su gran sensibilidad la convierten según sus creadores en la cámara más potente del mundo.

Lea el artículo comp0leto en:

BBC Ciencia

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15 de septiembre de 2012

Confirman al 99,996% que la energía oscura es real

Comentario de "Conocer Ciencia": 

En el fondo vienen a decir que la "energía oscura" es símplemente que la gravedad funciona de un modo diferente al que se creía (que es lo que señalan al final del artículo). O sea que "energía oscura" es una especie de eufemismo para no decir directamente que probablemente tendrán que cambiar algunas cosas.
 
Que una cosa es que digan que la ciencia sea objetiva y está dispuesta a cambiar sus conocimientos establecidos y otra es que los egos de algunos científicos lo admitan (numerosos casos a lo largo de la historia de la ciencia, por cierto, Einstein incluído).
 
Lo de la materia y la energía oscura son como el éter y el flogisto del s. XIX o la constante cosmológica del s.XX 

Ahora los dejo con la noticia vía Europa Press:

Energía oscura
Foto: NASA/ESA/JPL-CALTECH/YALE/CNRS
   
Astrónomos de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) han llevado a cabo un estudio que señala que la energía oscura, que procede de la misteriosa sustancia que se cree que ha participado en la aceleración de la expansión del Universo, existe realmente. Concretamente, su estudio apunta a que las probabilidad de su existencia son de un 99,996 por ciento.
   
Hace una década, los astrónomos observaron el brillo de las supernovas distantes y se dieron cuenta de que la expansión del universo parece estar acelerándose. Esta aceleración se atribuye a la fuerza de repulsión asociada con la energía oscura que, según las teorías actuales se cree que forma 73 por ciento del cosmos.
   
A pesar de que los investigadores que hicieron este descubrimiento, Saul Perlmutter, Brian P. Schmidt y Adam G. Riess, recibieron el Premio Nobel de Física en 2011, la existencia de la energía oscura continúa siendo un tema de debate entre la comunidad científica.
   
Hasta ahora se han utilizado numerosas técnicas para confirmar la realidad de la energía oscura. Una clara evidencia de esta energía proviene del Sistema de Detección Integrado Sachs-Wolfe. Esta teoría señala que el fondo cósmico de microondas, la radiación del calor residual del Big Bang, se ve por todo el cielo, de manera que esta radiación se volvería un poco más azul a su paso por los campos gravitatorios de grumos de materia, un efecto conocido como corrimiento al rojo gravitacional.
   
En 1996, dos investigadores canadienses llevaron esta idea al siguiente nivel. Su trabajo sugiere que los astrónomos pueden buscar estos pequeños cambios en la energía de la luz (fotones) comparando la temperatura de la radiación con mapas de galaxias en el universo local.
   
De este modo, en ausencia de la energía oscura no habría correspondencia entre los dos mapas (el de fondo de microondas cósmico distante y el de la distribución de galaxias relativamente cercano), pero si esta existiera supondría el efecto contrario: los fotones del fondo cósmico de microondas ganarían energía al pasar por grandes trozos de masa.
   
El Sistema de Detección Integrado Sachs-Wolfe, utilizado por primera vez en 2003 fue considerado inmediatamente como una prueba fehaciente de que la energía oscura existe, de hecho fue nombrado 'descubrimiento del año' por la revista 'Science'.
   
Sin embargo, también ha tenido sus detractores, que indicaban que la señal de energía oscura obtenida era demasiado débil, por lo que algunos científicos sugirieron que podría ser consecuencia de otras fuentes, como el polvo de la Vía Láctea.
   
Ahora, el nuevo estudio, publicado en 'Monthly Notices' de la Royal Astronomical Society,  ha investigado, a lo largo de dos años, esta teoría y ha examinado todos los argumentos en contra del Sistema de Detección Integrado Sachs-Wolfe. En este trabajo, el equipo ha mejorado los mapas utilizados en la obra original y, gracias a este análisis se ha llegado a la conclusión de que existe una probabilidad del 99,99 por ciento de que la energía oscura sea responsable de las partes más calientes de los mapas del fondo cósmico de microondas.
   
El autor principal del trabajo, Giannantonio Tommaso, ha apuntado que, además "este trabajo también habla de las posibles modificaciones a la teoría de Einstein de la relatividad general".
   
A su juicio, "la próxima generación de fondo de microondas cósmico, y los futuros estudios de galaxias, deberían proporcionar la medición definitiva, ya sea la que confirma la relatividad general, incluyendo la energía oscura, o incluso más intrigante, exigiendo una comprensión completamente nueva de cómo funciona la gravedad".

Fuente:


7 de septiembre de 2012

Curiosity toma muestras del aire marciano


Curiosity visto por el Mars Reconaissance Orbiter

La NASA coloreó esta imagen para facilitar la observación de Curiosity, el punto blanco a la der. También se ven las huellas y dos marcas azules en los sitios de aterrizaje donde se voló polvo rojizo.
Ampliar imagen

El vehículo robótico Curiosity midió la composición atmosférica del planeta rojo. Uno de sus aparatos, Sam, Sample Analysis at Mars, o Análisis de Muestras en Marte, evaluará la concentración de gases en el aire marciano succionado por el robot.

Es la primera vez que se estudia la composición química de la atmósfera de Marte en su propia superficie desde el aterrizaje de las sondas Viking en la década de los setenta. 

El análisis de los gases está siendo realizado en estos momentos e inicialmente no se esperan grandes sorpresas. El gas más abundante será el dióxido de carbono.
El CO2 es el principal componente del aire marciano, algo que fue constatado ya por las sondas Viking. Más interesante para los científicos será explorar la presencia de metano.

Partes por trillón

Este gas ha sido observado recientemente a través de telescopios desde la Tierra y su presencia en el planeta rojo es intrigante.

El metano es un gas de corta vida, por lo que su presencia constante indica la existencia de alguna fuente de producción, sea biológica o geoquímica. Y se espera que Sam pueda ayudar a dilucidar el misterio.

Ilustración de la NASA sobre Curiosity

Curiosity se ha desplazado cerca de 100 metros desde su aterrizaje hace un mes.

Los resultados de estos primeros análisis podrían ser anunciados la semana entrante, señaló Joy Crisp, 
vicedirectora científica del Curiosity. Pero la investigadora advirtió que pasará algún tiempo antes de que sea posible anunciar resultados definitivos sobre el metano en Marte.

"De acuerdo a lo observado desde la Tierra pensamos que en el caso de Marte la presencia de metano se medirá en una pocas o diez partes por trillón".

Curiosity –también conocido como MSL, Mars Science Laboratory o Laboratorio Científico de Marte–, se ha desplazado más de 100 metros desde el sitio en el cráter Gale donde aterrizó hace un mes.
Una nueva imagen de la sonda espacial Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) muestra el progreso del robot. 

"Puede verse el techo blanco del robot con sus ruedas negras y sus huellas detrás", dijo el director de la misión, Mike Watkins.

"Estamos a una distancia del punto de aterrizaje de aproximadamente un estadio de fútbol".
Curiosity se dirige a un punto denominado Glenelg por los científicos, que se encuentra a unos 300 metros al este de su ubicación actual.

Imágenes satelitales muestran a Glenelg como una intersección de tres tipos diferentes de terrenos rocosos y los investigadores creen que sería un sitio ideal para estudiar la geología del cráter Gale. Pero pasarán varias semanas antes de que Curiosity llegue a Glenelg.

Torre de instrumentos en el Curiosity

La pequeña torre en una fotografía captada por las cámaras de Curiosity. El disco rosado cubre el lente Mahli. Los cepillos en el extremo derecho retiran polvo de las rocas estudiadas.

Prácticas con el brazo robótico

Los ingenieros han decidido estacionar ahora al vehículo durante algunos días para practicar las maniobras con su brazo de dos metros, que lleva en su extremo una pequeña torre de 30kg con distintas herramientas.
La NASA quiere determinar con mayor precisión cómo mover el brazo robótico en las condiciones de baja gravedad que existen en el planeta rojo.

Brazo robótico de Curiosity con la torre de instrumentos

La torre de 30kg y el brazo robótico no se mueven igual que en la Tierra debido a la baja gravedad.

"Marte tiene cerca de un 38% de la gravedad terrestre", dijo Matt Robinson, ingeniero principal a cargo del brazo robótico.

"Si utilizáramos en Marte los mismos parámetros fijados durante las prácticas en la Tierra, la torre acabaría en una posición más alta".

"Para compensar esto, usamos un software de ingeniería de vuelo que hace los cálculos matemáticos necesarios para bajar el brazo y colocar la torre en la posición adecuada. Gran parte del ejercicio ahora consiste en verificar que el software realice la compensación correcta", dijo Robinson a la BBC.
Luego de las prácticas el vehículo se dirigirá a Glenelg y durante su trayectoria buscará oportunidades para probar los instrumentos de la torre.

Curiosity utilizará un lente conocido como Mahli, Mars Hand Lens Imager, acercándolo a diversos objetos.
Mahli consiste esencialmente en una cámara macro de alta potencia que puede captar imágenes de minerales en las rocas con una resolución equivalente a un grano de talco.

El otro instrumento de la torre que los científicos quieren ver en acción es APXS, un espectrómetro de rayos X que puede determinar la abundancia de elementos químicos en las rocas.

También se espera pronto el debut del mecanismo de recolección manual Chimra (Collection and Handling for Interior Martian Rock Analysis), una pala que permitirá recoger muestras de suelo que serán analizadas por los instrumentos a bordo del vehículo robot. 

Curiosity

Curiosity se dirigirá a una intersección de terrenos rocosos para recoger muestras de suelo.

Fuente:


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