Cybertron, el planeta de los Transformers,
el comic de Marvel, orbitaba en torno a la estrella Alfa Centauri, la
más cercana al Sol. Luego se vino para aquí, a nuestra estrella, y la
montaron, con Optimus Prime y los demás... Bueno, la
ciencia no ha descubierto nada por el estilo, no hay que preocuparse con
una invasión de extraterrestres mecánicos, pero lo cierto es que el
notición astronómico del día (que no es único) viene también de ese
sistema estelar, el más cercano a nuestra estrella, que desde el siglo
XVII los astrónomos conocen como Alfa del Centauro.
En
concreto, se han encontrado pruebas de que en torno a la segunda
estrella de este sistema triple hay un planeta comparable en tamaño al
nuestro. La noticia, que corresponde a una publicación que tenía que ver
la luz mañana en la revista Nature, está ya corriendo como pólvora por
los medios, pero no es la única relacionada con exoplanetas
(o planetas extrasolares): en torno a un sistema cuádruple de estrellas
se ha encontrado otro planeta. La nómina de esos mundos en torno a
otras estrellas sigue aumentando, y con tantas sorpresas y relaciones
curiosas que dan que pensar: como dejó escrito el genial biólogo J.B.S.
Haldane (aunque la cita se
ha atribuido a muchos otros, desde Isaac Asimov a Robert Heinlein por
seguir con la ciencia-ficción) el Universo no solo es más extraño de lo
que imaginamos, sino más incluso de lo que podemos imaginar.
Como se explica en este diario, el planeta, ligeramente superior en dimensiones a la Tierra, orbita en torno a Alfa Centauri B,
completando una revolución cada poco más de tres días. Las
observaciones, de un equipo internacional de astrofisicos, se realizaron
desde el telescopio de 3,6 metros del Observatorio de La Silla, en Chile, uno de los observatorios que conforman el ESO (Observatorio Europeo Austral), un proyecto en el que desde hace unos años también participa España y que cumplió el pasado 5 de octubre medio siglo de vida.
El planeta, sin embargo, está a solo 4 millones de km de la estrella,
que aunque es un poco más fría que nuestro Sol achicharra perfectamente
a este cuerpo, por lo que -siempre se pregunta eso en estos casos- es
más que improbable que se halle vida en él. No está dentro de esa zona
de habitabilidad, y por el tamaño podríamos imaginarnos más un cuerpo
rocoso, pero similar a Mercurio en condiciones. En cualquier caso, estos
aspectos son más que nada especulaciones razonables a partir de los
datos que se han ido obteniendo a lo largo de muchas jornadas de
observación, con instrumentos muy precisos (el HARPS,
un espectrógrafo que mide pequeñas variaciones en la velocidad radial
de las estrellas para poder detectar planetas en torno suyo) y que son
los que han permitido al equipo que encabeza Xavier Dumusque, del Observatorio de Ginebra, publicar sus conclusiones sobre este planeta extrasolar (en este enlace el PDF del artículo).
Planeta similar a la Tierra en torno a Alfa Centauri B. EFE
El otro planeta extrasolar que aparece en las noticias de hoy ("Un planeta con cuatro soles"
en El Mundo), PH1, es también peculiar: orbita en torno a un sistema
doble de estrellas (como le pasaba al que llamaron Tattooine, del que hablamos por aquí hace un año,
en homenaje a la saga de La guerra de las Galaxias), pero en torno al
cual orbita otro par de estrellas. Un sistema doble-doble, que no es
raro en el Universo, como bien saben los amantes de la observación
celeste, que gustan de mostrar a quien quiera asomarse a un telescopio
la pequeña joya que presenta Epsilon Lyrae, una estrella, precisamente,
doble-doble.
El caso de PH1 tiene un interés adicional: su descubrimiento es fruto
de la colaboración entre astrónomos profesionales y los voluntarios de
un proyecto colaborativo que desde la Universidad de Yale y con los
abundantes datos del satélite de observación astronómica de la NASA
Kepler permite analizar en detalle las huellas de posibles planetas
extrasolares. El programa se llama Planet Hunters, por si alguien se quiere animar a colaborar en esta búsqueda.
Así que esta semana tenemos buenas noticias. Pero habrá más, porque
nadie duda de que estos descubrimientos astronómicos llaman mucho la
atención. Y sorprenden, aunque ya los dibujantes de la Marvel nos lo
hubieran adelantado en sus cómics.