Recreación del impacto que formó la Luna. | Nature
Un grupo de científicos de la Washington University en San Luis (EEUU) ha demostrado que la Luna se formó tras el impacto de un cuerpo planetario del tamaño de Marte contra lo que era aún una Tierra primitiva.
El trabajo, publicado en 'Nature', fue posible gracias al análisis de
los distintos isótopos -diferente cantidad de neutrones que puede tener
un mismo elemento- de zinc presentes en 20 rocas lunares diferentes
traídas en cuatro misiones 'Apolo'.
El equipo liderado por Frèdèric Moynier y por su estudiante de doctorado Randal Paniello, ambos del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Washington University, ha logrado así despertar una teoría que había permanecido en el limbo durante más de 30 años.
El debate sobre cómo se formó la Luna se ha debilitado en los últimos años ante la aparición de nuevos focos de atención en el campo de la Astronomía. Pero en los años 70 una hipótesis llamada la Teoría del Impacto Gigante cobró una gran fuerza en la comunidad científica. El problema es que nunca se pudo demostrar. Ni siquiera tras analizar las muestras traídas a la Tierra por las misiones Apolo durante la época de la exploración lunar.
Para demostrar la teoría era necesario encontrar en las rocas lunares una distribución isotópica concreta de algunos elementos en la que hubiera más presencia de las variantes más pesadas. Esto, llamado fraccionación, se debe a que tras una gran colisión que libera una enorme cantidad de energía los isótopos más ligeros se vaporizan dejando una distribución isotópica concreta.
Muchos equipos científicos han buscado pruebas de fraccionación en las rocas lunares, pero nunca se había logrado. Moynier y su equipo han sido los primeros en encontrarlo, lo que reabre el debate sobre el origen de la Luna.
Fuente:
El Mundo Ciencia
El equipo liderado por Frèdèric Moynier y por su estudiante de doctorado Randal Paniello, ambos del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Washington University, ha logrado así despertar una teoría que había permanecido en el limbo durante más de 30 años.
El debate sobre cómo se formó la Luna se ha debilitado en los últimos años ante la aparición de nuevos focos de atención en el campo de la Astronomía. Pero en los años 70 una hipótesis llamada la Teoría del Impacto Gigante cobró una gran fuerza en la comunidad científica. El problema es que nunca se pudo demostrar. Ni siquiera tras analizar las muestras traídas a la Tierra por las misiones Apolo durante la época de la exploración lunar.
Miles de veces más grande que el que acabó con los dinosaurios
A modo de comparación, el asteroide que condujo a los dinosaurios a la extinción a finales del Cretácico (hace 65 millones de años) tenía el tamaño de la isla de Manhattan en Nueva York, mientras que Tea tendría las dimensiones del planeta Marte.Para demostrar la teoría era necesario encontrar en las rocas lunares una distribución isotópica concreta de algunos elementos en la que hubiera más presencia de las variantes más pesadas. Esto, llamado fraccionación, se debe a que tras una gran colisión que libera una enorme cantidad de energía los isótopos más ligeros se vaporizan dejando una distribución isotópica concreta.
Muchos equipos científicos han buscado pruebas de fraccionación en las rocas lunares, pero nunca se había logrado. Moynier y su equipo han sido los primeros en encontrarlo, lo que reabre el debate sobre el origen de la Luna.
Fuente:
El Mundo Ciencia