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24 de enero de 2019

Así lucía el rostro de la Reina de Huarmey tras impresión en 3D

Segunda gobernante del Perú precolombino, después de la Señora de Cao, cuyo rostro se reconstruye en 3D.


La arqueología ha vuelto a recurrir con éxito a la tecnología 3D para reconstruir el rostro de una gobernante del Perú precolombino. Esta vez se trata de la “Reina de Huarmey”, que vivió hace 1,200 años en la provincia ancashina de Huarmey y que constituye la segunda soberana cuya fisonomía se revela al mundo gracias a uno de los mayores aportes tecnológicos del siglo XXI.

Según un artículo publicado por Michael Greshko en National Geographic, los restos óseos de la Reina de Huarmey fueron descubiertos intactos en el año 2012, por los arqueólogos Milosz Giersz, de origen polaco, y el peruano Roberto Pimentel Nita. Ambos descubrieron la zona llamada El Castillo, un complejo monumental que perteneció a la cultura Wari.

Esta fue una civilización anterior a los incas que se desarrolló desde el siglo VII hasta el XIII d.C., llegando a expandirse hasta los actuales departamentos de Lambayeque por el norte, Moquegua por el sur y hasta la selva del Cusco por el este.

Los estudios hechos a las osamentas de la Reina de Huarmey dan cuenta de una mujer de aproximadamente 60 años de edad, quien estaba adornada con joyas de oro, un hacha ceremonial de cobre y un vaso ceremonial de plata, así como telares finamente tejidos, entre otros objetos que revelan su condición de nobleza en la sociedad wari.

Precisamente, los telares con los que fue envuelto su cuerpo exhiben un diseño y técnica de fina elaboración que caracteriza a los textiles preincaicos, en especial a los de la cultura Wari.

La Reina de Huarmey es la segunda soberana precolombina cuyo rostro es revelado gracias a la tecnología 3D, después de la Señora de Cao, representante de la nobleza Moche que gobernó el valle de Chicama hace 1,600 años. Sus rasgos faciales restituidos por la ciencia y la tecnología en tercera dimensión fueron presentados por el Ministerio de Cultura en julio del 2017.

Reconstrucción facial


La reconstrucción facial de la Reina de Huarmey estuvo a cargo del arqueólogo Oscar Nilsson, reconocido internacionalmente por sus reconstrucciones faciales. A diferencia de la metodología seguida en el caso de la “Señora de Cao” (a cargo de Faro Technologies, 3D Systems, Grupo Abstract y ARQ 3D), el arqueólogo Nilsson utilizó solo una impresión tridimensional del cráneo de la noble Wari. A continuación, se dedicó a reconstruir el rostro a mano con arcilla.

Este minucioso trabajo demandó a Oscar Nilsson un total de 220 horas (nueve días y 16 horas), para lo cual tuvo en cuenta los datos de los arqueólogos descubridores respecto al grosor de los músculos faciales y la dieta seguida por la población, en especial la nobleza, para determinar el nivel de grasa corporal y facial. Ayudó el haber encontrado parte del cabello bien preservado.

La exhibición del rostro de la Reina de Huarmey se tiene prevista para el 14 de diciembre de este año en el Museo Nacional Etnográfico de Varsovia, en Polonia.

Fuentes:

Correo

Correo
 

5 de mayo de 2016

El cerebro ve las caras diferentes según nuestros prejuicios

Este sesgo en el procesamiento visual se produce de forma inconsciente y afianza los prejuicios.





¿Está seguro de que sus amigos, o «menos amigos», son realmente como usted los ve? Si la pregunta le parece extraña, espere a leer lo que ha descubierto un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Nueva York: Los estereotipos que tenemos puede influir en el procesamiento visual del cerebro, que hace que veamos las caras de los demás de manera que se ajusten a nuestras ideas preconcebidas.

Si los expertos en comunicación nos habían advertido ya de que prestamos más atención a aquella información que está de acuerdo con nuestras creencias, ahora este nuevo estudio viene añadir una prueba más de que nuestra visión del mundo podría depender del "color del cristal con que miramos", o sea de los prejuicios e ideas preconcebidas que tenemos. Ya lo decían los clásicos: los sentidos nos engañan. Y de qué manera.

"Nuestros resultados proporcionan evidencia de que los estereotipos que tenemos pueden alterar sistemáticamente la representación visual de una cara en el cerebro, que distorsiona lo que vemos para estar más en consonancia con nuestras expectativas sesgadas", explica Jonathan Freeman, del Departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York y autor principal del artículo que aparece en la revista Nature Neuroscience.

Al parecer hay estereotipos ampliamente extendidos, como por ejemplo que los hombres son más agresivos mientras que las mujeres tienen una tendencia más apaciguadora. Y el estudio sugiere que este tipo de asociaciones estereotipadas pueden dirigir el procesamiento visual de otras personas, alterando la forma en que el cerebro ve el rostro de una persona.

Las personas extraemos una gran cantidad de información de la cara de los demás, incluyendo categorías sociales como el sexo, la raza, o la emoción que están sintiendo. Tradicionalmente se pensaba que cada una de esas dimensiones está representada de forma independiente. Sin embargo, investigaciones recientes lo han puesto en duda, argumentando que esas información que proporciona un rostro puede estar entrelaza.

Investigaciones previas han demostrado que los estereotipos filtran lo que pensamos de los demás y cómo interactuamos con ellos, moldeando muchos aspectos de nuestro comportamiento, a pesar de nuestras mejores intenciones. Pero el trabajo publicado en Nature muestra que los estereotipos van más allá aún y pueden tener un impacto más insidioso, llegando incluso a influir en nuestro proceso visual inicial de una persona, de una manera que se ajuste a nuestros prejuicios. Y a su vez, como han demostrado anteriores, la forma en que percibimos una cara puede influir en nuestro comportamiento.

El artículo completo en:

ABC



24 de marzo de 2014

La cara de terror y espanto puede ayudarnos a sobrevivir



Cara de miedo

La expresión de miedo agudiza la vista, dice un estudio.

Los ojos abiertos como platos cuando tenemos miedo, o la nariz fruncida y los ojos entrecerrados cuando algo produce repulsión, son mucho más que una forma de comunicar emociones.

Según un reciente estudio, las expresiones de miedo y asco tienen más que ver con la evolución de la especie humana y la adaptación para la supervivencia.
Investigadores de la Facultad de Ecología Humana de la Universidad Cornell, Estados Unidos, sugieren que estas dos expresiones faciales opuestas alteran la forma en que los ojos captan la luz y enfocan.

El trabajo, publicado en la revista Psychological Science, sostiene que estos cambios son fruto del desarrollo evolutivo y tenían la función de ayudar a los humanos a sobrevivir, o al menos a percibir mejor las diferentes amenazas.

Cara de asco

El asco genera una expresión que facilita la detección de una amenaza puntual.

Los ojos muy abiertos por el miedo estimulan la sensibilidad y expanden el campo de visión para localizar el peligro en el entorno, dicen los científicos.

Por el contrario, al sentir asco, los ojos se entrecierran, bloqueando la luz para enfocar mejor un punto específico y señalar la fuente de repulsión.

"Estas funciones opuestas del ojo abriéndose y estrechándose, que reflejan la dilatación y contracción de las pupilas, pueden ser los orígenes primitivos de la capacidad expresiva del rostro", dijo Adam Anderson, autor del estudio.

"Y estas acciones probablemente no estén restringidas al miedo y el asco, ya que sabemos que estos movimientos juegan un rol importante en cómo quizás se diferencian todas las expresiones, incluyendo sorpresa, enojo e incluso felicidad".

Beneficio evolutivo

Para su trabajo, los científicos pidieron a una veintena de participantes que imitaran expresiones de miedo y repulsión, y los examinaron con equipos oftalmológicos estándar.

Así pudieron comprobar que cuando los sujetos abrían más los ojos, sus córneas admitían más luz y ampliaban su campo de visión.

Cuando fruncían la nariz de asco, sus ojos se entrecerraban y aunque esto bloqueaba la luz, facilitaba el foco en un punto específico, según escribieron los investigadores.

"Abrir los ojos puede mejorar la detección y localización de una potencial amenaza que requiere vigilancia reforzada, algo que coincide con la hipotética función del miedo", escribió Anderson.

Expresiones de miedo y asco

Los científicos analizaron los ojos de los participantes del estudio.

"En cambio, entrecerrar los ojos puede mejorar la discriminación perceptiva para discernir diferentes tipos de peligros, como portadores de enfermedades y alimentos contaminados; la función hipotética del asco es evitarlos".

En lugar de comunicar información a otros, tal como algunos científicos han propuesto, las expresiones de miedo y repulsión parecen tener funciones visuales diferentes.

"La razón de eso es permitir al ojo emplear las propiedades de la luz que son más útiles en estas situaciones", explicó Anderson.

"Tendemos a pensar en la percepción como algo que sucede después de que una imagen es recibida por el cerebro, pero de hecho las emociones tienen influencia en la visión en los primeros momentos de codificación visual", precisó el científico.

Estos hallazgos coinciden con las ideas del naturalista británico Charles Darwin, quien propuso que el origen de las expresiones no necesariamente tiene que ver con la comunicación y que no son arbitrarias.

En uno de sus trabajos menos conocidos, Las expresiones de las emociones en hombres y animales, de 1872, Darwin advirtió que las expresiones faciales eran a veces muy similares en diferentes culturas e incluso en el reino animal.

Por eso, sugirió el famoso investigador británico, deben tener un beneficio evolutivo en común.

Fuente:

BBC Ciencia

18 de noviembre de 2013

¿Te duele la cara la cara de "ser tan guapo"? No te rías, es una enfermedad real

Mujer con dolor en la cara

Que te extraigan un diente es una cosa. Que lo hagan debido a un error en el diagnóstico, es otra completamente distinta.

Esto fue lo que le pasó a Ann Eastman, quien sufre una enfermedad rara que causa un dolor insoportable -y que con frecuencia se confunde con el dolor de muelas- producido por un daño en los nervios de la cara.
En su peor momento, la neuralgia del trigémino -en su caso desde la sien hasta la mandíbula del lado derecho de la cara- afectó seriamente su vida.

"Sencillamente gritaba y gritaba, el dolor era increíble. Mi esposo me decía '¡baja la voz!, los vecinos van a llamar a la policía'".

Ahora, mirando atrás, Ann se ríe, pero cuando experimentó esa abrumadora primera experiencia, quedó petrificada.

A la profesora Joanna Zakrzewska, conocida por sus pacientes como profesora Zak, esta historia no le resulta extraña: son muchos los pacientes aterrados, con frecuencia víctimas de errores de diagnóstico, que han acudido a ella en un terrible e incesante dolor.

En su clínica en el hospital dental Eastman de Londres no sólo atiende a los desesperados pacientes, sino que lleva una pequeña investigación sobre esta enfermedad tan poco conocida.

El artículo completo en:

BBC Ciencia

11 de noviembre de 2013

Ver y no reconocer: Las personas con ceguera de cara

Imagen conceptual de prosopagnosia

Las personas con prosopagnosia no tienen la capacidad de reconocer los rostros.

Imagine que de la noche a la mañana no pueda reconocer a su madre, a su pareja, a su hijo. Que los vea pero que no sepa quiénes son, ni si ríen, o llevan el ceño fruncido. Eso es lo que le pasó a David Bromley. Tras sufrir una lesión en el cerebro quedó ciego de cara.

Bromley, un inglés de 67 años, sufre de prosopagnosia desde hace 11 años. Las personas con este trastorno pueden ver los ojos, la nariz, la boca... el contexto. Pero no pueden ver o comprender el rostro de la persona. No reconocen los gestos o las emociones.

"Puedo reconocer a mi esposa si entro a la casa y sé que está allí. Pero si en la calle pasa a mi lado y no sé que va a estar ahí, no la reconocería", le cuenta a BBC Mundo.
Quizás lo más complicado de esta enfermedad sea que las personas no se dan cuenta de inmediato que la tienen.

"Descubrí que tenía el problema cuando asistí a un reencuentro con unos amigos que no veía desde hace 30 años. Dos de ellos habían sido muy buenos amigos, fuimos juntos a todos los festivales de música, viajamos juntos a España para trabajar en verano. Éramos muy unidos, pero por cuestiones de la vida los dejé de ver".

Hacía meses que Bromley se había recuperado de la lesión y hasta ese momento pensaba que la única secuela que le había quedado era la pérdida parcial de la visión, lo que le imposibilitaba conducir. Es por ello que su cuñado lo acompañó a la reunión. La conversación que tuvo después con él fue lo que hizo activar las alarmas.

"Mientras conducía a la vuelta recuerdo que le comenté: 'Frank y Miky no han cambiado nada, se ven exactamente igual'. Luego me quedé pensando y le pregunté 'espera, ¿ellos llevaban puestas unas teentop?' (un suéter que estuvo de moda en los setenta)".

Lo que David estaba viendo era el recuerdo de sus amigos de esa época. "Mi cerebro me estaba diciendo que allí estaban Frank y Miky y que así era como lucían, pero esa no era la realidad". Fue entonces cuando descubrió que era ciego de cara.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

7 de julio de 2013

¿Realmente tomar 8 vasos de agua al día es bueno para la piel?


Si usted anhela tener una piel suave que irradia juventud, es muy probable que en algún momento le hayan exhortado a tomar mucha agua, para lavar las toxinas y mantener su cutis sano. 

La cantidad exacta que la gente sugiere varía. En Estados Unidos tienden a recomendar ocho vasos de agua al día, mientras que en lugares de clima caliente se aconseja tomar más para compensar el sudor.

Pero independientemente del volumen exacto que se sugiera, el principio que apoya el consejo es el mismo: tomar más agua mantiene la piel hidratada. En otras palabras, el agua actúa como un humectante, pero de adentro hacia afuera.

Es una idea tan común que quizás le sorprenda la falta de evidencia para respaldarla.

Inconcluso 

Mujer en examen de la piel

Hay muy pocos estudios científicos investigando el efecto del agua en la piel.

Uno esperaría que existieran innumerables estudios en los que grupos de personas hubieran sido separadas en dos grupos, uno con la tarea de tomar agua todo el día y el otro sólo la cantidad normal. Un mes más tarde, se habría evaluado la suavidad de la piel para establecer si el grupo que tomó más agua tenía el cutis más terso.

Sin embargo esos estudios son raros, en parte porque no se puede patentar el agua, así que es difícil encontrar a alguien interesado en financiar tal investigación, pues el resultado no será un nuevo medicamento o cosmético que se pueda vender.

El dermatólogo Ronni Wolf, del Centro Médico Kaplan de Israel, encontró sólo un estudio. Pero los resultados fueron contradictorios.

Tras cuatro semanas, el grupo que tomó más agua mineral mostraba una reducción en la densidad de la piel, lo que algunos creen que indica que el cutis está reteniendo más humedad, mientras que la densidad de la piel de los que tomaron agua de la llave era mayor.

No obstante, sin importar qué tipo de agua tomaron, no se encontró ninguna diferencia en sus arrugas o en la suavidad de su piel.

Eso no quiere decir que la deshidratación no tiene efecto en la piel.

Se puede medir el efecto al examinar turgencia cutánea, que mide cuánto tiempo le toma a la piel volver a su estado normal al pellizcarla y levantarla.

Si la piel está deshidratada, toma más tiempo retornar a su estado original.

Pero si tomar muy poca agua es malo para la piel no es necesarimanete bueno tomar más del promedio. Sería lo mismo que decir que como la falta de comida produce malnutrición, comer en exceso es bueno.

Consejo misterioso

Otra creencia común es que si uno toma más agua de lo normal, el cuerpo de alguna manera la almacena. Eso depende de cuán rápido se tome: si uno se toma varios vasos de agua en 15 minutos, lo único que ocurrirá es que orinará más. Si uno se toma esa misma cantidad a sorbos durante dos horas, se retiene más líquido.

Cigarrillo, agua y café

La apariencia de la piel tiene que ver con la genética y el estilo de vida.

Hay un estudio (Efecto de la hidratación oral sobre microcirculación de la piel en los adultos jóvenes y de mediana edad y mayores sanos, de DD Wipke-Tevis y DA Williams DA, de la Universidad de Missouri-Columbia, EE.UU.) que indica que tomar 500 mililitros de agua incrementa el flujo de sangre en los capilares de la piel. Pero la piel sólo fue evaluada 30 minutos después de tomar el agua, así que no sabemos si eso significa que el tono del cutis se mejora.

Un contraargumento es que la piel contiene hasta 30% de agua y eso ayuda a que se vea mullida. Quizás sea cierto, pero la apariencia de la piel depende más de factores como la genética, la exposición al sol y los daños causados por el humo del cigarrillo.

Así que el misterio es de dónde salió esa recomendación de los ocho vasos de agua al día.

Ni siquiera hay muchas directrices oficiales que se refieran a la piel. El agua es indudablemente el nutriente más importante para el cuerpo. Sin ella moriríamos en cuestión de días, y ciertamente hay otros beneficios que se derivan de mantenerse hidratado.

Un estudio hecho en 2010 -"Agua, hidratación y salud", de BM Popkin, KE D'Anci y IH Rosemberg, de la Universidad de Carolina del Norte- encontró buena evidencia de que reduce la incidencia de cálculos renales en quienes ya los han tenido, pero la evidencia sobre otros beneficios es menos sólida.

¿Cuántos vasos entonces?

Mujer tomando agua

¿8 vasos al día? No se sabe, pero hay algo que puede guiarnos para saber cuánto es lo indicado.

A falta de estudios, lo que sí hay son argumentos sobre la regla de los ocho vasos de agua, con disputas sobre cuánto es necesario para limpiar al riñón de toxinas y si es cierto o no que el agua ayuda a reprimir el apetito.

También es un mito que otros líquidos no cuentan. No tiene que ser agua. Los alimentos sólidos contienen más líquido de lo que uno espera: una pizza tiene de 40 a 49% de agua, por ejemplo.

El porcentaje de agua que se deriva de la comida que se consume depende del lugar en el que uno vive: en EE.UU. es 22%, en Grecia, donde la gente come más frutas y vegetales, es mucho más alto.

Así que el problema es la falta de evidencia que pruebe que tomar más agua hace alguna diferencia en la piel.

No se puede decir que tomar ocho vasos de agua al día definitivamente no funciona, pero no hay evidencia de que sí.

De manera que nos quedamos con la pregunta de cuánta agua debe uno tomar.

Como lo que sí es cierto es que depende del clima y de lo que usted esté haciendo, entonces hay una directriz interna muy buena que está al alcance de todos: la sed.

Fuente:

BBC Ciencia

4 de julio de 2013

Cómo sería el rostro de los seres humanos en 100 mil años

El boceto computarizado refleja los cambios morfológicos que experimentaría la raza humana a través de los años, en función de su nuevo entorno.

Investigadores de la Universidad de Washington, Estados Unidos, elaboraron un modelo computarizado sobre cómo la raza humana evolucionará en cien mil años.


El estudio, liderado por Alan Kwan, diseñador y doctor en Genómica Computacional, dio detalles sobre la fisonomía humana ilustrados en avatares que denotan una mutación vinculada a los cambios en el ambiente y a nuevas necesidades.

“Con un futuro que aún nos es desconocido, el estudio reproduce una serie de posibles cambios en el rostro humano gracias a la tecnología en ingeniería del genoma”, señala Alan Kwan.

“En este escenario, la humanidad no será capaz de controlar el proceso natural de evolución y abrazará los cambios biológicos que en ella ocurran”, culmina.

Según el estudio, en 40.000 años se comenzarán a desarrollar variaciones en la morfología humana, en su forma más sutil. Es en este periodo donde, si bien la ciencia no ha alcanzado descifrar los innumerables misterios del universo, el uso tecnológico y una nueva variación en el clima van delimitando la nueva morfología del humano.

Con 60.000 años transcurridos desde este punto, el entorno cambia y resuelve lo que hasta entonces consideraba un enigma. Así, el cráneo se alargará para albergar un cerebro más grande, rasgos que además denotarán una frente más amplia.

Con los progresos en materia espacial, la raza humana será ávida colonizadora de nuevos horizontes en el cosmos.

Como consecuencia, el humano experimenta una nueva característica: aumento del tamaño ocular. Para Kwan y su equipo de investigación los ojos más grandes parten de una relación causa-efecto con la exploración de planetas oscuros más distantes del Sol. Asimismo, producto del fuerte impacto de la radiación ultravioleta fuera de la Tierra, desarrollaremos una piel más pigmentada.

EXPLICACIÓN EVOLUTIVA
 

“A medida que el hombre va adquiriendo un mayor control sobre la genética y las diferentes tecnologías, los vestigios del hombre de hoy se sumarán a las piezas arqueológicas de una generación que alguna vez comenzó con el Homo Sapiens más primitivo”, afirma Alan Kwan.

Según el especialista, todo lo relacionado con la fisiología facial humana está influenciada directamente por los genes. Sobre esta base, la morfología de la cabeza y el rostro se rige por la forma del cráneo, el cual funciona como coraza protectora del cerebro.

Tomando en consideración que no existe célula humana que cambie de forma independiente, el resto de órganos, tejidos y huesos deben, por ende, seguir el ritmo evolutivo de forma conjunta.

Ejemplo de ello lo conforman restos fósiles de 200.000 mil años con estructuras craneanas que debieron crecer a través del tiempo como respuesta a una triplicación del tamaño del cerebro.

Ante un clima terrestre inestable, que representó un reto para todas las especies que poblaban el planeta, la especie humana tuvo que luchar por su supervivencia y enfrentar las condiciones adversas.

Como consecuencia, la cavidad craneana tomó una forma globular que modificó en efecto cadena la estructura facial que alguna vez era tan similar a la de sus parientes primates.

Fuentes:

El Comercio

La República

12 de junio de 2013

¿Por qué las mujeres se acuerdan mejor de las caras?


El estudio sugiere que la memoria de las mujeres para reconocer las caras es "superior" a la de los hombres.

¿De qué me suena esa cara? Todos nos hemos despistado alguna vez y nos lo hemos preguntado.

Ahora, un estudio sugiere que a los hombres les pasa con más frecuencia que a las mujeres.
El motivo, según los investigadores, es que las mujeres invierten más tiempo estudiando las facciones de las personas con las que hablan.

"La manera en que dirigimos nuestra mirada por el rostro de una cara nueva afecta a nuestra capacidad para reconocer a ese individuo después", explica la investigadora Jennifer Heisz, de la universidad canadiense de McMaster, coautora del estudio junto a los académicos de psicología David Shore y Molly Pottruff.

"Tanto los hombres como las mujeres nos fijamos en los ojos, la nariz y la boca. La diferencia está en el número de veces que nos fijamos en cada uno de esos rasgos: dentro de un límite de tiempo concreto, de cinco segundos, las mujeres hicieron más movimientos con los ojos hacia la cara nueva que los hombres", le dijo Heisz a BBC Mundo.

Esa diferencia en el recorrido de la mirada generó después "una memoria superior" entre las mujeres, que quedó patente, según los investigadores, cuando los participantes del experimento volvieron a encontrarse con las caras.

"Nuestro descubrimiento aporta nuevos conocimientos sobre los mecanismos potenciales de la memoria episódica y sobre las diferencias entre los sexos", dijo Heisz.

La memoria episódica está relacionada con sucesos autobiográficos, que pueden ser evocados, y es distinta de otros tipos de memoria humana, como la semántica o la procedimental o empírica.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

El rostro de las mujeres se calienta conversando con el sexo opuesto

Investigadores de la Universidad St Andrews (Reino Unido) han demostrado que las interacciones sociales no sexuales entre hombres y mujeres hacen que la temperatura de la cara de las mujeres aumente considerablemente. Para llegar a esta conclusión, los científicos emplearon imágenes térmicas para registrar la temperatura de la piel en los brazos, las palmas de la mano, la cara y el pecho de los interlocutores. Y detectaron que en las interacciones entre ambos sexos había una respuesta fisiológica al contacto social mucho más intensa de lo que imaginaban, ya que la temperatura facial en las mujeres aumentaba un grado centígrado, a pesar de que no existía sensación de rubor por parte de los participantes. Sin embargo, en interacciones similares entre dos mujeres no se producía ningún cambio de temperatura, según desvelan los autores en el último número de la revista Biology Letters.

Los investigadores tratarán ahora de determinar si esta respuesta fisiológica es detectada por los demás y si afecta de algún modo a las interacciones sociales. "Estamos explorando la relación entre variaciones en la temperatura de la piel y el color de la piel, que debería ser ligeramente más roja al aumentar el flujo de sangre", explica Carmen Lefevre, coautora del estudio, que sospecha que esos cambios podrían ser detectados inconscientemente en la conversación y afectar a la percepción del atractivo físico, cumpliendo así una función biológica. 


Fuente:

Muy Interesante

28 de enero de 2013

El retrato má antiguo del mundo: El rostro de una mujer tallado en un colmillo de mamut

Hace veintiséis mil años en la República Checa, uno de nuestros antepasados de la era glacial seleccionó un trozo de marfil de mamut y talló este enigmático retrato de una mujer, el más antiguo jamás encontrado
Al exhibir objetos que son obras de arte en lugar de hallazgos arqueológicos, una nueva exposición en el Museo Británico de Londres espera que nos ayude a ver a éstos y a sus creadores con nuevos ojos.


Los ancestros humanos datan de millones de años, pero la evidencia más temprana de la mente humana produciendo imágenes simbólicas como forma de expresión creativa no va más allá de los 100.000 años. 

Esta evidencia proviene de África: la exposición explora el amanecer del arte representativo en Europa y demuestra que, incluso antes de las notables pinturas de la cueva de Lascaux, en Francia , los seres humanos fueron capaces de hacer un trabajo tan sutil como el expresivo rostro de arriba.

“Al observar las más antiguas esculturas y dibujos europeos estamos viendo la profunda historia de cómo nuestro cerebro comenzó a almacenar, transformar y comunicar ideas como imágenes visuales”, dice Jill Cook, curador de la muestra. “La exposición mostrará que podemos reconocer y apreciar estas imágenes. Incluso si sus mensajes e intenciones se pierden para nosotros, la habilidad y el arte todavía sorprenderán al espectador.”

Cocine apunta a una escultura figurativa de marfil de mamut de 23.000 años de edad, de Lespugue, Francia, que está también en la exposición. Pablo Picasso estaba tan fascinado con sus cualidades cubistas que guardaba dos copias de la misma. “Esta figura demuestra un cerebro visual capaz de abstracción, la cualidad esencial necesaria para adquirir y manipular el conocimiento que sustenta nuestra capacidad de analizar lo que vemos”, dice Cook.

La muestra Arte de la Edad de Hielo: Llegada de la mente moderna, se llevará a cabo en el Museo Británico, Londres, del 7 febrero al 26 mayo.

Fuente:

Axxon

22 de enero de 2013

Distinguimos las emociones por la expresión del cuerpo, no por la de la cara

risa-salud¿Es más fácil adivinar el estado de ánimo de una persona mirando la expresión de su rostro o la de su cuerpo? Aunque parezca que las caras transmiten mejor las emociones, lo cierto es que el cuerpo se expresa con mucha más fiabilidad, según revela un estudio publicado en la revista Science.

Los autores, de la Universidad de Princeton, mostraron a un grupo de voluntarios una serie de fotografías en las que debían evaluar la intensidad de las emociones de tenistas profesionales al ganar o perder puntos en un partido. En primer lugar se les mostraba la cara, después el cuerpo, y por último la imagen completa del deportista. "Para nuestra sorpresa", explican los autores, "cuando los voluntarios vieron únicamente las caras de los jugadores no pudieron distinguir la expresión de los ganadores frente a la de los perdedores". Sin embargo, si que pudieron hacerlo al ver el cuerpo o la fotografía completa de cuerpo y cara.

En un segundo experimento, los científicos usaron el retoque fotográfico para combinar los rostros de perdedores con el cuerpo de ganadores, y viceversa. En este caso, los participantes identificaban la expresión positiva o negativa en función del cuerpo, y no de la cara. Para explicar estos resultados tan sorprendentes, los investigadores argumentan que "es posible que los músculos faciales no sean los más adecuados para mostrar una expresión intensa". Además, creen que cuando las emociones son muy fuertes se puede producir una distorsión similar a la que se da cuando un altavoz está a todo volumen: "la calidad de la señal se degrada y se vuelve ruidosa", explican.


Fuente:

Muy Interesante

21 de enero de 2013

Lo que dice nuestro rostro sobre nosotros

Medición de caras

Varios estudios afirmaban que los hombres con caras más anchas son más agresivos.

En los últimos años se han publicado diversos estudios que sugieren una relación entre la forma de la cara y la personalidad. En particular, varias universidades estadounidenses realizaron investigaciones que muestran que los hombres con caras más anchas tienden a ser más agresivos.

Estos estudios también sostienen que la mayoría de mujeres prefiere a hombres con estos rasgos, ya que la agresividad se asocia con una mayor capacidad reproductiva.
Un grupo de biólogos de cuatro países, liderados por un argentino, se propuso realizar un examen exhaustivo para ver si estas conclusiones tienen fundamento antropológico.

Los expertos analizaron los restos óseos de unas 5.000 personas que habitaron en diversas partes del planeta en los últimos seis siglos. Estudiaron la fisionomía de 94 sociedades humanas que vivieron en épocas, lugares y situaciones muy diferentes.

El coordinador del proyecto, Rolando González-José, dijo a BBC Mundo que los resultados fueron concluyentes: "No existe relación alguna entre la forma de la cara y el comportamiento".

El trabajo de González-José y de sus colegas de Brasil, España y México fue publicado en la revista científica PLoS ONE.

Imprecisiones

Rolando González-José

Los investigadores midieron unos 5.000 cráneos.

González-José explicó que los estudios que buscan relacionar la apariencia física y el carácter tienden a contener varios errores de procedimiento.

Uno de ellos es cómo se hacen las mediciones. Muchas de las investigaciones modernas utilizan fotografías para realizar sus estudios. Así, miden los rasgos de las imágenes y no de personas de carne y hueso.
Para González-José se trata de un método impreciso por un fenómeno que él llama "cabeceo".

"En una foto es difícil que el sujeto tenga su cabeza perfectamente derecha. Si está levemente inclinada hacia arriba o hacia abajo será imperceptible a la vista, pero sí afectará las mediciones", sostuvo.

Para evitar este problema su equipo midió directamente los cráneos de las personas, un sistema más riguroso.

Otro problema que identificó el científico es el tamaño de la muestra estudiada.
"Lo que demuestra nuestro estudio es que el contexto social y cultural es mucho más determinante para explicar un comportamiento que lo genético"
Rolando González-José

"Muchas investigaciones universitarias se basan en estudios pequeños que no alcanzan a ser representativos de la sociedad", criticó.

De ahí que el trabajo publicado por este bioantropólogo del Centro Nacional Patagónico (Cenpat) y sus colegas buscó ser lo más amplio posible, e incluyó todo tipo de sociedades, desde tribus pre-colombinas hasta poblaciones urbanas europeas del siglo XX.

El riesgo de estigmatizar

Los expertos no encontraron evidencia de que los hombres con caras más anchas tuvieran más hijos, ni tampoco que fueran favorecidos por las mujeres a la hora de encontrar marido.

También descartaron la teoría de que los hombres con caras más anchas suelen ser más agresivos. Para demostrarlo, recurrieron a un método original: compararon a todos los hombres estudiados con un grupo de 190 presidiarios mexicanos que fueron condenados por homicidio o robo en el siglo pasado.

Foto de preso

Los investigadores estudiaron los cráneos de ex prisioneros mexicanos, entre otros.

Claiton Bau, del departamento de genética de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, en Brasil, otro de los autores del estudio, advirtió que asumir que la personalidad de un individuo está determinada genéticamente y que esos caracteres se reflejan en la forma del rostro puede acarrear varios peligros.

"Aplicar esos falsos 'indicadores faciales' podría llevar a una suerte de estigma negativo en cuestiones que van desde una entrevista laboral o el ingreso a la universidad hasta un juicio por tribunal", planteó.

También advirtió sobre los riesgos de creer que se puede predecir el comportamiento humano a través de la anatomía facial.

"Lo que demuestra nuestro estudio es que el contexto social y cultural es mucho más determinante para explicar un comportamiento que lo genético", concluyó González-José.

Fuente:

BBC Ciencia

13 de diciembre de 2012

La ilusión de las caras grotescas

Antes de explicar de qué estamos hablando, hagamos una prueba. Coloca tu mirada en el puntero central y observa qué ocurre:



Como habrás comprobado, las caras de los personajes famosos que ves en cada fotograma parecen distorsionarse hasta convertirse en caricaturas, pero ninguna de las fotos ha sido manipulada. Este efecto visual, bautizado como "ilusión de las caras grotescas" fue descrito en 2011 en la revista Perception. El grado de distorsión, aseguran los investigadores, es mayor para aquellas caras que tienen un rasgo muy marcado, como una frente o una nariz más grandes que la media.Vía: @RichardWiseman

* Actualización y explicación: Por fin he tenido acceso al estudio y, con la ayuda de mi buen amigo el neurocientífico Luis Martínez Otero, trato de resumiros cómo se produce el efecto. Hay dos factores importantes para que se produzca: que las caras pasen a un ritmo rápido y que las veamos por visión periférica. De hecho, si se reproduce la secuencia a un ritmo más lento el efecto se suaviza, y si se introduce un fotograma negro entre parejas de caras, el efecto desaparece.

Pero vamos al grano: ¿por qué sucede esto? Por la forma que tiene nuestro cerebro de interpretar la realidad haciendo comparaciones. En otras ilusiones visuales hemos visto que un tono de azul puede parecer verde si se coloca en determinado contexto lumínico o visual. De la misma forma, al ver pasar cada pareja, nuestro cerebro lo compara inmediatamente con el rostro que acaba de pasar, y los rasgos más diferenciados se potencian. "Así, si acabamos de ver una cara con ojos pequeños y la siguiente los tiene grandes, estos parecerán inmediatamente saltones", me explica Martínez Otero. El hecho de verlo por el "rabillo del ojo" magnifica el efecto y da como resultado esa sensación de estar viendo caricaturas. Una vez más, comprobamos que la percepción es un juego de espejos en el que el cerebro reconstruye la realidad usando los atajos que suelen funcionarle. Y estos pequeños efectos nos permiten atisbar el mecanismo.

Si os quedáis con ganas de más, os recomiendo echar un ojo al vídeo que hicimos con la ayuda de Luis hace un tiempo: Diez ilusiones visuales explicadas y una sin explicación.
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Fogonazos

10 de septiembre de 2012

FBI lanza proyecto para vigilar y reconocer gente en las calles

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El FBI de Estados Unidos acaba de lanzar un programa de gobierno llamado Next Generation Identification (NGI), lo que en español se traduce como identificación de próxima generación, proyecto que creará una base de datos con información biométrica (escaneo de iris) y de reconocimiento facial, para sumar a la ya existente base de datos de huellas dactilares, con la finalidad de reconocer criminales prófugos.

Esto se llevará a cabo mediante vigilancia a través de cámaras de seguridad en las calles, y de hecho, ya hay un “plan piloto” que se echó a andar en febrero de este año con varios estados aportando con imágenes de sus habitantes para darle el primer empujón a la base de datos. Lo importante de esta tecnología es el algoritmo que se ha creado para asegurar una detección precisa del rostro, sobre el cual no se han dado detalles y sería guardado con recelo por el FBI.

Tal como en las películas, esto permitirá reconocer a alguien entre una multitud en un espacio público, a través de vigilancia mediante cámaras de seguridad que harán coincidir lo recibido con la información almacenada por el FBI. En total, se prevé que el proyecto signifique una inversión de USD$1.000 millones, estando totalmente operativo a nivel nacional tan pronto como durante el año 2014.

Fuente:

29 de febrero de 2012

La cara, espejo del alma


A pesar de los tópicos e hipocresías, todos nosotros nos dejamos llevar por prejuicios y estereotipos (eso no es necesariamente malo, son solo atajos cognitivos, cuyos abusos, en efecto, producen generalizaciones inexactas). También todos nosotros nos fijamos en el aspecto de los demás para formarnos una opinión de ellos.

Como os expliqué hace algún tiempo, esa tendencia es tan poderosa que incluso la belleza de alguien puede usarse como buen predictor de su éxito social: El efecto Proteo: la belleza determina la seguridad en uno mismo… incluso en un mundo virtual.

Las cárceles de todo el mundo tienen un porcentaje más elevado de feos que de bellos. Las personas solemos acusar con mayor severidad al feo, y justificamos normalmente al bello. Algunos expertos en jurisprudencia están tan convencidos de que la belleza física es un condicionamiento en las salas de justicia que propugnan que los acusados de cualquier delito no aparezcan personalmente en el juicio o, al menos, que tengan derecho a que otra persona de belleza normal les represente; una persona contratada en una suerte de agencia de modelos que obre como doble del encausado.

Las caras de la gente, lo queramos o no, nos producen sensaciones, pálpitos, sospechas. Algo que han demostrado, por ejemplo, los experimentos de los psicólogos Anthony Little, de la Universidad de Stirling, y David Perrett, de la Universidad de St Andrews, publicados en British Journal of Psychology bajo el título “Using composite face images to assess accuracy in personality attribution”.

En ellos, los investigadores solicitaron a casi 200 personas que rellenaran un cuestionario que medía las cinco dimensiones de personalidad: apertura a la experiencia, responsabilidad, extraversión, amabilidad y neuroticismo. A continuación, fotografiaron a los sujetos que habían obtenido las puntuaciones más altas y más bajas en cada una de las dimensiones.

Empleando un programa informático, los investigadores combinaron cada grupo de rostros en un único rostro compuesto, una suma de todos los rasgos. Así obtuvieron cuatro retratos compuestos: uno que representaba las puntuaciones más bajas obtenidas por las mujeres, junto con los respectivos retratos compuestos para los hombres, tal y como explica Richard Wiseman en su libro ¿Esto es paranormal?:

El principio que subyace a esta técnica es muy simple. Suponga que dispone de dos retratos fotográficos procedentes de dos personas. Ambas tienen las cejas pobladas y los ojos hundidos, pero una tiene la nariz pequeña mientras que la otra la tiene mucho más grande. Para crear un retrato compuesto de ambas caras, los investigadores primero escanean las fotografías y las introducen en el ordenador, controlan cualquier diferencia de iluminación y luego manipulan las imágenes para asegurarse de que los principales componentes de la cara (como las comisuras de la boca y de los ojos) están aproximadamente en la misma posición. A continuación, se coloca una imagen sobre la otra y se genera una imagen promedio de ambas caras. Si ambas caras tienen las cejas pobladas y los ojos hundidos, el retrato compuesto resultante también presentará estos rasgos. Si una cara tiene la nariz pequeña y la otra la tiene grande, la imagen promedio definitiva (es decir, el retrato compuesto) presentará una nariz de tamaño medio.

Los resultados de estas fotografías artificiales se expusieron frente a un grupo de 40 personas, que debía puntuar cada cara en las distintas dimensiones de personalidad. Las puntuaciones fueron sumamente acertadas. Es decir, que hay una serie de rasgos que la mayoría de nosotros asociamos a determinados patrones de personalidad (sean o no certeros, aunque quizá eso tiene menos importancia de lo que parece: si alguien que nos parece a priori antipático lo tratamos como tal, ese individuo quizá acaba siendo antipático porque la gente lo trata como tal).

Las imágenes resultantes las podéis ver a continuación:




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Xakata Ciencia

20 de agosto de 2011

¿Quieres saber si eres atractivo? ¿Y simpático? Un software podría permitírtelo

En primer lugar ¿por qué se gastan tantos miles de dólares y horas/hombres para desarrollar estos softwares? ¿Cuál es la finalidad de estos programas? Aparentemente no tienen un uso práctico o comercial, salvo que sirva para reclutadores de recursos humanos, pero... si voy en busca de trabajo y mi mandibula le dice al jefe de personal que soy agresivo, ¿qué pasará? ¡Pues no me va a contratar... ¡Quizá nadie me contratará, seré un eterno desempleado, por tener los genes de mi abuelo...
Por otro lado, ¿quién impone los canones de belleza? ¿quién nos puede decir qué es bello y qué no lo es?


Si bien es cierto que la belleza está en los ojos que mira,
hay determinados rasgos universalmente bellos. Rasgos que generalmente son síntoma de buena salud, por ejemplo, o una gran fertilidad. En una mujer, por ejemplo, los rasgos que se consideran más atractivos son los pómulos relativamente altos, la mandíbula delgada y los ojos grandes en relación al tamaño de la cara. Luego hay otra proporción áurea proporcionada por Pamela Pallett, de la Universidad de San Diego, y Kang Lee, de la Universidad de Toronto: la distancia vertical entre los ojos y la boca debe ser del 36 % de la longitud de la cara; y la distancia horizontal entre sus ojos debe ser del 46 % de la anchura del rostro.

Pero ¿cómo saber con seguridad que uno es atractivo o no lo es? Preguntar a la abuela no es muy fiable, aunque sin duda pueda subir la autoestima.

Quizá sería útil preguntar al programa que han desarrollado investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en colaboración con investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad de Princenton (EE UU), que, entre otras cosas, ayuda a los ordenadores a determinar si una cara entra dentro de la categoría de rostro atractivo, según se recoge en un estudio publicado en la revista PLoS ONE.

El software, concretamente, es capaz de predecir 9 juicios basados en rasgos faciales: atractivo, competente, fiable, dominante, tacaño, miedoso, extrovertido, amenazador y simpático.

Los investigadores entrenaron y probaron sus algoritmos en un grupo de imágenes faciales sintéticas, generadas en anteriores estudios. En ese trabajo, se les pidió a un grupo de personas describir y valorar un conjunto de imágenes faciales y estos resultados fueron utilizados para generar imágenes faciales sintéticas, cada una de ellas asociada con rasgos específicos. Tres rasgos (dominante, amenazador y tacaño) resultaron ser predecibles con una efectividad situada entre el 91 y el 96 por ciento.

Además, el estudio tenía como objetivo descubrir qué tipo de información es, a nivel informático, útil para la tarea de predicción. Por ejemplo, descubrieron que el área que rodea los ojos contiene más información sobre el atractivo, mientras que la zona que rodea la boca presenta más información sobre la extroversión.

Si la información en la que se basa la evaluación de las caras se pudiera aprender de forma automática, podría ser utilizada como una herramienta para diseñar mejores sistemas interactivos.

Podéis leer un poco más sobre los rasgos universales asociados a la belleza en el artículo doble ¿Por qué nos gustan las Superbellezas? (I) y (y II).

Vía | EuropaPress

Fuente:

Xakata Ciencia

27 de abril de 2011

La evolución del cuerpo femenino: El rostro

  • ¿Qué es lo que hace guapa a una mujer guapa?, aunque las modas de cada época y lugar influyen en la percepción de la belleza, hay algunos rasgos que siempre son considerados atractivos. Veamos por qué.

Kaya Scodelario

¿Por qué esta chica es tan rematadamente guapa?

Al igual que ocurre con otras muchas especies, la evolución no ha provisto de rasgos idénticos a hombres y mujeres, lo que se conoce como dimorfismo sexual. La selección natural favoreció inicialmente ciertos rasgos en cada sexo que facilitaron su supervivencia y reproducción. Esos rasgos pasaron a considerarse típicamente masculinos o femeninos -por lo tanto atractivos para el sexo opuesto- y se generalizaron aún más. Es decir, a la selección natural se le añadió la selección sexual. Por si fuera poco a lo largo de la historia las modas a menudo han reforzado esos rasgos distintivos masculinos y femeninos con adornos, peinados y maquillaje para resaltar el atractivo de hombres y mujeres.

Los ojos

Empecemos por las cejas. Inicialmente algunos biólogos creyeron que al igual que las pestañas su función era proteger al ojo, en su caso canalizando el sudor de la frente. Pero cualquiera que haga algo de deporte sabe que no son muy eficaces en ese aspecto.

Vampira

Así que una explicación más aceptada actualmente, al menos por el zoólogo Desmond Morris, es que ayudan a la comunicación con sus diferentes movimientos. Como el relampagueo de cejas de la chica de arriba, una forma de saludo al parecer universal o por lo menos muy extendida, ya que ha sido documentada también en tribus remotas de Nueva Guinea y el Amazonas. En el caso de las mujeres, las cejas tienden a ser más finas, arqueadas y separadas de los ojos que las de los hombres. El maquillaje generalmente busca enfatizar esta diferencia.

Respecto a los ojos, una característica humana no compartida con otras especies es la esclerótica, es decir, el blanco del ojo. Permite mostrar la dirección en la que se mira, por lo que habría sido favorecida por la evolución para facilitar la comunicación, al igual que las cejas. En las mujeres es algo mayor, quizá porque son más comunicativas.

En relación a la dirección en la que se mira, según muestran estudios como los de Knut Kampe, consideramos más atractivo un rostro si sus pupilas se dirigen a nosotros. Especialmente si están dilatadas, ya que indicarían que a esa persona le gusta lo que ve. De ahí que las antiguamente las cortesanas italianas se echaran belladona en los ojos antes de recibir una visita. Y también que la imagen de arriba resulte tan hipnótica.

La nariz

Una mujer con la nariz grande corre el riesgo de parecerse a Barbra Streisand

La nariz tiene varias funciones: humedecer y calentar el aire que se respira, hacer de caja de resonancia de la voz y servir de protección a los ojos. Esta última explicaría por qué los hombres –tradicionalmente dedicados a la caza y a la guerra con el vecino- la tienen más grande y por tanto que una nariz pequeña se considere más femenina. Como es el caso de la protagonista del gif, qué bien le queda la suya ahí en medio de la cara.

Por otra parte, la existencia de la menopausia (cuya función evolutiva está explicada aquí) hace que los signos de juventud sean inmediatamente asociados a la fertilidad, y por tanto resulten atractivos. Las mujeres con un aspecto más aniñado serán consideradas más guapas y dado que la nariz pequeña es característica de los niños… pues eso nos lleva a que las rinoplastias a mujeres sean un negocio tan floreciente. Una nariz y mejillas pecosas también son rasgos infantiles, y muy apreciados por los hombres en las mujeres (¿Hace falta volver a mirar arriba?, ¡sí!).

Labios y dientes

Los labios gruesos y sonrosados son otra especificidad humana, los primates tiene una simple hendidura en la boca. Parece ser que favorecen la lactancia. Las mujeres suelen tenerlos más gruesos y el maquillaje, una vez más, procura resaltar ese hecho distintivo. Respecto a los dientes, aunque hoy día está claro que una mujer con una dentadura completa y blanca resulta más atractiva, no parece ser una preferencia innata y está sujeta a variaciones culturales. Así por ejemplo, en Inglaterra a mediados del siglo XVI una dentadura ennegrecida por la caries era señal de que se comía mucho azúcar, un alimento caro propio de la clase alta, y por tanto se consideraba deseable y digno de imitar por las clases inferiores.

Simetría y tez lisa

Mezcla de 64 rostros, guapa aunque algo inexpresiva

A mediados del siglo XIX el científico Francis Galton quería descubrir qué rasgos faciales eran característicos en los criminales, así que proyectó los retratos de varios de ellos sobre una placa fotográfica y… comprobó sorprendido que el rostro resultante resultaba más atractivo que el de cada uno de ellos. Muchos años después investigadores como Judith Langois, de la Universidad de Texas, o Martín Gründl, de la Universidad de Regensburg, gracias al programa de retoque fotográfico Morphing han obtenido un resultado similar: cuantos más rostros se superponen, más atractivo es el resultado. La conclusión es que los feos lo son cada uno a su deforme manera pero los guapos se parecen todos entre sí.

Esto se debe a que las imperfecciones particulares de cada rostro quedan superpuestas, lo que produce una piel más lisa (y por tanto más sana y deseable) y unos rasgos faciales más sujetos al promedio y más simétricos. La simetría corporal es un rasgo deseable en una pareja no sólo entre los humanos, sino en buena parte del reino animal, porque es un signo de un crecimiento equilibrado y sano del organismo, no afectado por enfermedades, desnutrición o depredadores. Y ahora, admírese una vez más la perfecta simetría en los rasgos de la chica con la que se iniciaba esta entrada.

Para saber más:

- La mujer desnuda, Desmond Morris

- La ciencia de la belleza, Ulrich Renz

Fuente:

Ciencia para gente de letras

4 de marzo de 2011

El triángulo de la muerte

Suena a novela, y sin embargo todos tenemos uno ante nuestros ojos… o debajo de ellos, mejor dicho. El “triángulo de la muerte” es un nombre pintoresco que se le da a la región de la cara que hay desde el labio superior al entrecejo, y que se debe a una peculiaridad de su drenaje venoso. Recordarás del colegio que las venas, al contrario que las arterias, tenían válvulas para favorecer el flujo de la sangre, impidiendo que retrocediera. Pues bien: las venas que drenan esta área carecen de esas válvulas, pues la sangre ahí no necesita tal ayuda.

Dónde está el problema, te preguntarás. Imagina te ha salido un forúnculo, un grano bien hermoso. Tan gordo que pasan bacterias a la vena facial, cuya sangre no encuentra ningún obstáculo para refluir hacia el interior del cráneo y hacer un “grumo” de sangre infectada (tromboflebitis séptica) en las venas intracraneales, concretamente en el seno cavernoso o alguna de sus afluentes (venas oftálmicas o cerebrales). Este evento, aunque es raro, les cuesta la vida a un 20-30% de los enfermos: por eso lo del triángulo de la muerte. Y, aunque no mueran, muchos quedan con secuelas debidas a la afectación de los nervios oculomotores que atraviesan el seno, o a una meningitis secundaria.

Y por eso se insiste en que no se deben manipular los granos de esa zona de la cara, no sea que al remover semejante masa de bacterias estemos empujando un puñadito hacia donde no deben…

Bibliografía:
DiNubile MJ. Septic thrombosis of the cavernous sinuses. Arch Neurol. 1988 May;45(5):567-72.
Munckhof WJ, Krishnan A, Kruger P, Looke D. Cavernous sinus thrombosis and meningitis from community-acquired methicillin-resistant Staphylococcus aureus infection. Intern Med J. 2008 Apr;38(4):283-7.

Fuente:

Blog Per Ardua

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