El FBI de Estados Unidos acaba de lanzar un programa de
gobierno llamado Next Generation Identification (NGI), lo que en español
se traduce como identificación de próxima generación, proyecto
que creará una base de datos con información biométrica (escaneo de
iris) y de reconocimiento facial, para sumar a la ya existente base de
datos de huellas dactilares, con la finalidad de reconocer criminales
prófugos.
Esto se llevará a cabo mediante vigilancia a través de cámaras de
seguridad en las calles, y de hecho, ya hay un “plan piloto” que se echó
a andar en febrero de este año con varios estados aportando con
imágenes de sus habitantes para darle el primer empujón a la base de
datos. Lo importante de esta tecnología es el algoritmo que se ha creado
para asegurar una detección precisa del rostro, sobre el cual no se han
dado detalles y sería guardado con recelo por el FBI.
Tal como en las películas, esto permitirá reconocer a alguien entre
una multitud en un espacio público, a través de vigilancia mediante
cámaras de seguridad que harán coincidir lo recibido con la información
almacenada por el FBI. En total, se prevé que el proyecto signifique una
inversión de USD$1.000 millones, estando totalmente operativo a nivel
nacional tan pronto como durante el año 2014.
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