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18 de mayo de 2016

Lima: la capital más contaminada de América Latina





Si los principales factores de contaminación en una ciudad son el tráfico, los sistemas de refrigeración y calefacción, la producción industrial y residuos de basura, uno podría imaginar que mientras más grande es la urbe, mayor es la contaminación.


Según el reciente informe de la Organización Mundial de la Salud sobre la polución del aire, las principales ciudades de América Latina -como Ciudad de México, Buenos Aires, Bogotá, Caracas, Lima o Sao Paulo- tienen índices de material particulado (PM) muy por encima de los valores recomendados.

Pero ninguna de ellas es, según datos de la OMS, las más contaminada.

Ese dudoso honor le corresponde a la ciudad de Coyhaique, en el sur de Chile. Con sus 63.000 habitantes, es la que tiene los niveles más altos de partículas finas de suspensión en el aire.

Calefacción de leña húmeda

La OMS mide dos tipos de material particulado, el PM10 y PM2,5, cuya diferencia está en el tamaño de la partícula contaminante, como sulfato, nitratos y carbono negro, que penetra en los pulmones y el sistema cardiovascular.

"Las más finas son más peligrosas porque pueden entrar al sistema respiratorio y de allí pasar al sanguíneo", le dice a BBC Mundo la doctora María Neira, directora del Departamento de Salud Pública, Medioambiental y Determinantes Sociales de la OMS.

En 2014, Coyhaique registró 75µm de PM10 y 64µm de PM2,5.
Los valores que la OMS considera seguros para la salud son 20µm y 10µm respectivamente.

"En el año 2014 la contaminación en Coyhaique tocó fondo", le dice a BBC Mundo Marcelo Mena Carrasco, subsecretario de Medio Ambiente de Chile.

El problema de esta ciudad de la Patagonia chilena, a la que desde Santiago sólo se puede llegar en avión, no es el tráfico, ni la producción industrial o la forma en que se eliminan los residuos de basura. Es la calefacción a leña.

"Es una leña húmeda que contamina mucho, que básicamente se quema en hoyos y hace que los días sin lluvia sean de episodios críticos".

En realidad, las alarmas de contaminación empezaron a sonar en 2013, cuando Coyhaique encabezó la lista nacional de las más contaminadas.

"Empezamos a tomar medidas para reducir la contaminación tanto diaria como anual", asegura.

Mena Carrasco explica que lo que ocurre en Coyhaique es lo que pasa cuando se utilizan combustibles sólidos para la cocción o la calefacción.

Tomado de:

BBC 

12 de febrero de 2016

Lima: Gallinazos equipados con GoPro para detectar basura en Lima



Son 10 los gallinazos que vuelan por la capital de Perú con equipos GPS y cámaras GoPro en el cuerpo.
 
"Durante generaciones hemos defendido al hombre de estos enemigos, armados con nuestro sentidos y un estómago capaz de destruir las más poderosas bacterias (...), pero la basura nos está ganando, la basura tomó el aire, infectó el agua, enfermó la tierra".

De esta manera, un supuesto gallinazo -nombre del buitre negro en Perú- dirige estas palabras a los limeños, en el video de la campaña llamada Gallinazo Avisa, creada para detectar focos de basura en Lima y llamar la atención de quienes la producen.

Los gallinazos que participan en la campaña vuelan por la capital equipados con GPS y cámaras GoPro y van registrando los botaderos de basura en los que se alimentan.
Esta idea nació a partir de un proyecto de investigación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima, sobre la vida de los gallinazos, que se realiza desde julio.

Los investigadores de San Marcos necesitaban equipos electrónicos para monitorear a los gallinazos, explica Letty Salinas, directora del Departamento de Aves de la universidad.

Por su parte, el Ministerio del Ambiente necesitaba una forma de alertar a los limeños sobre el problema de basura de su ciudad.

Así, la agencia de publicidad FCB Mayo ideó la campaña Gallinazo avisa. 

El Ministerio del Ambiente del Perú y Usaid, agencia de cooperación internacional de Estados Unidos, aportaron los equipos GPS y las cámaras GoPro.

 

Diez gallinazos

El departamento de aves de San Marcos reunió a 10 gallinazos para que participen en la campaña. Algunos fueron animales rescatados y otros fueron capturados en sus colonias, atrayéndolos con carroña.

Les practicaron exámenes médicos rigurosos a cada uno, les instalaron los equipos y los liberaron.

Desde entonces vuelan por todo Lima. Sus alas largas les permiten volar hasta por cuatro horas seguidas para encontrar su comida entre los desperdicios o animales muertos.
En tierra, un equipo permanente de la San Marcos recibe y analiza en tiempo real las imágenes que envían las aves.

Con ellas, reúnen información sobre su vida social, desplazamientos, hábitos de alimentación, anidación y descanso de estas aves.

La información sobre los focos de basura que ubiquen los gallinazos va al Ministerio del Ambiente para que arme un mapa virtual de los puntos de contaminación.

Pero ¿qué tan grave es el problema de la basura en Lima como para que tengan que rec
urrir a los gallinazos para abordarlo?
 
El artículo completo en la web de la BBC

16 de diciembre de 2015

El jaqaru, la lengua ancestral de Yauyos (Lima) a punto de desaparecer

Solo 650 pobladores lo hablan en Yauyos. Los adultos mayores y maestros han emprendido una lucha para incentivar a los niños y jóvenes a preservar esta lengua. Textos escolares del Minedu, en jaqaru, recién llegarán desde el próximo año.
 
En las montañas de la sierra de Lima, a casi 3.000 m.s.n.m, se esconde un pueblo donde la modernidad todavía no ha llegado. Hablan un idioma diferente al español, mantienen costumbres precolombinas y usan una vestimenta similar a las faldas escosesas, predominando el rojo y negro.
 
Tupe es un distrito altoandino de la provincia limeña de Yauyos al sur de la ciudad. Se encuentra enclavado en la cima del cerro Tupinachaca donde se ubican variadas pinturas rupestres. El acceso solo es a pie, no hay carretera que conecte directamente a este pueblo, solo una trocha extensa, empinada y pedregosa. La caminata dura casi dos horas.
 
Sus habitantes hablan el jaqaru, una lengua  andina que pertenece a la familia lingüística Aru. Algunos investigadores asocian esta lengua con la cultura Wari que tuvo su expansión entre los años 600 y 700, época en la que llegarían los primeros pobladores a la quebrada de Yauyos, lugar donde la mayor parte del pueblo vive actualmente.
 
Sin embargo, esta lengua corre el riesgo de desaparecer.  El jaqaru es hablado solo por 650 habitantes de las comunidades Tupe, Aiza y Colca. ¿Qué es lo que viene sucediendo? Los más jóvenes prefieren hablar el español y dejar de lado su lengua materna para emigrar a las ciudades en busca de mejores oportunidades. 
 
 
"Si desaparece nuestro idioma, muere nuestra identidad. Es importante revitablizar nuestra lengua con los más jóvenes", manifiesta preocupado el profesor de primaria José Martínez.
 
Por eso los 17 docentes del colegio San Bartolomé (el único que existe en Tupe) están tratando de rescatar su lengua nativa a través de la lengua oral. Las clases vienen acompañadas de exposiciones en jaqaru y también en escritura jaqaru. La gran dificultad que tienen los niños de Tupe es que los textos escolares que manda el Ministerio de Educación están en español. Todavía en el 2016 llegarán los libros en jaqaru. El profesor Galdino Robinson explica que los niños son bilingües porque los padres les enseñan español desde muy pequeños. Según un diagnóstico socio-lingüístico el 56% de los niños hablan jaqaru en casa, mientras que sus padres el 100%. En las calles los niños hablan español.

Al rescate de la lengua

El futuro del jaqaru solo dependerá de los más jóvenes. En esta tarea los adultos mayores son los mejores aliados para que esta lengua se mantenga viva. Por ejemplo, Zelbia Manrique (93) enseña a su nieto Jefferson (4) a contar los números en Jaqaru. Con la ayuda de sus dedos el pequeño cuenta del uno al  diez: 'maya', 'paja', 'kimsa', 'pushi', 'pichqa', 'sujta', 'qancxisi'. El pequeño se resiste al principio llegar hasta el número 10, pero accede por la presión de la abuela.
 
Desde julio del 2014, los adultos mayores de Tupe forman parte del programa ‘Saberes Productivos’ del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Dicho programa es un esfuerzo para que la lengua y cultura de los pueblos no llegue a desaparecer.
 
Son 40 usuarios de Pensión 65 que se reúnen una vez por semana para enseñar a los más jóvenes la lengua jaqaru y también las prácticas ancestrales como el tejido de la manta jaqaru, fajas y el anako, un atuendo negro que distingue a las mujeres de Tupe mayores de 50.
 
En el Perú, 37 lenguas ya han desaparecido por efecto de la castellanización. Según Agustín Panizo, de la Dirección de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura, cuando  una lengua deja de existir el pueblo desaparece porque se rompen los lazos sociales y culturales. La lengua es el elemento cohesionador de un pueblo.
 
“Los pueblos que hablaban esas lenguas (37 ) ya no existen. La gente sigue viviendo, pero perdió el elemento que los conhesionaba porque la lengua es el centro de la cultura”, indicó Panizo.
 
El Midis y el Ministerio de Cultura se han unido para que las lenguas de nuestro país no desaparezcan. En el caso de Tupe, ambos sectores colocaron señaléticas, en la lengua jaqaru, en la municipalidad, colegio e iglesia con ayuda de la comunidad. El futuro del jaqaru está en manos del Estado y de los más jóvenes. 
 

37 lenguas originarias se han extinguido

El Perú tiene a la fecha 47 lenguas, 43 son amazónicas y 4 andinas. Lamentablemente en los últimos años 37 lenguas han desaparecido por efecto de la castellanización.
 
Lima no solo habla el español. El jaqaru, el cauqui y el quechua son lenguas que se hablan ancestralmente en nuestra región.
 
La lengua jaqaru cuenta con su propio alfabeto desde el 2010, mediante la Resolución Directoral N° 0628-2010-ED. Tres años después, el Congreso declaró de interés nacional y necesidad pública la protección, investigación y promoción de la cultura e idioma jaqaru.
 
En el 2013, el Gobierno Regional de Lima, a través de la Dirección Regional de Educación, dispuso incluir el aprendizaje del idioma jaqaru en la currícula escolar como forma de protección y revalorización de la lengua en peligro de extinción. Además, el idioma es considerado Patrimonio Cultural Regional de Lima.
 
Tomado de:
 
 

2 de febrero de 2015

Hallan en Checta (provincia de Canta) indicios de escritura de hace cinco mil años



Arqueólogos descubren signos que se repiten en varios petroglifos en la sierra de Lima.


Cada vez hay más indicios de que la escritura existió hace más de 5.000 años en el antiguo Perú y que las sociedades que poblaban esta parte del mundo ya comenzaban a desarrollar una forma de comunicarse a través del signo escrito, así como sucedió con los sumerios y egipcios también hace cinco milenios.
Los primeros indicios de este fenómeno se encuentran en un sitio llamado Checta, descubierto en 1925 por monseñor Pedro Villar Córdova. La zona arqueológica se ubica en el valle del río Chillón, en el distrito de Santa Rosa de Quives, en la provincia de Canta. Desde Lima, son tres horas de viaje.
En la margen derecha de la quebrada Alcaparrosa, se descubrieron al menos 500 quilcas o petroglifos. Hoy, con las recientes investigaciones, se sabe que los gráficos en las rocas corresponden a cuatro períodos culturales diferentes. La fase dos de Checta es una de las que más preguntas han planteado.
El arqueólogo Gori Tumi Echevarría, presidente de la Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR), está abocado desde el 2009 a probar que las figuras plasmadas en Checta tienen un mensaje oculto.

UNA PRIMERA HIPÓTESIS
¿Qué le hace estar tan seguro a Gori Tumi Echevarría de estar frente a la evidencia más temprana de escritura andina? Sostiene que su hallazgo más importante es haber definido la cronología y secuencia del sitio, en otras palabras, el orden temporal en que los quilcacamayoc hicieron las figuras sobre las piedras. Eso, según cuenta, le permitió entender que en Checta hay cuatro fases.
La primera (2.500-2.000 a.C.) consistía en hacer pequeños hoyos en las piedras. La segunda fase (2.200 a 1.000 a.C.) tenía formas abstracto-geométricas como círculos, círculos con puntos, cruces, espirales, líneas rectas y sinuosas, etc. Es justo la que considera escritura.
La tercera fase (1.200 a 600 a.C.) está compuesta por motivos seminaturalistas. Finalmente, la fase cuatro (800 a 200 a.C.) representaba amarus (serpientes).
Con ese paso, Tumi Echevarría logró individualizar cada motivo de la fase dos y ver si existía un patrón en las demás rocas. Luego de los análisis de observación en las quilcas, se descubrió que los círculos con puntos, las líneas rectas y sinuosas, los espirales y otras se repiten.
Mayor fue su sorpresa cuando determinó que esas mismas figuras se repiten en las quilcas halladas desde Supe hasta Lurín. “Este fenómeno cognitivo, escritura, duró 2.000 años, tiempo suficiente para el desarrollo y consolidación de un sistema de escritura ideográfica compleja”, asegura Tumi Echevarría.
Según su hipótesis, este sistema de escritura tendría vínculos con tradiciones ancestrales en la Amazonía. Para descifrar estos códigos, la clave estaría en el conocimiento milenario de los pueblos amazónicos, ya que hay testimonios de comunidades como los yaneshas que aseguran haber hecho viajes de peregrinación a la costa central.
Fuentes:

1 de diciembre de 2014

COP20: El tiempo se agota

Reducir emisiones a cero para 2100. Es el objetivo marcado por la ONU tras escuchar a 830 científicos. Mañana arranca la cumbre del clima de Lima.


Una planta de carbón en el distrito de Datong Shanxi. Julio-agosto de 2013 fue el periodo más caluroso en la zona central y oriental de China desde 1951. / Foto: J. Lee (Reuters)

El cielo de Pekín puede ser azul. Eso es lo que acaban de descubrir los habitantes de la capital china. Y todo gracias al decidido plan que emprendieron las autoridades locales a principios de noviembre para recibir en el mejor de los ambientes posibles a Putin, Obama, Bachelet y demás líderes de la cumbre Asia Pacífico (APEC, según rezan sus siglas en inglés). Se restringió el tráfico de coches privados, el 70 % de los vehículos públicos dejaron de circular, se frenaron las obras, se paró la producción de las fábricas más contaminantes que rodean la ciudad. ¿Resultado? Desaparición de esa niebla eterna que flota sobre las cabezas de los pekineses y aparición de un cielo límpido que ya ha recibido un nombre: APEC blue.


Se fueron los líderes, el foro de cooperación económico se cerró con un acuerdo entre Estados Unidos y Chinacalificado de histórico, por unos; de escaso, por otros, al no ser vinculante— para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y volvió la polución, sí. Pero los pekineses ya no son los mismos de antes: han descubierto que conseguir un cielo azul es solo cuestión de voluntad. Cuestión de adoptar medidas firmes. De no quedarse en gestos para la galería.

Algo similar le está pasando al planeta. Que necesita de medidas firmes, rápidas, ya se ha parcheado suficiente, el tiempo se agota. Lo ha dejado bien claro la ONU, que se expresó a principios de mes por boca del IPCC, Panel Intergubernamental Para el Cambio Climático, formado por 830 científicos de la comunidad internacional. Hay que recortar emisiones de gases efecto invernadero entre un 40 % y un 70 % para el año 2050. Para finales de siglo, las emisiones deberán ser cero. Si no, los efectos serán graves —y aquí los científicos analizan toda una panoplia de escenarios posibles— para el medioambiente, la seguridad alimentaria y la pobreza.

“Todavía hay tiempo, aunque muy poco tiempo”. Así se expresó en la presentación del informe en Copenhague, el pasado 2 de noviembre, Rajendra Pachauri, presidente del IPCC. “Estamos a tiempo si nos metemos en una senda de mitigación de emisiones”, añade José Manuel Moreno,  vicepresidente del Grupo II del IPCC, encargado de evaluar impactos, adaptación y vulnerabilidad. Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha, es uno de los 13 científicos españoles que forman parte de este organismo auspiciado por la ONU.

Estamos a tiempo, dicen los expertos, y el cronómetro echará a correr mañana mismo, cuando arranque la cumbre climática de Lima, la llamada COP 20, vigésima Conferencia de las Partes organizada por la ONU. De allí podría salir un borrador de cara a la cumbre decisiva, la del año que viene en París, la cita en la que se han depositado todas las esperanzas, de la que deberían salir ambiciosos objetivos de reducción de emisiones, un tratado que sustituya al de Kioto, una cita que debería romper el sabor amargo que dejó el fracaso de Copenhague hace cinco años, que consiga implicar por fin a los principales actores, China y Estados Unidos.

Fuente:

El País (Ciencia)

30 de noviembre de 2014

Perú: Costa perderá el 40% de agua por el cambio climático

Expertos advierten que el Perú está perdiendo sus fuentes de agua y pronostican eventos extremos que podrían ocasionar racionamiento y conflictos sociales si no se implementan medidas.

La capacidad actual de los glaciares peruanos es de 43 mil millones de metros cúbicos. (USI)
 
La capacidad actual de los glaciares peruanos es de 43 mil millones de metros cúbicos. (USI)
 
¿Se imagina usted vivir en una Lima tugurizada, donde el servicio de agua potable esté disponible solo por horas debido a su escasez, donde la gente proteste por la falta del recurso y todos los días surjan conflictos sociales por este tema? 

Aunque este escenario es hipotético, no está muy alejado de la realidad. Mientras el clima está cambiando y la tierra se está calentando –por el cambio climático–, la población de Lima está creciendo y la demanda de agua también, pero aún no se está adoptando medidas concretas para reducir el impacto del fenómeno.
 
Gabriela Rosas Benancio, directora de Meteorología Aplicada del Senamhi, señaló que los pronósticos para los próximos 15 años ya están mostrando cambios importantes en los patrones climáticos del país. Se observan, por ejemplo, menos lluvias en el valle del Mantaro, lo que, aunado al retroceso de los glaciares, significará que habrá menos agua disponible para la ciudad de Lima.

“Se predicen conflictos sociales por el agua y esto puede ser crítico más adelante”, explicó al recordar que el 66% de la población peruana se asienta en la costa, pero esta solo alberga un 2.2% de los recursos hídricos de todo el país. 

La arquitecta Liliana Miranda, del Foro Ciudades para la Vida, alertó que estudios realizados por la institución durante ocho años, con universidades alemanas y holandesas, así como con diversas organizaciones científicas que monitorean el cambio climático, evidenciaron que, al año 2100, la costa central del país perderá hasta el 40% de sus fuentes de agua.

“Todos los modelos climáticos aplicados en la costa demuestran que habrá menos agua disponible. Se perderá agua de los glaciares, las precipitaciones, el caudal de los ríos y el acuífero. Se estima que los caudales de los ríos perderán el 10.3% de su acuífero y el nivel de lluvias bajará en 11%”, comentó.

La especialista mencionó que, adicionalmente, los vientos calientes que vienen de la selva, al no encontrar un glaciar de contención, seguirán su camino hacia la costa y generarán lluvias inusuales e intensas. Estas, combinadas con los días de sequía más largos, pondrán a la ciudad de Lima en una situación de vulnerabilidad altísima, lo que también puede afectar la reserva de energía.

“Es probable que ello ocasione un déficit de agua para la población limeña, pero también podría ser que nos sobre el agua en algunos momentos. El escenario será de eventos variables y extremos, pero también puede ser que no nos pase nada, ya que los escenarios climáticos pueden ir variando en el tiempo. Mucho dependerá también de si las autoridades toman o no medidas de adaptación a estos cambios”, detalló.

Ante el aumento de la vulnerabilidad frente a las condiciones extremas, Miranda pidió a la población hacer un mejor uso del agua y no desperdiciarla. “Tenemos que bajar el consumo. Hay distritos que están usando más de 460 litros de agua por persona al día, cuando no necesitamos más de 80 L”, enfatizó.

Por otra parte, Rosas advirtió que la repetición frecuente de estos eventos extremos en el país puede aumentar la posibilidad de huaicos, derrumbes e inundaciones.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Pero no todos los escenarios son negativos. Las autoridades ya están tomando medidas para adaptarse al cambio climático. Rosas señaló, por ejemplo, que el Senamhi está trabajando con Sedapal en una proyección de la disponibilidad de agua para los próximos 20 años, a fin de planificar y poner en marcha proyectos de captación del recurso que eviten la escasez o algún desabastecimiento.


Además, para monitorear la situación de las reservas de agua del país, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) también está implementando 78 estaciones hidrometeorológicas de alta tecnología que brindarán información permanente y automática sobre las lluvias y condiciones de los ríos del país. 

Nelson Santillán, responsable de Glaciares y Lagunas de la ANA, indicó que estas se unirán a las 800 estaciones que tiene el Senamhi para monitorear las principales variables meteorológicas.

Asimismo, dijo que la ANA ha puesto en funcionamiento el Observatorio Nacional de Sequías, que permitirá evaluar qué impactos tiene este fenómeno para la toma de decisiones. 


Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)


Fuente:

Peru21

Perú: 57 activistas asesinados desde el 2002 (según NYT)

El 27 de noviembre de 2014, a cuatro días del incio de la COP, The New York Times, el diario más importante del mundo, publicó un editorial dedicado exclusivamente al problema de la tala ilegal en el Perú. Bajo el título de “Lucha por los derechos de la tierra” el diario le dice al Perú que sus esfuerzos para enfrentarse al tráfico de madera y a la tala ilegal, no han sido suficientes. De entrada le da una recomendación para evitar que más muertes como las de Edwin Chota sigan ocurriendo sin que el Estado haga algo.
Perú tiene que hacer mucho más para proteger a sus ciudadanos más vulnerables, ayudándolos a obtener títulos de propiedad y regulando de cerca la industria maderera. Siguiendo estos dos pasos básicos avanzaría mucho en la meta del gobierno de colocarse a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. Así también preservaría la vida de las comunidades que han sobrevivido de la tierra por cientos de años.

57 activistas asesinados desde el 2002

Luego, el editorial se centra en la terrible cifra presentada por Foreign Policy, que daba cuenta de que Perú era uno de los países con mayores cifras de activistas asesinados.
“Desde el 2002, de acuerdo con el informe, al menos 56 activistas peruanos han sido asesinados bajo extrañas circunstancias. “

La muerte de Edwin Chota y la falta de consulta

En un ejercicio de memoria, The New York Times recuerda que también en el 2002, el gobierno peruano premió a las compañías dándoles el derecho de talar árboles. Las concesiones no tomaron en cuenta el estilo de vida de los cientos de indígenas que vívian en las comunidades afectadas y que jamás fueron consultados.  Luego, expone el doloroso caso de Edwin Chota y la inacción del Estado.
Hace más de una década y en un esfuerzo por proteger a su comunidad,  Edwin Chota pidió que el Estado les otorgue un título de propiedad. El pedido nunca fue respondido. Después de que Edwin Chota fuera amenazado, acudió a la policía y les entregó documentación acerca de la tala ilegal en su área. El gobierno no tomó ninguna medida  importante.
Foto: The New York Times
Foto: The New York Times
El editorial del diario cierra con una sentencia acerca de la falta de respuesta del Estado en el tema de las muertes de los activistas asháninkas.
Poco después de los asesinatos, los funcionarios del gobierno se comprometieron a otorgar un título de propiedad a la comunidad . Esos son pasos positivos, pero llegan terriblemente tarde y cientos de comunidades indígenas aún carecen de derechos legales sobre sus tierras.
Si Perú quiere cambiar el concepto que ahora se tiene sobre el país, tendrá que dar muestras de un cambio en cuanto a protección de comunidades indígenas y regulación de la tala ilegal. Si quieres leer el editorial completo, dale aquí 
Tomado de:

UTERO

 

22 de noviembre de 2014

En caso de un terremoto en Lima y Callao, 34 distritos estarían en peligro

Más de 1 millón 300 mil personas que habitan en 34 distritos de Lima y Callao se verían afectadas en caso de producirse un sismo de gran magnitud, alertó la empresa MapCity.com.

Se trata de 10 mil hectáreas consideradas de peligro muy alto, ubicadas en zonas como San Juan de Lurigancho, con más de 3 mil hectáreas; Villa El Salvador, con unas 2800 ha; seguido del Callao y Ventanilla, ambas superan las 2000 ha, entre otros.

INVOLUCRADOS

En ellas se encuentran más de 320 mil viviendas donde habitan más de 1 millón 300 mil personas, revela el estudio realizado con información de Defensa Civil y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

De esas cifras, el 28% son menores de 14 años; 29% jóvenes entre 15 y 30; 35% adultos de 30 a 60; y 7% mayores de 60.

Entre los factores que motivan el alto riesgo figuran los materiales empleados para la construcción de las viviendas. En su mayoría son de madera, estera y/o adobe, como es el caso del distrito de Ventanilla, con el 77% de sus viviendas construidas en base a estos materiales.

Le siguen Puente Piedra con un 40% de viviendas de este tipo y San Juan de Lurigancho con un 30%, entre otros.

SIN DISTINCIÓN

Fernando Horna, vicepresidente de MapCity.com, advirtió que el alto riesgo no se limita a las zonas más pobres de Lima o a las que albergan construcciones antiguas.

A modo de ejemplo, citó al distrito de La Molina, donde el terreno es arcilloso y se expande cuando hay un movimiento telúrico, por lo que las construcciones deben ser diseñadas de acuerdo al tipo de suelo.
Recomendó a las personas que ubiquen en el mapa que colocaron en internet si su casa, oficina o el colegio donde estudian sus hijos están en zonas de alto riesgo para que tomen medidas de prevención.

Fuente:

Diario Correo
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