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Ciencia sencilla, ciencia divertida, ciencia fascinante...
"Organismos más simples, como los insectos sociales, tienen habilidades cognitivas sorpresivamente avanzadas"
James Marshall, coordinador del proyecto
"Al entender mejor la forma en que las hormigas regulan su comportamiento encontraremos muchas más aplicaciones para los algoritmos de la red"
Deborah Gordon, Universidad de Stanford
Hall en acción
Muchos insectos se dispersan después de haber comido. Afuera puede ser cuestión de unos metros. Dentro pueden llegar más lejos.
Buscamos a los insectos más viejos en el cuerpo, eso nos da un indicio de cuánto tiempo pasó desde que el cuerpo está allí.
Si el cadáver está al aire libre y es verano, sabemos que los insectos lo encontrarán en las próximas 24 horas, por eso la edad de los insectos en el cuerpo es importante.
También hay que pensar en otros elementos. ¿Cuán consistente es la presencia de esos insectos en la escena? ¿Pudo el cuerpo haber sido traído de otro lado?
Muchas veces hay una relación entre la parte del cuerpo que se están comiendo los insectos y la causa de la muerte (por un tiro, por ejemplo)
Cucarachas o termitasEn 2007, científicos descubrieron que las termitas y las cucarachas están más relacionadas de lo que se suponía.El lugar que ocupan las termitas en el mundo natural y su relación con otros insectos ha desconcertado durante mucho tiempo a los científicos.Hace cinco años los científicos pusieron a las termitas en el mismo grupo que las cucarachas.Las termitas se clasifican ahora como una nueva familia de las cucarachas llamada Termitidae.
Un ejemplar de 'Cotylorhiza tuberculata' o medusa huevo frito en el Mediterráneo. | CSIC
Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) concluye que no hay "evidencias concluyentes" de que se esté produciendo un aumento global de las poblaciones de medusas en los océanos.
El aumento de noticias sobre plagas de medusas en los medios de comunicación y las discrepancias en informes climáticos y científicos han motivado el artículo, que aparece publicado en el último número de la revista 'Bioscience'.
El supuesto aumento de medusas es un fenómeno que ha impactado visiblemente en las playas de todo el mundo en los últimos años y que preocupa a los pescadores y bañistas. Sin embargo, para el grupo de expertos que ha liderado este nuevo trabajo no existen "evidencias concluyentes" de que se esté produciendo un crecimiento global de estas poblaciones.
Según los investigadores, las poblaciones de medusas han crecido en algunas regiones, mientras que en otras, han descendido o fluctúan entre décadas. Los científicos creen que la clave para resolver la cuestión se encuentra en comprender los datos obtenidos a largo plazo.
"La importancia del trabajo reside en que a partir de ahora pondremos en común los datos y seremos capaces de apoyar las teorías con datos científicos contrastados y no con especulaciones", indica Carlos Duarte, investigador del CSIC y miembro del Global Jellyfish Group, un consorcio de 30 expertos en organismos gelatinosos, climatología, oceanografía y socioeconomía.
Para monitorizar la evolución de estas poblaciones, los científicos trabajan ya en una base de datos global con información recopilada desde 1750 y que, cuando esté finalizada, estará integrada por unos 500.000 datos.
La iniciativa del Global Jellyfish Group se desarrolla en el marco del National Center for Ecological Analysis and Synthesis, un centro asociado a la Universidad de California en Santa Bárbara (Estados Unidos).
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Científicos en Japón crearon un sistema de sensores para "oír" los mensajes que transmiten las ostras sobre el ecosistema en que se encuentran.
Al abrirse y cerrarse con diferentes frecuencias las ostras ofrecen información clave, de acuerdo a los investigadores, que llamaron a su sistema de sensores "kai-lingual" (kai es el término japonés para crustáceo.
"Con kai-lingual, podemos escuchar los 'gritos' de las ostras, que pueden estar comunicando por ejemplo 'estamos sufriendo por falta de oxígeno'", señaló el Profesor Tsuneo Honjo, director del centro de investigaciones marinas de la Universidad de Kagawa, Seto Inland Sea Regional Research Center.
"Este equipo fue desarrollado originalmente para vigilar la presencia de la marea roja causada por el organismo Heterocapsa circularisquama, que puede matar a los crustáceos y dañar a las ostras perleras", dijo Honjo a BBC Mundo.
"Durante mucho tiempo se recolectaron estos datos y se compararon con el comportamiento de las ostras en condiciones normales. Los datos se traducen en diferentes gráficos y muestran cómo una alta frecuencia, es decir un número elevado de movimientos de apertura y cierre de las ostras por hora, es indicativo de problemas diferentes".
Ostras intérpretes
No todas las ostras se comunican con la misma facilidad. Las ostras perleras son más expresivas que las cultivadas como alimento, por lo que Honjo decidió colocar en las granjas de ostras para consumo humano algunas ostras perleras, que funcionan prácticamente como "intérpretes" o voceras de sus primas más tímidas.
Sistemas kai-lingual están operando hasta fines de marzo en diversas granjas de ostras en Japón en la bahía Ago, en la prefectura de Mie, y en la prefectura de Kagawa.
"Las ostras perleras muestran respuestas diversas que se traducen en gráficos con ondas diferentes", dijo el profesor Honjo a BBC Mundo.
La reacción varía dependiendo del evento que enfrenten, por ejemplo, una marea roja de H. circularisquama. Las mareas rojas o floraciones algales son crecimientos explosivos de microalgas que alcanzan concentraciones tan elevadas que dan coloración al agua.
Otros de los problemas que pueden comunicar las ostras son la falta de oxígeno, la presencia de ácido sulfhídrico, la baja salinidad o el grado de turbidez o falta de transparencia del agua.
"Leyendo los gráficos podemos ver qué impacto están teniendo en las ostras estos cambios en el medio ambiente. Comprobamos además que la respuesta ante eventos similares es diferente para diversos moluscos, como mejillones o almejas, o sea que cada organismo responde de forma diferente al mismo evento", explicó Honjo.
Granjas comerciales
El sistema de sensores tiene importantes aplicaciones prácticas, ya que podría ser fundamental para prevenir pérdidas en las granjas de producción comercial.
"En la bahía Ago, una marea roja de H. circularisquama causaba daños cada verano. Pero con el sistema kai-lingual logramos detectar el crecimiento de estos organismos en una fase temprana, a una concentración de cuatro células por mililitro", dijo Honjo a BBC Mundo.
"Esto permitió que los pescadores redujeran el daño trasladando las ostras a otra zona en el mar, donde no se detectó la presencia del organismo dañino".
"A través de años de investigación, hemos logrado establecer definitivamente verdaderas conversaciones con las ostras".
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Las bajas temperaturas no los detienen porque todas las moléculas se mueven más lentamente en temperaturas más frías, incluidas las proteínas que envían mensajes de "movimiento" a través de las células nerviosas. Para compensar, una especie de pulpo de agua fría cambia, o "edita", proteínas intermedias para producir moléculas - llamadas RNA - como una solución a corto plazo que le permite una mayor flexibilidad que si se tratara de alterar realmente el ADN, las llamadas mutaciones genéticas.
Aunque los científicos saben que existe la edición del RNA y que puede cambiar la forma en que ciertos canales se abren y cierran en el cuerpo (y a su vez el tiempo que tarda el envío de mensajes a lo largo de los nervios), no lo habían visto pasar en respuesta a una señal del medio ambiente, especialmente a la temperatura, dijo el investigador del estudio de la Universidad de Puerto Rico, Joshua Rosenthal.
Cefalópodos fríos
Los investigadores compararon dos especies de pulpo. Individuos de la especie Pareledone fueron recolectados en el centro de investigación en la Antártida (Estación McMurdo), donde las aguas tienen un promedio de 35.2 grados Fahrenheit (1,8 grados Celsius). La otra especie, Octopus vulgaris, provino de las aguas de Puerto Rico, que suelen tener unos 86 grados Fahrenheit (30 grados Celsius).
Se analizaron los genes que componen los canales de conducción-electricidad de iones que regulan cuándo una célula del cerebro (o neurona) envía un mensaje. Los investigadores encontraron poca diferencia en las señales entre las dos especies, pero para compensar la desaceleración de la temperatura los que viven en la Antártida y los pulpos tropicales utilizaron sus genes muy similares de diferentes maneras.
"Lo que realmente nos sorprendió, cuando clonamos [miramos el código de] los genes, vimos que son prácticamente idénticos en el pulpo de la Antártida y el tropical, después de millones de años de evolución en muy diferentes temperaturas", dijo Rosenthal. "No son las diferencias en los genes lo que hace adaptarse a un individuo al frío. Es por la edición del RNA en la forma que se adaptan al frío los organismos".
Edición de RNA
Así que, aunque los genes son los mismos, los investigadores encontraron evidencia de que fue cambiado el RNA del pulpo de agua fría antes de que se transformará en proteínas. El RNA es la forma intermedia de ADN que es quien realmente produce las proteínas que le indican al cuerpo cómo debe funcionar.
Cuando se expresa sin editar, los canales de iones de agua fría abren alrededor de 14 veces más lento y cierran 60 veces más lento en agua fría en comparación con las aguas cálidas. Cuando se activan, esta particular edición de RNA cambió la forma en que estos canales trabajaban y permitió que el pulpo compensara las muy duras condiciones físicas manteniendo sus señales nerviosas en movimiento de forma relativamente rápida, incluso en aguas frías.
"Desde el punto de vista del organismo... es una buena opción ya que puede decidir cambiar ahora la función de proteínas o no desear hacerlo. No tiene que atenerse a lo que sus genes dicen exactamente" dijo Rosenthal. "Para el observador más casual parecería que esto es mucho trabajo para el organismo, pero esto permite al organismo tener una respuesta gradual, no sólo una respuesta u otra".
Esta edición es un ejemplo de cómo las diferencias entre las especies van más allá de su código genético único. Incluso genes de aspecto similar pueden llegar a producir grandes diferencias en las distintas especies. La edición del RNA es menos frecuente en los vertebrados y mamíferos, hay unos 30 a 40 sitios conocidos de edición en los seres humanos.
El estudio fue publicado el 5 de enero en la revista Science: RNA Editing Underlies Temperature Adaptation in K+ Channels from Polar Octopuses
Ver también pulpo blanco fantasma y otras especies descubiertas en la Antártida
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Las hormigas pueden ser "programadas" para convertirse en supersoldados, según afirma un equipo internacional de investigadores.
Todas las colonias de hormigas se componen de diferentes "castas", incluidos los insectos que asumen funciones de soldados y trabajadores.
El equipo ha intervenido en el desarrollo de larvas para crear una casta inusual de supersoldados.
El avance, dicen los investigadores, revela que hay rasgos ocultos en muchas especies que podrían ser "desbloqueados".
Los resultados se publican en la revista especializada Science.
Cabezas grandes
Ehab Abouheif, de la Universidad McGill, en Montreal, Canadá, lideró el estudio, el cual halló que la aplicación de hormonas a las larvas en un momento muy específico de su desarrollo las convertía en soldados gigantes.
Los científicos lograron esta transformación en dos especies de hormigas que de manera natural no tienen la casta de supersoldados en sus colonias.
Abouheif y su equipo estudiaron las hormigas Pheidole, un gran grupo de más de 1.000 especies relacionadas.
De ellas, sólo hay ocho que tienen los supersoldados que protegen la colonia mediante el bloqueo de la entrada con sus cabezas de gran tamaño.
La idea de tratar de "programar" las hormigas se le ocurrió a Abouheif cuando notó que una especie común de Pheidole, que no tiene ninguno de esos "soldados" en su colonia, poseía unos cuantos miembros extraños de cabezas grandes.
"Estábamos recogiendo (las hormigas) en Long Island, Nueva York, y nos dimos cuenta de algunos soldados de aspecto monstruoso", dijo Abouheif.
Las hormigas mutantes se parecían a la casta de supersoldado de otras especies, por lo que los científicos se dispusieron a averiguar qué les había hecho tomar esa forma.
"Entendimos cómo estas castas se generan durante el desarrollo larvar", dijo Abouheif.
Hormona juvenil
Cuando una reina pone los huevos -explicó- cada uno de ellos puede convertirse en una casta diferente en función del entorno en el que se encuentran, la temperatura que desarrollan y la nutrición que reciben.
Pero la clave de la transformación en una casta específica es controlada en gran medida por un componente químico dentro de los huevos llamado hormona juvenil.
"Así que si tratas una de estas especies en el momento adecuado de su desarrollo, tan solo con una hormona, puedes inducir el desarrollo de supersoldados", explicó el doctor Abouheif.
"El hecho de que se puede inducir en todas estas especies diferentes, que normalmente no tienen esa casta, significa que un ancestro común de todas tenía supersoldados".
El descubrimiento puede tener implicaciones importantes en cómo los científicos estudian y ven la evolución.
Abouheif dijo a la BBC que había un "precioso juego" entre el organismo y su ambiente.
"Este potencial ancestral ha estado guardado en un mismo lugar durante 35 millones de años... y si eres capaz de encontrarlo, puedes liberarlo".
Nigel Franks, profesor de comportamiento animal y ecología de la Universidad de Bristol, dijo que el estudio contenía "preciosa biología evolutiva que explica patrones evolutivos fascinantes".
Añadió que es "un trabajo maravilloso".
La bióloga evolutiva Susanne Foitzik de la Universidad de Mainz en Alemania también se mostró impresionada con el estudio.
"Muestra que algo que aparece en unas pocas especies puede ser intrínseco a varias especies y que el camino evolutivo es retenido por todas ellas, aunque cerrado por la mayoría."
El doctor Abouhef tiene esperanza de que este descubrimiento pueda arrojar nuevas luces en el mecanismo de la evolución. Dijo que liberar características ancestrales puede ser clave para el crecimiento de las cosechas con alto valor nutricional o incluso para hacer frente a los mecanismos que causan cáncer.
"Quién dice que todo ese crecimiento sin control que causa el cáncer no es la liberación de una característica ancestral", dijo.
"Si podemos identificar la causa, tal vez podamos revertirlo".
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