En la aparente tranquilidad de
un estanque se libra una batalla sexual. Los insectos de agua machos,
que viven sobre la superficie, intentan aparearse con las hembras
mientras éstas los repelen con sus antenas.
Hasta ahora se sabía que las hembras resisten con vehemencia el avance de los machos que consideran de peor nivel.
Pero con el uso de video de alta velocidad investigadores de las universidades de Toronto y McGill de Montreal pudieron analizar cómo los insectos responden a la defensa.
Después de analizar las imágenes en un microscopio electrónico, los científicos encontraron que los machos utilizan unas antenas con forma de gancho para aferrarse a las hembras y aparearse con éxito.
"Los machos evolucionaron sus antenas para adaptarse perfectamente a los contornos de la cabezas de las hembras", detalla el profesor Locke Rowe en los resultados del estudio publicados en la revista Science.
Guerra de sexos
Los Rheumatobates rileyi son bichos que abundan en los estanques y arroyos de Canadá. Son conocidos además por la guerra de sexos que tienen cuando intentan aparearse."Después de un apareamiento las hembras guardan el esperma, así que los demás posibles apareamientos no tienen importancia y son desgastantes para ella. Al estar enganchada con otro macho le resulta más difícil alimentarse y aumenta su vulnerabilidad", explicó Rowe.
"De ahí que cuando machos y hembras se encuentran generalmente hay una lucha", agregó.
No obstante, los científicos encontraron en los machos algo que no esperaban: un par de antenas con forma de garfio.
En los videos e imágenes los investigadores pudieron ver cómo los machos bloquean las antenas de las hembras y luego doblegan sus cabezas, lo que les permite acoplarse y depositar el semen.
El ajuste de las antenas del macho funciona como un arnés inmovilizador sobre la cabeza de la hembra.
"No es una simple modificación, es un dispositivo sensorial que evolucionó como una herramienta de agarre espectacular, grande, musculosa y dotada de ganchos adaptados para agarrarse a la hembra", detalló el experto.
"Es un largo camino desde un insecto con una simple antena que explora lo que hay a su alrededor", agregó Rowe.
La novedad en el proceso evolutivo
Como parte del experimento los investigadores también identificaron que en la evolución de las antenas garfio sólo influye un gen.
Mediante la manipulación de este gen en las larvas de los insectos de agua, el equipo científico creó especies en diferentes etapas de desarrollo para estudiar su éxito reproductivo.
"Nos sorprendió ver que cada pequeño paso en la evolución de las antenas, aumentaba el éxito de apareamiento de los machos", dijo el profesor Rowe.
"El estudio nos da una nueva visión de la evolución que es la novedad. Y la novedad es uno de los resultados más espectaculares del proceso evolutivo", subrayó el experto.
Fuente:
BBC Ciencia