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14 de marzo de 2012

La dieta alta en grasas afecta la calidad del semen


Grasas saturadas

Los hombres que comen grasas saturadas tienen una menor calidad de esperma.

La dieta, particularmente una rica en grasas saturadas, puede tener un impacto en la calidad del esperma.

Una nueva investigación llevada a cabo en Estados Unidos encontró que los sujetos que comían regularmente dietas de comida chatarra o altos niveles de grasas saturadas, tenían una menor concentración y conteo espermáticos.

Estudios pasados han mostrado un vínculo entre la mejor calidad de esperma y el consumo de ácidos grasos omega 3, que se encuentra en el pescado y los aceites vegetales.

Y aunque la nueva investigación, publicada en Human Reproduction, fue llevada a cabo con un grupo pequeño de hombres, la misma confirma el impacto de la dieta en la fertilidad de un individuo.

En el estudio, dirigido por la profesora Jill Attaman de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, en Boston, 99 hombres respondieron a cuestionarios sobre su dieta y sometieron muestras de esperma para análisis durante cuatro años.

Los resultados mostraron que los sujetos que comían los niveles más altos de grasas saturadas tenían un conteo espermático 43% menor y una concentración espermática (el volumen de semen por número de espermatozoides) 28% más baja que quienes consumían la menor cantidad de grasas.

Por otra parte, los hombres que consumían la mayor cantidad de ácidos grasos omega 3 tenían esperma con una estructura

Lea el artículo cpompleto en:

BBC Ciencia

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21 de febrero de 2012

Detectan aldehídos tóxicos en el aceite recalentado


Investigadoras de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han descubierto por primera vez en alimentos la presencia de determinados aldehídos sospechosos de estar detrás de enfermedades neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer. Estos compuestos tóxicos aparecen en algunos aceites, como el de girasol, cuando se calientan a temperatura de fritura.



“Se sabía que el aceite a temperatura de fritura emite aldehídos que contaminan la atmósfera y que se pueden inhalar, así que decidimos investigar si estos compuestos todavía permanecen en el aceite después de calentarlo y efectivamente, así es”, señala a SINC María Dolores Guillén, profesora del Departamento de Farmacia y Tecnología de los Alimentos de la UPV.

La investigadora es coautora de un trabajo que confirma la presencia simultánea en el aceite de fritura de varios aldehídos tóxicos del grupo de los ‘oxigenados α, β insaturados’, como el 4-hidroxi-[E]-2nonenal. Además, dos de ellos se describen por primera vez en alimentos (4-oxo-[E]-2-decenal y 4-oxo-[E]-2-undecenal).

Hasta ahora estas sustancias solo se habían citado en estudios biomédicos, donde se relaciona su existencia en el organismo con diversos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer y el párkinson.

Los aldehídos tóxicos se generan como consecuencia de la degradación de los ácidos grasos del aceite y, aunque algunos son volátiles, otros permanecen en él después de la fritura. De esta forma se pueden incorporar a los alimentos cocinados. Como son compuestos muy reactivos pueden reaccionar con proteínas, hormonas y enzimas del organismo e impedir su buen funcionamiento.

La investigación, que publica la revista Food Chemistry, ha consistido en calentar a 190 ºC en una freidora industrial tres tipos de aceite: de oliva, girasol y lino. La operación se realizó durante 40 horas (8 horas al día) en los dos primeros y en 20 horas para el caso del aceite lino. Este último no se usa habitualmente para cocinar en occidente, pero se ha seleccionado por su alto contenido en grupos omega 3.

Más aldehídos tóxicos en el aceite de girasol

Tras aplicar técnicas de cromatografía de gases/espectrometría de masas y de resonancia magnética nuclear, los resultados revelan que los aceites de girasol y lino –especialmente el primero–, son los que generan más cantidad de aldehídos tóxicos y en menos tiempo. Estos aceites son ricos en ácidos grasos poliinsaturados (linoleico y linolénico).

Por el contrario, el aceite de oliva, que presenta mayor concentración de ácidos monoinsaturados (como el oleico), genera menos y más tarde estos compuestos nocivos.

En estudios anteriores, las mismas investigadoras encontraron que en los aceites sometidos a temperatura de fritura también se forman otras sustancias tóxicas, los alquibencenos (hidrocarburos aromáticos), y concluyeron que el aceite de oliva es el que menos cantidad genera entre los que ellas estudiaron.

La dosis hace el veneno

“No se trata de alarmar a la población, pero los datos son los que son y hay que tenerlos en cuenta”, subraya Guillén, que apunta la necesidad de seguir investigando para establecer unos límites claros sobre la peligrosidad de estos compuestos. “En algunas ocasiones la dosis hace el veneno”, recuerda la investigadora.

La normativa española que regula la calidad de los aceites y las grasas calentados establece un valor máximo del 25% para el contenido de componentes polares (productos de degradación que se originan durante la fritura). Sin embargo, según el nuevo estudio, antes de que algunos de los aceites analizados alcancen ese límite ya contienen “concentraciones significativas” de aldehídos tóxicos.

El trabajo cuantifica todos los aldehídos –no solo los nocivos– que aparecen durante la fritura. Además, sus autoras presentan un modelo que permite predecir cómo evolucionará en las mismas condiciones cualquier aceite hipotético del que se conozca su composición inicial de ácidos grasos.

Referencia bibliográfica:

Maria D. Guillén, Patricia S. Uriarte. “Aldehydes contained in edible oils of a very different nature after prolonged heating at frying temperature: Presence of toxic oxygenated α, β unsaturated aldehydes”. Food Chemistry 131 (3): 915-926, abril de 2012 (disponible on line desde septiembre de 2011). Doi: 10.1016/j.foodchem.2011.09.079.

Fuente:

Agencia SINC España



Las salchipapas, las combis y la salud pública (o "chapa tu combi y come tu salchipapa")

Hace algunos días vi en el programa Cuarto Poder, un reportaje acerca del “Proyecto Papeo”, el nuevo modelo de negocio que propone el empresario culinario Gastón Acurio y que cuenta con el entusiasta aval de la Municipalidad de Lima y la Universidad Católica. En él se propone la creación de las llamadas “Combis Salchipaperas”. Estoy convencido de que si esto se hace, estas combis, en vez de causar muertes por accidentes de tránsito, van a causar muertes por obesidad y enfermedades crónicas.


Salchipapa.jpg

El Perú, como muchos países en vías de desarrollo, está sufriendo el fenómeno de la transición epidemiológica. Esto significa que además de las enfermedades de la pobreza, como las diarreas y las infecciones respiratorias, los peruanos estamos ahora muriendo de las enfermedades de países ricos: obesidad, cáncer, diabetes y enfermedades del corazón.

En ese sentido, recientes estadísticas del Ministerio de Salud indican que en el Perú, ya uno de cada dos adultos y uno de cada 10 niños tiene sobrepeso y obesidad y no hay que ser mago para adivinar que si esta tendencia continúa, dentro de 20 ó 30 años el Perú podría igualar los increíbles índices de obesidad de México o Estados Unidos. En la actualidad, los gastos en el Perú por la obesidad se elevan a ocho mil millones de dólares al año.

La obesidad ha sido directamente relacionada a muchas enfermedades, entre ellas las llamadas Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) o enfermedades modernas. Estas son el cáncer, las enfermedades del corazón y la diabetes. En el Perú, las enfermedades del corazón constituyen la primera causa de muerte, el cáncer, la segunda. Tal es el problema, especialmente en los países pobres, que la Asamblea General de la Naciones Unidas tuvo el pasado setiembre una reunión especial sobre el tema de las ECNT. Fue la segunda vez en su historia que la ONU veía un problema de salud, la primera fue el SIDA en el 2001.

Es por eso de que a pesar de las buenas intenciones del “Proyecto Papeo” (promover los pequeños negocios, el microcrédito y la comida peruana), pensamos que si se empieza con las “Combis Salchipaperas”, ese progreso se hará a costa de un deterioro de la salud pública de los peruanos, especialmente de los niños.

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No estoy seguro, pero creo que la salchipapa es un invento peruano y para muchos (menos para el empresario Acurio), ese delicioso y grasoso platillo es la contribución peruana al mundo de la comida chatarra.

En el reportaje de Cuarto Poder se produce el siguiente diálogo (copiado al pie de la letra) entre el periodista y el Sr. Acurio:

Periodista: Se ha hablado últimamente de un impuesto a la comida chatarra… ¿la salchipapa no es comida chatarra?

Acurio: No, por supuesto que no porque es papas con ají. La papa es el gran regalo del Perú al mundo…

Periodista: a pesar de estar frita y todo…

Acurio: Es que depende del aceite pues, y depende de… si tú me dices: "oye sabes qué, he decidido comer todos los días salchipapas en la combi", yo te voy a decir "no hagas eso porque te hace daño, cómetela una vez por semana". Pero si son papas naturales, en buenos aceites, con una carne de calidad… el peruano come papas con ají toda su vida… el ají hecho artesanalmente y que además lo acompañas con chicha morada que es la bebida oficial de esta combi que es absolutamente saludable por distintas razones, los colores que tiene, el maíz morado, etc.… estamos ante una comida rápida porque lo importante es diferenciar lo que es comida rápida y comida chatarra, ¿no?

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De acuerdo a uno de los cocineros del reportaje, las salchipapas que se venderán en las “Combis Salchipaperas” tendrán los siguientes ingredientes:

- Tres tipos de carnes procesadas fritas: chorizo criollo, salchicha criolla y salchicha parrillera.
- Papas tumbay fritas.
- Tres tipos de salsa: huancaína, mayonesa y ketchup.

Si usted ha visto un plato de salchipapas, sabe que salen remojadas en aceite, y a propósito ¿cuál será el “buen aceite” que van a usar? ¿Será un caro y finísimo aceite de oliva o de canola, que son los aceites más saludables pero que no aguantan dos frituras seguidas porque se queman? O será un aceite vegetal con grasas trans que aguantan fritura tras fritura y que son los preferidos de los comerciantes que venden alimentos fritos? Las grasas trans causan entre 30.000 y 100.000 muertes al año por enfermedades del corazón en los Estados Unidos, por lo que han sido prohibidos en la ciudad de Nueva York.

En lo que se refiere a las calorías contenidas en las salchipapas, hagamos los cálculos:

- Cada salchicha pequeña tiene 273 calorías, multiplicado por 3 son 819 calorías solo en salchichas

- Una porción de papas fritas mediana tiene 380 calorías

- En las salsitas, que tienen una mezcla de queso, yema de huevo, más aceite y el rico ají deben haber unas 100 calorías por salchipapa.

En total, cada salchipapa bien servida tiene 819 + 380 + 100 = 1.299 calorías. Supongamos que para ahorrar, el vendedor le pone solo la mitad de las salchichas, el número de calorías en la salchipapa se reduce “a solo” 889 calorías

Si consideramos que una persona necesita alrededor de 2.000 calorías al día para vivir, una salchipapa le da aproximadamente la mitad de todas las calorías que necesita durante el día. Y lo mas terrible es que esas calorías vienen en su mayor proporción de las grasas y aceites de la salchipapa; grasas y calorías que contribuirán al desarrollo del cáncer, de las enfermedades del corazón y de la diabetes de los consumidores. Y ni qué decir de los nitritos que contienen esas salchichas, nitritos que están relacionados al cáncer de la boca, esófago, estómago, vejiga, cerebro y hasta leucemia de niños. En el Perú, el cáncer del estómago es la primera causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres, casi empatado con el de las mamas.

Y aquí es donde entra el problema con los niños. ¿Cree usted, amable lector, como se dice en el reportaje, que los niños se van a contentar con una sola salchipapa a la semana?. Después de verlos en el reportaje, felices de la risa engullendo su salchipapa, no lo creo... a no ser que los reconozcan y les digan "a ti no te vendo hoy porque ya te vendí ayer".

Y si las salchipapas van a ser baratas, como creo que lo serán (a no ser que sean una comida popular de lujo (¿?), estoy seguro que para muchos niños y adultos esta será la comida diaria o interdiaria preferida, especialmente si el proyecto es exitoso y como sueña el famoso chef, las “Combis Salchipaperas” están cada tres cuadras “como los carritos que venden salchichas en la Quinta Avenida de Manhattan en Nueva York…”

Y sobre la chicha morada, ¿cree usted, amable lector, que el efecto “absolutamente saludable” de la morada bebida va a neutralizar los efectos nocivos de la enorme cantidad de grasa y calorías de la salchipapa? Decir eso sería como recomendarle a alguien que se coma una zanahoria después de fumar un cigarrillo, para neutralizar.

Y por último, creo que el señor Acurio confunde conceptos. Él dice que la salchipapa es comida rápida y no es comida chatarra, dice que hay que saber diferenciar una de otra.

Está equivocado.

El término comida rápida se refiere a un estilo, a un modo de vender y servir comida, no a la comida en sí. Los restaurantes de comida rápida pueden vender comida saludable o comida chatarra. Se llama comida rápida porque la sirven rápido, al paso, sin esperar y no requieren de cucharas, tenedores o cuchillos. Por su lado, comida chatarra es comida no saludable, con alto contenido de grasas y azúcares.

Comida rápida es a salchipapa lo que medio de transporte es a un carro o a un avión.

El “Proyecto Papeo”, un proyecto de comida rápida ambulante, me parece una idea extraordinaria y que, creo, ayudará a mucha gente. Lo que me parece un atentado contra la salud pública del peruano, especialmente de los niños, es la comida chatarra que se quiere vender para inaugurar la obra.

Con la enorme diversidad de platillos que hay en nuestro país, ¿no pudieron haber escogido uno más saludable y menos dañino para empezar el proyecto?

¿O es que el escritor Thays tiene razón cuando dice que la comida peruana es indigesta y está cargada de grasas y carbohidratos?

Fuentes:

Blogs de El Comercio

24 de enero de 2012

Crean un jabón magnético que podría revolucionar la limpieza

Jabón magnético.

Una gota que contiene el jabón (dcha) es atraída por un imán.

Un grupo de científicos anunció que ha descubierto un jabón con propiedades magnéticas que podría servir para fabricar productos de limpieza más ecológicos.

Los investigadores, de la Universidad de Bristol, explicaron que el jabón tradicional disuelve la suciedad, grasa y los químicos, pero no los elimina del medio ambiente.

Aseguran que al aplicar un campo magnético al jabón los restos son acumulados y pueden ser eliminados por completo.

Los científicos enumeran entre sus posibles aplicaciones la limpieza del mar por un derrame de petróleo o la purificación del agua residual.

Hasta ahora, los detergentes usados en los derrames de crudo pueden causar un daño mayor que la polución que tratan de limpiar.

El anuncio del invento apareció clic publicado en la revista alemana Angewandte Chemie.

"Perplejidad"

Limpieza de crudo.

Los detergentes usados en los derrames de crudo pueden causar un daño mayor que la polución que tratan de limpiar.

Fue creado disolviendo hierro en un jabón líquido rico en cloro y bromo, similar al usado en los líquidos de enjuague bucal o en el suavizante.

Esto produjo un centro metálico dentro de las partículas de jabón que respondía a la presencia cercana de un campo magnético.

"Si hace diez años le hubieras dicho a un químico que iba a serEnlace creado un jabón que respondiera a los imanes, te había mirado con perplejidad", dijo el coautor del estudio Julian Eastoe, de la Universidad de Bristol.

"La investigación de la Universidad de Bristol en este ámbito trata de conferir propiedades extraordinarias a lo ordinario por medio del diseño químico".

Fuente:

BBC Ciencia

8 de enero de 2012

¿Cómo eran las porciones de comida hace 20 años?

Para "Conocer Ciencia" hay dos factores a considerar con respecto al alarmante incrmento mundial de la obesidad en el mundo:

1. El libre mercado con su flexibilidad laboral y sobre horas de trabajo (con el pretexto de "alcanzar la excelencia" y "ser productivois") impone a la PEA (población económicamente activa) un ritmo de vida acelerado y agotador (tanto a nivel físico como mental), la comida rápida es un producto del capitalismo, es la aplicación de modelos de producción industriales a la comida.

Y, como su nombre lo indica, el fast food es una cómida fácil de adquirir y de consumir; lo ideal para un trabajador cansado que quiere comer algo rápido, económico y de fácil acceso; y hecharse a dormir para continuar trabajando al día siguiente. La publicidad y el marketing de las multinacionales que producen cmida chatarra juega también aquí un factor importante.

2. Las sociedas actuales viven inmersas en una revolución de las comunicaciones. Ello conlleva a la pérdida de muchos hábitos antiguos y a la adquisición de otros nuevos. Ya no se manda un fax o se escribe carta; y la comunicación se hace impersonal con los SMSs y las redes sociales. Además, Internet nos conecta al mundo pero nos desenchufa del contacto personal, y si a esto le sumamos las horas que pasan los niños (y los no tan niños) delante de las pantallas consumiendo cine, video o video juegos... pues estamos ante un grave problema: el sedentarismo.

Debería de ser políticas nacionales: a) la implementación de almuerzos y desayunos SALUDABLES (con huevo sancochado, frutas y pan integral) en todas las escuelas públicas y privadas, estas meriendas serán elaboradas y supervisadas por nutricionistas; b) la eliminación de kioskos en las escuelas, o, en todo caso, prohibir la venta de comida chatarra en estos puestos, estos puestos deberían vender choclo sancochado, maní tostado, chicha morada de maiz o pan con queso fresco, por ejemplo; c) rescatar nuestra comida tradicional y crear nuevos platos (al estilo novoandino, por ejemplo) pero cuidando de que sea comida orgánica y nutritiva, consideramos que el futuro de todas las gastronmías apuntan (o deberían apuntar) en dicha dirección; d) promover políticas nacionales de educación física a todos los segmentos de la población, así como apoyo a todas las clases de deportes en todos los sectores sociales; los deportistas serán sinónimos de vida sana y modelos para la sociedad. Impulsar la construcción de ciclovías y el uso de la bicicleta como medio de transporte. Construir polideportivos en todas las provincias, con profesionales competentes y que sean pagados por el Estado; además cada polideportivo contará con planes de largo plazo (planes para 10 y 20 años en adelante).

Ahora los dejamos con esta nota del diario El Comercio...

En las últimas décadas, las raciones personales de algunos alimentos, especialmente la comida chatarra, han aumentado su tamaño. Estas no solo aportan más calorías, también incrementan la obesidad.

Imagen

Si bien las generosas cantidades de comida chatarra son el principal factor de obesidad, el aumento de las porciones y calorías hacen que la alimentación sea cada vez menos saludable. El Portion Distortion Quiz, del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, nos muestra cómo solían ser las raciones de alimentos hace 20 años.

SUPERHAMBURGUESA
La hamburguesa con queso de hace 20 años solo tenía 333 calorías, pero hoy en día pueden llegar a tener 590. Si tomamos en cuenta la variedad de ingredientes y presentaciones que nos ofrece el mercado, definitivamente el valor calórico se eleva.

EXTRA PIZZA
Hace 10 años, dos pedazos de pizza de pepperoni tenían 500 calorías. Hoy estas porciones vienen en tamaño grande y contienen alrededor de 850 calorías. Comiendo estos pedazos de pizza dos veces al mes, estaría agregando a su organismo 350 calorías extra, es decir, dos kilos adicionales por año.

GRAN COMBO
Si acostumbra ir al cine, seguro no se puede resistir ante el delicioso olor del pop corn. Las confiterías nos ofrecen una variedad de tamaños que van desde los más pequeños hasta los supercombos. Hace 20 años, las cajas de pop corn solo tenían 270 calorías. Hoy, la caja de tamaño grande tiene unas 630.

Un combo no tendría ese nombre si no viene acompañado de una bebida. Las gaseosas parecen ser la pareja perfecta del pop corn, y también han cambiado su presentación. Con un aumento de capacitad y un bajo precio, se han convertido en las bebidas preferidas de muchas familias.

MÁS QUE UNA TACITA DE CAFÉ
Hace dos décadas las personas no tenían tantas opciones para escoger el tamaño de una taza de café, que normalmente equivale a 8 onzas. Sin embargo, hoy un café simple es cuatro veces más grande de lo que solía ser. No se sorprenda al enterarse que el equivalente calórico de un café Mocha con leche y jarabe es igual a una comida completa.

Fuente:

El Comercio (Perú)

¿Por qué cuando tenemos un antojo elegimos comidas poco saludables?

La comida “chatarra” o los postres (con mucha grasa o azúcar) son preferidos antes que las frutas o las verduras.

Comida chatarra

Para muchas personas los antojos están ligados a una hamburguesa con papas, un pollo a la brasa, un milkshake o una torta de chocolate. Alimentos, todos ellos, carentes de un alto valor nutritivo y que, por el contrario, tienen la fama de poco saludables.

Se dice siempre que los antojos reflejan las necesidades de nuestro organismo, es decir, lo que nuestro cuerpo requiere. Algo que no es del todo cierto. Para explicar este fenómeno un grupo de expertos realizó un estudio en donde se da respuesta a esos “gustitos” que muchas veces no son la mejor elección.

Nutricionistas, psiquiatras y expertos en ciencias del comportamiento de la Universidad de Leed en Inglaterra se cuestionaban: si en verdad nuestro organismo es tan sabio, por qué sentimos la necesidad de comer algunos alimentos excedidos en grasa, colesterol o azúcar, que a la postre nos harán engordar o padecer de alguna enfermedad. En fin ¿Por qué cuando tenemos un antojo, lo último que elegimos son verduras, menestras y comidas saludables?

“Los especialistas atribuyen este fenómeno a factores psicológicos tales como tensión y la infelicidad y (a veces) a una necesidad genuina de ciertos alimentos”, señala la web del diario Daily Mail.

Andrew Hill, jefe de la unidad de investigación de esta universidad, señala que los antojos van más allá del hambre. “Cuando una persona tiene hambre come cualquier cosas, incluso alimentos que no son de su agrado”.

Por el contrario, “los antojos son una abrumadora sensación de deseo de un determinado producto”. Al parecer todo estaría en el cerebro.

LA COMIDA “CHATARRA”
La Dopamina es una hormona y un neurotransmisor implicado en el aprendizaje y la concentración. “Cuando vemos o aprendemos algo nuevo se libera del cerebro”, dice Hill. En segundo lugar están los opiáceos que nos dan la sensación de placer. “La combinación de estos dos factores hacen que comamos determinados productos y los volvamos a comer otra vez”.

“Desde el punto de vista evolutivo, los antojos de comida chatarra (grasas y azúcar) están ligados a la prehistoria cuando los opiáceos del cerebro y la dopamina reaccionó en beneficio de los alimentos altos en calorías como mecanismo de supervivencia”, señala el estudio.

“Estamos programados para disfrutar de grasas y sustancias azucaradas, y nuestros cerebros nos dicen que ellos las necesitan. Hoy en día, todavía tenemos las mismas reacciones a pesar de que existe una necesidad nutricional menor. Es decir lo hacemos por el simple hecho del sabor”.

EL ESTADO DE ÁNIMO Y EL CHOCOLATE
Otro factor en el deseo por los alimentos azucarados o grasos es el estrés. “El cuerpo produce una hormona llamada cortisol en respuesta al estrés,” explicó Leigh Gibson, especialista de comportamiento humano.

“Sus funciones principales son aumentar el azúcar en la sangre para ser utilizado como energía por las células del cuerpo, reforzar el sistema inmunológico y también bloquear la liberación del leptina e insulina, aumentando el hambre”, acotó

Ana Raymond, de la Asociación Dietética Británica, sostuvo que los antojos son una necesidad psicológica de alimentos altos en grasas y azúcar pero que deben, por supuesto, formar solamente una parte pequeña de nuestra alimentación diaria”.

“El 50% de los antojos están relacionados con el chocolate, dulces o galletas”, señala Hill.

Fuente:

El Comercio (Perú)

Perú: Cuáles son los productos que pagarían el impuesto a la comida chatarra

El decano El Comercio y su Santa Cruzada a favor de la comida chatarra y la obesidad infantil...

El viceministro de Salud, Enrique Jacoby, señaló que “los productos naturales” como el “pollo a la brasa” no estarán sujetos a esta medida.

Comida chatarra

MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ @martiacosta
Redacción Online

Las hamburguesas son el ícono de la comida chatarra. Un título que se han ganado a puro pulso gracias su poco aporte proteico y a su abundante carga calórica. Sin embargo, al compararla con otro tipo de platillo, como un pollo a la brasa, parecería que ambos son igual de dañinos para la salud, si son consumidos en exceso.

Pese a ello, nuestro popular pollo a la brasa estaría excluido del polémico impuesto que acaba de proponer el Ministerio de Salud. ¿Razón? Según el viceministro de Salud, Enrique Jacoby,” los productos naturales enteros, como el pollo no sufren modificaciones exageradas, ni son ultraprocesados, ni emulsificados, ni producido con aditivos abundantes”, comentó al elcomercio.pe.

Ello nos hace pensar en una nueva pregunta: ¿Qué considera el Ministerio de Salud como comida chatarra y qué productos estarán sujetos a este impuesto ?

QUÉ SÍ Y QUÉ NO
Según un documento de la Organización Panamericana de la Salud, son considerados alimentos chatarra aquellos productos que en 100 gr no excedan los 5 gr de azúcar, 1.5 gr de grasa saturadas o 30 miligramos de sodio. Además de ello no deben poseer grasas trans. Ello infiere que no deben ser sometidos a ultraprocesos, emulsificaciones, ni elaborados con abundantes colorantes ni aditivos”.

Los productos más cuestionados son los snacks, las gaseosas y los jugos con colorantes, que sí o sí estarán sujetos a este popular impuesto ¿Qué pasará con las hamburguesas? En principio el Ministerio de Salud informó que recogerá muestras de los productos que se ofrezcan en restaurantes y fast food, para después de un análisis saber si califican como saludables o no.

Del mismo modo, el viceministro señaló que otros productos como los cereales, leche, pescado, carnes, huevos y semillas también estarán exentos de esta medida. “Los picarones o el suspiro a la limeña consumidos en exceso también son dañinos pero a ellos no se le aplicará ningún impuesto porque no califican. Sabemos de qué están hechos”, comentó.

“En el caso de estos platillos solo vamos a sugerir que consumidos de forma continua y desmedida también resultan peligrosos para la salud. Sin embargo, hay una gran diferencia entre unos y otros: la comida chatarra es una especie de Frankenstein, una cosa inventada, que se elabora con diferentes productos artificiales, saborizantes y resaltadores de sabor. Si nos preguntamos de qué están hechos no sabríamos qué responder”.

PRIMERA PARTE DE LA CAMPAÑA
Jacoby resalta que el impuesto por sí solo no acabará con el problema de obesidad pero ayudará a disminuir el consumo de estos productos indeseables. “Esto irá acompañada de una serie medidas para promover la actividad física y una correcta alimentación”, comentó.

Según señaló la propuesta será estudiada por un grupo de congresistas para ver su factibilidad y a partir de ahí empezar una iniciativa legislativa, que deberá pasar por el Congreso o será sujeta a un debate público entre las partes interesadas.

Fuente:

El Comercio (Perú)

La comida chatarra: exceso de grasas y de polémicas en el mundo

Mientras que en el Perú recién se inicia el debate, algunos países hay medidas para controlar su consumo y han creado una legislación especial sobre el tema.

Hamburguesas

MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ @martiacosta
Redacción Online

Esta semana ha estado dominada por una polémica: la comida chatarra y la posible aplicación de un impuesto especial a su producción y consumo. Mientras algunos se muestran a favor de esta medida, otros la señalan solo como una parte de la solución, que debe estar acompañada de una campaña que incluya una adecuada educación alimenticia desde temprana edad y también un mayor régimen de ejercicios en los colegios.

Mientras en el Perú recién empieza este debate de ideas, otros países ya han mostrado avances en la reducción de los índices de obesidad, apelando a una estrategia integral de salud que en muchos casos incluyó la posibilidad de aplicar el polémico impuesto.

La propuesta no es nueva y, haciendo un breve repaso, Chile, Bolivia, México y Brasil son algunos de los países que han puesto en debate el asunto. Estados Unidos, el país que más identificado está con este tipo de comidas, también planteó medidas para disminuir el consumo de hamburguesas y pollo frito, sobre todo en niños. En Europa la reacción ha sido más enérgica: Dinamarca y Hungría aprobaron en tiempo récord un impuesto especial no solo a la comida, sino a los insumos que sirvan para elaborar estos productos.

A continuación te presentamos un recuento de polémicas, impuestos y sanciones que algunos países aplicaron a la comida chatarra.

EE.UU.
Estados Unidos tiene uno de los índices de obesidad más altos en el mundo. Por esa razón, no es extraño que se hayan presentado iniciativas de todo tipo para disminuir el sobrepeso.

En marzo del 2010, el estado de Carolina del Norte, propuso un impuesto del 18% sobre productos no saludables, lo que provocaría un descenso de 56 calorías por persona al día en ese país, y que permitiría bajar en 2,27 kilogramos el peso de cada consumidor y reducir considerablemente su riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la obesidad”. Sin embargo, el documento no fue aceptado por el senado norteamericano.

El California, una mujer demandó a McDonald’s aduciendo que la cajita feliz violaba con sus avisos las leyes de protección a los consumidores. Por esa razón, los combos para niños se aligeraron en calorías e inclusive se les añadió una fruta para hacerlo “nutritivo”.

Según informó McDonald’s, la nueva versión de la Cajita Feliz en América Latina estará compuesta por cuatro alimentos, con la adición de una fruta fresca, que variará con la estación del año.

La abanderada de la buena alimentación es Michelle Obama, pese a eso tiene el su esposo Barack Obama a su principal reto. Como se sabe, el presidente de Estados Unidos es un fanático de la comida chatarra.

MÉXICO
Estar al lado de Estados Unidos ha complicado de alguna manera la nutrición de los habitantes del país azteca. El ingreso de marcas americanas de fast food y su propia gastronomía han hecho que México ocupe el quinto lugar en obesidad infantil.

México ha destinado sus esfuerzos a tres rubros: controlar la publicidad de estos alimentos y controlar la estrategia de promoción de las empresas, la posibilidad (planteada en 2010) de establecer un impuesto especial y que este año se pondrá a discusión; y una adecuada política de alimentación en los colegios con un tema de quioscos saludables.

CHILE
En 2010, dos diputados chilenos (tras la propuesta del ministro de salud), se mostraron de acuerdo en aplicar un impuesto de 20% a aquellos alimentos que se les aumente sodio, como pollos crudos o golosinas.

La situación es muy parecida a la que hoy vive el Perú. Los ciudadanos no creen que esta sea la verdadera solución, sobre todo porque no se ha definido con claridad qué productos sí estarían sujetos a la medida.

“Una medida así aumentaría mucho nuestros costos”, dijo la gerenta de márketing de la cadena KFC en Santiago, Sandra Devillaine. “Si queremos combatir la obesidad, podemos fomentar el ejercicio o educar a la gente, pero no restringir qué comemos”.

EN BRASIL
La Fundación de Defensa del Consumidor de Sao Paulo impuso una multa de 3,19 millones de reales (unos 1,77 millones de dólares) a la cadena de hamburgueserías McDonald’s por incluir juguetes en sus menús infantiles.

El órgano consideró que entregar juguetes en el “happy meal” (cajita feliz) induce a formar hábitos alimentarios perjudiciales a la salud.

EN EL PERÚ
La Encuesta Global de Salud Escolar 2010, realizada por el Ministerio de Salud, señaló que el 20% de escolares de entre 13 y 15 años en el Perú presenta sobrepeso, mientras que el 3% padece de obesidad.

Asimismo, el 54% de alumnos peruanos confesó haber consumido gaseosas una o más veces por día en el último mes. Por esa razón, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) propuso que se prohíba en todos los quioscos de las escuelas del Perú la venta de comida chatarra.

Otro importante dato es que el 28,6% de los estudiantes prefiere pasar tres o más horas al día realizando actividades sedentarias como ver televisión, jugar en la computadora o estar conectado a Internet.

Diversos especialistas han señalado que esta medida es positiva pero debe acompañarse de una campaña integral de salud, donde la nutrición y los ejercicios sean también un bastión importante.

PUESTA EN PRÁCTICA
Dinamarca y Hungría son dos de los países que han decidido aplicar el impuesto a la comida chatarra. En el primero, incrementando el precio todos los alimentos con alto contenido en azúcar, sal, hidratos de carbono o grasa. La norma busca, además, destinar esta sobreganancia al Sistema Nacional de Salud. De esta forma, el gobierno húngaro espera recaudar unos 111 millones de euros

Por su parte, Dinamarca implementó un “impuesto a grasas” sobre productos como mantequilla y aceite, a fin de elevar la expectativa de vida en el país escandinavo. El impuesto es de 16 coronas (2,9 dólares) por kilogramo de grasas saturadas en un producto.

Fuente:

El Comercio (Perú)

2 de septiembre de 2011

El fin de un mito: Las grasas no nos hacen engordar



Durante décadas nos han dicho que comer grasa es el problema. El problema es otro.

Un poco de historia. En los años 70 las enfermedades cardíacas se estaban disparando en EEUU. Los infartos eran cada vez más frecuentes. Por entonces se descubrió el colesterol “malo” o LDL, responsable de las placas que bloquean las arterias. Comer grasa hace que aumente el colesterol total, así que la solución parecía evidente: comer menos grasa. Las autoridades sanitarias empezaron la campaña que después se exportó a todo el mundo occidental. Muerto el perro, se acabó la rabia.

Son los años de la pirámide nutricional, en la que se aconsejaba basar la dieta en una gran cantidad de hidratos de carbono (cereales, pan, pasta), poca proteína y casi nada de grasa. En 30 años el consumo de grasa se redujo de un 30% de las calorías totales al 20%. Comenzó el auge de la comida light, baja en grasas, que hoy todavía perdura, y con el que muchas empresas han ganado y ganan mucho dinero.

Sin embargo, en todos estos años, el número de casos de enfermedad cardíaca ha aumentado en EEUU. Hay menos muertes gracias a la cirugía, pero hay más enfermos. Para colmo, se han disparado los casos de obesidad y diabetes. Reducir la grasa no ha funcionado.

Los últimos estudios están por fin liberando a la grasa de falsas acusaciones. El verdadero culpable hay que buscarlo en el otro ingrediente de los donuts: el azúcar. Mientras que bajaba el consumo de grasa, el de azúcar se disparaba. La comida sin grasa pierde sabor, así que a ese yogur bajo en grasa se le añadía más azúcar para hacerlo más apetecible. El azúcar está en todas partes, especialmente en la comida de los niños. El azúcar es el principal responsable de la actual generación de niños obesos en todo el mundo.

Además, el azúcar se descompone al digerirla en glucosa y fructosa. La glucosa se puede usar como energía inmediatamente, pero la fructosa pasa directamente al hígado donde se transforma en triglicéridos, es decir, grasa. Según los últimos estudios, estos triglicéridos procedentes de la fructosa son los verdaderos responsables de las enfermedades cardiovaculares y las arterias obstruídas. La yema de huevo es inocente.

Así que olvídate del azúcar y consume grasa sin culpa. Pero cuidado, porque simplificar es peligroso. Todo lo anterior no quiere decir que la grasa “no engorde”. Un gramo de grasa contiene muchas calorías, y comiendo más calorías de la cuenta engordaremos.

Una buena regla es mantener la grasa entre el 20% y el 30% de nuestras calorías diarias. Es fácil pasarse. Si comes 2.500 calorías al día, eso son 60 gramos de grasa, o cuatro cucharadas de aceite. Otros alimentos, como la carne, el pescado, los frutos secos y los lácteos contienen grasa, y esos gramos se suman en seguida.

La otra norma es comer grasas de buena calidad. Sobre todo aceite de oliva, frutos secos, aguacates, pescado azul que no sea de piscifactoría o (esto es más difícil) carne de vacuno que no haya sido criada con grano. Huye de cualquier cosa que contenga “grasa vegetal hidrogenada”, también llamada grasa trans, un verdadero tóxico que ya es ilegal en muchos países. Y elige la mantequilla antes que la margarina.

Fuente:

QUO

8 de julio de 2011

Muerte (celular) por chocolate

¡Cuidado con morder ese Sublime! Antes de disfrutar de ese delicioso chocolate LEA esto:

Esas porciones extra de tarta de chocolate puede que hagan algo más que añadir unos kilos más – pueden crear un entorno tóxico que mate a tus células. Ahora, los investigadores dicen que han identificado un protagonista de este proceso: Un tipo de ARN que anteriormente se pensaba que sólo modificaba otras moléculas de ARN. Bloquear a estos sorprendentes villanos podría proporcionar una nueva forma de combatir la toxicidad de las grasas, una causa principal de los fallos renales y cardiacos.


El ARNpno (rojo) fuera del núcleo (verde) dispara la muerte celular

La mayor parte del tiempo cuando ingerimos más de lo necesario, el tejido adiposo, que está hecho de las células específicas del cuerpo para almacenar grasa, enjugan cualquier exceso de calorías que circulan por el torrente sanguíneo. Las células adiposas, sin embargo, no siempre pueden lidiar con la gran cantidad de grasa de las dietas modernas, y el exceso de grasa circula por el torrente sanguíneo. Cuando otras células del cuerpo toman la grasa extra, ésta puede interferir con su mecánica interna y actividad genética, provocando su suicidio. A gran escala, estos kamikazes celulares pueden llevar a fallos renales y cardiacos.

Hoy, en la revista Cell Metabolism, investigadores liderados por Jean Schaffer, cardiólogo de la Universidad de Washington en St. Louis, informan de la identificación de un gen que parece ser el responsable de esta muerte celular inducida por la toxicidad. Secciones del gen, conocido como rpL13a, no codifican una proteína, según encontraron los investigadores, sino un extraño tipo de molécula de ARN conocida como ARN pequeño nucleolar (ARNpno). La tarea principal de estas moléculas es modificar otras moléculas de ARN.

Para descubrir si estos ARNpno disparan la muerte celular en un entorno alto en grasa, Schaffer y sus colegas añadieron tres ARNpno codificados mediante genes para células con un gen rpL13a alterado. Las células se suicidaron. Otros experimentos demostraron que grandes cantidades de ácidos grasos incrementaron la producción de la proteína y el ARNpno codificado por rpL13a, y que bloquear la acción de los ARNpno producidos por rpL13a disminuía la muerte celular en respuesta a una variedad de situaciones de estrés, no sólo un exceso de grasa. Los investigadores añadieron un marcador fluorescente al ARNpno y encontraron que, en lugar de permanecer en el núcleo como se pensaba anteriormente, se localizaba en el citoplasma. Hallar ARNpno en una nueva posición puede significar que estas moléculas tienen un rango de funciones que los investigadores ni siquiera habían pensado anteriormente en buscar.

Este estudio abre una nueva forma de prevenir daños fisiológicos procedentes de enfermedades tales como diabetes y obesidad, comenta Schaffer, debido a que ahora los investigadores saben qué moléculas buscar en el futuro desarrollo de medicamentos. El estudio también es significativo, dice el biólogo E. Stuart Maxwell de la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Raleigh, debido a que revela que el ARNpno ayuda a determinar si la célula se suicidará. “Esto va a hacer que la gente empiece a pensar en el papel que desempeñan estos ARNs” aparte de sus funciones tradicionales, que normalmente se pensaba que estaban limitadas a modificar otras moléculas de ARN, comenta.

Fuente:

Ciencia Kanija

10 de febrero de 2011

Comer mal, pensar más lento



Dos niños toman refrescos y patatas fritas.


  • Asocian la mala dieta a los tres años con un menor rendimiento en la infancia
  • Estudios con ratas muestran cambios neuronales debidos al exceso de grasas
Una mala dieta durante los primeros años de vida, con demasiadas grasas y azúcares, podría estar vinculada, según ha mostrado un nuevo estudio estadístico, con un descenso en el rendimiento intelectual del niño cuando se encuentre en edad escolar. Por el contrario, quienes se alimentan en su más tierna infancia de abundantes vitaminas y nutrientes obtienen, como media, mejores resultados en los tests de inteligencia que realizan durante la educación Primaria, siempre según la citada investigación.

El estudio, dirigido desde la Universidad de Leeds (Reino Unido) y publicado en 'Journal of Epidemiology and Community Health', ha mostrado una leve asociación entre la mejor alimentación recibida a los tres años y la puntuación obtenida en las pruebas de destreza. Esta relación, según admiten los propios autores, ofrece una evidencia aún "modesta" sobre los efectos de la nutrición en la inteligencia.

Sin embargo, los resultados son coherentes con anteriores investigaciones, que ya sugerían un peor rendimiento escolar a causa de la mala dieta, así como con otros estudios que han mostrado -por el momento en ratas de laboratorio- que el aumento de grasas puede causar desórdenes neuronales. Los autores atribuyen este efecto a que hasta los tres años el cerebro se está formando a gran rapidez, por lo que cualquier cambio en las condiciones alimentarias amplifica sus efectos a esa edad.

El presente estudio ha utilizado datos de unos 4.000 niños obtenidos durante los años 90 en el Reino Unido, y que ya habían sido usados para diversas investigaciones. Los padres rellenaron formularios con las bebidas, comidas y cantidades de cada producto que les daban a sus hijos, desde los tres años hasta los ocho y medio, que es la edad a las que se les somete a las 'pruebas de inteligencia Weschler', que tienen en cuenta tanto destrezas verbales como manuales.

Partiendo de estos datos, se distinguieron tres clases de dietas: 'procesada', alta en grasas y azúcares; 'tradicional', rica en carnes y vegetales; y 'preocupada por la salud', dominada por ensaladas, pasta y arroz. A partir de esta clasificación, se pudo comprobar una asociación entre la comida 'procesada' y bajas puntuaciones en el 'test Weschler', al mismo tiempo que la dieta 'preocupada por la salud' se relacionaba con mejores resultados en las pruebas.

Clase social y educación

Cabe destacar, sin embargo, que la estadística dejaba de ser significativa cuando se tenían en cuenta el resto de factores sociales y ambientales que pueden influir negativamente en la inteligencia, tales como la clase social, la educación de los progenitores, la edad de la madre y otros. Del mismo modo, no se pudo relacionar la dieta entre los cuatro y los siete años con la puntuación recibida a los ocho.

Con todo, los autores concluyen que "en la población de niños británicos contemporáneos, una dieta pobre, asociada con una gran ingesta de comidas procesadas, grasas y azúcar en la infancia temprana podría estar asociada con un menor cociente intelectual a la edad de 8,5 años".

"No existen evidencias al respecto", comenta sobre estos resultados el doctor Jesús Argente, catedrático de Pediatría en la Universidad Autónoma de Madrid. "Yo cogería las conclusiones con pinzas hasta que no hubiera resultados más concluyentes", añade.

En todo caso, este experto recuerda que "la mala nutrición desde la infancia no sólo genera obesidad", de manera que "parece presumible que provoque algún tipo de deterioro en la inteligencia". "Pero el tema es lo bastante serio como para no decir que está comprobado hasta que no lo esté realmente", resume.

Argente, que es también director del Laboratorio de Investigación del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y miembro de la red Ciber de Nutrición, formó parte de un grupo internacional que publicó el pasado mes de agosto, en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), un experimento con ratas que también relacionaba la mala alimentación con un deterioro cerebral.

"Las ratas que se habían sometido desde época neonatal a dietas altas en grasa presentaban claramente una alteración neuronal", explica el pediatra.

Fuente:

El Mundo Salud

8 de marzo de 2010

El paladar puede detectar el gusto a grasa


Lunes, 08 de marzo de 2010

El paladar puede detectar el gusto a grasa, según un estudio en Australia


Se suma a los otros cinco sabores: ácido, amargo, dulce, salado y agridulce

Una hamburguesa con patatas fritas. Foto: AP / CHITOSE SUZUKI

Una hamburguesa con patatas fritas.
El paladar del ser humano es capaz de identificar en los alimentos el gusto a grasa, que se convertiría así en el "sexto sabor", según un estudio publicado hoy en Australia.

"Hemos concluido que hay un sexto sabor además de ácido, amargo, dulce, salado y umami" (gusto sabroso del caldo de gallina, presente en tomate, queso parmesano), ha afirmado Russell Keast, profesor de la Universidad de Deakin en Melburne y jefe de los investigadores.

Keast ha explicado que su equipo analizó a 50 sujetos para determinar su capacidad de detectar contenidos grasos en distintos tipos de comida, aunque algunos necesitaron una concentración mayor que otros.

Los científicos también han demostrado que esa destreza está unida a su peso y porcentaje corporal de grasa.

"Aquellos sujetos con contenidos bajos, o delgadas, son más sensibles a la grasa, mientras los obesos tienen más problemas para detectarla en los alimentos", ha indicado Keast.

Su hipótesis es que algunas personas pierden su sensibilidad a la grasa cuando consumen demasiada porque el cuerpo se adapta al alto contenido en grasa de la dieta.

"A todos nos gusta la comida grasienta"

Esto es cada vez más frecuente por los hábitos alimentarios de la sociedad moderna, más sedentaria y volcada en la comida rápida en vez de alimentos sanos y una dieta equilibrada.

Keats señala que el descubrimiento permitirá conocer por qué el organismo reacciona de formas distintas al ingerir grasa y si es posible imitar su sabor para "engañar" al cuerpo y ayudar a adelgazar, "puesto que a todos nos gusta la comida grasienta".

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El Periodico

16 de febrero de 2010

El cambio climático pone en peligro la seguridad alimentaria


Martes, 16 de febrero de 2010


El cambio climático pone en peligro la seguridad alimentaria

Producir alimentos para un planeta cada vez más poblado y caliente será uno de los retos más importantes del siglo XXI

El incremento de la temperatura en más de tres grados centígrados para mediados de siglo traerá consigo la disminución de la capacidad productiva de la tierras cultivables que podría ocasionar una catástrofe alimentaria entre las más de 3.000 millones personas que vivirán en las cercanías del ecuador del planeta, según la información recogida en un especial de la revista Science (12 de febrero de 2010).

Arrozales chinos
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Muchos agricultores chinos tienden a utilizar excesivos fertilizantes nitrogenados para obtener mayores cosechas- SCIENCE/F.S.ZHANG

Exceso de fertilizante en el maíz
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Campos de maíz en China con exceso de fertilizante s nitrogenados (urea)- SCIENCE/F.S.ZHANG

"Estamos evaluando una disminución en la producción agrícola del 20% al 30% en los próximos 50 años para los campos entre las latitudes del sur de California o de Europa hasta Sudáfrica", ha comentado a EL PAíS David Battisti, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Washington.

Aún sin un clima más cálido, el crecimiento de la población mundial en más del 30% antes de 2050 representa un notable desafío que obligaría a duplicar la producción de granos en las zonas tropicales.

Más de 60 investigadores de 14 países son los autores del especial de Science en el que se recalca la necesidad de que los líderes del mundo "cambien drásticamente sus nociones" de este problema, lo que implica superar el temor popular a usar la biotecnología agrícola, incluida la producción de alimentos genéticamente modificados. Hay que usar "la mejor ciencia posible", han afirmado.

Nina Federoff, consejera de Ciencia y Tecnología de la Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y autora principal del artículo Repensando radicalmente la agricultura para el siglo XXI, ha expresado que su preocupación crece cada vez más porque todavía "no entendemos lo que implicará alimentar a una población en crecimiento en un planeta que se calienta".

Matthew Reynolds, jefe del departamento de Fisiología del Trigo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), ubicado al norte de México, y coautor del mismo estudio, ha dicho que algunos de los alimentos y cosechas más importantes disminuyen su fibra y valor nutricional de forma drástica a temperaturas superiores a los 30 grados centígrados.

"Entre otras razones, esto se debe a que la fotosíntesis de cosechas templadas importantes alcanza su grado óptimo a temperaturas de 20 a 25 grados, pero con el incremento de la temperatura las plantas se desarrollan rápidamente dejando menos tiempo para la acumulación de carbohidratos, grasas y proteínas, que constituyen la mayor parte de las frutas y granos".

Lea el artículo completo en:

El País Ciencia

25 de agosto de 2009

¿El exceso de grasa encoge el cerebro?

Martes, 25 de agosto de 2009

¿El exceso de grasa encoge el cerebro?

La obesidad puede reducir el cerebro en personas de la tercera edad.



Un estudio realizado por Paul Thompson, investigador de la Universidad de California, apunta a que la obesidad puede reducir el tamaño del cerebro en los ancianos, haciéndolos más vulnerables a la demencia.

Tras estudiar a 94 sujetos que superaban los setenta años de edad, Thompson observó que el cerebro de los obesos parecía 16 años más “viejos” que el de sus compañeros más delgados. Sus resultados indican que los ancianos con mayor índice de masa corporal (IMC) tienen también un cerebro más pequeño, en concreto un 8% más reducido que el de sujetos con un peso normal. Y que la pérdida de masa cerebral se produce fundamentalmente en el lóbulo temporal y el lóbulo frontal, con un importante papel en la planificación y la memoria, respectivamente.

Thompson sugiere que a medida que aumenta la grasa corporal es más probable que existan arterias obstruidas, lo que reduce la llegada de oxígeno y sangre a las neuronas del cerebro. La buena noticia, añade, es que hacer ejercicio intenso puede “salvar” la misma cantidad de tejido cerebral que se pierde a causa de la obesidad. Sus conclusiones se publican en la revista Human Brain Mapping.

Fuente:

Muy Interesante - Salud

5 de diciembre de 2008

Papas fritas pueden causar cáncer

Papas fritas pueden causar cáncer



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EFE

Las patatas fritas de bolsa y caseras podrían contener una sustancia cancerígena denominada glicidamida, según comunicaron científicos de la Universidad Técnica de Múnich (TUM, en alemán).

Glicidamida, la culpable

Hasta la fecha, se conocía que la glicidamida era obtenida por el cuerpo al metabolizar el hígado la acrilamida, que es, a su vez, otra sustancia química que se encuentra en las patatas fritas y otros productos que han sido freídos a altas temperaturas.

Pero dicho estudio alemán han confirmado algo que se sospechaba desde hace tiempo: que la glicidamida también se genera en la preparación de fritos a altas temperaturas.

Al igual que la acrilamida, esta sustancia supuestamente cancerígena se produce a partir de que el aceite supera los 120 grados centígrados, aunque las concentraciones realmente peligrosas se cree que empiezan a partir de los 180 grados.

Los científicos -que analizaron diez tipos de patatas fritas de bolsa o "chips", tres tipos de patatas listas para freír y patatas fritas al estilo casero- hallaron glicidamida en concentraciones entre los 0,3 y los 1,5 microgramos por kilogramo, mientras que las de acrilamida era de 300 a 600 microgramos por kilo.

A pesar de la diferencia de las cantidades, los científicos han evaluado que la presencia de la glicidamida es significativamente más peligrosa para la salud humana que la de la acrilamida.

Incluso otro estudio realizado por científicos de la Universidad de Kariserslautern reveló que hasta los niveles más nimios de glicidamida han generado mutaciones a nivel celular en animales.

Omegas no son tan saludables

Por otro lado, la TUM también ha abierto otra vía de investigación al revelar que los productos fritos con aceites no saturados, como el de girasol, contienen más glicidamina que los que fueron cocinados con aceites saturados, como el de palma.

Esto desbarata la fama que tienen los aceites poliinsaturados de ser más saludables para la salud humana por su alto contenido en Omega 3 y Omega 6 que los saturados, ya que resultaron ser fatales porque el producto que fue freído con aceite de girasol finalmente contenía más niveles de esta sustancia cancerígena.

Diversos estudios han indicado que los aceites no saturados, al entrar en contacto con el oxígeno presente en el aire crean hidroperóxidos, los cuales provocan que la acrilamida de los productos, en este caso de las patatas, se transmute en glicidamida cuando son fritas.

De ahí que el jefe del equipo de investigación de dicha universidad, Michael Granvogl, afirmase que "los primeros resultados han indicado que los aceites con ácidos saturados son la mejor opción" en este caso.

Los científicos de la Universidad Técnica de Múnich adelantaron, por su parte, que en su línea de trabajo están desarrollando nuevos estándares de comercialización para la industria alimentaria, ya que la meta es reducir los niveles de glicidamida.

Los expertos recomiendan, al igual que en el caso de la acrilamida, cocinar con temperaturas más moderadas, siguiendo la consigna de "dorar y no carbonizar", con tiempos de fritura cortos y no superiores a los 175 grados.


Fuentes:

Univision

Salud.com

Mujer Noti Email

Pero eso no es todo la obesidad crece en diversos lugares de Amñerica Latina. Conocer Ciencia investigó y determinó que las papas fritas son una de las principales responsables de la obesidad:

México: En Oaxac casos de cáncer al estómago se han triplicado

Argentina: Grasa en los alimentos aumenta casos de infarto

Chile: En Santiago el 54% tiene sobrepeso y un 16% es obeso

20 de marzo de 2007

Especial: Cirugía Plástica 3
Para la grasa que no quemamos
Conozca más sobre la liposucción...

La grasa es un almacén de energía. A causa del cambio en las condiciones de vida, almacenamos grasa que no llegamos a utilizar. La consecuencia directa es la obesidad.

Por Tomás Unger

Por millones de años, las tres preocupaciones del hombre y sus antecesores eran no dejarse comer, comer y reproducirse. Las tres requieren energía que se obtiene del alimento, que no era fácil conseguir. Para las ocasiones en que el alimento era abundante, la evolución desarrolló mecanismos que lo convierten en grasa y la almacenan. Esta reserva sirve para disponer de energía cuando el alimento es escaso. A medida de que el alimento se ha vuelto más fácil de obtener, el esfuerzo para ello ha ido disminuyendo. Hoy, sin necesidad de huir de predadores y con las máquinas reemplazando el trabajo físico, el requisito de energía se ha reducido drásticamente.

Nuestros mecanismos biológicos no han cambiado tan rápido como las condiciones de vida y seguimos almacenando reservas de energía en forma de grasa. La consecuencia es una epidemia de obesidad, contra la cual el remedio natural es cambiar el tipo de comida, reducir su cantidad y hacer ejercicio físico. No todos quieren o pueden hacerlo, pero desean reducir la grasa y el remedio extremo es la cirugía. Existen otras formas más drásticas, como reducir el aparato digestivo o impedir la ingestión de alimentos sólidos, pero aquí nos ocuparemos solo de la extracción de grasa (liposucción).

UN NUEVO RECURSO
El retiro de grasa para fines estéticos tuvo un mal comienzo. En el año 1926 una modelo francesa recurrió al cirujano Charles Dujarier para reducir sus muslos. La operación produjo una gangrena que requirió amputación. Este desenlace hizo perder interés en ese tipo de cirugía por varias décadas. Recién en los años 60 se volvió a practicar en Europa la reducción de grasa, por métodos de curetaje (retiro directo por corte y extracción) que tuvo malos resultados.

Recién en 1982, el cirujano francés Ives-Gerard Illouz presentó un nuevo método: retirar grasa por succión. La técnica consistía en introducir una cánula (tubo hueco) aplicando vacío. En la década del 80 diversos cirujanos trabajaron para perfeccionar el método y en 1985 dos dermatólogos americanos introdujeron un sistema sin anestesia general, manteniendo al paciente parcialmente consciente. Para entonces ya se utilizaba la inyección de líquidos para facilitar el proceso y en los años 90 se introdujo el ultrasonido.

EL LÍQUIDO Y LA VIBRACIÓN
Más de tres décadas de perfeccionamiento han llevado la tecnología de la liposucción a un alto nivel de eficiencia. Según la revista especializada "Dermatologic Surgery" ("Cirugía dermatológica"), las complicaciones clínicas para los procesos de liposucción suman solo el 0,7% de los casos. Entre estas complicaciones se incluye una gran variedad de riesgos, siendo probablemente el más importante la reacción alérgica a la anestesia.

En todas las modalidades se inyecta una solución salina (como nuestros fluidos corporales), el anestésico local Lidocaína y Epinefrina, que contrae los vasos sanguíneos para reducir el flujo de sangre durante la operación. El procedimiento más aceptado hoy es la liposucción húmeda o tumescente, en la cual se inyecta una cantidad de líquido mayor que el volumen de grasa por extraer.

EL ULTRASONIDO
A fines de la década del 90 los cirujanos introdujeron un nuevo recurso para ayudar a la liposucción: el ultrasonido*. Las vibraciones ultrasónicas rompen las células de grasa, con lo que ayudan a licuarla y hacen más fácil su extracción por succión. Primero el ultrasonido se aplicó a la cánula (tubo de succión), pero hoy también se emplea en forma externa. La liposucción asistida por ultrasonido (UAL) es muy ventajosa en las zonas fibrosas donde la grasa está estratificada entre músculos. En algunos casos se forman seromas (bolsones de fluido) que deben ser retirados con una aguja.

Ya sea con la cánula, o aplicado externamente, el ultrasonido tiene ventajas. Al ayudar a la licuefacción de la grasa, facilita su extracción y produce menor pérdida de sangre. Una combinación de técnicas y perfeccionamiento de los instrumentos ha dado lugar a la combinación de técnicas de liposucción, pero todas tienen en común el principio básico de procedimiento, que consiste en darle la máxima liquidez a la grasa para facilitar su extracción por succión. Todos los sistemas usan cánulas y requieren en mayor o menor grado las mismas intervenciones.

PIEL Y MÚSCULO
En una operación de liposucción se llega a sacar hasta cinco litros de grasa. Para tener una idea del volumen que esto representa, imaginemos cinco gaseosas de un litro o una columna de 10 x 10 cm de base y medio metro de alto. Este volumen de grasa deja un gran espacio vacío, ya sea en el abdomen, en las nalgas o muslos y, si la piel no es suficientemente elástica, debe recogerse para que no quede colgando. Hay diversas técnicas, de acuerdo con la edad y el tipo de piel, para obtener los mejores resultados estéticos después de la liposucción.

El retiro de la grasa requiere cierta preparación. El paciente no debe tomar anticoagulantes ni fumar. Con cualquier tipo de anestesia, el paciente debe estar en ayunas. El tiempo de recuperación depende de la extensión de la liposucción. Por lo general, se requiere un vendaje compresivo por varias semanas y la recuperación total puede demorar bastante más hasta que desaparezcan los moretones y la hinchazón. La insensibilización puede durar varias semanas.

EFECTOS COLATERALES
Como vimos, el porcentaje de complicaciones es muy bajo en la liposucción moderna, existiendo siempre el peligro de una reacción alérgica a la anestesia. Como en todas las operaciones hay un riesgo de infección. El daño a la piel es inevitable desde que se tiene que introducir la cánula, pero es una lesión menor y generalmente cicatriza bien. Una de las posibles complicaciones es la necrosis (muerte de la piel), que aumenta el peligro de infección, demora en recuperarse y deja una cicatriz.

EL RESULTADO
En cuanto al resultado de la liposucción, o para el caso de cualquier cirugía estética, su evaluación es subjetiva. Como todas las intervenciones destinadas a mejorar el aspecto físico, se hacen por decisión del paciente, quien será en última instancia el juez de los resultados. Todos los inconvenientes, el costo, riesgo y sufrimiento que supone una intervención quirúrgica se justifican cuando el resultado es satisfactorio. No se debe olvidar que, a diferencia de la cirugía debida a una condición patológica que la requiere, la cirugía estética es opcional.

En el caso de la liposucción, es una alternativa a la dieta y al ejercicio, un esfuerzo prolongado que requiere constancia y fuerza de voluntad. En algunos casos lo anterior no es una opción, por lo que el paciente se decide por la cirugía. Casi siempre el resultado estético de la liposucción es más previsible que el de una cirugía facial, por lo que generalmente satisface las expectativas. Es por esto que la liposucción es una de las formas más exitosas y comunes de cirugía estética, a la que sigue la de los senos, de la que nos ocuparemos próximamente.

* El oído humano puede captar desde 20 vibraciones por segundo (20 Hz) hasta 20.000 (20 kHz). No oímos las frecuencias por encima de 20 kHz, por lo que se llaman ultrasonido. Los perros oyen encima de 30 kHz y los murciélagos encima de 100 kHz.

Fuente.

El Comercio
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