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16 de noviembre de 2012

Descubiertas en Sudáfrica las lanzas de piedra más antiguas

Las piedras descubiertas en el yacimiento de Kathu Pan en Sudáfrica. | Jayne Wilkins

Las piedras descubiertas en el yacimiento de Kathu Pan en Sudáfrica. | Jayne Wilkins

Hace medio millón de años, nuestros antepasados ya cazaban con afiladas lanzas de piedra. Esto es lo que acaba de comprobar un equipo de científicos liderado por Jayne Wilkins, de la Universidad de Toronto, al descubrir que estas armas prehistóricas se usaban 200.000 años antes de lo que se pensaba hasta ahora.

 Wilkins, la firmante principal de estudio recién publicado en 'Science', junto con investigadores de la Universidad de Arizona y de Ciudad del Cabo, han llegado a esta conclusión tras analizar piedras del yacimiento de Kathu Pan en Sudáfrica. Las rocas fueron recogidas durante las excavaciones realizadas por el arqueólogo Peter Beaumont entre 1979 y 1982.

El equipo corroboró la función de lanza de estas piedras comparando su desgaste con el deterioro en armas más modernas utilizadas para cazar gacelas.

"Esto cambia el modo en que pensábamos acerca del surgimiento de capacidades humanas antes del origen de nuestra propia especie", explica Jayne Wilkins. "Aunque tanto los neandertales como los humanos usaban lanzas con punta de piedra, ésta es la primera evidencia de que esta tecnología se originó antes de la divergencia entre las dos especies", explica Wilkins.

Estas armas eran comunes en la Edad de Piedra, hace unos 300.000 años. Sin embargo, este nuevo hallazgo muestra por primera vez que fueron usadas en el Pleistoceno Medio, un periodo asociado con el Homo 'Heidelbergensis', el ancestro común de los neandertales y los humanos modernos. "Hasta el momento era discutida la sofisticación cultural del 'Homo Heidelbergensis' que nosotros habíamos descubierto en la Sima de los Huesos. Este hallazgo termina de confirmar esa complejidad", asegura Jose María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, a ELMUNDO.es

Este descubrimiento hace que "algunas de las características que asociamos con los humanos modernos y nuestros parientes más cercanos se remontan más atrás en nuestro linaje", comenta Wilkins.

La fabricación de estas puntas de lanza de piedra (conocidas como enmangamiento) fueron un avance importante en los métodos de caza los primeros humanos. Esto requería un mayor esfuerzo y mayor habilidad y a su vez incrementaba las posibilidades de matar a las presas.

El hallazgo, por tanto, "corrobora que la complejidad tecnológica no es sólo propia de los neandertales", dice Bermúdez de Castro. Cada vez son más comunes las descubrimientos "sobre herramientas complejas progresivamente más antiguas".

Fuente:

El Mundo Ciencia
 

3 de septiembre de 2012

Violar a los hombres: un arma de guerra



Un hombre de 25 años, víctima de una violación por parte de miembros del ejército de la República Democrática del Congo

El estigma social que rodea al sexo entre hombres hace que este tipo de violaciones sean un tabú.

Se estima que el 22% de los hombres del este de la República Democrática del Congo (R.D.C.) fue víctima de la violencia sexual.

Esa es la sorprendente cifra que reveló el periodista Will Storr cuando se embarcó en su investigación sobre la violación como arma de guerra, para el documental radiofónico de la BBC "An unspeakable Act" (Un acto del que no se puede hablar). 

El título hace referencia al silencio que en general mantienen las víctimas de la violencia sexual en R.D.C., la mayoría mujeres.

Pero según el periodista de la BBC, muchos académicos contemporáneos creen que el tabú que rodea a las víctimas es más fuerte en el caso de los hombres, un fenómeno mucho menos conocido pero más frecuente de lo que se pensaba.

Para investigar el tema Storr viajó a Kampala, Uganda, el lugar donde se refugian muchas víctimas de la violencia sexual en la vecina R.D.C.

Las organizaciones de ayuda a este tipo de víctimas tienen recursos para apoyar a las mujeres, pero no a los hombres.
"Naciones Unidas ha desatendido el tema de la violencia sexual contra los hombres y los niños durante muchos años"
Lara Stemple, académica de la Universidad de California

Éstos se sienten rechazados por la sociedad africana, así como por sus amigos y familiares.

El doctor Chris Dolan dirige la organización Refugee Law Project, en Kampala, que presta ayuda legal a refugiados.

Desde 2006 colaboró en los servicios de ayuda a las mujeres pero "a mediados de 2009 organizamos por primera vez un taller diseñado especificamente para hombres", le contó a Storr.
"Vinieron 150".

Desde entonces lidera la investigación del fenómeno y una campaña para reconocer que los hombres también son violados.

Un gran tabú

"Nunca habían hablado sobre ello. Nos dimos cuenta de que muchos de los hombres llevaban 5 o 6 años, o más, sin haber hablado nunca de lo que les había pasado", dijo Dolan.

"Tampoco habían pedido ayuda médica y dado el nivel de violencia utilizada algunas de las lesiones eran muy graves, desde daños en el ano hasta incontinencia e infecciones", le explicó a la BBC.

En un contexto legal occidental, los crímenes de que fueron víctimas estos hombres son igual de horrendos que los que sufren las mujeres, pero en esta parte de África no se concibe el sexo entre dos hombres.

"Cualquier tipo de encuentro sexual entre dos hombres es un crimen, y las dos partes involucradas son cómplices en ese crimen", explica Dolan.

"Asi que lo que nosotros entendemos como violación en términos legales no se entiende como violación, sino como un acto "en contra de las leyes de la naturaleza"".

"Así que el problema es así de simple: los hombres no pueden ir a la policia y acusar a alguien de violación", continuó Dolan.

Además, explica el doctor, "el hecho de ser el que "recibe" se interpreta como ser pasivo, que a su vez se interpreta como cumplir el rol de la mujer, que a su vez se interpreta como que eres homosexual".

"Me usaron como a una mujer", dijo uno de los refugiados con los que habló el periodista de la BBC, incapaz de encontrar un término para describir cómo lo habían violado.

Cifras que rompen esquemas

Mujer congoleña de 35 años, víctima de una violación cometida por tres soldados

Esta mujer fue violada por tres soldados cuando estaba embarazada de tres meses. Perdió el bebé y su marido la abandonó. Tiene cuatro hijos.

La violencia sexual contra las mujeres en R.D.C. está ampliamente documentada: se estima, por ejemplo, que cada cinco minutos tres mujeres son violadas en ese país.

Pero no hay datos contundentes cuando se trata de hombres.

Las cifras citadas por los académicos se refieren a un estudio de 2010 publicado en la revista científica Journal of the American Medical Association, según el cual el 22% de los hombres del este de R.D.C. (y el 30% de las mujeres) reconocieron haber sido víctimas de violencia sexual en el contexto del conflicto armado. La investigación cubría un periodo de 16 años.

La autora del estudio, la Doctora Lynn Lawry, del Harford Medical School , le dijo a la BBC que los resultados de su investigación generaron polémica y confusión "porque no se sabía qué hacer con esas cifras".

Lawry comentó que le sorpredió la manera negativa en que algunas ONG´s y grupos de presión por los derechos de la mujer reaccionaron ante esas estadísticas, "como si yo hubiera abierto la caja de pandora y hubiera revelado un gran secreto".

Tal vez temían que se redujera la financiación para proyectos de mujeres, comentó.

Hasta entonces los estudios sólo habían hecho pequeñas referencias a la violencia sexual de los hombres en R.D.C..

"Naciones Unidas ha desatendido el tema de la violencia sexual contra los hombres y los niños durante muchos años", dice Lara Stemple, directora del proyecto sobre Salud y Derechos Humanos de la Universidad de California.

La violación, incluso en los documentos de trabajo de Naciones Unidas, es ampliamente definida como algo que sólo afecta a las mujeres y a las niñas, según la experta.

En la actualidad no hay financiación para proyectos de ayuda a los hombres sobrevivientes de violencia sexual, confirmó Chris Dolan, "porque el discurso sobre la violencia sexual está totalmente centrada en la mujer y los niños".

La violación, arma de destrucción masiva

Sea quien sea la víctima, la violación es un táctica de guerra extremadamente efectiva, porque "humilla, avergüenza y traumatiza", explica Stemple.

"En un conflicto armado en el que la violencia está por todas partes, la violación es un instrumento de dominación total, de subyugación completa", añadió.

Para Dolan, como estrategia de guerra es incluso más eficaz que las armas convencionales, porque rompe la armonía y el tejido social de una comunidad.

"Todas las relaciones entre los integrantes de una familia, y entre esa familia y los vecinos y su comunidad, pueden verse afectadas por una violación", explicó

Fuente:


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31 de agosto de 2012

Fuerza Aérea de EE.UU. quiere mejorar su capacidad de “ataques en el ciberespacio”

Internet

La fuerza aérea de los Estados Unidos (USAF) lanzó un comunicado que ha dejado perplejos, sobre todo a los mismos norteamericanos y es que, esta importante rama del ejército esta buscando incrementar su poderío de ataque en el ciberespacio. (Si, “ciber”, como en la década de los 90).

El comunicado solicita “proyectos conceptuales en capacidad de operaciones de información que se enfoquen en guerra en el ciberespacio” e incluso, viene un correo electrónico a donde se pueden enviar los proyectos a revisión.

Resulta que la fuerza aérea tiene toda una división dedicada al desarrollo y sustento de la guerra en el ciberespacio (me disculpo por el uso continuo de este horrible termino) y de hecho, puede acceder, posicionar, maniobrar y atacar desde el espacio cibernético del mismo enemigo. Básicamente, pueden hacer lo que sea por internet y creer que están jugando Call of Duty con los datos de naciones enemigas, o por lo menos, es lo que dice parte del comunicado:

“El empleo de las capacidades del ciberespacio para destruir, negar, degradar, perturbar, engañar, corromper o usurpar las habilidades del adversario para usar el ciberespacio a su ventaja”.

Tal vez parezca raro pero en realidad, no es sorpresivo ¿Recuerdan cuando la misma USAF compró más de 2000 PlayStation 3 para utilizarlos como una súper computadora? Claro, la idea era poder mejorar las imágenes de radar, procesar video y lograr obtener inteligencia artificial, casi como de ser humano, no atacar las redes de otros países.

Recuerden que el ejército de los Estados Unidos no se anda con rodeos, en su histeria y paranoia colectiva, creen que pueden hacer lo que sea para defender su país y si eso significa poner a trabajar a ramas del ejército en operaciones digitales, lo van a hacer.

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23 de mayo de 2012

Ciencia y Guerra: Con unas latas, cuerda y velas consiguieron evacuar 80.000 soldados

La Batalla de Galípoli, o Batalla de los Dardanelos, tuvo lugar en la península turca de Galípoli, en abril de 1915, durante la Primera Guerra Mundial. Tras lo intensos bombardeos en febrero de 1915, se decidió un desembarco de las tropas aliadas (británicos, franceses, australianos y neozelandeses) en la península de Galípoli y, así, poder controlar el estrecho de los Dardanelos. La ofensiva estuvo mal preparada y el único elemento a su favor, el ataque sorpresa, no dio ningún resultado. Desembarcaron en un playa, al pie de un terreno elevado, donde estaban fortificadas las tropas turcas. 

Durante varios meses los soldados, de uno y otro bando, iban cayendo pero ni los aliados ganaban un palmo de terreno ni los turcos los conseguían echar. A finales de 1915 y con más de 200.000 bajas en cada uno de los ejércitos enfrentados, los aliados decidieron abandonar aquella ratonera. Y aquí se planteó otro problema… la retirada.


La única salida de aquella playa era el mar, así que iban a quedar al descubierto y darle la espalda al enemigo… para los turcos iba a ser como el tiro al pichón. Enfrascados diseñando el plan de retirada, al cabo William Scurry del 7th Batallón de la ANZAC (Australian and New Zealand Army Corps) se le ocurrió una idea para cubrir la retirada. Más que una idea, un dispositivo… drip rifle (el fusil que dispara por goteo). 

Los fusiles se situaron en los posiciones desde donde se defendía la isla con una lata vacía atada, mediante una cuerda, al gatillo, y sobre la vertical de la primera lata, otra llena de agua con un agujero en la parte inferior. Conforme el goteo vaciase la lata de la parte superior, se iría llenado la que estaba atada al gatillo, llegando un momento en el que tendría el peso suficiente como hacer disparar el fusil. A raíz de esta idea fueron surgiendo otras variedades como la de atar el gatillo con una cuerda a un roca y en el centro colgar una piedra atada a la cuerda; entre la piedra colgada y la roca poner una vela y cuando la vela quemase la cuerda, la piedra caería de golpe y accionaría el gatillo.
 
Se sembró toda la playa de artilugios de este tipo y se prepararon para que fuesen disparando alternativamente… cuando los turcos se dieron cuenta del engaño ya se había evacuado  80.000 soldados y sólo habían sufrido media docena de bajas.


Drip rifle

William Scurry Scurry fue galardonado con la Medalla de Conducta Distinguida y fue ascendido a sargento.


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12 de abril de 2012

Los hombres que empuñan un arma son percibidos como más altos y fuertes

Gregory Hines en un fotograma de la película 'Apunta, dispara y corre' (1986).

Gregory Hines en un fotograma de la película 'Apunta, dispara y corre' (1986).

Para los seres humanos, el tamaño sí que importa. Al menos, cuando se trata de valorar la fortaleza de un enemigo. Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California (UCLA) ha concluido que los individuos que empuñan un arma, ya sea una pistola o un gran cuchillo, son percibidos como más altos y más musculosos que los que sostienen otro tipo de objetos.

El estudio, publicado esta semana en PLoS ONE, fue realizado entre un total de 647 estadounidenses (hombres y mujeres) con una edad media de 33,7 años (el 80% eran blancos, el 6,5% afroamericanos, el 5,7% asiáticos y el 3,3% hispanos o sudamericanos). Los investigadores les mostraron varias fotografías en las que sólo se veía la mano de un hombre sosteniendo un arma o una herramienta.

Para tomar las imágenes, utilizaron tres modelos con características físicas parecidas. Sus manos eran similares en tamaño y forma y no presentaban marcas, como tatuajes o cicatrices. Cada uno de los modelos fue fotografiado sosteniendo varias armas (dos modelos de pistola y un cuchillo de cocina) y distintas herramientas (una brocha de pintar, una sierra, una pistola de silicona, una pequeña taladradora, etc.). Posteriormente, a los sujetos que participaron en el experimento se les presentaron varios ejercicios. Algunos de ellos consistieron en estimar la altura y fortaleza física del modelo basándose sólo en la mano que aparecía en la foto.

Tres hombres fueron fotografiados sujetando diferentes armas y herramientas | PLoS ONE

Tres hombres fueron fotografiados sujetando diferentes armas y herramientas | PLoS ONE

Según explican los autores, liderados por Daniel Fessler, los participantes consideraron que los hombres que sostenían armas eran, de media, un 17% más altos y fuertes que los que llevaban herramientas.

El origen de la agresión

¿Y cuál es el objetivo de un estudio de estas características? Daniel Fessler explica que esta investigación se llevó a cabo para intentar comprender el proceso de toma de decisiones que conduce a la agresión: "Cuando nos enfrentamos a un adversario, tenemos que decidir qué hacer: atacar, retirarse o intentar aplacarlo. Conocer mejor cómo la gente toma esas decisiones podría aportar información sobre las consecuencias de una amplia variedad de situaciones potencialmente violentas. Comprender la representación cognitiva que hace una persona para valorar a su adversario es un primer paso para entender el proceso de toma de decisiones", explica el investigador a ELMUNDO.es a través de un correo electrónico.

Esquema utilizado para que los participantes valoraran la altura de los sujetos de las fotografías. | PLoS ONE

Esquema utilizado para que los participantes valoraran la altura de los sujetos de las fotografías. | PLoS ONE

La investigación publicada en PLoS ONE forma parte de un proyecto financiado por la Oficina de Investigación Científica del Ejército del Aire de EEUU (U.S Air Force Office of Scientific Research) para entender cómo la gente toma decisiones en situaciones en las que se puede desencadenar un conflicto violento

Esquema usado para que se evaluara la musculatura de los modelos. | PLoS ONE

Esquema usado para que se evaluara la musculatura de los modelos. | PLoS ONE

Mujeres armadas

En el estudio participaron 336 mujeres, que evaluaron las características físicas de los hombres de las fotografías. Fessler aclara por qué no se usaron fotografías de mujeres: "Utilizamos estímulos masculinos porque a lo largo de la historia, incluyendo el presente, los hombres han sido responsables de la violencia de forma desproporcionada. Por ello, es fácil para los participantes dar por hecho que un hombre desconocido que lleva una pistola podría ser peligroso. En otras palabras, esperamos que la gente sea más propensa a ver a un hombre como un adversario potencial".

No obstante, Fessler señala que un proceso parecido ocurre cuando se trata de mujeres: "Aunque no hemos investigado cómo percibe la gente a las mujeres en una situación idéntica a la de este estudio, sabemos por otras investigaciones que aún no hemos publicado que se da el mismo proceso cuando la gente piensa en mujeres en lugar de hombres".

El tamaño del arma no parece variar notablemente la percepción del tamaño de su usuario: "No encontramos diferencias sustanciales entre las estimaciones de los hombres que empuñaban una pistola de calibre 45 y los que llevaban una Magnum 357, pese a que ésta última es un arma más grande y más peligrosa. Esto podría deberse a que, desde la perspectiva de una persona desarmada, realmente importa poco el tipo de pistola que tiene el adversario".

Prestigio y altura

En este artículo, los autores recuerdan los resultados de estudios anteriores que revelan que el estatus social de las personas influye en cómo se percibe su tamaño. Además, otros estudios han demostrado que la altura está relacionada con la posición y la influencia social. Es decir, los individuos altos tienen más posibilidades de tener éxito profesional y de tener un buen salario, según sostienen sus autores.

¿Son también percibidos como más altos y fuertes los hombres que, por ejemplo, conducen un gran coche que los que tienen un automóvil pequeño? "No sabemos la respuesta pero hay al menos tres razones para pensar que la respuesta es 'sí'. En primer lugar, un coche grande representa una amenaza mayor para los peatones de modo que, si un conductor es agresivo, supone una amenaza mayor si va en un coche grande. Nuestros resultados sugieren que esto podría llevar a la gente a ver al conductor de un coche grande más alto y musculoso que el que tiene un auto pequeño", explica Fessler.

Una de las fotos usadas en el estudio muestra a un hombre sostiene una Magnum 357. | PLoS ONE

Una de las fotos usadas en el estudio muestra a un hombre sostiene una Magnum 357. | PLoS ONE

"En segundo lugar, hay estudios que muestran que la gente de clase alta suele ser percibida como más grande que las personas de clase baja. Mis colegas y yo pensamos que esto se debe a que los humanos usamos un proceso mental antiguo, que ha evolucionado para desenvolvernos en situaciones potencialmente violentas, para estimar el estatus social incluso cuando éste está basado en el prestigio y no en la violencia. Si, como suele ocurrir, los coches grandes son más caros que los pequeños, la gente podría pensar que los conductores de autos grandes son también físicamente más grandes porque tienen más dinero, y por tanto, un estatus social más alto".

Sin embargo, Fessler afirma que no van a estudiar este fenómeno debido a una tercera razón que puede explicar también por qué se puede dar esta asociación entre coche grande y altura. "Las personas grandes podrían comprar coches grandes porque les resulta incómodo ir en un auto pequeño, de modo que los resultados de un estudio así no serían significativos. Las respuestas podrían deberse simplemente a que han observado en su entorno que esto ocurre".

Asociaciones mentales

El investigador explica que otros estudios que aún no han publicado han revelado que la gente tiende a hacer las mismas asociaciones cuando, en lugar de mostrarles una fotografía, les hacen una descripción verbal de varios atributos de un sujeto. Según asegura, la gente suele pensar que estas personas son más altas.

Por su parte, los neurocientíficos Susana Martínez-Conde y Stephen L. Macknik, autores del libro 'Los engaños de la mente' (Editorial Destino) llevan años investigando cómo se crea la consciencia. Nuestro cerebro, sostienen, construye la realidad y nuestras propias expectativas influyen en nuestra percepción del mundo, por lo que es realmente fácil engañarnos.

En una reciente entrevista con este diario, Martínez-Conde, directora del laboratorio de Neurociencia Visual en el Instituto Neurológico Barrow de Phoenix (EEUU), explicaba cómo en ocasiones estas expectativas causan trágicas consecuencias. Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que policías que habían disparado a personas desarmadas realmente pensaban que estos individuos llevaban una pistola. Los agentes aseguraron haberla visto antes de disparar, probablemente influidos por prejuicios (en la mayor parte de estos episodios las víctimas son ciudadanos hispanos o negros. "Vemos lo que esperamos ver", asegura.

Fuente:

El Mundo Ciencia

8 de febrero de 2012

Los soldados podrán manejar armas con la mente

Los avances en la neurociencia podrán ser aprovechados por las fuerzas armadas y en un futuro se podrán conectar armas directamente al cerebro de los soldados y crear fármacos que mejoren el rendimiento de las fuerzas amigas y que aplaquen el de las fuerzas enemigas.

Investigación de neurociencia

Uno de los usos más sofisticados son las tecnologías de interfaz neural.

Estas son algunas de las aplicaciones que según la Royal Society (la Sociedad Real, la Academia de Ciencias del Reino Unido), se esperan lograr gracias al entendimiento que ahora se tiene del cerebro humano.

El informe de la Royal Society sobre los usos de la neurociencia en las fuerzas armadas y el cumplimiento de la ley afirma que "hay dos objetivos principales en la investigación del cerebro: el mejoramiento del rendimiento de nuestras propias fuerzas y el aplacamiento del rendimiento de nuestros enemigos".

El documento, redactado por un grupo de expertos en neurociencia, seguridad, psicología y ética, anticipa, por ejemplo, someter a los individuos durante el proceso de reclutamiento a escáneres cerebrales para elegir a aquéllos con las mejores capacidades según lo requiera la tarea.

"Mientras una persona puede destacarse en la detección de objetivos en un ambiente abarrotado, otro podría sobresalir en la capacidad para tomar decisiones bajo presión", dice el informe.

Hoy en día, estas diferencias entre un individuo y otro pueden detectarse gracias a los avances en la neurociencia, con técnicas de estimulación e imágenes cerebrales.

Y los científicos esperan en el futuro utilizarlas durante el reclutamiento, selección y entrenamiento de los soldados.

Interfaz neural

Pero quizás una de las aplicaciones más sofisticadas de estas nuevas tecnologías será poder "conectar" directamente al cerebro de un soldado sus armas o drones (aviones no tripulados).

Son las llamadas tecnologías de interfaz neural o interfaz cerebro-computadora (BMI, por sus siglas en inglés).

"Debido a que el cerebro humano puede procesar imágenes -como objetivos- mucho más rápido de lo que el individuo puede tener conciencia, un arma conectada a un sistema de interfaz neural podría ofrecer ventajas significativas, en términos de rapidez y precisión, sobre otros métodos de control de sistemas"

Royal Society

Estas máquinas ya se están utilizando con individuos que sufren parálisis o amputación, las cuales permiten a la gente controlar una prótesis o el cursor de una computadora con las señales enviadas por el cerebro.

"Debido a que el cerebro humano puede procesar imágenes -como objetivos- mucho más rápido de lo que el individuo puede tener conciencia, un arma conectada a un sistema de interfaz neural podría ofrecer ventajas significativas, en términos de rapidez y precisión, sobre otros métodos de control de sistemas", afirma el informe.

Los expertos también anticipan el uso de la llamada estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS) para mejorar la toma de conciencia de un soldado cuando está en ambiente hostil.

Esta técnica, que utiliza corrientes de energía para estimular zonas específicas del cerebro, ya ha demostrado (en programas de entrenamiento virtuales para tropas estadounidenses) que puede mejorar la capacidad de un soldado para detectar bombas en los caminos, francotiradores y otras amenazas ocultas.

Y también está el uso de la farmacología y su impacto en las funciones del sistema nervioso, un nuevo campo de investigación llamado neurofarmacología.

Esta investigación ya se utiliza para mejorar la prognosis de individuos con trastorno de estrés postraumático (TEPT) y se están llevando a cabo estudios detallados sobre cómo los medicamentos pueden mejorar la alerta, atención y memoria del personal militar.

Se considera, por ejemplo, que la neurofarmacología podría conducir al desarrollo de fármacos que "incapaciten" de forma temporal al enemigo, por ejemplo, haciéndolo dormir.

Regulación

"El entendimiento del cerebro y la conducta humanas, combinados con el desarrollo de fármacos, también pone de manifiesto formas de degradar el rendimiento humano"

Prof. Rod Flower

Aunque la Convención de Armas Químicas prohibe el desarrollo, almacenamiento y uso de armas químicas, incluidas las que causan incapacidad temporal, "hay excepciones -dice la Royal Society- que permitirían la producción y uso de agentes tóxicos para el cumplimiento de la ley, por ejemplo, para controlar disturbios o motines domésticos".

Pero este desarrollo, agrega el documento, no será posible en un futuro inmediato.

Los científicos, sin embargo, están conscientes de que no todos recibirán con agrado los "usos hostiles" de la neurociencia y sus tecnologías.

Por eso, subrayan, junto con estos avances serán necesarias regulaciones claras y firmes y que los gobiernos sean "lo más transparentes posible" cuando investiguen y utilicen estas tecnologías.

"Sabemos que la investigación en neurociencia tiene el potencial de lograr enormes beneficios sociales" expresa el profesor Rod Flower, de la Universidad Queen Mary de Londres, quien dirigió el informe.

"Los investigadores se acercan cada día más al logro de tratamientos efectivos para enfermedades como Parkinson, depresión, esquizofrenia, epilepsia y adicción".

"Sin embargo, el entendimiento del cerebro y la conducta humanas, combinados con el desarrollo de fármacos, también pone de manifiesto formas de degradar el rendimiento humano".

Y agrega que "la aplicación de la investigación de la neurociencia en el desarrollo de tecnologías de mejora y degradación de rendimiento para las fuerzas armadas y la ley, presenta consideraciones éticas significativas".

"Es por eso que éste debe ser un proceso sujeto a revisiones éticas y que sea lo más transparente posible".

Fuente:

BBC Ciencia

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21 de noviembre de 2011

Hackers atacan sistema de tratamiento de aguas en Estados Unidos

Un grupo de ciberatacantes destruyeron un sistema para bombear agua potable a unas 2.200 de casas en una ciudad llamada Springfield (no es broma) del estado de Illinois, Estados Unidos. Ahora, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional están investigando a un grupo de hackers, que se habrían inmiscuido en el sistema encendiéndolo y apagandolo repetidas veces hasta que se estropeó. A lo más Duro de Matar 4.0.

El incidente ocurrió el 8 de noviembre pasado, y se dio a conocer a través del blog de Joe Weiss, que aconseja a los sistemas que entregan servicios básicos sobre cómo proteger su hardware contra ataques. un reporte del Centro de Inteligencia de Illinois señala que los atacantes obtuvieron acceso al sistema usando nombres de usuario y contraseñas robadas a una compañía que desarrolla software de control para sistemas industriales.

La dirección desde donde se realizó el ataque fue rastreada hasta Rusia, y se reportaron anteriormente varios problemas con el acceso antes de que se destruyera el sistema, cosa que aparentemente no fue tomada demasiado en serio.

“En este momento no hay datos creíbles y corroborables que indiquen riesgo a entidades de infraestructura críticas o amenazas a la seguridad pública”, dijo Seguridad Nacional.

Poco después de estas declaraciones un sujeto bajo el nombre de “prof” dijo haber accedido a los sistemas de control de una segunda planta de tratamiento de agua estadounidense. El hacker posteó imágenes de lo que sería el sistema de control interno de una planta en South Houston. La autenticidad de estas imágenes no ha sido confirmada ni descartada todavía.

Este tipo de ataques sigue a grupos que se han enfocado en los sistemas de control y supervisión de plantas (llamados SCADA), que controlan filtros de agua, mezclas químicas, energía eléctrica, rutas de trenes, etc. Stuxnet el año pasado fue uno de los más claros ejemplos, deteniendo el funcionamiento de una planta de enriquecimiento de uranio en Irán.

¿Se trata del inicio de un nuevo tipo de arma? ¿Qué vendrá ahora?

Tomado de:

FayerWayer

13 de julio de 2011

James Garner y la máscara antigás. De las trincheras a las fábricas

James Bert Garner fue un ingeniero químico estadounidense, al que se le atribuye la creación de uno de los artilugios más útiles como medio de protección personal frente a gases y vapores tóxicos: la máscara antigás.

En 1915, en plena primera guerra mundial, James Garner, que en aquel entonces era profesor becario del Mellon Institute of Industrial Research en Pittsburg (Pensilvania), leyó un artículo en la prensa en el que se narraba un ataque con gas venenoso contra las tropas canadienses y francesas en los alrededores de la ciudad belga de Ypres. El ataque del ejército alemán, que ocurrió concretamente el día 22 de abril de 1915, fue uno de los primeros en los que se utilizaron armas químicas letales de forma masiva. Los alemanes emplearon en la contienda una cantidad estimada de unas 160 toneladas de cloro (gas) repartidas en casi 6.000 cilindros contenedores. A media tarde y con una ligera brisa procedente del este que les favorecía, las tropas alemanas liberaron el gas letal de los cilindros. Unos cilindros llenos de gas de cloro, que habían sido sintetizados y preparados en las instalaciones de la industria química de colorantes IG Farben, bajo la supervisión y diseño del premio Nobel de Química Fritz Haber.



Ataque mediante gas liberado de sus cilindros contenedores (Primera Guerra Mundial) | Wikimedia

Una asfixiante nube verde más pesada que el aire se extendió hacia las posiciones de las tropas aliadas, las cuales se vieron obligadas a abandonar sus trincheras debido a los efectos irritantes producidos por la reacción del cloro con el agua de las mucosas del sistema respiratorio. En altas dosis llegó incluso a producir la muerte por edema pulmonar a varios soldados aliados.
Durante el ataque, un oficial canadiense que era químico en su vida civil, se percató rápidamente de que el gas con el que estaban siendo masacrados era cloro (debido al color verde de la nube y a su olor característico) e inmediatamente instó a las tropas aliadas a que humedecieran un trapo con orina y se taparan la zona buconasal (hubiera bastado con un trapo con agua, pero el oficial pensó que el amonio de la orina neutralizaría el cloro).

Recorte de prensa de la época | Wikimedia
Desde el otro lado del océano Atlántico, James Garner leyó la crónica de la batalla de Ypres, y aunque el artículo periodístico no especificaba que el ataque había sido realizado con cloro gas, él lo intuyó e inmediatamente se puso manos a obra e ideó un sistema de protección respiratorio moderno, perfeccionando prototipos más antiguos e ineficaces. Garner recordó una serie de experimentos que había realizado mientras trabajaba en la universidad de Chicago y que estaban relacionados con la capacidad del carbón activado para adsorber ciertos gases. Garner probó con éxito su prototipo de máscara antigás con dos de sus colaboradores (ver imagen) a los cuales recluyó en una cámara cerrada en la que liberó gases tóxicos. Garner desarrolló el filtro de carbón activado como elemento de retención de agentes químicos tóxicos volátiles.

Hay cierta controversia sobre si realmente atribuir la invención de la máscara antigás moderna a James Garner o bien al británico Edward Harrison, o incluso previamente al ejército alemán, el cual la hubiera desarrollado bajo los auspicios del laureado y oscuro Fritz Haber.

Las máscaras antigás comenzaron a fabricarse en serie en las factorías de Gran Bretaña y Estados Unidos, y su uso se hizo extensivo incluso a la población civil.


Le masque à gaz | Fuente

Después del cloro llegaron otros agentes más tóxicos como el fosgeno y el gas mostaza, y desde entonces la maquinaria cruel e implacable de la industria de la guerra ha creado armas químicas cada vez más destructivas e infames. Pero el diseño de James Garner, aun ideado para una protección en caso de conflicto bélico, fue el comienzo de una era en la protección personal respiratoria de los trabajadores en los ambientes nocivos o tóxicos (gases y vapores) de la industria en general.

De las trincheras...



Imagen | La Aldea Irreductible

a las fábricas...




Fuente:

Ese punto azul pálido

23 de mayo de 2011

Segunda Guerra Mundial: Tres armas de los japoneses que no conocías

Fuente: Maru Special - Japanese Naval Vessels, No. 13, Tokio 1977


1. SUBMARINOS PORTAAVIONES


Aunque existían algunos precedentes (cómo el pequeño crucero submarino francés Surcouf), fueron los Japoneses llevaron este concepto hasta las últimas consecuencias. Construyeron un total de 47 submarinos de diferentes tipos capaces de llevar aviones.



Entre ellos, los más numerosos fueron los tipo B1, de los que se construyeron 20 unidades. Los B1 podían transportar un sólo hidroavión, que se lanzaba con una catapulta. Uno de ellos, el I-21, fue el responsable del único ataque aereo sobre territorio continental de Estados Unidos cuando el Yokosuka E14Y que transportaba lanzó dos bombas incendiarias sobre Brookings, Oregón.

Pero los más impresionantes, sin duda, eran los tipo I-400, Sentoku (primera imagen de la entrada). Fueron los mayores submarinos hasta la llegada de la propulsión nuclear. Tenían autonomía para llegar a cualquier lugar del mundo y regresar, y capacidad para transportar un total de 3 aeronaves.

Sólo se construyeron 3 unidades, que no llegaron a combatir. Dos de ellos iban a ser utilizados originalmente en un ataque al Canal de Panamá. Con la guerra a punto de finalizar, se les asignó a otra misión más cerca de Japón, pero el armisticio se declaró antes de que comenzase. Tras destruir sus armas, los dos I-400 se rindieron ante los americanos, que se quedaron atónitos ante el tamaño de los buques.

2. GLOBOS INCENDIARIOS


Más de 9000 globos de hidrógeno de 10m de diámetro llevando una carga explosiva de entre 12 y 15Kg. En eso consistió el mayor ataque estratégico sobre territorio americano lanzado por los japoneses durante la Segunda guerra mundial.

Bastante ineficientes, sólo unos 300 llegaron a las costas americanas, donde provocaron varios incendios. Uno de esos incendios se cobró la vida de tres canadienses, las únicas bajas de los aliados en territorio continental americano.

Algunos llegaron a puntos tal orientales como Detroit. Otro de ellos cayó sobre las líneas de electricidad que alimentaban la refrigeración del reactor experimental que fabricaba el plutonio para el proyecto Manhattan, provocando un cortocircuito.

3. ARMAS BIOLÓGICAS

Posiblemente, el frente de guerra en el que se produjeron más atrocidades fue el de China. Un triste ejemplo fue lo ocurrido en 1937 tras la conquista japonesa de Nanking, la antigua capital china: durante seis semanas los japoneses masacraron a centenares de miles de civiles chinos.

Otros centenares de miles de personas murieron en diferentes puntos del país a manos de la llamado Unidad 731, que les sometió a experimentación médica y de armas biológicas. Como resultado de estos experimentos, se diseñaron diferentes armas, que fueron usadas con no mucha eficacia a lo largo de la guerra, y que se sospecha mataron a otras decenas de miles de chinos.

Muchas de ellas consistían simplemente en bombetas cerámicas (llamadas “Uji”) conteniendo pulgas portadoras de diferentes enfermedades. En 1940 y 1941, las ciudades chinas de Ningbo y Changde fueron atacadas con estas armas, produciéndose diversos brotes de peste bubónica.

Fuente:

Resistencia Numantina

27 de abril de 2011

Cuando las bombas nucleares rompían los escaparates de Las Vegas

Hongo nuclear en el horizonte de la calle Fremont, en Las Vegas (1951).

El 2 de febrero de 1951, a las 5:48 a.m., la bomba Baker-2 explotó a 1.100 metros sobre la superficie del desierto de Nevada con una fuerza de 8 kilotones. Era una de las primeras pruebas llevadas a cabo sobre el Nevada Test Site, apenas 100 kilómetros al norte de la ciudad, y pilló a algunos ciudadanos desprevenidos. La explosión fue visible desde Los Angeles, donde algunos fotógrafos avisados habían madrugado para ver la luz atómica en la distancia.

En apenas unos segundos, una luz se hizo visible en el cielo oscuro y la tremenda onda expansiva se extendió por la parte alta de la atmósfera hasta alcanzar localidades tan lejanas como Las Vegas. Para sorpresa de sus propietarios, un enorme escaparate de una tienda de muebles de la ciudad se hizo pedazos por la explosión. Como relata Richard Lee Miller en su libro "Under the cloud: the decades of nuclear testing", un vecino del centro de la ciudad dijo que su casa se había "sacudido como un cuenco de gelatina que hubiera sido pateado". En el norte de Las Vegas, en un barrio más cercano a la explosión, la onda expansiva destrozó todas las ventanas de dos casas.

El escaparate roto tras la detonación de Baker-2. Fuente AP/Wide World Photos. [Via]

Clint Mosher, reportero del International News Service, estaba en un restaurante del desierto, a muchos kilómetros de la explosión y describió después en una crónica cómo había sido aquel momento:

"Una intensa luz blanca, de color puro y que daba miedo mirar, se elevó en medio del desierto (...) Cinco segundos después la llanura, el cielo y las montañas se oscurecieron de nuevo... A las 5:51 se produjeron cinco largos e inciertos minutos tras la luz en el cielo. ... Un instante después hubo un profundo estruendo, como la artillería de una docena de ejércitos. Y entonces, dos segundos después, una gran corriente de aire de la que no había escapatoria golpeó las casas, sacudió las ventanas y arrancó el yeso de las paredes en algunas partes de la ciudad. ¡Swoooosh!. Fue como estar demasiado cerca de un cañón.

(...) Le pregunté a la camarera "¿Lo ha visto?"

"Sí", me dijo. "¿Cómo lo quiere? ¿Solo o con leche?" (Seguir leyendo)

Una de las detonaciones de la operación Ranger (1951). Fuente: Wikipedia

Las autoridades concluyeron que la rotura de los cristales había sido una excepción y lo achacaron a la extensión de la onda expansiva de la explosión a través de la troposfera, lo que le permite viajar largas distancias y descender. En general, los vecinos de la entonces pequeña localidad se tomaron estas explosiones con la misma naturalidad con que aquella camarera servía el café.

El día de la detonación de Baker 2, la policía local registró un aluvión de llamadas durante la siguiente media hora, pero en ningún caso cundió el pánico. "Como ejemplo de la actitud relajada de la comunidad", asegura el departamento de energía en un documento oficial, "una revista citaba la actitud de un jugador del Golden Nugget que sintió la explosión de Able [la primera detonación del NTS], se detuvo, miró a su alrededor y dijo: "debe de ser una bomba atómica". Después de dio la vuelta y siguió jugando".

Aléjense de las ventanas

Después de la prueba que destrozó los escaparates, los militares detonaron una bomba mucho más potente llamada Fox (alrededor de 35 kilotones). Para evitar males mayores, las autoriades avisaron a la población y pidieron que se mantuvieran alejados de los ventanales si veían el resplandor de una explosión. La onda expansiva afectó esta vez a la localidad de Indian Springs, donde se rompieron alrededor de un centenar de ventanas y una casa sufrió daños importantes en sus puertas y en el tejado.

Explosión de la bomba Fox sobre Las Vegas. Fuente: AP/Wide World Photos

Tras las primeras pruebas, las explosiones se convirtieron en un fenómeno popular y la gente empezó a acudir de todas partes a ver el espectáculo. "Visitantes y residentes", asegura el Departamento de Energía (ver PDF), quedaron atrapados en una especie de atmósfera del 4 de julio, como si las pruebas fueran fuegos artificiales mayores y más espectaculares". La gente acudía de todas partes y aparcaban sus coches en las cunetas de las carreteras que ofrecían mejores vistas.

Para terminar, hay un fragmento del libro "Aventuras y desventuras del Chico Centella", de Bill Bryson (y que no me canso de recomendar) que explica fabulosamente el espíritu de aquella época:

"La gente estaba arrobada con la abrasadora majestuosidad y la potencia antinatural de la bomba atómica. Cuando el ejército empezó a hacer pruebas nucleares en el lecho seco de un lago en Frenchman Flat, en el desierto de Nevada, cerca de Las Vegas, aquello se convirtió en la principal atracción turística de la ciudad. La gente no iba a Las Vegas a jugar, o al menos no exclusivamente a jugar, sino a apostarse al borde del desierto, sentir que la tierra temblaba bajo sus pies y ver que el aire se llenaba con portentosas columnas de humo y polvo. (...)

En los años de mayor actividad se realizaron en Nevada hasta cuatro detonaciones nucleares al mes. El hongo nuclear era visible desde cualquier aparcamiento de la ciudad, pero la mayoría de visitantes preferían acercarse al borde mismo del área de pruebas, a menudo con comida para hacer un picnic, presenciar las pruebas y disfrutar de la nube de polvo posterior. Estamos hablando de grandes detonaciones. Las veían incluso los pilotos comerciales que sobrevolaban el océano Pacífico, a cientos de kilómetros de distancia. El polvo radiactivo a menudo barría Las Vegas y dejaba una capa bien visible sobre toda superficie horizontal. Al principio, después de una prueba, los técnicos del gobierno recorrían la ciudad enfundados en sus batas blancas pasando los contadores Geiger por todas partes. La gente hacía cola para ver lo radiactiva que era. Formaba parte de la diversión. Qué satisfacción daba ser indestructible."

Fuentes: "Under the cloud: the decades of nuclear testing" (Richard Lee Miller), Battlefield of the Cold War The Nevada Test Site (PDF), Broken windows in Las Vegas by Nevada nuclear weapon tests (Glasstone)

Ver también: Arqueólogos nucleares, guardianes de la destrucción (lainformacion.com), La patrulla que filmó el horror atómico, Volando en el interior de un hongo nuclear, El hombre que vio a través de sus huesos

Fuente:

Fogonazos

6 de diciembre de 2010

Bioterrorismo: De la vacuna al 'supervirus'

Dos investigadores fueron acusados de apología del bioterrorismo al crear, hace diez años, un virus mortal. El caso suscitó un debate sobre la responsabilidad de los científicos.

Dios mío, esto es escalofriante". Ian Ramshaw y Ron Jackson se miraron, sorprendidos, tras analizar los resultados de una de sus investigaciones. Los científicos australianos habían modificado genéticamente el virus que causa la viruela en ratones, creando una nueva cepa que había causado la muerte de todos los animales involucrados en el estudio. El nuevo virus también había acabado con ratones previamente vacunados. Era finales del año 2000, y los biólogos tenían la primera evidencia científica de un virus que rebasaba la frontera de la vacunación.

Tras el logro, dudaron qué hacer con los resultados, despertando el gran dilema que les atormentaría los siguientes meses: se preguntaban si su investigación debería ser publicada o no, ya que la explicación de su descubrimiento podría provocar que mucha gente pensara que estaban creando la receta una potentísima arma biológica, aunque estaba controlada en el laboratorio y no afecta a humanos.

Todo comenzó en 1988, cuando Ron Jackson entró a trabajar en la organización de investigación en ciencia e industria de la Common-wealth, el CSIRO, en la división de control de pestes animales. En Australia, los conejos y los ratones devastan los campos y, con ellos, la economía. El objetivo inicial de Jackson era generar una vacuna que consiguiera esterilizar a los conejos, pero ciertas dificultades técnicas provocaron que se decidiera inicialmente realizar una "prueba de concepto" en ratones.

Dicha prueba consistía en introducir en el Virus Ectromelia (EV) que causa la viruela en ratones el gen ZP3 de los óvulos de las ratonas. Durante la infección con el virus modificado, las células infectadas producirían la proteína de los óvulos. El sistema inmunológico de los ratones podría identificar la proteína como propia de un virus, y empezaría a combatir y eliminar las células que la produjeran, esterilizando a los animales infectados.

En enero de 1998, Ron Jackson, junto con el experto en inmunología Ian Ramshaw, publicó que la prueba de concepto era válida. Al infectar ratones de laboratorio con el virus modificado, el 70% de las ratonas quedaban estériles tras el tratamiento. El problema surgió porque apenas funcionaba en otras cepas de ratón. El virus necesitaba nuevos factores que mejoraran su eficacia.

Disminuir la respuesta

La posible solución consistía en introducir al virus el gen de la Interleucina 4 (IL-4), una molécula reguladora del sistema inmunitario, para aumentar la producción de anticuerpos y disminuir la respuesta frente al virus. Precisamente, el peligro del virus EV-IL-4 está en la capacidad que demostró para mermar las defensas.

Publicar dicha información era tan necesario como peligroso. Todo dependía de las manos en las que cayera. Según Jackson, aunque su investigación "estaba movida por fines pacíficos y centrada en animales, no en humanos, había que ser un idiota para no ver que dicha tecnología era transferible."

Ambos científicos decidieron apoyarse en expertos en el campo, buscando asesoramiento. Frank Fenner, investigador en la John Curtis School, experto en poxvirus, fue uno de los elegidos por Ramshaw. Fenner pensaba que cualquier individuo que quisiera utilizar la investigación como receta bioterrorista se enfrentaría a numerosos obstáculos. En primer lugar, el efecto de la IL-4 sobre la viruela murina no tenía porqué ser el mismo que sobre la humana. Además, un virus que rompe la inmunidad de individuos vacunados implica un gran riesgo para quien quiera manipularlo. Por último, el supuesto supervirus no podría controlarse, y el terrorismo siempre ha buscado el control a cambio de terror, no simplemente el caos.

Jackson decidió comunicar los resultados del EV-IL-4 al director del CSIRO, quien a su vez lo trasladó a las autoridades competentes y universidades. Ni siquiera el Departamento de Defensa Australiano puso obstáculos a que el EV-IL-4 viera la luz.

Quien haría de la información una bomba de relojería sería Rachel Novack, una redactora de la revista New Scientist, que entrevistó a Ramshaw días antes de que saliera su artículo en la prensa científica. Su artículo Un virus de ratón manipulado nos deja a un paso del arma definitiva provocó que el CSIRO fuera objetivo de la prensa mundial, y que Ramshaw y Jackson pasaran de ser reputados investigadores reputados en vacunas a apologistas del bioterrorismo.

En medio de la tormenta mediática, Ramshaw recibió la llamada más extraña de su vida. "Un hombre de avanzada edad, que llamaba desde Londres, me dijo que había vida después de la muerte y que los muertos utilizaban las palabras para contactar con nosotros". No entendió nada. Hizo falta un email al día siguiente para entender la inquietud del anciano. "Me di cuenta que nuestro virus se llamaba EVIL [maldad, en inglés]", cuenta ahora a Público, diez años después.

Hoy, queda lejos el descrédito mediático sufrido. Ian Ramshaw es consciente de lo importante que era el artículo para New Scientist, ya que según el investigador, la revista "tiene un gran interés en problemas asociados con la ingeniería genética".

No se arrepiente de la entrevista. "Lo peor que podemos hacer como científicos es tratar de ocultar lo que estamos investigando; la sociedad ya sospecha de los científicos, y si tratamos de escondernos sólo llevará a incrementar la sospecha. No somos dioses que decidimos lo que podemos hacer y dónde lo hacemos. Cuanto más abiertos seamos, más respeto tendremos públicamente. Cualquier cosa científicamente interesante debe ser publicada", asegura.

Ramshaw es actualmente director del Centro Nacional de Bioseguridad australiano, creado en 2006 para facilitar el compromiso de la investigación con sus posibles riesgos. La organización que dirige reúne a expertos de diversas disciplinas, como la microbiología, la epidemiología, el derecho, la ética o la seguridad internacional. Ramshaw está acostumbrado a discutir sobre el llamado "doble uso" de la ciencia, e incluso ha encontrado en su anterior investigación nuevos dobles usos. "Creamos un virus transmisible que no mataba pero dejaba estéril, algo que no ha llamado la atención y que nunca debió examinarse", asegura.

Pero Ramshaw también defiende que el doble uso no sólo lo persiguen posibles bioterroristas anónimos. Diversos departamentos de defensa gubernamentales también modifican genéticamente patógenos para conocer su peligrosidad. Y su objetivo ya no es sólo realizar estudios en animales, sino conocer el potencial de diversos patógenos que sí afectan a humanos. Para Ramshaw, la biodefensa "sólo es una excusa para trabajar en dichas áreas, y está llegando demasiado lejos. Aunque la justificación sea la defensa, se pueden desarrollar organismos [que afecten a humanos] que no existen".

Fuente:

Publico Ciencias

30 de junio de 2010

Encuentran arma sepultada 10 mil años en la nieve

Miércoles, 30 de junio de 2010

Encuentran arma sepultada 10 mil años en la nieve

Foto de la Noticia

Foto: CASEY A. CASS/U. OF COLORADO


Para el ojo inexperto, el reciente descubrimiento del investigador de la Universidad de Colorado en Boulder Craig Lee de un arma de caza de madera de 10.000 años de antigüedad podría ser como una pequeña rama que se desprendió de un árbol en una tormenta de viento.

Nada podría estar más lejos de la verdad, de acuerdo con Lee, que encontró el dardo atlatl (impulsor), un arma de caza parecido a una lanza, gracias al derretimiento de un parche de hielo en las cumbres de las Montañas Rocosas, cerca del Parque Nacional de Yellowstone.

Lee, un especialista en el emergente campo de la arqueología en el hielo, dijo que el dardo permaneció congelado en el parche de hielo durante 10 milenios y que el cambio climático ha aumentado la temperatura global y el derretimiento acelerado de los campos de hielo permanente ha dejado a la vista materiales orgánicos hasta ahora sepultados.

"No nos dimos cuenta hasta la pasada década de que había una posibilidad de encontrar materiales arqueológicos en asociación con la fusión de la nieve y el hielo permanente en muchas áreas del mundo ", dijo Lee. "No estamos hablando de enormes glaciares , estamos hablando de los más pequeños y estables cinéticamente bancos de nieve".

A medida que los glaciares y campos de hielo continúan derritiéndose a un ritmo sin precedentes, aparecen artefactos cada vez mayores y más importantes -así como material de plantas, animales muertos y heces antiguas- que están siendo liberados por los tempanos que les han atrapado por miles de años, dijo.

Durante la última década, Lee ha trabajado con otros investigadores para desarrollar un sistema de información geográfica para identificar los glaciares y campos de hielo en Alaska y en otras partes donde se puedan haber conservado restos de interés. han obtenido datos biológicos y físicos para encontrar campos de hielo que pueden haber sido utilizados por los cazadores prehistóricos de para matar a los animales que buscaban refugio del calor o enjambres de insectos en los meses de verano.

"En estos casos, lo que estamos encontrando como arqueólogos es algo que se perdió", dijo Lee . -Tal vez te perdiste un disparo y el arma desapareció en el banco de nieve Es como encontrar las llaves cuando las dejas caer en la nieve. No las vas a encontrar hasta la primavera"

El dardo que Lee encontró era de un árbol de abedul y aún tiene marcas personales en él del antiguo cazador. De casi un metro de longitud, tenía una punta de proyectil en un extremo, y una taza o un hoyuelo en el otro extremo que se conectaba a un gancho en el atlatl o impulsor. El cazador utilizaba la atlatl para lograr una mayor velocidad.

Fuente:

Europa Press

10 de junio de 2010

Todo (o casi) sobre el Antrax


Jueves, 10 de junio de 2010

Todo (o casi) sobre el Antrax

En castellano, el ántrax es una infección cutánea de poca gravedad causada por un estafilococo y se suele curar con higiene, compresas calientes y algún antibiótico. Cuando hablan por ahí de anthrax no se refieren a estas molestias menores, claro, sino a algo muchísimo peor: lo que en nuestro idioma se ha llamado siempre carbunco. El carbunco está provocado por una bacteria totalmente distinta, el bacillus anthracis, y su fama temible se debe a razones sencillas: es muy infeccioso, es muy letal y constituye una excelente arma biológica.


Bacillus anthracis

El carbunco (o ántrax maligno) es un viejo conocido de la humanidad. Se trata, fundamentalmente, de una enfermedad del ganado y otros mamíferos y aves, incluyendo a los seres humanos. Anthrax significa carbón, en griego (ανθραξ, y de ahí viene también la palabra antracita). Carbunco, que en castellano antiguo era carbunclo o carbúnculo (y en catalán, por ejemplo, carboncle) se deriva del latín carbunculus, que significa asímismo carboncillo. En francés se dice directamente charbon; o sea, carbón. Y en ruso karbunkyl o úlcera siberiana, por ser allí muy común ya mucho antes de que nos pusiéramos a hacer perrerías con él.

El motivo de estos nombres tan carboníferos –ya mencionados así en la Ilíada de Homero, las Geórgicas de Virgilio y en los textos del protomédico Hipócrates– no es otro que su síntoma más característico en su variante cutánea: unas úlceras o pústulas negruzcas en la piel. Sin embargo, no siempre aparecen, pues dependiendo de la vía de infección el carbunco se presenta en tres variedades (o una combinación de las tres): respiratorio, gastrointestinal y cutáneo. Históricamente, la variante cutánea mataba al 20% de los enfermos, la gastrointestinal al 60% y la respiratoria al 95%. Con los tratamientos propios del siglo XXI y diagnosticándolo en fase temprana, estas cifras han caído a prácticamente el 0% (cutánea), el 25% (gastrointestinal) y el 45% (respiratoria). Tales datos convierten al carbunco pulmonar en una de las enfermedades más mortíferas que existen.

El motivo de tanta mortalidad es que el microorganismo que lo provoca, el bacillus anthracis, está envuelto en una cápsula capaz de inhibir la acción de los fagocitos mientras produce una compleja toxina compuesta por tres elementos diferentes. Estos elementos actúan sinérgicamente de varias maneras distintas para producir edemas o la destrucción celular. En el caso respiratorio no sólo es que los pulmones van resultando rápidamente destruidos con edema torácico masivo, sino que además el bacilo y su toxina se esparcen por todo el cuerpo de manera muy virulenta a través de los alveolos y el torrente sanguíneo, aniquilando los tejidos por donde pasa. El carbunco pulmonar tiene un periodo de incubación entre uno y seis días, pero tan pronto como se declara, rara vez tarda más de 72 horas en matar al paciente y normalmente menos de 48.

El bacillus anthracis es una bacteria gram-positiva con forma de palo o rectángulo alargado que suele tener de tres a seis milésimas de milímetro a lo largo y entre una y 1,2 a lo ancho. Es la única bacteria conocida que puede generar esa cápsula o cubierta proteínica que la protege de los fagocitos, y también la única causante de enfermedades capaz de transportar su propio factor de virulencia EF que provoca el edema característico. Se desarrolla tanto en condiciones aeróbicas como anaeróbicas y carece de movilidad propia. El carbunco es un patógeno sometido al nivel de bioseguridad 3 (excepto las muestras diagnósticas y el instrumental clínico, para los que resulta suficiente el 2). La variante pulmonar cursa con fiebre, cansancio y síntomas parecidos a los del resfriado común o la gripe. Tras una breve mejoría, aparecen abruptamente problemas respiratorios severos, neumonía, shock y complicaciones multiorgánicas generalizadas que conducen a la muerte con rapidez.

Este bacillus anthracis tiene otra propiedad: es capaz de formar unas esporas ovaladas que duran largo tiempo fijadas al suelo y la vegetación (incluyendo los pastos). Cuando está protegido por esta espora, el bacilo resulta extremadamente resistente al calor, al frío, a la falta de agua, a la luz ultravioleta, a la radiación gamma y a la mayor parte de los desinfectantes y otros tratamientos químicos, lo que le permite sobrevivir largo tiempo al aire libre. Estas esporas se desarrollan en cuanto la bacteria detecta que el ambiente le es hostil –por ejemplo, a partir de la muerte del huésped o cuando abandona su cuerpo por cualquier otra razón– y resultan muy difíciles de erradicar: pueden perdurar décadas e incluso siglos. Así, el territorio entero –y no sólo los seres vivos– se transforma en un reservorio del bacilo. Debido a esta característica, el carbunco ha sido endémico a lo largo de la historia en diversas regiones como África Occidental, el Caribe, el Oriente Próximo, el Territorio Noroeste de Canadá, el Sur de Siberia, Texas Occidental, partes de Europa Central, Grecia, Turquía, la ex-Yugoslavia y... España. Sí, España: a nuestros tatarabuelos, el carbunco se los comía con patatas. Está especialmente presente en la Meseta Central y actualmente se dan unos cincuenta casos al año (hace veinte años eran cien aproximadamente).

El carbunco pasa a los humanos sobre todo mediante la interacción con el ganado; más raramente, mediante la interacción con otros mamíferos como los perros. En general, la inmensa mayoría de casos de carbunco humano están relacionados con la ganadería y los productos ganaderos; en España, ovejas y cabras fundamentalmente. El mortífero carbunco pulmonar ha sido históricamente una enfermedad profesional de las personas que trabajan con pieles y pelos animales (como el cuero y la lana). Eso que queda tan guay de beber leche directamente de la ubre en plan Heidi es la manera más natural de contraer un estupendo carbunco cutáneo o gastrointestinal; y así caían los niños como chinches antes de que llegara la pasteurización (por Louis Pasteur, claro). Los veterinarios, ganaderos y sus familias han sido siempre la población de mayor riesgo.

El tratamiento contra el carbunco está basado en antibióticos capaces de matar al bacillus anthracis. Entre tales antibióticos se encuentra la doxicilina y otras tetraciclinas, la penicilina, la ciprofloxacina y la levofloxacina (en niños). Los pacientes graves, además, pueden recibir corticosteroides por vía intravenosa. La eficacia del tratamiento es significativamente mayor cuanto más pronto se detecta la enfermedad. Usando estos tratamientos, la medicina moderna es capaz de salvar a más de la mitad de las personas infectadas. No obstante, su letalidad sigue siendo pavorosamente alta y –al igual que ocurre con todos los microorganismos– el bacillus anthracis va evolucionando constantemente y aumentando su resistencia a los antibióticos.

Existen vacunas contra el carbunco desde los tiempos de Pasteur, pero su uso en humanos presenta relevantes efectos secundarios y su administración es compleja y no exenta de riesgos. En Estados Unidos, el programa de inmunización militar con Biothrax AVA ha causado graves controversias, y en Israel también. Ningún servicio sanitario del mundo las considera todavía aptas para su uso generalista entre la población civil, y como consecuencia no se vende al público. Notoriamente, el Ejército Ruso restringe el uso de sus múltiples vacunas contra el carbunco a "adultos sanos" en grave riesgo de quedar expuestos a cepas virulentas del bacilo. Es decir: soldados en un entorno de guerra biológica.


Arma biológica

Pues, en todos estos casos, estamos hablando del carbunco natural. Pero resulta que todas estas propiedades tan curiosas del bacillus anthracis y muy particularmente del carbunco pulmonar –elevada tasa de mortalidad, acción relativamente rápida, grandes posibilidades de supervivencia y persistencia del bacilo fuera de un huésped, tendencia a permanecer en el mismo lugar sin extenderse incontroladamente, daño simultáneo a seres humanos y a la cabaña ganadera, resistencia térmica, hídrica y a desinfectantes y radiaciones, difícil vacunación– han hecho que se transformara en un candidato idóneo a arma biológica. Su flexibilidad y adaptabilidad a técnicas de selección evolutiva inducidas artificialmente y de ingeniería genética terminaron de convertirlo en el chico más popular del curso de medicina oscura durante muchísimos años.

Esta especie nuestra ha usado armas biológicas desde muy antiguo. Ya algunos textos hititas datados milenio y medio antes de nuestra era hablan de enviar enfermos de peste a territorio enemigo como estrategia militar. El uso de agentes infecciosos en puntas de flechas y lanzas –heces, sangre humana, venenos– era una práctica generalizada, así como la contaminación de las fuentes de agua del enemigo mediante técnicas que se encuentran a caballo entre la guerra química y la guerra biológica. Arrojarles animales venenosos vivos como serpientes o escorpiones, o cadáveres en descomposición, parece haber sido bastante común también. Durante la Edad Media, se usaron catapultas frecuentemente para arrojar los cuerpos de víctimas de la peste negra y otras fuentes infecciosas al interior de las ciudades sitiadas. Durante la colonización de Norteamérica, existen numerosos indicios que apuntan al contagio deliberado de la viruela contra las poblaciones indias nativas –más allá de la propia difusión natural de la enfermedad– y es posible que también se utilizara el sarampión contra los aborígenes polinésicos.

El primer uso del carbunco como arma biológica se produjo en 1916, durante un episodio muy poco conocido de la Primera Guerra Mundial. Desde 1809, el Gran Ducado de Finlandia había formado parte del Imperio Ruso de los zares. La Alemania del Segundo Reich, tratando de debilitar al enemigo ruso por todos los medios, suministró a los independentistas finlandeses ampollas de bacillus anthracis para usarlas contra los establos de la caballería zarista. Al parecer Alemania usó armas biológicas en más ocasiones durante la Primera Guerra Mundial –una guerra conocida por el uso extensivo de armas químicas–. El resultado fue inconcluyente.

La primera investigación seria sobre el uso del carbunco como arma biológica fue obra del famoso e infame Escuadrón 731 del Ejército Japonés, en Manchuria. En su singular afán por acumular tantos crímenes de guerra y contra la humanidad como fuera posible, estos japoneses infectaron con diversas enfermedades a cientos de miles de civiles chinos, muchos de los cuales perecieron. Entre tales enfermedades se encontraban varias versiones del carbunco. Los dirigentes del Escuadrón 731 y sus organizaciones paralelas que cayeron en manos soviéticas tras la Segunda Guerra Mundial fueron juzgados y condenados; pero las condenas fueron relativamente suaves, se dice que a cambio de los resultados de estos experimentos. Los que cayeron en manos norteamericanas pactaron directamente su libertad a cambio de estos mismos resultados y ni siquiera llegaron a pisar un tribunal (de manera notoria, el Dr. Shiro Ishii, máximo responsable de semejantes atrocidades).

La cepa Vollum-14578 y Gruinard Island, Escocia, 1942.

Y es que la investigación sobre armas biológicas modernas ya llevaba su recorrido tanto en Occidente como en la URSS; por supuesto, siempre bajo la excusa formal de la investigación defensiva. Al parecer, los británicos fueron los primeros en obtener una cepa especialmente virulenta y proclive a ser usada como arma biológica de manera específica: la llamada cepa Vollum-14578, por el bacteriólogo Roy Lars Vollum de la Universidad de Oxford, quien la aisló en 1935 a partir de una vaca de Oxfordshire. Tras su victoria en la Batalla de Inglaterra, el Reino Unido comenzaba a intensificar su campaña de bombardeos estratégicos contra la Alemania Nazi y consideraron la posibilidad de incorporar a la misma el uso de armas biológicas. Bajo órdenes de Churchill –un gran aficionado al uso de gas venenoso y otras armas de destrucción masiva–, los científicos de Porton Down dirigidos por Sir Paul Fildes comenzaron a estudiar en profundidad la forma de contaminar Alemania con algún patógeno capaz de matar a grandes cantidades de población o al menos ganado, para rendirlos por hambre. Naturalmente, la cepa Vollum-14578 ocupó de inmediato el primer puesto de la lista.

El equipo de Sir Paul Fildes desarrolló dos programas paralelos. El primero fue la Operación Vegetarian, así, con coñita, que consistió en preparar cinco millones de pasteles de lino –por lo visto, le gusta mucho a las vacas– contaminados con carbunco para lanzarlos sobre las regiones ganaderas de Alemania; como indica el nombre, la idea era matar masivamente al ganado para dejar a los alemanes sin carne (o, complementariamente, que la enfermedad pasara a la población rural causando gran mortandad y forzando la evacuación de las zonas ganaderas). El segundo consistió en el desarrollo de una llamada "bomba N" (término que mucho después se reutilizaría para la bomba de neutrones, pero no tiene nada que ver). Esta bomba N era un concepto más sofisticado sobre la misma idea: una especie de bomba de racimo con submuniciones de carbunco, para su uso tanto en las regiones rurales como alrededor de las ciudades, de donde procedía buena parte de los suministros alimentarios consumidos por la población urbana.

Los cinco millones de pasteles de lino eran fáciles de preparar y se almacenaron en el propio Porton Down listos para su uso. Estas bombas-N, en cambio, necesitaban algunas pruebas para comprobar su funcionamiento y efectividad. Y se eligió la Isla de Gruinard, un islote deshabitado a apenas 1.100 metros de la costa escocesa que expropiaron a sus dueños. El equipo de investigadores de Porton Down dirigido por Fildes se estableció allí en 1942 para hacer numerosas pruebas de dispersión de esporas de carbunco contra el ganado (ovejas y vacas) y se sugiere que también contra típicas mascotas tanto rurales como urbanas (perros y gatos). Al parecer, el resultado de los estudios fue espectacular y Sir Paul Fildes y su equipo concluyeron que el carbunco no sólo podía usarse para destruir la ganadería enemiga, sino que era capaz de dejar inhabitables sus ciudades "durante décadas".



El equipo de guerra biológica de Porton Down grabó filmó sus actividades en la Isla de Gruinard. Este video, secreto hasta 1997, muestra algunas de las mismas.

En noviembre de 1942, Fildes y un colega viajaron a Washington D.C. para solicitar a los Estados Unidos que iniciaran la fabricación de grandes cantidades de esporas de carbunco ("agente N") y también toxina botulínica ("agente X"). Los norteamericanos accedieron y en 1943 se fundaba el Laboratorio de Guerra Biológica del Ejército de los Estados Unidos en un aeródromo militar decomisionado que pasó a llamarse Camp Detrick y luego Fort Detrick. Su director científico fue el bacteriólogo Ira L. Baldwin y el investigador jefe, George W. Merck, presidente de la multinacional farmacéutica Merck. Que, curiosamente, era en su origen una empresa alemana.

Sin embargo, el Presidente Franklin D. Roosevelt no estaba tan dispuesto como Churchill (y algunos de sus propios generales, como Marshall) a iniciar una guerra biológica contra Alemania. Roosevelt insistía en que los aliados debían respetar el Protocolo de Ginebra de 1925. Por otra parte, durante 1943 quedó demostrado que la combinación de grandes cantidades de bombas explosivas e incendiarias sobre las ciudades e industrias alemanas resultaba suficientemente devastador, por lo que estas "bombas N" no serían necesarias. Los constantes bombardeos sobre Colonia, la destrucción de Hamburgo en el verano de 1943 y los grandes avances soviéticos a partir de agosto de este mismo mismo año convencieron a muchos de que el recurso a esas armas inciertas y temibles no estaba justificado. Además, el Proyecto Manhattan para la construcción de la bomba atómica iba a buen ritmo y al mismo tiempo se temía que Alemania respondiera con la misma moneda al Reino Unido si se veía atacada con armamento biológico.

Debido todos estos motivos, la Operación Vegetarian fue quedando relegada. Churchill aún quiso reactivarla en marzo de 1944, y pidió a los Estados Unidos que fabricaran 500.000 bombas de carbunco; éstas empezaron a construirse en Canadá. El éxito del desembarco de Normandía y la evidencia de que pronto serían los aliados quienes estarían administrando una Alemania derrotada terminó de desactivar el proyecto.

Los cinco millones de pasteles de pasto infectado con carbunco fueron incinerados en Porton Down a finales de 1945. Sin embargo, todos los intentos de descontaminar la isla de Gruinard, donde el carbunco se había dispersado efectivamente, resultaron inútiles debido a la durabilidad de las esporas y su resistencia a la mayor parte de desinfectantes químicos. No quedó otro remedio que ponerla en cuarentena durante los siguientes 48 años.

Lea el artículo completo en:

La Pizarra de Yuri
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