Los nuevos supersoldados |
Habilidades propias de cetáceos y ofidios
Está claro que la visión es el sentido en el que más esfuerzo y dinero se está invirtiendo. Pero es que en el Instituto de Cognición Humana y de Máquinas de Florida se ha llegado a desarrollar un ingenio que dota a los soldados de lo que parecen sorprendentes capacidades extrasensoriales ¡mediante la lengua!
El dispositivo, denominado Brain Port, es fundamentalmente un casco equipado con una cámara, un sonar y otros aparatos de navegación y localización. El usuario tiene en la boca una delgada lámina de plástico cargada de microelectrodos conectados con el casco que recogen la información sensorial. El sistema aprovecha así la habilidad del cerebro de convertir pulsos eléctricos en información visual, ya provenga esta de los ojos o de otro sentido. De esta forma, con este equipo se puede “ver” 360º en la oscuridad. También les da a los buzos unas capacidades limitadas de sonar que les permiten navegar “con los ojos cerrados”. De hecho, los submarinistas que han probado el dispositivo afirman que, aun prescidiendo de la vista, pudieron “sentir” el perfil y la posición del objeto que buscaban.
Dos formas de sobrevivir a pérdidas masivas de sangre
Pero la alta tecnología no puede evitar el mayor problema de una operación bélica: las bajas. Y es que, aunque con determinados tratamientos ya se puede aliviar el dolor casi instantáneamente, la mayor ventaja que puede tener un soldado en la guerra es simplemente no morir. No es extraño pues que DARPA se muestre sumamente interesada en extender la llamada “hora dorada”, el tiempo en el que las víctimas de heridas masivas deben recibir atención médica. “Por lo general, es de unos 60 minutos”, señala Tether. “Pero en algunos teatros de operaciones, como Afganistán o Irak, es imposible hacer una evacuación en menos de 6 horas. Entonces nos hicimos esta pregunta: ¿hay alguna forma de mantener con vida a una persona que haya perdido el 60% de su sangre durante ese tiempo y hacerlo en el propio campo de batalla? Pues bien, hallamos dos técnicas asombrosas”. Una consiste en darle al herido una inyección de estrógenos, unas hormonas sexuales característicamente femeninas. Y es que sucede que las mujeres sobreviven a la pérdida de sangre mejor que los hombres, seguramente porque la posibilidad de experimentar un parto las prepara mejor para ello. Unas pruebas de laboratorio realizadas en la Universidad de Alabama demostraron que unos ratones a los que se había extraído la mitad de su sangre podían sobrevivir más de seis horas si recibían un tratamiento hormonal.
Ralentización de los procesos vitales
Otra forma más eficaz de conseguir estos resultados pasa por utilizar ciertos compuestos químicos que retardan el metabolismo. Para ello, DARPA echó mano de los estudios del bioquímico Mark Roth, del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle, al que hace un par de años entrevistábamos en MUY sobre sus investigaciones en animación suspendida. Entonces, Roth descubrió que algunos animales entran en ese estado cuando disminuyen los niveles de oxígeno en su organismo. Sus corazones dejan de latir y el cerebro se apaga sin dañarse, pero no mueren. “Si te disparan, es justo lo que necesitarías”, indica Roth.
Poco después, este investigador averiguó que si se elimina rápidamente el oxígeno del organismo de un animal, este puede sobrevivir. Para demostrarlo, hizo inhalar a unos ratones sulfuro de hidrógeno –lo que les hizo entrar en un estado de suspensión– e inmediatamente les extrajo el 60% de su sangre, el equivalente a haber recibido una herida letal. El resultado fue que el 90% de ellos vivió más de 10 horas. “Lo más asombroso es que basta un poco de agua para resucitarlos”, señala Tether. “Ni siquiera se necesita una transfusión de sangre”. Así, con el equipo adecuado, cualquier recluta podría atender a un compañero gravemente herido. ¿Hasta qué punto seguirá siendo necesario el médico de campaña?
Supergadgets para supersoldados
El supersoldado que no come, no duerme, no se estresa, no se desangra, no tiene dolor ni problemas morales estará equipado además con un exoesqueleto mecánico como los que desarrollan la Universidad de Berkeley y la firma Sarcos Research, que harán que una carga de 80 kilos se sienta como una pluma. Y tendrá a su disposición un phraselator, un ingenio que usa un sistema de reconocimiento de voz para traducir frases a docenas de idiomas. Según los responsables de la compañía VoxTec, que construye el aparato, las pruebas indican que su nivel de eficacia ronda el 70%.
Sin embargo, los más críticos con las iniciativas de DARPA aseguran que no importa cuánto dinero, tecnología o materiales exóticos se inviertan en el desarrollo de estos robots de carne y hueso. Y advierten: ¿tendrán lo que hace falta para detener a unos oponentes que luchan por sus convicciones aunque carezcan de ojos biónicos y detonen bombas con controles remotos de televisores?
Por Ángela Posada-Swafford
Tomado de:
Muy Interesante