Afecta el cerebro uso excesivo de videojuegos, alertan médicos.
Expertos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aseguraron que el uso excesivo de videojuegos, tan solicitados por los niños, genera lesiones en los tendones y el cerebro.
En el primer caso, las lesiones comienzan por el dedo pulgar, el de mayor uso en los controles de los aparatos electrónicos, afirmó Jaime Castellanos Romero, jefe de consulta externa de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación de la Unidad Médica de Alta Especialidad Victorio de la Fuente Narváez.
Aseguró que si los menores tienen el hábito de jugar a diario más de dos horas con las “consolas de video”, comienzan a experimentar dolor entre el pulgar y la muñeca, primero de forma eventual, y luego de manera más regular.
Estas molestias, agregó, médicamente se conocen como tendinitis, la cual, en caso de no ser atendida oportunamente, puede afectar los músculos del brazo y las articulaciones del codo, ya que el dolor puede impedir que el paciente realice actividades tan cotidianas como escribir, peinarse o vestirse.
Castellanos refirió que para atender estos padecimientos el IMSS ha consolidado un tratamiento de rayo láser, por medio del cual se ejerce una acción antinflamatoria en los tendones alterados. Así, en unas dos semanas el derechohabiente recupera la movilidad de la mano.
Otra afectación a la salud por el uso desmedido de los juegos de video se presenta en el cerebro, el cual, al estar expuesto por lapsos de más de dos horas a los destellos de monitor, puede generar convulsiones en el menor, señaló Silvia Rivera Nava, neuróloga del hospital de especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Esos trastornos son causados por una estimulación llamada fótica, que se caracteriza por descargas intermitentes de luz. Los destellos y las variaciones de imágenes son los que eventualmente pueden generar descargas cerebrales, explicó.
Estas situaciones imprevistas, añadió, son denominadas crisis convulsivas por videojuego y, al igual que en la epilepsia, se caracterizan por movimientos anormales, en los que el paciente se muerde la lengua y pierde el control de esfínteres. Se trata de un evento en el que el niño pierde la conciencia, es decir, se desconecta de su entorno.
No obstante, aclaró, si el ataque convulsivo fue provocado por jugar excesivamente con el dispositivo electrónico el niño pude retomar sus actividades cotidianas y puede considerarse que su crisis fue únicamente por la exposición a las luces de la televisión.
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