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8 de marzo de 2014

Un rompecabezas de 2.300 años de antigüedad esconde una tabla de multiplicar

Foto: Imagen de las dos caras del Hueso de Ishango

Hace algo más de 50 años, en 1960, el geólogo de origen belga Jean de Heinzelin de Braucourt encontró un extraño objeto mientras se encontraba trabajando en una excavación, cerca del nacimiento de una de las fuentes del río Nilo. El lugar era un pequeño poblado llamado Ishango, dentro de las fronteras de lo que actualmente conocemos como República Democrática del Congo.

Fuente: Javier Peláez | Yahoo.es, 16 de enero de 2014

El hallazgo era un pequeño hueso, concretamente el peroné de un babuino, que presentaba unas curiosas marcas, organizadas en tres columnas y realizadas mediante algún objeto punzante de cuarzo. En un principio se pensó que se trataba alguna clase de objeto decorativo pero cuando se analizó detenidamente el número y la disposición de estas marcas, los arqueólogos llegaron a una sorprendente pero definitiva conclusión: Quienquiera que fuese el autor de aquellas muescas, hace ya 20.000 años, claramente estaba contando.


Foto: Marcas en el hueso de Ishango

En una de las partes talladas se pueden observar sesenta marcas, algo que podría parecer aleatorio si no fuese porque en la parte posterior, aparece otra columna con exactamente el mismo número de muescas, sesenta…

No quiere decir que los humanos que vivieron con anterioridad a este hueso (20.000 años) no supieran contar, sin ir más lejos existen otros objetos de similares características y más antiguos, como los encontrados en Lebombo o Checoslovaquia sobre los que aún todavía un interesante debate. Sin embargo, lo que sí podemos afirmar con rotundidad es que este hueso de Ishango está considerado como el primer “artefacto matemático” confirmado de la Humanidad…

Esta semana, a la fascinante cadena de acontecimientos e hitos arqueológicos que han ido marcando la Historia de las Matemáticas, podemos sumar ahora un interesantísimo descubrimiento realizado por investigadores de la Universidad de Tsinghua en Pekín y que ha salido publicado en la última edición de la Revista Nature.

La historia comienza hace cinco años cuando en 2009 un coleccionista encontró en un mercado callejero de Hong Kong una extensa serie de más de 2.500 tiras de bambú con antigua caligrafía china. Las tiras se encontraban cubiertas de barro y seguramente habían sido extraídas de la excavación ilegal de alguna tumba.

Por suerte aquel comprador se dio cuenta de la importancia de su adquisición y en un generoso gesto, terminó donándolas a un equipo de historiadores que, tras analizarlas mediante la técnica de Carbono 14, concluyeron que tenían más de 2.300 años. En concreto pertenecen a una etapa histórica conocida como “el periodo de Los Reinos Combatientes” y su datación exacta las sitúa en el año 305 a.C.
Sin embargo, esto solo era el principio… ante ellos tenían un enorme rompecabezas con miles de pequeñas tiras de bambú con apenas unos milímetros de ancho y hasta medio metro de largo.


Foto: Las 21 tiras de bambú que componen la tabla de multiplicar

Imaginad que tenéis que intentar reconstruir un documento después de rallarlo con una de esas típicas máquinas destruye-papeles, algo así era el reto al que se enfrentaban los historiadores. Finalmente, y después de varios años componiendo este gigantesco puzle compuesto por los más diversos textos de la época, dispersos entre los miles de tiras de bambú, los investigadores localizaron 21 de ellas que contenían una serie de números, y es aquí donde llegó la sorpresa.

Ordenadas correctamente estas tiras componen una tabla de resultados entre los mismos números en los dos ejes de la tabla, del 0.5 al 19, dispuestos como podéis ver en la representación de la imagen inferior realizada con números occidentales:


Foto: Correspondencia de los números encontrados en la tabla china.

He de aclarar que aunque se conocen otras tablas de multiplicar pertenecientes a las civilizaciones sumerias o babilonias, algunas de ellas más antiguas, aún así ésta que se ha descubierto en China es la más antigua que utiliza nuestro actual sistema decimal (de base 10), ya que las anteriores se basaban en un sistema sexagesimal, (base 60)

Los autores del descubrimiento resaltan, además de la gran dificultad que ha requerido recomponer y ordenar este gigantesco puzle de 2.500 pequeñas piezas, que nos encontramos ante una verdadera calculadora antigua puesto que con ella se podían realizar multitud de operaciones matemáticas, entre los que se encuentran desde el cálculo de superficies y cultivos, distribución de cosechas o el porcentaje de impuesto que correspondía pagar al estado.
Fuente:
Terrae Atiqvuae

29 de noviembre de 2013

Si te rompes un hueso, no bebas alcohol

Consumir bebidas alcohólicas en exceso es nocivo para los huesos humanos, especialmente para la curación tras sufrir una fractura ósea, debido a que el alcohol reduce la presencia de mineral en su estructura. Así se desprende de un estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Loyola, en Chicago (EE UU), que proporciona una idea de cómo el alcohol retarda la curación en los niveles celular y molecular.

En los experimentos, un grupo de roedores fue expuesto a niveles de alcohol equivalente a tres veces el límite legal para conducir, mientras un grupo de control se expuso a cantidades idénticas de una solución salina. Los análisis mostraron que el callo, el tejido óseo duro que se forma alrededor de los extremos de los huesos fracturados, resultó menos mineralizado en los roedores que habían consumido alcohol, y el hueso que se formó no era tan fuerte.

Durante el proceso de curación, el cuerpo envía células madre inmaduras a un sitio de la fractura y, después de llegar al sitio, las células madre maduran hasta convertirse en células óseas. Dos proteínas, conocidas como SDF -1 y de OPN, están involucradas en el reclutamiento de células madre para el sitio de la lesión, pero en el grupo de ratones expuestos al alcohol, los niveles de OPN fueron significativamente más bajos.

A esto se suma que los ratones expuestos al alcohol mostraron signos de estrés oxidativo, un proceso que afecta a las funciones celulares normales, pues tenían niveles significativamente más altos de malondialdehído, marcador de este tipo de estrés.

Los investigadores plantean ahora dos posibles tratamientos para contrarrestar los efectos negativos del alcohol sobre la cicatrización ósea: inyectar células madre en ratones para mejorar la cicatrización y administrar NAC, un antioxidante que combate el estrés oxidativo. Si estas terapias resultan efectivas para los consumidores de alcohol en exceso, es posible que también puedan acelerar la curación en los no bebedores, apuntan los autores del estudio.

Fuente:

Muy Interesante

20 de septiembre de 2013

Sabe usted... ¿Por qué nos crujen los nudillos?

Los nudillos son articulaciones, ¿qué articulaciones suelen crujir y por qué?
Las articulaciones que crujen son las que se conocen como diartrosis, que son dos huesos unidos entre sí por superficies cartilaginosas envueltas por una cápsula con una sustancia lubricante llamada fluido sinovial que reduce el desgaste por el rozamiento entre los cartílagos y huesos.

Está compuesto por nutrientes y una serie de gases disueltos como oxígeno o dióxido de carbono. 
El sonido que se produce al estirar o entrelazar los dedos se debe al líquido sinovial.

¿Por qué se debe al líquido sinovial y qué es lo que sucede?

1) Para estirar los dedos, es necesario se estira la cápsula con el líquido sinovial y que se reduzca su volumen.

2) Para que se produzca la reducción del volumen, es necesario que la presión de la disolución sea menor y, para esto, salen rápidamente los gases disueltos de la disolución en forma de burbujas.

3) Estas burbujas de gas liberado del líquido sinovial de la cápsula entre los dos huesos unidos estallan y es lo que provoca el sonido característico de crujirse los dedos.

Todavía no se conoce con exactitud como estas burbujas pueden provocar tanto sonido.
¿Por qué tenemos que esperar determinado tiempo para volver a crujirse los dedos?

Porque hay que esperar que las burbujas que se habían liberado de la disolución vuelvan a disolverse en el líquido sinovial y puedan liberarse como burbujas de nuevo.

¿Qué efectos negativos tiene el crujirse los dedos?

Crujirse los dedos se ha convertido en algo habitual y sus efectos son los siguientes:
  - Se había pensado que crujirse los dedos podría estar relacionado con artrosis, pero esta idea se ha desechado. De hecho, en el 2009 Donald L. Unger recibió el premio IG Nóbel de Medicina por haber estado durante 60 años crujiéndose los dedos de una mano y no de la otra. Al estudiar su grado de artritis en ambas manos, se observó que no tenía artritis en ninguna mano.
Es decir, parece demostrado que crujirse los dedos y la artrosis no están relacionados.
  - Lo que sí provoca es daños en las estructuras blandas de las articulaciones como los ligamentos.
  - Disminuye nuestra fuerza prensora, es decir, reduce la fuerza con la que podemos apretar la mano.
¡Intenta no crujirte los dedos!
Tomado de:

17 de julio de 2013

Neuronas que dictan cómo caminar correctamente

Una investigación en Nature revela qué grupos neuronales estarían encargados de los clásicos movimientos alternativos derecha-izquierda que utilizamos al caminar. Y es que al contrario de lo que parece, andar no es tan sencillo (al menos científicamente).

Primero un paso. Luego otro. Mantienes el equilibrio. Te tambaleas. Tu pequeño cuerpo conserva la posición lo suficiente como para no caerte. Pequeños aprendizajes con solo unos años de edad, que te permiten conocer cómo caminar correctamente. Una tarea que no por complicada, seguirás repitiendo a diario durante toda tu vida.

Aprender a andar es una de las tareas más complejas que debemos hacer cuando somos niños. En general, los pequeños empiezan a caminar con una edad de entre uno y tres años. Pero debemos entender que el aprender a cómo caminar correctamente no es solo un tema fundamental en cuanto a nuestro desarrollo motor, sino también desde una perspectiva evolutiva.

En este artículo publicado en American Scientist, explican que tres son los factores fundamentales que explican la evolución del ser humano en relación a otras especies. Estos parámetros clave son, por una parte, la aparición de un cerebro de mayor tamaño, que ayudó al desarrollo de destrezas lingüísticas, necesarias para el lenguaje y la comunicación. El tercer pilar de la evolución humana es la existencia de la bipedación.

Y es que andar erguidos sobre nuestros dos pies es una cuestión de ahorro energético, al menos a nivel metabólico. Así lo entendieron y difundieron en este simposio sobre la evolución de la bipedación entre especies. Por ejemplo, en el caso de las aves zancudas, andar sobre una superficie de esta manera resulta económico, pero no sucede lo mismo con los pingüinos, ya que sufren un gasto metabólico mayor.

Ahora investigadores del Karolinska Institutet de Estocolmo, Suecia, han evaluado en un trabajo publicado en Nature cómo diferentes grupos de neuronas están implicadas en el modo alternativo de desplazar nuestra pierna derecha e izquierda al andar. En otras palabras, en nuestro cerebro existen redes neuronales específicas que dictan cómo caminar correctamente, al contrario de lo que se pensaba hasta ahora. Y es que caminar, por sencillo que parezca, no es tan fácil.

En su estudio, los científicos suecos han probado a modificar genéticamente los ratones utilizados en sus experimentos, de forma que al eliminar grupos específicos de neuronas, veían cómo los ratones eran incapaces de coordinar los movimientos alternativos derecha-izquierda, que usamos de forma común al andar. Siempre se había pensado que este mecanismo alterno era controlado por una única red neuronal, pero su artículo revela que existen procesos biológicos desconocidos hasta el momento que regulan cómo caminar correctamente.

De hecho, los investigadores señalaron a un gen, el Dbx1, como el responsable de acelerar o frenar estos mecanismos alternativos derecha-izquierda en los distintos grupos de neuronas. Además, en el caso de que los dos grupos de poblaciones de neuronas fueran eliminados, los ratones no podían cambiar de pata al andar, y comenzaban a brincar, de manera similar al desplazamiento que realizan los canguros o los conejos.

Este estudio explica en parte por qué no resulta tan sencillo realizar un movimiento tan clásico y habitual como es andar. Entender cómo caminar correctamente, y qué parte del cerebro lo regula, puede explicar en el futuro problemas en el desarrollo motor de algunas personas. Aunque en el caso de los seres humanos la complejidad sea mayor, debida a la bipedación que mencionábamos antes, lo cierto es que este trabajo ofrece un poco de luz sobre los mecanismos cerebrales que usamos en un acto tan sencillo como andar.

Fuente:

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29 de junio de 2013

¿Sabes cómo evolucionaron los humanos para lanzar objetos?

Lanzador

Sólo los humanos pueden lanzar objetos a gran velocidad, una capacidad que ayudó drásticamente al Homo erectus, según los científicos. 

El cuerpo de los ancestros humanos evolucionó para lanzar objetos hace unos dos millones de años, según un nuevo estudio.

Lo que permitió esa capacidad evolutiva, al parecer, fueron cambios en la anatomía de la especie extinguida Homo erectus.

Las evidencias arqueológicas muestran que la caza se hizo más intensa durante este periodo, algo que los científicos atribuyen al desarrollo de la capacidad de lanzamiento.

Según las conclusiones del estudio publicado en la revista especializada Nature, esa nueva destreza ayudó al desarrollo de los cazadores ancestrales y les permitió migrar por todo el mundo.

Sólo los humanos tienen la capacidad de lanzar un objeto con mucha rapidez.

Podemos arrojar cosas mucho más rápido que nuestro más cercano pariente animal con vida, el chimpancé, que sólo logra lanzar algo a unos 32 km/h frente a los 145 km/h que puede alcanzar un atleta profesional.

Para investigar cómo sucedió el desarrollo evolutivo de esa habilidad, los científicos tuvieron primero que entender la biomecánica del lanzamiento de hoy en día.

Movimiento rápido

Ilustración de distintos tipos de rotación humeral

Cuando se da la máxima rotación humeral (figura central) es cuando la energía elástica puede energizar el lanzamiento.

Para ello analizaron el lanzamiento de varios jóvenes jugadores de béisbol, utilizando cámaras especiales de captura de movimiento.

Y observaron que el hombro actúa como una especie de onda (también conocida como china, tirachinas o resortera) a medida que el brazo gira hacia atrás.

Los ligamentos y tendones que rodean al hombro se estiran y almacenan energía elástica, que le da potencia al lanzamiento hacia el frente.

Cuando esta energía queda en libertad genera lo que los científicos creen que es el movimiento más rápido que el cuerpo humano puede producir.

Los cambios en la anatomía de los hominini (antepasado del género Homo) que tuvieron lugar hace dos millones de años fueron los que permitieron ese almacenamiento de energía en el hombro, que resultaron en la capacidad de lanzar objetos rápidamente, y por lo tanto de cazar.

"El éxito en la caza hizo que nuestros antepasados pudieran hacerse parcialmente carnívoros, y comieran carne rica en calorías y en grasa, que mejoró drásticamente la calidad de su dieta", le dijo a la BBC el líder del estudio, Neil Roach, de la Universidad de George Washington, en Estados Unidos.
"Lo que creemos sobre la caza y el comportamiento es todavía una hipótesis"
Neil Roach

"Este cambio dietario desencadenó una transformación radical en la biología de nuestros ancestros, que les permitió desarrollar cuerpos más grandes, cerebros más grandes y tener más hijos. También generó cambios interesantes en su estructura social", explicó.

"Sobre esa época empezamos a ver los orígenes de las divisiones del trabajo, en las que algunos cazan mientras otros recolectan".

"Y probablemente también nos permitió trasladarnos a nuevos ambientes, como zonas donde no había vegetación de la que mantenernos antes de tener la habilidad de cazar", dijo el doctor Roach.

Pero puntualizó que es importante recordar que "lo que creemos sobre la caza y el comportamiento es todavía una hipótesis" y hace falta continuar investigando.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

2 de febrero de 2013

Conozca al hombre que transportó su cráneo en una caja



Lee Charie

Tras caer desde un balcón en Tailandia, a Lee Charie le quitaron parte de su cráneo para aliviar la inflamación del cerebro.

Lee Charie, británico de 32 años, no recuerda haberse caído de un balcón en Tailandia. Cuando se despertó, le habían quitado parte de su cráneo.

Los médicos en Tailandia le había cortado una parte para aliviar la presión que se acumula en el cerebro.

Entonces, Lee llevó esta pieza de cráneo hasta casa en una caja de poliestireno, con la esperanza de que los cirujanos del Reino Unido fueran capaces de utilizarlo para reconstruir su cabeza.

Lee se encontraba de vacaciones en la isla de Koh Tao cuando se lesionó. Sus recuerdos del imprevisto son confusos, pero su padre enseguida voló cuando el accidente tuvo lugar en diciembre.

A Peter Charie le dijeron que su hijo se había caído de una altura de más de 7 metros y que estaba inconsciente cuando le encontraron.

Finalmente, Lee Charie pasó un mes recuperándose en hospitales de Tailandia, antes de su vuelo de vuelta a casa, en el Reino Unido, acompañado de médicos.

Su padre fue quien llevó el cráneo seccionado que los doctores le habían retirado. "No tuve ningún problema en pasar el control de aduana y de seguridad", dijo.

Bajo presión

"A veces uno necesita, literalmente, una patada en la cabeza para arreglar tu vida y empezar a hacer lo que realmente te gusta "

Lee Charie

Lee Charie está aún recuperándose en un hospital de Reino Unido, donde está siendo sometido a fisioterapia, exámenes médicos y ayuda para su dolor.

Cuando se dio cuenta de que le habían quitado parte de su cráneo, dice, no paró de llorar durante dos semanas.

Pero cuenta que se siente incluso abrumado por todo el apoyo de sus familiares y amigos, algunos de los cuales están organizando un evento para recaudar fondos para ayudarle a él y a otros que puedan estar en su misma situación.

El neurocirujano Colin Shieff dice que cuando el cerebro se lesiona, la hinchazón puede empujarlo contra la estructura ósea que lo protege.

"El cerebro no funciona bajo presión. Es más seguro y puede garantizar una mejor recuperación si no existe presión", dice y añade: "Es como si usted tiene un esguince en el tobillo, lo primero que hace es aflojar los cordones del zapato. Puede parecer peor pero ayuda".

A veces, la inflamación es lo suficientemente suave como para curarse por sí misma. Pero en otros casos, los medicamentos pueden ayudar a reducirla y controlarla, dice el doctor Shieff.

Pero en algunas situaciones, a menos que se quite una parte del cráneo, la presión puede dañar el cerebro.

Cráneo

El doctor Colin Shieff, dice el cráneo en su totalidad, en cuanto a su función diaria se refiere, no es esencial. 

"Hay mucha gente con defectos craneales que siguen con sus vidas".

El doctor Shieff es miembro del consejo de Headway, una asociación de lesiones cerebrales. Dice que el cráneo en su totalidad, en cuanto a su función diaria se refiere, no es esencial. "Hay mucha gente con defectos craneales que siguen con sus vidas".

Es aconsejable que algunas de estas personas con defectos en su estructura ósea lleven un casco protector para proteger el cerebro frente a una posible lesión, que es el mayor riesgo para estas personas.

De hecho, los cirujanos han operado el cráneo durante muchos años. Se han dado casos desde incluso los incas, aztecas y antiguos egipcios de personas que han sobrevivido durante un tiempo con agujeros hechos deliberadamente en sus cráneos, según Colin Shieff.

Plantilla de metal

Muchos de los pacientes del doctor Shieff eligen reconstruirse el cráneo. A veces, la parte que se ha quitado se puede volver a colocar.

Otra opción es construir una plantilla de metal utilizando escáneres y modelos de computadora, que sigue exactamente el contorno de la estructura natural.

Lee Charie dice que sus cirujanos están considerando utilizar el trozo de cráneo que trajo para ayudar a dar forma a un molde de titanio para su reconstrucción.
"No hay dos lesiones cerebrales iguales, así que es imposible predecir los efectos a largo plazo cuando alguien sufre una lesión tan grave"

Luke Griggs, portavoz del hospital

Él se está recuperando bien, aparte de un poco de dolor que dice siente cuando fuerza las expresiones faciales. Y juzgar las distancias cuando sube y baja las escaleras también puede ser difícil, cuenta.

"Alguna gente muere tras una caída desde tal altura. Sobrevivir y salir ileso de esto es algo extremadamente bueno".

Luke Griggs, portavoz de la asociación de lesiones cerebrales en Reino Unido, dice: "Los efectos de una lesión cerebral pueden ser devastadores. No hay dos lesiones cerebrales iguales, así que es imposible predecir los efectos a largo plazo cuando alguien sufre una lesión tan grave".

Pero la percepción pública tiene que cambiar. Las personas con lesiones cerebrales bastante están luchando ya con las cosas cotidianas de la vida y aun así, por desgracia, son injustamente juzgados y tratados bruscamente.

Con el cuidado adecuado, apoyo y comprensión, muchas personas con lesiones cerebrales pueden llevar una vida feliz y satisfactoria".

Lee dice: "Me ha hecho volver a pensar muchas cosas de mi vida. Algunas veces, literalmente, necesitas una patada en la cabeza para empezar a hacer lo que realmente te gusta", concluye.

Fuente:

BBC Ciencia

Lea en los archivos de "Conocer Ciencia":

 El cráneo de Hitler en realidad es el de una mujer

La extraña historia de la lobotomía

Reconstruyendo los rostros de los homínidos

13 de agosto de 2012

Por qué un blanco (probablemente) nunca ganará los 100 metros planos


 De los 500 mejores tiempos de la historia de los 100 metros lisos, tan sólo 6 corresponden a atletas blancos. Algo parecido pasa en las pruebas de resistencia, totalmente dominadas por los keniatas -han ganado 13 de las últimas 14 maratones de Boston. Comparados con los caucásicos, los atletas africanos tienen huesos más densos -¿por eso son malos en natación?-, menos grasa corporal -¿también esto influye en la natación?-, caderas más estrechas, piernas más largas, muslos más gruesos y “gemelos” más ligeros que los blancos. Pero eso no es todo. En este artículo se trata de dar una explicación fisiológica a tan tamaña desviación estadística en cuanto a rendimiento atlético.


Resistencia: una cuestión de eficiencia energética
 
Las pruebas de resistencia son dominadas por atletas que provienen de una pequeña región de Kenia de apenas 3 millones de habitantes -Kalenjin-, mientras que los mejores esprinters son atletas africanos de la otra parte del continente, de la África occidental.
Bengt Saltin, fisiólogo sueco del Copenhagen Muscle Research Centre de Dinamarca, ha investigado la supremacía keniata en el atletismo de fondo. Los hallazgos llevados a cabo por este equipo científico han descartado la mayoría de las explicaciones populares a este fenómeno: la altitud, la dieta, y el que los niños van corriendo a la escuela. En cuanto al consumo de oxígeno, los keniatas arrojaron valores similares a los escandinavos; en lo correspondiente a la dieta, más bien es al contrario, su dieta no es rica en aminoácidos esenciales, vitaminas o grasas; y finalmente, la hipótesis de la actividad física en la infancia tampoco resultó verdadera, los niños keniatas son tan activos como los daneses.
La clave parece residir en la habilidad de los keniatas para resistir la fatiga, para no dejarse vencer por el lactato. El ácido láctico se genera cuando se ha llegado al límite del consumo de oxígeno; entonces ya no se puede generar energía de forma aeróbica -con consumo de oxígeno-, y se comienza a sacar partido de la fermentación láctica, lo que produce como subproducto el lactato, que se acumula en la sangre, acidifica el medio celular y merma el rendimiento. El grupo de Saltin descubrió que, con el mismo oxígeno de partida, los keniatas eran capaces de correr una distancia un 10% mayor que la que corrían los europeos; es decir, al igual que un coche más aerodinámico, estos realizaban un consumo de “combustible” más efectivo que los europeos.
¿Qué tenían los keniatas que los hacía “más aerodinámicos”? El grupo de Saltin encontró que las diferencias más importantes se daban en la masa muscular de los “gemelos” -múculos gastrocnemios, que se encuentra en la parte posterior de la pierna entre la rodilla y el tobillo. Los atletas africanos tenían como promedio 400 gramos menos de “carne” en cada pierna. Cuanto más lejos del centro de gravedad -que suele estar en torno a la cintura- se encuentre el peso, más energía es necesaria para moverlo. El grupo de Saltin calculó que añadir 50 gramos de peso en los tobillos incrementaba el consumo de oxígeno en un 1%, por lo tanto, según Saltin, los gramos de menos que tienen los gemelos de los keniatas, se traducían en un ahorro de un 8% de consumo por cada kilómetro recorrido. En definitiva, en palabras de Henrik Larsen, otro investigador del Copenhagen Muscle Research Centre de Dinamarca: “los keniatas son corredores más resistentes porque emplean menos energía en mover sus piernas.”
En posteriores estudios también se descubrió que el músculo esquelético de los corredores keniatas posee, en cantidades mayores de las promedio, una enzima que se encarga de bajar la producción de lactato, llevando las reacciones bioquímicas de obtención de energía hacia la oxidación de ácidos grasos. Según el autor, los altos niveles de esta enzima se pueden deber al entrenamiento, pero en su opinión, “tiene grandes posibilidades de ser un mecanismo genético”.
Resultados similares en consumo de oxígeno y niveles de enzima y lactato fueron encontrados en un grupo de corredores negros del Sur de África, cuyos “tiempos” son similares a los de los keniatas.
Además de esto, está el hecho de que los keniatas son fenotípicamente delgados y ligeros (50 o 60 kilogramos de media). Es decir, que no es sólo que sus piernas sean más livianas, sino que todo el “chasis” pesa menos.
Y finalmente está el tema de las fibras musculares, lo que para muchos es el factor clave de la supremacía keniata (y africana en general) en las pruebas de resistencia. Existen dos tipos de fibras musculares: tipo I o roja, de contracción lenta; y tipo II o blanca, de contracción rápida. Los corredores de resistencia tienen hasta un 90% de fibras tipo I, que tienen una densidad vascular elevada y muchas mitocondrias -orgánulos celulares que se encargan de producir energía en presencia de oxígeno.
SI juntamos todos los datos, tenemos que los keniatas tienen poca masa muscular en sus piernas, pesan poco, y encima la escasa masa muscular que tienen es tremendamente eficiente para obtener energía aeróbica -con oxígeno- y así producir muy poco lactato. Además, por si fuera poco, tienen una carga enzimática superior para recurrir antes a los ácidos grasos que a la fermentación láctica. El resultado: que de una misma cantidad de combustible obtienen mucha energía, sin pagar peaje ninguno -producción de ácido láctico-, y encima van en un coche más ligero, con lo que pueden viajar mucho más tiempo por la autopista y así llegar más rápido a su destino.

Velocidad: negros con fibras blancas
 
Y en el otro extremo del atletismo, están los mejores sprinters, que también son negros, aunque en este caso del África occidental. (Y todos sus descendientes de EEUU, Jamaica, Bahamas, Grenada, etc...) Y aquí, paradójicamente, nos encontramos también en el otro extremo fisiológico: los atletas del oeste africano son más altos y pesan hasta 30 kilogramos más que sus parientes del sureste. Pero la diferencia más reseñable está en el tipo de fibra muscular: los sprinters negros tienen un porcentaje más alto de fibras blancas tipo II -las de contracción rápida- que el resto de los mortales, incluidos los keniatas. Estas fibras funcionan de manera totalmente contraria a las rojas tipo I: están especializadas en producir energía de manera rápida y explosiva sin recurrir al oxígeno. Las fibras tipo II obtienen casi toda su energía de la fermentación láctica. El resultado: no son buenos en carreras largas -sacan poca energía del oxígeno y mucha del sistema anaeróbico por lo que acumularían mucho lactato-, pero en distancias cortas -donde casi toda la energía se obtiene en anaerobiosis por que estás en esfuerzo máximo y la corta duración no da tiempo al efecto inhibitorio del lactato- están comodísimos, y de esta manera consiguen marcas tan espectaculares como las que consigue el genial Usain Bolt.

El porqué evolutivamente hemos llegado a tener estas diferencias es un tema muy interesante para reflexionar e investigar, pero eso da para otro post y un par de libros por lo menos. Por supuesto, no todo es genética -aunque es mucho- porque de nada vale tener unas fibras musculares maravillosas si estamos tirados todo el día en el sofá. Las marcas que estamos viendo estos días en los juegos olímpicos, se consiguen con mucho esfuerzo y mucho entrenamiento -incluso Usain Bolt-, pero lamentablemente, aunque parte de las fibras tipo II -las "menos rápidas" IIa- se pueden transformar en las lentas tipo I después de un entrenamiento de resistencia intenso, hasta ahora no hay evidencia de que las fibras tipo I se puedan transformar en las tipo II. Es decir, que los músculos de los blancos y sus fibras rojas tienen minúsculas posibilidades de llegar al nivel -y la velocidad- de los músculos de los sprinters negros y sus rápidas fibras blancas.
Fuente:

9 de julio de 2012

¿Por qué crujen los nudillos al presionarlos?


Al presionar sobre los nudillos de un puño cerrado o al entralazar los dedos y estirar las palmas de la mano, las articulaciones crujen con un característico y algo desagradable sonido.

¿Pero qué es exactamente lo que suena?

Veamos primero algo acerca de las articulaciones. Las que más fácilmente crujen son las que consisten en dos huesos unidos entre sí por superficies cartilaginosas, envueltas por una cápsula de fluido sinovial.

Se trata de una sustancia lubricante, que también sirve como fuente de nutrientes para las células cartilaginosas, y que contiene gases (oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono) disueltos.

Al crujir los dedos de las manos, se estira la cápsula de unión, pero el fluido no puede dilatarse a menos que la presión en el interior de la cápssula descienda. Entonces los gases disueltos pueden escapar del fluido sinovial, incrementando el volumen y la movilidad de la articulación.

Cuando la articulación recupera su posición, las burbujas de gases estallan produciendo el crujido. Pero no es la única causa, los tendones y ligamentos también juegan su papel.

Los tendones deben extenderse sobre la articulación para permitir el movimiento, así que también suenan cuando el tendón recupera su posición original.

Nota sabionda: Una articulación que haya crujido, no volverá a hacerlo hasta que los gases se hayan disuelto de nuevo en el fluido sinovial: entre 15 y 30 minutos.

Fuente:

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