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26 de enero de 2013

La Vía Láctea orienta al escarabajo pelotero

Escarabajo pelotero

La Vía Láctea es la mejor aliada del escarabajo pelotero en las noches sin Luna.

Quizás vivan en la tierra, pero todo parece indicar que el escarabajo pelotero que se alimenta de excrementos está muy claro dónde están las estrellas.

Un grupo de científicos ahora puede comprobar cómo estos insectos usan la Vía Láctea para orientarse mientras trasladan sus bolas de excremento por el terreno.
Los humanos, las aves y las focas se orientan por las estrellas. Sin embargo, este podría ser el primer ejemplo en el cual un insecto lo hace.

El estudio, elaborado por Marie Cacke, es reseñado en la revista clic Current Biology.

"Los escarabajos peloteros no necesariamente se trasladan en el mismo sentido que la Vía Láctea o perpendicular a ésta, pueden ir en cualquier ángulo a esta banda de luz en el cielo. La usan como referencia", dijo a la BBC la investigadora de la Universidad de Lund, en Suecia.

A los escarabajos peloteros les gusta trasladarse en línea recta. Cuando encuentran una pila de excrementos, forman una pequeña bola con éstos y comienzan a rodarla a un lugar seguro donde pueden comérsela, generalmente en una cueva.

Tener una buena orientación es importante porque a menos de que el insecto use un curso recto, es riesgoso regresar al lugar donde hizo la recolección, ya que otro escarabajo seguramente tratará de robarle su preciada bola.

Se mueven en línea recta

Dacke previamente había demostrado que los escarabajos peloteros eran capaces de moverse en línea recta orientándose por el Sol, la Luna o incluso señales formadas por estas fuentes de luz.

Pero fue la capacidad de estos animales de mantener el curso, incluso en noches sin Luna, lo que intrigó a la investigadora.

Por ello Dacke se llevó a estos insectos (Scarabaeus satyrus) al planetario de Johanesburgo, en Sudáfrica, donde podía controlar las estrellas que el insecto tendría sobre sí. 

Lo más importante es que puso a los escarabajos en contenedores con paredes negras para asegurarse de que los animales no estuviesen usando información de referencias en el horizonte, lo que en su medio ambiente natural podrían ser, por ejemplo, árboles.

Los escarabajos hicieron mejor su trabajo cuando tuvieron un perfecto cielo estrellado proyectado en el domo del planetario, aunque también lo hicieron bien al mostrarles una franja de luz difusa que representa la Vía Láctea.

Dacke cree que es la franja de luz y no los puntos de luz de las estrellas lo que es más importante para estos insectos.

"Estos escarabajos tienen ojos compuestos", dice a la BBC. "Se sabe que los cangrejos, que también los tienen, pueden ver las pocas estrellas más brillantes en el firmamento. Quizás los escarabajos pueden hacer esto también, pero aún no lo sabemos, es algo que estamos investigando. Sin embargo, cuando les mostramos solo las estrellas brillantes en el cielo, se pierden. Por lo tanto no son ellas las que los escarabajos usan para orientarse".

En el terreno, Dacke ha visto a los escarabajos desorientarse cuando la Vía Láctea se ubica en el horizonte en una época particular del año.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

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20 de diciembre de 2012

El secreto de juventud de las estrellas



El cúmulo globular estudiado por el Observatorio Austral Europeo. | ESO

El cúmulo globular estudiado por el Observatorio Austral Europeo. | ESO
Al igual que las personas, las estrellas pueden envejecer de distintos modos. Un nuevo estudio ha descubierto que algunos cúmulos de estrellas nacidos tras el Big Bang mostraban distintos grados de desarrollo, mostrándose más jóvenes o envejecidas.

Estos cúmulos globulares son reliquias de los primeros tiempos del Universo, con edades entre los 12-13 mil millones de años (el Big Bang tuvo lugar hace 13.700 millones de años), y que contienen muchas de las estrellas más viejas de nuestra galaxia.

Pese a que forman parte del pasado remoto del Universo, el equipo científico ha descubierto, utilizando el telescopio MPG/ESO del Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés) y el Hubble de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) que algunos de estos cúmulos permanecen con un 'espíritu' joven.

¿A qué se debe el secreto de la eterna juventud de estos cúmulos?. Los astrónomos han revelado un mecanismo de rejuvenecimiento peculiar. Las estrellas de los cúmulos tienden a tener la misma edad. Las brillantes de mucha masa se consumen pronto, por lo que los cúmulos deberían mantener solo las estrellas de menos masa.

Sin embargo, algunos de estos cúmulos reciben un nuevo soplo de vida, obteniendo combustible extra que las alimenta de nuevo y las hace brillar considerablemente. Esto puede ocurrir si una estrella atrae material de otra estrella vecina a medida que dos de estas se fusionan o si colisionan. Las estrellas revigorizadas son denominadas azules rezagadas, y su alta masa y brillo son las propiedades que han dado fundamento a este estudio.

Las estrellas más pesadas se precipitan hacia el centro del cúmulo a medida que este envejece, en un proceso similar a la sedimentación. Las elevadas masas de las azules rezagadas dan a entender que se ven fuertemente afectadas por este procesos, mientras que su brillo las hace relativamente fáciles de observar.

El equipo localizó la ubicación de estrellas azules rezagadas en 21 cúmulos globulares. Unos pocos cúmulos parecían jóvenes, con estrellas azules rezagadas distribuidas por todo el cúmulo, mientras que un grupo más numeroso era viejo, con las azules rezagadas agrupadas en el centro. Un tercer grupo se encontraba en pleno proceso de envejecimiento, con las estrellas más cercanas al centro migrando hacia el interior en primer lugar, mientras que las estrellas más alejadas se acercaban progresivamente al centro. "Dado que estos cúmulos se formaron todos aproximadamente al mismo tiempo, esto revela grandes diferencias en la velocidad de evolución de cúmulo a cúmulo", concluye Barbara Lanzoni (Universidad de Bolonia, Italia), coautora del estudio.

El estudio ha proporcionado la primera evidencia empírica de a qué velocidad envejecen diferentes cúmulos.

Fuente:

El Mundo Ciencia

10 de diciembre de 2012

MIT “encuentra” el nacimiento de las primeras estrellas del Universo

Un grupo de investigadores del MIT ha anunciado lo que han denominado como "uno de los acontecimientos más importantes de la historia del Universo". Han conseguido mirar hacia atrás en el tiempo, a la época de las primeras estrellas y galaxias, encontrando la materia sin mancha apreciable de elementos pesados. Una medición conseguida tras el análisis de la luz del quásar más distante conocido, un núcleo galáctico de más de 13 millones de años luz de la Tierra.

MIT "encuentra" el nacimiento de las primeras estrellas del Universo

Según Robert Simcoe, del MIT:
El nacimiento de las primeras estrellas es uno de esos momentos importantes en la historia del Universo. Ocurrió en el Universo primitivo, y eran objetos sólo de gas y materia oscura. Se trata del momento en el que el Universo empezó a parecerse a lo que es hoy en día. Y es increíble lo temprano que sucedió, no pasó tanto tiempo.
Lo que han observado los investigadores es la materia anterior a la creación de los elementos pesados del Universo. Actualmente es aceptado que en los minutos después del Big Bang, los protones y los neutrones colisionaron en una fusión nuclear para formar hidrógeno y helio.

Como el Universo enfrió, la fusión se detuvo generando estos elementos básicos, dejando el hidrógeno como el principal constituyente del Universo. Los elementos más pesados, como el carbono y el oxígeno, se formaron cuando las primeras estrellas aparecieron.

Como decíamos, para llevar a cabo tal descubrimiento, desde el MIT se analizó la luz del quásar más distante conocido, un núcleo galáctico de más de 13 millones de años luz de la Tierra que ofrece una instantánea del Universo sólo 750 millones de años después del Big Bang.

El análisis de espectro de luz del quásar no aportó pruebas de elementos pesados en la nube de gas, un hallazgo que sugiere que los datos del quásar se produjeron en el mismo tiempo que las primeras estrellas del Universo. Según Simcoe:
Las primeras estrellas se forman en lugares diferentes en el universo... no se encendieron al mismo tiempo. Pero este es el momento en que empieza a ser interesante.
Y es que hasta ahora los científicos sólo habían sido capaces de observar objetos a menos de 11 millones de años luz. Todos estos elementos se mostraban pesados, lo que sugerían estrellas que ya eran abundantes en ese punto. John O´Meara, profesor de física, lo explicaba así:
Antes de este resultado, no habíamos visto las regiones del universo viejas y carentes de elementos pesados, así que había un eslabón perdido en nuestra comprensión de cómo el contenido elemental del universo ha evolucionado con el tiempo. Posiblemente este descubrimiento proporciona ese entorno tan poco frecuente en el universo, cuando se formaban las estrellas.
Los investigadores tuvieron en cuenta todos los escenarios de otro tipo que pudieran explicar los patrones de luz que observaron, incluyendo las galaxias recién nacidas y otras materias situado en frente del quásar. Sus esfuerzos finalmente confirmaron que el espectro de la luz del quásar indicaba una ausencia de elementos pesados 750 millones años después del Big Bang.

En el futuro, Simcoe espera analizar otros cuásares de esta era temprana para confirmar aún más la ausencia de elementos pesados.

Fuente:

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3 de diciembre de 2012

No hay música sin ciencia

No se puede ver ni palpar, sin embargo, se siente. La música es una de las manifestaciones artísticas más universales y, a la vez, uno de los rasgos más singulares, junto con el habla, del ser humano. Pero el lenguaje musical tiene, también, mucho en común con otro lenguaje que la inteligencia ha inventado para describir la realidad: la ciencia. Ésta habla de espectros, frecuencias, resonancias, vibraciones y análisis armónico. No es una simple coincidencia, no hay música sin física.

El sonido es un fenómeno físico originado por la vibración de los cuerpos y que se trasmite por el aire en forma de ondas. El efecto estético de un sonido depende de la relación lógica y pautada de sus vibraciones. Es decir, que en el fenómeno musical existe una esencia matemática. Y si consideramos la música como una sensación auditiva cuyo propósito es invocar emociones, disciplinas como la fisiología, la psicología, la bioquímica y las neurociencias tienen mucho que decir.

Un Sistema Solar polifónico

La correspondencia entre la música y la ciencia se conoce desde hace mucho tiempo. Probablemente, hacia el siglo VI a.C., en Mesopotamia ya advirtieran las relaciones numéricas entre longitudes de cuerdas. Pero fue en la Grecia antigua cuando se trazaron las diferentes escaleras armónicas basadas en las proporciones numéricas. Para los pitagóricos el Universo era armonía y número. Las notas musicales se correspondían con los cuerpos celestes. Los planetas emitían tonos según las proporciones aritméticas de sus órbitas alrededor de la Tierra. Y los sonidos de cada esfera se combinaban produciendo una sincronía sonora: la "música de las esferas".

Esta armonía celestial fue descrita por muchos pensadores como Platón, que en La República, relata el mito de Er, un guerrero que en su muerte temporal ve el Universo y describe las órbitas de los planetas. "Encima de cada uno de los círculos iba una Sirena que daba también vueltas y lanzaba una voz siempre del mismo tono; y de todas las voces, que eran ocho, se formaba un acorde". También Cicerón, en El Sueño de Escipión, explica el fenómeno: "Es el sonido que se produce por el impulso y movimiento de las órbitas, compuesto de intervalos desiguales, pero armonizados (...) Porque tan grandes movimientos no podrían causarse con silencio, y hace la naturaleza que los extremos suenen, unos, graves, y otros, agudos".

La tradición que consideraba al Universo como un gran instrumento musical se prolongará durante la Edad Media y hasta el siglo XVII, cuando aparece la figura de Johannes Kepler. El astrónomo alemán intentó comprender las leyes del movimiento planetario y consideró que éstas debían cumplir las leyes pitagóricas de la armonía. En su libro Harmonices Mundi (1619) ilustra el orden del Universo según los sonidos producidos por las velocidades angulares de cada planeta. Cuanto más rápido era el movimiento, más agudo era el sonido que emitía.

Asumida esta creencia, Kepler escribió seis melodías, cada una correspondiente a un planeta diferente, e instó a los músicos de su época a asimilar su descubrimiento. Escribió: "el movimiento celeste no es otra cosa que una continua canción para varias voces, para ser percibida por el intelecto, no por el oído; una música que, a través de sus discordantes tensiones, a través de sus síncopas y cadencias, progresa hacia cierta predesignada cadencia para seis voces y, mientras tanto, deja sus marcas en el inmensurable flujo del tiempo".

Las estrellas se hacen oír

Las primeras evidencias de música originada en un cuerpo celeste, tal como habían imaginado los pitagóricos primero y Kepler más tarde, no se encontraron hasta hace varias décadas. Las estrellas no emiten melodías armoniosas, pero sí que están sometidas a perturbaciones que provocan una respuesta en forma de ondas. No podemos escuchar el sonido emitido por una estrella, ya que las ondas de sonido necesitan un medio por el que propagarse y el Universo está prácticamente vacío, aunque podemos observar cómo vibra. Y éste es el ámbito de estudio de la sismología solar, un campo de la astrofísica que, desde 1979, investiga en detalle la estructura interna invisible del Sol.

Como un complejo instrumento musical, nuestro astro oscila creando tipos de ondas (modos propios de oscilación) que se propagan por su interior y se reflejan en la superficie deformándola ligeramente, del mismo modo que las olas del mar. Observando esta alteración se pueden descubrir las frecuencias de las ondas que se propagan desde su núcleo y deducir, al igual que en una ecografía, las características físicas y los movimientos que se prolongan en el interior.

Que nuestro astro tenga ritmo no es una cualidad única, sino que cada estrella, como cada instrumento musical, posee su propio sonido. Actualmente, un astrofísico del IAC, Garik Israelian, ha convertido esta propiedad de los objetos celestes en un proyecto musical. "Detecto las ondas, las convierto en sonidos en el ordenador y, como resultado, obtengo una serie de notas precisas", describe. Con él colabora Brian May, otro astrofísico aunque más conocido como guitarrista y compositor del grupo Queen.

Y el Sol es, también, la repuesta a uno de los misterios que la ciencia llevaba años persiguiendo: el excelso sonido del violín Stradivarius. La última teoría sostiene que el secreto está en el "Mínimo de Maunder", un periodo de escasa actividad solar que entre los siglos XVII y XVIII, cuando se elaboraron los citados violines, provocó un acusado cambio climático. La temperatura en Europa descendió, en lo que se llamó la "Pequeña Edad de Hielo", causando un lento crecimiento en los árboles y dotando a la madera de unas singulares cualidades sonoras.

Con la música a otra parte

Para Leibniz, "la música es un ejercicio de aritmética secreta y el que se entrega a ella ignora que maneja números". Y Bertrand Russell consideraba que "el matemático puro, como el músico, es creador libre de su mundo de belleza ordenada". Descartes (Compendio musical), Galileo (Discurso), Mersenne (Armonía Universal), D’Alembert (la solución de la ecuación de ondas) y Euler (Nueva teoría musical), son algunos de los matemáticos que se han preocupado por la elaboración de teorías musicales. Si bien, también se conocen muchos compositores que han aplicado a sus creaciones principios de lógica y probabilidad matemática, como Debussy, Boulez, Messiaen, Varese, Stockhausen o Xenakis, precursores de la música electrónica actual.

Pero la música no solamente ha seducido a los matemáticos. Científicos de muchas disciplinas han recogido sus teorías en composiciones musicales. Como Clark Maxwell, descubridor de la existencia de las ondas electromagnéticas, que compuso una canción titulada "Rigid Body Sings" para explicar de forma cómica la ley de colisión entre los cuerpos rígidos, o el físico Georges Gamow, que en uno de sus libros sobre su simpático personaje de ficción Mr. Tompkins incluyó tres arias para ser cantadas por tres eminentes cosmólogos, Abbé George Lemaître, Fred Hoyle y él mismo, que explicaban diferentes teorías de la creación del Universo.

En contra de la creencia popular, emoción y razón se originan en el cerebro y están relacionadas. Por ello, han prosperado nuevos campos de estudio, en especial, desde las neurociencias, que analizan la conexión entre el sonido, la emoción y el pensamiento. Y aunque hace 20 años pocos creían que pudiera aportar nada, actualmente es un ámbito de gran interés académico y múltiples aplicaciones, sobre todo, terapéuticas.

Hoy sabemos, que la música y el lenguaje tienen un origen común, ya que en el ámbito neurológico han evolucionado juntas en los últimos dos millones de años. También conocemos que la música estimula la zona del cerebro que registra el placer, un mecanismo básico para la supervivencia. Y que no todos escuchamos del mismo modo: gracias a imágenes obtenidas por Resonancia Magnética Funcional, se ha observado que la actividad cerebral en un músico es diferente de la de una persona sin formación musical.

Resumiendo, la música es el arte de combinar sonidos armónicamente con el propósito de producir sensaciones. Pero la armonía no es sólo un elemento esencial de la música, sino que ha sido invocada frecuentemente por la ciencia para describir y comprender el mundo. Muchos científicos han confiado en la armonía del Universo y algunos músicos han utilizado la lógica y el cálculo en sus creaciones. La música integra con la ciencia un campo general del pensamiento que nos distingue como humanos. Preguntarnos por ella, es preguntarnos por nosotros mismos.

Fuente:

Ccaos y Ciencia

29 de noviembre de 2012

Un agujero negro gigante desconcierta a los astrónomos


Agujeros negros 

Ilustración artística de un agujero negro Imagen SPL
  • Son objetos extremadamente densos que nacen tras el colapso de una gran estrella

  • Tienen una concentración de masa tan elevada que su gravedad atrapa incluso la luz

  • Un agujero negro mediano puede tener una masa equivalente a mil veces nuestro Sol en un volumen no mayor que la Tierra

  • Se cree que en el interior de la mayoría de las galaxias de grandes dimensiones, como la Vía Láctea, se encuentra un agujero negro supermasivo

Constelación Perseo, imagen captada por el telescopio espacial Hubble DW HOGG/MBLANTON/SDSS

El agujero negro supermasivo se encuentra en el centro de NGC 1277, una galaxia amarillenta cerca del centro de este cúmulo de galaxias en la constelación Perseo. Imagen: DW HOGG/MBLANTON/SDSS
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Un agujero negro con una masa equivalente a 17.000 millones de soles fue detectado en una pequeña galaxia, según un nuevo estudio.

El agujero, descubierto por científicos del Instituto Max Planck para Astronomía en Heidelberg, Alemania, es el segundo de mayor tamaño jamás detectado, pero lo desconcertante es que se halla en una galaxia "diminuta". Se encuentra en el centro de la galaxia NGC 1277, en la constelación de Perseo, a una distancia cercana a los 220 millones de años luz. 

"Es uno de los agujeros negros más grandes que se ha observado hasta ahora y cientos de veces mayor de lo que estimábamos para una galaxia de este tamaño", señaló el astrónomo holandés Remco van den Bosch, uno de los investigadores.
La galaxia NGC 1277, que aparece en una imagen captada por el telescopio Hubble, tiene una masa diez veces menor que la Vía Láctea, pero alberga un agujero negro 4.000 veces mayor que el que se encuentra en el centro de nuestra galaxia.

El agujero descubierto es tan masivo que las estrellas que lo rodean se desplazan a una velocidad superior a 100 kilómetros por segundo o 360.000 kilómetros por hora.

Enigma

El hallazgo plantea dudas respecto a las teorías actuales, según las cuales un agujero negro crece en tándem con su galaxia huésped.

Los astrónomos creen que la mayoría de las galaxias, incluida la Vía Láctea, albergan en su seno un agujero negro supermasivo. Según esta hipótesis, la masa de estos agujeros representa cerca del 0,1% del llamado bulbo estelar de la galaxia, como se denomina a las estrellas de mayor edad en torno a su centro.
Pero la masa del agujero en NGC 1277 ocupa el 14% del bulbo.

Parte de la razón por la que se creía que los agujeros negros no pasaban del máximo de 0,1% es que hay un límite a la cantidad de materia que puede absorber un agujero negro de una vez, "como cuando una multitud intenta pasar por una puerta". Si hay mucho material, el agujero negro expulsa una parte, explicó Karl Gebhardt, astrónomo de la Universidad de Austin, en Texas, y otro de los autores del estudio publicado en la revista Nature

En el caso de NGC 1277, los científicos no saben por qué el agujero negro siguió creciendo hasta alcanzar su supermasa.

Rompecabezas 

Determinar el tamaño de un agujero negro es extremadamente difícil, ya que absorbe la luz en sus alrededores y no puede ser visto.

Los astrónomos miden por ello la llamada "esfera de influencia" del agujero negro, es decir, sus efectos gravitacionales en las estrellas y nubes de gas vecinas.

En la Vía Láctea, por ejemplo, es posible observar estrellas individuales durante su órbita en torno al agujero negro Sagittarius A para determinar su masa.

En el caso de los más de 100 agujeros negros distantes cuyas masas han sido estimadas, los científicos se basaron en medidas de la velocidad de estrellas cercanas.

Utilizando el telescopio Hobby Eberly en el estado de Texas, Estados Unidos, fue posible detectar hasta ahora cerca de 900 galaxias que albergan agujeros negros.

"Hacemos un modelo de una galaxia y usamos programas computacionales para analizar las órbitas estelares", le dijo Van den Bosch a la BBC .

"Es como un gran rompecabezas. Tratamos de considerar conjuntamente todas esas órbitas de forma que coincidan con la galaxia observada y las velocidades medidas".

Remco van den Bosch, quien trabajaba anteriormente en la Universidad de Texas en Austin, y sus colegas, se sorprendieron al encontrar algunos de los agujeros negros más grandes en galaxias relativamente pequeñas, como NGC 1277.

La galaxia podría ayudar a desentrañar el misterio de cómo surgieron los agujeros negros.
"Esta galaxia parece ser muy antigua", afirmó Van den Bosch.

"De alguna forma este agujero negro creció rápidamente hace mucho tiempo, pero desde entonces, no se han formado nuevas estrellas y la galaxia no ha sufrido grandes cambios".

"Estamos tratando de entender como ocurrió ese proceso y no tenemos todavía una respuesta. Pero eso es lo hace este trabajo tan emocionante".

Fuente:

BBC Ciencia

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21 de noviembre de 2012

Video: ¿Cómo se produjo la explosión más brillante de la galaxia?



La supernova del año 1006, las más luminosa que se conoce, se dice que fue capaz de proporcionar suficiente luz a la Tierra que permitía leer manuscritos en plena noche.

Ahora, el Instituto Astrofísico de Canarias ha creado un vídeo que muestra cómo se produjo tamaño evento cósmico: por la fusión de dos estrellas enanas blancas. .

El video termina con una imagen real compuesta (azul: rayos X, amarillo: visible, rojo: radio) del remanente de la supernova.

Vía | Youtube

Tomado de:

Xakata Ciencia

16 de noviembre de 2012

Video: 100.000 estrellas (cortesía de Google Labs)



Bienvenidos a una sorprendente simulación de Google para desplazarse por las 100.000 estrellas más próximas a la nuestra. Cabe recordar que en la galaxia hay unas 200.000 millones de estrellas (¡doscientos mil millones de estrellas!). Y bueno, que hay unas 500.000.000.000 galaxias.

Podéis verla aquí en todo su esplendor. La navegación está optimizada para Chrome y en la tecnología de visualización se utilizan WebGL, CSS3D y Web Audio.

Vía | Microsiervos

Tomado de:

3 de noviembre de 2012

Miden la luz de todas las estrellas del universo

universo-planoMás de un centenar de científicos, entre ellos algunos españoles, se han unido para detectar la escurridiza luz de fondo extragaláctica o EBL (siglas en inglés de extragalactic background light). Se trata del conjunto de fotones generados por todas las estrellas y agujeros negros del universo, y del que se puede deducir las emisiones estelares más antiguas. El estudio se ha elaborado con los datos del telescopio espacial Fermi de rayos gamma.

“La luz de las primeras estrellas masivas que alguna vez brillaron en el universo está incluida en la EBL, pero como tenemos bastante buen conocimiento del resto –de las estrellas ‘normales’ que podemos ver, por ejemplo, con telescopios ópticos–, somos capaces de restringir la luz de las primeras”, ha explicado a la agencia SINC Marco Ajello, del Deutsches Elektronen Synchrotron DESY (Alemania) y autor principal del trabajo que publica Science.

El equipo ha tenido que solventar el hecho de que los fotones de la luz de fondo extragaláctica no se pueden observar directamente, ya que se confunden con las emisiones en primer plano de nuestro sistema solar y las galaxias. La solución ha sido localizarlos de forma indirecta, con la ayuda de las fuentes de rayos gamma más numerosas: los blazars, que no son otra cosa que núcleos galácticos muy activos con un agujero negro supermasivo central. “Hemos usado los blazars como ‘faros cósmicos’, de tal forma que al analizar cómo se atenúan los rayos gamma debido a la ‘niebla’ EBL, podemos cuantificar cuanta luz de fondo extragaláctica hay entre nosotros y esos objetos lejanos”, señala Ajello. “Como los blazars están distribuidos a través del universo, podemos medir la EBL en diferentes épocas”, añade.

De esta forma, los científicos han podido caracterizar mejor la EBL dentro del espectro de luz (desplazamiento al rojo), así como la tasa de formación de la primera generación de estrellas. Con estos datos confían en poder comprender mejor la naturaleza de la formación estelar y la evolución de las galaxias.

Y además…


Fuente:

29 de octubre de 2012

El 'fantasma' cósmico

La burbuja gigante producida por el viento de una estrella masiva. | ESA
La burbuja gigante producida por el viento de una estrella masiva. | ESA
Un fantasmagórico rostro en medio del espacio. Así podría definirse la espectacular imagen que ha captado el telescopio espacial XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se trata de una burbuja producida por el intenso viento de una estrella masiva.

Esta burbuja se encuentra a 5.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Canis Major, el 'Can Mayor', y parece la cara de un perro o de un lobo.

Según explica la ESA en un comunicado, la burbuja abarca unos 60 años luz, y se creó bajo la acción del intenso viento emitido por la estrella de Wolf-Rayet HD 50896 –la estrella rosa en el centro de la imagen, que sería el ojo derecho de este singular rostro.

Las estrellas de Wolf-Rayet son astros calientes y masivos –con una masa unas 35 veces mayor que la de nuestro Sol– que expulsan grandes cantidades de materia a través de un intenso viento estelar, una corriente de plasma a millones de grados centígrados que emite rayos X, representados en azul en la imagen.

El material que rodea a la estrella se enciende en tonos rojizos al interactuar con el fuerte viento estelar, como se puede ver en la zona de la 'mejilla'.

El halo verde es el resultado de la colisión de una onda de choque que escapa de la estrella con las capas de materia expulsada con anterioridad.

Una 'llamarada' de rayos X en la esquina superior izquierda da forma a la oreja del 'lobo', y la región más densa de la esquina inferior derecha se asemeja a un hocico.

Sin embargo, el futuro de este rostro espacial tiene las horas contadas. La burbuja explotará y se terminará dispersando, mientras que la estrella terminará sus días con una dramática explosión de supernova.

Fuente:

¿Giran las estrellas en su propio eje, como los planetas?

Estrella de neutrones

Las estrellas pulsar (o de neutrones) tienen una rotación extremadamente veloz.

En general, la rotación estelar es el resultado de una rotación de la nube de gas que se condensa para formar una estrella.

Sin embargo, a diferencia de los planetas, las estrellas no son cuerpos sólidos, por lo que su rotación no es siempre simple.

Primero, tal como muchos planetas, las estrellas tienen bultos ecuatoriales.

Regulus, por ejemplo, rota a unos 320 km/s y su radio ecuatorial es unas tres veces más grande que su radio polar.

Muchas estrellas muestran además rotaciones diferenciadas, con su punto más alto en el Ecuador, la cual va descendiendo a medida que la latitud aumenta.

Por ejemplo, el ecuador del sol rota una vez cada 25 días, pero en sus polos cada rotación toma más de 34 días.

Este efecto es el que genera los campos magnéticos de las estrellas.

Las pulsars (o estrellas de neutrones) que son remanentes magnéticos de estrellas que ya explotaron, tienen una rotación extremadamente veloz: la más rápida que ha sido encontrada gira 716 veces por segundo.

Tomado de:

Arte y Ciencia: Una forma alucinante de ver el Sol



No, no es que los del centro Goddard de la NASA se hayan fumado un troncho (tomado unos alucinógenos), es que están usando una técnica que se suele usar en diseño, para observar algunas características del Sol. 

Las imágenes de nuestra estrella que veis en el vídeo han pasado por un filtro de gradiente, una herramienta que tienen muchos editores de imagen y que magnifica matemáticamente las zonas de mayor cambio en el plano. Como explica la NASA en la descripción del vídeo, sus científicos usan esta técnica para observar las explosiones en forma de rizo que se producen en la corona solar y obtener información muy valiosa sobre las erupciones solares. 

O sea, que sirve a los científicos y encima parecen una obra de arte. ¿Alucinante, verdad?

Fuente:

24 de octubre de 2012

Un catálogo de 84 millones de estrellas en el centro de la Vía Láctea

La zona central de la Vía Láctea, captada por VISTA. | ESO
La zona central de la Vía Láctea, captada por VISTA. | ESO
Utilizando una enorme imagen de nueve gigapíxeles del telescopio de sondeo VISTA, instalado en el Observatorio Paranal de ESO, un equipo internacional de astrónomos ha logrado catalogar más de 84 millones de estrellas situadas en las zonas centrales de la Vía Láctea.

Este gigantesco conjunto de datos contiene más de diez veces más estrellas que estudios previos y es un importante avance para el conocimiento de nuestra galaxia anfitriona. La imagen da al espectador una visión sobre la cual puede hacerse 'zoom', acercándose a la parte central de nuestra galaxia. Es tan grande que, si quisiéramos imprimirla con la resolución típica de un libro, mediría 9 metros de largo por 7 de ancho.

"Observando en detalle los millares de estrellas que rodean el centro de la Vía Láctea, podemos aprender mucho más sobre la formación y evolución, no sólo de nuestra galaxia, sino también sobre la de las galaxias espirales en general", explica Roberto Saito (Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Valparaíso y miembro de The Milky Way Millennium Nucleus, Chile), investigador principal de este estudio.

Muchas galaxias espirales, incluyendo nuestra galaxia anfitriona, la Vía Láctea, tienen una alta concentración de estrellas viejas rodeando el centro, lo que los astrónomos denominan núcleo. Comprender la formación y evolución del núcleo de la Vía Láctea es vital para el conocimiento de la galaxia como un todo. Sin embargo, conseguir observaciones detalladas de esta región no es una tarea sencilla.

Espejo enorme

"Observar el núcleo de la Vía Láctea es muy difícil, ya que está oscurecido por el polvo", afirma Dante Minniti (Pontificia Universidad Catolica de Chile, Chile), coautor del estudio. "Para penetrar en el corazón de la galaxia, necesitamos observar en el rango infrarrojo de la luz, el cual se ve menos afectado por el polvo".

ESO cuenta con el telescopio de sondeo VISTA (Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy), que tiene un espejo de gran tamaño (4,1 metros de diámetro), un amplio campo de visión y detectores infrarrojos muy sensibles, lo que lo convierte en la mejor herramienta disponible para llevar a cabo esta tarea. El equipo de astrónomos está utilizando datos del programa VISTA Variables in the Via Lactea (VVV), uno de los seis sondeos públicos llevados a cabo por VISTA.

Los datos han sido utilizados para crear una inmensa imagen en color de 108.200 por 81.500 píxeles, que contiene un total de casi nueve mil millones de píxeles. Esta es una de las imágenes astronómicas más grandes jamás elaborada. El equipo ha utilizado estos datos para compilar el mayor catálogo creado hasta el momento de la concentración de estrellas en la región central de la Vía Láctea.

Para ayudar en el análisis de este enorme catálogo, el brillo de cada estrella se plasma en un diagrama frente a su color para unos 84 millones de estrellas con el fin de crear un diagrama color-magnitud. Este análisis contiene más de diez veces más estrellas que ningún estudio previo y es la primera vez que se ha hecho con todo el núcleo.

Herramienta valiosa

Los diagramas de color-magnitud son herramientas muy valiosas utilizadas frecuentemente por los astrónomos para estudiar las diferentes propiedades físicas de las estrellas, como sus temperaturas, masas y edades.

"Cada estrella ocupa un punto particular en este diagrama en cualquier momento de su vida. El lugar en el que caiga depende de cuán brillante y caliente sea. Dado que los nuevos datos nos ofrecen instantánea de todas las estrellas de una vez, podemos hacer un censo de todas las estrellas en esta parte de la Vía Láctea", explica Dante Minniti.

El nuevo diagrama color–magnitud del núcleo contiene un tesoro oculto de información sobre la estructura y los contenidos de la Vía Láctea. Un resultado interesante revelado por los nuevos datos indica el gran número de estrellas enanas rojas débiles que existen en la zona. Se trata de estrellas candidatas a albergar pequeños exoplanetas, objetos que pueden ser descubiertos utilizando la técnica de los tránsitos.

"Otro aspecto que hace que el sondeo VVV sea tan importante es que se trata de uno de los sondeos públicos de ESO VISTA. Esto significa que todos los datos se ponen a disposición del público a través del archivo de ESO, por lo cual esperamos que esta enorme fuente de información siga ofreciéndonos resultados interesantes", concluye Roberto Saito

Fuente:

El Mundo Ciencia

Proyecto Gaia: El 'ojo gigante' que escudriñará la galaxia

Recreación del aspecto de 'Gaia'. | C.Carreau/Agencia Espacial Europea (ESA)
Recreación del aspecto de 'Gaia'. | C.Carreau/Agencia Espacial Europea (ESA)
  • La misión costará 650 millones de euros y se lanzará a finales de 2013
  • Se espera que descubra cientos de miles de nuevos objetos celestes
El proyecto Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) censará mil millones de estrellas en la Vía Láctea, gracias a la cámara digital más grande jamás construida para una misión espacial, con mil millones de píxeles, un 'ojo gigante' que escudriñará y cartografiará nuestra galaxia.

"Los instrumentos de Gaia son tan precisos que, si estuviese en la Tierra, sería capaz de medir el pulgar de una persona situada en la superficie de la Luna", según la Agencia Espacial Europea.

Su lanzamiento está previsto para finales de 2013 desde la Guayana Francesa y la comunidad científica prevé que esta misión descubra cientos de miles de nuevos objetos celestes, desde planetas extrasolares a enanas marrones, y que contribuya a poner a prueba la teoría general de la relatividad enunciada por Albert Einstein.

Gaia determinará con precisión la magnitud, posición, distancia y desplazamiento de cada objeto analizado, para lo que observará cada uno de los astros más de 70 veces a lo largo de cinco años.

Un mapa tridimensional de estrellas

Esta información permitirá hacer un mapa tridimensional de las estrellas de la Vía Láctea -el catálogo final estará en 2021-, lo que ayudará a entender mejor su composición, formación y evolución.

Este satélite estudiará las estrellas desde una órbita a 1,5 millones de kilómetros y de media se espera que cada día descubra 10 estrellas rodeadas por su propio sistema planetario, 10 estrellas explotando en otras galaxias y un gran número de cuásares alimentados por agujeros negros supermasivos, entre otros.

Se estima que detectará unos 15.000 exoplanetas -en la actualidad se han observado alrededor de 800-.

Gaia enviará datos diarios y para recibir su señal se usarán las estaciones de seguimiento de Cebreros (Ávila-España) y Nueva Norcia (Australia).

A lo largo de los cinco años de misión, se enviará el equivalente a casi 45.000 dvd convencionales de datos.

Una potente cámara digital

Equipada con dos telescopios con longitud focal de 35 metros y un espectómetro para calcular la velocidad radial de las estrellas más brillantes, Gaia cuenta para hacer posible su misión con la cámara digital más grande jamás construida, equipada con 106 detectores CCD, una versión avanzada de los sensores de las cámaras normales.

Cada sensor de Gaia es un poco más pequeño que una tarjeta de crédito y más fino que un cabello humano.

Hoy, en la sede de la ESA en Madrid, responsables de la industria española y científicos involucrados en este proyecto han explicado que éste pretende ahondar en el conocimiento sobre cómo se formó la Vía Láctea y va a suponer un "antes y después" en astronomía

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El Mundo Ciencia

17 de octubre de 2012

Otro "planeta Tierra" orbita alrededor de Alfa Centauro

Cybertron, el planeta de los Transformers, el comic de Marvel, orbitaba en torno a la estrella Alfa Centauri, la más cercana al Sol. Luego se vino para aquí, a nuestra estrella, y la montaron, con Optimus Prime y los demás... Bueno, la ciencia no ha descubierto nada por el estilo, no hay que preocuparse con una invasión de extraterrestres mecánicos, pero lo cierto es que el notición astronómico del día (que no es único) viene también de ese sistema estelar, el más cercano a nuestra estrella, que desde el siglo XVII los astrónomos conocen como Alfa del Centauro

En concreto, se han encontrado pruebas de que en torno a la segunda estrella de este sistema triple hay un planeta comparable en tamaño al nuestro. La noticia, que corresponde a una publicación que tenía que ver la luz mañana en la revista Nature, está ya corriendo como pólvora por los medios, pero no es la única relacionada con exoplanetas (o planetas extrasolares): en torno a un sistema cuádruple de estrellas se ha encontrado otro planeta. La nómina de esos mundos en torno a otras estrellas sigue aumentando, y con tantas sorpresas y relaciones curiosas que dan que pensar: como dejó escrito el genial biólogo J.B.S. Haldane (aunque la cita se ha atribuido a muchos otros, desde Isaac Asimov a Robert Heinlein por seguir con la ciencia-ficción) el Universo no solo es más extraño de lo que imaginamos, sino más incluso de lo que podemos imaginar. 

Como se explica en este diario, el planeta, ligeramente superior en dimensiones a la Tierra, orbita en torno a Alfa Centauri B, completando una revolución cada poco más de tres días. Las observaciones, de un equipo internacional de astrofisicos, se realizaron desde el telescopio de 3,6 metros del Observatorio de La Silla, en Chile, uno de los observatorios que conforman el ESO (Observatorio Europeo Austral), un proyecto en el que desde hace unos años también participa España y que cumplió el pasado 5 de octubre medio siglo de vida. 

El planeta, sin embargo, está a solo 4 millones de km de la estrella, que aunque es un poco más fría que nuestro Sol achicharra perfectamente a este cuerpo, por lo que -siempre se pregunta eso en estos casos- es más que improbable que se halle vida en él. No está dentro de esa zona de habitabilidad, y por el tamaño podríamos imaginarnos más un cuerpo rocoso, pero similar a Mercurio en condiciones. En cualquier caso, estos aspectos son más que nada especulaciones razonables a partir de los datos que se han ido obteniendo a lo largo de muchas jornadas de observación, con instrumentos muy precisos (el HARPS, un espectrógrafo que mide pequeñas variaciones en la velocidad radial de las estrellas para poder detectar planetas en torno suyo) y que son los que han permitido al equipo que encabeza Xavier Dumusque, del Observatorio de Ginebra, publicar sus conclusiones sobre este planeta extrasolar (en este enlace el PDF del artículo).

Planeta similar a la Tierra en torno a Alfa Centauri B

Planeta similar a la Tierra en torno a Alfa Centauri B. EFE

El otro planeta extrasolar que aparece en las noticias de hoy ("Un planeta con cuatro soles" en El Mundo), PH1, es también peculiar: orbita en torno a un sistema doble de estrellas (como le pasaba al que llamaron Tattooine, del que hablamos por aquí hace un año, en homenaje a la saga de La guerra de las Galaxias), pero en torno al cual orbita otro par de estrellas. Un sistema doble-doble, que no es raro en el Universo, como bien saben los amantes de la observación celeste, que gustan de mostrar a quien quiera asomarse a un telescopio la pequeña joya que presenta Epsilon Lyrae, una estrella, precisamente, doble-doble.

El caso de PH1 tiene un interés adicional: su descubrimiento es fruto de la colaboración entre astrónomos profesionales y los voluntarios de un proyecto colaborativo que desde la Universidad de Yale y con los abundantes datos del satélite de observación astronómica de la NASA Kepler permite analizar en detalle las huellas de posibles planetas extrasolares. El programa se llama Planet Hunters, por si alguien se quiere animar a colaborar en esta búsqueda.

Así que esta semana tenemos buenas noticias. Pero habrá más, porque nadie duda de que estos descubrimientos astronómicos llaman mucho la atención. Y sorprenden, aunque ya los dibujantes de la Marvel nos lo hubieran adelantado en sus cómics.

El planeta PH1 orbitando en torno a sus cuatro soles. Europa Press

El planeta PH1 orbitando en torno a sus cuatro soles. Europa Press

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15 de octubre de 2012

Descubren un planeta con cuatro soles


El telescopio Kepler

  • Estudia a más de 155.000 estrellas.
  • Hasta el momento ha encontrado 2.321 posibles planetas.
  • Entre ellos, hay 207 del tamaño de la Tierra, de los cuales 10 se encuentran en "zona habitable", en donde podría haber agua en estado líquido

Planeta con cuatro soles

Un grupo de astrónomos descubrió un planeta cuyos cielos están iluminados por cuatro soles distintos.

Se trata del primero en su tipo que orbita un par de estrellas y también tiene un segundo par estelar girando a su alrededor. 

Aún se desconoce cómo el planeta -parecido a Neptuno- ha conseguido evitar ser arrastrado por las fuerzas gravitatorias generadas por sus cuatro estrellas.

El hallazgo fue realizado por dos voluntarios a través del sitio web Planethunters.org. Ellos mismos bautizaron el planeta con el nombre de PH1.

Se cree que se trata de un "gigante gaseoso", situado a menos de 5.000 años luz de distancia, ligeramente más grande que Neptuno pero más de seis veces el tamaño de la Tierra.

"No hace falta ir muy atrás para saber que hay muchos aspectos que hubiesen podido jugar en contra de este sistema", explicó a la BBC Chris Lintott, de la Universidad de Oxford. 
.
"Las cuatro estrellas que tiran de él crean un ambiente muy complicado. Y a pesar de ello, el planeta se encuentra en una órbita aparentemente estable".
"Es realmente confuso y eso es precisamente lo que hace que este descubrimiento sea tan divertido. No se parece a lo que podríamos haber esperado".

El trabajo de los voluntarios

Las estrellas binarias -sistemas con pares de estrellas- son comunes. Sin embargo, sólo un puñado de planetas han logrado orbitar en ellos. Y, además, no existe la certeza de que ninguno de ellos tenga otro par de estrellas girando alrededor.

Al ser cuestionado acerca de cómo el planeta sobrevive sin ser arrastrado, Lintott dice: "Hay otros seis planetas bien establecidos alrededor de estrellas dobles y todos están muy cerca de las estrellas. Creo que lo que esto nos está diciendo es que los planetas pueden formarse en el interior de los discos protoplanetarios (la nube de gas denso que da lugar a los sistemas planetarios).

"Los planetas se están formando de manera estrecha y son capaces de aferrarse a una órbita estable allí. Un hecho que probablemente tenga implicaciones sobre cómo se forman los planetas en otros lugares".

PH1 fue descubierto por dos voluntarios estadounidenses, a través de Planethunters.org: Kian Jek de San Francisco y Roberto Gagliano de Cottonwood, Arizona. 

Ambos identificaron leves disminuciones de luz generadas cuando el planeta pasaba por delante de sus estrellas madre. El equipo de astrónomos profesionales luego confirmó el descubrimiento utilizando los telescopios Keck en Mauna Kea, Hawaii.

Telescopio Kepler

El descubrimiento se apoyó en información recogida por el telescopio Kepler de la NASA.

Fundada en 2010, Planethunters.org intenta aprovechar los patrones de reconocimiento para identificar tránsitos, recogidos por el telescopio espacial Kepler de la NASA.

Kepler fue lanzado en marzo de 2009 para buscar planetas similares a la Tierra que orbitan otras estrellas.

Los visitantes de la página web tienen acceso a datos seleccionados de forma aleatoria, provenientes de una de las estrellas estudiadas por Kepler.

A los voluntarios se les pide que dibujen cuadros para marcar las ubicaciones de los tránsitos visibles: cuando un planeta pasa frente a su estrella madre. Desde diciembre de 2010, más de 170.000 internautas han participado en el proyecto.

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BBC Ciencia

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12 de octubre de 2012

¿Puede el sol hacer que los GPS funcionen mal?

 


Mucha gente no imagina su vida sin GPS. La navegación satelital ha cambiado la forma en que vivimos y los viejos mapas fueron reemplazados por pantallas digitales.

Pero ahora los científicos estiman que la navegacion puede perder decenas de metros de exactitud durante las tormentas solares.

Entienda por qué en este video que muestra las investigaciones que se realizan en la isla de Svalbard, en el Ártico noruego

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10 de octubre de 2012

Vapor de agua en la formación de estrellas

La nube repleta de vapor de agua al borde de la formación estelar. | ESA
La nube repleta de vapor de agua al borde de la formación estelar. | ESA

Vapor de agua suficiente como para llenar los océanos de la Tierra unas 2.000 veces. Esta es la cantidad que el telescopio 'Herschel' de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha encontrado en el Universo. Una gran reserva dentro de una nube de gas y polvo que terminará creando una nueva estrella similar al Sol.

Es un descubrimiento único, ya que hasta ahora, solo se había encontrado agua en el Sistema Solar en diminutos granos de polvo cerca de lugares activos de formación estelar. Sin embargo, la de 'Herschel' se trata de la primera detección de vapor en una nube molecular al borde de la formación de estrellas.

La autora principal del trabajo, publicado en 'Astrophysical Journal Letters', Paola Caselli, ha señalado que "para producir esa cantidad de vapor debe haber una gran cantidad de hielo de agua en la nube". Exactamente "por valor de más de tres millones de océanos de la Tierra congelados", ha apuntado.

Caselli ha señalado que, "antes de estas observaciones, se creía que toda el agua se congeló en granos de polvo porque el Universo era demasiado frío para estar en la fase de gas, así que no podía medir". "Ahora tendrán que revisar esta teoría en esta región densa y, en particular, la importancia de los rayos cósmicos para mantener una cierta cantidad de vapor de agua", ha indicado.

Las observaciones también revelaron que las moléculas de agua están fluyendo hacia el corazón de la nube donde, probablemente, una nueva estrella acabará formándose. "Esto indica que el colapso gravitacional acaba de empezar", ha explicado la investigadora.

Según Caselli, el vapor de agua detectado en la nube, bautizada como L1544, entrará en la formación de la estrella, pero no todo. Otra parte se incorporarán en el disco circundante, proporcionando un depósito de agua rica para alimentar a potenciales nuevos planetas.

"Gracias a Herschel, ahora se puede seguir 'el camino del agua' de una nube molecular en el medio interestelar, a través del proceso de formación de estrellas, a un planeta parecido a la Tierra en donde el agua es un ingrediente esencial para la vida" ha apuntado el científico jefe del proyecto Herschel, Göran Pilbratt.

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El Mundo Ciencia

5 de octubre de 2012

¿Por qué la noche es tan negra?

Un video súper interesante sobre ciencia. Y a nuestro estilo: ciencia sencilla, ciencia divertida, ciencia fascinante...


Según la paradoja de Olbers, postulada por el astrónomo alemán Heinrich Wilhelm Olbers, siendo el espacio infinito y estático cómo es posible que el cielo nocturno no esté lleno de luz, sin regiones oscuras?

Minute Physics, en el vídeo que encabeza este post, abordan elocuentemente la razón con mucha originalidad plástica.

Para ver los subtítulos en español, selecciona el idioma en el botón CC.

Vía | Naukas

Tomado de:

30 de septiembre de 2012

La explosión estelar más brillante de la historia ya tiene explicación

En el año 1006, astrónomos de varios lugares del planeta describieron una explosión en el cielo tan poderosa que sus restos fueron visibles durante tres años. Ahora, la revista Nature recoge en portada el trabajo de los investigadores del Instituto  de Astrofísica de Canarias y la Universidad de Barcelona, que han dilucidado el origen de este fenómeno: dos estrellas enanas blancas se fusionaron y desencadenaron la supernova SN 1006.

Los testimonios de astrónomos medievales del siglo XI –que, por entonces, eran astrólogos– describen cómo, entre el 30 de abril y el 1 de mayo del año 1006, quedaron fascinados por la mayor explosión estelar que se ha registrado jamás. Observadores chinos destacaron que durante tres años vieron sus restos y, según un físico egipcio de la época, el evento fue unas tres veces más brillante que Venus y emitió tanta luz como una cuarta parte del brillo de la Luna.




La causa de tal fulgor fue una supernova llamada SN 1006. Las supernovas son explosiones de estrellas al final de sus vidas, con emisiones de grandes cantidades de material al medio interestelar, lo que hace posible su estudio siglos después.

Ahora, un grupo internacional de investigadores liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de Barcelona (UB) ha descubierto cómo se produjo esta explosión estelar. En un artículo que aparece en la portada de la revista Nature los científicos la explican “como resultado de la fusión de dos enanas blancas (estrellas de masa inferior a 1,4 veces la masa del Sol en la última etapa de su vida)”.

“Hemos realizado una exploración exhaustiva en torno al lugar donde se produjo la explosión en el año 1006 y no hemos encontrado nada, lo que invita a pensar que este evento se produjo probablemente por una colisión y fusión de dos estrellas enanas blancas de masa similar”, explica Jonay González Hernández, coautor del estudio e investigador en el IAC.

La SN 1006 procede de un sistema binario, formado por dos estrellas, “que pueden ser dos enanas blancas o una enana blanca y otra compañera”, ha explicado a SINC González. En este último caso, la enana blanca, que se encuentra en la última etapa de su vida, captura material de la otra y cuando alcanza cierta densidad y temperatura, estalla como una supernova, dejando un resto estelar.

Si se trata de dos enanas blancas, las dos acaban por fusionarse y, en este caso, no dejan ningún rastro, excepto el remanente de supernova. La pregunta de los astrofísicos era qué tipo de estrellas explosionaron en 1006 y la pista definitiva ha sido la ausencia de compañeras.

Búsqueda de compañera para la enana blanca

Los científicos observaron diferentes tipos de estrellas –gigantes, subgigantes y enanas– en la zona, y se centraron en el análisis de “las únicas cuatro estrellas gigantes que se sitúan a la misma distancia que los restos de la supernova de 1006, a unos 7.000 años luz de la Tierra”, añade.

Utilizaron el espectrógrafo de alta resolución UVES, en el Observatorio Europeo del Sur (ESO, Chile), para analizar datos de las cuatro estrellas gigantes, y comprobaron que ninguna de ellas mostraba una velocidad de rotación notable, una característica de las compañeras.

Ese dato, junto con la ausencia de rastro estelar alguno,  les sirvió para concluir que las estrellas de la zona de la explosión “no son compañeras de la estrella progenitora de la supernova 1006”, explica el investigador.

Desde el IAC añaden que, probablemente, “la SN 1006 se produjo por la adición de masa de una estrella igual o menos masiva que el Sol, o bien mediante la fusión con otra enana blanca, lo que originaría una explosión termonuclear”, recoge la investigación. “Esto explicaría la ausencia de restos estelares en la zona de exploración”, cuenta González.

Calibrar distancias en cosmología

Esta no ha sido la primera vez que los investigadores estudiaban una supernova. En 2004 analizaron la del año 1572 y lograron identificar su estrella compañera.

Pilar Ruiz-Lapuente, investigadora del Instituto de Ciencias del Cosmos de la UB (ICCUB) y del Instituto de Física Fundamental (IFF-CSIC), coautora del trabajo actual y líder del anterior, comenta que en esa ocasión exploraron “otra región cerca del centro de los restos de la supernova de Tycho y encontramos una estrella subgigante de temperatura similar a la del Sol”. Entonces llegaron a la conclusión de que podía ser la compañera de la estrella progenitora de la supernova de 1572.

Ruiz-Lapuente asegura que en esta ocasión también estaban buscando a la compañera de la supernova de 1006 y que ha sido “una sorpresa” no encontrarla.

Los resultados de este estudio avanzan que “los modelos que explican las explosiones de supernovas en sistemas binarios no están claros”, comenta González. El investigador concluye que “un mejor conocimiento de la formación de explosiones estelares por fusión de enanas blancas podría ser útil, por ejemplo, para calibrar las distancias en cosmología”.



Referencia bibliográfica:

Jonay I. González Hernández, Pilar Ruiz-Lapuente, Hugo M.Tabernero, David Montes, Ramón Canal, Javier Méndez, Luigi R. Bedin. “No surviving evolved companions of the progenitor of SN 1006”. Nature, 26 de septiembre de 2012. Doi:10.1038/nature11447.
Fecha Original: 26 de septiembre de 2012
Enlace Original

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