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27 de marzo de 2012

¿Desde cuándo bebemos leche?


Las comunidades centroeuropeas dedicadas a la ganadería lechera fueron las responsables de la evolución de la capacidad de digestión de la lactosa hace 7.500 años, que permitió a los seres humanos beber leche fresca, según mostraba una reciente investigación genética realizada por científicos alemanes y británicos. Antes se creía que solo los europeos nórdicos podían beber leche sin sufrir efectos adversos porque necesitaban vitamina D en su dieta por la falta de la luz solar. «La mayoría de los adultos del mundo no producen la enzima lactasa y por eso no pueden digerir la lactosa», explicó el profesor Mark Thomas del Departamento de Genética, Evolución y Medio Ambiente del University College de Londres. «Sin embargo, la mayoría de los europeos continúan produciendo lactasa durante toda su vida, una característica que se denomina 'persistencia de la lactasa'.»

Los investigadores descubrieron que dicha persistencia está relacionada con una alteración genética única que fue de enorme ayuda para la supervivencia de nuestros antepasados. Y que los adultos no empezaron a consumir leche fresca hasta que aprendieron a domesticar a los animales. Según los investigadores, lo más probable es que la persistencia de la lactasa evolucionara a la par que la práctica cultural de explotar el ganado lechero. Concretamente, los autores sospechan que esto sucedió en la región geográfica donde se originó la cultura Linearbandkeramik, que actualmente ocupa la zona noroeste de Hungría y el suroeste de Eslovaquia.

Se cree que la leche puede compensar la insuficiencia de rayos del sol y la síntesis de vitamina D en la piel en las latitudes más septentrionales. La vitamina D es necesaria para la absorción de calcio, y la leche supone una fuente alimenticia importante de ambos nutrientes, según los expertos. La leche constituye también una fuente beneficiosa de proteínas y es rica en calorías.

Fuente:
Muy Interesante
Y además…

7 de julio de 2011

Leche materna t leche artificial


La leche materna es el mejor alimento para los niños, de la misma forma que la leche de vaca es la mejor para los terneros. Todos los mamíferos producen leche que es perfecta para sus crías. En esta entrevista con la Dra. Gro Nylander, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Rikshospitalet de Oslo, Noruega, descubrirás más cosas sobre la lactancia. Gro Nylander ha escrito el libro ”Maternidad y lactancia ”, publicado por Ediciones Granica. En este libro ofrece información y consejos a los nuevos padres, de manera exhaustiva y de fácil comprensión.

- ¿Por qué es mejor la leche materna?

- La leche materna contiene de manera precisa todo lo que el niño necesita para su desarrollo y crecimiento natural. Siempre está fresca, ya que se toma directa de fábrica. La leche materna es fácil de digerir, y se sirve limpia y a la temperatura adecuada. De esta manera se evitan los intermediarios que encarecen el producto final y el riesgo de contaminación por falta de higiene. Además, el momento de la comida es cálido y agradable y transmite seguridad al pequeño.

Otra ventaja es que los niños de pecho no necesitan agua, incluso durante días calurosos de verano o cuando tienen fiebre. Estudios hechos en los trópicos muestran que incluso durante intensas olas de calor, los niños están bien hidratados cuando se les da el pecho siempre que lo piden. Por lo tanto no es conveniente estropear el delicado equilibrio del intestino del niño dándole agua u otra bebida mientras no sea absolutamente necesario.

Lípidos favorables para el ser humano

Gro Nylander tiene como referencia una larga serie de estudios científicos cuando explica con detalle los componentes de la leche materna y por qué son tan importantes para el crecimiento, desarrollo y salud del niño. En primer lugar, está la grasa.

La grasa es una parte importante de la leche materna y aporta por término medio la mitad de las calorías. Esta grasa favorable para el ser humano está repartida en minúsculas gotitas de manera que el bebé pueda aprovecharla por completo. La grasa es importante para, por ejemplo, el desarrollo del cerebro. Cuando el niño nace el cerebro todavía no está completamente desarrollado. La creación de tejido cerebral precisa de mucha cantidad de grasa, el mejor material para construir este tejido es la grasa de la leche materna.

La grasa de la leche materna también es necesaria para el desarrollo de la vista. Por si fuera poco, la grasa de la leche materna favorece un crecimiento adecuado. Existen estudios que muestran que los niños de bajo peso al nacer, que por alguna razón han pasado hambre mientras estaban en el útero de su madre, engordan más rápido con la leche materna que con cualquier otro alimento.

A algunos les sorprende que la leche materna contenga tanta grasa, ya que su aspecto es parecido al de la leche de vaca desnatada. La explicación es que la composición de la leche materna cambia constantemente, de acuerdo a las necesidades del niño. La cantidad de grasa varía a lo largo del día y también a lo largo de cada toma. En general, la cantidad de grasa aumenta hacia el final de la tetada, cuando el niño ha saciado su sed y puede llenarse con unas cuantas calorías. A menudo también aumenta la cantidad de grasa a medida que transcurre el día. La grasa libera sustancias que hacen que el niño se sienta somnoliento cuando se acerca la hora de acostarse.

Hidratos de carbono y proteínas

Es un pequeño shock para el bebé llegar al mundo después de haber estado en el vientre de su madre, donde recibía alimento continuamente, día y noche. Ahora pasan horas entre toma y toma. Cuando por fin la comida está servida, el pequeño puede sentirse incómodo por el hambre y la bajada de azúcar en la sangre. En esos momentos es bueno saber que la leche que sale del pecho al principio de la tetada tiene abundancia de azúcar (lactosa). Esta leche le da al niño fuerzas para seguir mamando y hacerse con todos los otros beneficios que la leche materna le ofrece.

-¿A qué está bien pensado?, comenta la obstetra.

En la leche se encuentran muchos tipos de hidratos de carbono. La lactosa contribuye a que el calcio se absorba fácilmente. Otros azúcares hacen que una bacteria beneficiosa (Lactobacilus bifidus) florezca en el intestino del niño, facilitando la digestión. Esta bacteria es la razón por la que la caca de los niños de pecho no tiene un olor desagradable.

La cantidad de proteínas de la leche materna es precisamente la adecuada para los niños de pecho nacidos a término. Los prematuros necesitan más proteínas, pero, afortunadamente, la naturaleza ya se encarga de ello: las madres de prematuros producen leche que contiene más proteínas. Por ello es muy importante que los bebés prematuros reciban la leche de su propia madre lo antes posible.

La leche de vaca contiene demasiadas proteínas para los pequeños bebés humanos. Por esta razón en el pasado se diluía la leche de vaca con mucha agua para dársela a los bebés antes de que apareciera en el mercado la leche artificial industrial. El problema era que entonces la leche contenía demasiado poco azúcar, así que había que añadirle más.

Minerales, oligoelementos y vitaminas

En la leche de todos los mamíferos hay poco hierro. Pero el poco hierro que se encuentra en la leche materna está especialmente preparado para ser absorbido por un cuerpecito humano y su cantidad es la suficiente para los niños nacidos a término. De hecho, dar el pecho de manera exclusiva es la mejor protección para que el niño no sufra de anemia durante los primeros seis meses de vida. La mayoría de los niños prematuros deben recibir suplemento de hierro durante un tiempo porque todavía no habían almacenado una reserva de hierro en su cuerpo.

La leche materna también contiene muchos otros minerales y oligoelementos en la medida exacta y adecuada. Es el caso de, por ejemplo, el zinc, que es bueno para la piel, contrarresta el eccema y hace que las heridas se curen más rápidamente.

En general, la leche materna contiene todas las vitaminas que el niño necesita durante los primeros seis meses de vida. La única excepción es la vitamina D, que es necesaria para que el esqueleto obtenga calcio. La luz del sol es la encargada de que el cuerpo reciba vitamina D. Los habitantes de países muy al norte que no ven el sol en largos períodos deben tomar vitamina D.

- Un buen consejo de salud es que el niño pase tiempo al aire libre, aunque intentando evitar el sol directo. Algunas madres de piel obscura que están muy poco expuestas al sol por motivos religiosos o culturales deberían tomar suplementos de vitamina D, especialmente durante el embarazo y la lactancia.

La leche materna es medicina

Asbjørn Langslet, catedrático de pediatría, suele decir: ”mientras le des pecho a tu hijo, recibe una pequeña vacuna diaria”. Gro Nylander complementa esta información nombrando algunas enfermedades contra las que la leche materna puede proteger.

- Algunas investigaciones han demostrado que la leche materna ayuda activamente al bebé a evitar enfermedades. Por ejemplo, la leche materna, y especialmente el calostro, contienen importantes anticuerpos que protegen las mucosas contra diversas infecciones. Es un hecho comprobado que la leche materna funciona como una especie de guardaespaldas para el niño, pues contiene muchos glóbulos blancos, conocidos como “la policía del cuerpo”. Los glóbulos blancos se comen a los microorganismos dañinos y hacen que otras células pongan en marcha sus mecanismos de defensa. También está demostrado que los niños de pecho están menos expuestos a padecer diarrea y otras enfermedades del sistema digestivo. También se reduce el riesgo de sufrir dolencias de las vías respiratorias, tales como resfriados, bronquitis, neumonía y otitis. Y lo mismo en cuanto a infecciones urinarias, eccema y alergia, diabetes juvenil y, en la edad adulta enfermedades del aparato digestivo. Pero recuerda que aunque el riesgo se reduzca, esto no quiere decir que el niño no pueda ponerse enfermo. A veces la gente se ahoga aun llevando chaleco salvavidas, constata la Dra. Nylander.

- Hay quien usa la leche materna para la nariz tapada. Poner un par de gotas en el orificio nasal puede ser beneficioso, debido a que los anticuerpos de la leche materna son especialmente importantes para las mucosas. También hay quien unta leche materna en la piel con eccema, pero no se ha probado que esto tenga algún efecto.

Continuación natural

Después del embarazo y el parto, la lactancia es la continuación natural y apropiada. Lo correcto es que el recién nacido mame de su mamá, y ello le transmite sin duda sensaciones agradables. No hay que olvidar que está acostumbrado a una vida protegida en su vientre y ha pasado por el enorme e intenso esfuerzo que es venir al mundo a través del estrecho canal del parto. De manera natural, el recién nacido busca el pecho de su madre donde encuentra buen alimento y cálido consuelo en un mundo que es tan diferente del que abandonó, dentro de su mamá.

También es natural que Mamá esté agotada y llena de dudas al llegar a casa de la clínica con su pequeñín indefenso. Papá quiere ayudar, pero tal vez se sienta un poco frustrado y fuera de lugar. Por suerte, hay mucho que Papá puede hacer aunque no pueda dar el pecho.
Ambos padres pueden resolver sus dudas en el libro ”Maternidad y lactancia”. Gracias a él pueden sentirse tranquilos al recibir orientación y buenos consejos acerca de todas las cuestiones que tengan que ver con el pequeño, también sobre lactancia y alimentación artificial. La autora es experta en lactancia, y mamá de 3 hijos ya mayores. En su trabajo como médico obstetra y también como miembro activo de la Asociación de Ayuda a la Lactancia noruega desde sus comienzos a finales de los años 60, ha obtenido amplia y sólida experiencia acerca de los muchos problemas y retos con que se encuentran los nuevos padres.

¿Y la salud de la madre?

”Esto no puede ser sano” piensa quizá la madre que da pecho mientras con esfuerzo intenta sobrellevar el día a día durante el puerperio. Muchas mujeres que acaban de convertirse en madres sufren por el cansancio agotador, las molestias físicas y las noches sin dormir. El consuelo que la doctora Nylander les ofrece es que la situación mejora después de un tiempo, y que de hecho la lactancia es buena para la salud de la madre.

Mucha culpa del cansancio la tienen las “brumas de la lactancia”, una somnolencia que aparece debido a las hormonas que se producen mientras se da el pecho, y que hacen que la madre tenga que relajarse cuando puede. Es la manera que la naturaleza tiene de hacer que la madre se concentre en el pequeño y que todo lo demás pase a un segundo plano.

- Tranquila, las brumas de la lactancia son pasajeras. Los investigadores han demostrado que después de unos meses, las madres espabilan y se vuelven muy rápidas y atentas, siempre alerta. Esto ocurre más o menos cuando el niño empieza a moverse y avanzar y necesita que lo vigilen de una forma diferente a cuando era un recién nacido. Durante el puerperio aprovecha para tomar muchos momentos de descanso. “Duerme cuando puedas”, alienta la experta en lactancia. La doctora nos recuerda que tan pronto como la lactancia esté bien establecida, dar el pecho funciona como un acto relajante y tranquilizador. Se ha descubierto que la hormona que se produce al dar de mamar, la oxiticina, funciona como tranquilizante, baja la tensión arterial, disminuye la agresividad y la angustia, y refuerza el sistema inmunitario. Las mujeres que dan el pecho están menos estresadas y enferman con menos frecuencia que las que no dan el pecho.

Gro Nylander constata que es fácil darse cuenta de la influencia positiva que la lactancia tiene para el cuerpo durante la época inmediatamente posterior al parto. - Muchas mujeres sienten como el útero se contrae cada vez que dan de mamar.

La lactancia también te beneficia a largo plazo. Los pechos se mantienen sanos. Parece que el dejar que los órganos cumplan la función para la que fueron creados protege contra la enfermedad. Numerosos estudios muestran que el riesgo de padecer de cáncer de mama en la menopausia se reduce al haber dado el pecho. La lactancia también parece reducir algo el riesgo de sufrir cáncer de ovarios.

Para el resto de tu cuerpo es también positivo que des el pecho. Al contrario de lo que muchos creen, tu esqueleto se mantendrá fuerte y sano, sólo con que te preocupes de obtener suficiente calcio para sustituir el que das con la leche.

- La madre que da el pecho debe cuidar de que su alimentación sea equilibrada y de beber suficiente líquido que reemplace el que se gasta con la leche. Es importante tener claro que el cuerpo da prioridad a la producción de leche y para ello utiliza las sustancias nutritivas que tú recibes. Lo que queda después de ello es lo que tu propio cuerpo absorbe. Lo mismo ocurría cuando estabas embarazada, el niño se servía los nutrientes, y después tu cuerpo recibía el resto. Por eso es tan importante que cuides la alimentación durante el embarazo y durante el puerperio, dice la Dra. Nylander.

Leche artificial

Puede haber muchas razones para que un niño no reciba leche materna. El pequeño puede ser adoptado. O quizás la madre tuvo que dejar de dar el pecho debido a complicaciones o circunstancias de la vida que hicieron imposible la lactancia. También puede pasar que la madre esté enferma y deba tomar medicinas tan fuertes que el niño no las tolere. Las mujeres que se han operado los pechos para reducirlos a veces no consigue producir leche.

En Noruega el 98 o 99% de las madres da el pecho después del parto. A los tres meses, nueve de cada diez continúan dando el pecho a su hijo. Gro Nylander comenta que son poquísimas las mujeres noruegas que no quieren dar el pecho. Por regla general, siempre hay una razón importante por la que los bebés toman leche artificial. Desde luego, esos niños también crecen bien sin una gota de leche materna.

Para que los niños de biberón reciban la misma estimulación en el momento de la comida que los niños de pecho, es importante que los elementos que se dan por sí mismos durante la lactancia también estén presentes. Hablar al niño para que oiga las voces de sus padres. Que la madre o el padre abracen al niño y le mantengan pegado a su cuerpo con un brazo descubierto de modo que la carita se apoye contra el pecho desnudo del padre o madre, para que así sienta los latidos del corazón. Mientras come, el bebé debe sentir calor y los movimientos que hace un cuerpo grande al respirar, y ver una cara adulta cariñosa, recomienda Nylander.

- Las leches artificiales modernas están basadas en leche de vaca que ha sido tratada de manera especial y adaptada para que sea digerible y adecuada para el bebé humano. Con ellas, los niños que no toman pecho reciben la segunda opción posible. A esta leche se le añade hierro, minerales y vitaminas, y se le quitan gran parte de las proteínas, pues la leche de vaca tiene demasiadas. Ya que la grasa de la leche materna es tan beneficiosa para el desarrollo del cerebro y la vista del bebé, ahora las compañías que fabrican leche artificial trabajan en añadirle a ésta ácidos grasos omega-3 que se parezcan a los naturales que contiene la leche materna. No se conoce el efecto a largo plazo de estos añadidos artificiales.

La Dra. Nylander recalca que si tu bebé toma leche artificial, debes prepararla con cuidado. Debes seguir las instrucciones del envase al pie de la letra. Si pones demasiado polvo, la mezcla será demasiado fuerte para el pequeño estómago de tu hijo y demasiado concentrada para todo el organismo. No seas demasiado “generosa”. Por otro lado, si pones poco polvo, la mezcla será demasiado floja, con poco alimento.

Ventajas

Las desventajas de que el niño no reciba leche materna son evidentes: el niño se pierde los beneficios que proporcionan las características especiales de la leche materna, y la mujer se pierde las ventajas para sí misma que proporciona el hecho de dar el pecho.

- Pero la madre y el padre pueden consolarse con que también hay algunas ventajas con el biberón. Se puede ver cuánto ha tomado el niño, y así uno no se pregunta si es por hambre que el niño llora. Además la leche artificial es relativamente constante en su composición. No depende de lo que la madre coma y beba o las medicinas que tome, ni de qué hora del día es, comenta Nylander. - Que la madre y el padre puedan relevarse mutuamente con las comidas es también una ventaja. Aunque la madre se pierda los efectos saludables de la lactancia para sí misma, al menos también suele librarse de posibles problemas en los pechos como la inflamación o las grietas. Como contrapartida, la madre quizá lo pasó realmente mal al principio cuando quedó claro que su hijo no iba a poder ser un niño de pecho.

Alimentación mixta

Algunas madres dan a su hijo tanto leche materna como un suplemento de leche artificial. Esto puede ser agotador, pero también ofrece la posibilidad de beneficiarse de las ventajas de ambas.

- No empieces a usar biberón mientras haya esperanza de volver a amamantar al niño en exclusiva. Es mejor usar una tacita o vasito. Si ya no hay duda de que debéis continuar con el suplemento de leche artificial, debes dar primero el pecho y después biberón, recomienda Nylander.

Si estás dudosa de si debes empezar con biberón porque crees que quizás tengas poca leche, tiene un buen consejo para ti:

- Si tuvieras poca leche, a partir de los 4 meses de edad es posible dar pequeñas cantidades de alimentos sólidos, así que probablemente no necesitarás un suplemento de biberón. Y, de cualquier forma, a partir de los 6 meses es el momento de empezar con la alimentación complementaria. Yo sé que puede ser muy duro cuando el personal de salud y las asociaciones de apoyo a la lactancia continuamente resaltan las innumerables ventajas de la leche materna. Recuerdo la sorpresa y la tristeza cuando yo misma tuve que darme por vencida, mi hijo mayor tenía 6 semanas. Yo que había creído que esto de la lactancia era coser y cantar, algo que funcionaba por sí solo. Así germinó en mí la idea de que había que hacer algo para informar y ayudar a las mujeres para que no fracasaran con la lactancia.

Gro Nylander hizo algo. Se convirtió en consultora de lactancia y después de estudiar medicina se especializó en Ginecología y Obstetricia. A lo largo de muchos años se ha ocupado de estudiar y promover la lactancia y el contacto entre la madre y el recién nacido. Ha viajado por toda Noruega para difundir los conocimientos sobre lactancia y sobre la "Iniciativa Hospitales Amigos de los Niños" y las 10 reglas para conseguir una lactancia satisfactoria que hoy día son el standard en todos los paritorios del país.

- Es difícil llegar a todas las mujeres. A los que trabajamos en los paritorios y en las maternidades, así como a los pediatras, nos ocurre con frecuencia que no alcanza el tiempo para decir todo lo que nos gustaría explicar y compartir con la mujer que acaba de convertirse en madre. Esta es la razón por la que accedí a escribir un libro sobre el tema cuando la editorial me lo propuso. Escribirlo me llevó tres años, y estoy muy emocionada por la fantástica acogida que ha recibido.

En Noruega el libro ciertamente ha alcanzado de lleno al público, la autora recibe continuamente cartas de agradecimiento. El libro ha recibido críticas maravillosas. Uno de los principales periódicos noruegos considera este libro un “must”, algo que como madre no puedes perderte.

Entrevistada por: Eva Fosse Publicado: Helsenytt, 2000
Traducido del noruego por Maria Begoña Freijeiro Sabater, revisado por Carlos J. González Rodríguez, pediatra.
Febrero 2005.

Gro Nylander es autora de la obra Maternidad y lactancia

Tomado de:

Holistika

3 de junio de 2011

Detectan en vacas una 'superbacteria' resistente a los antibióticos


Un grupo de científicos detectó una nueva cepa de la "superbacteria" SARM en vacas británicas y se cree que ha llegado a infectar a humanos.

Los grupos de defensa del medio ambiente dicen que la nueva variedad ha surgido por el uso excesivo de antibióticos por parte de los productores lecheros.

El Dr. Mark Holmes, de la Universidad de Cambridge, quien dirigió la investigación, dijo que se trata de una "hipótesis creíble".

Los investigadores, que publicaron el trabajo en la revista The Lancet Infectious Diseases Journal, dicen que el consumir leche y productos lácteos no representa riesgos adicionales para la salud.

"La presión financiera"

El SARM (Staphylococcus aureus resistente a meticilina) es una forma resistente a los medicamentos de una bacteria normalmente inofensiva que puede ser mortal cuando infecta las heridas.

Las alrededor de 35 cepas de superbacterias resistentes a los antibióticos son genéticamente bastante similares. Sin embargo, esta nueva variedad es muy diferente y se cree que podría haber surgido de las vacas.

Sus descubridores la han apodado "nuevo SARM".

Los antibióticos son ampliamente utilizados por los productores de leche para el tratamiento de vacas con mastitis. Sin embargo su uso excesivo hace que algunas bacterias se vuelvan resistentes y difíciles de tratar si los seres humanos se infectan.

El Dr. Holmes dijo que el problema puede ser exacerbado por las presiones financieras que enfrentan los productores lecheros.

Vaca lechera

A las vacas se les dan antibióticos para combatir la mastitis.

"Si se exige a las vacas para producir más leche se obtiene más mastitis", dijo en una conferencia de prensa.

La asociación ecológica británica Soil Association ha pedido una prohibición completa del uso rutinario de antibióticos en la agricultura.

Su directora, Helen Browning, dijo: "Los sistemas lácteos son cada vez más dependientes de los antibióticos. Tenemos que sacar a los productores de esta rutina, incluso si eso implica que la leche tiene que costar algunos centavos más".

Rob Newberry, asesor de la Unión Nacional de Productores Lácteos, dijo que la salud y el bienestar de las vacas son de "gran importancia" para los ganaderos británicos.

"En aras de la salud humana y animal y del bienestar de los animales, es importante que los medicamentos veterinarios se administren lo menos posible, pero tanto como sea necesario", dijo.

"Cualquier antibiótico o medicamento veterinario que se administra a los animales productores de alimentos tiene estrictas condiciones de uso, incluyendo los tiempos de extracción de leche y carne, y, en general, en virtud de la legislación europea, sólo están disponibles bajo prescripción".

Holmes y su colega, la Dra. Laura García Álvarez, descubrieron la nueva cepa mientras estudiaban una bacteria que se sabe que causa mastitis en las vacas.

Encontraron que, al igual que otras cepas de SARM, era resistente a los antibióticos más comúnmente utilizados. Sin embargo, hallaron que la nueva cepa era genéticamente muy diferente.

Investigaciones posteriores mostraron que la cepa también estaba presente en los seres humanos.

García Álvarez dice que el hallazgo de una nueva cepa tanto en seres humanos como en las vacas es "muy preocupante".

"Los trabajadores en las granjas lecheras tienen un mayor riesgo de portar el SARM, pero todavía no sabemos si esto se traduce en un mayor riesgo [de que se enfermen]," dijo.

"Muy bajo riesgo"

Holmes dijo que muy pocas personas habían sido infectadas con la cepa nueva, probablemente menos de 100 al año en el Reino Unido. "Pero parece que las cifras están aumentando", agregó.

La Agencia de Protección de la Salud dijo que el riesgo de infectarse con la cepa nueva es "muy bajo".

Holmes y García Alvarez ahora investigan la prevalencia de la nueva cepa y si es más o menos perjudicial que las cepas actuales.

También planean llevar a cabo estudios en las granjas en busca de más cepas de SARM de este tipo y explorar todos los posibles riesgos para los productores.

El SARM se encuentra a menudo en los hospitales y en 2007 se lo vinculó con 1.593 muertes.

Desde entonces, el número de presuntos casos mortales se ha reducido drásticamente. Hubo 1.290 en 2008 y 781 en 2009.

Un portavoz del Departamento de Salud británico dijo: "De la evidencia disponible, entendemos que esta nueva forma de SARM es poco frecuente en el Reino Unido y no está causando infecciones en los seres humanos.

"Sin embargo, nuestro comité de expertos examinará esta cuestión en su próxima reunión y considerará posibles cuestiones médicas, veterinarias y de seguridad alimentaria".

Un portavoz de la Food Standards Agency (FSA) o Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido dijo que el estudio no proporcionó evidencia directa de que los seres humanos se infectaran con SARM a través del ganado vacuno.

"El riesgo de contraer esta nueva cepa de SARM a través de la leche de consumo es muy bajo debido a que la gran mayoría de la leche de vaca está pasteurizada y el proceso de pasteurización destruye todo tipo de SARM", señaló.

Fuente:

BBC Ciencia

27 de abril de 2011

Otra prueba más de la selección natural: La intolerancia a la lactosa

Yo tomaba leche todos los días, era un niño obediente y obedecía en todo a mi mamá, y la leche no me generaba ninguna situación adversa. Pero a partir de los 11 años sucedió algo extraño en mi cuerpo, tomaba la leche y a los pocos minutos me dolía el abdomen, mi mamá pensaba que era una maña para no beber la leche y me gritaba para que continuará, seguía bebiendo y me daba diarrea. Luego de dos años supe que había adquirido intolerancia a la lactosa. Y también descubrí que, a veces, las mamás también se pueden equivocar...

Ahora, ya todo un venerable cuarentón, no tomo leche y vivo feliz. Pero existen alimentos que alimentan tan igual, o mejor que un vaso de leche (y sin sus efectos adversos): una taza de quinua sancochada, 100 gramos de chocho (o tarwi), 100 gramos de kiwicha o una buena porción de algas marinas.

Conozca más en este artículo:


Sensación de hinchazón, gases, náuseas, diarrea… estos son los síntomas de la intolerancia a la lactosa. Sin embargo, el término síntoma puede crear un malentendido ya que la intolerancia a la lactosa no es una enfermedad y por supuesto no es una “alergia a la leche” (el sistema inmune no está para nada implicado en el proceso). De hecho, aunque pueda resultar sorprendente para la población en general, la intolerancia a la lactosa es la regla en la mayor parte de regiones del mundo (y si tomamos a la población total también), no la excepción.

¿Y porqué es esto? Pues porque la naturaleza es sabia, como se suele decir. Todos los mamíferos (entre los que nos incluimos los humanos) nacen con la lactasa: un enzima (proteína) producido por las células del intestino delgado. Este enzima se encarga de digerir la lactosa, que es el azúcar de la leche, presente en todos los productos lácteos en mayor o menor medida. La norma, o más bien lo que dictan los genes, es que una vez acabado el periodo de lactancia (aproximadamente entre los 2 y 4 años en humanos), la lactasa deja de expresarse, por lo tanto, ya no podremos digerir más lactosa. Cuando esto ocurre, si se ingiere algún producto lácteo, la lactosa no es asimilada, y entonces es fermentada por las bacterias de nuestro intestino, lo que resulta en la producción de gases, diarrea, hinchazón, náuseas,… Estas consecuencias no son más que “señales” con las que la naturaleza está diciendo: “La cría ya es suficientemente mayor, hay que dejar de amamantarla…”. Como veis, todo tiene un sentido.

Por lo tanto, la intolerancia a la lactosa (IL) es resultado de la no producción del enzima lactasa por nuestro intestino. Afecta al 75% de la población mundial, aunque su prevalencia no está uniformemente repartida, ya que varía mucho de pendiendo de la región y la etnia. Esta variación no es al azar, sino el resultado del proceso evolutivo de las diferentes poblaciones humanas, sobre todo influidas por el clima de la región en la que se asentaron.
Mapa de la frecuencia mundial de intolerancia a la lacotsa

Hace miles de años, algunas poblaciones humanas comenzaron a domesticar animales, y descubrieron que la leche era una gran fuente de alimento. A muchos le sentaba mal, pero algunos eran capaces de digerirla, porque poseían una mutación genética localizada en el gen de la lactasa, concretamente el SNP C/T13910 [1], que hacía que el gen de la lactasa no se desactivase y continuase expresándose más allá de la niñez [2].

En las poblaciones del norte de Europa entre el 80-95% de la población tiene esta mutación. ¿Por qué? Pues para entender esto tenemos que situarnos mucho tiempo atrás y verlo todo desde un punto de vista evolutivo. Nuestros antepasados llegaron a esas tierras frías y no pudieron cultivar la tierra debido al clima. La única alternativa sería sobrevivir de lo que les daban sus animales (carne, leche y huevos (pero sobre todo leche y huevos, ya que eso no implica “romper la máquina” (matar al animal))). Este panorama pintaba muy mal para los intolerantes a la lactosa (que serían los “normales”), que estaban condenados a morir. Pero sin embargo, los que poseían la mutación pudieron nutrirse de leche durante toda su vida, y por lo tanto obtener alimento aunque no hubiera cosechas y sobrevivir y reproducirse en esa tierra hostil. Los hijos de estos supervivientes tendrían también la mutación, y también podrían sobrevivir, y generación tras generación se fue repitiendo el proceso. Así, no es difícil imaginar que pasados cientos o miles de años la población entera de esas regiones estaría formada únicamente por individuos con la mutación, y por tanto tolerantes a la lactosa. Empezaron siendo unos pocos, pero generación tras generación eran ellos los que sobrevivían mientras que los IL fueron pereciendo a lo largo del camino evolutivo (en esas regiones).

Sin embargo en otras poblaciones, como en poblaciones del sur y este de Europa, con climas menos agresivos, no se produjo esa selección de la mutación tolerante, pues los IL podían sobrevivir sin problemas. Como resultado tenemos que en estas poblaciones la frecuencia de la mutación tolerante se sitúa entre el 40 y el 60% del total. Los casos más extremos se dan en las poblaciones asiáticas o africanas, donde la frecuencia de la mutación es muy baja, en concreto del 1% en la población total; esto es debido a que históricamente en estas regiones el pastoreo de ganado productor de leche era casi desconocido, por lo tanto, nunca se produjo selección ninguna hacia la mutación tolerante; su frecuencia es la normal esperada por azar.

Así que si sois IL, pensad que vuestros genes son los originales (“genotipo salvaje” que se diría en genética) y que no es ninguna enfermedad (el 75% de la población mundial es IL), sino un mecanismo natural que indica que se debe parar la lactancia. Y si al contrario sois capaces de digerir sin problema los productos lácteos, tampoco pasa nada, no sois ni “mutantes” ni “más evolucionados”, sino que vuestra capacidad es tan solo un producto de la selección natural; una prueba más de que somos especies biológicas en constante cambio y evolución (por si alguien lo dudaba…), y de que ésta sigue actuando en nuestros días.

Referencias
[1]
Scrimshaw NS, & Murray EB (1988). The acceptability of milk and milk products in populations with a high prevalence of lactose intolerance. The American journal of clinical nutrition, 48 (4 Suppl), 1079-159 PMID: 3140651

[2]. Swallow, D. (2003). G L P L I Annual Review of Genetics, 37 (1), 197-219 DOI: 10.1146/annurev.genet.37.110801.143820

Fuente:

La bitácora del Beagle

26 de marzo de 2011

Detectan radiación en leche y espinacas cerca de Fukushima

Restos radiactivos han sido detectados en el agua potable de un pueblo de Fukushima (noreste de Japón) y en espinacas de la vecina provincia de Ibaraki. El Ministerio de Sanidad nipón ha pedido a los habitantes del pueblo de Litate, en Fukushima, que no beban agua del grifo al detectar un nivel de yodo tres veces mayor al normal, si bien afirma que no entraña riesgos para la salud de momento. Por otra parte, en la ciudad de Hitachi, en la vecina provincia de Ibaraki, se han localizado espinacas con un nivel de yodo 27 veces mayor del límite de seguridad marcado por las autoridades, de acuerdo con la agencia Kyodo. En esas espinacas se encontró también cesio, otro material radiactivo, en niveles superiores a lo permitido.

Además, se ha detectado yodo en leche de Fukushima, por lo que se ha paralizado la venta de leche fresca procedente de esa provincia, donde se encuentra la planta nuclear con dificultades para enfriar sus reactores desde el seísmo de 9 grados del día 11 de marzo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que la detección de contaminación radiactiva en los alimentos procedentes de las zonas más afectadas por la actual emergencia nuclear de Japón supone un problema "más grave de lo que se esperaba". Pese a que las autoridades japonesas han asegurado que no reviste problemas para la salud, la detección de radiación en vegetales, áridos, leche y agua ha afectado a los mercados de alimentos regionales.

Fuente:

Muy Interesante

20 de noviembre de 2010

Descubren pez amazónico brasileño que produce sustancia similar a leche materna

¿Qué es un pez disco (Symphysodon spp.)?


El pez disco (Symphysodon), es un género de peces de la familia de los cíclidos. Es originario de las zonas bajas del río Amazonas y sus afluentes, pertenece a la familia de los cíclidos de origen sudamericano. Son aguas por lo general bastante ácidas y blandas.

Habitan en zonas de aguas lentas, sin fuertes corrientes, pobladas de depredadores como las pirañas, por lo que es un animal asustadizo al que le gustan las zonas con abundante vegetación, que utiliza como refugio.

La noticia llega vía Pueblo en Línea:

Un pez ornamental de la Amazonía brasileña produce bajo su piel una sustancia con la que, de forma similar a la leche materna de los mamíferos, puede proporcionarle a sus alevines los nutrientes que necesitan en los primeros días de vida.

Las propiedades y la función de esta sustancia fueron descubiertas por investigadores del Centro de Estudios de Adaptaciones de la Biología Acuática de la Amazonía (Adpta) y del Instituto Nacional de Pesquisas de la Amazonía (INPA), informó el día 15 este último.

Se trata del Acará disco ("Symphysodon spp"), un pez ornamental pequeño muy común en varias regiones de la Amazonía.

Los estudios realizados en conjunto por los investigadores extranjeros Jonathan Buckley, Richard J. Mauder, Andrew Foey, Janet Pearce y Katherine Sloman, y por el brasileño Adalberto Val, director del INPA, mostraron que la sustancia producida por el Acará disco es rica en nutrientes y tiene función similar a la leche materna.

Tras salir de los huevos, los alevines chupan la piel de sus padres para alimentarse.

"Tuvimos que desarrollar una esponja especial para colectar el material (la sustancia producida por los peces) y después disolvimos la esponja en laboratorio para realizar el análisis", explica Val citado en un comunicado del INPA.

"Descubrimos que, por medio de esta sustancia, se produce una transmisión de nutrientes esenciales para el crecimiento y la inmunización de los alevines", agregó.

Según los investigadores, este tipo de alimentación diferenciada se produce durante las tres primeras semanas de vida de las crías, a partir de cuando los padres inician un proceso semejante al de la mujer que deja de darle leche a su hijo.

El alejamiento de los padres obliga al alevín a aprender a buscar su alimento sin ayuda.

Val dijo que los investigadores se proponen ahora realizar un estudio genético para determinar cuáles son los genes responsables por estimular la producción de la sustancia con nutrientes, lo que apenas ocurre en el período de desova.

"Los peces producen la sustancia todo el tiempo, pero la sustancia rica en nutrientes apenas es producida cuando nacen las crías. Queremos saber cuál es el mecanismo que estimula los cambios en la composición química de la sustancia durante las tres primeras semanas de vida de los alevines", según el director del INPA.

Los resultados del estudio serán destacados en artículo que se hará público este año en la revista científica "The Journal of Experimental Biology".(Xinhua)

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4 de agosto de 2010

Leche materna: La mejor opción (siempre)

Una gran parte de la leche materna no puede ser digerida por los bebes y parece tener un propósito completamente diferente de la nutrición infantil: influir sobre la composición de las bacterias que viven en el intestino de los infantes.



Los detalles de esta relación de tres sentidos entre madre, hijo y microbios intestinales han sido develados por tres investigadores -Bruce German, Carlito Lebrilla y David Mills- de la Universidad de California en Davies, Estados Unidos. Ellos y sus colegas han hallado que una cepa específica de bacterias, una subespecie de Bifidobacterium longum , posee una combinación especial de genes que les permiten prosperar en los componentes indigeribles de la leche.


Esta subespecie se encuentra habitualmente en las heces de los bebes alimentados a pecho. Recubre las paredes del intestino de los bebes, protegiéndolos de bacterias nocivas. Se cree que los bebes adquieren esas cepas de bifidobacterias de sus madres, pero extrañamente no han sido detectadas en adultos. "Nos preguntamos dónde se esconden", dijo el doctor Mills.

Proteger y distraer


La sustancia indigerible que favorece el desarrollo de las bifidobacterias es una gran cantidad de azúcares complejos derivados de la lactosa, el principal componente de la leche. El azúcar complejo consiste en una molécula de lactosa a la que se adosan otras unidades de azúcar.

El genoma humano no contiene los genes necesarios para descomponer esos azúcares complejos, pero sí las bifidobacterias, afirman los investigadores en una revisión de su trabajo publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences .


Los azúcares complejos son lo suficientemente largos como para no tener significación biológica, aun cuando constituyen hasta el 21% de la leche. Además de promover el crecimiento de cepas de bifidobacterias, también sirven de señuelo a las bacterias nocivas que podrían atacar el intestino del bebe.


Esos azúcares son muy similares a los que se encuentran en la superficie de las células humanas y son elaborados en las mamas por las mismas enzimas. Muchas bacterias y virus se adhieren a las células humanas al engancharse en los azúcares de superficie. Pero en vez de eso se pegarán a los azúcares complejos de la leche.


"Pensamos que las madres evolucionaron para permitir que estos elementos pasaran a sus bebes", dijo el doctor Mills.


Su colega el doctor German ve la leche como "un asombroso producto de la evolución", algo que ha sido vigorosamente moldeado a través de la selección natural debido a que es tan crítico para la supervivencia de la madre y del niño.


"Todo lo que está en la leche le cuesta a la madre. Ella literalmente disuelve sus propios tejidos para generarla", dijo.


El bebe nace a un mundo lleno de microbios hostiles, con un sistema inmune sin entrenamiento y carente del cáustico ácido estomacal que en los adultos mata a la mayoría de las bacterias.
Cualquier elemento de la leche que lo proteja será fuertemente favorecido por la selección natural.


"Nos asombra que la leche contenga tanto material que el bebe no pueda digerir -dijo el doctor German-. Hallar que selectivamente estimula el crecimiento de bacterias específicas, que son protectoras para el bebe, nos permite ver lo genial de la estrategia: las madres están reclutando otra forma de vida para cuidar de su bebe."


El doctor German y sus colegas están tratando de "deconstruir" la leche, con la teoría de que ese fluido ha sido modelado a través de 200 millones de años de evolución mamífera y de que contiene abundante información sobre cuál es la mejor forma de alimentar y defender el cuerpo humano.


Lea el artículo completo en:


9 de junio de 2010

¿Por qué Nesquik se disuelve mejor que Cola Cao?

Miércoles, 09 de junio de 2010

¿Por qué Nesquik se disuelve mejor que Cola Cao?

Uno de los hechos que más ha fastidiado a generaciones, ha sido no poder disolver el cacao en polvo de la marca Cola Cao (empresa Nutrexpa) en la leche fría. Eso sí, si la leche está caliente, no hay problema y el alimento se disuelve sin problemas. Sin embargo, uno de sus más directos competidores, Nesquik (empresa Nestle), puede disolverse sin problemas en la leche a cualquier temperatura.

cola cao-nesquik

Por supuesto, cuando me refiero a Cola Cao, estoy hablando de la versión original, ya que apareció una versión Turbo con la capacidad de disolverse en la leche fría como el Nesquik. Y cuando digo que fastidia que los grumos se formen al mezclar el cacao en la leche fría, también es relativo, que a algunas personas les encanta entretenerse resistiéndose a las leyes de la ciencia, disolviendo el cacao a base de constancia y meneo.

La principal razón de que la marca Nesquik tenga una mejor disolución frente a la del Cola Cao, es que la primera posee lecitina de soja entre sus ingredientes, que actúa como emulsionante. La lecitina reduce la tensión superficial de la leche, permitiendo una mejor disolución del cacao en polvo con la leche. Esta tensión en los líquidos, es la misma que causa que una hoja se mantenga en la superficie del agua, al igual que los grumos de Cola Cao flotan en la superficie de la leche.

tension superficial agua

Aunque se suele decir que es debido a que el Cola Cao tiene más grasas que el Nesquik, de hecho es al revés: por cada 100 gr., Nesquik posee 3,4 gr. y Cola Cao sólo 2,8 gr.

Por supuesto, otro factor importante es la temperatura de la leche. Si esta tiene una temperatura mayor, los átomos del líquido se mueven más, hay más energía cinética y se disuelve mejor cualquier producto en él. Así, la leche caliente refuerza la disolución del cacao en polvo. Gracias a la lecitina de soja, el producto Nesquik es capaz de salvar esta propiedad en la temperatura del líquido de manera más eficiente que el Cola Cao, y por ello se mezcla mejor sin dejar grumos.

También cabe aclarar que nunca lograremos diluir el cacao en polvo con la leche, sino que siempre será una suspensión coloidal.

cola cao colacao leche fria caliente

Fuente:

Blogodisea

2 de febrero de 2010

La lactancia materna podría favorecer la inteligencia


Martes, 02 de febrero de 2010

La lactancia materna podría favorecer la inteligencia

La lactancia materna podría favorecer la inteligencia, según publica la revista Archives of General Psychiatry. Un motivo más para dar el pecho a nuestros hijos.


En el transcurso de un estudio pionero llevado a cabo con 14.000 bebés bielorrusos, un equipo internacional de científicos ha comprobado que los niños que son amamantados durante más tiempo, y que no mezclan la leche materna con leche artificial, logran puntuaciones superiores en pruebas de inteligencia hasta los seis años de edad. En concreto, la lactancia materna se asociado con calificaciones un 5 por ciento más altas en las pruebas de coeficiente intelectual (CI), así como mejores resultados académicos.

Investigaciones previas ya habían sugerido un mejor desarrollo cerebral de los bebés amamantados, pero los científicos no lograban discernir cuánto influía la actitud de la madre. "Podría deberse a que la lactancia lleva más tiempo, la madre interactúa más con el bebé, habla más con él", propone Michael Kramer, investigador del Hospital Infantil de Montreal (Canadá) y coautor del nuevo estudio. Aunque también es posible que se trate de “una cuestión emocional o física, una hormona o incluso algo diferente en la leche que absorbe el niño".

Fuente:

Muy Interesante

16 de noviembre de 2009

7 mitos sobre la leche

Martes, 17 de noviembre de 2009

7 mitos sobre la leche

En un producto tan consumido a lo largo de la historia no es de extrañar que hayan surgido numerosas creencias falsas relacionadas con el consumo y las propiedades de la leche. Algunas han llegado hasta nuestros días.

Resulta beneficiosa para la piel.
Nuestros antepasados relacionaron el consumo de leche con el rejuvenecimiento de la piel, al observar que la de los niños lactantes era suave y tersa. La realidad es que, aunque la leche tiene ciertas propiedades protectoras, pues de hecho se ha empleado mucho en cosmética, no por consumirla con mayor frecuencia se consigue un efecto real e importante sobre la dermis.

Es peligroso tomarla después de la lactancia.
Desde hace ya unos años, existe una corriente de opinión que considera la leche un producto negativo. Los defensores de esta teoría argumentan que ningún mamífero vuelve a probarla después del destete y que el aparato digestivo del bebé está preparado para digerir la leche materna sólo durante la lactancia, ya que después desaparecen de manera natural las enzimas que la metabolizan. Se trata de unas afirmaciones falsas. Los animales no consumen leche porque no son ganaderos; de hecho no la desprecian cuando se la ofrecemos. Sí es cierto que las personas o los grupos sociales que no toman leche regularmente pierden las enzimas que la digieren, especialmente la lactasa, pero sólo por dejar de consumirla. Así, en los países nórdicos es raro ver intolerancias a la lactasa, mientras que en África se da justamente el fenómeno inverso. En España, este problema podría afectar hasta el 20% de la población.

Siempre hay que hervirla. La única leche que debe cocerse es la que se compra cruda, es decir, la que no ha sido sometida a ningún proceso de pasteurización o esterilización. Si se hierve en exceso, la leche pierde parte de su valor nutritivo, por lo que no hay que abusar del calentamiento intenso. Otra cosa es calentar el desayuno con el microondas, ya que esto no implica ninguna merma nutricional.

No se debe mezclar con frutas. Popularmente se acepta que la leche no debe combinarse con frutas ni zumos cítricos. En realidad, no existe ningún estudio serio que haya encontrado una sola razón para no hacer esta combinación. Quizás pueda justificarse por el hecho de que al mezclar, por ejemplo, zumo de naranja y leche, ésta normalmente se corta. Y existe la creencia errónea de que la leche cortada es insana. La leche se altera debido a que en ella crecen microorganismos que degradan la lactosa y producen ácido láctico. Cuando la concentración de éste empieza a ser elevada, las proteínas principales de la leche, las caseínas, son incapaces de mantenerse en solución y precipitan. Esto es lo que vulgarmente se conoce como cortado o cuajado dela leche. Estas bacterias acidificantes pueden ser peligrosas para la salud. Volviendo a la mezcla de zumo de naranja y leche, el ácido lo aporta la fruta. El efecto es el mismo, puesto que hemos acidificado la leche, pero la consecuencia es bien diferente. No existe ningún peligro para la salud, puesto que la causa no es de tipo microbiano, sino meramente física.

Encima de la leche nada eches.
Según este dicho popular, después de beber leche no debe ingerirse nada, especialmente zumo de fruta, ya que hace que se corte en el estómago, lo que resulta peligroso para la salud. No tiene ninguna justificación. Se puede ingerir fruta o zumos a la vez que la leche, antes o después, sin que tenga que ser específicamente malo.

Cuanto más cara, más rica. Los precios de la leche son muy variables y dependen en gran medida de los fabricantes. Puede haber muchas marcas, pero fabricantes, es decir, centrales lecheras que garanticen el suministro, hay muy pocas. En muchos casos, se trata de marcas que crean una competencia en el mercado. Así, entre una leche entera de marca blanca, que se presentan con el nombre del supermercado, y la misma con marca comercial concreta puede haber una diferencia de 10 céntimos de euro, y esta misma diferencia se mantiene entre diferentes productos lácteos de distintas marcas. En este sentido, la diferencia de precio no está justificada. Se trata de una cuestión de marcas y de imagen, que también tiene un precio, pero no tanto por la calidad del producto en sí.

Si sabe podrida, la leche es de mala calidad. Aunque el tratamiento térmico de la leche es conservador respecto a la composición del producto, ocurre con relativa frecuencia que el calor causa una alteración que se conoce como gelificación de las leches conservadas. Esto ocurre porque se destruyen los microorganismos, pero no sus componentes, y especialmente sus enzimas, que pueden atacar las proteínas y la grasa lácteas. Como la leche posee una vida comercial prolongada, estas enzimas van actuando lentamente y destruyen en parte dichos componentes del alimento. La consecuencia es que al abrir el envase, ya sea un tetrabrik o una botella, se nota un sabor a podrido muy desagradable. Normalmente suele alarmar muchísimo al consumidor, aunque no tiene consecuencias.

Fuente:

Muy Interesante

10 de mayo de 2008

Especial Maternidad - Amamante y mejore la inteligencia de su hijo

Amamantar "mejora" la inteligencia del bebé

La leche materna es insustituible.

Día a día tenemos más evidencias científicas que demuestran que los bebés que son amamantados serán más inteligentes que los que recibieron leche de fórmula.


Un nueva investigación de la Universidad McGill, en Canadá, descubrió que los niños que fueron amamantados lograron obtener mejores resultados en pruebas de coeficiente intelectual (CI) cuando cumplieron seis años.

Pero los científicos no están seguros de si estos resultados están relacionados con la leche en sí misma o con el vínculo que se forma con la madre durante el amamantamiento.

El estudio, que aparece en Archives of General Psychiatry (Archivos de Psiquiatría General) es el más amplio que se ha hecho hasta ahora sobre los efectos de la lactancia materna.

Los investigadores siguieron a un grupo de 14.000 niños durante seis años y medio.

Se trataba de niños de 31 hospitales y clínicas en Bielorusia, la mitad de los cuales habían sido integrados con sus madres en un programa de amamantamiento.

La otra mitad siguió la rutina normal de las salas de maternidad, y cuidado y seguimiento pediátrico en los hospitales.

Cuando los niños cumplieron seis años se midieron las capacidades cognitivas de todos ellos con pruebas de CI llevadas a cabo por sus pediatras.

Sus maestros también calificaron su ejecución académica en lectura, escritura, matemáticas y otras materias.

Lactancia exclusiva y prolongada

Los científicos descubrieron que los niños que fueron exclusivamente amamantados durante sus primeros tres meses de vida -mucho de ellos hasta los 12 meses- lograron en promedio una calificación 5,9 puntos más elevada en sus pruebas de CI.

Y los maestros también calificaron a estos niños con grados académicos significativamente más altos que a los otros.


"Encontramos la evidencia más firme hasta ahora de que el amamantamiento prolongado y exclusivo hace a los niños más listos", afirma el profesor Michael Kramer, quien dirigió el estudio en la Facultad de Medicina de la Universidad McGill.

Pero agrega que hasta ahora no saben "con claridad si los beneficios cognitivos observados con el amamantamiento se deben a los componentes de la leche materna".

"O están relacionados con la interacción física y social inherente al acto de amamantar", afirma el investigador.

Se cree que los ácidos grasos de la leche materna pueden mejorar la inteligencia.

Pero los investigadores canadienses afirman que el aspecto físico y emocional de la lactancia materna puede conducir a cambios permanentes en el desarrollo cerebral.

Los científicos también creen que el amamantamiento podría incrementar la interacción verbal entre madre y niño, lo que a su vez podría ayudar al desarrollo.

Cualquiera que sea el fundamento, los expertos creen que deben hacerse muchos más esfuerzos para promover la lactancia materna.

Se sabe que el alimento es una fuente ideal de nutrición para el bebé, ya que contiene las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasas.

Además contiene anticuerpos que pueden ayudar al niño a combatir las infecciones.


En Reino Unido se recomienda que las madres alimenten a sus bebés con leche materna durante los primeros seis meses de edad.

Pero investigaciones recientes muestran que aunque un 75% de los bebés que nacen son amamantados, sólo uno de cada cuatro sigue recibiendo el alimento al cumplir los seis meses.

Fuente:

BBC en español

Otros beneficios de amamantar:

Amamantar reduce riesgo de VIH

Amamantar mejora status social

Amamantar es bueno para la madre

Más cerca de la madre, menos anemía

Papilla para bebes es antinatural

14 de febrero de 2007

Amamantar mejora estatus social
Miércoles, 14 de febrero de 2007 - 14:18 GMT

Los bebés que son amamantados tienen más probabilidades de ascender en la escala social cuando llegan a la edad adulta, sugiere un estudio llevado a cabo en el Reino Unido.

El equipo de la Universidad de Bristol monitoreó el progreso de 1.400 bebés nacidos entre 1937 y 1939 durante 60 años y descubrió que aquellos que fueron amamantados, tuvieron un 41% más de posibilidades de subir en la escala social que los bebés alimentados con biberón.

Según los expertos, el estudio de los Archivos de Enfermedades en la Infancia respalda la idea de que el contacto físico íntimo entre madre y criatura tiene resultados positivos a largo plazo para los niños.

Las personas que participaron en la investigación lo hicieron originalmente para un estudio sobre dieta y salud que se llevó a cabo durante la época de la pre-guerra en Gran Bretaña.

Los expertos siguieron el progreso de estos bebés hasta que cumplieron un promedio de 73 años.

Amamantar y clase social

En ese entonces, el amamantamiento estaba menos relacionado con la clase social como lo está ahora, donde la práctica está mayormente establecida en las familias de clase media.

De hecho, es probable que en esa época las familias más ricas alimentasen a sus bebés con biberón, ya que disponían de dinero suficiente como para comprar leche de fórmula o pagarle un sueldo a una niñera.

La investigación llegó a la conclusión de que no había diferencias en los índices de amamantamiento según los ingresos familiares o la clase social.

Cuanto más tiempo la madre le dio de mamar a su hijo, mayores fueron las posibilidades de ascenso en la escala social, demostró el estudio.

Y en las familias donde sólo uno de los hijos fue amamantado mientras que el otro tomó biberón también se vieron diferencias en cuanto a sus posibilidades de progresar socialmente, con un 16% más a favor del niño amamantado.

Ascenso

El doctor Richard Martin, director del equipo de investigación, dijo que "nosotros pensamos que si el amamantamiento aumenta el coeficiente intelectual y la salud en el largo plazo, también podría tener algún impacto en el estatus social".

Pero agregó que "la pregunta es si esto es un efecto del amamantamiento, como por ejemplo el fortalecimiento de la relación con la madre, o si los niños que recibieron la leche materna fueron educados en un mejor medio social".

Según la doctora Mary Fewtrell, experta en nutrición del Instituto para la Salud Infantil, "hay bastante evidencia que sugiere que el amamantamiento tiene beneficios a largo plazo en cosas como la altura, las funciones cognitivas y la salud en general".

"El ascenso en la escala social puede entonces ser producto de cualquiera de estas mejoras. Esto significa que el amamantamiento le permitiría a un individuo ascender de clase social al aumentar su altura, su salud o directamente su coeficiente intelectual".

Fuentes:

BBC en español

Terra - Sociedad

Madres chilenas podrán amamantar en el trabajo
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