Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta ratones. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta ratones. Mostrar todas las entradas

9 de mayo de 2012

Ratones paracaidistas luchan cuerpo a cuerpo con serpientes invasoras


En medio de la noche oscura, se desplaza silenciosa por la selva tropical de la isla de Guam, en el Pacífico Occidental.

Su piel es de un color marrón indefinido, su vientre de un amarillo vibrante.
Y aunque sólo tiene cerca de un metro de largo, desde que llegó, hace 60 años, la Boiga irregularis -más conocida como culebra arbórea café o serpiente marrón de árbol- se ha convertido en el enemigo número uno de este territorio estadounidense.

Con una superficie que no supera los 540 km2, Guam alberga hoy día a más de dos millones de estas culebras.

Helicóptero

Tras el fracaso de métodos más tradicionales, las autoridades decidieron experimentar con nuevas técnicas.

"Creemos que llegaron aquí al final de la Segunda Guerra Mundial provenientes de la isla Manus en Papúa Nueva Guinea", le dijo James Stanford, del Servicio Geológico de Estados Unidos, a la periodista Rebecca Morelle de la BBC.

El equipo militar que se utilizó en esa isla durante el conflicto bélico, explica Stanford, fue enviado eventualmente a Guam y es muy probable que una de estas serpientes haya ingresado subrepticiamente a una de las embarcaciones o a uno de los aviones destinados a la isla.

Y a partir de un puñado de estos ofidios o de una hembra preñada se desarrolló esta población que está causando estragos en la vida silvestre del lugar y volviendo locos a los habitantes de Guam.

Ratones combatientes

Las autoridades no han escatimado esfuerzos en la lucha contra esta plaga que ha diezmado a las especies de aves nativas y que arremete también contra roedores, lagartijas y pequeños mamíferos por igual.

Recientemente, y ante el fracaso de metodologías más tradicionales, los locales recurrieron a una serie de estrategias poco usuales para acabar con esta invasión foránea.

La más llamativa consiste en lanzar desde un helicóptero -cual si fueran combatientes militares- ratones envenenados en paracaídas para tentar a las culebras con una deliciosa pero fatal cena.

"Ahora estamos usando paracetamol. Este fármaco se usa para calmar el dolor y bajar la fiebre en los seres humanos, pero es 100% letal para la serpiente marrón de árbol", le explicó a la BBC Dan Vice, del Departamento Estadounidense de Agricultura.

Ayuda canina

Perro

Se cree que estas culebras llegaron después de la Segunda Guerra Mundial.

La guerra también se desarrolla en otro frente, ya que el objetivo no es sólo eliminar las serpientes en la isla sino también evitar que el problema se expanda fuera del territorio. Y para eso, las autoridades recurrieron a los perros.

Cada cargamento que sale de Guam es examinado cuidadosamente por un ejército de canes que tienen la habilidad de detectar la presencia de este reptil gracias a su olfato.

Con un aeropuerto que funciona las 24 horas del día, la tarea es monumental pero necesaria, explica Vice.

Y saben por experiencia que las consecuencias de dejar escapar unas pocas culebras pueden ser desastrosas.

"El impacto se deja sentir en todos los sectores de la economía. Como muerden a la gente afectan el gasto en salud, también provocan daños en el sistema de suministro energético y generan pérdidas en las áreas vinculadas al turismo", señala.

"El problema es tan profundo que no queremos que se traslade a ninguna parte y la única manera de lograrlo es exterminarlas por completo", concluye el funcionario

Fuente:

19 de diciembre de 2011

Comer poco mantiene el joven el cerebro... de los ratones

Científicos italianos descubren, por primera vez, el mecanismo molecular que provoca que una dieta hipocalórica tenga beneficios contra el envejecimiento cerebral.

Desde hace tiempo, distintas investigaciones científicas han coincidido en que, para mantenerse joven y conservar el cerebro en plena forma, no hay fórmula más eficaz que comer menos. Sin embargo, el mecanismo molecular preciso que hay detrás de los efectos positivos de una dieta hipocalórica seguía siendo un misterio. Ahora, un grupo de investigadores italianos de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma ha descubierto en el cerebro de los ratones una molécula, llamada CREB1, provocada por la restricción calórica, que activa los genes relacionados con la longevidad y el funcionamiento apropiado del cerebro. La investigación, que aparece publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., podría dar lugar a nuevos fármacos que permitieran activar esta molécula «mágica» sin necesidad de pasar hambre.

Los ratones que participan en los experimentos y están sometidos a restricción calórica solo pueden comer hasta un 70% de los alimentos que consumen normalmente, una manera conocida -al menos de forma experimental- de prolongar la vida. Por lo general, si comen poco, los ratones no se convierten en obesos ni desarrollan diabetes, además de mostrar un mayor rendimiento cognitivo, más memoria y ser menos agresivos. Además, no desarrollan -y si lo hacen, sucede mucho más tarde-, la enfermedad de Alzheimer.

Futuras terapias

El equipo italiano descubrió que la molécula CREB1, que regula importantes funciones cerebrales como la memoria, el aprendizaje y el control de la ansiedad, se activa por la restricción calórica y provoca beneficios en el cerebro al «encender» a su vez otro grupo de moléculas relacionadas con la longevidad, las sirtuinas. Por otra parte, los investigadores se dieron cuenta de que la acción de CREB1 puede aumentar drásticamente por la mera reducción de la ingesta calórica y que la molécula es esencial para que ésta «funcione» en el cerebro. Es decir, los ratones que carecen de esta molécula no se ven premiados por los beneficios de comer menos y muestran las mismas discapacidades que sus compañeros viejos o sobrealimentados.

«Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para desarrollar futuras terapias para mantener el cerebro joven y prevenir su degeneración y el proceso de envejecimiento», concluye Giovambattista Pani, responsable del estudio.

Fuente:

ABC Ciencia


17 de octubre de 2011

Descubren el mecanismo genético que da forma a los organismos

Se trata de un proceso de alta precisión, que consiste en la activación progresiva de genes específicos en el desarrollo de cada capa embrionaria.

Los ratones no tienen el rabo en el lomo ni las costillas en la cintura gracias a que su desarrollo embrionario sigue siempre un orden concreto. Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), en Suiza, han descubierto el mecanismo que determina dicho orden, y no sólo en los ratones, sino también en otros animales, e incluso en los humanos: se trata de un proceso genético de alta precisión, que consiste en la activación progresiva de unos genes específicos –los genes Hox- en el momento en que comienza el desarrollo de las capas que componen los organismos. El mecanismo es extremadamente exacto y fiable, y el más pequeño error en él podría dar lugar a nuevas especies, según los investigadores.


Diagrama del mecanismo de formación embrionaria y la relación de ésta con los genes Hox. Fuente: EPFL.

Diagrama del mecanismo de formación embrionaria y la relación de ésta con los genes Hox. Fuente: EPFL.
Los ratones no tienen el rabo en el lomo ni las costillas en la cintura gracias a que su desarrollo embrionario sigue siempre un orden concreto. Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), en Suiza, han descubierto el mecanismo que determina dicho orden, y no sólo en los ratones, sino también en otros animales y en los humanos.

En tan sólo dos días, elementos como las vértebras, las extremidades, las costillas o el cóccix ocupan su sitio en los embriones, con la precisión de un reloj suizo. Intrigados por la extraordinaria fiabilidad de este mecanismo, los biólogos se han preguntado durante mucho tiempo cómo funciona.

Ahora, los investigadores de la EPFL, en colaboración con especialistas de la Universidad de Ginebra (UNIGE) han resuelto el misterio, publica la EPFL en un comunicado.

Cronometraje genético

Durante el crecimiento de un embrión, cada paso se produce en un momento muy específico. En alrededor de 48 horas, los embriones se desarrollan de arriba abajo por capas, en lo que los científicos denominan la segmentación embrionaria.

Uno de los autores de la investigación, el profesor de la EPFL y de la UNIGE, Denis Duboule, explica que “estamos formados por treinta y tantas capas horizontales, que se corresponden más o menos con el número de vértebras que tenemos” (en los seres humanos hay de 33 a 34 vértebras durante la etapa fetal y en la niñez. Durante la etapa adulta sólo hay 24, debido a que los huesos del sacro y el cóccix se sueldan convirtiéndose en un hueso cada uno).

En el desarrollo embrionario, cada hora y media se genera un nuevo segmento. En este proceso, los genes correspondientes a las vértebras cervicales, a las vértebras torácicas, a las vértebras lumbares y al cóccix se activan con exactitud en el momento preciso, uno detrás de otro.

Si este cronometraje no fuera seguido al pie de la letra, los miembros no se colocarían donde deben, afirma Duboule. Pero, ¿cómo saben los genes cómo actuar de una manera tan sincronizada? Los científicos reconocen que aún no comprenden cómo, pero asumen que el ADN juega un papel en este mecanismo.

Fuente:

Tendencias 21

13 de julio de 2011

Los mamíferos les deben las patas a los peces



El ADN de las rayas permite a ratones comenzar a desarrollar muñecas y dedos



Embrión de ratón

El origen de los dedos humanos puede remontarse a las aletas de los peces más primitivos. Es lo que apunta un nuevo estudio que busca responder una de las mayores incógnitas de la evolución: ¿qué sucedió para que algunos peces de hace unos 375 millones de años abandonaran el agua y comenzasen a cambiar sus aletas por las patas que después heredarían anfibios, aves y mamíferos, incluido el hombre?

El trabajo, publicado hoy en PNAS, señala que algunas herramientas básicas para crear una pata, en forma de ADN, ya estaban presentes en criaturas acuáticas que vivieron millones de años antes de que los primeros peces diesen el salto a la orilla. Más aún, demuestra que esas herramientas son aún intercambiables, es decir, que un ratón podría generar sus dedos con fragmentos de ADN prestados de una raya, a pesar que entre ambas especies median 400 millones de años de evolución separada.

El estudio surge a raíz del descubrimiento en 2004 del tiktaalik, la criatura fósil que mejor ha encarnado la transición entre peces y tetrápodos, los vertebrados de cuatro patas. Aunque eran peces, los tiktaalik podían aventurarse fuera del agua como hacen los anfibios. Además, los extremos de sus aletas mostraban ya huesos similares a muñecas y manos. El fósil dinamitaba una hipótesis aún vigente que señala que, aunque peces y tetrápodos comparten el origen de sus brazos y antebrazos, las muñecas y los dedos son exclusivos de los tetrápodos, que los desarrollaron después de que su rama se separase en el arbusto evolutivo.

Neil Shubin, investigador de la Universidad de Chicago y descubridor del tiktaalik, propone ahora que peces y tetrápodos también comparten piezas de la maquinaria genética capaz de crear muñecas y dedos. Su equipo se ha centrado en "regiones reguladoras" del ADN que funcionan como interruptores. Determinan qué parte del embrión será un brazo o una mano y encienden los genes necesarios para que aparezca una u otra. Shubin ha demostrado que, cuando algunos interrup-tores de raya se inyectan en un embrión de ratón, se encienden los genes para crear dedos y muñecas. Cuando los interruptores de ratón se inyectan en un pez cebra, se encienden los que generan aletas. En resumen: los primeros ingredientes para la generación de dedos ya los tenía un antepasado común que nunca los necesitó, pues era acuático. "Es un estudio importante, pero bastante especulativo, porque trabaja con una región del genoma pequeña", opina Héctor Escrivá, experto en biología evolutiva del Observatorio Oceanográfico de Banyuls-sur-Mer, en Francia. "No va cerrar el debate", advierte.

Fuente:

Público (España)

"Somos lo que comemos" (y tus hijos "serán lo que comiste")

Hay una mesa llena de platos: huevos, cordero, patatas, algo de embutido. Un joven dice: deberías cuidarte. Otro contesta: déjame, es mi vida, no hago daño a nadie. La conversación acaba y la comida continúa, pero no saben que quizá sus hijos acaben sufriendo por ello.

Hace unos meses publicamos en el blog un artículo de largo título; lo llamamos “Las jirafas de Lamarck, los gemelos, el cáncer y la guerra en Holanda”, y explicábamos que había algo en común en todos estos conceptos: la epigenética. La epigenética incluye todos los cambios que se producen en el ADN que no alteran su secuencia pero que también pueden pasar a los hijos. Serían algo así como las marcas que se van depositando a lo largo de la vida. Darwin pensaba que esos cambios no se transmitían, pero en eso estaba un poco equivocado. Una prueba nos la dan un tipo de ratones, llamados ´agouti´. Estos ratones son de color amarillo, pero si comen muchas proteínas pueden cambiar y volverse marrones. Tal cual. Lo más curioso es que sus hijos también serán marrones: el ADN de los padres cambia, pero sin necesidad de que se produzca ninguna mutación. ¿Y esto nos afecta a nosotros? Parece que sí. Desde hace tiempo se ha visto que los descendientes de personas que siguen dietas ricas en grasas tienen más posibilidades de ser diabéticos. Lo malo de estos estudios es que pueden confundirse: podría ser que los niños también comieran mal, tuvieran hábitos como los de sus padres, etc… Pero parece que no es sólo eso.

Uno de los comentarios en el blog nos avisó de la publicación de un artículo en la revista Nature: en ese estudio se usaron dos grupos de ratas, todas ellas machos. A uno le dieron una dieta sana y a otro una rica en grasas. Cuando vieron cómo eran sus hijas descubrieron lo que Darwin no esperaría: aunque al nacer eran todas iguales, con el tiempo las hijas de los que comieron mal comenzaron a ser diabéticas, y además estaban peor a cada semana que pasaba. No hubo ninguna mutación, no hubo diferencias durante el ´embarazo´ -las madres eran similares-, y sin embargo algo erróneo habían recibido.

Una vez aceptado que ´somos lo que comemos´, quizás habría que pensar que también ´serán lo que comemos´. La vida está llena de responsabilidades.

Fuente:

De Cero a Ciencia

24 de marzo de 2011

Espermatozoides nacidos en el laboratorio

Investigadores japoneses convierten en el laboratorio células del testículo de ratones en esperma maduro para fecundar.

Espermatozoides nacidos en el laboratorio

Evolución de las células precursoras de espermatozoides a partir del tejido testicular Nature
Para ser padre quizá en unos años no sea necesario contar con espermatozoides fértiles. Bastará con tener una muestra microscópica del testículo y una técnica sofisticada de cultivo permitirá madurar artificialmente en el laboratorio las células de ese tejido hasta convertirlas en esperma maduro y listo para fecundar. Eso es lo que ha logrado un equipo de investigadores japoneses, de momento solo con ratones. Los resultados, con prole incluida, se publican hoy en la revista «Nature».

El avance rompe una barrera hasta ahora infranqueable en mamíferos y abre nuevas posibilidades de tratamiento de la infertilidad masculina, tanto en varones adultos como en niños que se quedan estériles tras el tratamiento de un cáncer. Hoy las técnicas de congelación permiten congelar esperma a los varones diagnosticados con un tumor antes de empezar la quimio y la radioterapia, pero en los niños que aún no han alcanzado la pubertad no existe esa posibilidad. Si la nueva técnica funciona en varones cabría la posibilidad de hacer una biopsia del testículo y congelar el tejido de los niños antes de comenzar el tratamiento oncológico para preservar la fertilidad.

La producción de espermatozoides en mamíferos es un largo y complejo proceso difícil de reproducir fuera de la naturaleza. Se necesita un mes para que las células precursoras de espermatozoides (espermatogonias) se conviertan en esperma fértil en el interior de ese laboratorio natural que son los testículos. El equipo de Takehiko Ogawa de la Universidad de Yokohama (Japón) ha desarrollado un método de cultivo que permite recrear en un cultivo de laboratorio esas mismas condiciones. Las células espermatogonias se convirtieron en espermatocitos, después en espermátides hasta alcanzar el estado de espermatozoide. Con un tratamiento de reproducción asistida después fecundaron a unas hembras que dieron lugar a una prole de ratones sanos y también fértiles.

Para demostrar que el procedimiento podría funcionar en niños en los que se desea preservar su fertilidad, los investigadores japoneses primero congelaron la muestra del testículo durante semanas y realizaron después el proceso.

Fuente:

ABC (España)

25 de febrero de 2011

Descubren de forma accidental un tratamiento contra la calvicie

El nuevo compuesto induce el crecimiento capilar al bloquear una hormona relacionada con estrés.


Los ratones, los primeros días del tratamiento de la alopecia (izquierda) y semanas después (derecha)

El estrés tiene un efecto directo y conocido en la salud capilar: a más tensión, más caída y también más canas. Pese a conocer la relación causa-efecto ninguno de los remedios para tratar la alopecia se han dirigido específicamente a alterar el circuito del estrés en el organismo. Ahora un equipo liderado por investigadores estadounidenses de la Universidad de California ha conseguido que el pelo vuelva a crecer de forma sorprendente al bloquear con un compuesto químico una hormona relacionada con el estrés. El hallazgo, que publica la revista “PLoS One” ha sido casual, como muchos de los grandes descubrimientos científicos. Si funcionara en humanos, el nuevo tratamiento no sería útil contra todos los tipos de calvicie. Se piensa que funcionaría en la alopecia relacionada con el estrés y también con la pérdida capilar asociada al envejecimiento.

Pese a ser una de las grandes búsquedas de los laboratorios, el equipo de investigadores no pretendía dar con un remedio contra la calvicie. Se toparon con el hallazgo cuando estudiaban los efectos del estrés en el funcionamiento del sistema digestivo. Para sus experimentos utilizaron ratones transgénicos, modificados para sufrir estrés. Por esa alteración, los roedores producían en exceso una hormona relacionada con el estrés denominada CRF. A medida que envejecían, perdían su pelo hasta el punto de dejar completamente despoblado su lomo.

Resultados prolongados


Los científicos bloquearon esta hormona inyectando un compuesto químico (astressin-B) para observar los cambios en la función intestinal de estos ratones con estrés crónico. El tratamiento fue relativamente corto, una inyección diaria durante cinco días. Tres meses después de aquella inyección, aquellos ratones que habían perdido casi todo su pelaje resultaban casi indistinguibles de otros compañeros de laboratorio de la misma especie. Estudios posteriores confirmaron que el resultado no fue casual y aquella inyección había provocado el crecimiento capilar.

Million Mulugeta, uno de los responsables del estudio, destaca que el compuesto consigue resultados prolongados si se tiene en cuenta que la vida de un ratón no supera los dos años de vida.

Ahora queda probar el efecto en humanos. El equipo de la Universidad de California es optimista porque un fármaco conocido para la caída del pelo, el minoxidil, consigue efectos positivos en ratones. No consigue el nacimiento abundante de nuevo pelaje, pero sí un ligero aumento del espesor, como ocurre en los humanos. Si el minoxidil funciona en ratones como en las personas, los nuevos hallazgos podrían trasladarse al pelo humano.

Fuente:

ABC

Lea también:

Las lágrimas de los ratones son afrodisíacas

Crean ratones que pueden «oler» la luz

2 de febrero de 2011

Ya casi revelan el secreto de la eterna juventud

Este post no vende cremas antiarrugas ni pociones mágicas o milagrosas, aunque según su título así pudiera parecer. Sí se refiere, sin embargo, a la posibilidad de ser eternamente jóvenes, pero va contado desde un punto de vista científico, mas no estético, así que nada de bótox ni cirugías plásticas involucradas.

Resulta que un estudio publicado en la Revista Nature, realizado por un equipo de científicos del Instituto de Cáncer Dana-Faber, en Estados Unidos, detalla cómo habían revertido el proceso de envejecimiento en ratones. Ojo: Revertido, es decir, que no se trataba de “detener” el proceso de vejez, sino de prácticamente, retroceder el tiempo.

Explica la BBC que para lograrlo los investigadores se enfocaron en los cromosomas dentro del núcleo de las células, específicamente en los telómeros, ubicados en los extremos de los cromosomas, y cuya función es proteger a los cromosomas de los daños y coordinar la multiplicación o división celular.

Con el paso del tiempo, los telómeros se van reduciendo hasta que las células ya no son capaces de replicarse y por ende van envejeciendo sin tener sustitutas. En el experimento, los investigadores manipularon la enzima que regula a los telómeros, llamada telomerasa, logrando obtener resultados “sorprendentes”, según explicaron:

Lo que esperábamos era un retraso o estabilización del proceso de envejecimiento (…) Pero en vez de eso observamos una reversión drástica en los signos y síntomas del envejecimiento: Vimos que el cerebro de estos animales aumentó de tamaño y mejoraron sus capacidades cognitivas. Su pelaje recuperó su apariencia brillante y sana y su fertilidad también resultó restaurada”.

Claro está, tampoco la idea es que nos hagamos ilusiones tan apresuradas, ya que recordemos que se trató de un estudio con ratones, por lo que aplicar el procedimiento en seres humanos es aún un desafío por realizar… Y es que el gran problema es que mientras unos científicos aún trabajan en descifrar cómo se produce el proceso de envejecimiento, pues todavía no se sabe con absoluta, otros dedican sus esfuerzos en probar tratamientos para revertir la vejez.

Este experimento puede ofrecer datos interesantes no solo para revertir el proceso de envejecimiento, sino en todo lo referente a la investigación sobre el cáncer y su tratamiento, así que sin lugar a dudas esperaremos conocer pronto nuevos avances en la materia, aunque mientras sigamos envejeciendo… Ahora bien, suponiendo que esta u otra investigación similar lleguen a feliz término: ¿Cómo crees que nos impactará saber que podemos ser “eternamente” jóvenes?

Con infrmación de:

Fayer Wayer
google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0