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5 de marzo de 2010

El campo magnético de la Tierra puede caer en un instante

Viernes, 05 de marzo de 2010

El campo magnético de la Tierra puede caer en un instante

Incluso si conociéramos precisos detalles del núcleo de la Tierra, no seríamos capaces de predecir un cambio catastrófico en la polaridad del campo magnético terrestre con más de una década o dos de antelación

El campo magnético de nuestro planeta ha invertido su polaridad cada tanto en su historia. Algunos modelos indican que el cambio podría completarse en sólo un año o dos, pero si, como predicen otros, dura décadas o incluso más, quedaríamos expuestos a la radiación espacial. Esto pondría en corto-circuito a los satélites, lo cual es un riesgo para los pasajeros de aeronaves, y tambien podría causar estragos en los equipos eléctricos en superficie.

Para probar si podríamos detectar una futura inversión, Gauthier Hulot de Denis Diderot University de París, Francia, y sus colegas, realizaron simulaciones por computadora de la dínamo magnética de la Tierra sobre la base de un rango de valores plausibles para las variables tales como la viscosidad, conductividad eléctrica y térmica del núcleo externo y las diferencias de temperatura dentro de éste.

El equipo de Hulot informará en Geophysical Research Letters que las predicciones del modelo se mantuvieron consistentes para todo el rango de valores, indicando una duración de no más de unas pocas décadas.

El resultado implica que sólo se podrá prever un cambio de polaridad con poca antelación, y sólo con datos muy precisos. “Es como predecir el tiempo”, dijo Hulot.

El último cambio de polaridad fue hace alrededor de 800.000 años. En las últimas décadas, el campo magnético se ha debilitado con suficiente rapidez como para invertirse en unos pocos miles de años, pero esto también podría ser parte de una variación más limitada.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

Tomado de:

AXXon

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2 de marzo de 2010

Un radar de la NASA halla depósitos de agua en el polo norte de la Luna


Martes, 02 de noviembre de 2010

Un radar de la NASA halla depósitos de agua en el polo norte de la Luna


Cráteres localizados en el polo norte de la luna. | NASA

Cráteres localizados en el polo norte de la luna. | NASA

  • Se trata de más de 40 cráteres de entre 2 y 15 kilómetros de diámetro
  • Hay al menos 600 millones de toneladas métricas de agua congelada

Un radar de la NASA instalado en el satélite Chandrayaan-1 de la India detectó depósitos de hielo cerca del polo norte de la Luna, según ha informado la agencia espacial estadounidense

Se trata de más de 40 cráteres de entre dos y 15 kilómetros de diámetro, en los que se ha comprobado la existencia de agua congelada.

Aunque la cantidad total del hielo depende de su grosor, se calcula que hay al menos 600 millones de toneladas métricas de agua congelada, añadió.

"El cuadro que surge de las múltiples mediciones y datos de los instrumentos de las misiones lunares indica que en la Luna se está dando la creación de agua, su desplazamiento, depósito y retención", explicó Paul Spudis, encargado del radar Mini-Sar de la NASA instalado en el satélite indio.

"Estos nuevos descubrimientos demuestran que la Luna es un lugar más interesante...que lo que se había creído hasta ahora", manifestó.

Durante el año pasado, el radar observó cráteres del lado oculto de la Luna y después de analizarse sus datosm "nuestro equipo científico determinó sólidos indicios sobre la existencia de agua", indicó Jason Crusan, del directorio de misiones espaciales de la NASA.

Fuente:

El Mundo Ciencia

19 de febrero de 2010

Aguas cálidas subtropicales empiezan a llegar a Groenlandia

Viernes, 19 de febrero de 2010

Aguas cálidas subtropicales empiezan a llegar a Groenlandia

Los recientes cambios en la circulación oceánica en el Atlántico Norte están llevando grandes cantidades de aguas subtropicales hasta las altas latitudes en que se encuentra la gélida Groenlandia. Se trata de un fenómeno inédito, no previsto en los modelos de cambio climático, y que puede estar acelerando rápidamente la pérdida de hielo en la zona. "Los cambios no serán iuna cuestión de años. Serán una cuestión de meses" afirman los investigadores.

Un equipo de investigación dirigido por Fiamma Straneo, oceanógrafo del Instituto Oceanográfico Woods Hole, ha comprobado que las aguas subtropicales están llegando a los glaciares de Groenlandia, fenómeno que puede estar detrás de la aceleración en la pérdida de hielo registrada en estos glaciares. A su vez, este deshielo también significa más agua dulce en el océano, que puede inundar el Atlántico Norte y alterar el sistema mundial de corrientes, conocido como transmisión oceánica.

"Esta es la primera vez que hemos visto estas aguas cálidas en cualquiera de los fiordos de Groenlandia,", dice Straneo. "Las aguas subtropicales están fluyendo a través del fiordo muy rápidamente, por lo que pueden transportar el calor y provocar el derretimiento en el extremo del glaciar".

La capa de hielo de Groenlandia, que es de dos kilómetros de espesor y cubre un área del tamaño de México, ha perdido masa a un ritmo acelerado durante la última década. La contribución de la capa de hielo a que se eleve el nivel del mar en ese período se duplicó debido precisamente a aumento de la fusión y, en mayor medida, a la aceleración generalizada de los glaciares de Groenlandia.

Si bien es un hecho conocido la fusión debido al calentamiento la temperatura del aire, los científicos están empezando a aprender más sobre el impacto de los océanos - en particular, la influencia de las corrientes - en la capa de hielo.

"Entre los mecanismos que se sospecha podría ser el inicio de este fenómeno figuran los recientes cambios en la circulación oceánica en el Atlántico Norte, provocada por la irrupción de grandes cantidades de aguas subtropicales de las altas latitudes", dice Straneo. Pero la falta de observaciones y mediciones de los glaciares de Groenlandia antes de su aceleración ha hecho difícil confirmarlo.

El equipo de investigación realizó tomas de datos durante julio y septiembre de 2008 en Sermilik Fjord, un fiordo al que desembocan grandes glaciares en Groenlandia Oriental, informa 'Science Daily'.

Sermilik mide unos 100 kilómetros de largo y conecta el glaciar Helheim con el Mar de Irminger. Sólo en 2003, Helheim se retiró varios kilómetros, y casi duplicó su velocidad de flujo.

Pueden llegar a todos los fiordos en meses

En el interior del Fiordo Sermilik, los investigadores encontraron aguas subtropicales tan calientes para la zona como 4 grados centígrados. El equipo también ha reconstruido las temperaturas estacionales en la plataforma utilizando datos recogidos por 19 focas con grabadoras de temperatura en fondo marino a las que se siguió por satélite. Los datos revelaron que las aguas de la plataforma están más cálidas de julio a diciembre, y que las aguas subtropicales están presentes en la plataforma durante todo el año.

"Esta es la primera gran investigación de uno de estos fiordos que nos muestra la fuerza en la presencia y circulación de estas aguas en la zona, dice Straneo. "Los cambios en la circulación a gran escala del Atlántico Norte se están propagando a los glaciares muy rápido, no en una cuestión de años, sino una cuestión de meses. Es una comunicación muy rápida".

Straneo añade que el estudio pone de relieve lo poco que se sabe acerca de las interacciones océano-glaciar, y que ésta es una conexión que no está contempladas en los modelos climáticos.

El estudio ha sido publicado en la edición anticipada online del 14 de febrero de la revista Nature Geoscience.

Fuente:

Europa Press

16 de octubre de 2009

El Ártico será navegable en el 2020

Viernes, 16 de octubre de 2009

El Ártico será navegable en el 2020

Consecuencias del calentamiento global...

"Es como si el hombre estuviera quitando la tapa de la parte norte del planeta"


El submarino nuclear británico HSM Tireless. | Kevin Elliott.

El submarino nuclear británico HSM Tireless. | Kevin Elliott.

El hielo del océano Ártico puede derretirse en el verano de 2020, lo que permitiría su navegación, según ha afirmado un experto de la Universidad de Cambridge, que considera que éste puede ser el impacto más visible del cambio climático. "Es como si el hombre estuviera quitando la tapa de la parte norte del planeta", dijo a los medios británicos el profesor de física Peter Wadhams.

Esta es una de las conclusiones del estudio que hizo Wadhams, del Polar Ocean Physics Group de Cambridge, tras analizar las medidas de la capa de hielo recogidas por el submarino nuclear británico 'HMS Tireless' en 2007 y las tomadas este año por una expedición encabezada por el aventurero polar Pen Hadow.

Según Wadhams, los cargueros no tendrán que depender de embarcaciones que rompan el hielo para cruzar del océano Pacífico al Atlántico a través del llamado paso del Noroeste. Esta ruta estará libre de hielo durante varios meses al año, lo que permitirá reducir los más de 4.800 kilómetros de recorrido que tienen que hacer los barcos que van del Lejano Oriente a Europa a través del Canal de Suez, agrega el estudio.

"El Polo Norte quedará expuesto en diez años. Uno podrá navegar en un carguero japonés de automóviles a través del Polo Norte y hacia el Atlántico. El hielo se retirará a una zona al norte de Groenlandia y la isla de Ellesmere para el 2020", dijo Wadhams. Según el experto, "el cambio en el hielo ártico en el verano será el mayor impacto que el calentamiento global tendrá en la apariencia física del planeta".

El explorador Pen Hadow y sus dos compañeros de equipo -Ann Daniels y Martin Hartley- pasaron 73 días entre el 1 de marzo y el 7 de mayo de este año caminando 450 kilómetros en el Ártico mientras tomaban medidas. Hicieron 1.500 agujeros y hallaron que el grosor promedio de los témpanos de hielo era de apenas 1,8 metros. Según dijo Hadow al diario 'The Times', las técnicas de las futuras expediciones al Ártico durante los veranos tendrán que ser modificadas para adaptarse a frecuentes áreas abiertas de agua.

Fuente:

El Mundo Ciencia

12 de septiembre de 2009

¿Y si nos cayésemos a un pozo que atravesase la Tierra?


Sábado, 12 de septiembre de 2009

¿Y si nos cayésemos a un pozo que atravesase la Tierra?

Acabo de leer esta interesante columna en Straightdope, donde Cecil Adams responde a la duda de un lector de Baltimore interesado en saber lo que pasaría si existiese un túnel que atravesase la Tierra de polo a polo, y a alguien se le ocurriese la tontería de saltar dentro.



Cecil (obviando la imposibilidad real de la existencia de un tubo que atravesase el planeta de polo a polo, evitando el núcleo derretido de la Tierra) se centra en dos posiblidades: que el pozo estuviera lleno de aire (lo que supondría una resistencia para el personaje que saltara a su interior) y que el pozo estuviera sellado “al vacío”.

En el segundo de los supuestos, la ausencia de un fluído que actuase de freno, haría que el sujeto cayese ganando más y más velocidad hasta que comenzase a acercarse al centro de la Tierra. Obviamente en ese punto central no existe gravedad puesto que está a una distancia más o menos equidistante de cualquier punto de la superficie, lo cual equilibra las fuerzas anulándolas. Una vez que el “suicida” alcanzase el centro, la inercia haría que su caida continuase a un ritmo cada vez más lento conforme se fuera acercando al final del túnel.

Si el sujeto que cae se hubiera arrojado por el extremo del tunel ubicado en el polo norte, y existiese un observador en el extremo del polo sur, le vería acercarse lentamente a la boca del pozo, detenerse, y luego volver a caer en sentido contrario. La ausencia de aire haría que esta operación se repitiese infinitas veces. ¡Nada aconsejable si eres de los que vomitan en la montaña rusa! (Si queréis saber cuanto tardaría el saltarín en atravesar la Tierra leed Viaje armónico simple al centro de la Tierra).

En el supuesto de que el pozo estuviera lleno de aire, la caída no sería tan brusca puesto que una vez que el cuerpo alcanza la velocidad terminal, la resistencia del aire le impidería seguir acelerando. Como en el caso anterior, la inercia le haría atravesar el punto central del túnel, superarlo y seguir cayendo (o ascendiendo según el punto de vista del anteriormente citado observador del polo sur), pero el punto en el que se detendría para volver a caer hacia el centro del planeta sería cada vez más cercano a este. Finalmente el sujeto quedaría en ingrávido y perpetuo reposo en el centro de la Tierra (al menos hasta que a otro iluminado se le ocurriese saltar al pozo).

Pues ¡helo ahí!, otra duda resuelta gracias a Straightdope.

Fuente:

Mailkenai`s Blog

28 de junio de 2008

Peleas por los Polos: las nuevas fronteras de la geopolítica

Peleas por los Polos: las nuevas fronteras de la geopolítica

El peligro creciente del calentamiento global y la escasez de recursos energéticos, en un contexto de petróleo en precio récord, amenazan con derretir las congeladas discusiones sobre la soberanía de los polos.


Por Lorena Oliva



A principios de agosto, Rusia envió un mini submarino en una misión que agitó las aguas de la diplomacia mundial: el aparato descendió hasta el fondo del océano Artico, plantó una bandera rusa de titanio en el fondo marino e inauguró sin más un nuevo capítulo en la disputa internacional por los recursos naturales que se esconden bajo el hielo y el agua de los polos. De hecho, al poco tiempo la carrera en el Polo Norte tuvo un reflejo que todavía despierta sospechas en las cancillerías de los gobiernos con intereses en el Polo Sur. A la misión rusa, que generó respuestas casi automáticas de las otras naciones que reclaman sus derechos sobre el Artico, se sumó, tres semanas atrás, el anuncio británico de formalizar ante las Naciones Unidas un reclamo de soberanía que incluye más de un millón de kilómetros cuadrados de tierra y mar en la región antártica.

La mencionada expedición rusa contó con todos los ingredientes para funcionar como una provocación entre las potencias del Norte. Pero el escenario global también aportó sus condimentos para convertir el episodio en un asunto global: frente a las sombrías perspectivas de un futuro signado por el calentamiento global y la escasez de recursos energéticos, es claro que en las gélidas superficies polares la pugna por su soberanía es sólo la punta de un iceberg que ha comenzado a derretirse por efecto de otro calentamiento: el geopolítico.

De acuerdo con un informe de la US Geological Survey, la oficina norteamericana que entiende sobre hidrocarburos, un cuarto de las reservas petroleras del planeta se hallan debajo del Polo Norte, mientras que su helada superficie concentraría el diez por ciento del patrimonio global de agua dulce.

En el Sur también se especula sobre la existencia de reservas de crudo (sobre todo, en la península reclamada por nuestro país, que coincide en parte con las pretensiones británicas y chilenas), al igual que de grandes depósitos de gas, una enorme variedad de minerales, valiosísimos recursos biológicos y el setenta por ciento del agua dulce del planeta.

Si bien el Tratado Antártico, firmado en 1959, prohíbe por varias décadas la explotación de petróleo, gas y minerales, a menos de que sea por razones de investigación científica, para los expertos resulta evidente que sobre la base de un reclamo histórico Londres busca crear las condiciones para, llegado el momento, poder proclamar su soberanía en el área y, eventualmente, iniciar la extracción de hidrocarburos y minerales.

La Argentina y Chile expresaron de inmediato su rechazo a la acción británica, pero lo cierto es que en esta carrera todos mueven sus piezas de manera de no quedar fuera de juego: también la Argentina presentará ante la ONU su reclamo de soberanía sobre una porción de la Antártida y Chile anunció días atrás su decisión de reabrir una base naval que debió cerrar cinco años atrás por falta de presupuesto.

Salta a la vista que la cuestión energética no es sólo prioridad de las grandes potencias, y que ningún rincón del planeta queda excluido del tablero geoestratégico. "Todos los países hacen sus proyecciones en materia energética. La Argentina también las hace. Sería ingenuo no hacerlo. Dada la prohibición de realizar estudios en la Antártida, los cálculos se realizan tomando como base una serie de marcadores indirectos." El que habla es Mariano Memoli, director del Instituto Antártico Argentino, un organismo que depende de Cancillería y que regula la actividad científica en el continente blanco. Pero las estimaciones oficiales que la oficina maneja en materia de recursos no renovables son un secreto guardado bajo siete llaves: todos los funcionarios y científicos que trabajan en el tema se comprometen a hacerlo bajo un estricto secreto.



Suban sus apuestas

Después de que la misión rusa de agosto pasado confirmara, según el gobierno de Moscú, que el Polo Norte es una continuación de la plataforma continental rusa, Canadá, Dinamarca, Noruega y Estados Unidos, los otros países con ambiciones territoriales en la región, no sólo rechazaron las afirmaciones de Rusia sino que también anunciaron, reafirmaron o reactivaron su actividad en la zona.

Canadá, por ejemplo, mientras discute con los norteamericanos si el estrecho del Noroeste será jurisdiccional o internacional, anunció la construcción de un puerto, el establecimiento de una base militar para entrenar tropas en condiciones de baja temperatura y la expansión de su flota naval.

Para el director de la Comisión de Estudios Antárticos de la Comisión Argentina de Relaciones Internacionales (CARI), Angel Ernesto Molinari, una suma de razones confluyen para este reposicionamiento internacional: "Por efecto del cambio climático, el derretimiento de hielo en el Artico da lugar a nuevos pasos navegables que interesan a cualquiera de ellos. Además, obviamente, está la posibilidad de la explotación de recursos no renovables, en tiempos en los que el futuro del petróleo genera mucha incertidumbre, y no hay que olvidar que, desde marzo de este año y hasta febrero de 2008, rige el Año Polar Internacional. Esto hace que los países vinculados a los polos desarrollen nuevos proyectos y traten de mostrarse capaces desde lo técnico o lo científico frente al resto".

Durante décadas, el alto costo que implicaba la posible explotación de las reservas polares las convertía en un activo poco interesante. Pero la creciente puja por recursos energéticos -y el precio récord del petróleo, que roza ya los cien dólares- se encargó de cambiar ese escenario y de alterar notablemente la relación costo-beneficio.

Una proyección reciente de la Exxon Mobil Corporation estima que será necesaria una amplia variedad de fuentes de energía para satisfacer la demanda mundial, que según sus cálculos crecerá en un 30 por ciento hacia el año 2030. Para ese entonces, petróleo y gas seguirán abasteciendo un sesenta por ciento del total de la demanda energética.

Dado que las extracciones más sencillas ya han tenido lugar y que buena parte de los yacimientos se encuentran en zonas políticamente inflamables, el ingeniero Jorge Lapeña, presidente del Instituto Argentino de Energía Gral. Mosconi, cree que se ha hecho necesario recurrir a técnicas más complejas de exploración y explotación, incluso en zonas de difícil acceso como son los polos. "Ya no se trata de meras pujas empresariales sino que se han incorporado jugadores más grandes: los propios países, principales interesados en expandir sus fronteras para ampliar la capacidad de producción", explica.

Sydney Weintraub, consultor en política económica del Centro de Estudios Internacionales Estratégicos, de Washington, también cree que esta revitalización de los reclamos por soberanía tiene el color del petróleo. "La posibilidad de hallar nuevas reservas petroleras, especialmente con el alto precio del presente, es la principal razón que motiva a rusos, británicos, canadienses y norteamericanos. No sé cómo se resolverá este tema, pero nadie está dispuesto a ceder su reclamo de soberanía a los rusos sólo porque pusieron una bandera en el fondo del mar."

Una posibilidad para solucionar la disputa en torno al Polo Norte sería el establecimiento de un tratado ártico, a la manera del que rige en la Antártida. Así opina David Carlson, el director del comité científico que organiza el actual Año Polar Internacional. Este oceanógrafo norteamericano también ve en el petróleo una de las principales razones para el reclamo, aunque agrega el potencial de los recursos pesqueros en la región. "Y tampoco descartaría razones más viejas, como el orgullo nacional y el deseo de proclamar poderío tecnológico frente a otros países", agrega.

Investigo, luego reclamo

En el ámbito del derecho internacional circula una máxima que parece inspirada en la actividad científica polar: "Investigo para conocer, conozco para reclamar". Numerosas misiones científicas en ambos extremos del planeta pretenden sustentar con pruebas las reivindicaciones territoriales de cada país. La Argentina no es excepción.

El Instituto Antártico Argentino se encarga de regular las políticas científicas del país en esa zona. El sólo hecho de que el organismo dependa del Ministerio de Relaciones Exteriores aporta alguna pista acerca de la finalidad que persiguen sus investigaciones. Memoli, su director, reconoce que también en nuestro país el interés nacional digita la investigación científica. "Esto es así siempre. Detrás de cada reunión científica internacional hay un interés político", señala.

Dentro de dos años vence el plazo para que nuestro país presente ante la Convención de los Derechos del Mar de la ONU un informe que corrobore científicamente los límites externos de su plataforma submarina. Y aunque el Tratado Antártico haya trabado hasta ahora cualquier reclamo de soberanía, la Argentina también presentará, al igual que Gran Bretaña, sus pretensiones sobre el continente antártico como un recurso diplomático dirigido a dejar asentado su reclamo. Otro tanto harán los otros países que mantienen reclamos de soberanía en la Antártica.

¿Por qué entonces impactó tanto el anuncio británico? "Porque la Argentina tiene un derecho real para reclamar la Antártida. Los británicos, no", sostiene el general (R) Jorge Leal, ex director del Instituto Antártico Argentino y fundador de la base Esperanza, en 1953.

Memoli explica que en Cancillería estaban preparados para algún anuncio británico de este tipo, sobre todo luego de recibir el programa de la reunión del British Antartic Survey que, el 4 de octubre último, se reunió para discutir en Londres sobre la Antártida del futuro. "Allí se tocó, incluso, el tema de la explotación de recursos", reconoce.

En los medios periodísticos se difundió, en cambio, el interés conservacionista británico. "Desde hace tiempo se viene hablando de generar regiones protegidas en aguas internacionales. Habría que preguntarse si, bajo el paraguas de la preservación, los países con recursos para administrar esas regiones no estarían creando nuevas provincias", alerta Memoli.

Pasan varias décadas entre un año polar y otro. Justamente en 1958, último Año Polar Internacional, se firmó el Tratado Antártico, un documento internacional que, en plena Guerra Fría, logró lo que parecía imposible: frenar todo tipo de disputa por soberanía en el Polo Sur.

El tratado estipulaba la prohibición de discutir cláusulas por tres décadas y ese plazo se venció 16 años atrás. ¿Existen ahora, en momentos en que crece la fricción mundial, posibilidades concretas para que en la próxima reunión revisora -que tendrá lugar en Kiev, a mediados del año próximo- se reactiven las discusiones sobre soberanía o explotación de recursos naturales?

"Podría suceder que en esa reunión se busquen flexibilizar los mecanismos para la introducción de reformas en el tratado -analiza Pablo Tettamanti, profesor de Derecho Internacional de la Universidad Torcuato Di Tella-. Pero difícilmente se abra la discusión sobre la explotación de los hidrocarburos. No se puede descartar que algún país lo pretenda, pero sería bastante impopular para cualquier gobierno. Además habilitaría discusiones sobre soberanía y no todas las naciones están interesadas en abrir ese tema".

Frente al evidente descongelamiento de las tensiones mundiales, ¿es razonable pensar que esta competencia por el mejor posicionamiento geopolítico sea el prólogo de la tan temida guerra por los recursos naturales?

La máxima autoridad del Instituto Antártico, Mariano Memoli, no cree que el conflicto se traslade al terreno bélico. "De todas maneras, es claro que la Argentina debe estar bien parada ante un eventual cambio de escenario."

Riquezas en juego

  • Polo norte: Se especula que allí se concentra el 25 por ciento de las reservas mundiales de petróleo, al igual que significativas reservas gasíferas. Asimismo, se dice que el diez por ciento del patrimonio mundial de agua dulce está congelado en esa región.


  • Polo sur: Aunque la exploración de hidrocarburos está prohibida en el continente antártico, el potencial de la zona es mundialmente conocido. A la riqueza energética se suma la presencia del 70 por ciento del total de agua dulce, así como variedad de minerales y valiosos recursos biológicos. Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda, Gran Bretaña y la Argentina mantienen disputas territoriales en la zona.


Fuente:

La Nación - Argentina

La noticia es de noviembre de 2007, pero en el actual contexto cobra gran actualidad.

27 de junio de 2008

S.O.S. El Polo Norte se quedaría sin hielo este verano...

S.O.S. El Polo Norte se quedaría sin hielo este verano...

El Polo Norte puede quedar totalmente libre de hielo hacia el próximo mes de septiembre (verano boreal) debido al efecto más acelerado de lo previsto del calentamiento global en el deshielo del casquete que ocupa la superficie del Oceáno Artico.

Este impresionante anuncio corresponde a un científico estadounidense, que además descarta que este rápido proceso de deshielo tenga que ver con un clico climático histórico.


 (Foto: efe)

'¿Podemos hacer una apuesta informal respecto a que el Polo Norte se funda por completo este verano?. Puede hacerse', declaró el científico Mark Serreze, miembro del National Snow and Ice Data Center en Boulder, Colorado. Hay una probabilidad del 50 contra 50 de que la delgada capa de hielo sobre el Océano Artico, producida a partir del pasado otoño, quede completamente fundida a final de verano en la latitud del Polo Norte, aseguró.

El retroceso del hielo a un nivel sin precedentes el pasado septiembre hizo posible que el Paso del Noroeste --la ruta marítima a través del Océano Artico-- quedase libre de hielo durante el verano por primera vez desde que se tienen registros.

Los patrones de deshielo en el Artico de las últimas décadas han ido dejando la capa helada cada vez más delgada y frágil. Los patrones específicos del tiempo determinarán si esta capa de hielo se funde completamente este mismo verano, añadió. 'El año pasado, tuvimos una evolución meteorológica perfecta para abrir a la navegación el Paso del Nororeste. Este año, sólo un patrón de tiempo distinto puede permitir preservar algo de hielo al final del verano en la zona. Veremos qué ocurre', explicó en declaraciones a CNN recogidas por otr/press.

EFECTO SIMBOLICO DEL CAMBIO CLIMATICO

La escasez estacional de hielo en el Artico no traerá un efecto inmediato para todo el planeta, según este investigador. 'Desde un punto de vista científico, el Polo Norte no es sino otro lugar del globo, pero tiene un significado simbólico', explicó Mark Serreze. 'Se supone que tiene que haber siempre hielo en el Polo Norte. La posibilidad de que a final de este verano pueda dejar de haber hielo podría ser todo un cambio simbólico'

A su juicio, si hace cinco años le hubieran hablado de que el Polo Norte se fundiera en verano a corto plazo no hubiera dado crédito, y todo se pronosticaba hacia 2050 o 2100, pero se trata de un proceso que desde hace tiempo se está viendo como inevitable y cada vez antes de lo esperado. Este experto considera que los científicos que siguen sosteniendo que el proceso de deshielo en el Artico es parte de un ciclo histórico están en un error. 'No es algo cíclico en este momento. Creo que hemos llegado a comprender bien el proceso físico que existe detrás de este fenómeno. Sabemos desde hace 30 años que en el Artico se estaban produciendo los primeros signos del calentamiento global. Es algo que detesto tener que contar, pero que tengo que contar'.

Serreze pronostica que el Oceáno Artico no será ya el mismo durante décadas. 'Si vienen algunos años fríos, podría producirse una reversión temporal en el proceso de deshielo, pero llegados a este punto, una fusión total en verano en el Artico ya resulta inevitable'. 'No creo que podamos detenerlo', añadió, puesto que la reducción de gases de efecto invernadero el proceso sólo podría revertirlo en muy pequeño grado', dijo.

Buscando la parte positiva, este experto dijo que los barcos podrán usar el Paso del Noroeste para pasar del Atlántico al Pacífico ahorrando tiempo y energía respecto a las rutas tradicionales del Cabo de Panama o el Cabo de Hornos.

Fuentes:

La Region.es

La Razón Digital

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4 de junio de 2007

INFORME DEL PROGRAMA DE LA ONU DE MEDIO AMBIENTE.
El deshielo de polos y glaciares afectará a millones de personas.



EL glaciar del monte Animegen, en el Tibet, es uno de los más amenazados por el deshielo. (Foto: AFP)
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EL glaciar del monte Animegen, en el Tibet, es uno de los más amenazados por el deshielo. (Foto: AFP)

NAIROBI.- Cientos de millones de personas se verán afectadas por el deshielo y la disminución de glaciares y cubiertas de nieve como consecuencia del cambio climático, según ha advertido el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) en un nuevo informe.

"Sólo la pérdida de nieve y de los glaciares de las montañas de Asia afectaría a aproximadamente el 40% de la población mundial", señala el informe 'Perspectiva Global sobre la Nieve y el Hielo', presentado en Nairobi, sede del PNUMA, la víspera del Día Mundial del Medio Ambiente.

Pero otras áreas, como los Pirineos, los Alpes o los Andes, también se verán muy dañados por el impacto, añade el documento, que analiza las tendencias actuales y posible evolución futura de los ecosistemas de hielo y nieve, como glaciares, ríos y lagos helados.

"El cambio climático es un círculo vicioso en lo que respecta a estos ecosistemas: temperaturas más altas llevan a menos hielo y nieve y ello causa que la tierra y el mar tengan que absorber más luz solar, lo que aumenta aún más las temperaturas", explicó Christian Lambrechts, de la División de Alerta Previa del PNUMA y uno de los coordinadores del informe.

Los efectos de alcance global incluirán cambios sustanciales en la disponibilidad de agua para beber y para riego, así como un aumento de los niveles del mar, cambios en los patrones de circulación del agua en los océanos, y la amenaza a la supervivencia de especies de flora y fauna que sobreviven en dichos ecosistemas, entre otros.

Según la información científica ya disponible, el Ártico se está calentando casi al doble de velocidad que el resto del mundo y en muchas áreas, las zonas montañosas también están registrando aumentos de temperaturas más mayores que en los terrenos a baja altitud.

"La cubierta de hielo en el mar Ártico está disminuyendo un 8,9% por década en verano, y es posible que para el año 2100 tengamos un océano ártico completamente libre de hielo en la estación estival", dijo Lambrechts.

El documento también confirma la tendencia a la disminución del tamaño de los glaciares del mundo en los últimos años, y especialmente desde los años 80.

"Los tres glaciares que hay en África, en el Monte Kenia, el Kilimanjaro de Tanzania y las montañas Rwenzori de Uganda, han perdido ya el 82% de su superficie y es muy posible que los glaciares del Kilimanjaro desaparezcan por completo en el espacio de dos décadas", agregó el experto.

En la Antártida y Groenlandia están las capas de hielo que contienen el 98% del agua fresca congelada del planeta y, como estimación, si Groenlandia se derritiera por completo el aumento del nivel del mar llegaría hasta siete metros.

De momento, las capas de esas regiones que se han derretido, junto con fenómenos similares en glaciares y la expansión térmica de los océanos ha llevado a un aumento del nivel del mar de algo menos de veinte centímetros entre 1870 y 2001, según el informe.

Pero el texto recuerda que un aumento de un metro del nivel del mar, si no se tomaran medidas para adaptarse a él, expondría a 145 millones de personas a posibles inundaciones, la mayoría de ellas en Asia.

El informe muestra que las capas de hielo y nieve del planeta están íntimamente ligadas a la vida en el resto del planeta", según Lambrechts, por lo que las consecuencias del cambio climático en estos ecosistemas "no sólo afectarán a quienes viven o trabajan en zonas polares o montañosas".



Fuentes:

El Clarín

El Mundo

"Los glaciares del Himalaya se derriten"

14 de abril de 2007

El hielo en el Ártico podría desaparecer en 50 años
14 de abril de 2007

El catedrático de Ecología de la Universidad de Alaska-Fairbanks, F. Stuart Chapin, advirtió sobre la posibilidad de que los hielos en esa zona se derritan en pocas décadas debido al calentamiento global.

Chapin presentó hoy en Madrid los resultados de sus investigaciones sobre el calentamiento en el Ártico y sus efectos sobre el cambio global, así como la respuesta de las especies animales y vegetales ante el aumento de las temperaturas.

El investigador norteamericano consideró que vivimos un momento "crítico" para el futuro de la biodiversidad y del planeta e insistió en que las decisiones que los distintos países adopten hoy determinarán los cambios que ocurrirán dentro de 50 años.

A su juicio, los informes del Grupo Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés) de la ONU son "muy conservadores".

Según las investigaciones realizadas por el equipo de Chapin en la Universidad de Alaska, la nieve se funde cada vez más temprano en el Ártico, con lo que se acelera el cambio climático en la región, que experimenta en los últimos años las temperaturas más elevadas de los cuatro últimos siglos.

Sus datos revelan que la nieve en el Ártico se ha derretido dos días y medio por década más pronto como promedio en los últimos 45 años.

En Alaska, en ese mismo periodo (desde 1961 a la actualidad) se ha producido un calentamiento del suelo en los meses de verano de 2 grados centígrados, que ha originado, a su vez, un calentamiento del aire, cuya temperatura se ha elevado en 2,7 grados, con lo que se han alcanzado las temperaturas más altas en los últimos 75 años.

Por otra parte, la prolongación de la temporada sin nieve ha permitido, según Chapin, la ampliación hacia el norte de Alaska del bosque boreal (árboles y arbustos) que, progresivamente, está colonizando las regiones anteriormente ocupadas por la tundra.

Según sus estimaciones, si se mantiene el actual ritmo de expansión de los bosques, el calentamiento de la atmósfera en el Ártico podría multiplicarse entre 2 y 7 veces en las próximas décadas.

Chapin dijo que el adelanto de la fusión de las nieves árticas tendrá importantes impactos en las comunidades humanas y en las especies animales y vegetales que habitan el Polo Norte, entre las que citó el caribú.

El investigador destacó también el aumento de la frecuencia de los incendios en Alaska y de la temporada en que éstos se producen de junio a septiembre a medida que el clima se hace más templado, una tendencia que consideró que va a continuar.

Así, entre 1950 y 2006 se registraron en Alaska 15 grandes incendios en los que ardieron unos 16 millones de hectáreas.

Fuentes:

INFOBAE.com

Los Tiempos

Diario ADN
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