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6 de enero de 2013

Perú: Descubren una araña que puede fabricar marionetas



Una nueva especie de araña descubierta en la Amazonía peruana, es capaz de hacer esculturas que imitan a arañas de mayor tamaño. La araña crea las marionetas con hojas, insectos muertos, ramas y tierra y posteriormente las coloca en la telaraña para que asusten a los depredadores.


Los biólogos suponen que el arácnido pertenece al género Cyclosa, aunque esto no ha sido confirmado. La nueva especie ha sido descubierta por el entomólogo Phil Torres.



Torres realizaba una exploración en los alrededores del Centro de Investigaciones Tambopata, ubicado en el límite de la selva. Durante una misión vio una gran araña delgada en una telaraña que se movía. Al observarla más detalladamente el científico observó otra araña, de mucho menor tamaño, que se encontraba encima de la marioneta y estaba moviéndola.

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3 de octubre de 2012

Los árboles que cuentan la historia de la lluvia en la Amazonía


Los Isótopos y la Amazonía
  • Los elementos como el oxígeno ocurren no sólo en una forma sino en varias formas similares que diferen por su masa. Esas formas diferentes del mismo elemento se llaman isótopos.
  • Los investigadores midieron las variaciones de los coeficientes entre dos isótopos, los de oxígeno 16 y oxígeno 18 atrapados en los anillos de madera.
  • En los años con más lluvias, más agua con oxígeno 18 cae durante su transporte hacia el oeste de la Amazonía, lo que resulta en valores menores de ese isótopo en la madera formada ese año.

Roel Brienen en la Amazonía boliviana

Los investigadores de la Univ. de Leeds obtuvieron muestras de ocho cedros en Bolivia. Fotos: Univ. de Leeds

Son como los libros antiguos preciados e invaluables guardados tras vitrinas en museos. Los "textos sagrados" que cuentan la historia de la Amazonía son los anillos en los troncos de cedros en territorio boliviano.

Esos anillos de crecimiento de árboles revelan los patrones de lluvias durante el último siglo en toda la cuenca amazónica, según investigadores de la Universidad de Leeds, en Inglaterra.

"En la misma forma en que las capas anuales de hielo polar han sido usadas para estudiar las temperaturas del pasado, logramos ahora utilizar los anillos de crecimiento en esta especie como un archivo natural de las precipitaciones en la Amazonía", explicaron los autores del estudio, Roel Brienen y Manuel Gloor.
"Sabíamos que algunas especies tropicales forman anillos anuales, pero lo que nos sorprendió es que solo ocho árboles de un único sitio transmitieran tanta información no sólo sobre la lluvia en ese lugar, sino en toda la cuenca"
Roel Briener y Manuel Gloor, Universidad de Leeds

Los científicos descifraron el pasado midiendo dos formas diferentes (isótopos) de oxígeno en la madera de los ocho especímenes de la especie Cedrela odorata.

En los bosques tropicales y subtropicales las variaciones estacionales en la temperatura y luz son menores, por lo que los anillos de crecimiento en los árboles son menos pronunciados que en las regiones templadas. Sin embargo, algunas especies como Cedrela forman anillos distintos causados por variación en la lluvia.
"Sabíamos que algunas especies tropicales forman anillos anuales, pero lo que nos sorprendió es que sólo ocho árboles de un único sitio transmitieran tanta información no sólo sobre la lluvia en ese lugar, sino en toda la cuenca", dijeron Brienen y Gloor.

Anillos de crecimiento en un cedro de la especie Cedrela odorata en Bolivia.

Anillos de crecimiento en un cedro de la especie Cedrela odorata en Bolivia.

Agua pesada

El cedro tropical es una especie con anillos muy claros y por lo tanto puede ser usado para determinar la historia cronológica del árbol, identificando cada anillo de crecimiento con un año en particular. Esta especie tiene además raíces poco profundas, que captan el agua de lluvia acumulada en la superficie del suelo, señalaron los autores del estudio. 

Los científicos le explicaron a BBC Mundo que los cedros se encuentran "en el extremo oeste de la cuenca y por tanto los coeficientes de isótopos en la lluvia en el sitio de los árboles reflejan lo que ocurrió en todo el trayecto del vapor de agua desde el Océano Atlántico hasta el sitio de los árboles. Es una distancia muy larga, de unos 2.500 kilómetros y cubre la mayoría de la cuenca amazónica".

El agua se evapora en la región norte tropical del Océano Atlántico y viaja desde allí sobre la cuenca amazónica hasta el sitio del estudio. Luego de ese trayecto sobre el bosque finalmente cae en forma de lluvia y es absorbida por los árboles, precisaron los investigadores.

"La parte crucial de esta historia es que el coeficiente entre los isótopos en el agua de lluvia está influenciado por lo que sucede con el agua desde que se evapora en el océano hasta que cae en forma de lluvia varios días después. Este coeficiente entre el oxígeno 18, el isótopo más pesado, y el oxígeno 16, el más liviano, varía gradualmente a medida que el vapor de agua avanza en su trayectoria".

"Cuanto mayor sea la cantidad de precipitación durante esa trayectoria, más agua con oxígeno 18 se pierde y esto está reflejado en el coeficiente de isótopos en nuestro sitio de estudio en el oeste de la cuenca. Por lo tanto, la lluvia en ese lugar integra todo lo que sucede durante el desplazamiento del vapor de agua a lo largo de la cuenca".

"El agua pesada se condensa más fácilmente. Por ello, en cada evento de precipitación, relativamente más agua pesada desaparece del vapor de agua, por lo que el vapor que luego sigue su viaje hacia el oeste contiene un poco menos de esa agua pesada. Si esto sucede una y otra vez, gradualmente más agua pesada desaparece".

Los valores isotópicos registrados en los anillos están estrechamente relacionados con las variaciones anuales en los niveles de los ríos en la Amazonía y por tanto de la cantidad de lluvia que fluyó hacia los océanos, señalaron los investigadores.

Cerca del 17% del vertido anual de ríos en los océanos de la Tierra viene de la Amazonía. Y el ciclo hidrológico está además vinculado al ciclo de carbono en el bosque tropical, que es uno de los mayores depósitos de carbono del planeta.

"El registro es tan sensible, que cuando vemos los anillos podemos decir exactamente de qué año se trata. Por ejemplo, el año de 1925-26, con un fenómeno de El Niño extremo, se destaca claramente", explicaron Brienen y Gloor.

¿Pistas para el futuro?

La investigación fue comenzada por Roel Brienen. El científico quería determinar qué edad pueden alcanzar los árboles en las regiones tropicales y reconstruir sus índices de crecimiento en el pasado con el fin de evaluar la sostenibilidad del manejo de bosques en Bolivia.

"El cedro es una especie muy valorada por su madera y sus anillos no sólo ayudan a reconstruir el clima del pasado, sino a comprender la ecología de estas especies y a evaluar la sostenibilidad de la tala de cedros en Bolivia", le dijeron a BBC Mundo los autores del estudio.

¿Qué pueden decirnos los anillos de los cedros sobre el futuro de la Amazonía y su posible respuesta al cambio climático?

"Estamos analizando actualmente una tendencia a largo plazo que nos intriga", dijeron los investigadores.

"Y podría revelar, por ejemplo, cómo está cambiando el ciclo hidrológico debido al calentamiento global. Existen indicios de que la hidrología se está intensificando, pero no estamos totalmente seguros. Si expandimos el estudio a otros sitios en la cuenca podremos indentificar la causa de estos cambios".
El estudio fue publicado en la revista de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, Proceedings of the National Academy of Sciences, PNAS. 

Bosque en la Amazonía boliviana

Los ocho árboles se encuentran en el extremo oeste de la cuenca amazónica. El vapor de agua debe viajar unos 2.500 kms para llegar al sitio y finalmente caer en forma de lluvia.

Fuente:



18 de junio de 2012

¿Cómo era el Amazonas antes de la llegada de los europeos?





Las poblaciones precolombinas que vivieron en el centro y oeste de la cuenca del Amazonas formaban sus asentamientos cerca de ríos y lagos, pero su presencia apenas tuvo impacto sobre la zona, ya que ni deforestaron ni modificaron grandes áreas de terreno. Estos son los resultados de un estudio, publicado en Science, que ha analizado más de 200 muestras de suelo para buscar evidencias de presencia e impacto humano en la zona.

La cuenca del Amazonas es uno de los lugares en los que se concentra la mayor biodiversidad del planeta. Por eso, el esfuerzo por conocer el impacto que los humanos han tenido en ella durante el pasado es importante para predecir cómo evolucionará en el futuro y mejorar las políticas de gestión y conservación.

Los investigadores recogieron muestras de suelo de diferentes puntos en el centro y oeste del Amazonas y las compararon con otras procedentes de lugares en los que hay evidencias arqueológicas de presencia humana. Los resultados revelaron que, en las zonas muestreadas, el hombre se estableció en poblaciones pequeñas e impactó poco sobre el medio. "Mientras que se sabe que en el Este del Amazonas hubo grandes asentamientos humanos, nuestros datos indican que las adaptaciones culturales fueron distintas en el centro y oeste, donde quedaron grandes áreas sin alterar", ha explicado Mark Bush, del instituto Tecnológico de Florida (EEUU).

Los resultados sugieren que en estas zonas hay grandes superficies de bosques vírgenes, mucho más vulnerables a la actividad humana que aquellas áreas que han soportado históricamente la deforestación y el impacto del hombre. "La impresionante biodiversidad del Amazonas no es consecuencia de la presencia humana en el pasado", ha indicado Bush, "por eso no podemos asumir que estos bosques van a ser resistentes a las perturbaciones, ya que nunca han sido alterados".




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20 de abril de 2012

Los planes hidroeléctricos que pueden poner en riesgo a la Amazonia

El gran número de represas que los gobiernos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú planean construir en los ríos tributarios del Amazonas podría tener un serio impacto ecológico para toda la región, según un nuevo estudio.


Río Napo Foto: SPL

El Río Napo fue uno de los seis tributarios del Amazonas evaluados en el estudio. Foto:SPL

La investigación fue dirigida por Matt Finer, del Centro para la Legislación Ambiental Internacional, Center for International Environmental Law, en Washington D.C., y evalúa el impacto conjunto de más de 150 embalses considerados por los gobiernos mencionados.

El 60% de las represas podría afectar el flujo vital de los ríos que corren desde los Andes y alimentan el Amazonas, según el documento, publicado en la revista científica PLoS ONE.

"Los resultados del estudio son muy preocupantes dada la conexión crítica entre las montañas andinas y las planicies amazónicas", señaló Finer.

"No parece haber planes estratégicos sobre las consecuencias potenciales de perturbar una conexión ecológica que ha existido durante millones de años".

"Aumento de más de seis veces"

Finer y sus colegas consideraron represas planeadas en seis grandes ríos tributarios del Amazonas: Caquetá, Madeira, Marañon, Napo, Putumayo y Ucayali.

Matt Finer, Centro para la Legislación Ambiental Internacional, Washington D.C.
El investigador dijo a BBC Mundo que consideró para el estudio "todas las represas hidroeléctricas planeadas con capacidad de más de 2 MW. Contabilizamos 151 proyectos".

"Cerca del 40% ya están en etapa avanzada de planeamiento, es decir, ya existen procesos contractuales. El número representa un gran aumento, ya que actualmente existen 48 represas con capacidad de más de 2 MW en la Amazonia andina".
"Lo que es crucial destacar es que 53% de las represas nuevas serían de 100 MW o más y esto es un aumento de más de seis veces en el número de represas de gran tamaño. Actualmente, por ejemplo, sólo existe un gran embalse de más de 1.000 MW en la Amazonia andina, pero hay planes para otros 17", señaló Finer a BBC Mundo.

"Conexión íntima" entre Andes y Amazonia

Mapa de represas en la Amazonia andina Imagen gentileza Matt Finer

Los puntos amarillos representan las represas planeadas y los violetas las existentes. Mapa gentileza Matt Finer


El río Amazonas ha estado "íntimamente vinculado a las montañas de los Andes durante más de 10 millones de años", dijo Finer.

"Los Andes proveen la gran mayoría de los sedimentos, nutrientes y material orgánico al Amazonas, alimentando un ecosistema que es uno de los más productivos del planeta. Muchas de las especies de peces de importancia económica desovan solo en ríos alimentados por los Andes".

El estudio también señala que más del 80% de las represas planeadas contribuirían a la deforestación como consecuencia de la construcción de carreteras o la inundación de terrenos.

Planes estratégicos

Finer señala que "la falta de políticas regionales" obedece principalmente a dos razones: "los proyectos están siendo evaluados en forma individual antes de ser construidos y además la trayectoria de los ríos que nacen en los Andes es compleja y multinacional".
Muchos gobiernos aseguran que las represas son necesarias para satisfacer las necesidades energéticas y de desarrollo económico.

"Encontramos en los informes oficiales que los gobiernos de Ecuador, Perú y Bolivia, por ejemplo, describen a la energía hidroeléctrica como una pieza central de sus planes energéticos a largo plazo. La demanda doméstica extra proyectada para los tres países es de 7.000 MW adicionales, debido a un mayor uso energético y a esfuerzos para reemplazar centrales termoeléctricas", dijo Finer a BBC Mundo.

"Nososotros les responderíamos a los gobiernos que utilizando un análisis estratégico, podrían indentificar mejor y priorizar represas de bajo o mediano impacto y eliminar la necesidad de construir represas de alto impacto".

El estudio recomienda un planeamiento estratégico que evalúe el impacto de represas a escalas espaciales mayores, por ejemplo, a nivel de toda la cuenca de un río. También sugiere crear un plan estratégico para asegurar que se mantenga el libre flujo de los ríos desde los Andes hasta la Amazonia.


Finer dijo a BBC Mundo que hasta ahora el libre flujo de los seis ríos estudidados prácticamente no había sido afectado. Sin embargo, "con la construcción de dos mega represas en el Río Madeira que ya están casi terminadas el número de conexiones no afectadas se reducirá a 5. Y con la variedad de represas planeadas para al menos cuatro tributarios, podría haber sólo una o dos vías que fluyen libremente. ¿Cuáles serán las implicaciones en el futuro? Nadie lo sabe".

Fuente:

BBC Ciencia

24 de enero de 2012

La lucha en Ecuador por salvar "los pulmones del mundo"

El río Napo es uno de los afluentes directos del río Amazonas.

En la luz del amanecer, el río Napo -que corre con rapidez desde su fuente en las alturas de los Andes- se arremolina poderosamente al paso de nuestra embarcación.

De repente, una nube densa de loros verdes desciende en picada desde la selva y, al compás de la bulla que produce su carreteo, recoge agua de la ribera enlodada.

Este barro rico en minerales pesados -los loros parecen saberlo- es un antídoto a las toxinas presentes en las semillas de la selva, que son un ingrediente esencial de su dieta diaria.

En el momento perfecto, justo cuando los primeros rayos de luz rozan el agua a las 07:30 hora local, vuelven a tomar vuelo y desaparecen, poniéndole así punto final a uno de los espectáculos más maravillosos de la Amazonía ecuatoriana.

Navegamos en las márgenes del Parque Nacional Yasuní, que tiene más especies de plantas en su millón de hectáreas de pantanos y selva que toda América del Norte.

El tití pigmeo -el mono más pequeño del mundo-, osos perezosos y nutrias gigantes hacen parte de las muchas especies amenazadas cuyo hogar es este parque.

También hay unos 300 miembros de la última tribu nómada de cazadores y recolectores del mundo, que escogieron vivir totalmente aislados como lo han hecho por miles de años.

clic Lea también: Ecuador: selva sí, petróleo no

Misión para recoger fondos

guacamaya

Algunas especies de guacamayas están en peligro de extinción.

Es una sensación extraña pensar que unos seres humanos que no tienen un concepto de la vida moderna puedan estar mirándonos de cerca desde la selva impenetrable.

En Quito, la capital de Ecuador, me encontré con Yvonne Baki, la enviada especial del gobierno que ahora lidera la misión para recolectar fondos que ayuden a salvar la selva de las perforaciones petrolíferas.

¿No resulta extraño esperar que la comunidad global les pague a los ecuatorianos para que no saqueen uno de sus bienes naturales más valiosos? Eso le pregunté a Baki.

"Yasuní y la Amazonía son los pulmones del mundo", me dijo.

"El fondo será usado para financiar la reforestación, desarrollar nuevas fuentes de energía alternativa y otros programas estratégicos de desarrollo sostenible".

"Ahora está abierto a todas las personas del mundo, desde individuos privados hasta corporaciones, así como gobiernos nacionales. No somos un país rico y, sin embargo, en un solo día acá logramos recaudar US$3 millones -la mayoría proveniente de personas comunes y corrientes".

"Esto es un proyecto único. ¿A qué otro país se le ocurre dejar su riqueza petrolífera en el suelo?", continuó Baki.

Y, sin embargo, a Yasuní se le sigue agotando el tiempo.

El gobierno pidió inicialmente que debían ser donados US$100 millones hasta el final de 2011. En caso contrario se le daría la luz verde a las perforaciones.

Esa fecha límite se postergó, pero Roque Sevilla, un expolítico y conservacionista que fue el primer director del proyecto Yasuní Ishpingo Tambococha Tiputini (ITT), piensa que el mundo no está preparado todavía para un concepto tan innovador.

Contribuciones monetarias

"Se puede alcanzar perfectamente si les damos suficiente tiempo a los países industrializados para que entiendan los grandes avances en política ambiental internacional que representa el proyecto ITT", dice Sevilla.

"Nosotros, en Ecuador, también tenemos que entender que con las ricas fuentes alternativas de energía que tenemos, desde la que se produce en las hidroeléctricas hasta la energía solar, podremos utilizar mucho menos petróleo", concluye.

Unas pequeñas cajas amarillas para que los donantes depositen su contribución ya están instaladas en algunas oficinas postales y edificios gubernamentales de Ecuador. Marco Toscano, un amigo que me llevó al aeropuerto de Quito para que tomara el avión con destino a la selva, me dijo que pasaría en su regreso a casa para depositar US$100 en el fondo.

"Muchas personas en Ecuador no tienen idea de la importancia del Yasuní. Ahora muchos estamos convencidos de que tenemos que ayudar como podamos", señaló.

En Puerto Francisco de Orellana, una ciudad que también se conoce como El Coca y que queda en la confluencia del río Coca y el río Napo, me encuentro con Eduardo Pichilingüe, quien trabaja monitoreando las tribus aisladas de Yasuní.

"Hay áreas de la Amazonía ecuatoriana que ya han sido arruinadas por la explotación petrolífera", dice, mientras entro a mi canoa.

"El fondo ITT salvará la biodiversidad, a las comunidades tribales aisladas, e impedirá que millones de toneladas de (dióxido de) carbono lleguen a la atmósfera. Creo que el mundo de verdad nos debe esto", continúa.

A dos horas río abajo de El Coca, llego a los bordes del parque Yasuni. Allá, la cooperativa Curi Muyu -liderada por mujeres de la etnia quechua- muestra a los visitantes cómo los indígenas pueden vivir en armonía total con la selva.

Antonia Aguinda, una mujer pequeña y vehemente, me muestra una vajilla de barro cocido que ella misma hizo en el horno para cerámica en el centro del recinto.

"El negocio del petróleo es malo para nosotros", dice Aguinda.

"A algunas personas les dan empleo y dinero, pero a otras no. Nos divide. ¿Y cuánto tiempo durará el petróleo? ¿Tal vez diez años?"

"Si podemos salvar el Yasuní entonces todos tendremos trabajo y podremos seguir compartiendo este hermoso lugar con personas que vienen de muy lejos".

16 de diciembre de 2011

El tapir, el desconocido jardinero de los bosques sudamericanos

Tapir hembra con su cría Fotos: gentileza Patricia Medici

El tapir es el mayor mamífero terrestre salvaje de América del Sur. Para Patricia Medici, debemos preocuparnos más por conocer y proteger este animal extraordinario. Fotos: gentileza Patricia Medici

"Es un animal que tiene un papel tan importante, que me asusta pensar qué podría ocurrir si se extinguiera en las áreas donde vive"

La bióloga brasileña Patricia Medici lleva más de una década estudiando al tapir, un animal que a pesar de ser clave para los bosques sudamericanos, sigue siendo para algunos el "hermano pobre" que no atrae demasiado la atención del público o de los medios.

Patricia Medici

El trabajo de conservación de Patricia Medici fue premiado por la Universidad de Kent, en Inglaterra.

El tapir es el mamífero terrestre salvaje de mayor tamaño de América del Sur. Puede llegar a pesar entre 250 y 300 kilos y medir más de un metro de altura.

"Cuando empecé con este trabajo en 1996 había un desconocimiento absoluto, no se sabía nada sobre el tapir y nadie había notado su importancia", dijo a BBC Mundo Patricia Medici, cuyo trabajo de conservación acaba de ser premiado por la fundación Durrell de la Universidad de Kent, en Inglaterra.

El tapir, según la investigadora, es un verdadero ingeniero ecológico, cuya presencia da forma a la estructura y diversidad del bosque. Pero debido a la deforestación, la caza, el atropellamiento en carreteras y otras amenazas, este animal extraordinario está desapareciendo rápidamente de distintas zonas a lo largo de su área de distribución.

Maestro jardinero

Los bosques serían extremadamente diferentes, más pobres y menos diversos si no existiera el tapir, explicó a BBC Mundo Medici, quien hizo su doctorado en la Universidad de Kent y trabaja actualmente en el Instituto de Investigaciones Ecológicas de Brasil, Instituto de Pesquisas Ecológicas, IPE.

Tapir bebé

Luego de 14 meses de gestación, las hembras dan lugar a una única cría. Aún después de independizarse, los tapires jóvenes siguen visitando en forma regular a sus madres.

"Lo llaman el jardinero de la selva, porque tiene un papel fundamental en la dispersión de semillas. Además es selectivo al elegir alimentos, por lo que se suele decir que este animal manipula el bosque, manteniendo la diversidad de su estructura".

El tapir se desplaza en áreas gigantescas, moviéndose entre tres y cuatro kilómetros por noche, por lo que es una "especie paraguas". En otros términos, protegiendo al tapir se estaría protegiendo a otras especies como el jaguar que usan los mismos hábitats.

Cerca del 60% de su dieta son frutos y el resto gajos, brotes y hojas de árboles. Es nocturno y solitario, por lo que "es probable si ustedes se encuentran algún día con un tapir esté sólo, y si ven a dos seguramente serán un macho y hembra en época de reproducción o uma hembra con su cría".

En cautiverio puede llegar hasta los 40 años de vida, pero en el medio silvestre el promedio es de 24 años.

Patricia Medici y un colega colocando una cámara trampa

Medici y un colega colocando una cámara trampa en el Pantanal. Esta tecnología permite investigar el comportamiento social y reproductivo del tapir.

Para Medici, además de su impacto en la diversidad del bosque, otra de las características que hace imperativo proteger al tapir es que tiene un ciclo de reproducción muy largo. Comienza a reproducirse a los cuatro años y la gestación dura 14 meses, al cabo de los cuales nace una única cría, y la hembra demora hasta seis meses para volver a estar en celo.

"Esto significa que el ciclo reproductivo tarda dos años para producir un único hijo que puede no sobrevivir. Si una población sufre algún tipo de impacto y un declive grande, difícilmente podrá recuperarse sin ayuda", señaló Medici.

En su trabajo de conservación, la bióloga utiliza desde radiotelemetria con collares transmisores para determinar el espacio por el que se desplazan los animales, hasta análisis genético de materias fecales y cámaras trampa. Éstas últimas permiten investigar el comportamiento social y reproductivo.

Con cámaras trampa en el Pantanal, Medici descubrió por ejemplo que las crías permanecen con sus madres cerca de15 meses pero aún después de volverse independientes "van a visitar a su madre con regularidad y se quedan con ella algunas horas antes de volver a estar solos".

Amenazas

El tapir se encuentra en 11 países de Sudamérica a lo largo de 23 biomas diferentes, desde Misiones en Argentina, al Chaco en Bolivia y la Amazonia de Ecuador y Colombia y los llanos de Venezuela.

Tapir

La caza ilegal, el atropellamiento y la desforestación son algunas de las principales amenazas para el tapir.

En Brasil, vive en cuatro regiones ecológicas diferentes, la Amazonia, el bosque atlántico, el Pantanal y el Cerrado, como se denomina a la ecoregión de sabana tropical al sur de la Amazonia, en los estados de Mato Grosso y Minas Gerais, entre otros.

Pero de acuerdo a Medici, no debe pensarse que por existir en zonas extensas no es vulnerable. No hay aún estimaciones precisas del número de tapires en América del Sur, donde las áreas de distribución son tan amplias que sólo el Pantanal cubre 160 mil kilómetros cuadrados.

La necesidad de proteger esta especie queda en evidencia al recordar que ya se extinguió localmente debido a la caza en la Caatinga, una zona extremadamente seca del noreste de Brasil donde vivía hace décadas.

"Y pensemos que del bosque atlántico sólo resta hoy el 7% del bosque original, con pequeñísimos fragmentos a veces con poblaciones de dos o tres individuos. Y el Cerrado es el bioma que más sufre en Brasil, debido a la expansión de la soja, la caña de azúcar y el agronegocio, de modo que también aquí podría extinguirse muy rápido".

Las principales amenazas según Medici son la caza por comunidades indígenas de manera no sustentable o la caza deportiva ilegal. Hay una ley que la prohíbe pero no es respetada.

"El atropellamiento en las carreteras es también un problema muy serio en Brasil y el uso de radares de velocidad está dando en algunos casos buenos resultados. Otra amenaza es la desforestación y una problemática que venimos investigando es la transmisión de enfermedades infecciosas por animales como el ganado y los caballos".

"Hoy en Brasil, sólo podemos decir con seguridad que hay poblaciones relativamente grandes y saludables en el Pantanal y la Amazonia".

Tapires pintores

Para crear conciencia sobre la necesidad de proteger al tapir, Medici organizó este año una exhibición de pinturas realizadas por estos animales. Colocando pinturas sobre una tela y pedazos de fruta, se atrae al tapir que produce con los movimientos de su hocico ilustraciones únicas.

Pintura realizada por un tapir

Las pinturas realizadas por tapires fueron exhibidas este año en el zoológico de Sao Paulo.

"Nuestro trabajo es financiado fundamentalmente por zoológicos en Estados Unidos y Europa. Sabía que algunas instituciones estadounidenses organizaban subastas de pinturas hechas por orangutanes o elefantes en cautiverio para recaudar fondos para la conservación de especies en su medio silvestre y pensé que podría lograrse algo así con el tapir", dijo Medici a BBC Mundo.

La investigadora brasileña obtuvo pinturas realizadas por tapires en siete zoológicos de Estados Unidos, y estas obras junto a otras de pintores y fotógrafos brasileños fueron exhibidas este año en el zoológico de Sao Paulo.

Para Medici, debería haber más preocupación por conocer y proteger al mayor mamífero terrestre salvaje de Sudamérica.

"Los bosques se tornan infinitamente diferentes cuando este animal desaparece de un área determinada".

"Diversas poblaciones a lo largo del área de distribución se están extinguiendo rápidamente, y si no hacemos algo en forma urgente va a llegar un momento en el que tendremos pequeñas poblaciones aisladas sin conexión entre ellas y el tapir se tornará inviable".

Tapir con un radiocollar

Tapir con un radiocollar. Este mamífero que vive en 11 países sudamericanos es muy vulnerable por su largo ciclo de reproducción.

Fuente:

BBC Ciencia

16 de noviembre de 2011

Cambios en los océanos permiten predecir incendios en la Amazonia

Pequeñas variaciones de temperatura en los océanos Atlántico y Pacífico permiten predecir la intensidad de los incendios forestales en la región amazónica, segun investigadores en Estados Unidos.

Incendios en la selva amazónica en Mato Grosso en 2006 Foto Guido van der Werf

Pequeños cambios de temperatura en los océanos tienen un efecto sustancial en la Amazonia. Foto: Guido van der Werf

"Temperaturas superficiales oceánicas más altas que lo habitual son banderas rojas de alerta y anuncian que habrá una temporada severa de incendios forestales cuatro a seis meses más tarde", señaló Yang Chen, científico de la Universidad de California en Irvine y autor principal del estudio financiado por la NASA.

Chen y sus colegas encontraron que cambios de temperatura de 0,25 °C en el Atlántico Norte y 1°C en el Pacífico Central pueden ser utilizados para predecir en forma efectiva la temporada de incencios forestales en gran parte de la Amazonia.

"Debido a la enorme extensión de los océanos, la energía asociada con una variación muy pequeña de temperatura superficial es muy grande, lo suficientemente grande como para modificar la circulación atmosférica y afectar los patrones de lluvias en el continente", dijo Chen a BBC Mundo.

Vegetación inflamable

Los investigadores creen que temperatures inusualmente elevadas en la superficie del océano pueden desplazar hacia el norte la lluvia que normalmente caería en la parte sur de la region amazónica.

"El resultado es que los suelos no se saturan totalmente y meses después la humedad y la lluvia disminuyen y la vegetación se vuelve más seca y más inflamable", señaló James Randerson, científico de la Universidad de California, Irvine, y coautor del estudio.

"Las precipitaciones en el final del período lluvioso y el comienzo del período seco son responsables por reponer los niveles de agua en los suelos", explicó Chen a BBC Mundo.

"Estos niveles a su vez afectan la humedad de la vegetación, los niveles de vapor de agua en la atmósfera y las lluvias en la estación seca, todos factores que influencian el comienzo y expansión de incendios forestales en Sudamérica".

Estudios previos habían vinculado la distribución de incendios en la Amazonia con el patrón de nuevos asentamientos en la región, pero el nuevo estudio muestra cómo los factores ambientales amplifican ese impacto humano.

Satélites

Para establecer la conexión entre incendios forestales y la temperatura en la superficie de los océanos los científicos analizaron nueve años de datos sobre incendios recogidos por los satélites Terra y Aqua de la NASA.

Imágenes satelitales Foto gentileza Yang Chen

Los científicos se basaron en nueve años de datos recogidos por satélites de la NASA. Imagen: gentileza Yang Chen

Esa información fue comparada con los registros de temperatura en el Atlántico y el Pacífico obtenidos por la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).

Los científicos tambien investigaron cambios en los patrones de precipitaciones observados por la Misión de Medición de Lluvias Tropicales, Tropical Rainfall Measuring Mission (TRMM, por sus siglas en inglés), un satélite administrado conjuntamente por la NASA y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA).

Un estudio publicado en julio por la Universidad de Columbia mostró cómo variaciones de temperaturas en el Atlántico Norte pueden usarse para predecir la severidad de los incendios forestales en una pequeña sección del oeste amazónico en Perú y Brasil. Pero el nuevo trabajo considera una región mucho más extensa de Sudamérica y analiza variaciones tanto en el Atlántico como en el Pacífico.

El equipo de la Universidad de California desarrolló un nuevo modelo computarizado que permitió predecir con precisión la extensión de los incendios forestales en 2010.

Los investigadores encontraron además un patrón distintivo: los incendios en el sur y suroeste de la Amazonia están influenciados fundamentalmente por las variaciones de temperatura superficial en el Atlántico Norte, mientras que los incendios en el este amazónico son afectados fundamentalmente por cambios de temperatura en el Pacífico Central.

Predicciones

Los investigadores esperan que su estudio, publicado en la revista Science, pueda ser la base de un futuro sistema de alerta temprana que pueda ayudar a los gobiernos de Sudamérica a prepararse para una temporada severa de incendios.

Incendios en la selva amazónica en el estado de Pará, Brasil en 2003

Los científicos están compilando datos para predecir incendios en 2012. Foto: gentileza Doug Morton

"Nuestros resultados aportan evidencia de que las temperaturas superficiales del Atlántico y el Pacífico pueden ayudar a predecir la severidad de la temporada de incendios con tres a cinco meses de anticipación. Esto permitirá a los gobiernos estrategias de adaptación, como un despliegue más efectivo de sus recursos para manejar incendios", dijo Chen a BBC Mundo.

"Las tasas de deforestación en la Amazonia han caido en años recientes por la introducción de mayores controles gubernamentales, pero los incendios han aumentado en algunas áreas debido al escape de incendios con fines agrícolas", dijo Ruthe DeFries, investigadora de la Universidad de Columbia, quien tambien participó en el estudio.

Los modelos climáticos predicen que Sudamérica recibirá menos lluvias con el cambio climático, lo que aumentaría el riesgo de incendios forestales y las emisiones de CO2.

Los científicos están compilando ahora datos para predecir los incendios en 2012 y divulgarán esta información a los gobiernos correspondientes.

Para James Randerson, "el estudio tiene implicaciones muy claras para la conservación de los bosques tropicales. Durante el siglo XXI se espera que las sequías se intensifiquen y los bosques sean aún más vulnerables. Entender de antemano si habrá que enfrentar un año especialmente severo será un factor de importancia crítica para el manejo de incendios".

Fuente:

BBC Ciencia

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12 de octubre de 2011

Los roedores más antiguos de Sudamérica

Diente de un roedor sudamericano de hace 41 milloenes de años.|Proceedings of Royal Society.

Diente de un roedor sudamericano de hace 41 milloenes de años.|Proceedings of Royal Society.

Caminar por el río Ucayala, que forma parte de la cuenca del Amazonas, en Perú, puede deparar sorpresas inesperadas. Ha sido allí donde un equipo de paleontólogos encontraron un buen número de fósiles de un roedor que tiene, al menos, 41 millones de años de edad, lo que hace de la especie la más antigua de América del Sur y retrasa en 10 millones de años la aparición de estos mamíferos en este continente.

El análisis de los dientes sirvió para determinar que se trataba de ratas y ratones, por cuyos tamaños se les ha relacionado con roedores africanos, lo que confirmaría que su origen está en el continente negro, según aseguran los investigadores en la revista 'Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences', donde han publicado el hallazgo.

El equipo de Darin Croft, profesor en la Case Western Reserve University (EE.UU.) y firmante del trabajo, señala que su descubrimiento apoya la hipótesis de que los roedores llegaron a América por el norte y se extendieron hacia el sur.

En concreto, los fósiles corresponden al suborden 'Caviomorpha', un grupo que incluye a especies actuales, como los conejillos de Indias, las chinchillas, y los puercos espines de nuevo mundo. Hasta ahora, los fósiles más antiguos conocidos eran de hace 32 millones de años (se encontraron en el centro de Chile) y 30 millones (en Argentina).

Su estudio conjunto revela que su expansión no fue hacia el norte, como se pensaba hace dos décadas y también hace retroceder en el tiempo su llegada a América.

Fue Pedro-Olivier Antonio, paleontólogo en la Universidad de Montpellier (Francia), quien pidió a Croft que se uniera al equipo de científicos que desde 2008 recorrían la región buscando fósiles, siguiendo la descripción del área que un profesor de Harvard, Bernhard Kummel, hizo en 1948. Kummel ya entonces mencionaba que había fósiles en la cuenca del Ucayali, pero nadie lo había investigado.

En tres viajes, entre 2008 y 2010, el grupo de Antoine encontró fósiles cuando el nivel del agua estaba más bajo. Un estudio geológico demostró que había capas de roca, incluida la que contenía los fósiles, que habían sido empujadas hacia arriba por movimientos internos, formando un arco, de forma que las que antes estuvieron horizontales ahora se detectaban casi verticales. Así que, en lugar de excavar en busca del pasado, los científicos se encontraban el sedimento fósil navegando por el río. Siguiendo la corriente, era un viaje a tiempos remotos.

El recorrido se topó con ceniza entre partículas de limo, en una extensión de 47 metros, que determinaron que tenía unos 41 millones de años, utilizando técnicas de datación con argón. Es una fecha que coincide con la de estudios genéticos que se han hecho a roedores vivos en África y Sudamérica y que demostrarían que su origen es común.

Viaje en una balsa vegetal

Los roedores, según este trabajo, habrían viajado hasta Sudamérica en un momento climático óptimo, a mediados del Eoceno. Por entonces, según creen otros investigadores, un roedor africano habría logrado cruzar el océano en una balsa vegetal y habría llegado hasta el nordeste de Brasil en una o dos semanas.

Nunca podrá saberse si existió ese valiente, pero sí que los dientes son muy similares entre los roedores de las dos orillas del Atlántico. Y que comían semillas y plantas blandas, como los pequeños roedores actuales.

Pero además de los roedores, de los géneros 'Eobranisamys' y 'Eospina', se encontraron otros mamíferos, como marsupiales, armadillos y ungulados. Parecen estar relacionados con especies de hace entre 45 y 35 millones de años encontrados en otras zonas del continente, pero están demasiado fragmentados como para confirmar si son las mismas.

Mientras que el sur de Patagonia se ha investigado mucho, en el resto de Sudamérica hay pocos yacimientos de mamíferos, por lo que Croft cree que el futuro podría deparar muchas sorpresas, aunque no serán mucho más antiguas.

Fuente:

El Mundo Ciencia

29 de agosto de 2011

El "río" que circula bajo el río Amazonas


Los científicos debaten si realmente el fenómeno podría considerarse un río.

Un río subterráneo que fluiría bajo el río Amazonas y cuya existencia ha sido cuestionada, no sería en realidad un río en el sentido convencional.

La polémica sobre el "río" ha generado gran interés tras la presentación de un estudio la semana pasada durante un encuentro científico en Brasil.

Los investigadores involucrados, le dijeron a la BBC que se trata de el agua se mueve a través de rocas porosas a una velocidad de centímetros por año y por tanto no fluye.

Otro experto agregó que el agua era muy salada.

El descubrimiento

Valiya Hamza y Elizabeth Tavares Pimental, del Observatorio Nacional Brasileño, descubrieron este extraño fenómeno a partir de datos sobre la temperatura de distintos pozos en el Amazonas.

Los pozos fueron cavados por la compañía petrolera Petrobras en su búsqueda de nuevos yacimientos, obteniendo datos que entregó a la comunidad científica.

A través de modelos matemáticos relativos a la diferencia en temperatura del agua en movimiento, los investigadores calcularon que el agua debía estar moviéndose hacia abajo y luego fluyendo horizontalmente a una profundidad de varios kilómetros.

Se concluyó que el movimiento era de oeste a este, siguiendo la trayectoria del mismo Amazonas.

¿El mayor río subterráneo del mundo?

"La palabra río debería ser eliminada del proyecto. No es un río en absoluto"

Jorge Figueiredo, científico de Petrobras.

Un verdadero río subterráneo a esta escala (6.000 kilómetros de largo) sería el mayor del mundo de estas características.

Pero el profesor Hamza explicó que no es un río en el sentido convencional de la palabra.

"Hemos usado el término río más en un sentido genérico que en una noción popular", dijo.

En el Amazonas, apuntó, el agua es transportada por tres tipos de río: el Amazonas mismo, como vapor de agua circulando en la atmósfera y de forma subterránea.

"Según las características del terreno en la cuenca de Amazonas, la capa media es permeable y el agua fluye a través de poros... Asumimos que la capa media tiene suficientemente permeabilidad como para permitir que el agua fluya bajo la superficie".

El total del volumen del agua en circulación calculado es de unos 4.000 metros cúbicos por segundo. Lo que es significativo, aun siendo sólo un pequeño porcentaje del agua que transporta el Amazonas en la superficie.

"No es un río"

El flujo subterráneo podría ser confirmado con mediciones en las zonas costeras, sugieren los científicos.

Vista aérea Amazonas

Se cree que la velocidad de este enigmático "río" sería más lenta que la del flujo de hielo en un glaciar.

Se estima que la velocidad del movimiento es incluso más lento que en los glaciares.

Otros científicos como Jorge Figueiredo, de la compañía Petrobras, discuten el hecho de que el agua sea realmente transportada a través de la región de esta manera.

"Primero de todo, la palabra río debería ser eliminada del proyecto. No es un río en absoluto", le dijo a la BBC.

El agua y otros fluidos podrían discurrir a través de los poros de la roca sedimentaria, dijo, pero sería improbable que alcanzara el océano Atlántico porque las cuencas sedimentarias con rocas porosas están separadas por depósitos de roca más antigua, que constituye una barrera impermeable.

"Pero el mayor problema es que a una profundidad de 4.000 metros, no hay posibilidad de que haya agua fresca. Tenemos datos que indican que el agua es salina", dijo el científico.

"Mis colegas y yo pensamos que esta investigación es discutible".

"Río Hamza"

Reportes de prensa sugieren que el profesor Hamza piensa confirmar sus resultados en los próximos años mediante el uso de métodos más directos.

Sin embargo, Hamza lo negó afirmando que los métodos geotermales "son los mejores para detectar flujos a tan baja velocidad".

"Con una baja velocidad, las técnicas experimentales presentan dificultades considerables".

Según dijo, podría ser posible examinar los sedimentos transportados al Atlántico por el flujo subterráneo.

Los resultados de la investigación llamada "Indicios de un río subterráneo bajo el río Amazonas: estimaciones de los resultados de estudios geotermales", fueron presentados en el XII Congreso Internacional de la Sociedad Geofísica de Brasil, en Río de Janeiro y no han sido publicados en ninguna revista científica.

Por el momento, al misterioso flujo de agua se le ha llamado "Río Hamza".

Fuente:

BBC Ciencia

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18 de mayo de 2011

Francisco, un bebé que hace historia

TITÍ LEÓN NEGRO

Mide 25-33 cms cuando es adulto

Pesan entre 550-700 gramos

Vive hasta 25 años en cautiverio

Vive en la selva atlántica de Brasil

Sólo queda el 3% de su hábitat original




Nació por cesárea, toma leche cada dos horas y se llama Francisco.

La cría, atendida cuidadosamente por un equipo de expertos británicos, representa un extraordinario avance en la lucha por preservar especies en peligro.

Francisco es un tamarino león negro, también conocido como tití león negro, (Leontopithecus chrysopygus), uno de los primates más amenazados en el mundo. Es además la primera cría de la especie nacida fuera de Brasil en ocho años.

La especie sólo se encuentra en territorio brasileño, donde se estima que sólo quedan unos 1.000 individuos. Sobreviven en apenas 11 localidades de la selva atlántica en el estado de Sao Paulo, en concreto en el sitio conocido como Morro do Diabo.

Una de las principales amenazas es la destrucción de la selva para la ganadería o la agricultura. Se calcula que sólo permanece el 3% de la selva atlántica original.

Embarazo crítico

Francisco nació en las instalaciones de la Fundación Durrell para la Conservación de la Vida Silvestre, una ONG con sede en Jersey, en el sur de Inglaterra, dedicada a salvar especies amenazadas.

"El nacimiento es muy importante porque, a diferencia de otras especies amenazadas, es muy difícil lograr su reproducción en cautiverio", le dijo a BBC Mundo Dominic Wormell, jefe del departamento de Mamíferos de la institución.

La fundación venía intentando desde hace varios años la reproducción de estos primates en cautiverio. La madre de Francisco, Roxanne, había perdido varias crías en distintas etapas de desarrollo.

En esta ocasión, los científicos de Durrell decidieron minimizar los riesgos a lo largo de la gestación de 125 días.

"Entrenamos a Roxanne para que se acostumbrara a pruebas de ultrasonido para monitorear el feto. También le enseñamos a subir a una balanza", explica Wormell.

"Normalmente esta especie produce mellizos, pero en los embarazos anteriores había un solo feto muy grande y su cabeza quedó trabada en el momento del parto".

Francisco nació por cesárea el 22 de marzo, pero la Fundación aguardó a que el bebé superara las primeras y críticas semanas de vida antes de dar el anuncio.

La cría es alimentada con la misma formula utilizada para bebés humanos. Sus cuidadores introducen leche en su boca con una pequeña jeringa, que oficia de biberón, cada dos horas. Poco a poco, en las próximas semanas, se le enseñará a tomar leche de un plato y sólo entonces podrá volver con su familia.

"Sería una tragedia"

Actualmente hay ocho leones tití negros adultos en las instalaciones de la Fundación Durrell.

La idea es poder reintroducir nuevos ejemplares a la vida silvestre en territorio brasileño, algo que la ONG logró hacer en 1999.

Francisco, bebé de tití león negro Imagen cortesía de la Fundación Durrell

Francisco es alimentado con la misma fórmula que los bebés humanos. Imagen cortesía de la Fundación Durrell.

La Fundación trabaja con organizaciones en Brasil que buscan preservar lo que queda del hábitat de esta especie.

El tití león negro vive en grupos en los que hay cooperación. "Esta especie es un ejemplo de lo que se llama 'enanismo evolutivo', es decir, disminuyó su tamaño para poder alimentarse en cualquier parte y no competir con los grandes depredadores. Pero al ser pequeños son más vulnerables a ser cazados por otras especies y por eso se adaptaron produciendo nacimientos múltiples", le explicó Wormell a BBC Mundo.

"El nacimiento de mellizos es una carga tan grande, que luego del período de amamantamiento la cría de los bebés es un trabajo en el que colaboran hermanos mayores y otros individuos".

Hay muchas cosas que sopesar antes de sacar animales de su hábitat natural para un programa de reproducción en cautiverio, asegura Wormell.

Pero el científico no tiene dudas de que un programa de este tipo es vital.

"Si hubiera un incendio en los fragmentos de bosque que quedan, el único lugar donde vive el tití león negro, sería una tragedia".

Fuente:

BBC Ciencia

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28 de abril de 2011

Perú tiene 332.975 pobladores amazónicos y la mayor cantidad de familias lingüísticas de América

El censo de 2007 y el segundo censo de comunidades indígenas permitió establecer que la población de dichas comunidades ascendió a 332.975 habitantes, lo que representa el 1,21% de la población censada del país.

La población de las comunidades nativas amazónicas asciende a 332.975 habitantes dispersos en once departamentos y agrupados en doces familias lingüísticas hasta 2007, según la publicación "Características sociodemográficas de los grupos étnicos de la Amazonía peruana y del espacio geográfico en el que residen", presentada este martes.

El documento presentado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) fue elaborado con los resultados de los censos nacionales desarrollados en 2007: XI Censo de Población y VI de Vivienda, y el II Censo de Comunidades Indígenas de la Amazonía Peruana.
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“Los censos nos han permitido identificar gráfica y cartográficamente que hay 1.786 comunidades indígenas ubicadas en once departamentos, y conocer las características de su población y de la comunidad donde residen”, manifestó el jefe del INEI, Aníbal Sánchez Aguilar.

El censo de 2007 y el segundo censo de comunidades indígenas permitió establecer que la población de dichas comunidades ascendió a 332.975 habitantes, lo que representa el 1,21% de la población censada del país.

“Ello evidencia que hubo un incremento ligero con relación a la proporción que representaban en el año 1993 que era de 1,09%”, anotó.

La población amazónica está ubicada en los departamentos de Loreto, Ucayali, Amazonas, San Martín, Cusco, Ayacucho, Junín, Pasco, Huánuco, Madre de Dios y Cajamarca. En ellos hay 52 grupos étnicos, de los cuales 50 están identificados plenamente.

Precisa que la población censada está ubicada en 124 distritos del territorio nacional. “La Amazonía peruana constituye el 62% del territorio nacional”, apuntó.

Familias lingüísticas. El documento resalta que las comunidades indígenas se han caracterizado por agruparse en familias lingüísticas, las cuales suman 13: arahuaca, jíbaro, quechua, pano, cahuapana, tupi-guaraní, pebayagua, huitoto, huarakmbut-harakmbet, tucano, zaparo, tacana y una agrupación denominada “sin clasificación”.

“No existe otro país en el continente americano con más familias lingüísticas que el nuestro. No obstante, compartimos con otros países de América algunas de las mencionadas familias”, sostuvo Sánchez Aguilar.

Otra característica importante, indicó, es que la población de las comunidades indígenas alcanza una edad mediana de 16 años, correspondiendo para hombres 16.5 años y para las mujeres 15.4 años.

Dicha cifra refleja una población eminentemente joven debido a que el 50% estaría por debajo de los 16 años.

La población menor de 18 años censada en las comunidades indígenas amazónicas ascendió a 179,394, de las cuales el 39.2% corresponde a menores de seis años y constituye la población de primera infancia.

La población en edad escolar de 6 a 11 años representó el 34,4% y la población adolescente de 12 a 17 años significó el 26,4%.

Asimismo, la población censada en edad de trabajar (PET) en dichas comunidades ascendió a 182,666 personas. De ese total, el 53,1% se encuentra ocupado, el 1,6%desocupado y el 45,3% integra la no PEA.

De acuerdo a la categoría de ocupación de la PEA, en las comunidades indígenas amazónicas se observa que la mayor parte la conforman los trabajadores independientes (52%) y le siguen los trabajadores familiares no remunerados (23,9%), obreros (15,8%) y empleados (6,1%).

Partidas de nacimiento y DNI. De la publicación se desprende que el 92,2% de la población, que representa en cifras absolutas 304,332 habitantes, cuenta con partida de nacimiento. Y del total de la población de 18 y más años (153.581 habitantes), el 85,1% (130.692 habitantes) tiene Documento Nacional de Identidad (DNI).

De otro lado, de las 1,786 comunidades indígenas que registró el censo, el 80,5% señaló estar reconocida por el Ministerio de Agricultura. El mayor porcentaje de comunidades con reconocimiento corresponde a la familia lingüística arahuaca (38,1%), seguido por la jíbaro (24,5%), la pano (11,2%) y la quechua (9,45%).

El documento también presenta características socioeconómicas como la temática educativa, salud, transportes y vías de comunicación, entre otros aspectos.

A la cita asistió Esteban Caballero Carrizosa, representante para Perú y director para Chile y Uruguay de la UNFPA; así como especialistas en la materia.

Fuente:

América Economía
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