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14 de septiembre de 2009

Las piscifactorías se comen el mar

Martes, 15 de septiembre de 2009

La mitad del pescado que se consume en el mundo viene de piscifactoría


¿Qué es la piscicultura?

La acuicultura se define como la acción y rubro comercial productivo, en la crianza de recursos hidrobiológicos, conocidos también como peces, moluscos, crustáceos y vegetación acuática, en ambientes físicos controlados, con el fin de reemplazar y mejorar las condiciones que estos organismos encuentran en ambientes normales. Actualmente, esta actividad está industrializada totalmente.

¿Qué es una piscifactoría?

Es una instalación dedicada a la cría industrial de peces. En función de si se dedican al cultivo de peces de agua dulce o marina se diferencia entre piscifactorías continentales y marinas.
Mayores detalles en Encarta.



Un trabajador capturando una dorada en una piscifactoría. | E. Salas

Un trabajador capturando una dorada en una piscifactoría. | E. Salas

La acuicultura ya produce la mitad del pescado que se vende en las pescaderías de todo el mundo. El dato, al que las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) auguraban que se llegaría en 2015, puede parecer muy positivo para la salud de las pesquerías salvajes.

Pero nada más lejos de la realidad. Una investigación realizada en la Universidad de Stanford, en California (EEUU), ha revelado que algunas piscifactorías requieren hasta cinco veces más carne de especies marinas, para la alimentación de los animales de la instalación, de la que producen las propias especies comerciales presentes en ellas.

«El salmón de piscifactoría, por ejemplo, requiere cinco kilos de peces salvajes capturados en el mar [pero de escaso valor en el mercado] para obtener un solo kilo de pescado con valor comercial», asegura Rosamond L. Taylor, autora principal del estudio publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' ('PNAS') y directora del Programa de Medio Ambiente y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Stanford.

Dos importantes investigaciones recientes, ambas publicadas en la revista Science, dan idea del mal estado de salud en el que se encuentran los océanos. La primera aseguraba que el 91% de las especies marinas de valor económico o ecológico se han reducido a la mitad desde 1950. Mientras que el otro estudio ponía el grito en el cielo al demostrar que el 40% de los océanos de todo el mundo están afectados de forma grave debido a la acción del hombre.

En este escenario, la producción de pescado y marisco para consumo humano se triplicó desde el año 1995 hasta 2007. Y una de las causas principales es el gran aumento de la demanda de especies ricas en ácidos grasos Omega-3, cuyos beneficios en la reducción de los riegos de padecer enfermedades cardiovasculares han sido puestos de manifiesto por la medicina en los últimos años.

Uno de los grandes problemas del incremento en la demanda de este tipo de ácidos grasos es, según los autores, que las especies más ricas en estos nutrientes -como el salmón- son precisamente las que necesitan mayores aportes de piensos y aceites obtenidos a partir de las capturas en mar abierto.

Los mercados mandan

«La gran expansión de la acuicultura está impulsada por la demanda», dice Naylor, «mientras sigamos queriendo cubrir con pescado nuestras necesidades de estos ácidos grasos, estaremos sometiendo a las pesquerías salvajes a una gran presión ambiental para alimentar a las piscifactorías». En los sistemas naturales, las especies sin valor comercial, a partir de las cuales se elaboran los piensos y aceites de pescado, desempeñan un importante papel en la pirámide ecológica transformando el plancton en alimento disponible para los depredadores. «La sobrexplotación de estos organismos puede generar un gran estrés a las especies situadas en la parte alta de la pirámide trófica, como el atún», dice Naylor.

La investigación refleja que la cantidad media de pescado necesario para producir un kilo de carne de una especie de piscifactoría ha descendido de 1,04 kilos en 1995 -más de un kilo de pescado salvaje para generar un kilo de un pez de pescadería- hasta 0,63 kilos en 2007. Sin embargo, para los científicos este dato aún debe mejorarse mucho si queremos que las piscifactorías supongan una ayuda para el mar, en lugar de una amenaza.

Los autores proponen algunas soluciones para reducir la demanda de piensos marinos en estas instalaciones. Entre ellas está reducir los aceites presentes en la dieta de los salmones en un 4%. «Sólo esta medida reduciría las necesidades de pescado salvaje de manera que para producir un kilo de salmón se pasaría a necesitar 3,9 kilos de pescado, en lugar de cinco», dice Naylor.

Además, la investigación señala dos vías principales para lograr reducir el ratio en productos como el salmón: alimentar a las especies de piscifactoría con ácidos grasos Omega-3 de origen vegetal terrestre y desarrollar de forma decidida la incipiente tecnología de la extracción de aceites a partir de microorganismos unicelulares.

Fuente:

El Mundo - Ciencia

10 de septiembre de 2009

Guatemala: Uno de cada dos niños padece de desnutrición crónica

Jueves, 10 de septiembre de 2009

Especial: Hambre en el Mundo

Guatemala: Uno de cada dos niños padece de desnutrición crónica

Y recuerde: Cada seis segundos un niño muere de hambre en el mundo, según la ONU.

NiñoEl presidente de ese país, Álvaro Colom, declaró "estado de calamidad pública" nacional para hacer frente a la severa crisis alimentaria que ya se ha cobrado la vida de más de 25 niños.

Lea: "Calamidad pública" en Guatemala.

El caso guatemalteco no es único en la región: según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en Latinoamérica y el Caribe 53 millones de personas pasan hambre crónica.

Este año el mundo alcanzará una cifra récord de 1.020 millones de personas que pasan hambre a diario, según estima la FAO.

El alza de los precios de los alimentos, la actual crisis económica y las sequías e inundaciones ponen al borde del abismo a una gran parte de la población latinoamericana.

A esto se suman, en general, una distribución de la riqueza poco equitativa y la falta de planes efectivos para combatir la pobreza.

Problema, causa y alternativa

En una región rica en recursos naturales, históricamente beneficiada por el clima y las bondades de su suelo, que haya hambre parece, cuanto menos, absurdo, opina la BBC. Pero no, no es absurdo, todo fenómeno, ya sea social o natural, tiene una causa. La raíz de todos los males es la dependencia económica de los países de nuestra América, dependencia mantenida por nuestras clases dirigentes y que nos mantiene postrados en un neo colonialismo.

Para finalizar este especial sobre el hambre Conocer Ciencia debe puntualizar que toda reforma que apunte a acabar con el hambre debe, necesariamente, iniciarse con la disolución de los lazos de dependencia que mantenemos con los países del primer mundo.

Para Conocer Ciencia la situación alimentaria no ha mejorado, con respecto a 2008, ha empeorado (vea nuestro archivos de septiembre de 2008)

Leonardo Sánchez Coello
conocerciencia@yahoo.es

Más desigualdad y más hambre en América Latina

Jueves, 10 de septiembre de 2009

Más desigualdad y más hambre en América Latina


Las estimaciones de que América Latina tardará una década para disminuir la cifra de hambrientos que actualmente tiene hasta los niveles anteriores al estallido de la crisis internacional, confirman el fracaso de las excluyentes políticas neoliberales llevadas con frenesí por diversos gobiernos en el área y lo aciago que resulta la persistencia de ese símbolo mayúsculo de la inequidad y el atraso que son los latifundios.

Hoy 53 millones (12.8 por ciento) de latinoamericanos sufren de malnutrición, ocho millones más que hace dos años.

Lo más lamentable es que la causa principal no es la insuficiencia en la producción de alimentos, sino la falta de acceso a ellos de una cifra cada vez mayor de personas.

Las mujeres, niños, ancianos, afro-descendientes e indígenas son los más perjudicados.

Una cifra que llama a la reflexión: 10 millones de niños sufren desnutrición crónica en el área.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), América Latina produce un tercio más de los alimentos que necesita.

¿Por qué esta absurda asimetría?

Entusiasmados con el libre comercio, en varias naciones del área aplicaron la receta neoliberal y subordinaron a las agriculturas locales a un modelo exportador, basado en los intereses de las naciones más ricas del mundo.

Cada vez más dependiente de los negocios de los grandes consorcios del ramo, la agricultura latinoamericana cedió ante los precios de venta en el mercado de los alimentos importados, fundamentalmente de los Estados Unidos y Europa, sustentados en los fuertes subsidios que recibe la actividad en esas naciones.

Hoy sucede la paradoja de que la región cuenta con suficientes tierras para sustentar a la población y exportar a otros países.

Pero aumentan los Estados que se convierten cada vez más en importadores y donde la política agraria de sus gobiernos, si es que puede llamarse así, privilegia fundamentalmente a los grandes productores-exportadores y empresas agroindustriales, como por ejemplo México y Colombia, que, por coincidencia, hacen importantes contribuciones al total de hambrientos en la zona.

Eso hace insostenible a la pequeña agricultura, lo que genera empobrecimiento de los campesinos y su emigración hacia las ciudades, donde engrosan las filas de los que carecen de suficientes recursos para adquirir al menos los nutrientes básicos.

La crisis mundial evidenció el fracaso de las políticas dirigidas a promover exclusivamente las exportaciones agrícolas, pues los clientes, léase países industrializados, disminuyen las compras.

La recesión a su vez genera desempleo, drástica reducción de los ingresos de las familias perjudicadas con el fenómeno y el retorno de una parte de la población a la pobreza. La sumatoria es más malnutridos.

Otro factor determinante es la maligna herencia colonial de la concentración de la tierra en muy pocas manos, como distintivo de poder económico y político, proceso del que muestras fehacientes son Paraguay y Brasil, donde la mitad o más de los suelos pertenecen al dos o el tres por ciento de la población.

Consecuencia: disminución de los campesinos y su éxodo hacia los centros urbanos.

Para agravar la situación, los latifundistas aprovechan en la producción a sólo una parte minoritaria de sus propiedades.

Por tanto, el problema del hambre en América Latina es algo, en su conjunto, cínico, insoportable y vergonzoso.

La solución pasa por la determinación de los gobiernos de democratizar la tenencia de la tierra mediante reformas agrarias, la priorización del mercado interno por encima de las exportaciones y el incremento del gasto público para el fomento de la agricultura familiar a través de créditos, asistencia técnica, transporte y creación de una adecuada infraestructura de comercialización, de lo que Cuba y ahora Venezuela y Bolivia son paradigmas a imitar.

El Parlatino acaba de constituir con mucha prosopopeya en Panamá un llamado Frente Parlamentario contra el Hambre, con la anunciada pretensión de ayudar a resolver este problema mayúsculo con la posible adopción de políticas gubernamentales que conduzcan al logro de la seguridad alimentaria.

La iniciativa parece estimable, pero únicamente será efectiva en la medida en que logre de los gobiernos la asignación de los recursos suficientes y continuos para lograrlo, algo que en este momento está fuera del alcance de muchas naciones en la región, debido a la reducción de sus ingresos por exportaciones, remesas y el turismo a causa de la crisis planetaria.

Los legisladores tampoco pueden olvidar que es determinante además la aplicación de políticas encaminadas a favorecer a las capas más humildes de la población con la oferta de empleos, educación y saneamiento, para reducir la brecha gigantesca existente entre pobres y ricos.

Es que, definitivamente, mientras exista desigualdad, en América Latina seguirá cabalgando el jinete apocalíptico que es el hambre.

Fuente:

Sol Visión

FAO: El reto está en poder alimentar al mundo en 2050

Jueves, 10 de septiembre de 2009

Especial: Hambre en el Mundo

Cada seis segundos un niño muere de hambre en el mundo, según la ONU.

FAO: El reto está en poder alimentar al mundo en 2050

En el 2050 seremos 9 mil millones


El jefe del Servicio de América Latina y el Caribe del Centro de Inversiones de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), César Falconi, ha afirmado hoy que en la actualidad hay 1.000 millones de personas que pasan hambre y ha avisado de que en 2050 el reto será alimentar a 9.000 millones.

César Falconi ha presentado hoy en rueda de prensa algunas de las conclusiones del encuentro "Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible: diálogos entre la teoría y la práctica", de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

Falconi ha subrayado que, aunque los estudios consideran que el mundo tiene los recursos y el potencial tecnológico para afrontar ese reto, "es sumamente importante aumentar la inversión para tener un crecimiento sostenible".

Y ha considerado que se debe invertir en tecnología, en infraestructuras y, "particularmente", en servicios ambientales y de utilización de los recursos naturales.

En su opinión, también es necesario aumentar el "acceso" a los alimentos, ya que no basta con producir más.

"Los retos son grandes, son responsabilidad de todos, pero se necesitan acciones ahora", ha apostillado.

Junto a Falconi, han comparecido la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira; el director regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Ricardo Sánchez Sosa, y el subsecretario de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino del MARM, Santiago Menéndez de Luarca.

La directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS ha destacado el vínculo "estrechísimo" que existe entre el medio ambiente y la salud, puesto que, según ha explicado, el 25 por ciento de la mortalidad mundial "está ligada al medio ambiente".

"Si hiciéramos inversiones en el medio ambiente podríamos favorecer tanto la salud como poder llegar a reducir trece millones de muertes al año", ha dicho.

María Neira ha indicado que la salud puede ser un "motor" que ayude a tirar de esta "agenda de economía verde", porque "hay muchos beneficios para la salud que se van a generar de este tipo de intervenciones de lucha contra el cambio climático".

El director regional para América Latina y el Caribe del PNUMA ha señalado que en esta situación de crisis es necesario "no volver al punto de partida", sino resolverla "a través de una economía sostenible".

Para ello, en previsión del importante aumento de la población mundial para 2050, Ricardo Sánchez Sosa ha apostado por una agricultura sostenible que permita, a la vez que se cubren las necesidades alimentarias, "no incrementar la energía y la huella ecológica de esa producción alimentaria".

Se ha referido también al agua, que "va a ser escasa", lo que requiere una mayor eficiencia en su uso.

Además, ha matizado que se debe invertir en los servicios que los ecosistemas ofrecen "de una manera integral a toda la sociedad".

"Los ecosistemas no sólo brindan servicios de provisión, sino que ofrecen importantes servicios de regulación, de producción básica y culturales que la sociedad necesita", ha concluido.

Fuentes:

EFE Noticias

27 de enero de 2009

Cumbre Alimentaria finalizó con la Declaración de Madrid

Compromisos políticos, pero sin hoja de ruta clara...




La reunión de alto nivel sobre seguridad alimentaria concluyó con compromisos políticos, pero sin una hoja de ruta clara y precisa para luchar contra la hambruna de los países pobres. El aldabonazo económico lo dio el presidente del país anfitrión, José Luis Rodríguez Zapatero, quien durante el acto de clausura anunció que España aportará mil millones de euros en el próximo quinquenio para combatir el hambre en los países más vulnerables. Unos recursos económicos que se suman a otros 500 millones que nuestro país destinará durante el periodo 2008-2012, ya anunciados durante la cumbre de Roma celebrada en julio de 2008. El jefe del Ejecutivo español comprometió, además, su palabra en que la lucha contra la miseria y la promoción de la ayuda al desarrollo serán «ejes prioritarios» de la gestión de España cuando presida la UE, durante el primer semestre de 2010.




Declaraciones de miembros de Oxfarm, que realizarán protestas ante la Cumbre Alimentaria...


La Declaración de Madrid


La Declaración de Madrid, donde se plasmaron los acuerdos alcanzados en esta conferencia, no aportó novedades relevantes a la hora de adoptar medidas contra la desnutrición en el mundo. Si acaso, la decisión de promover la futura creación de una Alianza Global para la Agricultura, la Seguridad Alimentaria y la Nutrición. Esta iniciativa persigue que en el proceso de consultas no sólo estén representados los países desarrollados y emergentes, sino también organizaciones de la sociedad civil, de agricultores y el sector privado, además de las de carácter internacional o regional.

En la declaración, los 126 países asistentes al encuentro reafirman sus esfuerzos para conseguir que en 2015 se reduzca a la mitad el número de personas que padecen hambre, cumpliendo así uno de los principales Objetivos del Milenio. Además, se muestran convencidos de la «urgencia de redoblar» los recursos financieros y la Ayuda Oficial al Desarrollo, en particular en relación a «la nutrición, alimentación, agricultura y programas relacionados con la lucha contra el hambre». En suma, admiten que «todavía queda mucho por hacer» pero son conscientes de que habrá que poner sobre la mesa «financiación adicional» para combatir las lacras que atenazan a los países en desarrollo.

La historia nos juzgará

Unas acciones, subraya la declaración, que sólo serán «eficaces y eficientes» si están lideradas por los gobiernos de los países pobres, sus parlamentos y sus ciudadanos. Además, los participantes en la conferencia de Madrid enfatizan la importancia de incorporar a la sociedad civil y al sector privado en la puesta en práctica de acciones coordinadas para hacer frente a la inseguridad alimentaria. Una situación, subrayan, a la que no sólo se debe hacer frente incrementando la producción, «sino desarrollando sistemas de protección social y eliminando todas las formas de subsidios que distorsionan la competencia, para desarrollar un comercio agrícola justo».

El compromiso que rubrica la 'Declaración de Madrid', conseguir que la seguridad alimentaria «sea una realidad para todos», fue considerado esencial por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, durante el acto de clausura que compartió con Zapatero. «La historia nos juzgará por nuestra respuesta», aseveró, si no se erradica la «intolerable cifra de mil millones de personas que padecen hambre en el mundo». Alentó Moon a los países presentes a trabajar «más duro» en 2009, máxime cuando el mundo está inmerso en una grave crisis económica y financiera.

Apoyo con crisis o sin crisis

Zapatero señaló en su intervención que las turbulencias económicas «no pueden parar nuestra determinación; es más, deben ser un acicate». En una reunión previa con responsables de la FAO y el Banco Mundial, entre otros organismos, ya adelantó que España «seguirá en primera línea, con crisis o sin crisis». Y es que, consideró, «el reto por el que se medirá la grandeza del siglo XXI será el de erradicar la miseria y la pobreza». Se mostró consciente de la «gravedad y profundidad» de la crisis económica en los países desarrollados. «Pero aquí será temporal -indicó--, un paréntesis duro y amargo, pero que se cerrará». Sin embargo, en los países azotados por el hambre y la pobreza extrema, la crisis más radical «es una forma de vida permanente, siempre al borde de la subsistencia. Una verdadera encerrona humanitaria a la que estamos obligados a buscarle, por fin, una salida».

Estimó imperioso «reformar y reforzar el orden financiero internacional», para que se mueva «por principios de justicia, equidad y solidaridad», al tiempo que acabe «con la avaricia y el enriquecimiento sin mirar a los demás». Erradicar el hambre y la miseria, subrayó Zapatero, «no sólo da respuesta a los ideales de los derechos humanos, sino que abre espacios a la seguridad, la paz y la democracia». Como colofón, propuso a todos los países comprometidos con la lucha contra el hambre un nuevo esfuerzo en la «movilización de recursos financieros», destinados al apoyo de políticas públicas «que fomenten la agricultura y la seguridad alimentaria y nutricional». Máxime cuando los expertos creen que las necesidades de los países pobres pueden oscilar entre los 25.000 y los 40.000 millones de dólares anuales, una cifra muy superior a las inversiones realizadas.

Fuentes:

La Voz de Galicia

ABC.es

Europa Press

Eco Diario

26 de enero de 2009

Una respuesta a la crisis alimentaria

Una respuesta a la crisis alimentaria





En Conocer estamos convencidos de que la actitud de denuncia ante delitos ecológicos y destrucción del medio ambiente es imprescindible; pero también estamos convencidos de que la denuncia de losd atropellos es el primer paso, también se deben trabajar propuestas factibles. Navegando en la red descubrimos este interesante video que nos muestra las claves sobre la crisis alimentaria, luego la ONG Vía Campesina esboza una salidad para salir de esta crisis que condena a un gran sector de la Humanidad al hambre.

Video: La hambruna en Haití provocada por el Banco Mundial



Fuente: YouTube

Una respuesta a la crisis alimentaria

Por La via campesina *

Los consumidores de todo el mundo han visto que los precios de los alimentos básicos se han incrementado dramáticamente durante los pasados meses, creando unas extremadamente difíciles condiciones de vida, especialmente para las comunidades más pobres. Durante el año pasado, el trigo ha doblado su precio, el maíz ha subido cerca del 50 por ciento que hace un año. Sin embargo, no hay crisis productiva. Las estadísticas muestran que la producción de cereales nunca ha sido tan alta como en 2007.

Los precios se han incrementado porque una parte de la producción es ahora derivada a agrocombustibles, las reservas globales de comida están en su momento más bajo de los últimos 25 años debido a la desregulación de los mercados marcada por la OMC y el tiempo extremo que han padecido algunos países exportadores, como Australia. Pero los precios también se han incrementado porque las compañías financieras especulan con la comida de las personas, ya que anticipan que los precios de los productos agrícolas seguirán subiendo en el futuro próximo. La producción de alimentos, su proceso y su distribución quedarán cada vez más bajo el control de las empresas transnacionales que monopolizan los mercados.

La tragedia de los agrocombustibles industriales: pueden alimentar coches, pero no personas. Los agrocombustibles (combustibles producidos a partir de plantas, productos agrícolas y forestales) se presentan como una respuesta a la escasez de combustibles fósiles y al calentamiento global. Los agrocombustibles industriales son un sin sentido económico, social y medioambiental. Su desarrollo debe detenerse y la producción agrícola debe enfocarse prioritariamente hacia la alimentación.

Los pequeños campesinos y los consumidores necesitan precios justos y estables, no la actual alta volatilidad. Los pequeños campesinos no pueden producir si los precios son demasiado bajos, como ha sido el caso durante las últimas décadas. Por lo tanto, necesitan regulación de los mercados y la oposición a las políticas de la OMC. La actual crisis revela que la liberalización del mercado agrícola conduce al hambre y a la pobreza.

Los países se han convertido en extremadamente dependientes de los mercados globales. En 1992, los campesinos indonesios producían suficiente soja para abastecer su mercado doméstico. El tofu basado en soja y el tempeh son una parte importante de la dieta diaria en todo el archipiélago. Siguiendo la doctrina neoliberal, el país abrió sus fronteras a las importaciones, permitiendo que la entrada de soja estadounidense barata inundara el mercado. Esto destruyó la producción nacional. Hoy, el 60 por ciento de la soja que se consume en Indonesia es importada.

La Vía Campesina cree que para proteger las necesidades vitales, los puestos de trabajo, la salud de las personas y el medio ambiente, la alimentación debe permanecer en las manos de los pequeños campesinos sostenibles, y no puede dejarse bajo el control de las grandes compañías de agronegocios o de cadenas de supermercados. Los OMG y la agricultura industrial no proveerán de comida saludable y deteriorarán más fuertemente el medio ambiente.

Los gobiernos tienen que desarrollar, promover y proteger la producción local para ser menos dependientes de los precios mundiales de la comida. Esto significa que cada país o cada sindicato debe tener el derecho de controlar los alimentos importados y el deber de parar cada forma de dumping de los precios de la comida.

Los gobiernos tienen también que establecer (o apoyar) mecanismos de gerencia de las provisiones como unos buffer stocks (inventarios amortiguadores) y asegurar unos precios mínimos para crear unas condiciones estables para los productores.

La Vía Campesina cree que la solución a la actual crisis de los precios de la comida se halla en la soberanía alimentaria. La soberanía alimentaria es el derecho de la gente a comida saludable, culturalmente adecuada producida con métodos ecológicamente responsables y sostenible, es el derecho de los gobiernos a definir su propia comida y las políticas agrícolas del país sin perjudicar la agricultura de otros países. La soberanía alimentaria pone las aspiraciones y las necesidades de la gente que produce, distribuye y consume la comida al centro del sistema de producción alimentaria y de sus políticas más que las demandas de los mercados y de las empresas. La soberanía alimentaria da prioridad a las economías y a los mercados locales y nacionales y fortalece a los campesinos y a la agricultura de conducción familiar y la producción alimentaria.

* Movimiento internacional que agrupa a organizaciones de campesinos y comunidades agrarias indígenas.

Fuente: Vía Campesina

Personajes: Jacques Diouf Director general de la FAO

"Se ha abandonado la agricultura de subsistencia"




El director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), el senegalés Jacques Diouf, espera que la Cumbre de Seguridad Alimentaria de Madrid sirva para poner en marcha un cambio drástico en el modelo de gobernación del hambre, en un momento en el que hay 963 millones de personas en el mundo que no comen. Diouf, que se define como optimista estructural, rechaza en esta entrevista las críticas que achacan a la FAO parte del problema: Nosotros no podemos hacer nada si los mismos países que crearon esta organización abandonan la agricultura de subsistencia y la incluyen en la Organización Mundial del Comercio.




Pregunta. Ha asistido a la proclamación de Obama. ¿Su origen africano y la referencia a África le dan esperanzas de que Estados Unidos cambie su actitud ante el hambre?

Respuesta. Espero que juegue un papel de liderazgo en la erradicación del hambre, empezando por Estados Unidos, un país avanzado donde hay 31 millones de hambrientos. Esperemos que en noviembre de este año podamos tener la cumbre de Jefes de Estado y contar con su apoyo.

P. El hambre sigue siendo un problema político.

R. Exclusivamente. Conocemos los costos y los obstáculos, solo falta la voluntad política. Iberoamérica y el Caribe ya han firmado su objetivo de acabar con el hambre en 2025. Esperemos que el resto del mundo les imite pronto y

P. ¿La crisis financiera ayudará?

R. Está causando problemas a los más pobres, lo hemos visto ya. La crisis del empleo no es razón para olvidar la crisis alimentaria. Tenemos cada vez más hambrientos y las reservas de comida son las segundas más bajas en 30 años. Los precios de las materias primas han bajado también, pero siguen un 18% más caros que en 2006. Lo más importante es que la producción agrícola subió en los países ricos un 9%, pero en todos los demás, salvo China, Brasil e India, ha bajado un 1,6%.

P. ¿Por qué no le pide a la OMC que deje de considerar la agricultura un asunto comercial?

R. ¿Cómo lo podría pedir? ¡La OMC la crearon los mismos estados que la FAO! Necesitamos duplicar la producción de alimentos porque vamos a ser 9.000 millones de personas en 2050, y que hay que discutir de nuevo el modelo de desarrollo y la política contra el hambre, incluyendo el comercio y los subsidios. Los países ricos siguen subvencionando masivamente a sus campesinos y eso perjudica a los países pobres. No se puede continuar así. Debemos inventar un sistema nuevo de subsidios que no tenga impacto negativo. Si los países de la OCDE dan el 8% de lo que invierten en ayudar, sería posible cambiar el mundo.

P. ¿Espera avances reales de la reunión de Madrid?

R. Esperamos que los objetivos indicados por Zapatero en la cumbre de Roma de junio se traduzcan en fondos reales para ayudar a los productores pobres. De los 22.000 millones que se necesitan, solo han llegado 2.000 para alimentos, no para ayudar a la producción. España e Italia son los países que mejor están cumpliendo.

P. ¿Se reformará la FAO para canalizar mejor la ayuda?

R. Yo he intentado dos reformas y ninguna cuajó porque los países miembros no estaban en eso y no aportaron recursos. Perdimos un 30% de los recursos técnicos y un 35% de los financieros en los años noventa. La ayuda al desarrollo cayó del 17% al 3% entre 1980 y 2006. Ahora los 193 Estados han pasado once meses estudiando la reforma, se hará si llegan los recursos.

Fuente:

El País - España

Lea también:

La cosecha de África se siembra en Europa


Web Oficial:

Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria

La FAO pide duplicar la producción alimentaria para reducir el hambre

FAO: Mil millones de seres humanos en el mundo sufren hambre




El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, advirtió hoy de que los datos actuales de hambrientos en el mundo, casi 1.000 millones de personas, son "más inquietantes" que en 1996. Vía Europa Press.


El hambre se agravó en 2008 y a la crisis alimentaria provocada por la subida de los precios de los alimentos en 2007 se une ahora la grave situación financiera mundial. Es cada vez más necesario tomar medidas conjuntas para paliar el hambre que sufren 963 millones de personas en todo el mundo, y esto es lo que se proponen los representantes de 120 países que asisten a la Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria (Ransa) de la ONU, inaugurada hoy (lunes 26 de enero) y que se celebrará hasta mañana en Madrid.


"La caída de la inversión pública en el sector agrario, el encarecimiento de materias y energías, el intenso aumento de la población, la especulación financiera y mercantil, y los efectos del cambio climático" son las causas de esta situación que ha esgrimido el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, en la apertura de la reunión. Por ello, Moratinos ha pedido a los países ricos destinar fondos adicionales a los ya comprometidos para combatir la pobreza, ha reiterado el compromiso del Gobierno español de dar el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) a la ayuda al desarrollo en 2012 y ha solicitado a las naciones prósperas que también asuman este reto como obligatorio.


En un vídeo emitido durante la conferencia, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha agradecido a José Luis Rodríguez Zapatero haber ofrecido Madrid como sede de la reunión y ha elogiado el papel de España por haber "tomado la iniciativa" de desplegar "esfuerzos globales adicionales en busca de una solución a largo plazo para el problema del hambre". Para la consecución de este objetivo, ha ofrecido el "apoyo" de la Administración de Barack Obama al Ejecutivo de Zapatero. La ex primera dama ha subrayado que el presidente Obama ha dejado claro que la lucha contra el hambre es una "prioridad absoluta" para su Administración. "Como dijo en el primer día de su mandato: 'A los ciudadanos de los países pobres os prometemos trabajar a vuestro lado para hacer que vuestros cultivos florezcan y corran las aguas limpias, para alimentar a los cuerpos y las mentes hambrientas", ha recordado.


Mayor inversión agrícola

El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, ha dicho que el mayor desafío consiste, no sólo en asegurar una alimentación adecuada a los 963 millones de hambrientos, sino también en "lograr alimentar en 2050 a 9.000 millones de personas". Para ello, ha destacado, será necesario duplicar la producción alimentaria mundial con los recursos financieros indispensables para las inversiones en la agricultura con el objetivo de asegurar el "derecho más fundamental del ser humano: el de la alimentación". La producción de cereales - ha contado- alcanzó el año pasado el récord de 2.245 millones de toneladas. Este aumento, ha continuado, se debió a que los países desarrollados incrementaron un 11% la producción de cereales, mientras que en los países en desarrollo la producción subió apenas un 1,1% y, si de este grupo salen China, India y Brasil, "se observa que, en realidad, la producción en el resto del mundo en desarrollo ha disminuido un 0,8%. Es una prueba abrumadora del bajo nivel de inversión agrícola en estos países en los últimos 20 años".

La crisis financiera también ha estado muy presente en las intervenciones. "La bajada de precios de los alimentos desde julio de 2008 no ha acabado con la crisis alimentaria, al contrario, muchos de los países pobres no han percibido las bajadas de precios, y además la situación puede agravarse. La incertidumbre económica puede desalentar las inversiones y, si la cosecha se reduce, los precios podrían subir por encima de lo que ocurrió en 2007", ha advertido Diouf.

El responsable de la FAO ha afirmado que espera que esta conferencia, que da continuidad a la celebrada en Roma en junio pasado, sirva para progresar en la movilización de recursos, ya que entonces se prometieron 22.000 millones de dólares para contribuir a la seguridad alimentaria y la mayoría aún no se han materializado.

De continuar así las cosas, ha alertado de que el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad el hambre en el mundo para el año 2015 no se podrá alcanzar hasta 2150. Diouf ha recordado que el hambre en el mundo aumentó en 75 millones en 2007 en lugar de disminuir en 43 millones, como correspondería para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

El 75% de los 3.000 millones de pobres contabilizados viven en el medio rural y malviven de la agricultura, que solo recibe el 4% de la ayuda al desarrollo. Ante la necesidad de aumentar las ayudas a la producción agrícola, Moratinos ha insistido en la necesidad de una alianza global que incluya la agricultura y la seguridad alimentaria en la agenda internacional. "El Gobierno español promueve la creación de un organismo que coordine las necesidades agrícolas y garantice el uso transparente y efectivo de los fondos destinados a la agricultura", ha indicado. Y ha destacado que el Ejecutivo de Zapatero se ha comprometido a aportar 500 millones de euros en los próximos 5 años (de los que 280 ya estaban anunciados).

Fuentes:

El País - España

Swissinfo


Europa Press


El Financiero - México

Web Oficial:

Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria

2 de octubre de 2008

Especial: Agricultura (II) - El Futuro de la agricultura y de la Alimentación nos incumbe a todos/as

Especial: Agricultura (II)

El Futuro de la agricultura y de la Alimentación nos incumbe a todos/as





Una gran convulsión ha sacudido la agricultura y la alimentación a escala planetaria en el último año y medio. El rápido incremento de los precios de las materias primas agrarias en los mercados de las materias primas agrarias, fomentado por la especulación, ha desequilibrado el conjunto del sector y de los agricultores/as del planeta, provocando inestabilidad e incertidumbres. En esta situación, la Unión Europa se encuentra inerme, sin mecanismos de regulación de mercados que le permitieran hacer frente a la crisis, puesto que previamente la había desmantelado. La ganadería europea está sufriendo en estos momentos las consecuencias de unas políticas inapropiadas. El gran paradigma de la reforma de la PAC de 2003: “no importa dejar de producir en Europa porque nos podremos abastecer a precios más baratos en países terceros” ha resultado ser completamente erróneo y peligroso también para los consumidores y consumidoras.

En estos momentos se está debatiendo una nueva reforma de la PAC (“chequeo”), paralelamente a la apertura de un debate sobre la misma a partir de 2013 y a la revisión del presupuesto comunitario. La Comisión Europea no asume en este “chequeo” la grave crisis de la agricultura y la alimentación, evidenciada en la desaparición de explotaciones del modelo social de agricultura y los altos precios de los alimentos, y propone profundizar la senda, evidentemente fallida, de la reforma de 2003. Todo ello disfrazado de un discurso construido sobre cuestiones medioambientales, calidad, gestión del territorio, desarrollo rural, cambio climático y energías, y contradictorio con la realidad que viven los ciudadanos/as de la Unión.

Es por ello por lo que instamos a los gobiernos de la Unión Europea a reflexionar sobre el fracaso de su política agraria y a dar un giro en sus propuestas, orientándolas hacia un marco de carácter multilateral que respete la soberanía alimentaria de los pueblos, la sostenibilidad y las necesidades reales de los campesinos de todo el mundo.

Entendemos que es necesaria una reforma de la PAC con una nueva orientación de las políticas comunitarias, adaptada al nuevo entorno emergente y asentada sobre principios firmes y realistas. Esto significa que Europa debe renovar su apuesta estratégica por la agricultura, garantizando un abastecimiento alimentario mínimo en el marco de la soberanía alimentaria y la preservación del medio ambiente y el medio rural. Los/as agricultores/as tienen que ver reconocida y valorada su labor, principalmente a través de unos precios justos para sus productos, lo que hace imprescindible desarrollar políticas de estabilización y transparencia de los mercados.

Las ayudas directas a la renta, cuando sean necesarias, tienen que estar vinculadas a la actividad agraria desarrollada en las explotaciones (ayuda por activo agrario), con lo que se conseguiría una redistribución de los fondos con legitimidad económica y social. Rechazamos el desacoplamiento de las ayudas, previstas para facilitar el desmantelamiento del sector agrario, y consideramos que es fundamental mantener la actividad agraria sin que esto signifique intensificar el modelo de producción. Los consumidores/as tienen derecho a un suministro estable, sano, variado y biológicamente diverso de alimentos a precios razonables.

Necesitamos una política agraria que defienda un modelo de agricultura social, sostenible y viable económicamente, generador de empleo y que ayude al equilibrado asentamiento de la población en el medio rural.

Política agraria, alimentación y mercados: “Con la alimentación no se especula”.

La creciente liberalización del comercio mundial y la continua desregulación de los mercados agroalimentarios mediante la eliminación de mecanismos de control de la producción como los aranceles, la intervención pública, etc. está configurando un entorno en el que la permanencia de los pequeños/as productores/as es cada vez más difícil y el abandono de la actividad agraria cada vez más frecuente. Sin embargo, en un contexto de crisis alimentaria mundial, las políticas agrarias desarrolladas durante los últimos años, basadas en desincentivar la producción y provocar el abandono de las explotaciones agrarias, se han visto totalmente superadas por los acontecimientos.

Estas políticas agrarias están fomentando un comercio de productos agroalimentarios que se está desarrollando con una preocupante concentración de poder en manos de las grandes empresas de distribución agroalimentaria. Estas empresas condicionan al conjunto de la cadena agroalimentaria y, especialmente a los eslabones más débiles y numerosos de la misma: productores/as y consumidores/as. El proceso de formación de los precios se caracteriza por una alarmante falta de transparencia que está provocando que el precio que pagan los consumidores sea excesivo y esté cada vez más alejado del precio que reciben los productores, que en muchas ocasiones no llega ni siquiera a cubrir sus costes de producción.

Se hace imprescindible la creación de un marco legislativo que regule la comercialización agroalimentaria de forma adecuada y que contribuya a mejorar los mecanismos de recogida de precios en virtud de una mayor transparencia en el proceso de formación de los mismos a lo largo de la cadena de valor y el establecimiento de un Observatorio de Precios eficaz y operativo, con capacidad para proponer a la Comisión Nacional de la Competencia la investigación de las prácticas contra la competencia que se detecten así como la imposición de sanciones. Sería interesante articular mecanismos de control de márgenes comerciales en la cadena agroalimentaria, mediante una Comisión de Examen de Prácticas Comerciales con la participación de todos los agentes implicados.

Además, se hace necesario que la Administración actúe eficazmente a fin de erradicar la reconocida especulación en los mercados agroalimentarios. La Comisión Nacional de la Competencia debe intervenir ante prácticas comerciales fraudulentas evidentes y eliminar la especulación con absoluta firmeza. Además, se ha de desarrollar y aplicar el artículo 13.2 de la Ley de Comercio (Ley 7/1996) que prevé que “el Gobierno del Estado, previa audiencia de los sectores afectados, podrá fijar los precios o los márgenes de comercialización (…) cuando se trate de productos de primera necesidad”, es decir, “El Estado tiene capacidad legislativa para intervenir y debe asumir sus responsabilidades”.

Consideramos de vital importancia que la Política Agraria garantice una estabilidad en los precios y el suministro de productos agroalimentarios, evitando situaciones de abuso sobre productores y consumidores, como por ejemplo la especulación, la morosidad en los pagos, el dumping o la venta a pérdidas. Igualmente, el consumidor tiene derecho a que el etiquetado de los productos agroalimentarios refleje una información objetiva, veraz, eficaz y suficiente sobre sus características esenciales y el proceso que han seguido.

A nivel europeo resulta imprescindible reforzar el control de las importaciones desde terceros países mediante el establecimiento de protocolos de garantía sanitaria (sanidad y calidad), ambiental y social adecuados y unificados. Los bienes importados deben acatar las mismas normas acerca de la calidad y los métodos de producción que la UE prescribe para sus propios productores. Debe implantarse un sistema de doble etiquetado (precios origen/precios destino), con información sobre el país de origen y el método de producción, como criterio al servicio de la información dirigida al consumidor, que propicie el conocimiento del valor real de los productos y la detección de distorsiones interesadas de precios

Mediante las negociaciones de libre comercio que está desarrollando, la Unión Europea está sacrificando la agricultura familiar sostenible y en consecuencia la garantía de una alimentación sana, diversa y segura. Se quiere integrar a los productos agrarios en el proceso de liberalización comercial como cualquier otra mercancía, sin tener en cuenta el carácter estratégico de la agricultura y la alimentación para la sociedad. Se abandona a su suerte el modelo social de agricultura que garantiza la gestión sostenible del territorio, la sostenibilidad y la economía y el empleo de las zonas rurales. Por el contrario se ofrece a las multinacionales agroexportadoras el control de la alimentación. La actual crisis alimentaria nos demuestra que la agricultura debe salir fuera de las negociaciones de libre comercio en la Organización Mundial del Comercio y en los acuerdos bilaterales. La PAC debe priorizar el comercio regional y proporcionar apoyo a las infraestructuras necesarias para el procesado y comercio local

Política agraria, empleo y medio rural

El porcentaje de ocupados agrarios en el conjunto del Estado sigue, desde hace mucho tiempo, una tendencia a la baja, lo que nos sitúa actualmente en un 4%. Resulta urgente estabilizar el número de ocupados en el sector si no queremos comprometer la viabilidad del mimo a medio plazo, si queremos evitar pasar de la fase de reestructuración, a la de liquidación definitiva. En muchas zonas rurales, especialmente aquéllas más alejadas de los principales ejes económicos, la agricultura constituye la actividad económica básica y su declive supone también el abandono del medio rural.

La política agraria desarrollada hasta el momento ha considerado la eliminación de empleo en el sector agrario como algo positivo que favorecía la competitividad de la agricultura, sin tener en cuenta las consecuencias sociales y económicas que este declive ha tenido en muchas zonas rurales. En muchos casos esta evolución ha comprometido el desarrollo de los territorios rurales, cortando el vínculo entre agricultura e industria agroalimentaria y provocando la deslocalización de esta última. Por otra parte, el descenso del empleo en el sector agrario no ha ayudado a la equiparación de rentas y salarios con otros sectores económicos, debido a los descensos de los precios en origen, al incremento de los costes de producción y al recorte e inequidad distributiva de las ayudas directas.

Adicionalmente, la PAC reformada sobre el eje del desacoplamiento de las ayudas directas desincentiva la actividad productiva agraria. Se necesita una reforma de la política agraria europea que ponga el centro de atención en el activo agrario, buscando la viabilidad de las explotaciones y la creación y el mantenimiento del empleo. Las ayudas directas deben otorgarse al activo agrario como forma de preservar el empleo y promover la equiparación de rentas en el sector agrario, tanto para los titulares de las explotaciones (autónomos) como para los asalariados. El sector agrario conserva un gran potencial generador de empleo y riqueza, que está siendo desaprovechado debido a políticas nefastas que fomentan el éxodo agrario y la desvertebración territorial.

Para un mejor encaje de las explotaciones agrarias en las zonas rurales un instrumento imprescindible es el Contrato Territorial de Explotación (CTE), que integra en una planificación única las distintas medidas contempladas en las políticas de apoyo público europeo, estatal y autonómico. Bajo este nuevo enfoque se conseguiría superar el actual modelo, que ha resultado ineficiente para posibilitar la viabilidad de las explotaciones agrarias del modelo social de agricultura, situando en el centro del sistema a la explotación agraria y el agricultor profesional. En definitiva, el objetivo sería alcanzar la viabilidad económica, social y ambiental de cada explotación.

Política agraria, medio ambiente, cambio climático y energía

La PAC está impulsando un modelo de agricultura industrial especulativo, concentrando la producción en aquellos territorios que permiten obtener grandes volúmenes de producción estandarizada a bajo coste (deslocalización). Normalmente estas producciones se hacen en régimen de monocultivo, algo que resulta medioambientalmente insostenible. Este modelo tiene un gran impacto ambiental y territorial, con un uso intensivo de recursos naturales e inadaptación a las posibilidades del territorio. Es importante condicionar las ayudas de la PAC a las prácticas ambientales de los agricultores y ganaderos. Aunque la Unión Europea justifica en gran medida a través de las medidas de condicionalidad la promoción del modelo industrial.

El sistema de producción industrial especulativo y deslocalizado está adaptado a la liberalización del comercio agrario a nivel mundial, acelerando así la degradación de los ecosistemas dónde se asienta y limitando las posibilidades de abastecimiento de alimentos en los países empobrecidos.

El sector agrícola y ganadero se considera un sector difuso en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI); determinadas prácticas como la agricultura de uso intensivo de energía, agua, fertilizantes y agroquímicos han provocado un incremento de los niveles de emisiones de estos gases. También las emisiones de gas metano procedente de la actividad ganadera industrial contribuyen al cambio climático, no sólo de forma directa sino también a través de los cambios en los usos del suelo debidos a la creciente demanda de materias primas alimentarias por parte del sector ganadero como consecuencia del creciente consumo de carne a nivel mundial.

Por el contrario una manejo sostenible de los bosques, tierras agrícolas y otros ecosistemas agrícolas ofrece un gran potencial para reducir las emisiones de GEI con respecto a las prácticas agrarias industriales, manteniendo su capacidad de sumidero de carbono. En el caso de que se abandonen algunas de estas prácticas sostenibles, el carbono fijado se liberará a lo largo de un período de pocos años. Este riesgo es creciente ante el despoblamiento del campo, envejecimiento de la población rural y la falta de relevo generacional que dejan espacio a la gestión industrial del campo.

Se puede adaptar la agricultura para que sea no solamente un emisor de GEI mucho menor, sino también para que se convierta en un sumidero de carbono que nos ayude a revertir la contribución al cambio climático. Al mismo tiempo, esto también reduciría el resto de desastres ambientales debidos a los fertilizantes, como la eutrofización de las aguas o la explosión de poblaciones de determinadas algas en lagos y mares de todo el planeta.

La agricultura sostenible a escala local, en el marco del modelo social de agricultura, con un uso eficiente de los recursos de producción, contribuye eficazmente a la lucha contra el cambio climático. Lamentablemente, las políticas agrarias en Europa están favoreciendo un modelo de agricultura industrial deslocalizado a escala transnacional, basado en monocultivos, en el uso masivo de fertilizantes y pesticidas y en el transporte a gran escala de los productos, con el único objetivo de aumentar la competitividad para poder comerciar en un mercado global. Es necesario reformar esta PAC de forma coherente con los objetivos de la lucha contra el cambio climático que se ha marcado la propia Europa, cayendo en contradicciones evidentes. El modelo de consumo alimentario deslocalizado está transportando los alimentos de una punta a otra del globo terráqueo, a costa de un gran coste energético, mientras se abandonan los mercados locales y se condena a la pobreza a innumerables agricultores/as y campesinos/as.

En este camino hay que huir de soluciones engañosas como la utilización de cultivos modificados genéticamente: no resolverán ninguna crisis medioambiental sino que por si mismos suponen un riesgo para el medio ambiente, para la seguridad y la salud, además de incrementar la dependencia de las agroindustrias.

Hasta ahora, la agroenergética se ha limitado principalmente a la explotación de un recurso de materia prima barata, para procurar un valor añadido extraordinario a las grandes empresas que controlan el mercado internacional de materias primas alimentarias y a las distribuidoras del petróleo que acaban haciéndose con el control de la transformación y distribución de agrocarburantes, como ya lo tienen de los carburantes fósiles, reproduciendo el mismo sistema de oligopolio especulativo a costa de productores y consumidores. Rechazamos la política seguida actualmente por la Unión Europea en relación a la producción de agrocarburantes industriales, siguiendo un modelo industrial intensivo, con abastecimiento desde terceros países, dónde provoca graves situaciones de destrucción ambiental y desequilibrios en la producción de alimentos, siendo uno de los detonantes de la crisis alimentaria actual.

Política agraria y soberanía alimentaria

Defendemos el derecho a la soberanía alimentaria de todos los pueblos, en el marco de una producción sostenible, segura, nutritiva, variada y adaptada ambientalmente y culturalmente. Los países y regiones no pueden renunciar a decidir su propio sistema alimentario y productivo, para favorecer una liberalización de los intercambios que resulta insostenible y condena a regiones enteras a la dependencia de suministros exteriores, mientras se abandonan producciones tradicionales y se potencia el monocultivo.

La liberalización del comercio agrario internacional propugnada por la Organización Mundial de Comercio (OMC), así como los Acuerdos Bilaterales Norte-Sur, es la causa principal que hace inviable la agricultura campesina y familiar tanto en el Norte como en el Sur. La gestión de la oferta y la protección de los mercados está siendo desmantelada, obligando a los agricultores y campesinos a producir alimentos por debajo de coste su coste real, generando incertidumbre e inseguridad en los mercados mundiales tal y como acontece en la actualidad.

Necesitamos una nueva política agraria en Europa que abandone el paradigma de la liberalización comercial, asumiendo su responsabilidad ante productores y consumidores en la estabilización de los mercados, defendiendo el interés general de toda la ciudadanía europea que no coincide con el de los conglomerados agroexportadores y las grandes distribuidoras y practicando una solidaridad real con todos los campesinos, especialmente los de los países del Sur, reconociéndoles el derecho a producir y desarrollar sus mercados locales.

El Gobierno español, en su ámbito competencial, debe asumir el carácter estratégico de la agricultura y la alimentación para el conjunto de la sociedad y, por tanto, desarrollar políticas de Estado para mantener un modelo social y sostenible de agricultura y alimentación. Asuntos como la comercialización agroalimentaria, la fiscalidad, las prioridades estratégicas de producción, la investigación, los seguros agrarios, el desarrollo rural, el binomio agricultura-medio ambiente, entre otros, deben ser abordados plenamente por las administraciones públicas españolas poniendo la prioridad política en el mantenimiento y promoción del modelo social de agricultura y alimentación.

MANIFIESTOde Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, COAG, Greenpeace, UCE, CEACCU, CECU, Xarxa de Consum Solidari, Plataforma Rural, EntrePueblos, No te comas el mundo y Veterinarios Sin Fronteras.

Fuente:

Biodiversidad AL

20 de septiembre de 2008

Especial: El hambre aumenta en el mundo

Aumenta a casi mil millones número de desnutridos en el mundo: FAO

* Afecta el alza de precios de los alimentos
* El hambre ha aumentado mientras el mundo se hacía cada vez más rico

Para Conocer Ciencia este es el titular más imbécil de todos los que ha leido hasta el día de hoy (y en Conocer hemos leido demasiados, creannos) pero este si es de Ripley, lean bien: El mundo se hace más rico, o sea hay menos pobreza... ¡pero el número de pobres aumenta!. Ojo que esto lo afirma el Banco Mundial, aquel banco todopoderoso que está en todos los lugares pero en ningún lugar al mismo tiempo.

No sólo ofenden la inteligencia de la Humanidad, sino que, además, es un titular inhumano, un desprecio total por la dignidad humana. Ante la lluvia global de críticas el BM sincera sus cifras y afirma que el número de pobres es mayor de lo esperaban. ¡Y eso que los payasos del BM han elevado el umbral de la pobreza extrema! Antes se era pobre extremos si se ganaba menos de un dólar diario, ahora se es pobre extremo si se gana menos de1,25 de dólar al día. Y con estas mañas la cifra de pobres (y hambrientos) llega a cerca de 1 500 millones de personas: la cuarta parte de la población mundial. Hoy día hablaremos de la pobreza y el hambre, imposible desligar estos temas.




En América Latina hay 6 millones más de desnutridos

Según las cifras de la agencia especializada, el número de personas que padecen hambre en el mundo aumentó de 850 a 925 millones en 2007 debido a la espectacular subida de los precios de los alimentos.

"El alza ha llevado a 75 millones de personas adicionales a una situación de hambre", reconoce la FAO en su informe.

Entre las regiones más afectadas figuran Asia y el Pacífico, con 41 millones y la zona del Africa sub-sahariana con 24 millones.

Para América Latina se calcula que unos seis millones de personas ingresaron al umbral de quienes padecen desnutrición, sostiene FAO.

"Es algo inaceptable", admitió Hafez Ghanem, vice director general de la FAO y encargado del sector desarrollo económico y social de la entidad.

"La situación es verdaderamente grave", advirtió el funcionario quien considera casi imposible alcanzar la meta fijada en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad la cifra de hambrientos en el mundo.

"Para América Latina se trata de un brusco revés ya que por más de una década se habían cumplido los objetivos establecidos por la Cumbre de 1996", reconoce la entidad.

Fuente: AFP



El alza en el precio de los alimentos conderna a más gente a la desnutrición

Roma, 18 de septiembre.- El alza de precios de los alimentos ha llevado a 75 millones de personas adicionales a una situación de hambre, con lo que la cifra de población desnutrida en el mundo en 2007 se elevó a 923 millones de personas, informó hoy la FAO.

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió que alcanzar la meta fijada en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad la cifra de hambrientos, es una posibilidad todavía más remota.

Dijo que los elevados precios en los alimentos han invertido la tendencia positiva para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir a la mitad la proporción de personas hambrientas en el mundo para 2015.

En un comunicado la FAO citó las últimas cifras hechas públicas antes de la sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que la próxima semana repasará la situación de los ODM.

Las estimaciones de la FAO situaban la cifra de víctimas de desnutrición crónica en el mundo en 2003-05 en 848 millones, con un incremento de seis millones sobre los 842 millones de 1990-92, cifra que sirvió de base para fijar las metas de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.

El alza de precios de alimentos, combustible y fertilizantes no han hecho más que agravar el problema, según el Organismo de la ONU.

Destacó que los precios alimentarios subieron 52 por ciento entre 2007 y 2008, y los de los fertilizantes casi se doblaron el pasado año.

"Los efectos devastadores del alza de precios de los alimentos en la cifra de víctimas del hambre agravan tendencias a largo plazo que son ya preocupantes", señaló Hafez Ghanem, Director General Adjunto de la FAO para Desarrollo Económico y Social.

"El hambre ha aumentado mientras el mundo se hacía cada vez más rico y producía más alimentos que nunca durante la última década", añadió.

Según la FAO, para los compradores netos de alimentos -donde se incluyen casi todas las familias urbanas y una gran parte de las rurales-, el alza de precios ha tenido un impacto negativo a corto plazo sobre los ingresos y el bienestar familiar.

Los más pobres -campesinos sin tierra y familias encabezadas por mujeres- han sido los más afectados.
Estas tendencias negativas en la lucha contra el hambre ponen en peligro los esfuerzos para alcanzar otros Objetivos de Desarrollo del Milenio, según Ghanem.

Además de los devastadores costes sociales del hambre, la evidencia empírica apunta a impactos negativos sobre la productividad laboral, salud y educación, lo que en última instancia lleva a un menor crecimiento económico en su conjunto.

"El hambre es una de las causas de la pobreza, no es tan solo una consecuencia", señaló Kostas Stamoulis, economista de la FAO.

"El coste económico del hambre -añadió- en términos de los recursos que se necesitan para combatir sus efectos y de los ingresos perdidos suma cientos de miles de millones de dólares anuales".

El efecto debilitador del hambre sobre la productividad de las personas y sus ingresos conduce a un círculo vicioso, según Stamoulis: la extrema pobreza conduce al hambre, que a su vez hace perpetuarse la situación de pobreza, dijo la FAO. (Con información de Notimex/APB)

Fuente: El Financiero en línea



En América Latina hay alimentos pero no hay con qué comprarlos

Según un informe presentado por la ONU, en la región hay 52 millones de personas con hambre. La causa no es la falta de alimentos sino la de recursos económicos. Luis Castello, representante de la FAO, explica el problema y Juan Camilo Salazar, vice ministro de agricultura, expone el panorama colombiano. (Audios)

Esta semana se presentó oficialmente el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación sobre el problema del hambre en el mundo. Luis Castello, representante de la FAO en Colombia, dijo en la Radio Nacional de Colombia que el problema del hambre en América Latina no se debe a la falta de alimentos sino de recursos económicos. (Escuche audio)

Juan Camilo Salazar, vice ministro de agricultura, piensa que, salvo en el caso del maíz y el trigo, en Colombia tenemos garantizada la autosuficiencia alimentaria. "Colombia está blindada en cuanto a oferta de alimentos se refiere", afirmó. (Escuche audio)

Fuente: Semana.com



¿Y cómo estamos en Perú?

Tenemos malas noticias. Dejando de lado a los medios rastreros que sólo saben endiosar a Alan García, presidente del Perú, proponemos cifras e información objetiva:

Pobreza por hambre se eleva 6% en el Perú

Ello se produjo en el segundo trimestre del año respecto a similar periodo del año anterior, según un reporte del INEI.

Janina Cárdenas


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El encarecimiento de los alimentos y los bajos ingresos salariales que recibe la población a nivel nacional, elevó en 6.4% la pobreza medida a través de la deficiencia calórica de la ingesta de alimentos de las personas (hambre), durante el segundo trimestre del año con relación a similar periodo del 2007.

Esto significa que en el citado periodo, la población con hambre en el país se elevó desde un 26.4% en el 2007 a 32.8% este año. Es decir, que si en el pasado uno de cada cuatro peruanos tenía hambre, ahora es uno de cada tres.

Así coincidieron en señalar economistas consultados por La República, en base a los resultados presentados por la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

MÁS HAMBRE

Según detallan los economistas, existen diversas formas de medir la pobreza y una de ellas es en base a las deficiencias calóricas que tiene una persona en determinado periodo. Mientras más aumente, este indicador implica que también se eleva el hambre en la población.

Farid Matuk, desde Irak, sostuvo a La República que entre los factores que elevaron el nivel de déficit calórico en la población, está la mayor inflación anualizada que superó en dos puntos al ingreso salarial.

Recordó que la inflación anualizada en junio (doce meses) se elevó 7.2% y en agosto (últimos doce meses) subió en 7.34%, mientras que los ingresos aumentaron 5.5% entre abril y junio con relación a su similar del 2007. Es decir, que los ingresos no crecen en la misma medida que el costo de vida.

Pedro Francke estimó que el hambre en la población aumentará aún más en el 2009, debido al recorte en las partidas presupuestales. Y es que a pesar de que este año el presupuesto se mantiene para determinados programas sociales, como el Vaso de Leche, el monto es cada vez más insuficiente.

"La situación de los programas sociales se agravará el próximo año, debido a que la partida presupuestal se recortó y con ello obviamente el número de beneficiados", dijo.

Fuente: Diario La República



¿Y el agro peruano? ¿cómo está? Leamos:


Agro al garete

Reynaldo Trinidad Ardiles, columnista de La Primera:

Señala que el gobierno vigente no sólo nada ha hecho por levantar al agro, sino también últimamente ha abandonado hasta la precaria planificación referencial de la campaña agrícola, para dejar que el sector se mueva a ''a buena de Dios''.

Esto obedecería al propósito de no atender los requerimientos de los productores en semillas, fertilizantes, créditos y previsión de mercado, con el fin de quebrarlos por abandono y obligarlos a entregar sus tierras a los pocos ganadores de los acuerdos internacionales de ''libre'' comercio.

En estas condiciones, nos coge el desembalse de la crisis estadounidense, proyectando nuevos riesgos tanto para nuestras importaciones y exportaciones sectoriales, como para el abastecimiento alimentario del país.

Fuente: InfoAgro.com



Y, la del estribo, y dentro del círculo vicioso de pobreza que vive el Perú:

Dos millones y medio de niños son explotados

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¿Niñez? Menores que laboran. Sufren una violación a su derecho de ser niños.

La realidad de un país pobre como el nuestro la revelan unas crudas cifras: alrededor de dos millones y medio de niños en el Perú se encuentran en condiciones de explotación laboral infantil. Un elevado número que se espera reducir con el apoyo de diferentes entes.

"Debemos tener en cuenta que el ingreso prematuro al trabajo es una de las más graves causas y consecuencias de la pobreza pues genera pérdida de oportunidades para nuestras niñas y niños, representa violación a sus derechos, afecta su salud, desarrollo físico, educativo y psicosocial", coincidieron en señalar Javier Manzanares, de la Fundación Telefónica, José Luis Daza, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y Guido Cornale, del Unicef, al presentar el II Encuentro Internacional Proniño.

El encuentro reunirá a expertos en infancia de más de 15 países, quienes compartirán experiencias para intentar darle solución a esta grave situación. Hablemos con más cifras: 218 millones de niños trabajan en el mundo, 17 millones en Latinoamérica y, como ya se dijo, 2 millones en nuestro país.

El objetivo del encuentro es luchar contra la explotación laboral de menores a través de la escolarización de calidad. También se promoverá el trabajo articulado entre instituciones públicas y privadas.

La cita se desarrollará el 24 y 25 de este mes en el Centro de Convenciones del Hotel El Pueblo. Es un seminario gratuito y reunirá a 600 especialistas.

En 2008 Proniño atenderá a 17 mil niños peruanos. Más información en: http://www.telefonica.com.pe/pronino/


Fuente: La República

Conclusiones:

1. Las políticas neoliberales no sólo no han conducido a mejorar los estándares de vida de la población sino que, por el contrario, han incrementado el hambre y la misería.

2. La mano invisible del libre mercado nunca existió, sorry Friedman, ahora todo se ve claro: era una vil estrategía para implantar, con mayor fuerza, las garras del capitalismo en los países pobres.

3. El destino de gran parte del agro latinoamericano a productos para la elaboración de etanol, entre otros aspectos de coyuntura, han elevado el precio de los alimentos y, como consecuencia de ello, también la miseria de millones de seres humanos.

4. Las políticas neoliberales que se aplican en el Perú (tanto en la macroeconomía como en las políticas agrarias), lejos de solucionar los problemas, causarán aún mayores estragos entre los pobres; pobres que cada vez son más; pobres que con sus vidas engrasan los engranajes de este sistema demencial del que sólo se aprovechan un puñado de capiltalistas.

5. Es hora de cambiar de rumbo. Debemos abandonar las medidas neoliberales, está por demás demostrado que no generan desarrollo humano. Hasta el mismo gobierno del Imperio, con el genocida de Bush a la cabeza, está rescatando emresas privadas en quiebra con el fin de evitar un rápido colapso del sistema establecido. Y la inbtervención estatal para salvar a la inversión privada era una de las herejías del liberalismo actual. Ya se terminó una época. ¿Quedaremos rezagados ante el avance de la historia?

La cronología de la crisis - BBC en español


Crisis en EEUU: El fin de una época - Diario El Clarín


Leonardo Sánchez Coello
Profesor de Educación Primaria
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