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27 de septiembre de 2018

Los beneficios de abrazarse despu茅s del sexo


Besarse, acariciarse y hablar con afecto despu茅s del sexo puede ser tan importante para la satisfacci贸n de la relaci贸n como las relaciones sexuales en s铆 mismas, seg煤n sugiri贸 un estudio de la Universidad de Toronto (Canad谩). Cuando los investigadores pidieron a las parejas que pasaran m谩s tiempo abrazadas despu茅s del sexo, experimentaron niveles m谩s altos de satisfacci贸n sexual y de la relaci贸n en general, especialmente las parejas con ni帽os. Esto puede tener que ver con la liberaci贸n de oxitocina que se libera durante las relaciones sexuales y que contin煤a siendo liberada con el contacto prolongado de piel con piel.

18 de septiembre de 2018

10 libros para abordar la diversidad sexual con los ni帽os

Esta selecci贸n de cuentos infantiles lo encontr茅 en BB Mundo

1. Rey y Rey

Una reina, desesperada por la solter铆a de su hijo, convoca a todas las doncellas del reino para escoger a la pr贸xima reina. El pr铆ncipe no se dice por ninguna y cuando llega la 煤ltima candidata el pr铆ncipe queda flechado...



2. La princesa Li

Li es una princesa lesbiana que vive con su padre el rey, quien intenta desposarla con un joven; sin embargo Li confiesa su amor por Beatriz. El libro presenta bellas ilustraciones para que los ni帽os tengan una mayor comprensi贸n.



Puedes ver las primeras p谩ginas del libro en NUBE OCHO

La lista completa de libros AQU脥.

Enrique y Beto, de Plaza S茅samo, salieron del closet: confirman que son pareja

El guionista asegur贸 que los dos personajes m谩s m铆ticos de la serie son gays.

La supuesta relaci贸n amorosa de Enrique y Beto, los personajes de Plaza S茅samo, fue el foco de rumores y especulaciones desde el primer momento que se emiti贸 la serie. Ahora, el guionista confirm贸 lo que algunos sospechaban: eran novios.



"Cuando escrib铆a a Epi (Enrique) y Blas (Beto), siempre pens茅 que eran pareja. No ten铆a ninguna otra manera de contextualizarlo", dijo Mark Saltzman en una entrevista a Queerty. Adem谩s, agreg贸 que m谩s de una persona se refiri贸 a 茅l y a Arnold Grassman, director de cine que fue su pareja durante 20 a帽os, como si fueran un reflejo de Enrique y Beto.

En este sentido, asegur贸 que muchos de los aspectos de su relaci贸n de pareja acababan reflejados en las historias que protagonizaban las dos famosas marionetas: "Arnold, como editor de cine, era el ordenado, el organizado, como Beto. Yo era m谩s como Enrique, el bromista. (...) El trastorno obsesivo compulsivo de Arnie creaba fricci贸n con lo ca贸tico que soy yo. Y esa es la din谩mica de Enrique y Beto. Llev茅 esa din谩mica a los personajes".


Plaza S茅samo se estren贸 el 10 de noviembre de 1969 en la televisi贸n p煤blica estadounidense y marc贸 a muchas generaciones de personas. La relaci贸n entre Enrique y Beto fue comentada much铆simas veces a lo largo de los a帽os. En efecto, el diario The New Yorker public贸 en portada a ambos mu帽ecos despu茅s de la decisi贸n del Tribunal Supremo de Estados Unidos a favor de los matrimonios homosexuales.


Fuente:

Clar铆n (Argentina)

15 de septiembre de 2018

El semen combate la depresi贸n


Seg煤n un estudio llevado a cabo por cient铆ficos de la Universidad Estatal de Nueva York (EE. UU.), el semen puede ayudar a combatir la depresi贸n. El semen contiene sustancias qu铆micas que elevan el estado de 谩nimo, aumentan el afecto e inducen el sue帽o.

Las mujeres que ten铆an relaciones sexuales sin preservativos no solo estaban menos deprimidas sino que adem谩s ten铆an menos intentos de suicidio. 

5 de febrero de 2018

Qu茅 tan seguido tienes sexo y otras preguntas para saber cu谩n "normal" es tu vida sexual

La BBC ha examinado los datos para intentar obtener una idea de la amplitud del espectro sexual: desde cu谩nto queremos tener sexo en realidad a lo que hacemos en verdad por debajo de las s谩banas.

No hace falta decir que la tarea viene con advertencias. Las encuestas sobre comportamientos sexuales no son fiables: dado que hablar de sexo todav铆a puede ser un tab煤, puede ser que los participantes no revelen toda la verdad o, al contrario, puede que sientan la necesidad de embellecer sus respuestas con bravuconer铆a.

Las estad铆sticas no son la verdad absoluta, deber铆an leerse m谩s bien como una indicaci贸n general, dada la evidencia disponible de las vidas sexuales en el siglo XXI.

Orientaciones

Es dif铆cil poner un dato a las orientaciones sexuales: las estimaciones de la magnitud de la homosexualidad var铆an del 1% al 15% dependiendo a qui茅n se pregunte, c贸mo se pregunte y si se examina la atracci贸n, el comportamiento o la identidad.

Aun as铆, algunas encuestas recientes de todo el mundo sugieren que algunas personas carecen por completo de deseo sexual, lo cual no significa que nunca hayan tenido una relaci贸n.

 

Al igual que en el caso de otras orientaciones sexuales, la prevalencia exacta de esta carencia de deseo se desconoce (la mayor铆a apunta a un 1% de personas) pero existe un creciente movimiento de orgullo asexual para personas que carecen de deseo.
Fuente: Psychology and Sexuality

Con qui茅n

Una idea equivocada existente es que la mayor parte del sexo casual se tiene con personas que acabamos de conocer.


En realidad, el sexo llega en muchos tipos de relaciones informales, y la relaci贸n de una noche entre dos personas que no se conocen es poco frecuente, como mostr贸 una encuesta en Estados Unidos en 2009.

Aunque esto puede estar ligeramente sesgado en el caso de la gente m谩s joven, adolescentes y veintea帽eros, los datos no son tan distintos para aquellos que tienen hasta 60 a帽os.

Frecuencia

Estos datos se basaron en una Encuesta Global sobre Sexo en Estados Unidos, que incluy贸 m谩s de 50.000 participantes de m谩s de 18 a帽os.



Lea el art铆culo completo en:

BBC Ciencia

28 de junio de 2017

Documental Nat GeoLa Revoluci贸n del G茅nero (completo)

Saludos


Sin duda el tema del g茅nero y de la trasnsexualidad es uno de los temas de actualidad, hoy en d铆a, en casi todos los medios de comunicaci贸n saltan al tapete las discusiones sobre sexo, sexualidad y g茅nero. Y existe mucha confusi贸n con respectos a estos temas, y a esto se le debe sumar que son temas que no acostumbran tocar en las familias y escuelas. Y es un principio de este blog tratar los temnas dif铆ciles d emanera sencilla.


Y existen tambi茅n sectores conservadores que salen al frente a  atacar lo que ellos consideran aberraciones sexuales, desconociendo, ignorando, pisoteando los aspectos hist贸ricos, antropol贸gicos y cient铆ficos que posee el tema del g茅nero. Muchas veces cegados por el odio, por que nos asusta o incomoda aquello que, supuestamente, es difeente o distinto a nostros. Y muchas veces estos seres llevan su odio a otros sectores; ya sea con direccionamientos religiosos, ideol贸gicos o p{oticos (o con todos los direccionamientos anteriores). Nuestro blog no lleva odio, m谩s bien entrega ciencia y conocimiento para comprender mejor el mundo en que vivimos.


Lo positivo es que en nuestro siglo ya se empiece a hablar sobre este tema sin tab煤es; pero aun existe mucha ignorancia (y, sobretodo, mucha mala intenci贸n) al tratar de estos t茅minos. Por ello, ver el siguiente documental (muy bien producido y documentado por National Geographic), reflexionarlo, compartirlo, es una manera de compender, de conocer y de ser m谩s y mejores personas, y de llegar a una profunda comprensi贸n y uni贸n con todos los seres humanos. 


De eso se trata, de entender mejor la sexualidad, la transexualidad y el g茅nero, sin dogmas religiosos ni direccionamientos pol铆ticos, sin apasinamientos o sentimentalismos subjetivos; sino, desde una perspectiva cient铆fica, ese ha sido siempre el objetivo de este blog.

Les dejo con el documental:

4 de junio de 2017

El arte er贸tico de los Moches, una de las primeras civilizaciones de Am茅rica


Las escenas que inquietan a los visitantes del Museo Larco, de Lima (Per煤), pertenecen a la cultura moche, una civilizaci贸n que floreci贸 en lo que hoy es la costa norte peruana entre los siglos II y VIII despu茅s de Cristo. 

Aunque eso de florecer, es un decir. La tierra era avara y ruda. 

"Los moche se desarrollan en uno de los climas m谩s secos del planeta", explica el arque贸logo Walter Alva a BBC Mundo.

Alva lider贸 en 1987 el hallazgo de la tumba del se帽or de Sip谩n, un gobernante moche cuyo entierro es considerado uno de los descubrimientos arqueol贸gicos m谩s importantes del continente. 

"No es que en las vasijas ellos hayan representado su vida diaria. Lo que hicieron fue plasmar escenas rituales y lo er贸tico est谩 enmarcado en el principio de la vida", apunta. 

Las cer谩micas muestran un frenes铆 de poses sexuales y, para esta antigua sociedad agr铆cola, el sexo se relacionaba con la fecundidad de la tierra. 

Quiz谩 por ello, a pesar del detalle con el que los alfareros moche modelaron los genitales de sus esculturas, no pusieron mucho empe帽o en reflejar gestos de placer. 

En cambio, abundan las escenas sexuales que nada tienen que ver con la fertilidad, como el sexo oral, la masturbaci贸n e incluso el coito con los muertos. 

Y como veremos, son justamente estas 煤ltimas vasijas las que dan algunas pistas sobre la desaparici贸n de esta cultura.

Ofrendas

Cuando el museo Larco traslad贸 los vestigios moche a Lima en la d茅cada de 1960, los menores de edad ten铆an prohibido ingresar a la sala de los huacos er贸ticos. 

Hoy, los colegios organizan excursiones.

Sin embargo, la gran mayor铆a de los casi 120.000 visitantes que recibe al a帽o son turistas extranjeros.
Seg煤n la web de viajes Tripadvisor, recorrer este museo es la segunda actividad m谩s popular en Per煤, s贸lo despu茅s de la visita a Machu Picchu. 

"Tenemos unas 45 000 piezas y todas ellas, incluidas las vasijas con motivos sexuales, fueron encontradas en tumbas", indica Andr茅s 脕lvarez Calder贸n, director del museo.

Las figuras er贸ticas apenas representan el uno por ciento de la totalidad de los vestigios, pero su estudio revela un universo que va mucho m谩s all谩 del sexo.

"Estos huacos son ofrendas que reflejan el c铆rculo de la vida. Los moche no utilizaban las cer谩micas er贸ticas para el uso diario", aclara a BBC Mundo. 

Pese a lo que imaginan algunos turistas, los antiguos habitantes del continente no se serv铆an el desayuno en recipientes f谩licos. 

El sexo en las vasijas era una manera de atraer la lluvia sobre sus campos des茅rticos y colocarlas en los entierros quer铆a propiciar la fecundidad del campo. 

Pero, ¿pod铆an reflejar tambi茅n su vida sexual? 

El art铆culo completo en:

BBC 

4 de marzo de 2017

Determinan los par谩metros sobre la sensualidad de los bailes femeninos y su atractivo

Un equipo de investigadores de Reino Unido ha decidido aplicar la ciencia para determinar los par谩metros de sensualidad de los bailes femeninos y su relaci贸n con los procesos de cortejo. Para ello, han dividido en tres los medidores de calidad y han estudiado el baile de una muestra de 39 mujeres j贸venes al ritmo de la m煤sica de Robbie Williams y su relaci贸n con el atractivo para el emparejamiento.

Para ello, grabaron sus movimientos y los mapearon con un ordenador para clasificarlos m谩s tarde sobre figuras humanas neutras (avatares). Seg煤n el estudio, la clave para el baile m谩s sensual en las mujeres est谩 en el movimiento de muslos, brazos y caderas.


Los bailes que inclu铆an cambios m谩s grandes y movimientos m谩s amplios en las caderas as铆 como movimientos asim茅tricos de las piernas derivaban en mayores puntuaciones por parte de los jueces. Los resultados han sido publicados en la revista cient铆fica Nature.

 

Informaci贸n sobre "feminidad" y "fertilidad"

Seg煤n explica el investigador del estudio, Nick Neave, estos movimientos proporcionan informaci贸n “sobre la salud y feminidad de la bailarina”, lo que puede traducirse en “una se帽al para la fertilidad”. Por otro lado, la capacidad de mover los brazos de forma independiente puede indicar un buen control motor, “siempre y cuando la independencia no se convierta en un movimiento incontrolado y patol贸gico”, explican las notas del estudio.

“La danza est谩 fuertemente influenciada por la cultura, lo que suele producir algunas diferencias culturales en movimientos o rasgos espec铆ficos”, concluye Neave.

M谩s all谩 de evaluar par谩metros como aspectos de salud y caracter铆sticas sociales a trav茅s de los movimientos en el baile, los investigadores afirman cuestiones como que "las mujeres bailan para entretener a los hombres en muchas culturas" y que en estudios previos en clubes nocturnos, se hall贸 que "las mujeres femeninas suelen atraer m谩s la atenci贸n masculina que viceversa".

Fuente:

RTVE Ciencia

19 de junio de 2016

¿En qu茅 momento empezamos a usar ba帽os separados por sexo?





Los activistas de los derechos para los transexuales llevan a帽os luchando para poder usar servicios p煤blicos de acuerdo a su identidad de g茅nero y en las 煤ltimas semanas esta lucha ha llegado a un punto cr铆tico en algunos pa铆ses como Estados Unidos. 


En Marzo, el estado de Carolina del Norte promulg贸 una ley que solamente permite a la gente usar los ba帽os p煤blicos que se correspondan con el sexo establecido en sus partidas de nacimiento. 

Mientras tanto, la Casa Blanca House ha adoptado una postura opuesta, dictando una orden que permite a los estudiantes transg茅nero usar el ba帽o de acuerdo a su identidad de g茅nero. A modo de respuesta, el 25 de mayo 11 estados presentaron una demanda a la administraci贸n de Obama para bloquear que el gobierno federal aplique la directiva.

Algunos sostienen que una soluci贸n para este punto muerto ser铆a convertir todos los ba帽os p煤blicos para uso unisex, eliminando el debate sobre cu谩l es el sexo de la persona. Esta medida puede resultar demasiado dr谩stica o extravagante, puesto que se asume que separar los servicios seg煤n el sexo biol贸gico de la persona es la forma “natural” de determinar qui茅n puede tener acceso y qui茅n no.

Las leyes en EE. UU. ni siquiera trataron la cuesti贸n de la separaci贸n de los ba帽os por sexos hasta finales del siglo XIX cuando el estado de Massachusetts fue el primero en promulgar una ley al respecto. Para el a帽o 1920, m谩s de 40 estados ya hab铆an adoptado normativas similares que requer铆an separar los servicios p煤blicos por sexo. ¿Por qu茅 se empezaron a aprobar este tipo de leyes? ¿Se trataba de simplemente reconocer las diferencias anat贸micas naturales entre hombres y mujeres? 

He estudiado la historia de las normas legales y culturales que supusieron la separaci贸n de los ba帽os p煤blicos por sexo y est谩 claro que no hubo nada ben茅volo cuando se redactaron estas leyes, m谩s bien fueron recogidas al amparo de la llamada “ideolog铆a de esferas separadas” de principios del siglo XIX: la idea de que, para proteger las virtudes de las mujeres, estas ten铆an que quedarse en casa para ocuparse de los ni帽os y de las tareas del hogar.

A d铆a de hoy, tal consideraci贸n del lugar de la mujer en la sociedad ser铆a inmediatamente considerada como sexista. Recalcando el origen sexista de las leyes sobre la separaci贸n de los ba帽os p煤blicos espero ofrecer motivos suficientes para, por lo menos, replantear el hecho de que sigan existiendo.

El auge de una nueva ideolog铆a americana


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Durante la primera 茅poca de los Estados Unidos, el hogar era el centro de la producci贸n econ贸mica al ser el lugar donde se produc铆an y se vend铆an los bienes. El papel del hogar en la econom铆a estadounidense cambi贸 a finales del siglo XVIII con la revoluci贸n industrial, pasando la producci贸n a las f谩bricas, lo que supuso que los hombres fueran a trabajar mientras las mujeres se quedaban en casa.

No tard贸 en surgir una divisi贸n ideol贸gica entre el espacio p煤blico y el espacio privado: mientras que el lugar de trabajo y los espacios p煤blicos eran cosa de hombres, la esfera privada pasaba a ser cosa de mujeres. Esta divisi贸n es una parte fundamental de la ideolog铆a de esferas separadas.

La visi贸n sentimental de la mujer virtuosa que se queda en casa era un mito cultural que tiene poco que ver con la realidad de la vida en el siglo XIX. Desde sus inicios, el siglo experiment贸 la salida de las mujeres del hogar para trabajar e integrarse en la vida civil americana. Por ejemplo, ya en 1822 cuando se fundaron las f谩bricas textiles en Lowell, Massachusetts, las mujeres j贸venes empezaron a trasladarse a las ciudades industriales y no tardaron en constituir la gran mayor铆a de los trabajadores de la industria textil, involucr谩ndose en las reformas sociales y en los movimientos para el sufragio que les requer铆an trabajar fuera del hogar.

Sin embargo, la cultura estadounidense no abandon贸 la ideolog铆a de la separaci贸n de esferas y la mayor铆a de los movimientos de las mujeres fuera del 谩mbito dom茅stico eran vistos bajo sospecha y con preocupaci贸n. A mediados de siglo, los cient铆ficos intentaron reafirmar esta ideolog铆a con estudios para demostrar que el cuerpo femenino era intr铆nsecamente inferior al masculino.

Provistos de tales pruebas “cient铆ficas” (ahora consideradas como una mera forma de reafirmar las pol铆ticas en contra del auge de los movimientos por los derechos de la mujer), los legisladores y los pol铆ticos empezaron a redactar leyes dirigidas a proteger a las “d茅biles” mujeres en el lugar de trabajo. Algunos ejemplos inclu铆an leyes que limitaban la jornada laboral de las mujeres, leyes que requer铆an un periodo de descanso para las mujeres durante la jornada laboral o asientos en sus lugares de trabajo, as铆 como leyes que prohib铆an a las mujeres ejercer ciertos puestos o tareas que estaban considerados como peligrosos.

El art铆culo completo en:

Magnet

5 de mayo de 2016

¿Cu谩les son las zonas m谩s er贸genas del cuerpo femenino?

Aunque la respuesta puede parecer evidente, no lo es tanto. Los puntos er贸genos no solo responden a la fisionom铆a, es decir, a cuantas terminaciones nerviosas oculten, sino que tambi茅n dependen de nuestras asociaciones mentales, pudiendo erotizar a base de imaginaci贸n los lugares m谩s insospechados.

Un informe de la Universidad de Indiana demostr贸 que algunos individuos pod铆an llegar al orgasmo con simples caricias en los labios, con peque帽os golpes en los dientes y hasta con suaves roces en las pesta帽as. Existen, sin embargo, ciertos rincones del talle femenino que son una apuesta segura para despertar el deseo sexual, independientemente de las preferencias personales. Hasta el momento, solo pod铆amos intuir de qu茅 zonas se trataba. Ahora, un equipo de cient铆ficos canadienses ha elaborado un ranking preciso de las zonas m谩s er贸genas del cuerpo femenino.

Para ello, los investigadores testaron la sensibilidad de las distintas zonas del cuerpo de la mujer, incluyendo tanto las presumiblemente sexuales (genitales, perineo, senos) como las m谩s neutrales (cuello, abdomen, antebrazo). Una treintena de mujeres sanas de edades comprendidas entre los 18 y los 35, se prestaron a desnudarse y recostarse sobre una mesa para participar en este experimento, no tan altruista. Los cient铆ficos aplicaron un ligero toque de presi贸n, uno m谩s intenso y tambi茅n vibraci贸n en un lapso de 2 segundos en las diferentes partes mencionadas para evaluar el nivel de excitaci贸n que proporcionaban.


Los resultados revelaron que, cuando se trata de tocar con suavidad, el cuello, el antebrazo y las zonas cercanas a la vagina son las zonas m谩s receptivas, y la areola del pez贸n la que menos. Cuando se trata de ejercer presi贸n con fuerza, el cl铆toris y los pezones son los “botones” m谩s efectivos, al contrario que los costados de los senos y el abdomen. Por 煤ltimo, cuando se trata de la vibraci贸n, el cl铆toris y los pezones son los puntos que generan mayor convulsi贸n.


Si no conocemos lo suficiente los gustos de nuestra compa帽era de vigilia, siempre podemos optar por alguno de estos puntos erotizantes, sin olvidar que todo ranking estar谩 encabezado por el 煤nico 贸rgano femenino que no cumple otra funci贸n que la puramente sexual: el cl铆toris.


Fuente:

Muy Interesante

30 de abril de 2016

La ciencia del placer: por qu茅 nos gusta lo que nos gusta

3,4-dihidroxifenilalanina. Eso es lo que est谩 en el fondo del placer. Una sustancia qu铆mica producida por las c茅lulas nerviosas en el cerebro para darle se帽ales a las dem谩s. Sin embargo, no es tan simple... ni tan complicado.

Nuestro circuito de placer puede ser desencadenado por algunas cosas obvias y otras no tan obvias.

"Hay algunas de las cosas que nos gustan porque estamos programados para que nos gusten, como consumir alimentos, tomar agua y tener relaciones sexuales", le explica a la BBC David Linden, profesor de Neurociencia en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore y autor de un libro llamado "El comp谩s del placer".

"Hay otras cosas que aprendemos a disfrutar. Por ejemplo, mientras que estamos programados para que nos guste el dulce, las preferencias personales est谩n determinadas m谩s que todo por la experiencia individual, el aprendizaje, la familia, la cultura: todas las cosas que nos hacen individuos", dice Linden.

"A la gente le gustan las cosas con las que crecieron -agrega el experto-. Por ejemplo, yo vivo en Baltimore y aqu铆 hay gente a la que le gustan los chiles y a otras no. Si yo viviera en M茅xico, es muy probable que a casi todas las personas que conociera les gustar铆an".
Y, ¿pasa lo mismo con los animales? ¿Aprenden las mascotas a disfrutar las cosas que comen sus due帽os, a pesar de sus instintos?

"¿Desarrollan los gatos mexicanos el gusto por el chile? No, nunca. Esto es algo que los humanos pueden hacer pero otros mam铆feros no, y no sabemos bien por qu茅".

El art铆culo completo en:

BBC Ciencia



12 de marzo de 2016

El origen biol贸gico del pene

¿De d贸nde viene el pene? ¿C贸mo se origin贸? Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (EEUU) ha resuelto este enigma donde en la naturaleza goza de mucha variedad. El trabajo ha sido publicado en la revista Nature.

Esta parte del aparato reproductor es o, mejor dicho era, la gran desconocida respecto a c贸mo los genitales externos permitieron a los animales vertebrados reproducirse. Lo cierto es que hay diferencias tangibles: el ser humano y las aves cuentan con un 贸rgano genital, sin embargo, las serpientes o los lagartos cuentan con dos hemipenes. Sin embargo, sus estructuras funcionan de forma muy similar. Sean genitales de pollo, lagarto, rat贸n o serpiente, todos ellos tienen una estructura equivalente de tejidos. “La diferencia entre los genitales parece ser un segundo tejido que env铆a se帽ales que ordenan a las c茅lulas vecinas la creaci贸n de los genitales externos”, aclara Clifford Tabin, l铆der del estudio.

Seg煤n los cient铆ficos en los embriones de pollo, la cloaca (un 贸rgano al final del tracto digestivo en el que se unen los conductos del aparato urinario y el reproductor) emite se帽ales moleculares para que las c茅lulas vecinas formen los genitales externos. Es por tanto la ubicaci贸n de la cloaca la que determina qu茅 tejidos reciben la primera se帽al. En los mam铆feros el tejido creador del pene est谩 m谩s cerca de la cola y en las serpientes y los lagartos, m谩s cerca del mesodermo lateral.

Los investigadores confirmaron este hallazgo con dos grupos de embriones de pollos. Al primer grupo les fue injertado tejido de cloaca al lado de las extremidades, y al segundo grupo al lado de los brotes de la cola. Los resultados revelaron que las c茅lulas m谩s cercanas a la cloaca injertada respondieron a las se帽ales y parcialmente se convirtieron en genitales, tal y como esperaban confirmar.

“En un sentido m谩s amplio, la importancia radica en el concepto de la evoluci贸n por ‘homolog铆a’. Una estructura que se encuentra en dos organismos diferentes es hom贸loga si la estructura fue heredada de un ancestro com煤n que ten铆a una versi贸n de esa estructura. As铆, el ala de un murci茅lago, la aleta de una ballena y la mano son hom贸logos, todos derivan de la misma extremidad anterior de un antepasado com煤n”, explica Tabin.

Tomado de:

Muy Interesante

28 de enero de 2016

Tendencias: La generaci贸n YouPorn

Son impacientes, primanla inmediatez y apuestan por la variedad sexual, pero siguen arrastrando los estereotipos de la generaci贸n anterior.

Esto es lo que excita a los nativos digitales.



Cristina no tuvo enfrente un hombre desnudo hasta que cumpli贸 los 18 a帽os. Llevaba 10 descubri茅ndolos en las pel铆culas porno que primero ve铆a en canales auton贸micos y luego en p谩ginas web.

El d铆a que perdi贸 su virginidad ya ten铆a una imagen creada del sexo e, incluso, de los hombres. Cuando descubri贸 la realidad se le vino el mundo abajo a la misma velocidad que el de su compa帽ero se ven铆a arriba: ni 20 cent铆metros, ni aguante, ni siquiera placer.

"Me llev茅 una decepci贸n. Me di cuenta de lo importante que son otras cosas como que 茅l est茅 en forma. En los v铆deos de internet todo parec铆a superf谩cil”. Cristina tiene ahora 24 a帽os y forma parte de la generaci贸n de nativos digitales que llegaron antes a ‘la representaci贸n del sexo’ que a su propia madurez sexual.

Y todos los profesionales consultados coinciden en el diagn贸stico: "No hay una educaci贸n sexual desarrollada en la escuela, por eso cada uno aprende como buenamente puede. Antes aprend铆as de las pelis en el videoclub. Ahora tienes internet y Google”, asegura Martina Gonz谩lez, directora del Centro Con Mucho Gusto y vocal de la Sociedad Gallega de Sexolog铆a. “Yo fui a un colegio del Opus Dei donde te dec铆an que masturbarse era pecado y en casa nunca hablamos de esas cosas”.

Cristina es v铆ctima, como muchos j贸venes de su generaci贸n, de una paradoja: reciben continuamente est铆mulos pornogr谩ficos, pero poca informaci贸n 煤til de fuentes oficiales y fiables. Una experiencia parecida tuvo Daniel, un adicto a Pornhub y a Forocoches de 26 a帽os: “El porno genera m谩s expectativas de lo que es la vida real”. A煤n as铆, la pel铆cula Don Jon en la que un joven Joseph Gordon-Levitt prefiere las pel铆culas X al sexo real sigue siendo mera ficci贸n: "A los j贸venes el sexo real les resulta tan excitante que lo compensa” afirma H茅ctor Galv谩n, director Cl铆nico, del Instituto Madrid de Sexolog铆a.

“Con una educaci贸n sexual nula, los adolescentes se pueden hacer ideas equivocadas y desarrollar algunos complejos, como el tama帽o del pene, el tiempo que duran, creer que no son capaces de estar a la altura...”, matiza el experto, que recomienda el porno como una actividad saludable.

Consumidores impacientes

Las nuevas tecnolog铆as, la inmediatez y una predominancia del est铆mulo audiovisual son las claves de la conocida como la generaci贸n YouPorn, en referencia al famoso portal de internet que tiene 20 millones de visitas al d铆a, la mitad en m贸viles y tabletas. Son consumidores impacientes.“Yo puedo ver porno cinco veces al d铆a si estoy solo y abro varias pesta帽as a la vez para que vayan cargando”, matiza Daniel.Tendencias nuevas como el hentai (porno manga) o extremas como el fisting (introducir la mano completa en la vagina o el ano) encuentran su target en los consumidores m谩s arriesgados.

"El porno tradicional no recrea una historia ni hay seducci贸n, solo se basa en lo inmediato: coito, felaci贸n, masturbaci贸n r谩pida y orgasmo”, recuerda Gonz谩lez. Ninguno de los j贸venes interrogados para este reportaje ha visto una pel铆cula X hasta el final y casi todos confiesan que se han masturbado tan solo con una conversaci贸n de Whatsapp como est铆mulo.

Las tecnolog铆as se afianzan tambi茅n en las experiencias sexuales: uno de cada tres j贸venes han utilizado apps para buscar sexo y el 38% ha mantenido cibersexo, seg煤n el estudio Los j贸venes espa帽oles y el sexo que realiza cada a帽o la empresa Control. Pr谩cticas como el sexting ya no son nuevas para nadie.

Grandes mentiras

Aunque ha habido una revoluci贸n sin precedentes en la forma, la experta recuerda que el fondo es el mismo: "Seguimos repitiendo estereotipos. La mayor铆a de los directores son varones heterosexuales, ruedan en planos cl铆nicos y expl铆citos, las mujeres son bisexuales, pero los hombres no”. De esos patrones sabe mucho la directora de cine Erika Lust, cuyas pel铆culas de enfoque feminista le han dado fama internacional: “Creo que la gente es capaz de contextualizar el porno tradicional. Dicho esto, es ingenuo pensar que todos los chicos j贸venes que ven mil im谩genes de hombres haciendo lo que le da la gana con una chica operada y obediente sabr谩n que no va a ser as铆 en la vida real”.

“¿Has escupido en mi vagina?”, le pregunta Gretchen a Jimmy en la serie ‘Eres lo peor’, una comedia rom谩ntica producida por Comedy Central, que cuenta la historia de amor entre dos j贸venes. Es una de las pr谩cticas habituales que vemos en las pelis porno y que casi nadie lleva a su vida privada. “A m铆 me parece excesivo el sexo anal. Puedo hacerlo en mi intimidad, pero no constantemente como hacen en las escenas X”, explica Daniel. La explicaci贸n es simple: el cine siempre es ficci贸n. “Es igual que cuando a un t铆o le pegan cinco tiros en una peli de Hollywood y sigue andando. Sabes que no es real, pero solo vas al cine a disfrutar. El porno es lo mismo. Para mi ver una peli X es como ver Transformers”.

El porno variado y la inteligencia sexual

“A veces vamos a la cama a rendir y a cumplir una serie de cosas que se supone que tenemos que hacer en lugar de lo que nos apetece”, explica Gonz谩lez. La bajada de costes de distribuci贸n y una sociedad m谩s abierta han dado como resultado un cine X m谩s alternativo: porno indie, feminista, queer o posporno, que proponen versiones diferentes del sexo, en la que la mujer no siempre es la dominada. Para saciar el deseo de ese creciente n煤mero de espectadoras del porno, se fund贸 Erika Lust Films.

Desde entonces su directora no ha parado de recibir buenas cr铆ticas: “Mis pelis quieren retratar lo bonito y er贸tico que puede ser el sexo entre dos seres humanos. Y pongo especial cuidado con el intelecto, porque la inteligencia tambi茅n abre puertas para una experiencia sexual distinta y compleja”. El viaje hacia un porno diferente se da de bruces contra la hegemon铆a del tradicional. “Google es el buscador m谩s popular de Internet, sin embargo, los algoritmos que utiliza la compa帽铆a para informar de sus b煤squedas categorizan muchos sitios web de sexo muy diferentes bajo la 煤nica categor铆a de ‘adultos’.

Suele dar m谩s importancia a los sitios con un tr谩fico alto, incluso si son poco 茅ticos con contenido pirata. Hay visiones muy diferentes de la pornograf铆a y el cine de adultos en la red, pero el visitante medio no lo sabe porque est谩n enterradas bajo muchas p谩ginas de resultados del mismo tipo de contenido”, comenta Jiz Lee, una estrella del porno ‘queer’, que aboga por el placer sin g茅neros y que acaba de estrenar Coming Out Like a Porn Star (Saliendo del armario como una estrella del porno), donde narra los estigmas a los que se enfrentan los profesionales del porno. “Espero que en cinco a帽os se quede obsoleto”.

Los juguetes sexuales

Al igual que el del porno, el futuro del sexo pasa por la tecnolog铆a. Mientras la empresa RealDoll trabaja para conseguir robots con los que poder mantener relaciones, el productor franc茅s Marc Dorcel ya ha creado la primera pel铆cula porno en realidad virtual. Hasta que esta t茅cnica se popularice, los usuarios tienen unos cuantos juguetes para distraerse. 

Desde sencillas aplicaciones que permiten medir la intensidad de los orgasmos como el ‘Orgasm贸metro’, de Control, hasta el vibrador ‘We vibe 4 Plus’ que se controla con una ‘app’ desde cualquier lugar del mundo, muchos de estos juguetes ya permiten que el placer pueda llevarse en el bolsillo. 

Otro ejemplo es el sujetador ‘True Love Tester’, de la firma japonesa Ravijour, que solo se abre si su due帽a ha alcanzado el nivel 贸ptimo de excitaci贸n sexual. Y si eres de los cl谩sicos y prefieres los vibradores tradicionales, al menos procura que tus juguetes sean est茅ticos y de calidad, como los dildos que fabrican da mano en BS Atelier. Artesanales, ecol贸gicos y adem谩s, muy placenteros. 

Tomado de:

20 minutos

13 de enero de 2016

Risas, carcajadas, esquizofrenia y orgasmo: Muy relacionados entre s铆


Ha probado alguna vez a hacerse cosquillas a s铆 mismo? Tal vez lo haya intentado y, como le ocurre a la inmensa mayor铆a de las personas, habr谩 comprobado que le resulta completamente imposible. En el fondo, puede consolarse y pensar que incluso est谩 de enhorabuena. Si lo hubiera logrado, quiz谩 no tendr铆a demasiados motivos para re铆rse: ser铆a un s铆ntoma inequ铆voco de que sufre esquizofrenia. Porque solo un reducido grupo de seres humanos posee la inquietante habilidad de hacerse cosquillas a s铆 mismos y re铆rse por ello. Son los esquizofr茅nicos con delirios de pasividad; o sea, creen que su propio pensamiento no les pertenece, sino que les ha sido insertado en su propia mente por otra persona.

Se trata de un extra帽o fen贸meno sobre el que desde hace a帽os trabaja un grupo de investigaci贸n del departamento de Psicolog铆a Experimental y Fisiolog铆a del Comportamiento de la Universidad de Granada denominado SetShift, el 煤nico de toda Espa帽a que ha analizado las cosquillas (y los mecanismos mentales que las provocan) desde un punto de vista cient铆fico.

Su responsable, el profesor Emilio G贸mez Mil谩n, considera que este inocente gesto es una de las manifestaciones de humor m谩s primitivas de cuantas se dan en el ser humano, y su funcionamiento es tan b谩sico que las hace comparables al acto reflejo que provoca un golpe en la rodilla. Aun as铆, las cosquillas no son exclusivas del hombre, «sino que se dan en todos los mam铆feros, sobre todo en los primates y las ratas». Tambi茅n disfrutan de ellas los perros. En todos estos animales, el mecanismo que las genera es similar.

Al igual que ocurre con la risa, para que se produzcan las cosquillas «tiene que haber, necesariamente, una falsa alarma», aclara G贸mez Mil谩n. Nos re铆mos cuando alguien se tropieza y se cae solo si despu茅s comprobamos que no se ha hecho da帽o: es una respuesta fisiol贸gica para liberar la tensi贸n que provoca el peligro, y restablecer el equilibrio en nuestra mente. Lo mismo sucede con las cosquillas. A una fase inicial de miedo le sigue un 'efecto rebote' positivo, que se produce cuando el cerebro comprueba que no existe peligro, y que se traducir铆a en la risa. Esto explica, por ejemplo, que un extra帽o no pueda hacernos cosquillas. «Los desconocidos provocan en nosotros una alarma verdadera, en lugar de falsa, y por eso no sentimos sus cosquillas, ni se produce la risa», apunta el investigador. Es precisamente el mecanismo que hace que esta alarma se interprete como verdadera o falsa el que falla en las personas esquizofr茅nicas. Tampoco son frecuentes las cosquillas entre hombres heterosexuales, «ya que perciben al otro como una alarma real, como una amenaza». Algo que no ocurre entre mujeres, que s铆 pueden hac茅rselas entre s铆. En cualquier caso, las cosquillas tienen un valor sexual: son siete veces m谩s probables con alguien del sexo contrario.

El fetichismo de los pie
s

Las cosquillas, como la testosterona, disminuyen a partir de los 40 a帽os, y conllevan, am茅n de familiaridad, jerarqu铆a: el sujeto que las hace act煤a como dominante, y el que las recibe, como sumiso. De ah铆 que, por ejemplo, un abuelo pueda hacerle cosquillas a su nieto (que lo percibe como un ser superior), pero al rev茅s ser谩 mucho menos probable (el anciano las fingir谩, o las sentir谩 con mucha menos intensidad que el ni帽o).

Volviendo al sexo, los investigadores las emparentan directamente con el orgasmo. «Ambos procesos suponen un placer mental, un final feliz que sucede a un estado de alerta inicial que despu茅s se apaga». Tambi茅n entienden de g茅nero. Dicho de otra forma: el mapa de cosquillas de hombres y mujeres presenta algunas diferencias. As铆, ellas las sienten con m谩s intensidad y frecuencia en la planta del pie (algo que tiene un componente sexual, «porque est谩n 铆ntimamente asociadas al fetichismo de esta parte del cuerpo»), mientras que ellos las notan m谩s en las zonas er贸genas directas, como son los genitales o el pecho. Los costados, la planta del pie, las axilas, el cuello y el vientre son las zonas donde m谩s se dan en ambos sexos. Todas ellas tienen algo en com煤n: son zonas muy vulnerables. Buscarnos las cosquillas resulta m谩s o menos f谩cil seg煤n el rol de la persona que nos las haga, y la indefensi贸n que sintamos en ese momento. Por eso, cuanta m谩s gente haya delante m谩s cosquillas tendremos.

El componente sexual que tienen las cosquillas puede llegar a convertir esta pr谩ctica en una parafilia o desviaci贸n denominada knismolagnia. Se da en aquellas personas que solo obtienen una excitaci贸n sexual cuando hacen o reciben cosquillas y tambi茅n, en un grado extremo, en aquellas que se excitan con ver c贸mo otros sujetos las disfrutan. El fetichismo por las cosquillas est谩 tan extendido que existe un foro en internet, Tickling Media, que funciona en seis idiomas diferentes. M谩s de 80.000 personas est谩n inscritas en esta web, donde se intercambian opiniones, consejos y v铆deos er贸ticos con las cosquillas como absolutas protagonistas.

Fuente:

La Voz Digital

19 de junio de 2015

¿Por qu茅 ha sido exitosa la legalizaci贸n de la prostituci贸n en Suecia?

AL ANALIZAR POCO A POCO EL 脡XITO DE ESTA LEY, TERMINAMOS COMPRENDIENDO QUE NO SE TRATA S脫LO DE UN PAPEL IMPLEMENTADO POR EL GOBIERNO
Quiz谩 no existe un m茅tier m谩s antiguo que el de la prostituci贸n o el sexoservicio. Sus usos y costumbres han superado las barreras espaciotemporales de las civilizaciones, a pesar del rencor y temor que este oficio ha llegado a levantar en ciertas poblaciones. Inclusive, podr铆a decirse que su supervivencia se deriva de una rebeld铆a en contra de la simplicidad patriarcal, la cual alcanz贸 desgraciadamente sacrificios relacionados con abusos, maltratos violentos y distorsiones en la autopercepci贸n.
Se trata de un circuito unilateral donde las sexoservidoras (y los sexoservidores) existen en funci贸n del placer de ese otro, aun si se sacrifica el propio bienestar tanto f铆sico como emocional. Esto, en consecuencia, retroalimenta este paradigma donde el hombre ocupa toda la esfera de la vida p煤blica y las mujeres “rebeldes”, las que se encuentran fuera del hogar, existen s贸lo para su placer y goce, sin merecer un m铆nimo de cuidado y atenci贸n humanitaria. 
Ante esta problem谩tica en relaci贸n con la salud sexual de este grupo social, Suecia tom贸 en sus manos la opci贸n de legalizar la prostituci贸n en 1999. Se trat贸 de una ley que invirti贸 la responsabilidad tradicional de las sexoservidoras como las responsables del crimen: mientras que se pod铆a recibir dinero por sexo, el simple pago se convertir铆a en el crimen mismo; adem谩s, en caso de que la mujer o el hombre quisiera retirarse, tendr铆a un seguro y apoyo para reintegrar su vida a otro trabajo. Al principio, algunos pa铆ses se mofaron de dicho modelo pol铆tico; no obstante, con el paso del tiempo, este pa铆s comenz贸 a expresar cambios humanitarios (y hasta financieros). 
A 16 a帽os de la legalizaci贸n de la prostituci贸n, la Swedish Sex Purchase Act demostr贸 tener efectos positivos en la poblaci贸n: los niveles tanto de prostituci贸n como de tr谩fico de personas disminuyeron significativamente. De hecho, de acuerdo con el Ministerio de Justicia de Suecia, la pr谩ctica del sexoservicio se redujo pr谩cticamente a la mitad. Inclusive se tem铆a que con la ley se incrementara una ola de violencia en contra de las trabajadoras sexuales, sin embargo no hubo rastros evidentes de dicho fen贸meno. 
Al analizar poco a poco el 茅xito de esta ley, terminamos comprendiendo que no se trata s贸lo de un papel implementado por el gobierno. Es verdad que empez贸 como una propuesta pol铆tica, sin embargo continu贸 como un proyecto educativo para sensibilizar tanto a la poblaci贸n como a la misma autoridad en temas de sexualidad y derechos sexuales. Esta ley se convirti贸 en un modelo de vida en funci贸n de la igualdad de genero en t茅rminos del deseo y la pr谩ctica sexual, donde tanto hombres como mujeres son seres sexuados con necesidades integrales (f铆sicas, fisiol贸gicas, emocionales, psicol贸gicas…); con una necesidad intr铆nseca de respuesta, de vulnerabilidad y de comprensi贸n; con la necesidad de intimar con otro a trav茅s de las relaciones consensuadas, reales, igualitarias. 
En pa铆ses como M茅xico, cuyo paradigma sexual tiene la base culp铆gena judeocristiana, este modelo parece casi imposible de ejercer. En caso de formalizar una ley encargada de legalizar la prostituci贸n, los niveles del tr谩fico de personas, el abuso y la negligencia de la fuerza legal continuar铆an. Debido al enfoque de la educaci贸n sexual en el pa铆s, donde los principales focos de informaci贸n s贸lo son en funci贸n de la reproducci贸n y las ITS (Infecciones de Transmisi贸n Sexual), se desconoce realmente el derecho a una vida sexual plena y segura, libre de coerci贸n y maltrato. En consecuencia, la hipot茅tica ley en este pa铆s se convertir铆a s贸lo en una personalidad aparentemente normal, sin efectuar un 谩pice de cambios en la igualdad de derechos para las trabajadoras sexuales ni su clientela, donde las primeras se enfocan en la inflamaci贸n del narcisismo de los segundos como una demanda latente.
Fuente:

27 de marzo de 2015

Por qu茅 la discriminaci贸n es econ贸micamente da帽ina (adem谩s de est煤pida)

La Uni贸n Civil ahora se discute en todos lados. Pero, como suele pasar, no siempre con los argumentos m谩s informados ni tampoco de manera alturada. Pensando en tu sobremesa, en tus momentos de esparcimiento y tus viajes en el micro (cualquier momento en el que est茅s dispuesto a entablar debate p煤blico) es que ponemos estos argumentos para que puedas discutir con un poco m谩s de raz贸n.

Para la ciencia, la orientaci贸n sexual es gen茅tica

Foto: RPP
Foto: RPP
Por lo tanto no necesita una cura, no se trata de una enfermedad:
En primer lugar, es importante definir lo que significa orientaci贸n sexual. Orientaci贸n sexual es la cualidad personal que hace que un ser humano sea sexual y emocionalmente atra铆do a una persona del mismo sexo, del sexo opuesto, de los dos sexos o a ninguno de los dos sexos. Esas orientaciones son llamadas homosexualismo, heterosexualismo, bisexualismo y asexualismo, respectivamente.
Recientes y m煤ltiples investigaciones han revelado que esa orientaci贸n sexual no es una opci贸n que la persona escoge en el transcurso de su vida, sino que nace con ella y es producto de complejas interacciones en el desarrollo gonadal, hormonal y cerebral del ser humano. En otras palabras, no existe ser humano que a los 15, 20 o 60 a帽os escoja de un d铆a para otro tener una orientaci贸n sexual diferente a la asignada a su sexo biol贸gico (var贸n o mujer). Del mismo modo, es mito prehist贸rico creer que porque la ni帽a juega con soldaditos, el ni帽o juega con mu帽ecas o porque un hombre fue violado en la c谩rcel va a tener un cambio de orientaci贸n sexual por el resto de su vida.
N贸tese la parte referente al “mito prehist贸rico”porque justamente ese retraso es el que permite que alguien pueda comparar la homosexualidad con la pedofilia.

Y no, no es lo mismo

Foto: RPP
Foto: RPP
Como he le铆do esto demasiadas veces, no tengo m谩s remedio que comentarlo: “Si se legaliza el matrimonio homosexual, luego se pedir谩 que se legalice la zoofilia, la pedofilia o la necrofilia. Es decir, puro libertinaje”.
No pues, amigo hom贸fobo que a pesar de todo quiero tanto. Las relaciones homosexuales se diferencian de todas las otras que mencionas por una simple raz贸n: en ellas existe un consentimiento de dos personas con libre albedr铆o. Algo que, como sabemos, ni los ni帽os peque帽os abusados por pederastas, ni los animales sometidos por zoof铆licos ni los muertos extra铆dos de sus tumbas por necr贸filos poseen. As铆 que esas comparaciones adem谩s de ofensivas son irrelevantes.
Si digo esto es por tu bien. Porque si piensas de esa forma y encima lo manifiestas quedas como un Carlos Tubino cualquiera, y cr茅eme que ya nos basta con escuchar a un tipo emitiendo estupideces de este calibre todo el d铆a como para que t煤 encima le hagas coro.
Pero como en este mundo de dinero dinero dinero  todo tiene que impactarte en el bolsillo para que te atrevas a ser socialmente responsable, tambi茅n podemos afirmarte que la discriminaci贸n es econ贸micamente da帽ino.

¿C贸mo as铆?

Foto: Lima Gris
Foto: Lima Gris
Principalmente porque las decisiones que se toman socialmente est谩n siendo excluyentes de una parte de s铆: por ejemplo, una mujer que no es contratada por serlo, un afrodescendiente cuyas oportunidades son limitadas. Esto genera que la toma de decisiones sea asumida por personas que quiz谩s no son las m谩s preparadas para hacerlo.
Es como limitarte, ponerte una barrera, y esperar cumplir con todas tus metas a cabalidad. As铆 lo describe Ver贸nica Zavala Lombardi con mayor precisi贸n:
¿Y qu茅 pasa con la discriminaci贸n LGBT? Todos sabemos que hay esos mismos costos (sub-utilizaci贸n e ineficiente combinaci贸n de talentos, costos directos en salud, etc.) pero hay un gran reto en cuanto a los datos: la informaci贸n sobre sexo y raza es abundante en tanto que la de orientaci贸n sexual es casi inexistente (tanto a nivel censal como a nivel de empresas). Por eso hoy, tanto agencias bilaterales de desarrollo como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estamos comenzando a invertir en generar el conocimiento que permita estimarcu谩nto deja de crecer el PBI de un pa铆s por discriminar a la poblaci贸n LGBT. Estudios preliminares, como el liderado por Lee Badgett para la Asociaci贸n Internacional para el Desarrollo (AID), se帽alan una relaci贸n estrecha entre desarrollo econ贸mico y homofobia -a menor desarrollo econ贸mico, mayor homofobia- y que ello se debe a menor productividad, mayores costos en salud p煤blica y en programas sociales adem谩s de incentivos inadecuados para la eficiente inversi贸n en capital humano. Otro conjunto de estudios de corte econom茅trico estima la relaci贸n entre mayores derechos a la poblaci贸n LGBT (desde la descriminalizaci贸n de las relaciones hasta el matrimonio o la adopci贸n) y bienestar econ贸mico. La relaci贸n es positiva e impactante: cada derecho adicional corresponde a un mayor PBI per c谩pita de 320 d贸lares. Esto no quiere decir que el PBI crece 320 d贸lares por aprobar cada derecho, pues en ese mayor per c谩pita se mezclan, por decirlo, el huevo y la gallina: (i) mayor productividad y menores costos vinculados a la homofobia, (ii) mayor acumulaci贸n de capital humano al reducir la discriminaci贸n en las escuelas, (iii) el hecho que pa铆ses con mayores ingresos tienden a tener valores post-materialistas y (iv) que hay tambi茅n una modernizaci贸n estrat茅gica que es resultado de otorgar derechos para conseguir los beneficios que estos generan (por ejemplo turismo, comercio, o gasto en bodas). Saber cu谩nto es atribuible a cada factor y qu茅 pol铆ticas son las adecuadas para corregir la discriminaci贸n es una nueva tarea de las instituciones de desarrollo y de los gestores del desarrollo en cada pa铆s.
Y con todo esto, ¿te sigue pareciendo viable optar por la discriminaci贸n? Pi茅nsalo.
Tomado de:
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