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21 de julio de 2015

Aprendizaje. Así funciona el cerebro cuando estamos aprendiendo

Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) ha descubierto de qué forma el cerebro humano es capaz de absorber y de analizar rápidamente nueva información, lo que llamamos aprendizaje. El estudio ha sido publicado en la revista Neuron.

Para el experimento, los investigadores realizaron varias pruebas de aprendizaje con monos mientras eran monitoreados mediante electroencefalografía (EEG) con objeto de medir las ondas cerebrales. En las tareas de aprendizaje, los científicos ya habían demostrado que las neuronas en la zona del cuerpo estriado del cerebro, la que controla la formación de los hábitos, eran las que se activaban en primer lugar y luego eran seguidas por una activación más lenta de las neuronas de la corteza prefrontal, el sistema de control ejecutivo del cerebro.

La clave estaba en averiguar si esta activación escalonada era provocada por una comunicación entre ambas regiones cerebrales o se trataba de dos sistemas independientes. Gracias a la medición de ondas cerebrales, los investigadores descubrieron que mientras los monos estaban aprendiendo la tarea, aparecieron nuevos patrones de ondas cerebrales, las llamadas ondas beta, que para sorpresa de los expertos, comenzaron a sincronizarse, lo que demuestra que ambas regiones, el cuerpo estriado y la corteza prefrontal, se están comunicando.

“Hay algún mecanismo desconocido que permite a estos patrones de resonancia formarse, y estos circuitos empiezan a 'sonar' juntos. Ese zumbido entonces puede fomentar posteriores cambios de plasticidad a largo plazo en el cerebro, pero la primera cosa que sucede es que empiezan a sincronizarse”, afirma Earl Miller, líder del estudio.

Según las conclusiones del estudio, nuestros 'circuitos' están en constante actualización para mantener la expansión de nuestro conocimiento, y “ahora estamos viendo la evidencia directa de las interacciones entre estos dos sistemas durante el aprendizaje, que no se había visto antes”, sentencia Miller.

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20 de julio de 2015

Zuckerberg: 'el futuro es que pensarás en algo y tus amigos lo podrán experimentar al instante'

Estoy seguro de que cuando habéis leído este titular se os ha quedado la misma cara de incredulidad que a mí cuando leí la noticia que ha publicado la CNN. Pero sí, parece que Zuckerberg confía en quela telepatía llegará a su popular red social. Y mucho más allá. Al menos esto es lo que aseguró durante una sesión de preguntas y respuestas dentro de Facebook para describir cómo cree él que será su red social en el futuro. Pero empecemos por el principio.
Zuckerberg está convencido de que la tecnología nos permitirá comunicarnos directamente, de «cerebro a cerebro», y enviar información y experiencias a otras personas de forma inmediata. Es lo que él llama «la tecnología de comunicación definitiva». No obstante, es importante que tengamos en cuenta que no está diciendo que vayamos a adquirir esta capacidad como resultado de la evolución selectiva natural, sino que será la tecnología la que nos la proporcionará.

Así es la «hoja de ruta» de Facebook

Es evidente que a Mark Zuckerberg le preocupa la forma en que se comunican los usuarios de Facebook. Durante los once años de vida de esta red social él y su equipo han ideado varios sistemas que han ido evolucionando con el tiempo. Su primera opción fueron las páginas con perfiles «planos», pero luego llegaron los comentarios, el muro, los «me gusta», los grupos y la mensajería personal, entre otras opciones.
Sin embargo, sus movimientos más ambiciosos, hasta ahora, han sido la compra de WhatsApp a principios del año pasado, y la de Oculus un mes después. Hasta ahora la app de mensajería instantánea mantiene una independencia sólida desde el punto de vista de los usuarios. Y, en lo que concierne a Oculus, parece estar destinada a fortalecer Facebook como plataforma de juegos recurriendo a la creación de nuevas experiencias sociales. En cualquier caso, es probable que la compra de estas dos empresas forme parte de una estrategia que a medio plazo permitirá a Zuckerberg ofrecer nuevas formas de comunicación a los usuarios de su red social.


En este contexto podemos contemplar la telepatía como el siguiente paso al que aspira esta compañía. Puede parecer una exageración de Zuckerberg con el propósito únicamente de acaparar titulares, pero lo cierto es que desde hace tiempo hay varios grupos de investigación que están trabajando en el diseño de interfaces capaces de transformar las ondas cerebrales en instrucciones digeribles por un ordenador. Y a la inversa.

Llega la «telepatía informática»

Hace tiempo unos investigadores de la Universidad de Washington consiguieron enviar a través de Internet señales cerebrales procedentes de una persona, que fueron transferidas a otra situada a kilómetros de distancia. Para conseguirlo acoplaron a la cabeza de los dos participantes unos cascos repletos de electrodos. Y funcionó. Al menos en parte. Al parecer esta tecnología permitió a la persona que emitió las señales cerebrales mover un dedo de la persona que las recibió. Como punto de partida no está nada mal.
Es evidente que en este terreno aún queda mucho trabajo por hacer, pero lo cierto es que los científicos están trabajando en ello. Cada vez conocemos un poco mejor el órgano más complejo de nuestro cuerpo, el cerebro, y con el respaldo financiero de Zuckerberg, y, quizás, también con el de otros empresarios interesados en esta tecnología, no parece descabellado pensar que podría llegar antes de lo que creemos. Les seguiremos la pista.
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15 de julio de 2015

Ingenieros rusos aprenden a manejar aparatos con el pensamiento

La Fundación de Investigaciones Avanzadas (FPI, por sus siglas en ruso), creada en Rusia en 2012, ha anunciado el éxito del proyecto de elaboración de una interfaz cerebro-ordenador que permita controlar aparatos con el pensamiento.
"Estamos preparados para poner nuestra tecnología a disposición de los organismos gubernamentales", declaró el presidente de la Fundación de Investigaciones Avanzadas, Andréi Grigoriev, citado por RIA Novosti
La tecnología de interfaz se basa en el uso de la actividad eléctrica del cerebro humano, que se registra mediante electroencefalografías.
Durante la demonstración del avance, los ingenieros manejaron un cuadricóptero con la ayuda de las corrientes bioeléctricas de su cerebro y el programa de software creado por FPI, y fueron capaces incluso de manejar el vehículo al mismo tiempo que hablaban con los asistentes.
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18 de mayo de 2015

Siete alternativas para hacer crecer nuevas células en el cerebro (y volvernos más inteligentes)

Hace algunos años se creía que el cerebro era un sistema relativamente estático —nuestras conexiones neurales podían desligarse y nuestras neuronas destruirse pero no transformarse, regenerarse o formar nuevas conexiones sinápticas. Esta creencia hizo que muchos creciéramos bajo un extraño paradigma en el que se nos decía que debíamos de atesorar nuestras neuronas —porque jamás podríamos recobrarlas— y en este sentido ingerir drogas era un acto severo, contranatural, digno de la más abyecta estupidez. Bajo esta impronta uno incluso podía experimentar una nostalgia por neuronas perdidas, una especie de efecto de miembro fantasma entre los tallos neurales de flores decapitadas.
Evidentemente el daño cerebral es una realidad —pero es una realidad dinámica y reversible. Por suerte para aquellos que exploraron quizás un poco demasiado las dimensiones psiconáuticas, también es una realidad la neuroplasticidad —la capacidad de transformarse estructuralmente que tiene el cerebro adulto—, y la neurogénesis —la capacidad que tiene el cerebro adulto de regenerar células o generar nuevas neuronas. El cerebro se comporta como un sistema abierto (por no decir holístico) que puede ser cincelado lo mismo por estímulos químicos que por estímulos emocionales o meméticos  y nuestras neuronas, particularmente las del hipocampo y la zona subventricular, son como salamandras que transmutan en el fuego electroquímico de la sinapsis.
Investigación científica reciente muestra que la neurogenésis y la neuroplasticidad podrían tener un papel importante en el aprendizaje y la memoria en el cerebro adulto, así como ser un factor vital en la reducción del estrés y en el tratamiento de la depresión. Un estudio incluso sugiere que nuestro estado de ánimo podría ser regulado por la plasticidad  —por el movimiento dinámico de nuestras neuroconexiones—– más que por la química.
Emerge un nuevo paradigma, un nuevo mapa —y el mapa no es el territorio porque el territorio se está moviendo siempre. La neuroplasticidad sugiere que las conexiones individuales en el cerebro están siempre recreándose, según cómo se usan. En inglés se dice “neurons that fire together, wire together”/”neurons that fire apart, wire apart” (las neuronas que disparan al mismo tiempo se conectan entre sí, las que disparan o se encienden por separado conectan aparte). Esto significa que constantemente están emergiendo nuevas relaciones sinápticas, nuevos mapas corticales —colectivos que desempeñan funciones específicas pero que pueden estar separados. La sinfonía cerebral actúa de manera global, continentes aparentemente inconexos llegan a sincronizarse para ejecutar operaciones complejas al unísono.
La capacidad neuroplástica del cerebro puede ejemplificarse en el desarrollo de la capacidad de ecolocación que algunas personas ciegas logran recableando su cerebro. Resonancias magnéticas muestran que estas personas adaptan áreas de procesamiento visual para esta nueva habilidad de ecolocación, en la que intervienen áreas de procesamiento auditivo.
De la neuroplasticidad y de la neurogénesis surge la posibilidad de tomar control de los procesos neurales y, como si nuestro cerebro fuera una etérea plastilina, esculpir estados mentales de diseño. Según Michael Merzenich, uno de los pioneros en el campo de la neuroplasticidad, los ejercicios mentales pueden ser tan útiles como las drogas para tratar padecimientos tan severos como la esquizofrenia (pero, ¿quizás la gimnasia mental podría curar no sólo enfermedades del cerebro sino de todo el organismo?). De este nuevo acercamiento se atisba toda una gama de posibilidades: la dirección de orquestas neurales, el self-hacking, la reingeniería de neuronas y la manipulación de mapas corticiales para el aumento de funciones específicas o, por supuesto, para la sanación de daño cerebral —así que nunca es demasiado tarde para hacer de tus neuronas, especialmente de los astrocitos, vitales en la neurogénesis, nuevas y brillantes constelaciones en tu propio firmamento.
1. Ejercicio físico
Un estudio realizado por el Dr. Kwok Fai So de la Universidad de Hong Kong mostró un correlación entre personas que solían correr frecuentemente y la neurogenésis. “Investigación ha demostrado que el ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y la cognición y también se ha demostrado que un déficit en la neurogénesis adulta puede resultar en una depresión”. El estrés, especialmente la depresión, llegan a encoger el hipocampo —una de las zonas en la que ocurre la neurogénesis. Científicos creen que existe una relación entre el ejercicio, y en general aquello que reduce el estrés, con la neurogénesis.
 2. Meditación
Uno de los líderes en el campo de la investigación neurocientífica de la meditación, el Dr. Herbert Benson, de la Universidad de Harvard, ha estudiado lo que llama “la respuesta de relajación”, la cual induce una serie de cambio bioquímicos en el cerebro. Benson sugiere que la meditación renera células cerebrales, reduciendo de esta manera el estrés.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oregon indica que la técnica de meditación conocida com IBMT (entrenamiento integral de mente cuerpo) puede facilitar la neurogenésis.
3. Comida /Antocianinas
Consumir antocianinas, pigmentos hidrosolubles que pueden encontrarse en las zarzamoras, arándanos, frambuesas y hasta en el vino, parece tener propiedades neuroregenerativas. Comer este tipo de moras silvestres es recomendado para prevenir el Alzheimer y podría tener un efecto positivo en la función del hipocampo.
Otros alimentos que se cree podrían fomentar la nuerogénesis son los alimentos ricos en Omega-3 o fitonutrientes como la oroxilina.
4. Reducción de calorías /ayuno
Un estudio publicado en el Journal of Molecular Science muestra que la restricción de calorías produce estados favorables para la neurogénesis: ratas a dieta desarrollaron nuevas neuronas en el hipocampo.
Diferentes tradiciones, particularmente en Oriente, hablan sobre la importancia de celebrar ayunos con cierta regularidad para restaurar las funciones corporales y cognitivas. Es posible que una ciencia del ayuno pueda llevar a la neurogénesis.
5. Tener (mucho) sexo
Como hemos visto la neurogénesis —y en general la salud— está ligada a la reducción del estrés y a promoción de la relajación —la salud es tranquilidad en movimiento. Evidentemente uno de los actos que mayor reduce el estrés —en diversas capas— es el sexo.
Un estudio científico realizado por la doctora Benedetta Leunemuestra que mientras el estrés reduce la neurogénesis adulta y restringe la arquitectura dendrítica en el hipocampo, la copulación tiene el efecto opuesto, promoviendo la generación de nuevas células cerebrales. Explica Leuner:
Ratas adultas fueron expuestas a una hembra sexualmente receptiva una vez (aguda) o una vez diariamente por 14 días (crónica) y se midieron sus niveles de circulación glucorticoide [...]. Los resultados mostraron que experiencias sexuales agudas incrementaron los niveles de circulación corticoide y el número de neuronas en el hipocampo. La experiencia sexual crónica dejó de producir un incremento en los niveles corticoides pero continuó promoviendo la neurogénesis y estimuló el crecimiento de la espinas dendríticas y la arquitectura dendrítica. La experiencia sexual crónica también redujo el comportamiento relacionado con la ansiedad.
6.  Fotoestimulación /casco de luz infrarroja
Uno de los campos de investigación más interesantes pero menos probados es el de la estimulación de ciertas zonas cerebrales a través de la luz o el magnetismo.  Las populares máquinas de luz y sonido —LEDs programados a cierta frecuencia para emular ondas cerebrales y sonidos binaurales— llegan a generar estados similares a la meditación, por lo cual podrían también inducir estados de neurogénesis. El incipiente campo de la medicina biomagnética, basada en los pares magnéticos descubiertos por el Dr. Isaac Goiz, es un novedoso tratamiento para diferentes enfermedades, incluyendo la depresión, y quizás podría estimular las células del cerebro a regenerarse.
Un casco desarrollado por  el Dr. Gordon Dougal, de la empresa Virulite, asegura revertir la demencia senil, regenerando neuronas  a través de la estimulación de luz infrraroja.

7. Ayahuasca/antidepresivos
Se sabe que algunos antidepresivos,  inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina,facilitan la neurogénesis. Sin embargo, producen numerosos efectos secundarios, entre ellos la falta de libido (lo cual resulta un tanto contradictorio). Una alternativa a esto parece ser la ayahuasca, el cada vez más popular brebaje medicinal psicoactivo del Amazonas, utilizado con particular efectividad en el tratamiento de adicciones pero que podría tener aplicaciones incluso en la cura de enfermedades como el cáncer.
A diferencia de los antidepresivos, la ayahuasca, una medicina que algunos llaman un psicointegrador, ofrece una experiencia integral en la que los beneficios químicos son complementados por beneficios emocionales y hasta espirituales que redondean el tratamiento y permiten una asimilación más profunda.
Estudios con personas que han tomado ayahuasca por un periodo sostenido de tiempo muestran una mayor recaptación de serotonina. Según la investigadora Jace Callaway, esto se podría deber a la tetrahidroharmina que contiene la ayahuasca. Luego de dosificarse con esta molécula por seis semanas y  realizarse una tomografía computarizada por emisión de fotones individuales, Callaway descubrió un incremento en su recapatación de serotonina, algo que disminuyó cuando la dejó de utilizar.
Otro estudio, realizado por  Stuckey y Echenhofer en el California institute of Integral Studies, mostró que la ayahusca incrementa la coherencia en la banda de ondas gamma. Según el Dr. Luis Eduardo Luna: “La coherencia es una medida de la similitud del electroencefalograma en dos sitios distintos y puede considerarse una medida de comunicación entre dos regiones del cerebro. Una hipercoherencia distribuida ampliamente parece razonable dado los intensos y sinestéticos fenómenos que suelen ocurrir durante una experiencia de toma de ayahuasca”. Esta misma alta actividad de coherencia gamma ha sido observada en monjes zen en estados profundos de meditación.
Fuente:

Tips para estudiar y hackear todo tipo de exámenes (la ciencia viene en nuestro auxilio)

El sitio Wonder How To ha compilado en un infográfico nueve extraños tips para estudiar mejor para un examen o incluso para tener un mejor desempeño en la vida en general. No son los típicos tips y eso es lo que los hace interesante: son sobre todo hacks, técnicas nootrópicas y lecciones de expertos tricksters que sintetizan viejos conocimientos con una nueva perspectiva. Después del infográfico, una traducción, comentarios y dos tips extras: uno tomado del estudio Feeling the Future, del psicólogo Daryl Bem (cómo usar el futuro o la ilusión del tiempo para sacar mejores calificaciones), y el último de la mnemotecnia de Giordano Bruno.
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1. El primer tip recomienda: “Masca chicle de un sabor específico mientras estudias; vuelve a masticar chicle del mismo sabor durante el examen, lo cual puede acarrear la memoria”. 
Este es probablemente el tip más importante, apoyado en la teoría de memoria que se conoce como “Memoria dependiente del estado”. Escribimos un artículo sobre este fascinante tema que muestra cómo una memoria está condicionada por el estado mental en el que encontraba cuando se formó esa memoria. Hay cosas que sólo recordamos cuando bebemos alcohol o cuando nos colocamos en cierta posición, oímos cierta música o estamos con cierta persona. Se puede aprender a utilizar estos detonadores de memoria a nuestro favor.    En inglés se dice “Neurons that fire together wire together”, un dicho popular entre neurocientíficos que sugiere que las neuronas que se activen de manera conjunta, en cierto momento, forman una relación duradera. Usar un cierto sabor de chicle, en esa acción de mascar, es una forma de activar y retrotraer la memoria, codificando una coordenada activa. Podríamos igualmente beber té verde cuando estudiamos y contestamos el examen (si nos lo permiten) u usar algún otros recurso similar.

2. “Haz la técnica del pomodoro. Coloca un reloj por 25 minutos para terminar una tarea específica. Tómate de tres a cinco minutos, descansa y repite. Después de cuatro sesiones de 25 minutos de estudio, toma un descanso largo”.
El método Pomodoro fue desarrollado por Francesco Cirillo para administrar el tiempo de manera más eficiente e incrementar la producción. Cirillo usaba un reloj en forma de tomate para marcar su ritmo en la universidad (de ahí el nombre).Esta técnica se sustenta en la teoría de que el ser humano funciona mejor en periodos cortos de gran concentración con intervalos de descanso. Aquí se pueden descargar apps gratuitas para utilizar este lifehack.

3. “Lee en voz alta al repasar una lectura en lugar de estar en silencio, esto te ayudará a retener la información”. 
Aquí la idea es utilizar una variación e involucrar al cuerpo, emplear el volumen como un mapa de visualización. Al leer en voz alta utilizamos la oralidad, una técnica de memoria ancestral –recordemos que antes de la escritura y luego de la imprenta, la memorización de largos textos era muy común. Leer en voz alta puede ser un acto de resonancia mórfica que abre el teatro de la memoria.

4. “Busca un video en YouTube acerca del tema que estudias, esto para obtener información en un formato diferente”. 
De nuevo una idea que busca ampliar la forma en la que atacamos un tema y absorbemos información, esta vez de manera visual. Dilo con manzanas. En una cultura preeminentemente visual estos nos ayuda a tener una comprensión general, más que aprender detalles.

5. “Come sushi. El pescado mejora el funcionamiento del cerebro. Las nueces, el chocolate amargo y las moras azules también son buenas opciones”. 
Este tip es es también uno de los más importantes y va más allá del “día del examen”, aunque también se puede puntualizar. Ciertos alimentos por su contenido de antioxidantes, Omega-3, aminoácidos y otras propiedades favorecen el funcionamiento cerebral sin tener efectos colaterales como ocurre con nootrópicos como el Adderall o la Ritalina. Algunos más benignos son los racetams. Para quien busque sólo lo natural, una buena opción es la bacopa, el goku kala y el ginkgo de  biloba, tres hierbas altamente estimadas en Oriente para estimular la memoria. 
El artículo completo en:

Roncar fuerte estaría relacionado con deterioro de la memoria


Según un estudio publicado reciéntemente en la edición digital de 'Neurology', el ronquido fuerte y la apnea del sueño pueden estar relacionados con el deterioro de la memoria a una edad temprana. 

"Patrones respiratorios anormales durante el sueño, como ronquidos fuertes y apnea del sueño son comunes en las personas mayores, que afectan a alrededor del 52% de hombres y el 26% de mujeres", afirma Ricardo Osorio, autor del estudio del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York .

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron las historias clínicas de 2 470 personas entre 55 y 90 años, quienes fueron clasificados en: "sin problemas de memoria", "en primeras etapas de deterioro cognitivo leve (DCL) o "con enfermedad de alzheimer".

También se examinó a personas con problemas respiratorios del sueño no tratadas en comparación con las que no mostraban trastornos respiratorios del sueño, así como a personas sin tratamiento frente a aquellos con problemas respiratorios del sueño. Así, vieron que aquellos con problemas respiratorios del sueño fueron diagnosticadas con DCL casi 10 años antes que las que no tenían ese problema.

Cuando los investigadores examinaron solo a quienes desarrollaron Alzheimer o DCL durante el estudio, aquellos con problemas respiratorios del sueño desarrollaron DCL a una edad promedio de 77 años, en comparación con un promedio de 90 años para los que no sufren problemas respiratorios del sueño. Entre ese grupo, los que padecían problemas respiratorios del sueño también desarrollaron la enfermedad de Alzheimer cinco años antes que los de sin trastornos, a una edad media de 83 años frente a 88 años.

Por otro lado, la investigación halló que aquellos que trataron sus problemas respiratorios del sueño con una máquina de presión positiva contínua en la vía aérea fueron diagnosticados con DCL unos 10 años más tarde que las personas cuyos problemas no fueron tratados, o sea a los 82 años en lugar de los 72.

"La edad de inicio del DCL para las personas cuyos problemas de respiración fueron tratados era casi igual a la de las personas sin ningún problema de respiración", dice Osorio. "Tenemos que examinar si el uso de CPAP podría ayudar a prevenir o retrasar los problemas de memoria y de pensamiento", agregó.

"Estos hallazgos se hicieron en un estudio observacional y, como tal, no indican una relación de causa y efecto. Ahora estamos centrando nuestra investigación sobre el tratamiento con CPAP y el declive de la memoria y el pensamiento durante décadas, así como específicamente en los marcadores de la muerte y el deterioro de las células cerebrales", concluye Osorio.

Tomado de:

RPP 

15 de mayo de 2015

¿Quieres un cerebro joven? Practica estos deportes

Cuerpo sano, mente sana. Esta podría ser la versión del siglo XXI de la cita extraída de las Sátiras de Juvenal en la que se implicaba que para tener un cuerpo equilibrado había que lograr primero un espíritu sano a través de la oración.

El nuevo orden de la cita estaría respaldado por las investigaciones científicas que han comprobado los beneficios que le ofrece al cerebro tener un cuerpo sano a través de la actividad física.
"Hace varias décadas que se ha estado acumulando la evidencia científica que indica los beneficios de la actividad física, tanto aeróbica como de fuerza (o resistencia), en la función cognitiva, tiempo de reacción y memoria, entre otras propiedades", le explicó a BBC Mundo el doctor César Kalazich, especialista en medicina deportiva de Clínica MEDS, en Chile.
Si bien las investigaciones apuntan a cualquier actividad física, incluso caminar, hay evidencia que no todas contribuyen de igual manera ni generan los mismos efectos.
El artículo completo en:

4 de mayo de 2015

Lo que "Alicia en el país de las maravillas" te revela sobre el cerebro

Alicia en el país de las maravillas, la obra que hace 150 años escribió el británico Lewis Carroll, ha inspirado incontables películas, pinturas e incluso piezas de ballet. Pero pocos saben todo lo que aportó al conocimiento del cerebro humano, así como su influencia no sólo en la psicología freudiana y al psicoanálisis, sino también a la neurociencia moderna.

Y es que, mucho antes de que se contara con la tenología para mapear las maravillas del cerebro, Carroll ya había trazado sus contornos con sus experimentos mentales.
"Exploró tantas ideas", exclama Alison Gopnik, de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos.
Todos podemos aprender algo de nosotros mismos de Alicia en el país de las maravillas. BBC Future sigue su viaje a los límites exteriores del cerebro.

"Bébeme"

Si me hace crecer podré coger la llave; y si me hace encoger, podré deslizarme bajo la puerta; así que de cualquier manera entraré en el jardín, ¡y no me importa lo que ocurra!".
Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carrol
Getty
En una de sus primeras aventuras, Alicia encuentra una poción con una etiqueta que dice "bébeme" y tras tomársela mengua hasta medir sólo 25 centrímetros.
Y un pastel mágico produce justo el efecto contrario en ella: crece tanto, que toca el techo con su cabeza.
Estas escenas fueron las primeras en llamar la atención de los científicos.
En 1955 un psiquiatra llamado John Todd se encontró con varios pacientes que aseguraban tener esa misma sensación de "alargarse como un telescopio".
Todos ellos sufrían un transtorno neurológico que afecta a la percepción visual y que hoy se conoce como micropsia o síndrome de Alicia en el país de las maravillas (AIWS, por sus iniciales en inglés), un mal que afecta principalmente a niños.
"He escuchado a pacientes decir que las cosas están patas arriba, incluso que sus madres están a su lado cuando en realidad se encuentran en el otro extremo de la habitación", dice Grant Liu, un neurólogo de la Universidad de Pensilvania, en EE.UU., quien ha estudiado el fenómeno.
Los diarios de Carroll revelan que sufrió migrañas, episodios que con frecuencia desencadenan en el síndrome. Y eso hizo a muchos especular sobre que el escritor se inspiró en sus propias experiencias.
El artículo completo en:

23 de abril de 2015

¿Cómo entrenar a tu cerebro para abandonar los malos hábitos?

Solo la práctica y la recurrencia lograrán modificar nuestras neuronas. Te mostramos el camino para lograrlo.



Siempre te lo propones, pero nunca lo consigues. No te preocupes porque es algo que nos ha pasado a todos. Lo intentas, vuelves a intentarlo, te prometes que esta vez no decaerás en tu cruzada por abandonar esa costumbre que te encanta aunque tanto te perjudica. ¿Pero por qué no lo logras? La solución está en tu cerebro. Sea cual sea el mál hábito que quieras corregir, te aseguramos que si sigues unas pautas y logras escuchar a tu cuerpo y entrenar a tu cerebro no habrá nada que te frene en tu camino hacia una nueva vida.
Silvia Escribano, psicóloga, coach y autora de «Neurocoaching», nos da las pautas para aprender a escucharnos, a salir de la temida «zona de confort» y a abandonar, de una vez por todas, esos malos hábitos que tanto nos atormentan:
— Escúchate a ti mismo. Desconecta el piloto automático en el que sueles vivir y no dejes que se conecte solo. En opinión de la experta, habitualmente «vamos por la vida sin vivir el presente, sin darnos cuenta de lo que nos rodea. Vivimos desde los hábitos del comportamiento y con pocos momentos para ser conscientes». Además, Escribano apunta que «ese piloto automático es una rutina de defensa, pues todo lo que sea nuevo descoloca al cerebro. Debemos salir de nuestra zona de confort».
— Decide que quieres cambiar de vida y ponte manos a la obra. ¿Qué es lo que nos lleva a iniciar un mal hábito? En opinión de la experta, «las personas funcionamos porque obtenemos un beneficio de forma consciente o inconsciente. Seguimos haciendo ciertas cosas porque para nuestro inconsciente es beneficioso, aunque no seamos capaces de verlo. Debemos pensar, hacer balance de qué hábitos nos compensan y cuáles no» y, por supuesto, tener muy en cuenta todo lo que ganas si logras dejarlo.
— Tu estado emocional cuenta. «Tus emociones implican una tendencia a sentirte de una manera y actuar de una forma determinada. El cambio de hábito, por tanto, se inicia en tu interior», dice Escribano. Pero, ¿cómo saber si realmente estamos preparados para iniciar ese nuevo camino? «Todo depende de la motivación y el grado de compromiso. Pregúntate qué te motiva o qué quieres incorporar a tu nueva vida».
— Presta atención a tu cuerpo y a tus sentidos. Nuestro sistema nervioso, dice la experta, nos envía constantemente mensajes que debemos escuchar y analizar con calma. «Hay veces que esas señales se materializan en tensiones musculares, hábitos de sueño, irritabilidad, frustración... La única manera de escuchar al cuerpo es estableciendo paradas programadas en las que te preguntes '¿cómo estoy?' '¿cómo ha ido el día?' ¿qué emociones tengo?'»
— Cuestiónate: ¿Qué quieres? Presta atencion de forma abierta a lo que diga tu interior y define con claridad tus objetivos sabiendo qué no quieres tener más dentro de tu vida. «Cuando quiero hacer algo y lo hago es porque he tomado la decisión de hacerlo. Cuando hay algo que no hago es porque no he sido capaz de tomar la decisión». Para lanzarnos a dar ese paso y salir de nuestra zona de confort, dice la experta, «deberemos buscar espacio en nuestro interior, escucharnos de verdad».
— Presta atención de forma abierta a todo lo que ocurra con aceptacion. No te aferres a determinadas rutinas. Sustituye hábitos ineficaces por buenos hábitos.
— Sé constante en la incorporación del nuevo hábito. El cuerpo aprende en la recurrencia.
— Voluntad y determinación son dos buenos compañeros de viaje.
— Haz que el cambio de hábito sea divertido. Celebra cada paso que des en la consecución de tu objetivo y date un premio.
— Tus neuronas comenzarán a modificarse: «Las conexiones entre neuronas se modifican cuando aprendes algo, cuando dedicas determinadas neuronas y conexiones específicamente para ello. No basta con aprender, es necesario aplicar lo que aprendes y experimentar las emociones de esa experiencia, solo así tus neuronas se darán por enteradas».
— No te pongas plazos: No hay un tiempo estipulado para saber que has conseguido cambiar de hábitos. Dependerá de lo que quieras dejar, de tu motivación e incluso de tu genética. «No todos los aprendizajes son iguales. Hay algunos aprendizajes más complicados que dependen de talentos o habilidades naturales, esfuerzo dedicado, grado de complejidad, grado de conocimiento…», asegura la experta.
Tomado de:

17 de abril de 2015

Las desventajas de ser muy inteligente

En un episodio de Los Simpsons, vemos a Lisa explicarle a su padre que mientras más inteligentes se es, menos feliz uno se vuelve. Es decir ella establece que los niveles de felicidad son inversamente proporcionales a los niveles de inteligencia. Veamos:


Lisa Simpson. The Simpsons. Episode 257. January 7, 2001.“A mayor inteligencia, menor felicidad. Mira, tengo un gráfico. Hago montones de gráficos”El vídeo completo aquí. Más frases de Lisa Simpson aquí.
Si la ignorancia da la felicidad, ¿es la inteligencia sinónimo de tristeza? La opinión general parece decir que sí. En este informe la BBC analiza este tema.
A pesar de las ventajas que tiene ser más listo que los demás, la realidad es que poseer un coeficiente intelectual alto no está relacionado directamente con tomar mejores decisiones, de hecho, muchas veces puede implicar exactamente lo contrario. La búsqueda de la inteligencia ha sido una constante a lo largo de la historia, pero, ¿qué pasaría si esa búsqueda ha sido en vano? Los primeros pasos por identificar a los más inteligentes de entre nosotros se dieron hace casi un siglo, cuando una prueba del coeficiente intelectual (CI) empezó a ganar popularidad.



En 1926 el psicólogo Lewis Termin decidió usar esta prueba para estudiar a un grupo de niños superdotados, muchos con más de 170 de CI, que fueron conocidos como los Termitas.

Como era de esperar, muchos de los niños que participaron en el experimento alcanzaron fama y fortuna a lo largo de sus vidas, pero otros eligieron profesiones mucho más humildes, como policía, marinero o mecanógrafa. Además, la felicidad tampoco estaba asegurada para los más inteligentes.

Los niveles de divorcio, alcoholismo o suicidio eran igual que los de las personas normales. La conclusión que se pudo sacar de los Termitas es que, mirando el lado positivo, un gran intelecto no implica ninguna diferencia a la hora de medir la felicidad, y mirando el lado negativo, puede significar una menor satisfacción con la vida. ¿Por qué entonces los beneficios de un coeficiente superior no se amortizan a largo plazo?

Una carga pesada

Una de las posibles respuestas es que el mismo conocimiento de tu propio talento se puede convertir en una carga a la que estar atado.

En los años 90 del siglo pasado se les preguntó a los Termitas que sacasen conclusiones sobre su vida, y en vez de reconocer sus éxitos muchos parecían tener la sensación de no haber cumplido con las expectativas que tuvieron de jóvenes.

El artículo completo en:


9 de febrero de 2015

Tenemos tres sistemas cerebrales para el amor

La evolución de la especie humana nos ha legado tres sistemas cerebrales diferentes (pero interrelacionados) para el apareamiento y la reproducción: el deseo carnal, el amor romántico y los profundos sentimientos de apego a largo plazo hacia una pareja.


sistema cerebral amor


El deseo carnal: este sistema está relacionado principalmente con la hormona testosterona (tanto en hombres como mujeres) se basa en el desarrollo de la motivación para buscar sexo con una serie de potenciales parejas.

El amor romántico: relacionado con el neurotransmisor dopamina, este sistema evolucionó para permitirnos centrar nuestro tiempo y energía metabólica en una persona a la vez.

El sistema de apego: asociado principalmente a las hormonas oxitocina yvasopresina, surgió para motivarnos a mantener un vínculo de pareja el tiempo suficiente como para criar al menos un hijo.


Estos tres sistemas cerebrales tienen muchas interacciones complejas. Por ejemplo, la estimulación de los genitales desencadena la liberación de dopamina, lo que puede empujar a la persona al umbral del enamoramiento, a su vez, el orgasmo libera oxitocina y vasopresina, lo que puede estimular los sentimientos de apego.

Sin embargo, estos tres sistemas cerebrales no siempre están bien conectados, de hecho, pueden operar de forma independiente. Razón por la cual una persona puede sentir un profundo apego por su pareja y al mismo tiempo sentir amor romántico intenso por otra persona, y además sentir lujuria por otra persona. 

A pesar de que la evolución nos ha provisto de una enorme corteza cerebral con la que tomamos las decisiones sobre nuestros apareamientos y nuestra vida reproductiva, muchos son factores los que contribuyen a decidir como expresamos estos tres sistemas básicos de apareamiento, que forman parte de los numerosos patrones de nuestro sistema neural para impulsar la vinculación y la afinidad humana.

Fuente:

8 de febrero de 2015

Esta es la asombrosa eficiencia energética del cerebro



Nuestro cerebro, a pesar de toda la información que procesa, apenas consume energía. Tal y como explica ampliamente el neurocientífico Read Montague en su libro Your Brain Is (Almost) Perfect, no hay punto de comparación si observamos el consumo de energía de Gary Kaspárov y Deep Blue(una supercomputadora desarrollada por IBM) cuando se disputan una partida de ajedrez.
Según Montague, el cerebro del jugador humano estaría gastando del orden de quince o veinte vatios de energía, mientras que Deep Blue estaría gastando del orden de miles de vatios. De igual forma, si bien Deep Blue necesitaba una gran cantidad de ventiladores para combatir el calor que generaba al realizar tantos miles de cálculos (era capaz de calcular 200 millones de posiciones por segundo, dos veces más rápido que la versión de 1996), el cerebro de Kaspárov jugo la partida a temperatura normal.
En parte, el secreto de la eficiencia energética del cerebro de Kaspárov reside en el hecho de que ha pasado toda su vida incorporando las estrategias del juego hasta transformarlas en algoritmos mecánicos y económicos. Casi como nosotros cuando nos cepillamos los dientes o conducimos el coche a casa pensando en otras cosas.
A medida que la estrategia cognitiva de Kaspárov mejoraba, ya no debía recorrer de forma consciente los pasos de apertura de una partida: le bastaba con percibir el tablero de manera rápida, eficiente y con menos interferencia de la conciencia. Y así apenas tenía un consumo energético de una bombilla de quince vatios, tal y como explica Dick Swaab en su libro Somos nuestro cerebro:
Esto significa que el gasto total de energía del cerebro de una persona a lo largo de una vida de unos ochenta años no supondría más que 1.200 euros, según los precios vigentes, como ha calculado Michel Hofman. Por ese precio es imposible conseguir un ordenador con una vida útil tan larga. ¡Por 12 euros se puede suministrar energía a mil millones de neuronas a lo largo de toda la vida! Una fantástica y eficiente máquina dotada de conexiones paralelas y, además, mejor preparada para el procesamiento de imágenes y asociaciones que cualquier ordenador.
Imagen | malias
Tomado de:

25 de enero de 2015

Radiografía del cerebro de un terrorista

El atentado de París contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdo volvió a recordarnos, una vez más, y de manera brutal, que el terror y la violencia no piden permiso para desatar el pánico. Europa vivió hace unas semanas una auténtica psicosis a raíz de una ola de ataques con los que los cuerpos de seguridad estuvieron en estado de máxima alerta. En un momento en el que decenas de jóvenes occidentales viajan a países como Irak o Siria para unirse a la yihad, los Estados no dejan de trabajar para hacer más seguras sus fronteras.
Las disciplinas que pueden ayudar a luchar contra el terror son muchas: desde las agencias de inteligencia o la política, hasta la informática o la psicología. La prestigiosa revista científica Nature se fija en estas últimas en una serie de artículos que acaba de publicar y que intentan dar respuesta a cuestiones tan cruciales como si es posible predecir el terrorismo, o qué puede llevar a una persona a dejar de lado su vida normal y pasar a ser un asesino.
Aquí destaca especialmente el trabajo del antropólogo Scott Atran, profesor e investigador en la Universidad de Michigan. Este periódico ha contactado con él para que, en la medida de lo posible, intente definir el perfil de estas personas.
"La mayoría son jóvenes que están en una etapa de transición en sus vidas -estudiantes o inmigrantes en una época de cambio entre trabajos o pareja -que han dejado a su familia y buscan otra que dé sentido a su vida", cuenta Atran en conversación con EL MUNDO. Preguntado por cómo es el terrorista típico, si es que tal cosa existiera, cuenta que "tres de cada cuatro personas que se unen a la yihad lo hacen a través de amigos. El 15% a través de familiares", y enfatiza: "Muy pocos son captados en las mezquitas".
Sin embargo, es obvio que ser un adolescente perdido no te convierte en terrorista. "Las personas marginadas son especialmente susceptibles a los cantos de sirena de la yihad, pero también lo son los jóvenes de clase media que quieren dejar su huella en el mundo", cuenta Atran. En Europa, explica, "las redes criminales cuentan con un gran porcentaje de musulmanes marginados que acaban convirtiéndose en delincuentes de poca monta por las pocas oportunidades que le ofrece la sociedad".
"El problema es que ahora la yihad está ofreciendo a estos jóvenes gloria, aventura e importancia, y son precisamente ellos quienes menos tienen que perder, y quienes son más propensos a arriesgar su vida", explica a este periódico este especialista en terrorismo y política internacional.
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