Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta evolucion. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta evolucion. Mostrar todas las entradas

10 de abril de 2018

Radiografía de los primeros 'sapiens' que salieron de África


Hallazgo en Israel, cerca de la ciudad de Haifa, de una mandíbula humana. El inidviduo tenía entre 20 y 30 años.
 
Hace seis años, cuando estaba embarazada de su segundo hijo, la paleontóloga española María Martinón Torres fue a Israel. Viajó con José María Bermúdez de Castro, uno de los tres directores de Atapuerca, para estudiar unos dientes hallados en Qesem, un yacimiento donde se especulaba que habían encontrado fósiles de Homo sapiens. Allí conocieron en persona a Israel Hershkovitz, que en un momento de su viaje, les enseñó el fragmento de una mandíbula que había encontrado en la cueva Misliya para pedirles su opinión. Martinón no tuvo dudas de que aquel maxilar pertenecía a un individuo de nuestra especie: "Era un sapiens de libro", recuerda por teléfono la científica, actual directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). "Nunca tuvimos dudas", corrobora Bermúdez de Castro.

La mandíbula en cuestión ha resultado ser una pieza clave de nuestro puzle evolutivo. Y es que, tras un largo y minucioso análisis y tres dataciones distintas -una de ellas realizada en Burgos por Mathieu Duval-, el equipo liderado por Hershkovitz, en el que hay una importante presencia española, ha anunciado esta semana que no sólo pertenece, efectivamente, a un Homo sapiens, sino que éste vivió hace entre 177.000 y 194.000 años, lo que significa que nuestra especie salió de África mucho antes de lo que se pensaba: al menos 50.000 años antes de lo que indicaban los huesos hallados hasta ahora.

Pero llegar a esta conclusión no ha sido un proceso rápido ni fácil, pues el fósil descrito en la revista Science fue descubierto en 2002. Según explica a EL MUNDO Israel Hershkovitz, cuando lo encontraron no sospecharon la relevancia que tendría: "Estuve allí en el momento del descubrimiento. Tardamos un año en limpiarlo y otros 10 en hacer las dataciones y terminar el análisis de la mandíbula y los dientes", detalla a través de un correo electrónico.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

27 de noviembre de 2017

Galápagos: observan por primera vez directamente cómo una especie se transforma en otra nueva

Investigadores descubrieron una población de pinzones de las Galápagos, en Ecuador, en el proceso de convertirse en una nueva especie. 

Este es el primer ejemplo de especiación que pudo observarse directamente en el terreno. 


Los científicos detectaron el progreso de la especiación al observar a toda la población de pinzones que habita una pequeña isla de las Galápagos llamada Daphne Mayor durante varios años.

La investigación fue publicada en la revista Science. 

El grupo de las especies de los pinzones a la que pertenece la población de la nueva especie llamada "Big Bird (o Gran Pájaro)" se conoce colectivamente con el nombre de pinzones de Darwin, ya que estas fueron las aves que ayudaron al naturalista británico a descubrir el proceso de la evolución por selección natural. 

Visitante inesperado

En 1981, investigadores notaron la llegada a la isla de un macho de una especie de ave no nativa: el pinzón de cactus grande (G. conirostris).

Rosemary y Peter Grant vieron que este macho se apareó con una hembra de una especie local (pinzón terrestre mediano o G. fortis), dando como resultado polluelos fértiles.

Casi 40 años después, la descendencia de esta pareja —cerca de 30 individuos— continúa bajo observación.

"Es un caso extremo de algo que estamos empezando a notar en general a lo largo de los años. La evolución, en general, puede ocurrir muy rápidamente", le explicó a la BBC Roger Butlin, experto en especiación que no participó en el estudio.

¿Cómo definir una especie?

Esta nueva población de pinzones es lo suficientemente diferente en su forma y en sus hábitos a las aves nativas como para ser considerada una nueva especie, y los individuos de diferentes poblaciones no se cruzan.

En el pasado, se pensaba que dos especies diferentes no podían producir descendencia fértil para ser reconocidas cada una como una especie diferente. 

Pero en años recientes, se ha establecido que muchas aves y otros animales que consideramos como especies únicas pueden de hecho cruzarse con otras y producir descendencia fértil. 

"Ya no debatimos sobre qué es lo que define a una especie porque es una discusión fútil", dice Butlin.

Lo que es más interesante, añade, es entender el rol que puede tener la hibridación en el proceso de creación de una nueva especie. Por eso esta observación de los pinzones de Galápagos es tan importante. 

El artículo completo en:

BBC Ciencia

10 de julio de 2017

¿En qué consistió el 'juicio del mono'?

Hace 75 años un maestro fue juzgado por enseñar la teoría de la evolución de Darwin. Esto iba en contra de una ley que establecía que el hombre fue creado por Dios, como dice la Biblia. Fue en los Estados Unidos y despertó la atención del mundo.

El Juicio del Mono: con este nombre se conoce el más sonado caso legal en la Historia de la batalla ideológica entre creacionismo y evolucionismo a cuenta de El origen de las especies, de Charles Darwin. También llamado Juicio de Scopes, tuvo lugar en Tennessee (Estados Unidos) en mayo de 1925. En él, el profesor de escuela secundaria John T. Scopes fue acusado de haber enseñado la teoría de la evolución darwinista en sus clases, lo cual era ilegal entonces en aquel Estado sureño en virtud de una disposición educativa denominada Butler Act.

Esta norma prohibía expresamente en Tennessee "la enseñanza de cualquier teoría que niegue la historia de la Divina Creación del hombre tal como se encuentra explicada en la Biblia, y reemplazarla por la enseñanza de que el hombre desciende de un orden de animales inferiores". En realidad, Darwin sostiene la ascendencia común del ser humano y de los restantes primates, no que descendamos del mono, pero la creencia popular en la época, convenientemente manipulada por la Iglesia y los sectores más conservadores, era que el evolucionismo afirmaba lo segundo.

El proceso atrajo una enorme atención de la prensa –que fue la que lo bautizó enseguida como "juicio del mono"– y de la opinión pública estadounidense, máxime cuando aceptó defender al acusado el famoso abogado Clarence Darrow. Pese al brillante alegato final de éste, Scopes fue condenado por el Tribunal, si bien sólo a una multa simbólica y no a pena de prisión como pedía el fiscal. El juicio inspiró una célebre obra de teatro, La herencia del viento, que fue llevada al cine en 1960 con Spencer Tracy, Fredric March y Gene Kelly en el reparto.


El diario El Clarín (de Argentina) escribibió, la respectol asiguiente crónica:

John Thomas Scopes, de 24 años, enseñaba biología en el secundario de Dayton, un pueblito de Tennessee. A principios de julio de 1925, mientras daba clase, dos policías entraron al aula y se pusieron contra la pared del fondo. Scopes, perturbado, despidió a sus alumnos y los policías lo invitaron a ir hasta la droguería del pueblo.

Allí estaba el metodista George Rappalyea, entre otros líderes locales.

—Estuvimos discutiendo y yo dije que nadie podía enseñar biología sin enseñar la evolución —comenzó Rappalyea.

—Así es —asintió Scopes.

Rappalyea sacó un libro de los estantes de la droguería, que también funcionaba como almacén de ramos generales. Era el tomo Biología Cívica, de Hunter.

—¿Les estuvo enseñando este libro? Scopes volvió a asentir.

—Entonces cometió un delito —le dijeron. Scopes se quedó atónito cuando los policías lo llevaron hasta la prisión local.

A principios de 1925, los parlamentarios de Tennessee sancionaron una ley que prohibía la enseñanza de la evolución natural, teoría desarrollada por Charles Darwin en su libro El origen de las especies.

En otras palabras, era delito decir que el hombre (varón y mujer) evolucionó de especies inferiores y que el chimpancé era su pariente más cercano en la escala zoológica. Esto, se decía, podía llevar a "perversiones morales". La enseñanza oficial debía ser que el hombre fue creado por Dios, como dice la Biblia.

John Scopes no podía entender su situación. Estaba preso por enseñar ciencia, que era su trabajo. Tampoco entendía que, con su arresto, los líderes locales buscaran atraer la atención sobre Dayton y tentar a algún empresario a invertir en un pueblo que cada vez tenía menos habitantes.

La Asociación de Libertades Civiles Norteamericanas (ACLU) ofreció pagar los honorarios del defensor y eligió a H.G. Wells, el escritor de ciencia ficción autor de La máquina del tiempo y otros relatos fascinantes. Pero a Wells no le interesó.

En realidad, el defensor surgió después de que se conociera quién iba a ser el fiscal. Las autoridades del pueblo consiguieron que William Jennings Bryan, un fundamentalista religioso, tres veces candida to a la presidencia de los Estados Unidos, asumiera la acusación a pesar de que no ejercía el derecho desde hacía 30 años.

Cuando se supo de que actuaría Bryan, hubo un abogado que se propuso para la defensa. Era Clarence Darrow, de 70 años, el abogado más famoso del país.

William Jennings Bryan calificó al juicio de una "contienda entre la evolución y la cristiandad", y a Darrow, como "el mayor ateo" del país. Darrow se unió a la mesa de la defensa, según dijo, porque quería demostrar que Bryan era un intolerante.

El 10 de julio por la mañana, una joven de unos 20 años estaba parada en la puerta de la Corte con un bebé en su brazo derecho y un cartel en el izquierdo que decía: "Scopes, arderás en el infierno". Había más carteles, algunos con la figura de un mono y la cara de Darrow. Uno de ellos permaneció siempre en la puerta del tribunal: "Lea su Biblia todos los días".

Una señora vestida con una camisa de volados blancos, abotonada hasta el cuello, y una pollera larga y negra, cantaba una canción religiosa al frente de otras 50 mujeres. Hacía un calor insufrible y casi todos se apantallaban con diarios, cartón o abanicos. Había puestos de limonada y comida y un olor envolvente a cebollas fritas.

Vinieron periodistas hasta de Hong Kong. Fue la prensa la que bautizó el caso con el nombre que lo identificaría para siempre: "El juicio del mono".

Durante la mañana, unas 1.000 personas fueron entrando a la sala del tribunal para ver cómo enjuciaban a Scopes. Alrededor de 300 se quedaron de pie.

El juez John Raulston golpeó con su martillo para acallar los murmullos. El calor era tan insoportable adentro que se permitió a los hombres estar en camisa. Los procedimientos empezaron con una oración, bajo la firme protesta de Darrow.

La presentación de Bryan, de inflamada aunque aburrida oratoria, era rubricada a cada pausa por un sonoro "amén" del público. Darrow volvió a protestar y el juez debió pedir mesura.

El caso para la fiscalía era muy claro. Con el testimonio de los alumnos probó que Scopes enseñaba la teoría de Charles Darwin, y que esto constituía una violación a la ley de Tennessee. En este tramo, Darrow sólo le preguntó a un alumno si le parecía que su profesor enseñaba cosas perversas o malas. El chico dijo que no.

Los científicos que la defensa propuso como testigos dirían que la ley era injusta pues no se podía tomar a la Biblia, que es un texto religioso, como si fuese un libro de ciencias. Pero Darrow tuvo serios problemas cuando el juez rechazó esos testimonios por impertinentes.

Darrow decidió entonces dar batalla en el terreno de sus oponentes y llamó como testigo al mayor experto en la Biblia que se encontraba presente, es decir al propio fiscal. Bryan, confiado, aceptó.

—¿Todo en la Biblia debe ser interpretado literalmente? —empezó Darrow.

—Así es.

Darrow le mostró una piedra.

—¿Qué edad cree que tiene esta piedra? La ciencia dice que millones de años.

—Tiene menos de 6.000 porque el obispo de Usher fijó la fecha de la Creación: el 23 de octubre del 4004 a.C., a las 9.

—¿Hora del este o del oeste? —Darrow sonrió y al ver la perplejidad de Bryan siguió:

—Déjelo, déjelo... Pero sí dígame, ¿el primer día tuvo 24 horas?

—La Biblia dice que fue un día.

—¿Un día de 24 horas, de 30 horas, de un mes, de un año, de millones de años?

—No lo sé... Mi impresión es que fueron períodos.

—Bueno, si los llama períodos, ¿podría haber abarcado mucho tiempo?

—Tal vez... Podría haber continuado millones de años —Bryan bajó los ojos y sus seguidores quedaron con la boca abierta.

Darrow pidió un veredicto inmediato. El final fue transmitido por radio a todo el país. En 8 minutos, el jurado declaró a Scopes culpable, lo multó con 100 dólares y quedó libre. Era el martes 25 de julio de 1925, hace 75 años.

Darrow apeló, pues buscaba que un tribunal superior dijera que la ley antievolución era inconstitucional.

Cinco días después, el fiscal Bryan se recostó a dormir una siesta de domingo y murió. La diabetes lo había vencido.

El 14 de enero de 1927, la Corte del estado redujo la multa a un dólar y evitó pensar el asunto en profundidad. Dijo: "No es conveniente prolongar este caso tan extraño". La ley no se aplicó más.

Es válido especular que tanto a Scopes como a Darrow les habría encantado saber lo que reveló el 21 de julio de 2000 el científico Craig Venter, del proyecto Genoma humano. Dijo que la evolución ya es una certeza porque probaron que en el hombre hay vestigios de estructuras genéticas de especies anteriores.

Darrow murió en 1938, a los 83 años. Scopes enseñó ciencia toda su vida. Murió en 1970 y fue enterrado en Louisiana según el rito católico por voluntad de su esposa y de sus dos hijos.


Fuente:

Clarín

Muy Interesante

4 de marzo de 2017

El legado de los neandertales: adicciones, depresión y problemas circulatorios

Un estudio con 28.000 personas muestra las penalidades que nos llegan de la promiscuidad de nuestros ancestros.


Hace solo diez años, la posibilidad de que los humanos modernos se hubieran apareado con los neandertales se consideraba una herejía. Hoy es ortodoxia, y lo que se discute no es si hubo cruzamientos –los hubo— sino si fueron solo un desliz de una noche o tuvieron alguna consecuencia importante. Y cada vez está más claro que no solo la tuvieron, sino que la siguen teniendo: enfermedades de la piel como la queratosis actínica, dolencias del tracto urinario, problemas digestivos, trombos arteriales, depresiones y adicciones tienen que ver de u modo u otro con el legado neandertal en nuestro genoma. ¿Qué sentido tiene todo eso?

El genetista evolutivo John Capra y sus colegas de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennessee, y otra decena de centros estadounidenses presentan ahora el primer estudio directo de asociación entre el contenido genético neandertal de las personas actuales y sus historias clínicas. La investigación demuestra que ese ADN arcaico tiene un impacto “sutil pero significativo” sobre la salud de la gente de ascendencia europea, vivan donde vivan ahora. Publican los resultados en Science.

“Nuestro principal hallazgo”, explica Capra, “es que el ADN neandertal influye, en efecto, en los rasgos clínicos de los humanos actuales; hemos descubierto asociaciones entre el ADN neandertal y una amplia gama de problemas de salud, entre ellos los de tipo inmunológico, dermatológico, neurológico, psiquiátrico y reproductivo”. La aportación neandertal a nuestro genoma es menor del 4%, pero no cabe duda de que nos ha dejado un legado notable.

El artículo completo en:

El País (Ciencia)

12 de febrero de 2017

El higo: El árbol que más ha influido en la historia de la humanidad

Los árboles de higo está presentes más que ninguna otra especie vegetal en la historia de la humanidad. 
 




Hace más de 2.000 años le cortaron una rama a un árbol importante.


La orden la dio Ashoka El Grande, emperador de India, y se dice que fue bajo este mismo árbol que Buda alcanzó la iluminación.

Ashoka le otorgó estatus de realeza a la rama, y la plantó en un vaso de oro sólido. 

Esta historia, basada en el poema épico el Maja-vansha ("El gran linaje"), gira en torno a una especie de higuera que los científicos llaman Ficus religiosa.

Sin embargo, esta no es la única especie de ficus. Hay más de 750 tipos, y ninguna planta ha influido tanto en la imaginación en el transcurso de la historia.

Raíces aéreas

La mayoría de los ficus entierra sus raíces bajo la superficie, pero el higo estrangulador y sus similares presume de ellas mostrándolas al público.

Los higos estranguladores son plantas extraordinarias que crecen de semillas que sueltan las aves y otros animales en el tope de otros árboles.

Desde ahí lanzan sus raíces aéreas que van haciéndose más gruesas, hasta cubrir al árbol que les ha servido de anfitrión.

Algunas veces, se transforman en una suerte de mallas vivientes, con un tamaño colosal, que llegan a ahogar y matar al árbol que han invadido. 

Dos países tienen higos estranguladores como parte de sus escudos de arma.

Testigos de la historia

Sin embargo, los higos estranguladores ya habían conquistado la mente humana desde hacía mucho antes.

Budistas, hinduistas y jainistas han venerado esta especie por más de dos milenios.

El mismo árbol aparece en los himnos de batalla cantados por el pueblo védico hace 3.500 años. Y, 1.500 años antes, apareció en los mitos y el arte de la civilización del Valle del Indo.





Alimento indispensable


los higos sostienen más especies de vida silvestre que cualquier otro tipo de fruta.
Hay más de 1.200 especies que comen higos, incluyendo una décima parte de todas las aves del mundo, casi todos los murciélagos de frutas conocidos y decenas de especies de primates.

Por ello, los ecologistas opinan que si esta especie desaparece, todo lo demás colapsaría.
Los higos no solo alimentan a los animales. Para algunos, la presencia durante todo el año de higos maduros, habría ayudado a sostener a nuestros primeros antepasados.

Incluso, dicen que los higos de alta energía, estarían relacionados con el desarrollo de cerebros más grandes en nuestros predecesores.

El artículo compñleto en la BBC
 

20 de noviembre de 2016

¿Por qué tantos animales son oscuros por arriba y claros por debajo?


De venados a pingüinos, de gusanos a tiburones... muchos animales son oscuros por arriba y claros por debajo. ¿Lo has notado?

Esa coloración tienen un nombre. O más bien varios: Contracoloración, contrasombreado, contrasombra o ley de Thayer.

El último nombre nos remite al artista estadounidense Abbott Handerson Thayer, la primera persona que estudió y luego describió e ilustró este patrón de coloración en su libro "Concealing coloration in the Animal Kingdom" (Coloración de camuflaje en el Reino Animal), publicado en 1909.


No fue el primero en notar esa característica claroscura, ya el zoólogo inglés Edward Bagnall Poulton lo había hecho, pero Thayer formuló una hipótesis que se ha mantenido desde entonces. 

La contracoloración -plantea- es resultado de la evolución y le sirve al animal para camuflar su forma, para esconderse de los depredadores o, si son los depredadores, de sus presas. Thayer usó un dibujo sencillo para ilustrar el efecto.

El artículo completo en:

BBC

3 de septiembre de 2016

Las 'gafas de sol' que utilizan las serpientes para cazar

Los ojos de las serpientes diurnas filtran los rayos ultravioleta y les permiten agudizar la visión.





La visión de las serpientes ha evolucionado para adaptarse a las condiciones de luz en las que deben cazar a sus presas. Las serpientes que necesitan una buena vista por el día poseen lentes oculares que actúan como auténticas gafas de sol, al filtrar los rayos ultravioleta y agudizar su visión. En cambio, las nocturnas tienen lentes que permiten el paso de la luz ultravioleta y eso les ayuda a ver en la oscuridad. Son algunas de las conclusiones del trabajo que publica la revista Molecular Biology and Evolution y que forma parte de una colaboración internacional entre biólogos especialistas en serpientes y expertos en visión.


El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

30 de abril de 2016

Tully, un extraño pez prehistórico





Es probable que nunca haya visto una imagen de la extraña criatura, ya extinguida, sobre la que trata este artículo. Pero Tullimonstrum gregarium, conocido popularmente como monstruo Tully, es toda una celebridad en Illinois (EEUU). En 1989 fue declarado fósil oficial de este estado donde se han encontrado todos los especímenes hallados hasta ahora. Hasta tal punto es famoso allí el monstruo Tully que sus dibujos decoran las caravanas y los camiones de la firma U-Haul.


Aunque fue descubierto por primera vez en 1958 y descrito científicamente en 1966, los paleontólogos todavía no sabían qué tipo de animal fue esta criatura de cuerpo blando y menos de 20 centímetros de longitud, que vivió hace unos 300 millones de años, durante el periodo Carbonífero, en aguas costeras poco profundas.

Habían reconstruido con mucha precisión qué aspecto tenía, pero no sabían qué era. Basándose en algunas de sus características, pensaban que podía tratarse de una especie invertebrada, pero un nuevo y detallado estudio publicado esta semana en la revista Nature contradice esa teoría y resuelve el misterio del monstruo Tully, denominado así por su extraño aspecto y en homenaje a su descubridor, Francis Tully, un coleccionista de fósiles.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0