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25 de marzo de 2011

Descubren en la Antártida un microorganismo resistente a la radiación

El Instituto Antártico Chileno presentó hoy los resultados de su más reciente expedición científica entre los que se destaca un hallazgo relacionado con la paleontología y el cambio climático.

Además de antioxidantes y organismos resistentes a la radiación, se ubicaron bacilos que viven en ambientes extremos, microorganismos que viven sin luz, bacterias que podrían mejorar la producción de antibióticos y fósiles que iluminan el pasado verde del continente blanco. Todos estos fueron algunos de los temas expuestos por los participantes de la expedición, la "más grande" organizada hasta ahora por Chile.

La investigadora de la Universidad de Georgia, Jenny Blamey, reveló el que, a su criterio, fue el hallazgo más revelador: el "Deinococcus", un microorganismo capaz de resistir la radiación que se emite durante los desastres nucleares, la más dañina para los organismos vivos. "Es un descubrimiento muy importante porque este microorganismo es capaz de resistir 5.000 veces más radiación que cualquier otro y además no le ocurren mutaciones", informó.

Asimismo, el paleontólogo de la Universidad de Concepción, Marcelo Leppe, trazó las conexiones que existen entre los territorios patagónicos y la Antártida, espacios que esconden un "tesoro paleontológico" y que explican la historia general de la época en la que desaparecieron los dinosaurios, el Cretácico. Agregó que, a su entender, la Patagonia chilena podría configurar un "parque del Cretácico", un territorio "gigante y único" para la creación de un turismo sustentable. "Lo que no se conoce, se destruye. La mejor forma de proteger estos territorios es darlos a conocer", apuntó.

"Hay 28 países que realizan investigaciones en la Antártida. De esos 28 programas, 15 ingresan por Punta Arenas, es decir, más del 50%. Eso nos posibilita contar con el apoyo extranjero y también apoyar a programas Antárticos extranjeros", sostuvo el director del Inach, José Retamales. Añadió que "no hay una Antártida, sino varias", ya que el "último" continente posee temperaturas que oscilan entre los 5 grados positivos y los 90 negativos. "La Antártida es como otro planeta. Tenerla tan cerca es un desafío apasionante para los chilenos", sostuvo.

El último continente posee una variedad ambiental que ha permitido la adquisición de "valiosos" datos sobre más de 200 microorganismos "únicos", "que nunca han sido estudiados", precisó Jenny Blamey. Los exámenes arrojaron hallazgos relacionados con biocompuestos con propiedades antioxidantes, "muy importantes para las mujeres", bromeó, por su capacidad para generar efectos rejuvenecedores y por sus propiedades de protección contra los rayos ultravioleta del sol.

El estudio, que duró más de cuatro meses y en 2010 completó 34 proyectos, contó con la participación de 124 investigadores, con un 56% de estudios realizados en alianza con otros países, según detallaron los científicos durante una rueda de prensa.

Fuente:

Tandi Diario

11 de noviembre de 2010

Descubren una molécula que se activa mediante la luz y vence a una bacteria resistente a los antibióticos

Un equipo de investigadores de IQS de la Universitat Ramón Llull en Barcelona, y de la Universidad de Harvard en EEUU, desarrollan conjuntamente un fármaco activable por luz capaz de eliminar y controlar infecciones causadas por bacterias.

Según informan desde el organización catalana, los investigadores han demostrado la eficacia de la terapia fotodinámica para tratar quemaduras infectadas con la bacteria 'Acinetobacter baumanni' que, dada su capacidad para volverse resistente a los antibióticos, constituye una de las principales causas de muerte en pacientes con quemaduras graves.

Los resultados de la investigación, publicados en la revista 'Lasers in Surgery and Medicine', han validado la efectividad de la terapia fotodinámica como alternativa a los antibióticos.

El proyecto, que tuvo su origen en el Grup d'Enginyeria Molecular de IQS y en la línea antimicrobiana de terapia fotodinámica que iniciaron hace cuatro años, ha sido financiado por la National Institutes of Health de los EEUU, el Fondo Social Europeo, el Ministerio Español de Ciencia y Tecnología y la Generalitat de Catalunya.

"El resultado más valioso de nuestro estudio es la demostración de que puede utilizarse para controlar eficazmente la población de microorganismos patógenos en modelos animales", explica el doctor Santi Nonell, responsable del proyecto en IQS, para quien estos resultados abren la puerta al desarrollo de la terapia fotodinámica para aplicaciones antibacterianas.

Por el momento, los ensayos se han realizado con éxito en ratones con quemaduras de tercer grado infectadas con una variedad multiresistente de 'Acinetobacter baumannii'. Así, se ha comprobado que, además de limpiar la infección, esta se mantiene controlada y no vuelve a aparecer después del tratamiento.

El siguiente paso será "el desarrollo de fármacos con mejores perfiles de efectividad y selectividad que los derivados del azul de metileno", afirma Nonell.

El procedimiento consiste en aplicar un fármaco fotosensibilizante sobre la herida. Una vez esta molécula se ha anclado en la pared celular de la Acinetobacter, se ilumina con luz roja, generándose oxígeno activo que destruye a la bacteria. El mecanismo de acción de la terapia fotodinámica es tan inespecífico que se la considera muy poco susceptible de generar resistencias.

Fuente:

Europa Press

8 de noviembre de 2010

Antibióticos y resistencia a los antibióticos

El abuso y mal uso de los antibióticos durante los últimos cien años ha conducido a la evolución de enfermedades resistentes a los mismos.

Actualmente, se considera ya un grave problema de salud pública.

Esta semana se celebraron en Barcelona las V Jornadas de la Red Española de Investigación en Patologías Infecciosas (REIPI), que reúne a algún centenar de médicos especialistas en cosas que se pegan bajo el amparo del Instituto de Salud Carlos III (el Instituto Carlos III alberga también al Centro Nacional de Epidemiología, lo que vendría siendo nuestro CDC castizo, o al menos parte de él). Al finalizar el encuentro, los señores doctores y señoras doctoras allí reunidos han emitido un comunicado de prensa donde inciden en un asunto que ya viene circulando tiempo ha:

La situación es que España es uno de los países con tasa de resistencia a antibióticos más alta de Europa, en concreto en E. coli. El problema radica fundamentalmente en que, en los últimos años, han empezado a aparecer unas cepas de este agente, que tienen un mecanismo de multirresistencia muy importante. Tanto es así, que las infecciones provocadas por E. coli han pasado a constituir un importante problema, tanto en el ambiente hospitalario como en la comunidad, ya que han desarrollado mecanismos de resistencia a muchos antibióticos a la vez, y son pocas las alternativas terapéuticas de las que disponemos para su tratamiento.

El E. coli, como nos recuerda el Dr. Álvaro Pascual del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla, es “un microorganismo que produce una gran cantidad de infecciones, y que reside en nuestra propia flora intestinal, por lo que produce infecciones endógenas. Es causante de infecciones urinarias, de sangre, invasivas, neumonías y abdominales, entre otras”.

No es el único microorganismo con resistencia a los antibióticos que preocupa a las autoridades sanitarias internacionales. Entre estos se encuentran diversos tipos de estreptococos y enterococos, la muy común pseudomonas aeruginosa, el clostridium difficile o la acitenobacter baumanii. Recientemente, uno de estos bacilos provocó cierta preocupación entre las familias de España: el neumococo resistente, que causa neumonía pero también otro gran número de infecciones como otitis, sinusitis, artritis séptica, osteomielitis e incluso meningitis y distintas afecciones cardíacas.

La razón fundamental de que hayan surgido estos superbacilos multirresistentes durante las últimas décadas no radica en oscuros experimentos, como creen los más conspis. Ni mucho menos en la inmigración, que ha venido a ocupar el lugar de las brujas o los judíos en la misma clase de mentes que antes echaban la culpa de todo a las brujas o los judíos (en su día, a los inmigrantes les echaron también la culpa de la polio). La razón es más sencilla, y a la vez más incómoda y de solución más difícil: nos hemos pasado setenta pueblos con los antibióticos. Durante décadas, en los países desarrollados y también en los que no lo están tanto le hemos estado echando antibióticos a todo lo que se movía bajo un microscopio. El comunicado de la REIPI indica:

  • El tratamiento de los pacientes afectados por infecciones bacterianas se complica por la aparición de clones multirresistentes, que se diseminan rápidamente y pueden ocasionar verdaderas epidemias.
  • Las resistencias bacterianas a los antibióticos han pasado a constituir un importante problema para los sistemas de salud de nuestro país. El uso adecuado de los antibióticos disponibles ya no es una recomendación, sino una urgencia.
Colonia de E. coli

Colonia de E. coli, un bacilo habitualmente presente en el intestino de los animales, incluyendo a los humanos. Algunas cepas pueden ocasionar enfermedades graves. La resistencia del E. coli a los antibióticos se ha multiplicado preocupantemente en los últimos años.

La preocupación es generalizada en el mundo entero. Los mencionados CDC estadounidenses ya advierten, en unas respuestas divulgativas para el público en general:

La resistencia a los antibióticos se ha denominado como uno de los problemas de salud pública más acuciantes del mundo. Casi todos los tipos de bacterias se han vuelto más fuertes y menos sensibles al tratamiento con antibióticos cuando éste resulta realmente necesario. Estas bacterias resistentes a los antibióticos pueden diseminarse rápidamente a otros miembros de la familia y los compañeros de clase y trabajo, amenazando a la comunidad con nuevas cepas de enfermedades infecciosas más difíciles de curar y más caras de tratar. Por esta razón, la resistencia a los antibióticos se encuentra entre las preocupaciones principales de los CDC.

La resistencia a los antibióticos puede ocasionar un peligro significativo y sufrimientos para niños y adultos con infecciones comunes, que antes se trataban fácilmente usando antibióticos. Los microbios pueden desarrollar resistencia a medicinas específicas. Un error común es que el cuerpo de las personas se vuelve resistente a estos fármacos. Pero son los microbios, no la gente, quienes se vuelven resistentes a estos fármacos.

Si un microbio es resistente a muchos fármacos, el tratamiento de las infecciones que provoca puede ser difícil e incluso imposible. Una persona con una infección que es resistente a un cierto medicamento puede pasar esa infección resistente a otra persona. De esta manera, una enfermedad difícil de tratar puede contagiarse de persona a persona. En algunos casos, estas enfermedades pueden causar discapacidades importantes e incluso la muerte.

El uso de antibióticos promueve el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos. Cada vez que una persona toma antibióticos, las bacterias más sensibles mueren, pero los gérmenes más resistentes pueden sobrevivir para crecer y reproducirse. Los usos repetidos e inadecuados de antibióticos son causas primarias del incremento de las bacterias resistentes a los medicamentos.

¿Cuál es, entonces, el problema con los antibióticos? Bueno, con los antibióticos, ninguno en particular; ellos hacen lo que tienen que hacer, matar microbios, cada día de manera más selectiva. El problema radica en el abuso y mal uso que hemos hecho de ellos, olvidando en el proceso un pequeño detalle: el mecanismo transformador más poderoso de este universo, la evolución. Eso que los creacionistas quisieran ocultar u oscurecer, a pelo o bajo tapaderas como el llamado diseño inteligente. Para su desgracia y fortuna de todos –hasta la de ellos–, la evolución ocurre constantemente, persistentemente, en cada rincón de la realidad; y seguirá haciéndolo hasta que el cosmos entero se apague por lo menos, porque está indisolublemente vinculada a la entropía y la fluctuación.

Lea el artículo completo en:

La Pizarra de Yuri

23 de septiembre de 2010

¿Por qué la miel mata a las bacterias?

Desde hace mucho se sabe que la miel no gusta a las bacterias. Baste comprobar que ésta parece una materia incorruptible, se puede conservar comestible durante décadas y décadas. La medicina popular también ha empleado desde tiempos inmemoriales la miel como desinfectante, en pequeñas heridas, o como tratamiento contra el acné, al matar bacterias residentes de la piel que infectan los poros de ésta produciendo la inflamación típica de una espinilla. Se daba por supuesto que la elevada concentración de azúcares de la miel era la responsable de la muerte de las bacterias. Supuestamente esta concentración supone una concentración osmótica tan elevada que producía la ruptura de la pared bacteria. Pero parece ser que hay algo más.

Una reciente publicación en la revista FASEB Journal muestra que la miel posee ingredientes bactericidas. El equipo de A. J. Zaat describe en un artículo que la miel acumula cerca de 6 mM de agua oxigenada y 0.25 mM de metilglioxal, sustancias que poseen toxicidad sobre las bacterias. Además se ha identificado en la miel un nuevo péptido, llamado defensina-1, con propiedades antimicrobianas.

En este estudio se ha analizado el efecto bactericida de la miel frente a bacterias que causan problemas en hospitales y en la comunidad por su resistencia a antibióticos, como por ejemplo Staphylococcus aureus resistente a meticilina, Escherichia coli resistente a beta-lactámicos, Pseudomonas aeruginosa resistente a ciprofloxacina o Enterococcus faecium resistente a vancomicina. Se ha visto que la máxima eficacia se alcanza con soluciones del 40% (volumen/volumen) de miel, aunque en algunos casos entre un 10-20% era suficiente para alcanzar los efectos deseados.

Una noticia que alegrará a nuestros apicultores alcarreños.

Fuente: Kwakman y col. (2010) How honey kills bacteria. FASEB J. 24:2576-2582.

Tomado de:

La Ciencia y sus Demonios

9 de agosto de 2010

Superantibiótico para superbacterias

Un nuevo compuesto abre la vía a tratamientos para burlar las resistencias


Los científicos han dado un paso más en la lucha contra las superbacterias, aquellas resistentes a gran parte de los antibióticos actuales y que causan unas 400.000 infecciones anuales, matan alrededor de 25.000 personas y consumen 2,5 millones de días de hospitalización anuales en Europa, mientras que en Estados Unidos se cobran la vida de aproximadamente 19.000 personas cada año.


Investigadores del laboratorio GlaxoSmithKline (GSK) y del Wellcome Trust, han conseguido un nuevo tipo de antibiótico experimental que puede acabar con aquellas bacterias resistentes a los tratamientos existentes, según detallan en la revista «Nature». A partir de una técnica de imagen llamada rayos X cristalográficos, el equipo de investigadores obtuvo una instantánea del nuevo compuesto aferrado a la enzima topoisomerasa. Esta enzima forma parte de la maquinaria interna de la bacteria y ayuda a ésta a producir proteínas y a replicarse. Por tanto, bloqueando esta enzima se impide que la bacteria se reproduzca, pero las bacterias cada vez desarrollan una mayor resistencia a los antibióticos de mayor espectro, conocidos como quinolonas.
Gracias a los rayos X el equipo ha demostrado que su tratamiento experimental se acopla a la enzima en un lugar diferente a las quinolonas, capacitándole para bloquear esas bacterias resistentes a los antiguos tratamientos.
Diseño de nuevos fármacos


Para uno de los científicos participantes en la investigación, Michael Gwynn, del grupo de enfermedades infecciosas de GSK, «estas imágenes y los datos que muestran la eficacia de este compuesto frente a una serie de bacterias validan nuestro enfoque». Por su parte, Ted Bianco, de Wellcome Trust, afirma que «entender cómo actúan estos compuestos abre la puerta al diseño de nuevos antibióticos».


El estudio también revela la eficacia del nuevo compuesto, llamado GSK 299423, sobre las cepas resistentes a antibióticos de bacterias como el Staphylococcus aureus (SARM), una de las más temidas y protagonista de numerosas infecciones intrahospitalarias, y contra las bacterias gram negativas (aquellas con una membrana exterior que rodea la pared celular y que impide la penetración de los antibióticos) como E. colli, Pseudomonas, Klebsiella y Acitenobacter. El nuevo compuesto no sólo es tóxico para el patógeno, sino que primero es capaz de superar las barreras para entrar en la célula.


Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte para el conjunto de la población española. Un buen número de factores ambientales influyen en este proceso, entre ellos son de destacar los hábitos dietéticos, la actividad física y el consumo de alcohol o de tabaco. Sin embargo, todos ellos combinados definen hasta el 50% de los niveles de lípidos circulantes, quedando el 50% restante en manos de factores genéticos.


Hasta este momento, no podíamos explicar más allá del 5-10% del efecto genético sobre el colesterol. La publicación que aparece hoy en «Nature» precisamente reúne todos los elementos mencionados de nuevas tecnologías, experiencia investigadora y grandes poblaciones alrededor del mundo unidos para reconstruir el rompecabezas (puzle) de la genética de los lípidos.


El trabajo ingente de cientos de investigadores que hemos escudriñado el genoma (más de 2,6 millones de variantes genéticas por individuo) de más de 100.000 individuos en lo que es el estudio más completo que se ha realizado hasta el momento, ha dado como resultado la identificación de unos 100 genes responsables del componente genético de los niveles de lípidos en sangre.


Los beneficios de este conocimiento son múltiples. Desde el punto de vista de medicina translacional, permitirá el descubrir nuevos blancos terapéuticos. Desde el punto de vista de la medicina preventiva, nos dará las herramientas para una identificación temprana de los individuos en riesgo. También nos abre las puertas a la medicina personalizada bien sea a base de la farmacogenómica como de la nutrigenómica, que tendrá como resultado tratamientos preventivos o terapéuticos mucho más eficaces.

Fuente:


19 de junio de 2010

Descifran por primera vez el proteoma completo del hongo de la penicilina

Sábado, 19 de junio de 2010

Descifran por primera vez el proteoma completo del hongo de la penicilina

Un grupo de científicos ha logrado descifrar por primera vez en la historia el proteoma completo del hongo productor de la penicilina, el "Pencillium chrysogenum", lo que posibilitará desarrollar cepas más resistentes contra las bacterias y reducir los compuestos contaminantes no deseables de las mismas.

Se trata de una investigación, financiada con fondos europeos, que se ha desarrollado en el marco del Instituto de Biotecnología de León (INBIOTEC), según ha explicado hoy en rueda de prensa el director del centro, Juan Francisco Martín.

Ya hace un año y medio, también científicos de INBIOTEC, en colaboración con investigadores de EE.UU y Europa, lograron secuenciar el genoma de este hongo productor de la Penicilina.

Ahora han dado un paso más allá, y por primera vez han logrado identificar las 980 proteínas que integran el proteoma del hongo.

Esta investigación es sumamente interesante en el campo de los antibióticos, ya que permitirá obtener derivados más efectivos y más resistentes contra las bacterias.

La Penicilina se descubrió a principios del siglo XX y, desde entonces, se lleva usando para combatir bacterias, que ofrecen en ocasiones resistencias.

Este avance no sólo servirá para obtener antibióticos más eficaces, sino para facilitar la investigación del proteoma de otras especies de Penicillium, también muy importantes y cuyas proteínas no han sido identificadas aún.

Tal es el caso del Penicillium Citrinum, un hongo que afecta a plantas y frutas; o el Marneffei, que produce infecciones en las vías respiratorias de los humanos, entre otras especies.

Para esta investigación, se separaron las proteínas de este hongo en lo que se denominan "geles" -una especie de cuadrados bidimensionales- en virtud de unas técnicas de vanguardia denominadas de electroforesis y de electroenfoque.

Al final, lo que se obtuvo fue un mapa en dos dimensiones de todas las proteínas del hongo.

Estas proteínas se llevaron a un espectrómetros de masas, que las fragmentó y las identificó informáticamente.

En la actualidad, toda esta información obtenida está en internet, según Martín.

Este mismo mes de junio una prestigiosa revista científica americana, "Molecular and Cellular Proteomics" se ha hecho eco del estudio.

Esta investigación forma parte de la tesis del estudiante de doctorado de la Universidad de Isfahan (Irán) Saeid Jami, dirigida por el director de INBIOTEC, Juan Francisco Martín, un investigador de prestigio internacional, miembro de la Academia Norteamericana de Microbiología.

La tesis ha estado co-dirigida por el doctor Carlos García Estrada.

Se trata de una línea de investigación más que se desarrolla en este centro tecnológico, en materia de análisis de genomas de microorganimos importantes desde el punto de vista industrial.

Esta investigación es fruto de dos proyectos financiados por la UE, el primero de ellos por el que se logró descifrar el genoma del hongo productor de la penicilina y, el segundo, el proteoma del mismo, todo ello con un presupuesto que ronda los 600.000 euros.

En INBIOTEC investigan una treintena de personas, que desarrollan en total una docena de proyectos.

Fuente:

ADN.es

12 de abril de 2010

¿Cómo acaba el sistema inumne con los patógenos oportunistas?

Lunes, 12 de diciembre de 2010

¿Cómo acaba el sistema inumne con los patógenos oportunistas?

Pero antes, sabe usted ¿qué son las Acinetobacter?

Acinetobacter es un género de bacterias Gram-negativas que pertenece al filo Proteobacteria. Las especies de Acinetobacter son bacilos estrictamente aerobios no fermentantes, no móviles, oxidasa-negativos que se presentan en pares al microscopio. Se distribuyen ampliamente en la naturaleza, son importantes en el suelo y contribuyen a su mineralización.

Acinetobacter es también una importante fuente de infección en los hospitales para los pacientes debilitados. Son capaces de sobrevivir en diversas superficies (tanto húmedas como secas) en el ámbito hospitalario. Ocasionalmente son aislados de los productos alimenticios y algunas cepas son capaces de sobrevivir sobre diversos equipos médicos e incluso sobre la piel humana sana.

Muchas aislaciones de A. baumannii son multiresistentes a antibióticos, contenidos en su pequeño genoma, aislando islas de ADN extraño (significa transmisión genética desde otros organismos) y de otros materiales citoplasmáticos y genéticos; todo motiva su mayor virulencia. Acinetobacter no tiene flagelos; su nombre es en griego para 'sin motilidad'

En pocas palabras, la clasificación taxonómica de Acinetobacter es desconcertante. Sin adentrarnos en este laberinto, el género se subdivide en dos grupos: especies oxidadoras de glucosa (entre las que A. baumannii es la especie más frecuente) y especies no oxidadoras de glucosa (entre las que destaca A. lwoffli).

Foto de la Noticia

Investigadores del Centro Internacional de Medicina Respiratoria Avanzada de las Islas Baleares y perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto una vía por la que el sistema inmune acaba con los patógenos oportunistas.

El trabajo, que se publica en la revista 'PLoS ONE', muestra que las células epiteliales de pulmón infectadas con la bacteria 'Acinetobacter baumannii' activan el sistema inmune para acabar con el patógeno. El estudio se ha realizado en cinco cepas de la bacteria, un patógeno oportunista resistente a muchos antibióticos.

Las infecciones que provoca la 'Acinetobacter baumannii' constituyen un grave peligro para los pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos, donde llega a producir un 100 por cien de mortalidad debido a su resistencia a múltiples antibióticos. En la actualidad se han aislado cepas de la bacteria que resisten a todos los antibióticos disponibles.

El trabajo, dirigido por José Antonio Bengoechea, permitirá estudiar cómo potenciar esta respuesta protectora de las células pulmonares para que sean las defensas humanas las que acaben con la infección.

En su investigación los españoles muestran cómo las células epiteliales de pulmón producen factores antimicrobianos y activan vías de señalización que participan en la producción de una molécula denominada quimioquina IL-8. Esta molécula es imprescindible para reclutar un tipo de leucocitos denominados fagocitos y enviarlos al lugar de la infección para acabar con ella.

Según explica Bengoechea, el trabajo muestra que este proceso inmunológico se debe en parte a que las células reconocen la estructura de la endotoxina de la bacteria. Los análisis del equipo de científicos muestran que esta endotoxina está asociada con el choque séptico que se produce en las infecciones por Acinetobacter. Junto a Bengoechea han colaborado Catalina March, Verónica Regueiro, Enrique Llobet, David Moranta, Pau Morey y Junkal Garmendia.

"La terapia que planteamos tiene como ventaja que es útil frente a todas las cepas de Acinetobacter, independientemente de su grado de resistencia a los antibióticos y, además, es muy difícil que la bacteria sea capaz de hallar mecanismos para evitarla", añade Bengoechea.

Los investigadores trabajan ahora en esta línea de investigación y entre sus objetivos se encuentra comprobar la utilidad de esta terapia frente a otros patógenos resistentes a antibióticos.

Fuente:

Europa Press

4 de enero de 2010

Aislan la proteína que produce la resistencia de las bacterias a los antibióticos


Lunes, 04 de enero de 2009

Aíslan la proteína que produce la resitencia de las bacterias a los antibióticos

Un trabajo de investigación de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad del País Vasco (UPV) ha logrado aislar la proteína "acopladora TrwB", el canal de intercambio de información usado por las bacterias, lo que permitirá desarrollar estrategias contra la resistencia de las bacterias a los antibióticos.


Según ha informado en una nota de prensa la UPV, la tesis que ha permitido aislar esta proteína ha sido realizada por Ana Julia Vecino en el departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la citada facultad y en la Unidad de Biofísica, del Centro Mixto CSIC-UPV.

En dicha tesis se ha podido estudiar las características de TrwB en un ambiente similar al natural y obtener información sobre la proteína muy aproximada al funcionamiento de la misma en la bacteria.

"El trabajo aporta información relevante que nos permite estar más cerca de conocer el mecanismo de la conjugación bacteriana y por consiguiente de poder desarrollar estrategias contra la diseminación de la resistencia a antibióticos entre bacterias", ha afirmado Itzi Alkorta, directora de la tesis junto al profesor Fernando de la Cruz.

La conjunción bacteriana es un proceso mediante el cual una bacteria es capaz de transmitir una molécula de DNA (pásmido conjugativo) a otra, mediante un proceso que requiere el contacto físico entre ambas. Este proceso, se explica desde la UPV, permite que las bacterias intercambien información genética útil para hacer frente a su entorno y adaptarse al medio.

Entre la información compartida por las bacterias se encuentra aquella que les permite desarrollar la resistencia a distintos antibióticos y por ello, la conjugación bacteriana es el principal responsable de la diseminación de la resistencia a antibióticos que presentas las bacterias y que en las últimas décadas se ha convertido en uno de los mayores problemas de salud pública.

Tomado de:

Yahoo Noticias

14 de septiembre de 2009

La clave de la resistencia a los antibióticos

Lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Qué es un antibiótico?


En biología, un antibiótico es una sustancia química producida por un ser vivo o derivada sintética de ella que a bajas concentraciones mata —por su acción bactericida— o impide el crecimiento —por su acción bacteriostática— de ciertas clases de microorganismos sensibles, y que por su efecto, se utiliza en medicina humana, animal u horticultura para tratar una infección provocada por dichos gérmenes.

Por lo general un antibiótico es un agente inofensivo para el huésped, aunque ocasionalmente puede producirse una reacción adversa al medicamento o puede afectar a la flora bacteriana normal del organismo.

Los primeros antibióticos

El primer antibiótico descubierto fue la penicilina, en 1897 por Ernest Duchesne, en Francia, cuando describió las propiedades antibióticas de la especie Penicillium, aunque su trabajo pasó sin mucha atención por la comunidad científica.

La investigación en el campo de la terapéutica antibiótica moderna comenzó en Alemania con el desarrollo del antibiótico de corto espectro Salvarsan por Paul Ehrlich en 1909. Ese descubrimiento permitió el tratamiento efectivo de la sífilis, un amplio problema de salud pública en esa época. Ese medicamento ya no se emplea en el presente.

Luego, Alexander Fleming (1881-1955) un médico británico, estaba cultivando una bacteria (Staphylococcus aureus) en un plato de agar, el cual fue contaminado accidentalmente por hongos. Luego él advirtió que el medio de cultivo alrededor del moho estaba libre de bacterias, sorprendido comenzó a investigar el porqué. Él había trabajado previamente en las propiedades antibacterianas de la lisozima, y por ello pudo hacer una interpretación correcta de lo que vio: que el hongo estaba secretando algo que inhibía el crecimiento de la bacteria. Aunque no pudo purificar el material obtenido (el anillo principal de la molécula no era estable frente a los métodos de purificación que utilizó), informó del descubrimiento en la literatura científica. Debido a que el hongo era del género Penicillium (Penicillium notatum), denominó al producto Penicilina.

¿Qué es la resistencia a los antibióticos?

Uno de los efectos colaterales del mal uso o abuso de los antibióticos es que las bacterias se vuelvan resistentes a sus efectos. En la síntesis evolutiva moderna que afecta la selección genética, se requiere que muy cerca de un 100% de los organismos infectantes sean erradicados para prevenir la aparición de una resistencia microbiana. Si una subpoblación de pequeño tamaño lograse sobrevivir al tratamiento y se les permite multiplicar, la susceptibilidad promedio de esta nueva población será menor que la original, puesto que descienden de organismos que ya sobrevivieron una vez al tratamiento original. Con frecuencia, esta sobrevivencia proviene de un compuesto de resistencia en la bacteria que sobrevivió y que será transmitida a su descendencia.

La noticia llega vía BBC de Londres:

SARM

El SARM es un ejemplo de resistencia a los antibióticos.

Científicos estadounidenses descubrieron un mecanismo de defensa en las bacterias que les permite rechazar la amenaza que para ellas presentan los antibióticos.

El hallazgo podría ayudar a los investigadores a aumentar la eficacia de tratamientos existentes.

Según el estudio, publicado en la revista Science, el óxido nítrico producido por la bacteria elimina algunos de los efectos claves de una amplia gama de antibióticos.

Un experto británico señaló que la inhibición de la síntesis del óxido nítrico podría ser un avance importante para hacer frente a infecciones.

La resistencia a los antibióticos por ejemplo, el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM, es un problema creciente y los expertos han advertido acerca de la necesidad de desarrollar nuevos tratamientos.

La última investigación realizada por un equipo de la Universidad de Nueva York demostró que en las bacterias la producción de óxido nítrico –una molécula compuesta de un átomo de nitrógeno y otro de oxígeno- incrementaron su resistencia a los antibióticos.

Los investigadores encontraron que las enzimas responsables de producir óxido nítrico fueron activadas específicamente en respuesta a la presencia de antibióticos.

También demostraron que el óxido nítrico alivia el daño causado por las drogas y ayuda a neutralizar muchos de los compuestos tóxicos del antibiótico.

Posteriormente, los expertos concluyeron que eliminar la producción de óxido nítrico en la bacteria permitió a los antibióticos trabajar con dosis más bajas y menos tóxicas.

Más efectivas

El jefe del estudio, el doctor Evgeny Nudler, indicó que el desarrollo de nuevas medicinas para combatir la resistencia a los antibióticos, como la observada con el SARM era un “gran obstáculo”.

“Encontramos un avance que nos permite no tener que inventar nuevos antibióticos”, añadió.

“En cambio, podemos potenciar la actividad de antibióticos bien establecidos haciéndolos más efectivos en dosis más bajas”, dijo.

El doctor Matthew Dryden, especialista en microbiología y enfermedades trasmisibles del Royal Hampshire County Hospital y el secretario general de la Sociedad Británica de Quimioterapia Antimicrobial, dijo que si la enzima que crea el óxido nítrico era inhibida podría suprimir la habilidad de la bacteria para contrarrestar los efectos de los antibióticos.

“Esto sería un avance terapéutico muy útil, especialmente debido a que se nos están acabando nuevas clases de antibióticos y hay menos desarrollo de antibióticos en general”, concluyó.

Fuente:

BBC - ciencia & Tecnología

9 de febrero de 2009

Los niños: grandes olvidados de las farmacéuticas

El 50% de los fármacos que se prescriben a los pacientes pediátricos no ha sido autorizado para ese fin.


Un paciente pediátrico con VIH/Sida y su madre, en el hospital de Homa Bay (Kenia). - B. Bannon/MÉDICOS SIN FRONTERAS

La falta de medicamentos diseñados específicamente para niños es una de las grandes asignaturas pendientes de los sistemas de salud de los países desarrollados. Este problema, que se debe sobre todo a la falta de rentabilidad que estos fármacos tienen para la industria farmacéutica, tiene consecuencias más graves en los países en desarrollo, donde la carencia de estos fármacos tiene un efecto directo en las alarmantes cifras de mortalidad y morbilidad que lastran el desarrollo de esos países. Sólo en Europa, el 50% de los medicamentos que se prescriben a los niños no ha sido autorizado ni estudiado para este uso.

Esta carencia está todavía muy lejos de resolverse de forma adecuada. Sin embargo, tal como señalan algunos de los expertos europeos reunidos la semana pasada en Madrid para estudiar acciones comunes frente al problema, existen factores en la actualidad que hacen pensar en que los esfuerzos pasados empiezan a dar su fruto.

En el ámbito europeo, la clave está en la aplicación del reglamento aprobado por la Unión Europea hace poco más de dos años, que obliga a los laboratorios que solicitan la aprobación de nuevos medicamentos presentar estudios sobre la conveniencia de garantizar su disponibilidad para niños. Además, cada país de la Unión Europea está inmerso en la creación de grupos de expertos en esta materia. “Todavía es pronto para conocer el impacto real que tendrá el reglamento, pero somos optimistas”, explica María Jesús Fernández Cortizo, miembro de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) del Ministerio de Sanidad e integrante del Comité Pediátrico de la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA). De momento, el porcentaje de ensayos en población pediátrica realizados en España ha experimentado un sensible incremento tras la entrada en vigor del reglamento, pasado de representar el 7,5% del total en 2007 a suponer el 10% un año después.

Además, la AEMPS creó hace un año un grupo de expertos, todavía incompleto, para fomentar estas investigaciones, que presentan muchas más dificultades que en caso de los ensayos clínicos con adultos. “Es un tipo de investigación muy cara, no sólo en dinero sino también en recursos humanos, y por el sacrificio que supone para el paciente, que no entiende por qué hay que pincharle dos veces al día o dejarle una vía puesta”, indica por su parte María José Mellado, coordinadora en España del Comité Europeo para el Desarrollo de Fármacos Pediátricos (TEDDY).

El problema económico

Todos los expertos coinciden en señalar que el principal problema desarrollar estas medicinas es de tipo económico, como reconoce la coordinadora general de TEDDY, la experta italiana Adriana Ceci. “La industria no tiene interés en gastar dinero en desarrollar fármacos para niños, pero en los últimos años las cosas están cambiando gracias a la regulación”. En cuanto a las resistencias éticas a incluir niños en ensayos clínicos, Ceci tiene claro que “es mucho menos ético tratar a los niños con fármacos para adultos, porque su organismo reacciona de forma totalmente diferente”.

Desde el sector farmacéutico, el director del Departamento Técnico de la patronal española Farmaindustria, Emili Esteve, entiende que la industria “está haciendo grandes esfuerzos” para contemplar la pediatría en el desarrollo de nuevos productos, aún reconociendo que “las dificultades de la investigación son en este caso desproporcionadas al retorno económico que se puede obtener”. En cualquier caso, para Esteve, que no participó en la reunión del comité TEDDY, no tiene sentido que se obligue a la industria a probar un fármaco en niños si antes no ha demostrado que es realmente efectivo en adultos.

Por último, los expertos creen que el desarrollo de las nuevas tecnologías médicas, y en especial el impulso de la genómica, puede convertirse en un aliado inesperado. “La farmacogenómica constituye una revolución; con una gota de sangre sabes si un niño es o no sensible a un fármaco y evitas riesgos innecesarios, además de saber si le va a ir bien o no”, concluye Mellado.

Fuente:

Publico.es

28 de febrero de 2008

Las pandemias vienen, y vendrán, de los trópicos.

La próximas y casi inevitables apariciones de nuevas enfermedades infecciosas se producirán debido a la presión ecológica que el ser humano ejerce ahora sobre el medio natural y procederán de países tropicales.

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Personas con SIDA en el mundo. Foto: Wikimedia.

Un grupo de científicos demuestra que, efectivamente, enfermedades como el SIDA, el SARS, el virus de Nilo o el ébola están aumentando. Mediante el análisis de 335 incidentes de enfermedades infecciosas surgidas desde los años cuarenta del pasado siglo hasta la actualidad, el estudio determina que las enfermedades procedentes de animales son el factor más importante en la aparición de nuevas enfermedades infecciosas humanas. Casi todas ellas proceden además de regiones tropicales. El desarrollo de la resistencia a los antibióticos es otro culpable, como demuestra el caso de la aparición de cepas de tuberculosis muy resistentes.

El equipo de investigadores que incluye a John Gittleman de Columbia University publicó recientemente sus hallazgos en Nature.

Encontraron, por ejemplo, que surgieron más nuevas enfermedades infecciosas en los ochenta que en ninguna otra década. Pero para intentar prevenir pandemias futuras el equipo de investigadores elaboró un modelo computacional que quizás ayude a diseñar un mapa global de aparición de focos de enfermedades.

Según Gittleman su estudio muestra que gracias a la unión de los conceptos de Ecología y Medicina se puede hacer avanzar este campo de estudio de una manera dramática.
En el pasado se empleó mucho esfuerzo en tratar de explicar los aparentemente aleatorios patrones de difusión de enfermedades infecciosas sin demasiado éxito. Estos investigadores, por el contrario, dicen poder predecir qué ocurrirá en el futuro. Según ellos las nuevas enfermedades surgirán en los trópicos, regiones que están ahora sometidas a una presión humana en aumento. Las especies que los pueblan sufren la interacción con los humanos, dando oportunidad a la transmisión de nuevas enfermedades a éstos últimos.

Según Kate Jones, del Institute of Zoology, la aparición de focos de enfermedades se da más en áreas ricas en vida salvaje, por lo que proteger esas regiones del desarrollo humano evitaría futuras pandemias.

La aparición de nuevas enfermedades infecciosas causa efectos devastadores internacionalmente, con millones de personas infectadas y enormes sumas de dinero gastadas. Algunas de ellas han terminado siendo una pandemia (como el SIDA), propagándose de un continente a otro y causando muchas muertes humanas y daños a las economías.

Pero conocer dónde se dará el próximo brote y saber la razón no alivia el asunto. El problema según Peter Daszak, del Consortium for Conservation Medicine, es que casi todos los recursos están concentrados en los países ricos, que pueden financiar un seguimiento y vigilancia de este tipo de sucesos en sus ubicaciones, y no se hace un seguimiento inteligente que debería de estar enfocado en los países pobres. Añade que si seguimos ignorando esto la población humana en su conjunto estará en riesgo de padecer nuevas pandemias.

Alrededor del 60% de las enfermedades infecciosas surgen cuando los microorganismos pasan de animales a humanos y la mayoría de estas enfermedades proceden de animales silvestres. Los brotes aparecen en el África subsahariana, en India o en China y finalmente terminan apareciendo pequeños brotes en Europa y América que pueden terminar propagando la enfermedad.

Marc Levy, coautor del estudio, afirma que la población humana está aumentando y toleramos que la vida silvestre se desarrolle en áreas cada vez más pequeñas. Cuando se produce un cruce de estos dos factores tenemos las receta para que se produzcan problemas de este tipo. Los humanos terminan cazando en determinadas regiones, entran en contacto con animales salvajes, generalmente mamíferos, y se contagian de enfermedades para las que evolutivamente no han desarrollado defensas. Estos contagios suelen ser letales.

Cuanto más ecológicamente rica es una región más susceptible es de contener animales con enfermedades de este tipo. Al parecer lo mejor es conservar estas regiones sin alterar y sin injerencias humanas para así evitar contagios.

Por otro lado alrededor del 20% de las nuevas enfermedades infecciosas emergentes se deben a la aparición de nuevas variedades de patógenos que se corresponden a gérmenes ya conocidos (como la tuberculosis), pero mucho más resistentes. El abuso de los antibióticos parece estar detrás de este fenómeno y también el uso de procesos industriales en los que se usan grandes cantidades de material susceptibles de ser caldo de cultivo de microorganismos y que posteriormente se liberan al medio.

Aunque el caldo de cultivo más importante y abundante que hay en este planeta consiste precisamente en humanos, siendo a la vez plaga. El tiempo dirá si somos capaces de sobrevivir.

Fuentes y referencias:
University of Georgia.
Global trends in emerging infectious diseases (resumen).
Podcast sobre el tema en NPR (mp3 en inglés).



Fuente:

NeoFronteras
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