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14 de septiembre de 2009

La clave de la resistencia a los antibióticos

Lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Qué es un antibiótico?


En biología, un antibiótico es una sustancia química producida por un ser vivo o derivada sintética de ella que a bajas concentraciones mata —por su acción bactericida— o impide el crecimiento —por su acción bacteriostática— de ciertas clases de microorganismos sensibles, y que por su efecto, se utiliza en medicina humana, animal u horticultura para tratar una infección provocada por dichos gérmenes.

Por lo general un antibiótico es un agente inofensivo para el huésped, aunque ocasionalmente puede producirse una reacción adversa al medicamento o puede afectar a la flora bacteriana normal del organismo.

Los primeros antibióticos

El primer antibiótico descubierto fue la penicilina, en 1897 por Ernest Duchesne, en Francia, cuando describió las propiedades antibióticas de la especie Penicillium, aunque su trabajo pasó sin mucha atención por la comunidad científica.

La investigación en el campo de la terapéutica antibiótica moderna comenzó en Alemania con el desarrollo del antibiótico de corto espectro Salvarsan por Paul Ehrlich en 1909. Ese descubrimiento permitió el tratamiento efectivo de la sífilis, un amplio problema de salud pública en esa época. Ese medicamento ya no se emplea en el presente.

Luego, Alexander Fleming (1881-1955) un médico británico, estaba cultivando una bacteria (Staphylococcus aureus) en un plato de agar, el cual fue contaminado accidentalmente por hongos. Luego él advirtió que el medio de cultivo alrededor del moho estaba libre de bacterias, sorprendido comenzó a investigar el porqué. Él había trabajado previamente en las propiedades antibacterianas de la lisozima, y por ello pudo hacer una interpretación correcta de lo que vio: que el hongo estaba secretando algo que inhibía el crecimiento de la bacteria. Aunque no pudo purificar el material obtenido (el anillo principal de la molécula no era estable frente a los métodos de purificación que utilizó), informó del descubrimiento en la literatura científica. Debido a que el hongo era del género Penicillium (Penicillium notatum), denominó al producto Penicilina.

¿Qué es la resistencia a los antibióticos?

Uno de los efectos colaterales del mal uso o abuso de los antibióticos es que las bacterias se vuelvan resistentes a sus efectos. En la síntesis evolutiva moderna que afecta la selección genética, se requiere que muy cerca de un 100% de los organismos infectantes sean erradicados para prevenir la aparición de una resistencia microbiana. Si una subpoblación de pequeño tamaño lograse sobrevivir al tratamiento y se les permite multiplicar, la susceptibilidad promedio de esta nueva población será menor que la original, puesto que descienden de organismos que ya sobrevivieron una vez al tratamiento original. Con frecuencia, esta sobrevivencia proviene de un compuesto de resistencia en la bacteria que sobrevivió y que será transmitida a su descendencia.

La noticia llega vía BBC de Londres:

SARM

El SARM es un ejemplo de resistencia a los antibióticos.

Científicos estadounidenses descubrieron un mecanismo de defensa en las bacterias que les permite rechazar la amenaza que para ellas presentan los antibióticos.

El hallazgo podría ayudar a los investigadores a aumentar la eficacia de tratamientos existentes.

Según el estudio, publicado en la revista Science, el óxido nítrico producido por la bacteria elimina algunos de los efectos claves de una amplia gama de antibióticos.

Un experto británico señaló que la inhibición de la síntesis del óxido nítrico podría ser un avance importante para hacer frente a infecciones.

La resistencia a los antibióticos por ejemplo, el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM, es un problema creciente y los expertos han advertido acerca de la necesidad de desarrollar nuevos tratamientos.

La última investigación realizada por un equipo de la Universidad de Nueva York demostró que en las bacterias la producción de óxido nítrico –una molécula compuesta de un átomo de nitrógeno y otro de oxígeno- incrementaron su resistencia a los antibióticos.

Los investigadores encontraron que las enzimas responsables de producir óxido nítrico fueron activadas específicamente en respuesta a la presencia de antibióticos.

También demostraron que el óxido nítrico alivia el daño causado por las drogas y ayuda a neutralizar muchos de los compuestos tóxicos del antibiótico.

Posteriormente, los expertos concluyeron que eliminar la producción de óxido nítrico en la bacteria permitió a los antibióticos trabajar con dosis más bajas y menos tóxicas.

Más efectivas

El jefe del estudio, el doctor Evgeny Nudler, indicó que el desarrollo de nuevas medicinas para combatir la resistencia a los antibióticos, como la observada con el SARM era un “gran obstáculo”.

“Encontramos un avance que nos permite no tener que inventar nuevos antibióticos”, añadió.

“En cambio, podemos potenciar la actividad de antibióticos bien establecidos haciéndolos más efectivos en dosis más bajas”, dijo.

El doctor Matthew Dryden, especialista en microbiología y enfermedades trasmisibles del Royal Hampshire County Hospital y el secretario general de la Sociedad Británica de Quimioterapia Antimicrobial, dijo que si la enzima que crea el óxido nítrico era inhibida podría suprimir la habilidad de la bacteria para contrarrestar los efectos de los antibióticos.

“Esto sería un avance terapéutico muy útil, especialmente debido a que se nos están acabando nuevas clases de antibióticos y hay menos desarrollo de antibióticos en general”, concluyó.

Fuente:

BBC - ciencia & Tecnología

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