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28 de febrero de 2008

Las pandemias vienen, y vendrán, de los trópicos.

La próximas y casi inevitables apariciones de nuevas enfermedades infecciosas se producirán debido a la presión ecológica que el ser humano ejerce ahora sobre el medio natural y procederán de países tropicales.

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Personas con SIDA en el mundo. Foto: Wikimedia.

Un grupo de científicos demuestra que, efectivamente, enfermedades como el SIDA, el SARS, el virus de Nilo o el ébola están aumentando. Mediante el análisis de 335 incidentes de enfermedades infecciosas surgidas desde los años cuarenta del pasado siglo hasta la actualidad, el estudio determina que las enfermedades procedentes de animales son el factor más importante en la aparición de nuevas enfermedades infecciosas humanas. Casi todas ellas proceden además de regiones tropicales. El desarrollo de la resistencia a los antibióticos es otro culpable, como demuestra el caso de la aparición de cepas de tuberculosis muy resistentes.

El equipo de investigadores que incluye a John Gittleman de Columbia University publicó recientemente sus hallazgos en Nature.

Encontraron, por ejemplo, que surgieron más nuevas enfermedades infecciosas en los ochenta que en ninguna otra década. Pero para intentar prevenir pandemias futuras el equipo de investigadores elaboró un modelo computacional que quizás ayude a diseñar un mapa global de aparición de focos de enfermedades.

Según Gittleman su estudio muestra que gracias a la unión de los conceptos de Ecología y Medicina se puede hacer avanzar este campo de estudio de una manera dramática.
En el pasado se empleó mucho esfuerzo en tratar de explicar los aparentemente aleatorios patrones de difusión de enfermedades infecciosas sin demasiado éxito. Estos investigadores, por el contrario, dicen poder predecir qué ocurrirá en el futuro. Según ellos las nuevas enfermedades surgirán en los trópicos, regiones que están ahora sometidas a una presión humana en aumento. Las especies que los pueblan sufren la interacción con los humanos, dando oportunidad a la transmisión de nuevas enfermedades a éstos últimos.

Según Kate Jones, del Institute of Zoology, la aparición de focos de enfermedades se da más en áreas ricas en vida salvaje, por lo que proteger esas regiones del desarrollo humano evitaría futuras pandemias.

La aparición de nuevas enfermedades infecciosas causa efectos devastadores internacionalmente, con millones de personas infectadas y enormes sumas de dinero gastadas. Algunas de ellas han terminado siendo una pandemia (como el SIDA), propagándose de un continente a otro y causando muchas muertes humanas y daños a las economías.

Pero conocer dónde se dará el próximo brote y saber la razón no alivia el asunto. El problema según Peter Daszak, del Consortium for Conservation Medicine, es que casi todos los recursos están concentrados en los países ricos, que pueden financiar un seguimiento y vigilancia de este tipo de sucesos en sus ubicaciones, y no se hace un seguimiento inteligente que debería de estar enfocado en los países pobres. Añade que si seguimos ignorando esto la población humana en su conjunto estará en riesgo de padecer nuevas pandemias.

Alrededor del 60% de las enfermedades infecciosas surgen cuando los microorganismos pasan de animales a humanos y la mayoría de estas enfermedades proceden de animales silvestres. Los brotes aparecen en el África subsahariana, en India o en China y finalmente terminan apareciendo pequeños brotes en Europa y América que pueden terminar propagando la enfermedad.

Marc Levy, coautor del estudio, afirma que la población humana está aumentando y toleramos que la vida silvestre se desarrolle en áreas cada vez más pequeñas. Cuando se produce un cruce de estos dos factores tenemos las receta para que se produzcan problemas de este tipo. Los humanos terminan cazando en determinadas regiones, entran en contacto con animales salvajes, generalmente mamíferos, y se contagian de enfermedades para las que evolutivamente no han desarrollado defensas. Estos contagios suelen ser letales.

Cuanto más ecológicamente rica es una región más susceptible es de contener animales con enfermedades de este tipo. Al parecer lo mejor es conservar estas regiones sin alterar y sin injerencias humanas para así evitar contagios.

Por otro lado alrededor del 20% de las nuevas enfermedades infecciosas emergentes se deben a la aparición de nuevas variedades de patógenos que se corresponden a gérmenes ya conocidos (como la tuberculosis), pero mucho más resistentes. El abuso de los antibióticos parece estar detrás de este fenómeno y también el uso de procesos industriales en los que se usan grandes cantidades de material susceptibles de ser caldo de cultivo de microorganismos y que posteriormente se liberan al medio.

Aunque el caldo de cultivo más importante y abundante que hay en este planeta consiste precisamente en humanos, siendo a la vez plaga. El tiempo dirá si somos capaces de sobrevivir.

Fuentes y referencias:
University of Georgia.
Global trends in emerging infectious diseases (resumen).
Podcast sobre el tema en NPR (mp3 en inglés).



Fuente:

NeoFronteras
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