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5 de diciembre de 2012

Como hacer una sencilla guitarra eléctrica ¡en 10 minutos!

En un post anterior aprendimos cómo construir un monocordio, un instrumento que, como su nombre lo indica, tiene una sola cuerda.


Si te gustó la experiencia y deseas nuevos retos, pues ahora te indicamos cómo fabricar una sencilla guitarra eléctrica...




Este es otro modelo, algo más elaborado, se construyó con una caja cuadrada de madera (caja de cigarrillos). Este modelo se puede construir en unas tres horas:




Una guitarra acústica se puede fabricar con dos latas. Un reciclador de Paraguay nos enseña sus técnicas en el siguiente video:

  

¿Qué les parece?

Ahora que si ustedes quieren un modelo mucho más elaborado, o sea un modelo más profesional, tienen que seguir el instructivo de Mecánica Popular. Bacán, ¿no es cierto?


Hasta la próxima.

Leonardo Sánchez Coello
conocerciencia@gmail.com

Conocer Ciencia: ciencia sencilla, ciencia divertida, ciencia fascinante...

24 de septiembre de 2012

Experimento: Verifica la teoría atómica y la mecánica cuántica ¡con un CD usado!

Si tienes una caja de cartón, un disco CD viejo que no te importe romper y un cutter, prepárate para hacer un experimento en el que vas a aprender un montón de física cuántica. Prometo no usar ni una fórmula, así que espero que disfrutes el artículo aunque odies las mates.

Hace poco más de un siglo que sabemos
con absoluta certeza que las distintas sustancias que se encuentran en la Naturaleza se pueden partir una y otra vez manteniendo sus propiedades, pero no hasta el infinito: el límite es lo que llamamos átomos, del griego ἄ-τομος ("in-divisible").

Seguramente en la escuela te explicaron que los átomos consisten en un núcleo, compuesto de partículas llamadas protones y neutrones (de cargas positiva y neutra) y una nube de electrones de carga negativa orbitando a su alrededor, tal que así:


 

Pues bien, si esta imagen de un mini sistema solar es la que tenías en mente cuando piensas en un átomo, siento decirte que... ¡¡en el colegio te engañaron!!. Por suerte, un átomo es algo muchísimo más complejo y entretenido, y una de las razones es el tamaño de las partículas que lo componen. Los electrones son tan "pequeños" y ligeros (pesan unas 1800 veces menos que las partículas del núcleo atómico) que viven en el mundo microscópico donde las leyes de la Naturaleza son muy diferente a las que vemos en nuestro día a día: las de la mecánica cuántica.

Para empezar,
un electrón no es una "bolita", como se lo suele representar. Se descartó hace mucho tiempo que pudieran ser esferas tras analizar un efecto llamado spin. De hecho, a día de hoy no se sabe qué son por dentro (si es que son algo).

Pero tampoco es correcto imaginárselos como
"puntos" infinitamente pequeños y sin dimensión. En el mundo de la mecánica cuántica la pregunta de qué es un electrón quieto, sobre la mesa, no tiene sentido, ya que un electrón quieto no existe: debido al principio de indeterminación (que no de incertidumbre) ningún objeto puede estar quieto, aunque el efecto se atenúa para objetos más grandes que moléculas y por eso nuestra experiencia cotidiana no lo nota. Cuanto más intentes dejar un electrón quieto, más se moverá. De hecho, gracias a dicho efecto existe la materia tal y como la conocemos ya que así se evita que los electrones caigan hacia el núcleo atómico, al que se sienten atraídos por la diferencia de carga eléctrica (ya lo demostré matemáticamente aquí).

El hecho es que
un electrón es en realidad un ente difuso, extremadamente pequeño pero que no está en ningún sitio concreto sino en una zona del espacio determinada siguiendo lo que llamamos funciones de densidad de probabilidad (fdp) que nos dicen donde es más o menos probable encontrar al  electrón. Por ejemplo, en un átomo de Helio, sus dos electrones orbitarán normalmente siguiendo idénticas distribuciones de probabilidad esféricas, siendo más probable encontrarlos cerca del núcleo que lejos:
 
Átomo de Helio (fuente)

 

Pero ojo: a diferencia de las estadísticas que se usan en aspectos más mundanos como cuando se acota la incertidumbre o error en encuestas y sondeos antes de unas elecciones, en el caso de los electrones la nube que estás contemplando arriba es realmente el electrón en sí.

Está en todos esos lugares...
a la vez.

Han corrido ríos de tinta en debates filosóficos sobre las implicaciones de que la materia no esté bien definida (el
problema del colapso de la función de onda), así que no voy ni a intentar ahondar en el debate aquí. La Naturaleza es así de extraña, no hay que intentar buscarle más explicaciones porque es posible que nunca encontremos una explicación más fundamental. En este aspecto la mecánica cuántica está muy cerca del "razonamiento de madre" frente a un crío pesado: "¿Pero por qué, pero por qué? ¡Porque sí, y punto!".

Hasta ahora, ya hemos visto que el modelo de mini sistema solar del átomo es incorrecto en el aspecto de que los electrones siguen distribuciones de probabilidad en lugar de órbitas perfectas cual pequeños planetitas. Pero hay algo más fundamental. En un sistema solar, las posiciones de los planetas son arbitrarias, dependientes de accidentes de la historia.


En el átomo no es así: en todos los átomos de hidrógeno el electrón orbita en una distribución de probabilidad idéntica. En todos los átomos de hidrógeno del universo. Si fuera coincidencia, ¡sería la madre de todas las casualidades!. Pero obviamente no es casualidad, sino otra ley de la naturaleza, y la que da nombre a la física cuántica: la
energía de un electrón no puede tener cualquier valor, sino que sólo puede dar "saltitos" de unos valores determinados.

A estos "saltitos" se les llamó "
cuantos" de energía porque quedaba más serio, y así nació la mecánica cuántica a principios del siglo XX. Lo curioso es que el "tamaño" de la órbita que sigue un electrón cuando está atado a un átomo depende exclusivamente de su nivel de energía (lo que se llama el "número cuántico n"), y dentro de cada nivel energético concreto puede describir órbitas de distintas formas geométricas dependiendo de otros dos números discretos (los "números cuánticos m y "). Para hacerse una idea de qué pinta tienen estas distribuciones de probabilidad, llamadas orbitales atómicos, échale un ojo a la siguiente tabla para el caso del electrón del átomo de hidrógeno:
 

Orbitales del átomo de hidrógeno. Falta el caso básico (1,0,0) que sería una esfera perfecta (fuente)

Inmediatamente llegamos por fin al meollo de la cuestión del experimento de hoy:
¿para qué sirven los niveles de energía? Es un hecho que cuando un átomo tiene más de dos electrones, estos parecen "chocar" y egoístamente compiten por los niveles más bajos negándose a compartirlo los unos con los otros, con lo que si un electrón llega tarde tendrá que ocupar el siguiente hueco de energía que quede libre siguiendo una serie de complejas reglas. El mecanismo, que es la base misma de que exista la química, se llama principio de exclusión de Pauli. Aunque ponerle un nombre es algo muy distinto a conocer el por qué ocurre.

Por tanto, tenemos ya una imagen del átomo lo suficientemente verídica para el experimento que nos proponemos hacer, que no es otro que
analizar la emisión de luz por parte de átomos. En concreto, de la luz que emiten las bombillas de una casa.

Y aquí tenemos que distinguir entre
dos tipos radicalmente distintos de bombillas: las "antiguas" o clásicas lámparas de hilo incandescente se basan como su nombre indican en calentar mucho un hilo hasta que llega a tal temperatura que empieza a brillar. Este mecanismo se llama radiación térmica, y se caracteriza porque la "combinación de colores" que un objeto emite depende casi únicamente de su temperatura, no del material ni de la manera en que se ha calentado. Matemáticamente, la "combinación de colores" se representa mediante un espectro de emisión, una gráfica que nos dice cuanta luz se emite en cada color (o longitud de onda λ, o frecuencia: los tres conceptos son sinónimos):
 

Espectro de emisión según la temperatura (en grados Kelvin K). Las longitudes de onda λ de la luz visible están entre 380 y 750nm (fuente).

Es decir: en lámparas incandescentes se emite luz en un rango continuo de longitudes de onda.

Por otro lado tenemos
las lámparas de tipo fluorescentes (tubos o las más pequeñas y modernas CFL). ¡Estas son mucho más interesantes! Todas estas lámparas funcionan por el mismo principio: se hace pasar una corriente de electrones libres desde un extremo del tubo al otro, y estos electrones en su camino chocan contra átomos del vapor de mercurio que las rellena:
 

Lámpara fluorescente (créditos)


 

En cada uno de estos choques ocurre algo muy interesante: el electrón libre que venía a toda velocidad pierde la energía cinética (su "velocidad") y se la transfiere a uno de los 80 electrones que hay en cada átomo de mercurio. Según las reglas de la mecánica cuántica, un electrón solo puede aceptar ciertas cantidades (cuantos) de energía, que coinciden precisamente con los "escalones" que tiene que escalar hacia niveles de orbitales más altos.

Se dice entonces que el electrón está
"excitado", y realmente no aguanta mucho tiempo en ese estado hasta que vuelve a caer a su hueco natural. Como la energía ni se crea ni se destruye, la energía que le sobra al caer la emite en forma de un fotón, un "paquetito de luz", cuya longitud de onda o color depende exclusivamente del tamaño del escalón en la caída. 


La siguiente figura te ayudará a entender todo esto para el ejemplo sencillo de un átomo de hidrógeno con un sólo electrón:

 


Emisión del hidrógeno teórica (fuente)
 
Se puede predecir por tanto que un átomo que emita radiación por medio de electrones excitados sólo podrá hacerlo a unas determinadas longitudes de onda muy precisas (obviando el efecto Zeeman y otros detalles). De hecho, estas longitudes se pueden visualizar como distintos colores en el espectro visible en forma de "rayas" y caracterizan a cada elemento químico ya que dependen de la configuración de sus electrones. La siguiente foto es el espectro emitido por un gas de hidrógeno al hacerle pasar una descarga eléctrica, y se ven claramente las líneas correspondientes a los saltos 5->2, 4->2 y 3->2 (repasa el dibujo de arriba):
 


Emisión experimental de hidrógeno excitado (fuente)

Volviendo a nuestro caso de la lámpara fluorescente, el vapor de mercurio realmente emite principalmente en dos líneas espectrales (60% a 253.7nm y 10-20% en 185nm) que caen en el
ultravioleta, y por lo tanto son invisibles a nuestros ojos. Por eso el interior de dichas lámparas va recubierto de sustancias químicas especialmente pensadas para absorber dicha radiación, que sus electrones salten varios niveles de golpe, y luego caigan poco a poco, emitiendo paquetes de radiación de menor energía (y por tanto, mayor longitud de onda) en cada saltito. Este fenómeno se llama fluorescencia y es la razón del nombre de dichas lámparas.

Dependiendo del fabricante de la lámpara fluorescente y del material de recubrimiento, el número de saltos será mayor o menor y estarán en distintas longitudes de onda, aunque para la mayoría de modelos "económicos" tienen prácticamente el mismo espectro de emisión:


Distintos tipos de bombillas y sus espectros (fuente)

Las líneas discretas que se ven en las tres lámparas fluorescentes centrales representan los distintos saltos de electrones de los que hemos hablado arriba.

El objetivo del experimento de hoy es
ser capaces de ver dicho espectro para detectar las líneas espectrales de las lámparas que tengáis en casa. En un laboratorio profesional se usaría una red de difracción, básicamente una superficie fina con un patrón regular de agujeros microscópicos:
Principio de funcionamiento de una rejilla de difracción (fuente)

La distancia entre agujeros debe ser del orden de magnitud de la luz que se quiere analizar y lo que se consigue es separar la luz en sus distintos colores de una forma mucho más eficiente a como lo haría un prisma. Para detectar la separación habrá que mirar el patrón desde un ángulo que coincida con los puntos señalados como "m=1" en el dibujo.

Como es raro que alguien tenga un patrón de difracción de laboratorio en su casa, vamos a usar algo mucho más artesanal: un CD. Incluso un CD-R (de los grabados en casa) vale, ya que aunque esté vacío vienen con una serie de surcos de ~500nm de ancho ya pregrabados:

Superficie de un CD-R virgen, donde se aprecian los microsurcos (fuente)


Al no ser
agujeros sino surcos la difracción no será perfecta sino que dependerá del ángulo con el que se mire... ¡pero esto es un experimento casero, así que nos conformamos!



Lo primero que hay que hacer es quitarle la cubierta que lleve pegada en uno de sus lados. Esto debe hacerse con un cutter y
con mucho cuidado para no rayarlo. Recomiendo cortar un trozo sin preocuparse y a partir de ahí ir levantándolo muy lentamente introduciendo el cutter por debajo:

Tras separar la cubierta de un trozo, procedemos a cortarlo con unas tijeras:

Y a continuación buscamos una caja de cartón y haremos una pequeña ranura en uno de los extremos, y colocaremos el trozo de CD sin cobertura de forma que haga un cierto ángulo con un rayo de luz que entre en la caja, tal que así:

El último paso recomendable es cerrar la caja con su tapa y abrir una pequeña ventana por la que poder ver el trozo de CD desde arriba. Deberás probar para averiguar el ángulo de refracción correcto. También hay otras posibles configuraciones (con el CD paralelo a la abertura y el visor en la otra punta, etc...): prueba y descubre la que te parezca más cómoda.

Tras todo esto, ya podemos iluminar la caja a través de la ranura con el tipo de luz a analizar y podremos ver su espectro a través de la ventana. Primero os muestro lo que se ve con una lámpara incandescente (¡¡perdón por la calidad de esta imagen!!):


Como era de esperar, se ve un
espectro continuo, lo que corresponde al tipo de emisión térmico.

Pero si ahora enfocamos una
lámpara fluorescente hacia nuestro rudimentario analizador, veremos esta preciosa imagen:

Cada una de esas líneas representa los saltos discretos de los electrones de la cubierta del tubo fluorescente. Compáralos con los espectros de bombillas de distintas marcas que mostré arriba y verás como son idénticos.

Reconozco que el artículo se me ha ido de las manos de largo, pero si has sido capaz de aguantar leyendo hasta aquí, estoy seguro de que coincidirás conmigo en que...

¡¡esas rayitas tan tontas son la verificación palpable de que el mundo está hecho de átomos que se rigen por las reglas de la mecánica cuántica!!.

La física puede ser maravillosa, ¿o no? ;-)

Fuente:

20 de septiembre de 2012

El 'reciclaje' en la Edad de Piedra

El reciclaje no es solo un asunto propio del hombre moderno. Una reciente investigación ha hallado evidencias de que el ser humano reciclaba sus artefactos de piedra en el Paleolítico.

Los equipos de investigación de la Universitat Rovira i Virgili y el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) han analizado artefactos quemados encontrados en el yacimiento de Molí del Salt en Tarragona.

Los resultados del estudio indican que el reciclaje de utensilios fue un fenómeno habitual durante el Paleolítico superior, hace 13.000 años. El hecho de que estén quemados es esencial a la hora de valorar el posible reciclaje de las herramientas. "Escogimos estos artefactos quemados porque pueden demostrar de forma sencilla si se ha producido una modificación posterior a la exposición al fuego", explica a SINC Manuel Vaquero, investigador en la Universitat Rovira i Virgili.

Los arqueólogos encontraron un alto porcentaje de restos quemados en el yacimiento de Molí del Salt, que corresponden al Paleolítico superior final.

Reciclar para satisfacer necesidades inmediatas

Sin embargo, esta práctica no se documenta de la misma manera en todas las clases de artefactos. Por ejemplo, el uso de herramientas recicladas es más común en el caso de las actividades domésticas y parece asociado a necesidades inmediatas.

El reciclaje se asocia a un comportamiento expeditivo, a una forma fácil y rápida de disponer de un utensilio cuando surge la necesidad. Las herramientas utilizadas en la caza, como las puntas de proyectil, por ejemplo, no fueron casi nunca fabricadas a partir de artefactos reciclados. En cambio, los artefactos dobles –los que combinan dos herramientas en una misma pieza– se reciclaron más.

Según Vaquero, "esto es importante sobre todo desde el punto de vista del valor cultural de los objetos, especialmente en periodos como el Paleolítico Superior, en los que se tiende a asumir que la forma es siempre el reflejo de una imagen mental bien definida".
El reciclaje pudo haber sido determinante en las poblaciones cazadoras y recolectoras del Paleolítico, si se toma como referencia el comportamiento de los indígenas actuales.

"Tiene importancia económica, ya que incrementa la disponibilidad de los recursos líticos, especialmente en contextos de escasez. Además, es un factor relevante en la interpretación de los yacimientos porque se convierten, no solamente en territorios donde se puede vivir, sino también en lugares de aprovisionamiento de recursos", subraya el investigador.

Esta investigación es importante dada la escasez de estudios sobre reciclaje de herramientas durante la Prehistoria. Los resultados, publicados en 'Journal of Archaeological Science', por tanto arrojan luz sobre un tema desconocido: los hombres ya reciclaban en la Prehistoria.

Fuente:

El Mundo Ciencia

12 de septiembre de 2012

Los 20 años de la Eco Aldea de Itaca (New York)



Hay sitios en los que sabes instintivamente que acabarás echando raíces. Lugares en los que sientes una fusión especial, con el paisaje y con el paisanaje. Rincones que te reclaman como un canto de sirenas, por más que te alejes... Algo así fue lo que experimentó Liz Walker cuando puso el pie en Itaca (estado de Nueva York) tras completar la Caminata Global para un Mundo Vivible, allá por 1990.

     Liz había aprendido de pequeña a ver la vida desde lo alto de un pino de 25 metros, en el patio trasero de la casa de sus padres en Vermont. Allí destiló la savia de la América progresista y el espíritu comunitario de los cuáqueros, mucho antes de que empezara a hablarse la "sostenibilidad". En Perú se familiarizó con la "justicia social" y más tarde en Birmingham descubrió la vida de barrio, antes también de la invasión de los centros comerciales.

       En California, y en el movimiento antinuclear, encontró durante un tiempo su razón de ser como activista. Hasta que decidió pasar a la acción práctica, con otros 150 "peregrinos" que recorrieron Estados Unidos de costa a costa para convencer a sus compatriotas de que hay vida, mucha vida, más allá del consumismo rampante.

      Al llegar a Itaca, a cuatro horas escasas de Nueva York, tuvo la sensación de haber alcanzado la meta. Concluida la "odisea", creyó llegado el momento de construir la "utopía" y forjar "ese otro mundo posible, más acorde con mis ideas y mis valores"... 

    
 Cuenta la leyenda que Dios puso la mano por estas tierras, y dejó su huella gigante y mojada en los Finger Lakes. El "dedo" más largo es precisamente el lago Cayuga, que llega hasta el corazón de Itaca, rodeada de gargantas y cascadas, en un incesante fluir de agua. Y allá donde la ciudad se funde con el campo y el bosque, en lo alto de una colina y en un camino polvoriento que lleva el nombre emblemático de Rachel Carson (autora de "La Primavera Silenciosa"), Liz Walker y su compañera de fatigas Joan Bokaer decidieron fundar lo que hoy se conoce como la Ecoaldea de Itaca, que esta semana celebra su 20 aniversario.
     
 Los 170 vecinos de la ecoaldea, distribuidos en dos barrios (Frog y Song), utilizan el 40% de los recursos del americano medio, se abastecen parcialmente de energía con placas solares, cultivan gran parte de sus alimentos en dos granjas y en pequeños huertos, reciclan y compostan su basura orgánica, comparten el transporte y reinventan todos los días eso que llamábamos el espíritu comunitario.
     
 Hace poco más de un año asistimos a la plantación del primer árbol de la tercera y última fase (Tree), con construcciones más pequeñas y ultraeficientes, siguiendo el modelo de la "casa pasiva" y con la aspiración de atraer a vecinos de todos los bolsillos. Pese al "crecimiento" natural, el proyecto será totalmente respetuoso con la idea inicial: concentrar la población humana en el 10% del espacio y dejar el 90% restante para espacios verdes.
     
  En la ecoaldea de Itaca, los coches se quedan en el granero de la entrada y los auténticos reyes son los niños, que campan y pedalean a sus anchas. "Vinimos aquí huyendo la pesadilla urbana de Phoenix y esto ha sido un reencuentro con la felicidad de la Tierra que yo recordaba de mi infancia", atestigua Aaron Froehlich, rodeado de sus hijos, David y Ellijah.

    
  Liz Walker también crió aquí a los suyos, y no fue fácil combinar la vida familiar con su infatigable labor como "organizadora comunitaria", luchando contra los molinos de viento de la burocracia, procurando que el proyecto avanzara sin traicionar el espíritu de de consenso... "La tara es ardua y fatigosa cuando decides salirte de los caminos trillados. Pero al cabo del tiempo hemos demostrado que otra manera de vivir no sólo es posible, sino que ya existe... y además funciona".
   
  Pero la ecoaldea no podría haber florecido sin la interacción constante con esa ciudad de 50.000 habitantes -la mitad de ellos, estudiantes de la Universidad de Cornell o del Ithaca College- que se atisba a los lejos entre colinas pobladas de robles y arces... "Desde el principio tuvimos claro que teníamos que abrirnos y compartir nuestras experiencias. Porque lo que más necesita el mundo es inspiración, y aquí hemos aprendido a poner unas cuantas ideas en práctica".
   
  En su primer libro, "Ecovillage at Ithaca", Liz Walker exploraba el proceso de creación de la ecoaldea en un manual que ha dado la vuelta al mundo. En su segundo y más reciente, "Choosing a Sustainable Future", su radio de acción se extiende por esta pequeña gran ciudad, auténtico hervidero de todo tipo de iniciativas. 


   "Me resultaba curioso comprobar cómo en plena recesión económica, el activismo social y ecológico de Itaca entraba en ebullición", expica Liz. "Aquí valoramos y apoyamos mucho la economía local, y eso nos ha permitido afronta mejor los tiempos difíciles".
   
  Como Portland, Madison, Berkeley, Boulder o Austin -otros obligados puntos de referencia de la "otra" América-, Itaca se ha convertido en el panal de rica miel "para todos aquellos que buscan una relación más directa con la tierra". Liz se remonta a los tiempos de los indios Cayuga, que dejaron en estos bosques la semilla de la sostenibilidad, el pacifismo y el feminismo, como parte de su legado histórico.
  
  Itaca se subió muy activamente al carro de la "contacultura" de los años sesenta, y eso se nota. La ciudad fue puntal del cooperativismo y de la agricultura ecológica, pionera de la ola de mercados de granjeros (5.000 ya en Estados Unidos) que traen lo mejor de la cosecha local hasta el asfalto. Las "horas" de Itaca abrieron también la brecha en el movimiento del dinero local, propagado de costa a costa. El seguro médico universal o las líneas especiales de crédito para pequeños ahorradores son "lujos" sociales que diferencian a Itaca de la mayoría de las ciudades norteamericanas.

   "Unas iniciativas atraen siempre a otras y acaban creando un "efecto de racimo"", advierte Liz. "Aquí existe una mezcla de cooperación y de competencia sana de la que todos nos acabamos beneficiando. Y sobre todo han habido líderes locales con la capacidad de acción para cambiar las cosas".

   "Digamos que Itaca era ya una ciudad en "transición" antes de que existiera este movimiento. La gente está muy concienciada de que vivimos en un momento muy crítico y hay que evolucionar hacia otro modelo más sostenible. Tenemos que aprender a cultivar nuestros alimentos, a procurarnos nuestra energía, a ser más eficientes, a no depender del coche, a compartir recursos, a recuperar los lazos comunitarios... Lo que hemos conseguido aquí se puede lograr en cualquier parte del mundo. Sólo hace falta, valor, visión y persistencia".

(Del 14 al 16 de septimebre se celebra el XV Encuentro de Ecoaldeas en Los Portales (Sevilla). Más información en http://www.losportales.net/)

27 de julio de 2012

Qué sucederá con la montaña olímpica de plástico

Las botellas de bebidas consumidas durante las Olimpíadas podrían estar nuevamente en los supermercados de Londres para los Paralímpicos.

Así lo asegura ECO Plastics, la compañía contratada para reciclar los envases utilizados en las sedes de competencia.

"Reciclaremos todas las botellas de plástico que se descarten en las sedes durante los Juegos", dijo a BBC Mundo Jonathan Short, director ejecutivo de ECO Plastics.

En un proyecto financiado conjuntamente con Coca Cola, la empresa inauguró este año la mayor planta de reciclaje de plástico en el mundo, ubicada en Lincolnshire, en el norte de Inglaterra.

"Clasificamos 2.500 toneladas de botellas de plástico cada semana", señaló Short.

"Todas las botellas de plástico recolectadas durante los Juegos serán reprocesadas en nuestra planta y enviadas a Coca Cola para la fabricación de nuevas botellas. Es realista esperar que esos nuevos envases estén en los estantes para los Paralímpicos".

Clasificación

Una vez que las botellas se transportan a la nueva planta, el material es sometido a diversos procesos.

Niño con una botella de agua Foto: SPL

Es fundamental que los visitantes descarten sus botellas en los botes de distintos colores colocados en las sedes. Foto: SPL

De la mezcla de botellas y plásticos de diferente color y calidad debe separarse dos clases diferentes, denominadas comúnmente, por sus siglas en inglés, PET (polietileno tereftalato, el plástico transparente utilizando en botellas de agua y gaseosas) y HDPE (polietileno de alta densidad, el plástico menos transparente utilizado por ejemplo en envases de leche).

Para separar los diversos envases se utilizan sensores ópticos que distinguen los polímeros por calidad y color. Las botellas identificadas son lanzadas a otro carril por chorros de aire.

Los fragmentos de plástico deben ser lavados y "cocidos" a una temperatura de 120 grados durante una hora y media para eliminar contaminantes.

El papel de los visitantes

El comité organizador de las Olimpíadas, LOCOG por sus siglas en inglés, expresó en repetidas ocasiones su visión de que Londres albergara "los Juegos más verdes celebrados hasta ahora".

Turistas

Los organizadores de los Juegos esperan hasta 4 millones extras de turistas.

¿Pero puede hablarse de juegos verdes cuando el proceso de reciclaje incluye transporte por tierra y consume además grandes cantidades de energía eléctrica?

La nueva planta de reciclaje proveerá a Coca Cola de plástico PET de alta calidad durante un mínimo de 10 años y se asegura que este acuerdo entre una empresa de bebidas y la industria de reciclaje ahorrará emisiones de más de 33.000 toneladas de CO2 cada año, el equivalente a retirar de las calles unos 15.000 autos.

Michelle Matthews, de la organización Recoup, una ONG británica que promueve el reciclaje, reconoció positivamente "el gran esfuerzo que se está haciendo para que los Juegos sean sustentables, incluso recogiendo las botellas y otros residuos generados por el recorrido de la antorcha olímpica".

Matthews dijo a BBC Mundo que “reciclar botellas de plástico acaba ahorrando energía. Cada botella reciclada puede ahorrar suficiente energía para que funcione una bombilla de 60w durante seis horas y una tonelada de plástico reciclado ahorra 5.774 kwh de energía".

Pero todo comienza por los consumidores. Se han colocado en diversos puntos de las sedes tachos o botes especiales para que los visitantes coloquen en forma separada los residuos identificando los diferentes tipos de botellas.

Para Matthews, "muchas personas ya reciclan en casa, así que lo importante ahora es traer estos mismos comportamientos a los Juegos".

Fuente:

4 de julio de 2012

Tip: Organiza tus cables con los Tubos de Papel Higienico

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Qué hacen con los tubos de papel higiénico, una vez que el papel se acaba? Probablemente terminen en la basura, verdad? Pues berserk, de Instructables, tiene un excelente tip para utilizarlos en algo productivo: ayudarnos a ordenar nuestros cables.

Seguramente les ha sucedido. Tienen una suerte caja / cajón donde guardan todos los cables que no estén utilizando; ya sea cables LAN, de audífonos, cables de Poder, SATA, etcétera. El problema? Que una vez que los arrojamos a la caja, tienden a enredarse. Y finalmente, cuando necesitamos uno, terminamos desperdiciando preciados minutos, desenrollándolos.

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Lo que este instructable propone, es bastante sencillo: simplemente agarrar un grupo de estos tubos, pegarlos con masking tape, y luego usarlos como pequeños contenedores para un tipo de cable. Así, en lugar de tener una caja repleta de cables enredados, tenemos algo como esto:

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Súper sencillo, y sumamente útil!


Fuente:

2 de julio de 2012

Convertir la basura en petróleo

Nitin Bondal

Nitin Bondal y su socio Raghuvendra Rao fundaron una empresa para convertir la basura en petróleo.

En su fábrica a las afueras de Bombay, en India, Nitin Bondal observa con orgullo una gran máquina. La estructura de 4 metros erguida en un recodo del polvoriento taller tiene un aspecto futurista.

Dos hombres trepan hasta la parte superior de la máquina y vacían dentro bolsas llenas de pedazos de plástico roto.
 Cuando Bondal aprieta el botón, el aparato cobra vida y, en cuestión de una hora, gotas de petróleo empiezan a caer en una botella colocada en el otro extremo.

"Esta es nuestra máquina prototipo, convierte todo tipo de basura en petróleo crudo", dice orgulloso. 

"Ponemos todo tipo de cosas ahí, desde plásticos a deshechos electrónicos y neumáticos viejos".

Bondal asegura que esta tecnología tendrá la capacidad de convertir 150 toneladas de desperdicios en 150.000 litros de petróleo crudo cada día una vez esté enteramente operativa.

"Funciona con lo que llamamos sistema policrack", explica. "Cocinamos el material hasta convertirlo en gas. 
Cuando calientas un material se libera carbono e hidrógeno", dice.

Tal como señala Bondal, el gas pasa luego a un "catalizador especial", que descompone las moléculas para formar gas hidrocarburo y gas petróleo, que cuando se enfría se convierte en petróleo líquido.

El auge de la tecnología verde

Bondal y su socio, Raghuvendra Rao, tienen experiencia en la industria petrolera e invirtieron cinco años en la creación de su compañía Sustainable Technologies & Environmental Projects, con la esperanza de empezar a vender crudo en 2013.
Por el momento, la empresa ya ha atraído US$12 millones en inversiones.
No es el único ejemplo de tecnología del reciclaje o tecnología verde que da pingües beneficios a empresas en India.

En este país, las inversiones en energía limpia fueron de US$10.300 millones en 2011, un aumento respecto al año anterior del 53%, según estadísticas de Bloomberg.

Esto significa que India cuenta con el mayor índice de crecimiento en tecnologías verdes entre las mayores economías emergentes del mundo, principalmente en el campo de la energía eólica y solar.

"India es un mercado único para la energía alternativa, ya que el país tiene un déficit energético, altos costes de electricidad y problemas en el sistema tradicional de energía termal", explica Jonathan Winer, socio directivo de Nereus Capital.

"Las innovaciones impulsando este mercado no son necesariamente nuevas tecnologías, sino aplicar tecnologías existentes en soluciones más pequeñas, más descentralizadas que puedan resultar rentables".

La cocina ecológica

Campesina india

Los campesinos de India están empezando a utilizar cocinas ecológicas que consumen menos leña y generan menos humos.

Un ejemplo de readaptación de tecnologías existenes es la cocina ecológica de Neha Juneja, emprendedora de 27 años de Bombay, que junto con un amigo vio oportunidad de negocio en la India rural.

En un pueblo de Maharahstra puso a prueba un aparato que espera le de beneficios, el Greenway Grameen Infra, una cocina ecológica.

Cientos de millones de indios todavía preparan su comida como se hacía hace siglos: con viejas estructuras de barro, cuyo humo emite gases con efecto invernadero.

Investigadores de la iniciativa nacional india para el desarrollo de cocinas de biomasa avanzadas, estiman que más del 4% de las emisiones de gas con efecto invernadero en el país provienen de esta práctica.

Pero el sistema desarrollado por Juneja puede ahorrar el uso de leña y disminuye en unas dos toneladas las emisiones de gases derivados de la preparación de comidas al año.

"Es un aparato muy simple", explica la joven. "No la diseñamos en un laboratorio, empezamos con un prototipo abstracto y viajamos alrededor de India durante nueve meses para entender qué es lo que quieren los lugareños, tratando de no cambiar sus hábitos culinarios".

El artefacto se diseñó con un componente que automáticamente absorbe el oxígeno del exterior y lo proyecta hacia el combustible para asegurarse de que esta combustión sea eficiente y limpia, lo que hace que el combustible arada por completo.

"Es mejor porque usa menos leña", dice Saku Bhala, quien vive en un pueblo y ha empezado a usar una de las cocinas, y "no hace arder mis ojos ni mi cuerpo".

"Yo diría que hay mucho dinero en el negocio de la energía verde en India porque las soluciones que se están hallando resuelven problemas básicos de infraestructura, que serían difíciles de resolver de otro modo", finalizó Juneja, quien ya ha vendido más de 6.000 cocinas desde que la cocina se lanzó a la venta a principios de este año.

De hecho están siendo tan populares, que en la sureña región de Karnataka, se entregan como regalo de boda.

Fuente:

BBC Ciencia

23 de enero de 2012

Reciclaje creativo: el templo del millón de botellas



Los que os tomáis el reciclaje muy en serio quizá deberíais peregrinar al templo budista de Wat Pa Maha Chedi Kaew . Este templo se halla a unos 600 kilómetros al noroeste de Bangkok, en la provincia de Sisaket. Los lugareños llaman al templo budista con la abreviatura Wat Kuan Lad, que significa Templo del millón de botellas. Y es lo que parece, un templo construido con botellas vacías.

La idea se remonta a 1984. Los creativos budistas constructores del templo, tras mucha meditación, se dieron cuenta de que levantarlo con botellas les reportaría toda suerte de beneficios. A saber: que la construcción sería barata, pues sólo haría falta reciclar botellas a tutiplén; que los edificios serían, gracias a la transparencia caleidoscópica de las botellas, muy luminosos y vistosos, como si todas las paredes estuvieran construidas con las cristaleras emplomadas de una catedral; y que obtendrían un gran plus económico a raíz del turismo que generaría un templo tan original. Así que se pusieron manos a la obra.

En poco tiempo, los monjes recolectaron botellas que eran donaciones llegadas de todos los rincones del país. Hasta que sumaron un millón y medio de envases. Muchas de estas botellas fueron de cerveza, aunque para el budismo es pecado tomar alcohol: las Heineken son verdes, las Chang son marrones. Todo un ejemplo de reciclaje en mitad de la selva tailandesa. Cuantas más botellas consigamos, más edificios montaremos, aseguró el abad Kataboonyo.

Absolutamente todas las estancias del templo fueron levantadas entonces con botellas unidas entre sí con cemento, incluidas una torre de agua y hasta baños para los turistas. Gracias a la transparencia de las botellas, la limpieza es muy sencilla. Por aprovechar, también aprovecharon los tapones de las botellas, que fueron empleados para crear murales y mosaicos. Un templo que literalmente ha sido construido con basura reciclada que bien podría estar en un vertedero. Un templo ecológico, low-cost y de diseño llamativo, sobre todo cuando brilla el sol.

La idea puede parecer nueva, pero se tiene constancia de la construcción de muros de botellas en diferentes países del mundo desde al menos 1907, y cada vez podemos encontrar más ejemplos, como la cúpula de botellas recicladas del techo del Centro de Tecnología Alternativa (CAT) en Machynlleth, País de Gales, que recuerda al cuerpo de un puercoespín.

Fuente:

Xakata Ciencia

26 de noviembre de 2011

La ingeniera peruana que aplauden en Londres


Sonia Quispe, gerenta

Entre los miles de recicladores que se han transformado en microempresarios gracias a Ciudad Saludable, Ruiz recuerda el caso de Sonia Quispe, a quien conoció una noche cuando abría bolsas de basura para sacar materia orgánica para llevar a los cerdos que criaba.

"Yo la vi y me dije, ella tiene capacidad para estar haciendo mucho más". Sonia comenzó a asistir a clases para agregar valor a los residuos y hoy junto a otras mujeres dirige su propia microempresa, vendiendo carteras hechas a partir de papel "en tiendas fashion de Lima como Dédalo e Índico".

"Cuando Sonia fue a visitar Dédalo para mostrar sus productos, fue un poco tímida y cuando acabó la reunión vino corriendo a la oficina y me dijo, ¡Albina! La gerenta me recibió diciéndome, 'Sra. gerenta', y me ofreció luego una copa de vino".

"Yo le dije, claro Sonia, ella es gerenta de su tienda y tú de tu microempresa, estaba hablando de gerenta a gerenta".



Albina Ruiz

El modelo creado por Albina Ruiz se está llevando a India, Kenia y Egipto.

En una suntuosa sala de la Royal Society of Arts, una de las academias de promoción de la ciencia y la innovación más antiguas de Londres, se dieron cita esta semana cientos de personas, ávidas por escuchar el secreto del éxito de una ingeniera peruana.

Albina Ruiz llegó hasta la capital británica a recibir la prestigiosa Medalla Albert concedida por esa institución a los pioneros en innovación, que incluye en su larga lista de ganadores a Thomas Edison y Alexander Graham Bell.

Con positivismo contagioso, Ruiz compartió la historia de la iniciativa que fundó hace más de dos décadas, Ciudad Saludable, que une la recolección de residuos con la oportunidad de una nueva vida, transformando a miles de recicladores informales en competentes microempresarios.

El modelo ha sido tan exitoso que ya se ha extendido a nueve países de América Latina y actualmente se está implementando en Bangalore, en la India.

Desde la selva a Lima

La idea nació cuando Ruiz llegó a Lima de su ciudad natal en la Amazonia peruana para asistir a la universidad.

Microempresarios

En Perú, Ciudad Saludable ya ha transformado a más de 11.000 recicladores en microempresarios.

"Yo nací en la selva de Perú, en Moyobamba, donde nunca conocí el término basura porque todo lo usamos y lo reciclamos. Cuando llegué a Lima para estudiar ingeniería industrial viví en un distrito muy pobre, El Agustino, donde todo estaba lleno de basura", dijo Ruiz a BBC Mundo.

Las montañas de residuos estaban "en todos los barrios alrededor y mi primera constatación fue que la basura se queda donde vive la gente pobre, entonces mi tesis para graduarme fue sobre microempresas de saneamiento ambiental para ofrecer el servicio de recolección de residuos con triciclos".

"Luego empecé a descubrir que la gente vivía de la basura, había todo un mundo de mujeres, con sus hijos y hombres trabajando en los botaderos. El foco se dirigió entonces a empoderarlos a ellos, a transformarlos de recicladores informales en emprendedores”.

"Todos ganan"

El modelo de Ciudad Saludable es simple, asegura Ruiz, y puede resumirse en la gestión integral de residuos sólidos con inclusión social y económica de trabajadores.

En Perú, la iniciativa ya ha organizado a más de 11.000 recicladores, que atienden la recolección de residuos de un total de nueve millones de residentes urbanos.

Los recicladores reciben entrenamiento no sólo en aspectos técnicos sobre el tratamiento de papel, plástico o vidrio, sino sobre liderazgo, organización de empresas, oratoria y hasta entrevistas a los medios de prensa.

Uno de los grandes logros de Ciudad Saludable es la participación de muchos actores, desde municipios y residentes hasta estudiantes, que ven en el proyecto una iniciativa que ofrece beneficios para todos.

Ruiz convenció a los municipios a utilizar el servicios de los nuevos microempresarios "con los números", mostrando lo que podían ahorrar en recolección de residuos. "Además, cuando hicimos un censo descubrimos que había en Perú más de 108.000 familias recicladoras, o sea, unos 500 mil votos".

Para lograr la cooperación de los residentes urbanos, la ingeniera logró que los municipios ofrecieran descuentos significativos en las tarifas municipales a quienes separaran la basura.

Sentados a la mesa con grandes compañías

"Los recicladores ya no están abriendo bolsas en los botaderos, sino que pasan recogiendo sólo las bolsas con todo lo separado, papel, cartón, plástico, vidrio, que llevan a centros de acopio donde almacenan los productos separados. Por ejemplo, el plástico lo tienen que separar en Pet (poliuretano), plástico duro o liviano".

"Cuando trabajaban individualmente vendían a diario a un intermediario que les pagaba lo que quería. Ahora, lo que hemos hecho es implementar las mesas nacionales de reciclaje, donde estos recicladores a traves de su asociación están teniendo una rueda de negocios con grandes compañías como Kimberly Clark, o Protisa que produce el papel higiénico Elite".

"¿Te imaginas sentar a la mesa a grandes empresarios con los recicladores microempresarios?".

Los recicladores que están reacios a las grandes empresas ven también que éstas pueden pagarles mejores precios, y las compañías valoran a su vez el producto de calidad ofrecido por las microempresas.

"En el año 2009 sólo en el Perú recuperamos 292 mil toneladas de residuos, hemos dejado de talar dos millones de árboles y a eso tendríamos que sumarle los miles de barriles de petróleo crudo por haber recuperado plástico y la arena bauxita que no hemos sacado por recuperar vidrio".

Desde Lima a Bangalore

Recicladores

Los recicladores ya formaron una red latinoamericana.

Los recicladores ya han formado una red latinoamericana. Según la ingeniera peruana, se estima que en la región hay cuatro millones de familias que viven del reciclaje de residuos y a nivel mundial, 15 millones.

Los sueños de Albina Ruiz siguen creciendo e incluyen una competencia en A. Latina con un premio de US$50 mil para identificar tecnologías que agreguen valor al reciclaje y una escuela itinerante de líderes.

Un sueño ya concretado es una maestría para profesionales. "Un problema grande para nosotros cuando empezamos a crecer en varias ciudades del país era encontrar profesionales que se hicieran cargo de los proyectos, no había. Lo que hicimos fue diseñar un posgrado en gestión integral de residuos, que incluye también el estudio de la responsabilidad social y la participación de comunidades".

El posgrado se ofrece en internet a través de la Universidad Católica, y Ruiz tiene ahora un nuevo reto, "subir el posgrado en inglés, porque estamos empezando a trabajar en la India y el problema es el mismo, no encontramos gente capacitada. También estamos empezando en Kenia y en Egipto y el problema es el mismo".

"Necesitamos encontrar una universidad europea o norteamericana de mucho prestigio con la que podamos poner este programa en esa plataforma y ofrecerlo a nivel internacional porque nosotros buscamos agentes de cambio. Si tan solo el 10% de los alumnos que pasan por este programa se convierten en agentes de cambio esto puede potenciarse".

"Un lema que tenemos en Ashoka es que "todo el mundo puede cambiar el mundo""

Albina Ruiz

La propia vida de Ruiz es un ejemplo de su filosofía y ha continuado aprendiendo en forma constante, con una maestría en gestión ambiental y más recientemente un doctorado a través de la cátedra UNESCO de la Universidad Ramón Llull de Barcelona en digestión anaerobia, para producir energía a partir de excretas de cerdos con biodigestores.

Ha enfrentado muchas dificultades, desde amenazas de maras en El Salvador que defendían "mafias de poder en los botaderos", hasta diferencias culturales en la India, donde algunas mujeres hablan de aceptar el karma de la pobreza en esta vida. "Yo les digo, no es el karma de tus hijos".

En la trayectoria de Albina Ruiz ha sido fundamental el apoyo de Ashoka, la fundación internacional que impulsa a innovadores sociales en todo el mundo.

"Y un lema que tenemos en Ashoka es que 'todo el mundo puede cambiar el mundo'".

Fuente:Enlace

BBC Ciencia

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24 de noviembre de 2011

Richard Sowa: el hombre que se creó su propia isla con botellas y otros tinglados de plástico

Esta idea la ha llevado hasta sus últimas consecuencias Richard Sowa.


A este personaje no le importa si el agua embotellada es saludable o no. A juzgar por sus aires hippies y su sintonía con la madre naturaleza, sospecho que Richard Sowa está al corriente de los muchos perjuicios medioambientales que originan. Las botellas de agua producen sólo en Estados Unidos un total de 1,5 millones de toneladas de desperdicios de plástico; un plástico que ha requerido 178 millones de litros de petróleo para ser fabricado. El plástico no es biodegradable, tardará cientos o miles de años en desaparecer.

Consciente de esta sobresaturación de botellas, desde 1998 nuestro hippie Richard Sowa ha conseguido darle una aplicación muy curiosa a las miles de botellas de agua que llegan al mar y que permanecerán siglos contaminando el medio. Sowa abandonó su estilo de vida inglés para mudarse a un rincón de la costa mexicana, al sur de Cancún, donde empezó a pescar con una red las botellas de agua que navegan sin rumbo (presumo que ninguna de ellas tenía mensajes en su interior). Con el tiempo, estableció una plataforma de 20 metros de largo por 16 de ancho, a la que bautizó como Isla Espiral. Tardó 7 años en reunir 250.000 botellas.


Sobre esta isla de plástico se construyó un hogar de dos pisos con bambú, protegido de forma natural con manglares. Una casa ecológica y naturista, por supuesto, pues dispone de horno, sí, pero solar, y un cuarto de baño también ecológico; aunque me cuesta imaginar en qué consiste un baño ecológico. ¿El papel higiénico ha sido sustituido por piedras u hojas frescas? En fin, era una broma: el retrete está constituido de compostaje, de modo que los excrementos sirven para abono. Sowa recicla el agua de la lluvia y ha conseguido cultivar mango, bananas, espinacas y tomates para su propio consumo. Incluso le ha puesto arena a su isla de botellas para disponer de 3 pequeñas playas.

Ahora Sowa tiene un aspecto risueño y desmelenado que ha cautivado a los medios de comunicación con su pequeña isla ecológica. Pronto, si no lo ha hecho ya, aparecerá un libro sobre su original filosofía, escrito por el propio Sowa junto al autor alemán Tanja Samed. Isla Espiral también ha sido el protagonista de numerosos reportajes para televisión y periódicos. El look de Sowa recuerda un poco al del director de cine Terry Gilliam, el ex Monty Phyton. Y estoy seguro de que comparten un sentido del humor muy similar. Al parecer, en su Inglaterra natal era músico, artista y carpintero, y ahora, ya con 50 años, da la impresión de que vive como le da la gana.

Pero Isla Espiral no puede ser demasiado estable si está construida sólo con botellas, así que permanece anclada en la orilla de la playa. A pesar de ello, su debilidad fue pasto del huracán Emily, que en 2005 le ocasión graves daños estructurales. La ventaja de que tu mundo sea de plástico es que la materia prima es abundante y gratuita, de modo que Sowa no tardó demasiado en recomponer Isla Espiral; y aprovechó para hacer unas cuantas ampliaciones del terreno.

Ahora ya tiene 20 metros de diámetro, alrededor de 100.000 botellas, 2 estanques, una cascada y varios paneles solares. Y es que según palabras de Sowa, Isla Espiral no es exactamente una isla sino “una embarcación ecológica y creadora de espacio”; por ello, este nuevo Robinson Crusoe ecologista aspira algún día a viajar por el mundo sobre sus miles de botellas de plástico, pues no serían difícil remolcarlas.

Tal y como ya ha empezado a hacerlo un equipo de científicos y exploradores, dirigidos por el ambientalista David de Rothschild, que se han lanzado al mar para protagonizar una singladura desde San Francisco hasta Australia en un catamarán de 60 pies completamente construido de plástico reciclado (a excepción de los mástiles, que son de metal): de 12.000 a 16.000 botellas de dos litros de soda y un poco de tela tejida de PET. Su objetivo fue aumentar la concienciación sobre el reciclaje, los residuos y el consumo.

Sowa, ya puestos, debería entrar en contacto con Kosuke Tsumura, diseñador de ropa y accesorios urbanos, que ha sacado al mercado un traje estilo armadura exclusivamente de botellas de plástico e hilo de nylon transparente. Perfecto para un ninja ecológico que parece venir del espacio exterior.


Lamentablemente, estas iniciativas, aparte de parecernos pintorescas, no ayudan a solucionar realmente el problema que los mares y océanos del mundo sufren a causa del plástico. Las botellas son incluso lo de menos. Según un informe de Greenpeace, gigantescas criaturas marinas de más de 3,5 millones toneladas de peso, formadas por un conglomerado de restos de plásticos (un 80 % del conjunto), redes marinas y demás deshechos, viajan a la deriva acabando con toda la vida que encuentran a su paso. Como si fueran islas artificiales similares a la de Sowa, pero del tamaño de Francia y con un aspecto vagamente tentacular que recueEnlacerda a una medusa gigante. Más que una isla, pues, es un nuevo continente de plástico flotante con una gran capacidad para la destrucción. La cantidad de plástico presente en algunas zonas frente a la cantidad de plancton es de 6 a 1.

Esta masa de plástico destructiva, con ecos de monstruo alienígena, se descubrió casualmente en 1997 durante un crucero de Los Angeles a Hawai que cruzó un vórtice que los marineros generalmente sortean porque allí existe poco viento y mucha presión. Mientras dure nuestra dependencia al plástico, el continente de plástico irá creciendo cada vez más, como una gran sopa plástica que se alimenta de nuestra irresponsabilidad.

Fuente:

Xakata Ciencia

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