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9 de agosto de 2013

Diez datos sorprendentes sobre el Sol





El astro rey lo tenemos aquí al lado, cada mañana nos baña con su luz, y sin embargo su física es tan sorprendente que no podemos dejar de dedicarle un especial de datos curiosos.

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El Sol quema cada segundo 4 millones de toneladas de hidrógeno. El equivalente a la masa de un superpetrolero. Y también el equivalente a quemar un millón de elefantes.

2

La enorme presión gravitatoria en el interior del Sol supera la repulsión electrostática entre los núcleos de hidrógeno (protones) y los obliga a acercarse. Se fusionan hasta convertirse en núcleos de helio. Este proceso convierte en energía el 0,8% de la masa de los núcleos de hidrógeno. Así, con 1kg de hidrógeno, se libera un millón de veces más energía que la combustión de 1 kg de carbón.

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El Sol pesa 2.000 millones de trillones de toneladas. La masa del Sol, pues, equivale a unas 332.950 veces la masa de la Tierra.

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Desde que se formó, el Sol solo ha perdido un 0,1% de su masa total.

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Cada kilogramo de hidrógeno consumido por el Sol libera la misma energía que una bomba de hidrógeno de 1 megatón.

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Una erupción solar de gran tamaño contiene suficiente energía como para asegurar el suministro en Estados Unidos durante 100.000 años.

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El Sol tiene un potente campo magnético que se retuerce y se enrolla, y a veces arroja al espacio gigantescas nubes de plasma. Una explosión registrada el 28 de octubre de 2010, por ejemplo, lanzó al espacio un tornado de plasma de 350.000 km.

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El Sol contiene el 98,8% de la masa total del Sistema Solar. El otro 1,2% en su mayor parte corresponde a Júpiter.

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Si viajáramos en un avión de pasajeros a su velocidad normal (alrededor de 644 kilómetros por hora) yendo de la Tierra al Sol, necesitaríamos 20 años para llegar a nuestro destino.

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Tiene una vida aproximada de 10.000 millones de años, y se encuentra en el ecuador de su vida. Cuando su combustible se esté agotando, se hinchará y nos engullirá a todos. Para entonces ya deberíamos haber encontrado otro planeta donde residir.

Tomado de:

Xakata Ciencia

Nuevas vistas de la atmósfera solar revelan estructuras desconocidas para la ciencia

IRIS (Interface Region Imaging Spectrograph), lanzado a finales del mes pasado, está diseñado para observar las capas más bajas de la atmósfera solar, poco exploradas, y sus primeras imágenes guardan sorpresas.


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A la izquierda, una imagen del Sol visto por el Solar Dynamics Observatory de la NASA. A la derecha, la misma sección, vista por la IRIS. Se puede observar un mayor nivel de detalle. Click para agrandar.

IRIS está equipada con una serie de instrumentos sensibles al ultravioleta y espectrógrafos que le permiten ver a través de la atmósfera solar externa y observar la cromosfera, la región intermedia que sirve de intermediario, comunicando la energía desde la fotosfera, la parte más superficial, hasta la corona exterior. Al hablar de dinámica solar, los astrofísicos suponen que es en la cromosofera donde tiene lugar la magia. En algún lugar de esta región, la temperatura superficial (que oscila entre 5000 y 6000 Kelvin) se dispara hasta llegar a los 1 000 000 – 3 000 000 K que se observan en las agitadas capas exteriores. Conducen el viento solar, y da lugar a emisiones en el ultravioleta que afectan a la Tierra.

Lea el artículo completo en:

Divulgame.org

25 de julio de 2013

¿Por qué se piden deseos al ver caer estrellas fugaces?


En las sociedades primitivas, se creía que cada estrella era el alma de una persona. Una estrella fugaz representaba a un recién nacido: el astro caía a tierra en el lugar en el cual el niño nacía.


Las supersticiones con respecto a las estrellas son tan antiguas como la propia humanidad. Desde los primeros tiempos, el hombre creyó que el cielo era la morada de los dioses. Al nacer Jesús, los Reyes Magos declararon que habían visto su estrella brillar en el Oriente: así se originó la idea de que las estrellas brillantes indicaban un nacimiento. En las sociedades primitivas, se creía que cada estrella era el alma de una persona. Una estrella fugaz representaba a un recién nacido: el astro caía a tierra en el lugar en el cual el niño nacía. Un deseo formulado cuando la estrella iba cayendo se cumpliría con seguridad.

Junto con estas supersticiones vinieron otras que decían que las estrellas fugaces eran avisos de muerte. Hasta hace poco, cuando se daba la noticia de una tragedia, alguien aseguraba haber visto caer una estrella.

Algunos historiadores dicen que la costumbre de pedir un deseo a las estrellas, ya sea que estén fijas o que vayan cayendo, probablemente comenzó con un intento de remediar algo. Si las estrellas tenían el poder de traernos algo bueno o algo malo, pedirles un deseo equivalía a reconocer su poder, y quien lo hiciera así sería recompensado.

Por otra parte, contar las estrellas se considera de mala suerte, pero si se cuentan nueve estrellas en nueve noches sucesivas, se puede pedir un deseo. También se dice que señalar las estrellas es pecaminoso y hasta puede ser fatal.

Fuente:

Selecciones


13 de mayo de 2013

Así se ve un 'escupitajo' del Sol

Explosión solar capturada por el SDO. | NASA

Explosión solar capturada por el SDO. | NASA
Es la imponente imagen de una eyección de masa coronal del Sol. Lo que comúnmente se denomina tormenta o erupción solar. La imagen la ha capturado el telescopio Solar Dynamics Observatory (SDO) de la NASA, y muestra con profusión de detalles cómo una enorme cantidad de plasma magnético emerge desde la atmósfera del Sol en dirección a la Tierra. Fue el segundo evento espacial del día, pero no superó los 200.000 kilómetros de distancia, por lo que no alcanzó la Tierra.

"Este aumento del número de destellos son muy comunes en el momento, dado que la actividad del Sol se dirige hacia su máximo, que esperamos alcance a finales de 2013", afirma la NASA en un comunicado. El período llamado Actividad Máxima Solar se produce cada 11 años, y sus ondas pueden llegar a ser peligrosas si alcanzan la Tierra.

La eyección solar más fuerte del 2013 se produjo el pasado 11 de abril, un evento de tipo 'medio' por su intensidad. El evento de mayor intensidad, denominado 'clase X' puede resultar peligroso para las naves y astronautas en el espacio. También pueden interferir en las comunicaciones en la tierra y los sistemas de navegación por GPS.

La misión SDO fue lanzada al espacio en Febrero de 2010 con una serie de instrumentos capaces de observar el Sol durante 24 horas al día, 7 días a la semana. El telescopio espacial orbita alrededor de la Tierra a unos 36.000 kilómetros de ella, y envía hasta 1,5 terabytes de datos a la estación en Tierra, ubicada en Nuevo México.

La misión fue lanzada con la intención de estudiar nuestra estrella durante cinco años y tres meses, pero la NASA se plantea prolongarla hasta 10 años.

Fuente:

El Mundo Ciencia

23 de abril de 2013

Nueva mancha solar de 150.000km es doce veces más grande que la Tierra

La mancha en el Sol se aprecia como el elemento más destacable en la imagen.

La mancha en el Sol se aprecia como el elemento más destacable en la imagen.

Durante el fin de semana recién pasado, científicos del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) parte de la NASA notaron la presencia de una mancha solar que llamaron AR 1726, la que comenzó discretamente en intensidad pero durante el transcurso de las últimas horas se transformó en una de las más importantes de los últimos años.

Y es que su crecimiento ha alcanzado los 150.000km, resultando ser 12 veces el diámetro de nuestro planeta. Además, se estima que cualquier llamarada podría afectar la Tierra, existiendo una entre diez posibilidades de que una de esas expulsiones sea de categoría “X”, lo que los científicos identifican como las de más alta potencia en una escala del 1 al 5.

¿Qué podría ocurrir? Si sale todo absolutamente mal, la mancha solar podría afectar el funcionamiento de los satélites que orbitan nuestro planeta, incidiendo en el correcto funcionamiento de las comunicaciones en Tierra. De todas maneras, se ve improbable que esto ocurra y de ser así, será alertado con anticipación a medida que se vaya desarrollando este evento para tomar las prevenciones del caso.

Link: Aparece una mancha solar gigante: doce veces la Tierra (ABC)

Fuente:

FayerWayer

7 de abril de 2013

El telescopio espacial Kepler da la razón a Einstein… una vez más

PIA16885

Una masiva enana blanca curva la luz de su compañera (recreación)

El telescopio espacial Kepler ha sido testigo de como una estrella muerta curva la luz de la estrella que acompaña. El descubrimiento está entre las primeras detecciones de este fenómeno (predicho por la teoría general de la relatividad de Einstein)  en estrellas binarias.

La enana blanca observada tiene aproximadamente el tamaño de nuestra Tierra, aunque una masa parecida a la de nuestro Sol. Su otra compañera de viaje es una enana roja que, aún siendo mayor de tamaño, orbita alrededor de la primera.

Las primeras observaciones llevaron a pensar que se trataba de un gigante gaseoso del tamaño de Júpiter eclipsando la luz de la enana roja. Posteriores mediciones con el telescopio Hale en San Diego descubrieron que la enana roja estaba moviéndose alrededor del supuesto planeta en un movimiento similar al de una peonza, ese movimiento era demasiado grande como para ser causado por un gigante gaseoso. Había que dar otra respuesta para explicar ese baile gravitacional, y la encontraron en forma de una enana blanca muy masiva.

PIA16886

El gráfico nos muestra las típicas curvas de brillo que usa Kepler para la detección de exoplanetas orbitando alrededor de su estrella madre. La curva de la izquierda es lo que primeramente se interpretó como el paso de un gigante gaseoso por delante de una enana roja, con la típica disminución en la curva de brillo. 
Realmente lo que se estaba viendo era el eclipse de una enana blanca por parte de su compañera, la disminución del brillo se debía a la gran masa de la estrella restando luz a su menos masiva compañera.

La gráfica de la derecha nos muestra que pasa cuando la enana blanca pasa por delante de la roja. La disminución del brillo es increíblemente sutil debido al pequeño tamaño de la enana blanca (recordemos comparable a nuestra Tierra). Los puntos azules marcan la disminución del brillo acorde con el tamaño de la enana blanca, la línea roja lo que realmente se observa en el tránsito, su masa es enorme, la gravedad curva y magnifica la luz de la enana roja, dando lugar a lo que predijo Einstein, una lente gravitacional.

Esta misión no deja de darnos sorpresas, además de ser una de las mayores fuentes a la hora del descubrimiento de exoplanetas, también nos ayuda a poner imágenes a teorías que hasta ahora solo se mostraban sobre el papel.

Y nos la querían suspender.

Fuente:

Miles de Millones

6 de abril de 2013

Descubren un nuevo tipo de explosión estelar: la mini supernova

Astrónomos del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica (CfA) en Cambridge, Massachusetts (EE.UU.), han descubierto un nuevo tipo de explosión estelar que describen como una 'mini supernova'. Más débil y menos energética, procede del estallido de enanas blancas en sistemas jóvenes, sin que la estrella llegue a destruirse por completo. La investigación será publicada en The Astrophysical Journal y está disponible en arXiv.org

Hasta este momento se conocían dos tipos de supernovas: una de colapso de núcleo provocada por la explosión de una estrella de 10 a 100 veces más masiva que nuestro Sol, y otra de tipo Ia, la explosión completa de una minúscula enana blanca. Ahora, los científicos se han encontrado con un tercer tipo, la llamada Iax, más débil que la Ia y que no puede destruir por completo el astro.

"Una supernova tipo Iax es esencialmente una mini supernova", dice Ryan Foley, autor de la investigación. "Es la pequeña de la camada". Foley y sus colegas identificaron 25 ejemplos de este nuevo tipo de explosión estelar. Ninguno de ellos apareció en las galaxias elípticas, que están llenas de estrellas viejas, lo que sugiere que provienen de sistemas estelares jóvenes.

El equipo llegó a la conclusión de que una supernova tipo Iax proviene de un sistema estelar binario que contiene una enana blanca y una estrella compañera que ha perdido su hidrógeno exterior, dejándola dominada por el helio. La enana blanca acumula helio de la estrella normal.

Los investigadores no están seguros sobre qué desencadena una Iax. Es posible que la capa exterior de helio se encienda primero, enviando una onda de choque a la enana blanca. Como alternativa, la enana blanca puede encenderse primero debido a la influencia de la capa de helio.

ESCONDIDA EN LAS SOMBRAS

En cualquier caso, parece que la enana blanca sobrevive a la explosión, a diferencia de una supernova Ia, donde queda completamente destruida. "La estrella será maltratada y golpeada, pero podrá vivir para ver otro día", dice Foley.

El investigador calcula que las supernovas de tipo Iax son alrededor de un tercio tan comunes como las Ia. La razón por la que solo algunas han sido detectadas es que las más débiles tienen solo una centésima parte del brillo de las Ia. Es decir, apenas pueden detectarse.

"Las supernovas de tipo Iax no son raras, solo son débiles", explica Foley. "Durante más de mil años, los humanos han estado observando supernovas. Todo este tiempo, esta nueva clase se ha escondido en las sombras". 

Fuente:

2 de marzo de 2013

El nacimiento de un planeta gigante

Recreación artística del planeta gigante gaseoso alrededor de la estrella HD 1005460. | ESO

Recreación artística del planeta gigante gaseoso alrededor de la estrella HD 1005460. | ESO
Los planetas gigantes gaseosos, según las teorías actualmente vigentes, se forman tras capturar polvo y gas que permanecen tras la creación de una estrella. Su superficie es indefinida, compuesta principalmente por hidrógeno y metano. Un equipo internacional de investigadores del Observatorio Europeo Austral ha observado el disco de polvo y gas de la estrella joven HD 100546, a unos 335 años luz de distancia de la Tierra, y ha descubierto en su órbita lo que se cree que es un planeta gigante en proceso de formación, un descubrimiento que ofrece una excelente oportunidad de comprender cómo se forman los planetas.

"Si nuestro descubrimiento es ciertamente un planeta en formación, por primera vez los científicos podrán estudiar de forma empírica el proceso de formación planetaria y la interacción de un planeta en formación con su entorno natal en un estadio muy temprano", afirma Sascha Quanz, jefa del proyecto en Zürich, Suiza.

Los científicos que estudiaron durante años la estrella joven HD 100546 descubrieron una débil mancha en su disco circumestelar, su anillo. En un principio pensaron que se podía tratar de un planeta gigante a una distancia seis veces mayor que la que separa a la Tierra del Sol. Gracias al telescopio VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral el equipo de investigadores actual ha descubierto que este planeta en formación realiza una órbita mucho mayor, unas 70 veces la distancia que separa la Tierra del Sol, esto es, alrededor de 149.600.000 kilómetros de media. Se halla en las regiones exteriores del sistema, aunque no está claro si ha estado en su posición actual durante todo el tiempo de su formación o si ha podido migrar desde regiones interiores.


Telescopio VLT, en el desierto chileno de Atacama, en plena acción. | ESO

Telescopio VLT, en el desierto chileno de Atacama, en plena acción. | ESO

La estrella se descubrió gracias a la combinación del instrumento de óptica adaptativa NACO, que elimina la luz procedente de la estrella en la que orbita el protoplaneta, con técnicas pioneras de análisis de datos, lo que demuestra que "el intercambio de ideas entre diferentes campos puede dar como resultado un extraordinario avance", afirma Adam Amara, miembro del equipo de investigación.

Aunque la teoría de que el objeto detectado se trata de un protoplaneta es la que más se amolda a los resultados de las observaciones, existe la remota posibilidad de que se trate de un planeta totalmente formado eyectado de su órbita original hacia una posición más cercana a la estrella. Si, por el contrario, se confirma que se trata de un protoplaneta, los investigadores tendrán un perfecto laboratorio en el que estudiar de cerca el proceso de formación de un nuevo sistema planetario.

"La investigación exoplanetaria es una de las más nuevas y emocionantes fronteras de la astronomía, y la imagen directa de planetas es todavía un campo emergente que se va a beneficiar mucho de los recientes avances en instrumentación y en métodos de análisis de datos", concluye entusiasmado Amara.

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21 de febrero de 2013

Así es la muerte de las estrellas

Supernova. Foto cedida por  NASA's Marshall Space Flight Center
Todos los días, cuando salimos a la calle o miramos por la ventana, somos conscientes del efecto que tiene el astro rey sobre el desarrollo de nuestras vidas. La supervivencia de los seres vivos depende íntegramente de su existencia y como si de una idea platónica se tratara, asumimos que Apolo seguirá arrastrando su carro a lo largo de las bóvedas celestes. Pese a que somos conscientes de que el Sol no es un cuerpo inmutable (un ejemplo aquí), sí es racional considerarlo como eterno. En esta entrada veremos cómo es la vida y muerte de una estrella. En general, puede decirse que la vida de una estrella es inversamente proporcional a su masa. Estrellas masivas dispondrán de vidas cortas e intensas, que concluirán de manera trágica. Sin embargo, las estrellas más pequeñas alargarán su existencia durante períodos mucho más largos y abandonarán este mundo sin pena ni gloria. 

Para comprender cómo acaba la vida de una estrella es necesario conocer cómo es su nacimiento. Una estrella comienza su vida a partir del colapso de una gran nube de materia, compuesta en su mayor parte por hidrógeno. Debido a la gran cantidad presente de materia, los átomos comienzan a acercarse entre sí por la acción de la gravedad. Quiero recalcar que si los átomos se atraen entre sí (sí, átomos pequeñitos) es porque su cantidad es desproporcionada. Por ello, cada vez es mayor  la presión y comienzan a chocar entren sí, aumentando la temperatura. Durante el transcurso de este proceso, los átomos de hidrógeno están tan cerca que comienzan a fundirse, lo cual produce energía, que contrarresta los efectos de la gravedad, haciendo que la estrella se hinche y tome la forma que mantendrá durante la mayor parte de su vida. Esta  fase que se conoce como secuencia principal es en la que se quema el hidrógeno para producir helio y energía.
Esquema del proceso de fusión nuclear. / Wykis
Las estrellas son enormes calderas. Se ven obligadas por la fuerza de la gravedad a convertir el hidrógeno, a 16 millones de grados Celsius, en helio. Afortunadamente, esto es lo único que necesitan durante la mayor parte de sus vidas.
En la figura situada a la izquierda puede verse, de manera esquemática, el proceso de fusión nuclear. A grandes rasgos, en el núcleo del cuerpo celeste, un átomo de deuterio y otro de tritio (isótopos de hidrógeno) se "funden", lo cual produce un átomo de helio y un neutrón, junto con, cómo no: energía.

Las reservas de hidrógeno pueden parecer eternas desde la perspectiva de un ser humano, pero llega un punto en el que no hay más hidrógeno disponible que contrarreste el efecto de la gravedad y la estrella comienza su declive. Esto se traduce en una muerte, larga y violenta. La violencia se traduce en que su volumen aumenta, pasando a ocupar un espacio cientos de veces mayor al que disponían durante su secuencia principal. Agonizante, la estrella es incapaz de mantener la temperatura de su superficie y su color se apaga, de ahí que se denomine a estas estrellas moribundas con el término de gigantes rojas.


Foto cedida por Andrea Dupree
El ejemplo de gigante roja por antonomasia es Betelgeuse. A la derecha de este párrafo podemos ver una foto tomada por el telescopio Hubble. Aunque tal vez no lo parezca, su radio es lo suficientemente grande como para que si el Sol se encontrara en el centro, todo el sistema solar cupiese dentro de esta estrella hinchada y y a punto de morir. Un hecho curioso es que la estrella se encuentra a 600 años luz de nosotros, por lo que podría haber muerto hace tiempo, pero todavía no habernos llegado su funesto destello.

En el interior de estos gigantes moribundos la gravedad empieza a ganar la batalla. Esto es debido a que por falta de hidrógeno, el proceso de fusión se está apagando. Este declive hace que los átomos cedan a la influencia de la gravedad y la distancia entre ellos disminuya. Por tal razón, las reacciones de fusión se reactivan, debido a que aún queda materia en el núcleo. Sin embargo, no se  trata de la misma situación que en la secuencia principal. Ahora ya no queda hidrógeno que fundir, sino helio; y debido a que la presión en el núcleo ha aumentado, las temperaturas son mayores (alrededor de unos 100 millones de grados Celsius). Esta situación hace posible que los átomos de helio se fundan entre sí, y producen la aparición del carbono, del oxígeno y de la energía suficiente para detener el colapso, al menos temporalmente. He aquí una de las ironías del universo. Para que se originen dos de los elementos más importantes para la presencia de la vida, una estrella debe morir. 

En el caso de nuestro Sol, al poseer una masa comedida, cuando el helio se agote, detendrá su proceso de fusión, ya que no quedará suficiente masa en su núcleo para plantarle cara a la gravedad. En ese momento el Sol se desprenderá de sus capas más externas,  y tan sólo quedará su núcleo, el cual  pasará a tomar el nombre de enana blanca, que irá apagándose a lo largo de las eras, hasta convertirse en una enana negra

Antes de retomar la muerte de Betelgeuse, debemos hablar de las estrellas menos masivas, es decir, aquellas cuya masa es menor que la mitad que la que posee el Sol. Como decíamos antes, la intensidad de la vida de una estrella depende de su masa. Las estrellas más grandes requieren mayor energía del proceso de fusión nuclear para contrarrestar la gravedad producida por este exceso de materia. Una enana roja, sin embargo, quema su combustible de manera lenta durante toda su vida, por lo que poco se conoce sobre su muerte, pero se espera que no sea muy violenta.

Si la masa de la estrella es superior a la del Sol, pueden darse nuevas fases de colapso y reinicio del proceso de fusión. Es decir, el proceso continúa más allá de la fusión del helio, siempre y cuando quede suficiente materia. De esta manera se consiguen todos los elementos de la tabla periódica hasta llegar al hierro. De hecho, el final de una estrella de menos de nueve masas solares, consiste en que gran parte del volumen de la estrella se estructura como una esfera con capas. Además, su centro está compuesto por hierro y las capas externas de elementos menos pesados, hasta llegar a una superficie de hidrógeno. Una vez se ha alcanzado este estado, mediante una violenta explosión, la estrella muerta esparce al universo todo su contenido en forma de una nebulosa estelar.

Las estrellas más grandes, cuya masa es superior a nueve veces la masa solar, producen el resto de elementos que conocemos. Es tanta la materia que queda en la esfera metálica del final de sus vidas, que tras su colapso, se produce un "rebote" de materia, que choca contra las capas externas, y fuerza a que se alcancen temperaturas de miles de millones de grados Celsius. Durante esta tremenda explosión, denominada supernova, se dan las condiciones necesarias para formar el resto de elementos pesados como el oro, la plata o el uranio. Esta brutal explosión disemina la esencia de la estrella en el espacio, y deja  una densa estrella de neutrones donde anteriormente se encontraba el núcleo, la cual gira frenéticamente hasta el fin de la eternidad.

Con todo lo anterior quiero decir una cosa: nada es eterno, ni siquiera una gloriosa estrella. Lo importante de la muerte de estos cuerpos es  lo que nos enseñan. De las cenizas de algo grande, siempre puede volver a surgir algo nuevo. De cada una de las nebulosas que se producen tras la muerte de cualquier estrella lo suficientemente masiva, hay suficiente materia para que nazcan nuevos astros.

Foto cedida por NASA Goddard Photo and Video

El Sol,
los planetas del sistema solar, la vida, 
 se sustentan sobre el cadáver de innumerables astros. 
Nunca mejor dicho, somos polvo de estrellas.


Pepe "Puertas de Acero" Pérez

Fuente:

Mente Enjambre

13 de febrero de 2013

¿Por qué el universo se constituye de galaxias y no únicamente de estrellas?


Galaxia

Las estrellas se formaron a partir de nubes que colapsaron dentro de las galaxias.

Es una consecuencia de la estructura a pequeña escala de la materia y la energía en el universo durante su período de formación.

Aunque hasta el día de hoy no queda claro de qué manera se formó la estructura del universo, los astrónomos creen que las fluctuaciones diminutas en la densidad de la materia se convirtieron en la semillas que después resultaron en protogalaxias y cúmulos.

Las estrellas se formaron después, a partir de nubes que se colapsaron dentro de estas protogalaxias.

Así que es probable que el Universo se constituya de galaxias (en lugar de estrellas) debido a que las fluctuaciones primordiales correspondían a la escala adecuada para crearlas.

Fuente.

BBC Ciencia

26 de enero de 2013

La Vía Láctea orienta al escarabajo pelotero

Escarabajo pelotero

La Vía Láctea es la mejor aliada del escarabajo pelotero en las noches sin Luna.

Quizás vivan en la tierra, pero todo parece indicar que el escarabajo pelotero que se alimenta de excrementos está muy claro dónde están las estrellas.

Un grupo de científicos ahora puede comprobar cómo estos insectos usan la Vía Láctea para orientarse mientras trasladan sus bolas de excremento por el terreno.
Los humanos, las aves y las focas se orientan por las estrellas. Sin embargo, este podría ser el primer ejemplo en el cual un insecto lo hace.

El estudio, elaborado por Marie Cacke, es reseñado en la revista clic Current Biology.

"Los escarabajos peloteros no necesariamente se trasladan en el mismo sentido que la Vía Láctea o perpendicular a ésta, pueden ir en cualquier ángulo a esta banda de luz en el cielo. La usan como referencia", dijo a la BBC la investigadora de la Universidad de Lund, en Suecia.

A los escarabajos peloteros les gusta trasladarse en línea recta. Cuando encuentran una pila de excrementos, forman una pequeña bola con éstos y comienzan a rodarla a un lugar seguro donde pueden comérsela, generalmente en una cueva.

Tener una buena orientación es importante porque a menos de que el insecto use un curso recto, es riesgoso regresar al lugar donde hizo la recolección, ya que otro escarabajo seguramente tratará de robarle su preciada bola.

Se mueven en línea recta

Dacke previamente había demostrado que los escarabajos peloteros eran capaces de moverse en línea recta orientándose por el Sol, la Luna o incluso señales formadas por estas fuentes de luz.

Pero fue la capacidad de estos animales de mantener el curso, incluso en noches sin Luna, lo que intrigó a la investigadora.

Por ello Dacke se llevó a estos insectos (Scarabaeus satyrus) al planetario de Johanesburgo, en Sudáfrica, donde podía controlar las estrellas que el insecto tendría sobre sí. 

Lo más importante es que puso a los escarabajos en contenedores con paredes negras para asegurarse de que los animales no estuviesen usando información de referencias en el horizonte, lo que en su medio ambiente natural podrían ser, por ejemplo, árboles.

Los escarabajos hicieron mejor su trabajo cuando tuvieron un perfecto cielo estrellado proyectado en el domo del planetario, aunque también lo hicieron bien al mostrarles una franja de luz difusa que representa la Vía Láctea.

Dacke cree que es la franja de luz y no los puntos de luz de las estrellas lo que es más importante para estos insectos.

"Estos escarabajos tienen ojos compuestos", dice a la BBC. "Se sabe que los cangrejos, que también los tienen, pueden ver las pocas estrellas más brillantes en el firmamento. Quizás los escarabajos pueden hacer esto también, pero aún no lo sabemos, es algo que estamos investigando. Sin embargo, cuando les mostramos solo las estrellas brillantes en el cielo, se pierden. Por lo tanto no son ellas las que los escarabajos usan para orientarse".

En el terreno, Dacke ha visto a los escarabajos desorientarse cuando la Vía Láctea se ubica en el horizonte en una época particular del año.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

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20 de diciembre de 2012

El secreto de juventud de las estrellas



El cúmulo globular estudiado por el Observatorio Austral Europeo. | ESO

El cúmulo globular estudiado por el Observatorio Austral Europeo. | ESO
Al igual que las personas, las estrellas pueden envejecer de distintos modos. Un nuevo estudio ha descubierto que algunos cúmulos de estrellas nacidos tras el Big Bang mostraban distintos grados de desarrollo, mostrándose más jóvenes o envejecidas.

Estos cúmulos globulares son reliquias de los primeros tiempos del Universo, con edades entre los 12-13 mil millones de años (el Big Bang tuvo lugar hace 13.700 millones de años), y que contienen muchas de las estrellas más viejas de nuestra galaxia.

Pese a que forman parte del pasado remoto del Universo, el equipo científico ha descubierto, utilizando el telescopio MPG/ESO del Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés) y el Hubble de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) que algunos de estos cúmulos permanecen con un 'espíritu' joven.

¿A qué se debe el secreto de la eterna juventud de estos cúmulos?. Los astrónomos han revelado un mecanismo de rejuvenecimiento peculiar. Las estrellas de los cúmulos tienden a tener la misma edad. Las brillantes de mucha masa se consumen pronto, por lo que los cúmulos deberían mantener solo las estrellas de menos masa.

Sin embargo, algunos de estos cúmulos reciben un nuevo soplo de vida, obteniendo combustible extra que las alimenta de nuevo y las hace brillar considerablemente. Esto puede ocurrir si una estrella atrae material de otra estrella vecina a medida que dos de estas se fusionan o si colisionan. Las estrellas revigorizadas son denominadas azules rezagadas, y su alta masa y brillo son las propiedades que han dado fundamento a este estudio.

Las estrellas más pesadas se precipitan hacia el centro del cúmulo a medida que este envejece, en un proceso similar a la sedimentación. Las elevadas masas de las azules rezagadas dan a entender que se ven fuertemente afectadas por este procesos, mientras que su brillo las hace relativamente fáciles de observar.

El equipo localizó la ubicación de estrellas azules rezagadas en 21 cúmulos globulares. Unos pocos cúmulos parecían jóvenes, con estrellas azules rezagadas distribuidas por todo el cúmulo, mientras que un grupo más numeroso era viejo, con las azules rezagadas agrupadas en el centro. Un tercer grupo se encontraba en pleno proceso de envejecimiento, con las estrellas más cercanas al centro migrando hacia el interior en primer lugar, mientras que las estrellas más alejadas se acercaban progresivamente al centro. "Dado que estos cúmulos se formaron todos aproximadamente al mismo tiempo, esto revela grandes diferencias en la velocidad de evolución de cúmulo a cúmulo", concluye Barbara Lanzoni (Universidad de Bolonia, Italia), coautora del estudio.

El estudio ha proporcionado la primera evidencia empírica de a qué velocidad envejecen diferentes cúmulos.

Fuente:

El Mundo Ciencia

10 de diciembre de 2012

MIT “encuentra” el nacimiento de las primeras estrellas del Universo

Un grupo de investigadores del MIT ha anunciado lo que han denominado como "uno de los acontecimientos más importantes de la historia del Universo". Han conseguido mirar hacia atrás en el tiempo, a la época de las primeras estrellas y galaxias, encontrando la materia sin mancha apreciable de elementos pesados. Una medición conseguida tras el análisis de la luz del quásar más distante conocido, un núcleo galáctico de más de 13 millones de años luz de la Tierra.

MIT "encuentra" el nacimiento de las primeras estrellas del Universo

Según Robert Simcoe, del MIT:
El nacimiento de las primeras estrellas es uno de esos momentos importantes en la historia del Universo. Ocurrió en el Universo primitivo, y eran objetos sólo de gas y materia oscura. Se trata del momento en el que el Universo empezó a parecerse a lo que es hoy en día. Y es increíble lo temprano que sucedió, no pasó tanto tiempo.
Lo que han observado los investigadores es la materia anterior a la creación de los elementos pesados del Universo. Actualmente es aceptado que en los minutos después del Big Bang, los protones y los neutrones colisionaron en una fusión nuclear para formar hidrógeno y helio.

Como el Universo enfrió, la fusión se detuvo generando estos elementos básicos, dejando el hidrógeno como el principal constituyente del Universo. Los elementos más pesados, como el carbono y el oxígeno, se formaron cuando las primeras estrellas aparecieron.

Como decíamos, para llevar a cabo tal descubrimiento, desde el MIT se analizó la luz del quásar más distante conocido, un núcleo galáctico de más de 13 millones de años luz de la Tierra que ofrece una instantánea del Universo sólo 750 millones de años después del Big Bang.

El análisis de espectro de luz del quásar no aportó pruebas de elementos pesados en la nube de gas, un hallazgo que sugiere que los datos del quásar se produjeron en el mismo tiempo que las primeras estrellas del Universo. Según Simcoe:
Las primeras estrellas se forman en lugares diferentes en el universo... no se encendieron al mismo tiempo. Pero este es el momento en que empieza a ser interesante.
Y es que hasta ahora los científicos sólo habían sido capaces de observar objetos a menos de 11 millones de años luz. Todos estos elementos se mostraban pesados, lo que sugerían estrellas que ya eran abundantes en ese punto. John O´Meara, profesor de física, lo explicaba así:
Antes de este resultado, no habíamos visto las regiones del universo viejas y carentes de elementos pesados, así que había un eslabón perdido en nuestra comprensión de cómo el contenido elemental del universo ha evolucionado con el tiempo. Posiblemente este descubrimiento proporciona ese entorno tan poco frecuente en el universo, cuando se formaban las estrellas.
Los investigadores tuvieron en cuenta todos los escenarios de otro tipo que pudieran explicar los patrones de luz que observaron, incluyendo las galaxias recién nacidas y otras materias situado en frente del quásar. Sus esfuerzos finalmente confirmaron que el espectro de la luz del quásar indicaba una ausencia de elementos pesados 750 millones años después del Big Bang.

En el futuro, Simcoe espera analizar otros cuásares de esta era temprana para confirmar aún más la ausencia de elementos pesados.

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3 de diciembre de 2012

No hay música sin ciencia

No se puede ver ni palpar, sin embargo, se siente. La música es una de las manifestaciones artísticas más universales y, a la vez, uno de los rasgos más singulares, junto con el habla, del ser humano. Pero el lenguaje musical tiene, también, mucho en común con otro lenguaje que la inteligencia ha inventado para describir la realidad: la ciencia. Ésta habla de espectros, frecuencias, resonancias, vibraciones y análisis armónico. No es una simple coincidencia, no hay música sin física.

El sonido es un fenómeno físico originado por la vibración de los cuerpos y que se trasmite por el aire en forma de ondas. El efecto estético de un sonido depende de la relación lógica y pautada de sus vibraciones. Es decir, que en el fenómeno musical existe una esencia matemática. Y si consideramos la música como una sensación auditiva cuyo propósito es invocar emociones, disciplinas como la fisiología, la psicología, la bioquímica y las neurociencias tienen mucho que decir.

Un Sistema Solar polifónico

La correspondencia entre la música y la ciencia se conoce desde hace mucho tiempo. Probablemente, hacia el siglo VI a.C., en Mesopotamia ya advirtieran las relaciones numéricas entre longitudes de cuerdas. Pero fue en la Grecia antigua cuando se trazaron las diferentes escaleras armónicas basadas en las proporciones numéricas. Para los pitagóricos el Universo era armonía y número. Las notas musicales se correspondían con los cuerpos celestes. Los planetas emitían tonos según las proporciones aritméticas de sus órbitas alrededor de la Tierra. Y los sonidos de cada esfera se combinaban produciendo una sincronía sonora: la "música de las esferas".

Esta armonía celestial fue descrita por muchos pensadores como Platón, que en La República, relata el mito de Er, un guerrero que en su muerte temporal ve el Universo y describe las órbitas de los planetas. "Encima de cada uno de los círculos iba una Sirena que daba también vueltas y lanzaba una voz siempre del mismo tono; y de todas las voces, que eran ocho, se formaba un acorde". También Cicerón, en El Sueño de Escipión, explica el fenómeno: "Es el sonido que se produce por el impulso y movimiento de las órbitas, compuesto de intervalos desiguales, pero armonizados (...) Porque tan grandes movimientos no podrían causarse con silencio, y hace la naturaleza que los extremos suenen, unos, graves, y otros, agudos".

La tradición que consideraba al Universo como un gran instrumento musical se prolongará durante la Edad Media y hasta el siglo XVII, cuando aparece la figura de Johannes Kepler. El astrónomo alemán intentó comprender las leyes del movimiento planetario y consideró que éstas debían cumplir las leyes pitagóricas de la armonía. En su libro Harmonices Mundi (1619) ilustra el orden del Universo según los sonidos producidos por las velocidades angulares de cada planeta. Cuanto más rápido era el movimiento, más agudo era el sonido que emitía.

Asumida esta creencia, Kepler escribió seis melodías, cada una correspondiente a un planeta diferente, e instó a los músicos de su época a asimilar su descubrimiento. Escribió: "el movimiento celeste no es otra cosa que una continua canción para varias voces, para ser percibida por el intelecto, no por el oído; una música que, a través de sus discordantes tensiones, a través de sus síncopas y cadencias, progresa hacia cierta predesignada cadencia para seis voces y, mientras tanto, deja sus marcas en el inmensurable flujo del tiempo".

Las estrellas se hacen oír

Las primeras evidencias de música originada en un cuerpo celeste, tal como habían imaginado los pitagóricos primero y Kepler más tarde, no se encontraron hasta hace varias décadas. Las estrellas no emiten melodías armoniosas, pero sí que están sometidas a perturbaciones que provocan una respuesta en forma de ondas. No podemos escuchar el sonido emitido por una estrella, ya que las ondas de sonido necesitan un medio por el que propagarse y el Universo está prácticamente vacío, aunque podemos observar cómo vibra. Y éste es el ámbito de estudio de la sismología solar, un campo de la astrofísica que, desde 1979, investiga en detalle la estructura interna invisible del Sol.

Como un complejo instrumento musical, nuestro astro oscila creando tipos de ondas (modos propios de oscilación) que se propagan por su interior y se reflejan en la superficie deformándola ligeramente, del mismo modo que las olas del mar. Observando esta alteración se pueden descubrir las frecuencias de las ondas que se propagan desde su núcleo y deducir, al igual que en una ecografía, las características físicas y los movimientos que se prolongan en el interior.

Que nuestro astro tenga ritmo no es una cualidad única, sino que cada estrella, como cada instrumento musical, posee su propio sonido. Actualmente, un astrofísico del IAC, Garik Israelian, ha convertido esta propiedad de los objetos celestes en un proyecto musical. "Detecto las ondas, las convierto en sonidos en el ordenador y, como resultado, obtengo una serie de notas precisas", describe. Con él colabora Brian May, otro astrofísico aunque más conocido como guitarrista y compositor del grupo Queen.

Y el Sol es, también, la repuesta a uno de los misterios que la ciencia llevaba años persiguiendo: el excelso sonido del violín Stradivarius. La última teoría sostiene que el secreto está en el "Mínimo de Maunder", un periodo de escasa actividad solar que entre los siglos XVII y XVIII, cuando se elaboraron los citados violines, provocó un acusado cambio climático. La temperatura en Europa descendió, en lo que se llamó la "Pequeña Edad de Hielo", causando un lento crecimiento en los árboles y dotando a la madera de unas singulares cualidades sonoras.

Con la música a otra parte

Para Leibniz, "la música es un ejercicio de aritmética secreta y el que se entrega a ella ignora que maneja números". Y Bertrand Russell consideraba que "el matemático puro, como el músico, es creador libre de su mundo de belleza ordenada". Descartes (Compendio musical), Galileo (Discurso), Mersenne (Armonía Universal), D’Alembert (la solución de la ecuación de ondas) y Euler (Nueva teoría musical), son algunos de los matemáticos que se han preocupado por la elaboración de teorías musicales. Si bien, también se conocen muchos compositores que han aplicado a sus creaciones principios de lógica y probabilidad matemática, como Debussy, Boulez, Messiaen, Varese, Stockhausen o Xenakis, precursores de la música electrónica actual.

Pero la música no solamente ha seducido a los matemáticos. Científicos de muchas disciplinas han recogido sus teorías en composiciones musicales. Como Clark Maxwell, descubridor de la existencia de las ondas electromagnéticas, que compuso una canción titulada "Rigid Body Sings" para explicar de forma cómica la ley de colisión entre los cuerpos rígidos, o el físico Georges Gamow, que en uno de sus libros sobre su simpático personaje de ficción Mr. Tompkins incluyó tres arias para ser cantadas por tres eminentes cosmólogos, Abbé George Lemaître, Fred Hoyle y él mismo, que explicaban diferentes teorías de la creación del Universo.

En contra de la creencia popular, emoción y razón se originan en el cerebro y están relacionadas. Por ello, han prosperado nuevos campos de estudio, en especial, desde las neurociencias, que analizan la conexión entre el sonido, la emoción y el pensamiento. Y aunque hace 20 años pocos creían que pudiera aportar nada, actualmente es un ámbito de gran interés académico y múltiples aplicaciones, sobre todo, terapéuticas.

Hoy sabemos, que la música y el lenguaje tienen un origen común, ya que en el ámbito neurológico han evolucionado juntas en los últimos dos millones de años. También conocemos que la música estimula la zona del cerebro que registra el placer, un mecanismo básico para la supervivencia. Y que no todos escuchamos del mismo modo: gracias a imágenes obtenidas por Resonancia Magnética Funcional, se ha observado que la actividad cerebral en un músico es diferente de la de una persona sin formación musical.

Resumiendo, la música es el arte de combinar sonidos armónicamente con el propósito de producir sensaciones. Pero la armonía no es sólo un elemento esencial de la música, sino que ha sido invocada frecuentemente por la ciencia para describir y comprender el mundo. Muchos científicos han confiado en la armonía del Universo y algunos músicos han utilizado la lógica y el cálculo en sus creaciones. La música integra con la ciencia un campo general del pensamiento que nos distingue como humanos. Preguntarnos por ella, es preguntarnos por nosotros mismos.

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Ccaos y Ciencia

Semillas de planetas en torno a una estrella fallida

Impresión artística del disco de polvo en torno a la estrella fallida. | ESO
Impresión artística del disco de polvo en torno a la estrella fallida. | ESO

El hallazgo supone un reto para las teorías sobre cómo se forman los planetas rocosos, de similar tamaño a la Tierra, y sugiere que estos pueden ser más comunes en el Universo de lo que se creía hasta ahora.

El equipo de astrónomos del Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés) detectó a través del telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), situado en la ciudad de Atacama, Chile, estas diminutas partículas (parecidas al hollín o a granos de arena) en las regiones exteriores del disco que rodea a una enana marrón (conocida como Rho-Oph 102), un objeto parecido a las estrellas, pero demasiado pequeño para brillar como una estrella.

Se cree que los planetas rocosos se forman por la colisión aleatoria y la unión de las partículas microscópicas, conocidas como polvo cósmico, que rodean a las estrellas. Sin embargo, los astrónomos no esperaban encontrar este material alrededor de las estrellas fallidas. Creían que era imposible que el polvo pudiera crecer porque los discos estaban muy dispersos y las partículas se moverían demasiado rápido como para pegarse tras chocar unas con otras. Además, las teorías predominantes afirman que, en torno a las enanas marrones, cualquier grano que quisiera formarse se movería con rapidez hacia la enana marrón desapareciendo totalmente.

"Nos sorprendió muchísimo encontrar granos de tamaño milimétrico en ese disco delgado y pequeño," dijo Luca Ricci, del Instituto Tecnológico de California (EEUU), quien lidera un equipo de astrónomos con sedes en Estados Unidos, Europa y Chile. "No estamos seguros de que puedan desarrollarse planetas rocosos completos, o de si ya ha ocurrido antes, pero estamos viendo los primeros pasos, de manera que tendremos que cambiar nuestras suposiciones sobre las condiciones que se requieren para el crecimiento de sólidos", afirmó.

La mayor resolución proporcionada por el telescopio ALMA, comparada con la de telescopios anteriores, también ha permitido al equipo localizar gas monóxido de carbono alrededor de la enana marrón —es la primera vez que se detecta gas frío molecular en este tipo de discos. Este descubrimiento, junto con el de los granos de tamaño milimétrico, sugiere que el disco alrededor de la estrella fallida es más parecido a los que se encuentran en torno a estrellas jóvenes de lo que se creía.
Este mismo telescopio permitirá en un futuro obtener imágenes detalladas del disco que rodea a Rho-Oph 102 y de otros objetos. Ricci explicó que "pronto seremos capaces, no solo de detectar la presencia de pequeñas partículas en los discos, sino de saber cómo se reparten a lo largo del disco circumestelar y cómo interactúan con el gas que también hemos detectado en el disco. Esto nos ayudará a comprender mejor cómo se forman los planetas".

Un equipo de astrónomos se ha topado con un sorprendente e inesperado hallazgo: granos de polvo cósmico rodeando estrellas fallidas, también conocidas como enanas marrones. Esto supone encontrar semillas de futuros planetas rocosos en un lugar insospechado hasta el momento.

Fuente:

El Mundo Ciencia
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