El 41.2% de peruanos presenta riesgo cardiovascular muy alto, de acuerdo al último reporte del INEI. ¿Qué otros problemas de salud tienen los peruanos?
Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2018, el
37.3% de peruanos entre 15 años y más tenían sobrepeso, lo que
representó un incremento de 0.4 puntos porcentuales (pp) respecto al año
previo; y en el periodo 2014-2018 se elevó en 1.2 pp.
La
mayor incidencia de sobrepeso se registró en varones (37.5%) que en
mujeres (37.1%). Además, se concentró principalmente en Tacna (40.9%) y
la Provincia Constitucional del Callao (39.2%).
Asimismo,
el 22.7% de personas de 15 años a más tenían obesidad, lo que
representó 1.7 pp más comparado con el resultado del 2017 (21%); y en el
periodo 2014-2018, se incrementó en 4.2 pp.
En el área urbana el 25.3% de peruanos tenía obesidad en em 2018, mientras que en la zona rural llegó a 12.1%.
Riesgos
El 41.2% de peruanos de 15 años a más presentaron un riesgo cardiovascular muy alto
. Este riesgo es más alto en mujeres (60.4%) que en varones (21.4%);
además en personas en el área urbana (44.4%), que en el área rural
(28.2%).
¿Los peruanos consumen frutas?
La encuesta del INEI revela que solo el 11% de peruanos de 15 años a más consumieron al menos cinco porciones de frutas y verduras al día . El 12.1% de las mujeres consumieron este tipo de alimentos frente a los varones (10%).
Cuando tenía 7 años, Henry Molaison se dio un golpe en la cabeza y se fracturó el cráneo.
Tres
años después empezó a tener unas convulsiones que cada vez se volvieron
más intensas y frecuentes, a pesar de la medicación. Para cuando cumplió los 27 años ya no podía tener una vida normal. Es
por eso que, en 1953, Molaison aceptó formar parte de un procedimiento
experimental en el que le extirparon los dos hipocampos del cerebro. La operación funcionó y el hombre dejó de tener convulsiones. Incluso su coeficiente intelectual aumentó. Pero entonces los médicos se dieron cuenta de que, en el proceso, habían dañado su memoria. El joven no podía recordar si había desayunado o cómo llegar hasta el baño. Olvidaba
las caras y nombres del personal médico y, lo que era más perturbador,
debían decirle una y otra vez que su tío había muerto. El trágico desenlace de su cirugía dio inicio a cinco décadas de estudios que lo inmortalizaron como el paciente "HM", el más famoso de la historia de la neurociencia. Molaison
no llegaría a verlo, pero su caso derivó en un descubrimiento crucial
sobre el funcionamiento del cerebro y la memoria. No en vano le valió el premio Nobel de Medicina al neurocientífico noruego Edvard Moser.
Filosofía y ciencia "El espacio y tiempo son propiedades totalmente fundamentales de nuestra propia experiencia subjetiva", dice Edvard Moser. "Es
difícil mantener cierto entendimiento del mundo si no podemos colocar
las cosas en algún lugar del espacio y organizar los eventos en un
tiempo", agrega. "Por eso, cuando estas habilidades se pierden, de alguna manera nos perdemos a nosotros mismos". La propia Academia Sueca reconoció al anunciar su premio en 2014 que había logrado resolver "un problema que ha ocupado a filósofos y científicos durante siglos". El GPS del cerebro "El premio Nobel fue por descubrir las células que forman parte del
sistema que nos permite saber dónde estamos y encontrar el camino" para
ir de un lugar a otro, explica Moser. En otras palabras, se trata de células que funcionan como el "GPS interno" del cerebro.
Pero
el galardón no lo recibió en solitario, sino que lo compartió con el
estadounidense John O'Keefe y la noruega May-Britt Moser. El apellido Moser no es una extraña coincidencia. Edvard
y May-Britt no solo forman parte del selecto club de los laureados por
la Academia Sueca, sino que además son parte de uno todavía más
reducido: el de los cinco matrimonios Nobel. Un camino difícil A pesar de no haber crecido en una familia ni un lugar con tradición académica (un poblado de 500 habitantes en Noruega), a través de su ávido consumo de libros descubrió la ciencia y se apasionó por ella. Cumplió
con el servicio militar obligatorio, hizo algunos cursos de matemáticas
y estadística, se doctoró en neuropsicología y comenzó un periplo
internacional por distintos laboratorios. "Creo que venir de un lugar donde no había nada más me ayudó a tener una perspectiva diferente y original sobre los problemas". A lo largo de esos años, May-Britt se convertiría en su esposa, pero también en su compañera de investigación y cofundadora del Instituto Kavli para Sistemas de Neurociencia en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología en Trondheim, en el centro del país. Y si bien los Moser ahora están divorciados, sus carreras siguen profundamente interrelacionadas. Espacio y tiempo "El intrincado sistema de mapeo del espacio que derivó en el descubrimiento de la célula red en 2005 y el premio en 2014 fue apenas el principio", afirma Moser. En
estos años, por ejemplo, descubrieron que esas células "no solo se
encargan del espacio, sino también del tiempo, por lo que hay un cambio a
medida que el tiempo pasa". "Ahora sabemos también que el espacio y tiempo son elementos de los recuerdos que son almacenados en este sistema". Hasta han dado inicio a lo que llaman la "fase dos" de sus investigaciones: "Entender la enfermedad de Alzheimer y, ojalá, contribuir al desarrollo de algún tipo de tratamiento". "El
área del cerebro que contiene todas estas células especializadas y
registra el pasaje del tiempo suele ser la primera área que se daña en
el alzhéimer", dice el Nobel. Esta enfermedad, que aún no tiene cura, afecta a entre el 60 y 70% de personas con demencia, que son nada menos que 50 millones alrededor del mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Tomado de BBC Mundo
El Ministerio de Salud garantiza el tratamiento gratuito para los pacientes con el síndrome Guillain Barré. Como es costoso, por el momento los afectados cuentan con el Seguro Integral de Salud (SIS).
Se requiere en promedio de 32 mil 500 soles para atender a cada persona afectada por el síndrome Guillain Barré, según el Ministerio de Salud (Minsa).
Dos tratamientos
"Lo bueno de este síndrome es que sí hay tratamiento, si actuamos oportunamente y si vamos a un centro de salud", sostuvo en RPP Noticias, la ministra, Zulema Tomás.
La titular del sector, resaltó que los hospitales del Minsa ya contaban con la inmunoglobulina, el medicamento adecuado para el tratamiento de este síndrome, y
que debido al aumento de casos se declaró el estado de emergencia, y
se ha comprado insumos que permiten dar el tratamiento adecuado.
“Hemos podido comprar los insumos directamente. La declaratoria de emergencia ha permitido agilizar los procesos”, señaló.
Presupuesto para el tratamiento
Gladys Ramírez, directora
general del Centro Nacional de Epidemiología, Control y Prevención de
Enfermedades del Minsa, destacó que el tratamiento dura 5 días en promedio, sumado a los días del proceso de rehabilitación.
"Mientras más rápido sea el tratamiento más rápida es la recuperación", sostuvo.
Añadió
que ante el aumento de casos en el país, el Gobierno declaró en
emergencia sanitaria, por 90 días, a los departamentos de Piura, Lambayeque, La Libertad, Junín y Lima para agilizar las compras de medicamentos para los tratamientos del síndrome de Guillain Barré.
"Cada ampolla en el mercado está entre 1,200 a 1,300 soles, y un tratamiento requiere de un mínimo de 25 ampollas, la alternativa es plasmaféresis", detalló. La plasmaféresis consiste en retirar y eliminar los anticuerpos de la sangre.
Otro tratamiento
El Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, informó que el tratamiento del síndrome Guillain Barré con ampollas de inmunoglobulina cuesta 39,200 soles, ya que cada paciente requiere de siete ampollas por día.
En el segundo tratamiento los pacientes reciben una especie de suero con anticuerpos.
A raíz del incremento de pacientes con sospecha -y posteriormente con el diagnóstico confirmado- del síndrome de Guillain-Barré, el Gobierno decretó ayer (9 de junio de 2019) 90 días de emergencia epidemiológica en 4 regiones del Perú: Lima, Piura, Lambayeque, La Libertad y Junín.
Te explicamos qué es el Síndrome de Guillain–Barré (click para agrandar la imagen):
Datos y cifras
El síndrome de Guillain-Barré es una afección rara en la que el sistema inmunitario del paciente ataca los nervios periféricos.
Pueden verse afectadas personas de todas las edades, pero es más frecuente en adultos y en el sexo masculino.
La mayoría de los casos, incluso los más graves, se recuperan totalmente.
Los casos graves son raros, pero pueden producir una parálisis casi total.
El síndrome de Guillain-Barré puede ser mortal.
Las personas con síndrome de Guillain-Barré necesitan tratamiento, a
veces en cuidados intensivos, y seguimiento. El tratamiento consiste en
medidas de apoyo e inmunoterapia.
En el síndrome de Guillain-Barré, el sistema inmunitario
del organismo ataca parte del sistema nervioso periférico. El síndrome
puede afectar a los nervios que controlan los movimientos musculares así
como a los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles.
Esto puede producir debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en las
piernas o brazos.
Se trata de una afección rara. Si bien pueden verse afectadas
personas de todas las edades, es más frecuente en adultos y en el sexo
masculino.
Síntomas
Los síntomas suelen durar pocas semanas y la mayoría de los casos
se recuperan sin complicaciones neurológicas graves a largo plazo.
Los primeros síntomas consisten en debilidad u hormigueo, que
suelen empezar en las piernas y pueden extenderse a los brazos y la
cara.
En algunos casos puede producir parálisis de las piernas, los
brazos o los músculos faciales. En el 20% a 30% de los casos se ven
afectados los músculos torácicos, con lo que se dificulta la
respiración.
En los casos graves pueden verse afectadas el habla y la
deglución. Estos casos se consideran potencialmente mortales y deben
tratarse en unidades de cuidados intensivos.
La mayoría de los casos, incluso los más graves, se recuperan totalmente, aunque algunos siguen presentando debilidad.
Incluso en los entornos más favorables, del 3% a 5% de los
pacientes con el síndrome mueren por complicaciones como la parálisis de
los músculos respiratorios, septicemia, trombosis pulmonar o paro
cardiaco.
Causas
La aparición del síndrome es precedida a menudo por infecciones
bacterianas o víricas. Asimismo, puede ser desencadenado por
vacunaciones o intervenciones quirúrgicas. En los países afectados por casos de infección por el virus de
Zika se ha descrito un aumento imprevisto de los casos de síndrome de
Guillain-Barré. De acuerdo con los datos existentes, la explicación más
probable es que la infección por el virus de Zika sea un desencadenante
del síndrome.
Tratamiento y atención
Recomendaciones para el tratamiento de los casos de síndrome de Guillain-Barré y su atención:
El síndrome de Guillain-Barré puede ser mortal. Los pacientes con el síndrome deben ser hospitalizados para que estén vigilados.
Las medidas de apoyo incluyen el monitoreo de la respiración, la
actividad cardiaca y la tensión arterial. Los pacientes con dificultad
para respirar suelen necesitar ventilación asistida y deben recibir
vigilancia para detectar complicaciones como arritmias, infecciones,
trombosis e hipertensión o hipotensión.
No hay cura para el síndrome de Guillain-Barré, pero el tratamiento puede mejorar los síntomas y acortar su duración.
Dada la naturaleza autoinmunitaria de la enfermedad, en la fase
aguda suele tratarse con inmunoterapia, como inmunoglobulinas
intravenosas o plasmaféresis para eliminar los autoanticuerpos.
Generalmente, los mayores beneficios se obtienen cuando la inmunoterapia
se inicia 7 a 14 días después de la aparición de los síntomas.
En caso de persistencia de la debilidad muscular tras la fase
aguda de la enfermedad, los pacientes pueden necesitar rehabilitación
para fortalecer la musculatura y restaurar el movimiento.
En 1864, cerca del final de la
Guerra Civil de Estados Unidos, las condiciones en los campos de
prisioneros de guerra de la Confederación estaban en su peor momento.
Hubo
tal hacinamiento en algunos campamentos que los prisioneros, soldados
del Ejército de la Unión del norte, tenían el espacio en metros
cuadrados equivalente a una tumba. La cifra de muertes de los presos se
disparó. Para muchos de los que sobrevivieron, la desgarradora experiencia los marcó de por vida. Cuando la guerra acabó, volvieron con problemas de salud, peores perspectivas laborales y menor esperanza de vida. Pero el impacto de todos estos problemas no se limitó únicamente a quienes los sufrieron en primera persona. Los efectos se extendieron a los hijos y los nietos de los prisioneros, en una herencia que parecían pasar a través de la línea masculina de las familias. Si
bien los hijos y nietos no estuvieron en ningún campo de prisioneros de
guerra, y pese a que no les faltó de nada durante su infancia,
sufrieron tasas de mortalidad más altas que el resto de la población en
general. Al parecer, los prisioneros transmitieron parte de su trauma a sus descendientes. Pero
a diferencia de la mayoría de las enfermedades hereditarias, esto no se
produjo como consecuencia de mutaciones en el código genético. Herencia oscura Los investigadores analizaron un tipo de herencia mucho más oscura:
cómo las cosas que le pasan a alguien a lo largo de su vida pueden
cambiar la forma en que se expresa su ADN, y cómo ese cambio puede
transmitirse a la próxima generación. Este es el proceso llamado científicamente epigenética, donde la legibilidad o expresión de los genes se modifica sin que se produzca un cambio en el código del ADN. Es
decir, existen pequeñas etiquetas químicas que se agregan o eliminan de
nuestro ADN en respuesta a los cambios en el entorno en el que vivimos. Estas
etiquetas activan o desactivan los genes, posibilitando la adaptación a
las condiciones del entorno sin causar un cambio más permanente en
nuestros genomas. El hecho de que estos cambios epigenéticos puedan transmitirse a las
generaciones posteriores tendría unas implicaciones enormes. Supone
que las experiencias vividas por una persona, especialmente las
traumáticas, tendrían un impacto muy real en su árbol genealógico. Existe
un número creciente de estudios que apoyan la idea de que los efectos
de un trauma pueden transmitirse a las siguientes generaciones a través
de la epigenética. En los campamentos de la Confederación, estos
cambios epigenéticos fueron el resultado del hacinamiento extremo, el
deficiente saneamiento y la desnutrición. Los hombres tuvieron que sobrevivir con pequeñas raciones de maíz, y muchos murieron de diarrea y escorbuto. "En
este período de inanición intensa, los hombres se volvieron esqueletos
andantes", dice la autora del estudio Dora Costa, economista de la
Universidad de California, en Los Ángeles. Costa y sus colegas estudiaron los expedientes médicos de casi 4.600 niños cuyos padres habían sido prisioneros de guerra y los compararon con los de más de 15.300 niños de veteranos de guerra que no habían sido capturados. Los hijos de los primeros tenían una tasa de mortalidad un 11% más alta que los hijos de veteranos que no fueron prisioneros. Los
investigadores hallaron que otros factores, como el estado
socioeconómico del padre y el trabajo y el estado civil del hijo, no
podrían explicar esa mayor tasa de mortalidad. Lea el artículo completo en: BBC Mundo
En el
marco de las celebraciones por el Día Mundial Sin Tabaco, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que el tabaquismo ocasiona
cerca del 12% de las muertes por cardiopatías.
En
el Perú, la Comisión Nacional Permanente de Lucha Antitabáquica (Colat)
recordó que se busca llamar la atención sobre la relación entre el tabaco y las
enfermedades del corazón (cardiopatías) y otras enfermedades
cardiovasculares.
Entre esas enfermedades figura el accidente cerebrovascular, es una de las principales causas de muerte en el mundo.
Algunos datos proporcionados por la Colat sobre el tabaquismo y sus terribles daños a la salud pública son:
1.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en
todo el mundo, y el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco
ajeno contribuyen a cerca del 12% de las defunciones por cardiopatías.
El consumo de tabaco es la segunda causa de enfermedades
cardiovasculares, después de la hipertensión arterial.
2.
La epidemia mundial de tabaco causa cada año más de siete millones de
muertes, 900,000 de las cuales corresponden a personas no fumadoras que
respiran humo de tabaco ajeno. Cerca del 80% de los más de 1,000
millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos
medianos y bajos, que son los que soportan la mayor carga de enfermedad
relacionada con este producto.
3.
Una de las principales causas de las enfermedades cardiovasculares es
el tabaquismo. El consumo de tabaco es un factor de riesgo importante de
cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y vasculopatía
periférica.
4.
Se estima que el tabaquismo causa el 29% de la mortalidad por
enfermedad coronaria. Los fumadores tienen un 70% más de probabilidades
de sufrir una cardiopatía isquémica mortal, y un 200% de padecer una
cardiopatía isquémica no mortal.
5.
En términos prácticos ello supone que los fumadores sufren el infarto
aproximadamente ocho años antes que los no fumadores, y presentan muchas
más posibilidades de que se repita si no dejan de fumar.
6.
El riesgo de accidente cerebrovascular en fumadores es un 50% superior
al de los no fumadores y está asociado al número de cigarrillos diarios
consumidos. Además, en los fumadores de mediana edad con hipertensión
arterial el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular se multiplica
por 12. Sin embargo, este riesgo se reduce al dejar de fumar hasta
igualarse al de los no fumadores en un plazo de 10-15 años.
7.
La nicotina y el monóxido de carbono son los componentes del humo del
tabaco más dañinos para al aparato circulatorio, ya que se acumulan en
la sangre e inducen la formación de placas de ateroma y con ello el
progresivo endurecimiento de las arterias, causando la arteriosclerosis.
8. En Perú,
la edad promedio para empezar a fumar es de 13 años. Sin embargo, la
Colat indicó que las empresas tabacaleras colocan sus productos dañinos
publicitarios y anuncios en bodegas, tiendas, centros comerciales y
mercados en lugares visibles y llamativos para los menores de edad.
“Es necesario prohibir toda forma de exhibición, publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco”, enfatizó la Colat.
Por Marisol Soengas A través de las prendas puede llegar más o menos radiación a la piel y esto es muy importante, sobre todo, para las personas más sensibles.
La respuesta es que sí afecta. Dependiendo de si el tejido es muy
tupido o poco tupido, es decir fabricado con materiales más o menos
densos, a través de la ropa puede pasar más o menos radiación, y por lo
tanto llegar más o menos radiación a la piel. Y esto es muy importante
sobre todo para las pieles más sensibles.
Es importante tener presente qué tipo de ropa llevamos, no solo que sea
de manga larga o manga corta, lo que obviamente también influye en la
radiación que se recibe. En países que, como los asiáticos, no son muy amigos de tomar el sol,
prestan mucha atención a esta cuestión y desarrollando tejidos muy
ligeros, pero con mayor protección ante la radiación solar. Además del
tipo de tejido y la trama, el color de la ropa, su peso y la capacidad
de absorción de la humedad también afectan a cómo se absorbe la
radiación solar. Por ejemplo, si la ropa normal que usamos en verano
tiene una capacidad de protección ante el sol
similar a un factor de protección solar (lo que en inglés se conoce
como UPF) de 6, esta ropa especial para evitar la radiación puede llegar
a tener un factor de protección solar de 30, y eso quiere decir que
solo dejará pasar un 3% de los rayos ultravioletas. Hablando de radiación solar, otra cuestión que suele preocupar mucho son las cremas solares. Lea el artículo completo en: El País (España)
Ante alarmante incremento de delitos de violación sexual de menores de edad, asesinatos de mujeres y situaciones de violencia, propiciados por personas con trastornos psicológicos y psiquiátricos.
El parlamentario andino Mario Zúñiga Martínez pidió al gobierno peruano declarar en emergencia la salud mental
en el país por el alarmante incremento de delitos de violación sexual
de menores de edad, asesinatos de mujeres y situaciones de violencia,
propiciados por personas con trastornos psicológicos y psiquiátricos de
que en su momento no fueron detectados ni atendidos adecuadamente.
“De acuerdo al Minsa, el 15 % de nuestra población, vale decir 5
millones de peruanos, sufre de una enfermedad mental, llámese
depresión, ansiedad, bipolaridad, psicosis y esquizofrenia, que al no
ser tratada de forma idónea con políticas públicas de prevención social
y salud, desencadena en los tristes casos que todos los días vemos
“, señaló Zúñiga Martínez.
Indicó que el 80% de peruanos con trastornos mentales no recibe
tratamiento, es decir de los 6 millones de potenciales pacientes, solo
un millón es atendido por especialistas del Ministerio de Salud.
Sostuvo que existen estudios que indican que nueve de cada diez
violadores fueron a su vez abusados de niños y que un tercio de
maltratadores en su infancia sufrieron agresiones físicas y psicológicas
de sus progenitores. “Los hogares disfuncionales son caldo de cultivo
para la proliferación de la delincuencia juvenil. Se tiene que
trabajar en prevención principalmente”, agregó el parlamentario andino.
Resaltó que la grave situación en la que se encuentra la salud
mental en el país ha repercutido en el incremento de delitos sexuales,
homicidios, maltratos físicos, suicidios, razón por la que el Gobierno
debe garantizar la aplicación de programas de intervención temprana
mediante políticas públicas multisectoriales.
Adelantó que sostendrá reuniones con las Ministras de la Mujer, Ana
María Mendieta y la de Salud, Silvia Pessah Eljay, a fin de que hagan
llegar la propuesta ante el Consejo de Ministros, pues resulta necesario
garantizar la transición a tratamientos completos de salud mental y
asistencia de calidad a todos los pacientes a través de la prestación de
cuidados sanitarios adecuados.
Indicó que las cifras hablan por sí solas: más de 2 mil denuncias
por violación sexual al año, 2 mil 435 muertes violentas en el 2016 y
un 8.9% de peruanos en algún momento de su vida ha tenido deseos de
quitarse la vida.
“Una parte de los peruanos no tiene la mente sana. No puede ser
posible que en Lima solo cuente tres grandes hospitales para tratar las
enfermedades psiquiátricas y que en otros países destinen hasta el 5%
de su presupuesto a la salud mental, según datos de la OMS, y en el Perú
solo el 0,05% . Para que nuestra sociedad mejore hay que enfrentar de
forma seria este flagelo”, concluyó Zúñiga Martínez.