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11 de septiembre de 2012

Reducir el consumo de sal es tan bueno para la salud como dejar de fumar

sabor-salConsumir sal en exceso es la causa de numerosos problemas de salud, no solo relacionados con las enfermedades cardiovasculares, sino también con insuficiencia renal, osteoporosis y cáncer de estómago. De hecho, según la Fundación Española del Corazón (FEC), reduciendo al menos la mitad del consumo de sal diario obtendríamos beneficios en nuestra salud comparables a los derivados de dejar de fumar.

Hace más de una década que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 6 gramos el consumo máximo diario de sal, cifra muy por debajo de la que se ingiere de media en el mundo, entre 10 y 12 gramos. La mayor parte de la ingesta diaria de sal, el 80%, proviene de los productos envasados y precocinados.

“Añadir sal en la comida, tanto en el momento de procesado como en el de consumo, es innecesario. La sal empezó a utilizarse para conservar los alimentos durante más tiempo, pero con los sistemas más modernos de conservación, esta medida ya no es necesaria y en la actualidad se utiliza básicamente para dar más sabor a la comida”, advierte la Dra. Pilar Mazón, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardióloga del Hospital Clínico de Santiago de Compostela.

La sal contribuye a la retención de líquidos por parte del organismo, lo que produce una presión sobre las arterias y favorece la aparición de la hipertensión. Según datos de la OMS, la hipertensión es la causante del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón.

De acuerdo con un estudio recientemente publicado en The New England Journal of Medicine que simulaba los efectos esperables al reducir el consumo de la sal en la población de Estados Unidos, una reducción dietética de 3 gramos diarios de sal disminuiría el número anual de enfermedades cardiovasculares entre 60.000 y 120.000 casos, de ictus entre 32.000 y 66.000, de infarto de miocardio entre 54.000 y 99.000, y de fallecimiento por cualquier causa entre 44.000 y 92.000 casos al año. Además, esta medida también sería beneficiosa desde el punto de vista económico, consiguiendo un ahorro de entre 10.000 y 24.000 millones de dólares. A la vista de estos datos, algunos países han decidido implantar algunas medidas preventivas. Fue el caso de Finlandia, que en los años 70 inició una campaña de concienciación consiguiendo una disminución en el consumo de sal de 12 a 9 gramos diarios. Gracias a esta medida se consiguió una reducción de enfermedad cardiaca coronaria y de accidente cerebrovascular de entre un 75% y un 80%, lo que ha alargado la esperanza de vida de 5 a 6 años.

“Conseguir una reducción en el consumo de sal es una tarea que requiere el esfuerzo de todas las partes implicadas. Por un lado está el propio ciudadano, que puede empezar a aplicar medidas como cocinar sin sal, retirar el salero de la mesa o comprar los productos que sean bajos en sal, lo que no significa que sean de régimen sino que son saludables; por otro lado está la industria alimentaria, que debería disminuir la cantidad de sal que le añade a los productos y hacer un etiquetado más fácil de entender y que informara de la cantidad de sal añadida; y finalmente se encuentran los organismos públicos, que deberían tomar medidas restrictivas relacionadas con el consumo de sal así como iniciar campañas masivas dirigidas a informar sobre los efectos nocivos de esta”, recomienda la Dra. Mazón.

Fuente:

26 de abril de 2012

La energía oculta que producen los ríos cuando se unen al mar

Agua fluyendo Foto SPL

Cuando un líquido se mezcla con otro de diferente salinidad se libera energía.

Una fuente de energía poco conocida podría proveer de electricidad a 500 millones de personas, según científicos en Estados Unidos.

Este vasto potencial se encuentra en la desembocadura de los ríos que fluyen hacia el mar. La clave del mecanismo propuesto está en la diferencia de salinidad entre el agua dulce de los ríos y el agua marina. La idea es aprovechar el aumento de energía que se produce cuando se mezclan dos líquidos con diferente grado de salinidad. 

"Cuando dos soluciones con diferente grado de salinidad se mezclan, se libera lo que se conoce como energía libre de mezcla", dijo a BBC Mundo Menachem Elimelech, profesor de Ingeniería Ambiental y Química de la Universidad de Yale en Estados Unidos, autor del estudio junto al estudiante de posgrado Nagi Yin Yip.
"Podemos pensar en este fenómeno como el inverso de la energía de separación: en lugar de usar energía para separar una mezcla en sus elementos constitutivos, la energía en este caso se libera cuando los elementos se combinan".

Una planta piloto ya fue construida en Noruega para explotar esta fuente de energía, que podría también ser aprovechada en América Latina.

"La energía de los gradientes naturales de salinidad aún no está siendo utilizada en Latinoamérica, pero el potencial es muy grande, ya que la descarga de vías fluviales en la Cuenca Amazónica es enorme", dijo Elimelech a BBC Mundo.

De acuerdo a los científicos, esta fuente de energía tiene muchas ventajas: no requiere combustible, es sustentable y no emite dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero.

Energía continua

El proceso de aprovechar la energía liberada en la desembocadura de los ríos se conoce como ósmosis por presión retardada, pressure retarded osmosis o PRO. 

Río

La energía en la desembocadura de los ríos que fluyen hacia el mar podría ayudar a reducir las emisiones de CO2.

En una planta se puede aprovechar este fenómeno controlando la mezcla de agua dulce y agua marina. La corriente de entrada circula a través de membranas y una turbina convierte esta energía en electricidad, en forma similar a una planta hidroeléctrica.

La turbina se mueve por el incremento de presión producido por el flujo de agua dulce cuando entra en contacto con el agua salada.

Elimelech y Yip concluyeron que aprovechando simplemente el 10% de la energía disponible en las desembocaduras de ríos que corren hacia el mar, sería posible satisfacer la demanda de electricidad de 520 millones de personas, sin emitir CO2. Para generar la misma cantidad de electricidad una planta a carbón emitiría más de mil millones de toneladas métricas de gases de invernadero cada año, según los investigadores.

Otra de las grandes ventajas, de acuerdo a los científicos, es que la energía que resulta de gradientes naturales de salinidad no es intermitente sino continua y se trata de una fuente de energía común en el planeta, por lo que puede aprovecharse a nivel local.

Potencial
 
Mapa explicando la generación de energía eléctrica por el flujo de agua dulce hacia agua salada

El flujo de agua dulce hacia el agua salada de mar produce un incremento de presión que mueve a su vez una turbina.


La primera y por ahora única planta que utiliza PRO es una instalación de demostración inaugurada en Noruega en 2009. Se trata de una planta que aún no contribuye a satisfacer la demanda eléctrica del país.

"Esta fuente de energía fue mencionada por primera vez en la década del 50, pero no generó suficiente atención debido a las limitaciones tecnológicas de aquella época y el interés limitado de entonces en la energía renovable", dijo Elimelech a BBC Mundo.

"La energía de los gradientes naturales de salinidad no será la solución mágica que resolverá nuestra demanda energética, pero creemos que puede contribuir a aliviar los problemas que ya enfrentamos debido al cambio climático".

El estudio fue publicado en la revista de la Sociedad de Química de Estados Unidos, Environmental Science and Technology

Fuente:

BBC Ciencia 


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13 de diciembre de 2011

¿Por qué la sal conserva los alimentos?

Hay diferentes métodos para mantener los alimentos conservados durante más tiempo del que se mantendrían en condiciones aptas para el consumo si no aplicásemos ninguno.

El secado al sol es uno de los métodos más antiguos de conservación de alimentos. Y también lo es el congelado, usado de antiguo en las zonas más septentrionales del planeta.

El otro es la salazón: curar con sal carnes, pescados y otras sustancias para su conservación.

Todos ellos tienen un punto en común que es la eliminación del agua para que los microorganismos no proliferen. Claro que en el caso del frío no se elimina el agua, pero el hielo ya no es utilizable.

Sin entrar a tratar estos otros dos métodos en profundidad, vamos a pasar a ver la salazón.

La sal retira el contenido acuoso de los alimentos mediante un proceso conocido por ósmosis. Cuando dos soluciones acuosas con diferente concentración de soluto se encuentran separadas por una membrana semipermeable, se genera un trasvase de agua desde la zona de más baja concentración o hipotónica, hacia la de alta concentración o hipertónica, buscando el equilibrio.

Sencillamente, la sal retira el agua de los alimentos reduciendo al límite el factor conocido como la actividad de agua.

La actividad de agua (aw) es la relación entre la presión de vapor del agua del alimento y la del agua pura a la misma temperatura. O sea, mide el agua disponible en un alimento. Y como la sal reduce este valor por debajo de un 0,60 no permite crecer prácticamente nada, pues muy pocos microorganismos y ningún patógeno crecen a aw menor que 0,7.

Pero éste no es el único mecanismo conservador de la sal. Como la concentració salina es mayor en el exterior que en el interior de los propios microorganismos, éstos pierden agua de manera alarmante hasta morir deshidratados. La sal es un eficaz enemigo de los microorganismos, que no soportan una elevada salinidad.

Nota sabionda: Algunas bacterias son inmunes a la sal, como algunas bacterias del género Sarcina. Por suerte no son patógenas.

Nota sabionda: Tan importante era la sal en la conservación de alimentos en épocas antiguas y tan alto su valor, que las legiones romanas recibían en ocasiones su sueldo o soldada en sal. De ahí que el cobro por un trabajo prestado reciba el nombre de salario.

Nota sabionda: Debido al proceso físico-químico de la ósmosis es peligroso beber agua salada.

Fuente:

Saber Curioso

26 de septiembre de 2011

Dibujan desde el espacio mapa de la salinidad oceánica

  • Los niveles de salinidad en el océano abierto varían en alrededor cinco partes de cada mil, una gama muy estrecha.
  • Tradicionalmente, los datos provienen de instrumentos descendidos de los barcos o flotas robóticas.

  • Acuario creará mapas mensuales del sistema oceánico a una resolución de 150 kms.

  • La salinidad de la superficie puede ayudar a los científicos a entender mejor la circulación y las corrientes oceánicas.

  • La salinidad es un indicador de la evaporación, las precipitaciones y el ciclo global del agua.



Mapa de la salinidad

La NASA dio a conocer el primer mapa global de la salinidad de los océanos conseguido por el satélite Acuario Nasa/SAC-D, puesto en órbita en junio de este año.

Conocer la salinidad del agua marina contribuirá a mejorar la comprensión de los científicos sobre algunos procesos climáticos claves.

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Las variaciones en salinidad ayudan a impulsar la circulación oceánica y su medición también puede dar luces sobre el movimiento de agua dulce por todo el planeta.

La misión es una empresa conjunta con la agencia espacial argentina (Conae).

El nuevo mapa incorpora sólo las dos primeras semanas de datos conseguidos desde que Acuario comenzó sus operaciones el 25 de agosto.

Los colores rojo y amarillo reflejan las áreas de mayor salinidad, mientras que las de menor están en azul y púrpura.

Las zonas de color negro representan baches en la información y no hay datos recabados sobre tierra firme.

Los mapas recogen características bien establecidas, a larga escala, como las diferencia en salinidad entre los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.

También reconocibles son las zonas de menor salinidad asociadas con los cinturones de lluvia cercanos al ecuador y los valores más altos relacionados con la evaporación en los subtrópicos.

Por otro lado, se pueden ver rasgos más pequeños como el flujo de agua dulce del río Amazonas, que tiende a diluir las aguas superficiales inmediatas del Atlántico.

Medición satelital

La salinidad de los océanos es medida en partes por miles (gramos de sal por kilo de agua marina). La media observada es pequeña, generalmente entre 32 y 37 partes por miles en los mares abiertos.

El objetivo de la misión Acuario es recuperar salinidad con una resolución de 0,2 partes por mil. Ese es un cambio de concentración equivalente a un mililitro de sal en seis litros de agua.

Durante décadas los científicos han conseguido medir la salinidad de los océanos con instrumentos lanzados desde barcos o utilizando robots flotantes, pero la tecnología para recolectar la información desde satélites en órbita es una innovación reciente.

El Acuario lleva 3 receptores de radio de alta precisión que graban las emisiones naturales de microondas que emanan de la superficie del mar.

Estas emisiones varían con la conductividad eléctrica del agua, una propiedad directamente relacionada con la cantidad de sal disuelta que lleva.

La nave espacial Nasa-Conae no es la primera misión sobre salinidad oceánica en órbita.

Europa ya tiene una operación satelital llamadas Smos. Fue lanzada en 2009 y produjo los primeros mapas de salinidad construidos a partir de data espacial.

La intención ahora es intercalibrar y combinar las medidas de Acuario y Smos.

Conjuntamente, estos satélites están adquiriendo volúmenes de información sobre la salinidad que eclipsan la cantidad de datos recabados previamente en este campo de estudio.

Acuario

La NASA proporcionó el instrumento para medir la salinidad oceánica. Conae, suministró el principal "bus espacial" y varios instrumentos adicionales. El vehículo espacial da vueltas a la Tierra desplazándose de Polo a Polo.

Fuente:

BBC Ciencia

23 de agosto de 2011

Cómo (ob)tener unos huevos más gordos

¿Quién no ha tenido, siendo niño, una pecera con peces de colores? ¿Y qué niño no ha intentado capturar pececillos atrapados entre las rocas con la bajada de la marea? ¿A quién no se le ha ocurrido en más de una ocasión probar sus dotes científicas innatas y experimentar colocando las simpáticas criaturas acuáticas marinas en la pecera de agua dulce y al contrario, los lindos peces de colores en agua salada?

Por otro lado, todos sabemos que una excelente forma de conservar ciertos alimentos y preservarlos del efecto pernicioso de determinadas sustancias nocivas consiste en someterlos a un proceso de deshidratación y sumergirlos en salmuera o vinagre.

Y bien, ¿qué relación guardan los dos párrafos anteriores? Pues muy simple: ambos hacen alusión a un proceso físico denominado ósmosis. Veréis, consiste en lo siguiente: imaginad que disponéis de dos disoluciones con concentraciones diferentes y separadas por una membrana semipermeable (esto es, que deja pasar moléculas de un cierto tamaño, pero no otros). Para que sea más concreto, suponed que a un lado (llamémosle el izquierdo) de dicha membrana tenemos agua y al otro (llamémosle, lógicamente, el derecho) agua en la que hemos disuelto unas cuantas cucharadas de sal, por ejemplo.

Dicho muy simplemente, la ósmosis consiste en el paso de agua del compartimento izquierdo al derecho, es decir, y esto siempre es así, el proceso tiene lugar de tal manera que el agua se desplaza hacia el lado donde existe una mayor concentración (en este caso, el lado derecho donde hemos disuelto sal) con el fin de igualar las de ambos.

egún lo anterior, y volviendo a nuestros queridos pececillos, cuando sumergiéramos en agua dulce la sardina que con tanto esfuerzo pescamos, contemplaríamos con estupor cómo su cuerpo comenzaría a hincharse de forma descontrolada. Todo lo contrario le sucedería al lindo pececito rojo si se nos ocurriese darle un baño de agua salada, pues su abdomen se iría reduciendo paulatinamente hasta dejarlo francamente esmirriado.

¿Por qué sucede esto? Debido a la ósmosis, en efecto. El agua del interior de las células del cuerpo de la sardina posee una concentración salina mayor que el agua dulce en la que la hemos sumergido y, por tanto, a través de las paredes celulares (ahí tenéis la membrana semipermeable de la que hablamos) penetraría agua dulce (la de menor concentración de sal), lo que provoca la hinchazón. Con el pez de colores de agua dulce sucede el efecto opuesto: el agua dulce atraviesa la pared celular, produciendo una deshidratación y, consecuentemente, una disminución acusada en el volumen del cuerpo del animal.

De forma análoga se puede explicar el proceso de conservación de los alimentos en salmuera o vinagre. Cuando las fabricas de conservas envasan pepinillos en una disolución ácida como el vinagre, lo que están haciendo es aprovecharse del fenómeno de la ósmosis. Así, el “agua dulce” (baja concentración) contenida en el interior del pepinillo abandona éste para intentar contrarrestar la elevada concentración del vinagre. El resultado es que la cucurbitácea, al perder agua, impide que determinadas bacterias puedan desarrollarse, conservándose el alimento durante un lapso de tiempo mucho mayor.



Una aplicación enormemente interesante de todo lo expuesto más arriba consiste en lo que yo (osadamente) denomino “cambiar la talla de los huevos desnudos“. Me explico: coged un huevo de gallina, por ejemplo, aunque el experimento también funciona con otras clases de huevos diferentes (ya me entendéis). A continuación sumergidlo en un vaso lleno de vinagre y esperad dos días, aproximadamente. Transcurrido este tiempo, podréis observar cómo la cáscara (de origen calcáreo) ha desaparecido por completo debido a la acción del ácido acético, dejando el huevo desnudo, una especie de pelota elástica y transparente (se puede ver la yema sin problema). Si ahora lo laváis bien lavadito e introducís lo que queda del huevo en otro vaso, esta vez lleno de agua destilada, comprobaréis que al cabo de unos cinco días, más o menos, el huevo ha incrementado su peso en casi el 50% de su valor inicial. Lo que ha sucedido, una vez más, es que el agua destilada (con una concentración de solutos bajísima) ha penetrado en el interior de la membrana del huevo, donde la concentración es claramente superior.

Desafortunadamente, todo el proceso anterior puede invertirse sin más que volver a introducir el huevo hinchado en un vaso con agua y azúcar disuelta en ella. Unas doce horas después la ósmosis habrá devuelto las cosas a su sitio. Y es que nada es permanente, ni siquiera los implantes de silicona…

Tomado de Amazings

2 de agosto de 2011

Descubren por qué el Océano Atlántico es más salado que el Pacífico


En Conocer Ciencia realizamos, hace un par de años atrás, un especial sobre el agua de los océanos.Puede ver, y descargar, la presentación aquí:


Aunque el Reino Unido y las Islas Aleutianas están en la misma latitud, poseen climas muy diferentes, debido en gran parte a la diferencia de salinidad entre el Atlántico Norte y el Océano Pacífico, así como al sistema de corrientes oceánicas que los caracteriza.

Ahora, un equipo de investigación puede haber resuelto el misterio de por qué el Atlántico es más salado que el Pacífico.

Cuando las frías y saladas aguas de la superficie del Atlántico Norte se hunden y empiezan su largo viaje hacia la Antártida, activan un complejo patrón de corrientes oceánicas, uno de cuyos efectos es el transporte a las costas de Europa de una masa lo bastante grande de agua caliente como para mitigar de forma significativa el descenso de las temperaturas en buena parte del continente.

El Pacífico Norte no tiene ese mismo mecanismo, porque su salinidad es mucho más baja, y los científicos han especulado durante mucho tiempo acerca de las causas de este hecho.

El nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Oregón en Estados Unidos, y de la Universidad de Hamburgo en Alemania, señala como causa a la acción que ejercen ciertas montañas y la masa de hielo antártica.

Las Montañas Rocosas de América del Norte y los Andes de América del Sur bloquean el transporte de vapor de agua desde el Océano Pacífico hacia el Atlántico. La mayor parte del agua que se evapora en el Pacífico es detenida por esas montañas y cae en forma de lluvia o nieve, regresando finalmente al Océano Pacífico y manteniéndolo más dulce.

Sin la presencia de esas montañas, gran parte de la precipitación se produciría más tierra adentro, en zonas desde las que el agua acabaría discurriendo por vías fluviales que desembocan en el Atlántico, en vez de ir a parar al Pacífico.

El vapor de agua del Atlántico tropical y el Mar Caribe, por otro lado, atraviesa Centroamérica arrastrado por los vientos alisios, y se precipita en el Pacífico, contribuyendo también a la diferencia de salinidad.

La cantidad de agua dulce que este mecanismo crea es significativa, aproximadamente 200.000 metros cúbicos por segundo. Tal como señala Andreas Schmittner del equipo de investigación, esta cantidad es equivalente a la vertida por el río Amazonas en su desembocadura.

Las montañas de África Oriental también contribuyen a mantener la situación.

Entretanto, la masiva capa de hielo antártico también ejerce un papel importante. Ayuda a intensificar los vientos y desplaza la Corriente Circumpolar Antártica. Sin esta capa de hielo, el contraste térmico entre la tierra y la atmósfera en latitudes más bajas disminuiría, con el consiguiente decrecimiento de los vientos.

Tomado de:

Noticias de la Ciencia

16 de junio de 2011

El Mar Muerto, crónica de una muerte anunciada



Sus aguas han descendido al vertiginoso ritmo de un metro por año, lo que podría hacerlo desaparecer en tan sólo cuatro décadas


Fotografía cedida por Friends of the Earth Middle East (FoEME) del Mar Muerto Efe


El Mar Muerto se muere. La reducción en un 98% del caudal del río Jordán que lo alimenta y la sobreexplotación industrial para extraer sus minerales amenaza con hacer desaparecer una formación única en el mundo.

Disfrutar de la sensación de ingravidez que produce flotar en el agua hipersalina de este balneario natural y untarse el cuerpo con su aceitoso barro será un lujo del que no podrán disfrutar las próximas generaciones, según los expertos.

Las aguas del Mar Muerto descienden al vertiginoso ritmo de un metro por año, lo que podría hacerlo desaparecer en tan sólo cuatro décadas, afirman. Sin embargo, otros predicen que nunca dejará de existir, gracias a los aportes de aguas subterráneas, aunque se encogerá hasta tener tan sólo el 30 por ciento de los 625 kilómetros cuadrados que ahora ocupa.

Los grupos de defensa del medio ambiente denuncian que ni Israel, ni Jordania ni la Autoridad Nacional Palestina hacen nada por conservar el lugar más bajo del planeta (situado a 416 metros bajo el nivel del mar), famoso por sus propiedades saludables y cosméticas y que disfruta de una radiación solar única y una densidad de oxígeno aumentada.

"El mayor problema del Mar Muerto es que ya no recibe apenas agua del Jordán. Frente a los 1.300 millones de metros cúbicos al año que recibía en los años cincuenta, ahora sólo llegan unos 50 millones", explica a Efe Mira Edelstein, portavoz de la ONG Amigos de la Tierra Oriente Medio.

El deterioro en las últimas décadas ha hecho que la parte norte y sur del gran lago salino hayan quedado totalmente desconectadas. "De hecho, podemos hablar de que sólo queda la parte norte, porque el sur son sólo piscinas industriales para la recolección de minerales", asegura.

Las empresas responsables de los estanques multiplican los problemas de este lago salino sin igual en el planeta. No sólo extraen el potasio y otros minerales, disminuyendo su concentración, sino que utilizan para ello las piscinas de desecación, una técnica muy intensiva en agua que les obliga a sustraer el líquido de la parte norte del lago.

Además, no limpian el sedimento que queda depositado en el fondo de los estanques, lo que hace aumentar su nivel veinte centímetros cada año. Esto eleva el nivel del agua en esa parte, lo que ha puesto en riesgo la supervivencia de una quincena de hoteles de lujo situados en su orilla.

"La cuestión de los hoteles es una línea roja para las autoridades, ha sido lo que ha hecho que al Gobierno empiece a preocuparle la situación", explica Eldestein.

El sistema judicial del país también ha empezado a lidiar con el asunto y, la semana pasada, ordenó a las explotaciones industriales que retiren el sedimento que se ha acumulado desde hace años. Amigos de la Tierra, Salvar Nuestro Mar y otras organizaciones medioambientales que luchan por conservar el lago centran su estrategia en tres aspectos.

"Lo más importante es rehabilitar el río Jordán y devolverle parte de su caudal, lo que se puede hacer disminuyendo el agua que se deriva simplemente con optimizar su uso. También hay que obligar a las empresas contaminantes a que limpien lo que han contaminado y exigirles que utilicen métodos de extracción menos dañinos, como la tecnología de membranas", dice la portavoz ecologista.

Según ella, la recuperación de un tercio del flujo histórico de este bíblico río permitiría rehabilitar el Mar Muerto. La tercera de las estrategias es conseguir que la UNESCO declare el lugar como Patrimonio Nacional de la Humanidad, lo que exigiría la aprobación de planes de gestión conjuntos. Perder el Mar Muerto "sería una catástrofe", advierte Eldestein.

Ello no sólo supondría la desaparición de un ecosistema único, sino que también tendría serias consecuencias económicas -por la pérdida de uno de los destinos turísticos más importantes de la región- y políticas, puesto que es una frontera entre Israel y Cisjordania de un lado y con Jordania de otro.

Fuente:

La Vanguardia

28 de febrero de 2011

Pseudociencias: René Quinton y el agua de mar

Hace unos días apareció en Internet (y en algunas publicaciones escritas) una noticia que trataba sobre la posibilidad de usar el agua de mar como remedio contra la epidemia de cólera en Haití. El mensaje aparecía repetido en multitud de sites, sin aportar ninguna referencia ni documentación de la información que exponían, propagándose de forma viral.

Estos son algunos de los medios que ayudaron a su difusión:

Triniti a tierra: Urgente: el agua de mar puede acabar con el cólera en Haití

StopSecrets: http://stopsecrets.ning.com/profiles/blogs/urgente-difusion-el-agua-de

Liberación Ahora: EL AGUA DE MAR PUEDE ACABAR CON EL CÓLERA EN HAITÍ. Ni las Autoridades ni las ONGs hacen llegar el mensaje

No entregues tu poder: El Agua de Mar puede acabar con el Cólera en Haití

En el artículo se menciona el trabajo de René Quinton, asistente del laboratorio de la universidad francesa de patología y fisiología. Estudió y experimentó sobre los efectos del agua marina sobre la salud. Realizó numerosos experimentos y publicó un documento con los resultados.

René_Quinton

Quinton trataba el agua marina diluyéndola con agua destilada y la administraba por vía oral e incluso intravenosa. En la web podéis encontrar imágenes con los resultados milagrosos de sus tratamientos y sus experimentos. El agua salada tiene unas ciertas propiedades antisépticas pero eso no quiere decir que sea capaz de curar enfermedades importantes. Sin embargo a principios de siglo sus curas tuvieron buena acogida y su suero fue considerado como un medicamento. Sin embargo el suero inyectable se prohibió en los años 50, ya que producía más contraindicaciones que beneficios.

quinton

En la actualidad se ha montado un negocio en torno a este personaje. Hay una empresa llamada Plasma Quinton, que comercializa suero presuntamente marino en diferentes formatos, desde el bebible al inhalable. La descripción del producto y el precio de las ampollas nos hace pensar que nos encontramos ante otro engañabobos.

Los sueros Quinton contienen toda la gama de minerales, oligoelementos y micronutrientes orgánicos que se producen en condiciones naturales en los océanos. La fórmula Quinton se utiliza como suplemento dietético mineral. El suero marino es también utilizado como un agente terapéutico para lavar y limpiar las heridas y como un vehículo para los antibióticos para acelerar el proceso de curación. El agua de mar se recoge de un vórtice de plancton en una zona no contaminada. Farmacéutico probado por la farmacopea europea.

Las investigaciones han confirmado que el suero marino de Quinton y el suero del cuerpo son prácticamente idénticos. Los datos científicos han demostrado que el plasma de Quinton fue un suplemento dietético mineral, perfectamente asimilado, una provisión ideal de vitaminas.

Utilizado para: la irrigación del colon, el acné, tratamiento de la piel, la descongestión nasal, deshidratación, suplemento de la salud, el equilibrio mineral, fortalecimiento del sistema inmunológico, desintoxicar el organismo, mantener el rendimiento físico superior, la recuperación de la fatiga y el estrés, el 100% suplemento natural y totalmente asimilable por las células del organismo.

Volviendo al artículo que os comentaba al principio, decir que en él se menciona a Omdimar, una una Asociación Internacional de Oasis y dispensarios marinos. ¿Quienes son Omdimar? Su site se colapsó por el número de visitas debidas a la difusión de esta noticia. Investigué un poco y mirád donde acabé, en la página de Ciencia y Espíritu. Ahora lo entiendo todo.

Detrás de Omdimar está Francisco García-Donas, que “ha dedicado los últimos años a llevar los descubrimientos relacionados con el agua de mar a zonas de sequía y hambruna”, y detrás de esta distribución vírica están muchas almas agradecidas a Celades y su organización.

Quizá la intención Francisco no sea mala, pero dudo mucho de su viabilidad. En el vídeo también se habla de una prueba realizada por varios voluntarios que bebieron únicamente agua de mar durante una semana y sobrevivieron, sin necesitar ningún otro aporte alimentario. No puedo creérmelo, ya que estos experimentos no son la primera vez que se realizan sobre humanos.

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Durante la segunda guerra mundial el Nazi Hans Eppinger realizó unas pruebas de tolerancia a la salinidad en un grupo de 90 prisioneros de raza gitana. Los tuvo confinados por un periodo de entre 6 y 12 días administrándoles exclusivamente agua de mar con un producto que le quitaba el sabor salado. La deshidratación era tan devastadora que los prisioneros se arrojaban al suelo para lamer las gotas de agua que quedaban después de que los operarios de la prisión pasaban la fregona. La mayoría de ellos murieron entre convulsiones y alucinaciones antes de terminar el experimento. Los que aguantaron, no sufrieron mejor suerte.

¿Pero por qué no toleramos el agua marina?

Accidentalmente consumir cantidades pequeñas de agua de mar limpia no es dañino, especialmente si el agua de mar se consume junto con una cantidad más grande de agua dulce. Pero el agua de mar no sirve para hidratarse. Cuanto más agua marina se bebe, más agua se necesita para eliminar la sal por medio de la orina.

Esto ocurre porque la cantidad de cloruro de sodio en la sangre humana es regulado activamente dentro de un rango muy estrecho de unos 9 g/l por el riñón. Al beber agua de mar (que contiene cerca de 35 gramos por litro de cloruro de sodio disuelto) se aumenta temporalmente la concentración del cloruro de sodio en la sangre. Esto provoca la eliminación del sodio por el riñón, pero la concentración del sodio del agua de mar está sobre el límite máximo de las posibilidades del riñón humano, que no puede generar orina con tanto sodio disuelto, necesitando más agua para eliminarlo. Al tomar agua de mar, la concentración de sodio en la sangre aumenta a niveles tóxicos, extrayendo por ósmisis todo el agua de las células e interfiriendo con la conducción nerviosa que provoca en última instancia parada cardiaca y arritmias que pueden llegar a ser fatales.

Fuente:

Blog "La mentira está ahí afuera"

17 de octubre de 2010

El MIT diseña un equipo de desalinización solar portátil para crisis humanitarias


Cuando se produce una catástrofe como el último terremoto de Haití, uno de los recursos más escasos y necesarios suele ser el agua potable. Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) acaba de presentar un sistema portátil que permitiría aprovechar la energía del sol para desalinizar agua de forma rápida y sencilla y que podría ser transportado fácilmente a lugares donde se necesita de manera urgente.

El equipo, encabezado por Steven Dubowsky, ha construido un pequeño prototipo para comprobar que sus cálculos son correctos. El aparato que veis en las imágenes, aceleradas mediante la técnica de timelapse, es capaz de desalinizar más de 300 litros de agua en un día aprovechando la energía solar. Según informan en MIT News, los ingenieros estiman que una versión más grande del aparato costaría unos 6.000 euros y podría filtrar casi 4.000 litros de agua salada cada día. Un avión de transporte militar C-130, calculan, podría transportar hasta una docena de unidades, suficientes para proveer de agua a unas 10.000 personas.






Aunque se han diseñado otros sistemas portátiles de desalinización, éste cuenta con la ventaja de aprovechar una forma de energía accesible como es la solar, lo que permite usarlo en lugares donde no se tiene acceso a la red eléctrica. ¿Cómo funciona el sistema? Mediante ósmosis inversa, es decir, un sistema de filtración mediante presión que “libera” al agua de las sales minerales. El proceso podría resumirse así: el sol alimenta los paneles, la energía eléctrica se usa para empujar el agua a través de varios filtros a alta presión y atraviesa una membrana que la desaliniza.

Para evitar que las variaciones de luz solar afecten de manera definitiva al rendimiento de la desalinizadora, los ingenieros la han programado para que se adapte a los cambios de manera inteligente. En condiciones de mucho sol, explican, el prototipo extrae más agua. Cuando se pone nublado, el sistema funciona a menos rendimiento, pero no se detiene.

Enlace: In The World: Drinking water, from sunshine (MIT News)

Tomado de:

Amazings

16 de junio de 2010

¿De dónde ha salido toda la sal del mar?

Miércoles, 16 de junio de 2010

¿De dónde ha salido toda la sal del mar?

¿Cada vez hay más o menos?


La sal contiene varios componentes procedentes del efecto de disolución provocado por la lluvia al caer sobre las rocas, a través de los ríos. Por supuesto, los que tienen más probabilidades de llegar al mar son los más solubles al agua, que son
el cloro y el sodio, los componentes básicos de la sal común. Y que representan el 90 % de todos los componentes disueltos en el mar.

El mar contiene 37 gramos de sal en cada litro. Es decir, casi 40 bolsas de kilo, como las se compran el supermercado para cocinar, en cada metro cúbico. Si toda esta concentración se extrajera de los océanos se generaría una capa de sal de unos 45 metros de espesor.

Sin embargo, aunque parece mucho, los cálculos de los índices de escorrentía indican que, a estas alturas, el mar ya debería estar saturado completamente de sal. Y tan muerto como el mar Muerto. ¿Por qué esto no ha ocurrido? ¿Por qué la salinidad del mar permanece estable desde hace más de 200 millones de años?

El ecologista James Lovelock propuso una explicación en su Gaia Hipótesis en los años 1970 según la cual los organismos vivos interactúan con la Tierra de manera que mantienen el planeta en las condiciones adecuadas para la vida. Un exceso de salinidad representa una grave amenaza para la vida marina; Lovelock se preguntó entonces si habría algún organismo que soportara la salinidad de la erosión de la tierra de todo el globo.

Y encontró un candidato: un microbio primitivo causante de la creación de lagunas enormes pero poco profundas de las regiones costeras como Baja California, en donde el calor del sol evapora el agua y hace que se concentre la sal. No está claro si el proceso es lo suficientemente potente como para evitar la saturación del mar, pero al menos aporta una respuesta fascinante a este misterio.

Una explicación más extensa la ofrece la web Fondear:

Cada partícula molecular de sal esta formada por un ión de Cloro y otro de Sodio, y al disolverse en el agua, lo que ocurre es que se separan. De hecho existen otros muchos tipos de iones como los de Calcio, Sulfato, Magnesio, Potasio, o Bicarbonato en proporciones menores. Sólo al evaporarse el agua en las salinas, se vuelven a juntar las parejas de iones para formar la sal tal como la conocemos en los saleros de nuestros comedores. Cada ión tiene su propio equilibrio con la naturaleza. El ión sodio equilibra su aporte por los ríos, con la desaparición debido a la fácil sedimentación del sodio. El ión potasio equilibra su aporte por su absorción con las arcillas del fango marino. El ión calcio es absorbido por los animales para formar sus caparazones y conchas, y que al morir crean un sedimento en los fondos. El ión del cloro es el único que permanece constante en el mar ya que no se intercambia por ningún proceso, pero tampoco es aportado por los ríos a los océanos. Por ello se cree que permanece como tal desde el principio de la historia de la tierra, momento en el que formaba parte de la atmósfera corrosiva que nos envolvía.

Más información | Mgar

Tomado de:

Gen Ciencia

31 de agosto de 2006

La sed y la hidratación

Confía en tu sed

* Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la mejor forma de hidratar a los corredores
* Las últimas evidencias indican que lo más adecuado es que el atleta beba cuando tenga sed

Actualizado jueves 31/08/2006 18:14 (CET)

SABEL F. LANTIGUA (elmundo.es)


MADRID.- ¿Cuánto líquido debe ingerir un corredor de maratón durante la carrera? La pregunta parece simple pero lleva 70 años generando controversia. Después de muchos consejos, que han cambiado a lo largo del tiempo, un equipo científico ha llegado a la conclusión de que la mejor forma de mantener una hidratación correcta es que el atleta beba según la sed que tenga.


HIDRATACIÓN DE LOS ATLETAS

"Más que guiarse por rígidas normas que no sirven de mucho en una situación tan dinámica como una carrera y que no tienen en cuenta las particularidades de cada corredor, lo mejor es que el deportista confíe en la sensación de sed. Es el indicador más fiable", explica a elmundo.es la doctora Tamara Hew-Butler, experta en medicina deportiva de la Universidad de Ciudad del Cabo.

Aunque históricamente el Colegio Americano de Medicina deportiva (ACSM, según sus siglas en inglés) ha considerado que la sed no es un buen medidor para saber cuándo hay que tomar líquido y se centran más en el peso del deportista, los miembros de la Asociación de Directores Médicos de Carreras de Maratón (IMMDA) han aceptado la sed como la mejor aliada del maratoniano, según cuenta un trabajo publicado en 'Clinical Journal of Sports Medicine'.



La cantidad de líquido que se pierde durante un maratón está condicionada por diversos factores como el peso corporal del atleta, la velocidad a la que corre y la temperatura ambiental. Además, hay que tener en cuenta las condiciones individuales de cada deportista, por lo que la IMMDA se ha convencido de que no se pueden aplicar unas normas estándar sobre cuánto debe beber cada uno.


"Cada individuo responde de manera diferente ante una misma situación y no debe dejarse guiar por lo que hacen los demás. La sed es una sensación personal, precisa y dinámica, ya que responde a los cambios del organismo. Por esto es la mejor señal para el atleta de que necesita beber", afirma la doctora Hew-Butler, principal autora del trabajo.


Asimismo señala que "no se trata sólo de beber agua sino que también conviene que los atletas se ayuden de bebidas isotónicas o fruta para reponer las sales que pierden por el ejercicio".


Ni por exceso ni por defecto


Tan malo es ingerir poco líquido durante la carrera, lo que puede producir la deshidratación del atleta, como pasarse con el consumo, ya que esto último puede derivar en hiponatremia, una condición que se da cuando hay niveles muy bajos de sodio en la sangre.


Las actuales recomendaciones de la ACSM establecen que los maratonianos deben consumir entre 600 y 1.200 mililitros por hora durante una carrera, dependiendo de su peso y velocidad. Como esta cantidad está sacada de un estudio con atletas varones de elite, posteriormente la IMMDA rebajó el rango a entre 400 y 800 mililitros por hora, para adaptarla a deportistas menos profesionales.


No obstante, los últimos consejos de los expertos indican que lo mejor es que los corredores beban cuando tengan sed y que presten atención a los cambios que experimente su organismo.
"Los atletas tienen que ir probando en los entrenamientos cómo les va mejor. Si alguien siente sed, debe beber y si se nota hinchado tiene que dejar de beber", concluye la experta de Ciudad del Cabo. "Parece así de sencillo, pero no tengo duda de que la controversia sobre el tema seguirá", añade.

TOMADO DE "ELMUNDOSALUD.ES" DE ESPAÑA




PEOR QUE DESHIDRATARSE
Pérdida de sal: un peligro frecuente para los maratonianos

JAVIER MARCO

Reponer los líquidos que se van perdiendo durante la carrera es fundamental para evitar el temible golpe de calor y la toxicidad muscular en los corredores de larga distancia. Sin embargo, un nuevo estudio ha demostrado la alta frecuencia con que se producen pérdidas importantes de sal, algunas extremas y peligrosas, en estos sujetos. Beber demasiado parece ser la causa de la mayoría de estos casos.

La pérdida de sodio (hiponatremia) ha sido identificada como una causa importante de enfermedad grave o incluso muerte durante la carrera en deportistas maratonianos. Hasta ahora se pensaba que la causa fundamental del descenso de sal en la sangre podría ser un exceso en la cantidad de líquidos bebidos durante el esfuerzo.

Se han sugerido otros factores de riesgo que incrementan las posibilidades de sufrir este problema como la composición de las bebidas que se ingieran (peor el agua que los refrescos especiales para deportistas), estar delgado, ser mujer, la falta de entrenamiento adecuado, un tiempo largo de carrera o incluso la toma de fármacos antiinflamatorios.

Para aclarar por qué se producen estos casos de pérdida excesiva de sal y cuáles son los sujetos con mayor riesgo de padecerla, investigadores norteamericanos utilizaron participantes en la carrera de la maratón de Boston (EE UU) del año 2002. En total consiguieron 766 corredores voluntarios aunque al final sólo dispusieron de muestras adecuadas de 488 participantes en la carrera. Los resultados aparecen esta semana en la revista 'The New England Journal of Medicine'.

Se recogieron datos sociodemográficos de todos ellos así como su peso inicial y después de correr, un cuestionario sobre la cantidad y el tipo de líquido que bebieron durante la competición, la cantidad de orina expulsada así como el peso antes y después de completar la maratón. Al finalizar, se extrajo una muestra de sangre de cada uno de ellos para determinar con exactitud los niveles de sodio (sal).

Culpable: el agua bebida

El 13% de los participantes tenían hiponatremia al final de la carrera y en el 0,6% los niveles de sodio eran extremadamente bajos, unos valores que pueden llegar a producir muerte súbita o problemas serios.

Los investigadores observaron que esta bajada en los niveles de sodio estaba relacionada con una ganancia de peso durante la prueba (algo debido a la ingesta exagerada de líquidos por encima de lo eliminado a través del sudor y la orina), consumo de más de tres litros de fluidos, beber cada pocos kilómetros, un tiempo de carrera superior a las cuatro horas, sexo femenino y bajo peso del participante.

Sin embargo, al hacer un análisis más exhaustivo se identificó el tiempo largo de carrera, la ganancia de peso y la delgadez como los factores fundamentales para el desarrollo de hiponatremia. El sexo femenino, el tipo de líquido ingerido o el empleo de antiinflamatorios no tenían una relación tan directa.

Según se afirma en el editorial que acompaña al trabajo, puede calcularse en 90 el número de corredores que pudieron haber tenido niveles peligrosamente bajos de sodio al acabar la maratón de Boston de 2002, algo que desde luego da que pensar, sobre todo a la vista de las numerosas muertes accidentales que se producen en este tipo de competiciones, cada vez más de moda.

Y es que, ante las constantes insistencias sobre la importancia de una hidratación adecuada, es muy frecuente que los corredores hayan ganado peso al terminar la competición como consecuencia de una ingesta excesiva de líquido. El remedio a este problema sería basarse en la sed y la cantidad de sudor para ir adecuando la bebida a las pérdidas.

Sin embargo, esto no es tan sencillo ya que son factores influidos por la temperatura durante cada prueba, por la humedad y por el esfuerzo realizado, que muchas veces depende de la dureza del trazado.

También se afirma en este editorial que las bebidas comerciales para deportistas que tanto se publicitan no contienen las cantidades adecuadas de sodio para reponer las pérdidas y en este sentido no aportan demasiado sobre el agua normal.

Se aclara finalmente que el deporte de maratón es una modalidad relativamente segura para los participantes con menos de una muerte por cada 50.000 corredores. Los fallecimientos que se producen en actividades deportivas menos extremas suelen deberse a enfermedades cardiacas previas, sobre todo congénitas, o por enfermedad coronaria no conocida en sujetos a partir de los 35 años.

La conclusión es que beber excesivamente en carreras largas puede ser más malo que bueno. Lo más sensato es calibrar la bebida en función de la sed cambiando las recomendaciones actuales que dicen que hay que reponer antes de perder demasiado por el sudor.

Ya pasó el tiempo en que la lentitud del pulso, el agrandamiento del corazón y los soplos cardiacos, hallazgos típicos de la adaptación de los corredores de fondo, dejaron de considerarse peligrosos. Ahora lo importante es mantener la sal y la cantidad de agua adecuadas en el organismo.

TOMADO DE "ELMUNDOSALUD.ES" DE ESPAÑA

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