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20 de junio de 2019

Neuroeducación 01: ¿Dónde se almacenan los recuerdos?


En el hipocampo

Se conoce muy poco sobre la memoria, pero sabemos que nuestros recuerdos están ‘grabados’ o codificados en células cerebrales del hipocampo, el centro de memoria del cerebro. De esta manera están disponibles para ser recordados a largo plazo y no ser como Dory en Buscando a Nemo.


Todo empezó con el paciente HM
Cuando tenía 7 años, HM se dio un golpe en la cabeza. Tres años después empezó a tener unas convulsiones que cada vez se volvieron más intensas. A los los 27 años ya no podía tener una vida normal.
En 1953, HM aceptó formar parte de una cirugía en la que le extirparon los dos hipocampos del cerebro. La operación funcionó y el hombre dejó de tener convulsiones. Incluso su coeficiente intelectual aumentó.

Pero entonces los médicos se dieron cuenta de que, en el proceso, habían dañado su memoria. El joven no podía recordar si había desayunado o cómo llegar hasta el baño.

El trágico desenlace de su cirugía dio inicio a cinco décadas de estudios que lo inmortalizaron como el paciente "HM", el más famoso de la historia de la neurociencia.



El hipocampo almacena reuerdos y es nuestro GPS

En el hipocampo se encuentran las células nerviosas que nos permiten saber dónde estamos y cómo enocntrar un camino.

En otras palabras, se trata de células que funcionan como el "GPS interno" del cerebro.


Por eso el paciente HM no sabía dónde estaba y no sabía como ir al baño. Al quedarse sin los dos hipocampos se quedó sin nociones de tiempo y espacio, y tambíen se quedo sin recuerdos, sin memoria.

Espacio, tiempo y recuerdos se almacenan en el hipocampo. Este descubrimiento lo realizaron los científicos Edvard Moser (Noruega), su esposa May-Britt Moser (Noruega) y
John O'Keefe (EE.UU.). Los tres recibieron el premio Nobel de Medicina en el 2014.


¿Cómo se producen los recuerdos?

Para que se produzcan los recuerdos es necesario que las células se conecten entre sí (sinapsis) a través de señales eléctricas y químicas que se mueven de una célula a otra, las cuales pueden ser relativamente débiles y esporádicas o fluir con vigor y frecuencia. De este modo, cuanto más fuertes sean los mensajes entre las neuronas, más fuertes y permanentes serán los recuerdos que guardan.


Como era de esperar malos hábitos como la falta de sueño, el alcohol, una dieta inadecuada o el estrés pueden reducir el flujo de mensajes entre las células cerebrales.

En los siguientes posteos te daremos valiosos tips de neuroeducación:

1. Neuroeducación: Haz ejercicio... ¡y mejora tu memoria!

10 de junio de 2019

Edvard Moser, el Nobel que descubrió el GPS de nuestros cerebros

El paciente HM

Cuando tenía 7 años, Henry Molaison se dio un golpe en la cabeza y se fracturó el cráneo. 

Tres años después empezó a tener unas convulsiones que cada vez se volvieron más intensas y frecuentes, a pesar de la medicación.

Para cuando cumplió los 27 años ya no podía tener una vida normal.

Es por eso que, en 1953, Molaison aceptó formar parte de un procedimiento experimental en el que le extirparon los dos hipocampos del cerebro.

La operación funcionó y el hombre dejó de tener convulsiones. Incluso su coeficiente intelectual aumentó.

Pero entonces los médicos se dieron cuenta de que, en el proceso, habían dañado su memoria. El joven no podía recordar si había desayunado o cómo llegar hasta el baño.

Olvidaba las caras y nombres del personal médico y, lo que era más perturbador, debían decirle una y otra vez que su tío había muerto.

El trágico desenlace de su cirugía dio inicio a cinco décadas de estudios que lo inmortalizaron como el paciente "HM", el más famoso de la historia de la neurociencia.

Molaison no llegaría a verlo, pero su caso derivó en un descubrimiento crucial sobre el funcionamiento del cerebro y la memoria.

No en vano le valió el premio Nobel de Medicina al neurocientífico noruego Edvard Moser.


Filosofía y ciencia

"El espacio y tiempo son propiedades totalmente fundamentales de nuestra propia experiencia subjetiva", dice Edvard Moser.

"Es difícil mantener cierto entendimiento del mundo si no podemos colocar las cosas en algún lugar del espacio y organizar los eventos en un tiempo", agrega.

"Por eso, cuando estas habilidades se pierden, de alguna manera nos perdemos a nosotros mismos".

La propia Academia Sueca reconoció al anunciar su premio en 2014 que había logrado resolver "un problema que ha ocupado a filósofos y científicos durante siglos".

El GPS del cerebro
 
"El premio Nobel fue por descubrir las células que forman parte del sistema que nos permite saber dónde estamos y encontrar el camino" para ir de un lugar a otro, explica Moser.

En otras palabras, se trata de células que funcionan como el "GPS interno" del cerebro.

Pero el galardón no lo recibió en solitario, sino que lo compartió con el estadounidense John O'Keefe y la noruega May-Britt Moser.

El apellido Moser no es una extraña coincidencia.
Edvard y May-Britt no solo forman parte del selecto club de los laureados por la Academia Sueca, sino que además son parte de uno todavía más reducido: el de los cinco matrimonios Nobel.

Un camino difícil

A pesar de no haber crecido en una familia ni un lugar con tradición académica (un poblado de 500 habitantes en Noruega), a través de su ávido consumo de libros descubrió la ciencia y se apasionó por ella.

Cumplió con el servicio militar obligatorio, hizo algunos cursos de matemáticas y estadística, se doctoró en neuropsicología y comenzó un periplo internacional por distintos laboratorios.

"Creo que venir de un lugar donde no había nada más me ayudó a tener una perspectiva diferente y original sobre los problemas".

A lo largo de esos años, May-Britt se convertiría en su esposa, pero también en su compañera de investigación y cofundadora del Instituto Kavli para Sistemas de Neurociencia en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología en Trondheim, en el centro del país.

Y si bien los Moser ahora están divorciados, sus carreras siguen profundamente interrelacionadas.

Espacio y tiempo

"El intrincado sistema de mapeo del espacio que derivó en el descubrimiento de la célula red en 2005 y el premio en 2014 fue apenas el principio", afirma Moser.

En estos años, por ejemplo, descubrieron que esas células "no solo se encargan del espacio, sino también del tiempo, por lo que hay un cambio a medida que el tiempo pasa".

"Ahora sabemos también que el espacio y tiempo son elementos de los recuerdos que son almacenados en este sistema".

Hasta han dado inicio a lo que llaman la "fase dos" de sus investigaciones: "Entender la enfermedad de Alzheimer y, ojalá, contribuir al desarrollo de algún tipo de tratamiento".
"El área del cerebro que contiene todas estas células especializadas y registra el pasaje del tiempo suele ser la primera área que se daña en el alzhéimer", dice el Nobel.

Esta enfermedad, que aún no tiene cura, afecta a entre el 60 y 70% de personas con demencia, que son nada menos que 50 millones alrededor del mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

Tomado de BBC Mundo

26 de diciembre de 2018

Truco fácil para concentrarte en aquello que te cuesta: la técnica Pomodoro

Pasar largas horas en la mesa de trabajo es menos productivo que estar periodos más breves concentrados y combinar estos con momentos de descanso.

Si quieres tener alta productividad en algo que te cuesta, olvídate de estar concentrado horas y horas haciendo solo eso. Se ha comprobado que no es la mejor opción. Al menos, esa es la conclusión de la Universidad de Illinois, que demostró que pasar largas horas en la mesa de trabajo aporta menos productividad que dedicar periodos de tiempo más breves concentrados y alternar estos con descanso. El motivo está relacionado con nuestras dos formas de pensar: la focalizada y la difusa. Mientras que la primera nos mantiene la atención a tope, la segunda nos relaja y nos ayuda a distraernos hasta con el vuelo de una mosca. Las dos son necesarias. Es más, la creatividad surge de conectar cosas dispares, que solo nacen de la mente difusa. Pero claro, estar siempre en lo difuso tampoco aporta mucho ni resuelve los problemas. Necesitamos alternar la mente focalizada y la difusa para ser productivos, y para ello existe una técnica que propuso Francesco Cirillo allá por los ochenta y que sigue completamente vigente: la técnica Pomodoro.

Pomodoro significa “tomate” en italiano y su nombre se asocia a los relojes de cocina con los que se mide el tiempo de cocción. La idea es utilizar un reloj —o un smartphone o lo que tengas a mano— para medir intervalos de 25 minutos en los que pongas la mente focalizada y saques adelante la tarea que se nos atasca. Después, te comprometes con hacer una pausa o incluso a darte un pequeño premio. Vamos a ver las fases de la técnica Pomodoro:

1. Revisa tu agenda y crea el espacio de tiempo que necesitas. Cirillo propuso intervalos de 25 minutos además del descanso, pero pueden ser 20 o 30 minutos. Igualmente, hay investigaciones posteriores que sugieren intervalos de mayor duración. En este punto, vale la pena que cada persona identifique lo que más le ayuda.

2. Hazte con un temporizador. Ya lo hemos dicho, escoge el que te sea más cómodo y comprométete a seguirlo. Igualmente, reúne todo lo que necesitas: documentación o material necesario. Llama si necesitas ayuda antes de comenzar.

3. Céntrate solo en la tarea. Este punto es especialmente difícil. Aquí aparecen las interrupciones, las consultas al móvil o los asaltos al frigorífico o a la máquina de café. Pues bien, si aplicamos la técnica Pomodoro necesitamos retirar todas las interrupciones posibles: apagar el móvil o hacernos con ese café que “imperiosamente” necesitamos.

4. Haz un pequeño descanso. Aquí es donde le damos permiso a la mente difusa para que entre en escena. Si hemos hecho 25 minutos de trabajo, un descanso adecuado sería de cinco minutos, por ejemplo. Según Cirillo, en este momento no debemos caer en la sensación de improductividad y extendernos y extendernos. Ya lo hemos dicho, los descansos ayudan a la mente focalizada.

5. Continuar las sesiones de trabajo y tomar un descanso más largo. Los espacios de 25 minutos y cinco de descanso se pueden ir encadenando hasta completar tres, y luego tomarse un descanso más duradero de 20 minutos, por ejemplo. O si se hacen cinco intervalos, el descanso podría ser de 30 minutos. Igualmente, en este punto podríamos darnos una pequeña gratificación, como un dulce que nos guste, un paseo o cualquier cosa que nos dé energía.

En definitiva, a todos nos cuesta concentrarnos en algo que no nos apetece mucho, como un trabajo, una tarea de casa o resolver algún problema doméstico. Pero la técnica Pomodoro nos ayuda a mejorar nuestra concentración alternando la mente focalizada con la difusa. ¿Haces la prueba?

Fuente: El País (España)

19 de noviembre de 2018

5 datos importantes que debes conocer sobre el Alzheimer

El Alzheimer es una degeneración irreversible del cerebro que causa trastornos en la memoria, la cognición y la personalidad entre otros aspectos. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas del individuo.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia: se calcula que representa entre un 60% y un 70% de los casos.

Aquí les presentamos cinco datos importantes acerca de esta enfermedad:

1. El Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento. La demencia es el resultado de enfermedades cerebrales que se vuelven más comunes con la edad; sin embargo, hay una idea errónea de que el Alzheimer y otras causas de demencia son las enfermedades de los ancianos.

2. Una de las primeras funciones que se ve afectada en las personas que la padecen es el sistema léxico. Es decir, se presenta una dificultad en el acceso a determinadas palabras de nuestro “diccionario mental”, a veces muy comunes.

Los problemas olfativos pueden servir como un indicador temprano de la enfermedad de Alzheimer.

3. El Alzheimer no se puede controlar. Esta es una enfermedad de la que simplemente no se puede ser consciente todo el tiempo. Es por esta razón que al inicio los afectados intentan hacerlo, y al no poder lograrlo puede generar alteraciones emocionales como la depresión y la ansiedad.

4.- Esta enfermedad puede comenzar a desarrollarse en el cerebro de un individuo de 20 a 25 años antes incluso de notar una señal de advertencia. Es por esta razón que si comienza a desarrollarse en el cerebro de una persona cuando tiene 40 años, no se dará cuenta hasta que cumpla casi 65 años.

5.- Se han identificado dos proteínas como principales causantes de la disfunción cognitiva que caracteriza a esta enfermedad:
  • La proteína amiloide, una proteína tóxica a niveles altos y que se va acumulando en las zonas exteriores de la corteza cerebral a medida que avanza la enfermedad.
  • La proteína TAU, causante de la pérdida y deterioro cognitivo debido a su acumulación en las neuronas y la consiguiente destrucción de estas.
Tomado de: Nat Geo 

18 de noviembre de 2018

5 técnicas sencillas que mejorarán tu memoria y tu capacidad de aprendizaje

Técnica 1: releer

¿Estás aprendiendo vocabulario nuevo? La estrategia más común es la de leer las palabras y sus significados hasta que se nos queden grabados. Para nuestra mala suerte, los psicólogos creen que es un método demasiado pasivo, lo que quiere decir que la mayoría de la información no consigue dejar marca.

El truco: leer a intervalos.


Técnica 2: subrayar o resaltar

Al igual que con la relectura, esta técnica de estudio es casi ubicua. Su concepto tiene sentido: el proceso de subrayar palabras clave y frases debería ayudar a que nos interese más la información y a facilitar la posterior identificación de las ideas más importantes. Pero pese a que puede ser más eficaz que la relectura pasiva, subrayar y resaltar muchas veces no funciona, ya que muchos estudiantes remarcan casi cada párrafo sin discernir mucho.

Truco: hacer pausas para pensar

Lea el artículo completo en: BBC Mundo

3 de octubre de 2018

Qué es el orgasmómetro y qué nos enseña sobre sexo y el placer femenino

"Somos los únicos animales en este planeta que estamos teniendo relaciones sexuales no para reproducirnos sino sólo por placer", dice el profesor de endocrinología y sexología médica de la Universidad de Roma Tor Vergata.

"Es sorprendente que tanto la ciencia como la medicina no hayan mostrado más interés en este aspecto", le dice a BBC Mundo el también expresidente de la Sociedad Italiana de Andrología y Medicina Sexual.


Por eso, junto a un grupo de investigadores de varias universidades italianas, Jannini se embarcó en un novedoso estudio científico que tuvo como objetivo principal la medición del orgasmo femenino.

Y sus hallazgos fueron publicados el pasado 29 de agosto de 2018 bajo el título "Validación de una escala visual análoga para medir la percepción subjetiva de la intensidad orgásmica en las mujeres: el orgasmómetro-F", en la revista científica PLOS ONE.

"Esta es la primera vez que se mide el orgasmo femenino a través de una herramienta psicométrica validada", le explica Jannini a BBC Mundo.

"Nuestro objetivo fue proporcionar el primer y único instrumento, del que tengamos conocimiento, para medir la intensidad, la cantidad de placer femenino, durante el coito, la masturbación y otros actos sexuales", resume el profesor.

No es una máquina

El orgasmómetro que Jannini y su equipo de investigadores desarrolló no es un aparato, ni una máquina.

"Bromeamos sobre el orgasmatrón", indica. "Esa era una máquina usada por Woody Allen en su película 'El dormilón' y también aparece en 'Barbarella', protagonizada por Jane Fonda, en los sesenta. Usamos un término que, en cierta forma, se parece al de una máquina de fantasía para conseguir un orgasmo".

Y la idea detrás de la palabra orgasmómetro era no sólo que fuera fácil de recordar sino que fuese fácil de entender.

"Orgasmómetro significa medidor de orgasmos y resulta más eficiente que una máquina".
Y es que, el profesor aclara, "una máquina para medir el orgasmo no existe, de la misma manera que una máquina para medir el dolor no puede existir".

Ambas son sensaciones subjetivas, personales. Por eso, una escala que tú mismo valoras es la mejor opción para medirlos.

Y por eso los investigadores italianos utilizaron el mismo instrumento que se usa para medir el doloren la práctica clínica, el cual es una escala análoga visual.

"Todos los fármacos para suprimir el dolor que se venden en todo el mundo han sido validados a través de esa escala análoga visual", le recuerda Jannini a BBC Mundo.

Pero además, "el placer y el dolor son las dos caras de la misma moneda. Ambos son de naturaleza subjetiva y no pueden ser medidos por biomarcadores, sino a través de una evaluación subjetiva, personal", explica el investigador italiano.


Con la ayuda de la memoria

En el estudio participaron 526 mujeres italianas, 112 de ellas pacientes de una clínica de sexualidad que sufren algún tipo de disfuncionalidad sexual.

Mientras que las otras 414, que no presentaban ningún problema de índole sexual, fueron reclutadas a través de una plataforma web.

Tras tener una experiencia sexual (coito, masturbación, sexo oral, u otra), las mujeres entraban a un sitio web, creado por el equipo de investigadores, y respondían una serie de preguntas validadas por la práctica clínica.

Y una de las secciones de ese cuestionario tenía que ver con el orgasmómetro, el cual las hacía otorgarle un valor numérico a la sensación que tuvieron.

El orgasmómetro les daba las opciones de 0 hasta 10 para medir su experiencia orgásmica, siendo 0 una ausencia total de orgasmo.

Más detalles en: BBC Mundo 

26 de septiembre de 2018

El fascinante estudio que reescribe lo que sabemos sobre cómo el cerebro humano crea los recuerdos

Lo que realmente sucede cuando formamos recuerdos finalmente ha sido descifrado en un descubrimiento que sorprendió incluso a los científicos que lo hicieron.


El equipo de investigadores de Estados Unidos y Japón encontró que el cerebro hace un "duplicado", es decir, dos memorias de un mismo evento.

Una es para el aquí y el ahora, y la otra para el resto de la vida.

Hasta ahora se pensaba que todos los recuerdos comenzaban como una memoria a corto plazo y luego se convertían poco a poco en aquellas memorias a largo plazo.

Pero ahora los expertos consideraron que los resultados fueron no solo sorprendentes, sino también hermosos y convincentes.

"Avance importante"

Dos partes del cerebro están fuertemente involucradas en los recuerdos de nuestras experiencias personales.

El hipocampo es el lugar para recuerdos a corto plazo, mientras que la corteza es el hogar de la memoria a largo plazo.

Esta idea se hizo famosa después del caso de Henry Molaison en la década de 1950.
Su hipocampo quedó dañado durante una cirugía de epilepsia que tuvo y por lo cual ya no era capaz de hacer nuevos recuerdos, pero los que ya tenía antes de la operación todavía estaban allí.

Así que la idea predominante entre la comunidad científica era que los recuerdos se forman en el hipocampo y luego se trasladan a la corteza donde son "almacenados".

El equipo del Centro de Genética de Circuitos Neuronales Riken-IMT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, EE.UU.) hicieron un alucinante avance para demostrar que no es así.

Los experimentos tuvieron que ser realizado en ratones, pero se cree que también aplica a los cerebros humanos.

Vieron recuerdos específicos que se forman como un grupo de células cerebrales conectadas en reacción a un shock.

Luego, los investigadores utilizaron luz transmitida al cerebro para controlar la actividad de las neuronas individuales que, literalmente, pueden cambiar los recuerdos a encendido o apagado.

Los resultados, publicados en la revista Science, mostraron que los recuerdos se forman simultáneamente en el hipocampo y en la corteza.

El profesor Susumu Tonegawa, el director del centro de investigación, dijo que "fue sorprendente".

"Esto es contrario a la hipótesis popular que se sostenía desde hace décadas. Es un avance significativo en comparación con los conocimientos previos, es un gran cambio."

"Caso fuerte"

Los investigadores también mostraron que la memoria a largo plazo nunca llegó a su maduración si se bloqueaba la conexión entre el hipocampo y la corteza.

Así que hay un vínculo entre las dos partes del cerebro, con la transferencia pasando del hipocampo a la corteza con el tiempo.

La doctora Amy Milton, que investiga las cuestiones de la memoria en la Universidad de Cambridge, describió el estudio como "hermoso, elegante y muy impresionante".

"Esto es (solo) un estudio, pero creo que tienen un caso fuerte, creo que es convincente y creo que esto nos dirá cómo los recuerdos se almacenan en los seres humanos", le dijo a la BBC.

Por ahora, este descubrimiento es una pieza de la ciencia que explica cómo funciona nuestro cuerpo.

Pero el profesor Tonegawa dice que puede iluminar lo que ocurre en algunas enfermedades de la memoria, incluyendo demencia.


Tomado de: BBC Mundo

24 de junio de 2018

Logran, por primera vez, transferir la memoria de un ser vivo a otro

Científicos lograron que animales no entrenados se comportaran como los sí entrenados al inyectarles una fracción de material genético.

Un equipo de investigadores norteamericanos ha logrado, por primera vez, transferir la memoria de un ser viviente a otro. El trabajo arroja luz sobre una de las cuestiones más intrigantes de la biología: ¿Cómo se almacenan los recuerdos?

En un artículo publicado hace apenas unos días en la revista eNeuro, un equipo dirigido por David Glanzman, de la Universidad de California, explica cómo ha conseguido llevar a cabo este intrigante experimento, para el que se utilizaron caracoles marinos de la especie Aplysia californica.

Lo primero que hicieron los investigadores fue «entrenar» a varios de estos moluscos para que exhibieran un reflejo defensivo cuando sus colas eran estimuladas por una suave corriente eléctrica. Un segundo grupo de caracoles, no entrenados, no mostraba ese reflejo.

Más tarde, y una vez firmemente establecido el reflejo defensivo, los caracoles «entrenados» fueron sacrificados para extirparles los ganglios abdominales. Acto seguido, los científicos extrajeron el ARN de las muestras y las inyectaron en los caracoles no entrenados y que, por tanto, no exhibían la misma reacción ante la corriente eléctrica.

El resultado fue que los caracoles que recibieron el nuevo ARN mostraron los mismos actos reflejos como respuesta a la estimulación eléctrica, y ello a pesar de no haber recibido ningún entrenamiento.

Tras la pista del engrama

Estos resultados son importantes porque proporcionan pistas sobre la naturaleza de lo que se conoce como el «engrama», una palabra que funciona de forma parecida al término «materia oscura», ya que denota algo que se sabe que existe pero de lo que poco o nada se conoce.

Engrama, en efecto, es la palabra que los científicos utilizan para referirse a la estructura cerebral que almacena físicamente la memoria a largo plazo, una especie de «disco duro» capaz de almacenar datos (como los de las computadoras), pero que hasta la fecha nadie ha conseguido localizar de forma concluyente.

La teoría más aceptada por los neurocientíficos es que la memoria a largo plazo está codificada en las sinapsis, las interfaces funcionales a través de las que las neuronas intercambian señales eléctricas o químicas.

El experimento de Glanzman y sus colegas, sin embargo, apunta a una posibilidad muy diferente. La memoria, en realidad, se almacena en el interior de los cuerpos celulares de las propias neuronas. Lo cual plantea la posibilidad de que el ARN tenga un papel importante en la formación de la memoria, una idea ya apuntada en otros estudios y que los nuevos experimentos con caracoles parecen respaldar.

En su artículo, Glanzman y su equipo afirman que sus resultados suscitan muchas nuevas preguntas sobre la forma en que la memoria se almacena y sobre la auténtica naturaleza del engrama. Pero dejan claro que la forma de almacenamiento no tiene que ver con las sinapsis, como se pensaba hasta ahora.

Fuente:

ABC (Ciencia)

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