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26 de diciembre de 2018

Truco fácil para concentrarte en aquello que te cuesta: la técnica Pomodoro

Pasar largas horas en la mesa de trabajo es menos productivo que estar periodos más breves concentrados y combinar estos con momentos de descanso.

Si quieres tener alta productividad en algo que te cuesta, olvídate de estar concentrado horas y horas haciendo solo eso. Se ha comprobado que no es la mejor opción. Al menos, esa es la conclusión de la Universidad de Illinois, que demostró que pasar largas horas en la mesa de trabajo aporta menos productividad que dedicar periodos de tiempo más breves concentrados y alternar estos con descanso. El motivo está relacionado con nuestras dos formas de pensar: la focalizada y la difusa. Mientras que la primera nos mantiene la atención a tope, la segunda nos relaja y nos ayuda a distraernos hasta con el vuelo de una mosca. Las dos son necesarias. Es más, la creatividad surge de conectar cosas dispares, que solo nacen de la mente difusa. Pero claro, estar siempre en lo difuso tampoco aporta mucho ni resuelve los problemas. Necesitamos alternar la mente focalizada y la difusa para ser productivos, y para ello existe una técnica que propuso Francesco Cirillo allá por los ochenta y que sigue completamente vigente: la técnica Pomodoro.

Pomodoro significa “tomate” en italiano y su nombre se asocia a los relojes de cocina con los que se mide el tiempo de cocción. La idea es utilizar un reloj —o un smartphone o lo que tengas a mano— para medir intervalos de 25 minutos en los que pongas la mente focalizada y saques adelante la tarea que se nos atasca. Después, te comprometes con hacer una pausa o incluso a darte un pequeño premio. Vamos a ver las fases de la técnica Pomodoro:

1. Revisa tu agenda y crea el espacio de tiempo que necesitas. Cirillo propuso intervalos de 25 minutos además del descanso, pero pueden ser 20 o 30 minutos. Igualmente, hay investigaciones posteriores que sugieren intervalos de mayor duración. En este punto, vale la pena que cada persona identifique lo que más le ayuda.

2. Hazte con un temporizador. Ya lo hemos dicho, escoge el que te sea más cómodo y comprométete a seguirlo. Igualmente, reúne todo lo que necesitas: documentación o material necesario. Llama si necesitas ayuda antes de comenzar.

3. Céntrate solo en la tarea. Este punto es especialmente difícil. Aquí aparecen las interrupciones, las consultas al móvil o los asaltos al frigorífico o a la máquina de café. Pues bien, si aplicamos la técnica Pomodoro necesitamos retirar todas las interrupciones posibles: apagar el móvil o hacernos con ese café que “imperiosamente” necesitamos.

4. Haz un pequeño descanso. Aquí es donde le damos permiso a la mente difusa para que entre en escena. Si hemos hecho 25 minutos de trabajo, un descanso adecuado sería de cinco minutos, por ejemplo. Según Cirillo, en este momento no debemos caer en la sensación de improductividad y extendernos y extendernos. Ya lo hemos dicho, los descansos ayudan a la mente focalizada.

5. Continuar las sesiones de trabajo y tomar un descanso más largo. Los espacios de 25 minutos y cinco de descanso se pueden ir encadenando hasta completar tres, y luego tomarse un descanso más duradero de 20 minutos, por ejemplo. O si se hacen cinco intervalos, el descanso podría ser de 30 minutos. Igualmente, en este punto podríamos darnos una pequeña gratificación, como un dulce que nos guste, un paseo o cualquier cosa que nos dé energía.

En definitiva, a todos nos cuesta concentrarnos en algo que no nos apetece mucho, como un trabajo, una tarea de casa o resolver algún problema doméstico. Pero la técnica Pomodoro nos ayuda a mejorar nuestra concentración alternando la mente focalizada con la difusa. ¿Haces la prueba?

Fuente: El País (España)

8 de abril de 2015

El secreto de los juguetes: por qué son tan necesarios para los niños

La campaña navideña es una época de estrés para los padres, ilusión para los niños y fundadas esperanzas para el sector juguetero español, que concentra en las tres últimas semanas del año viejo y la primera del nuevo más del 40 % de sus ventas anuales. Y pese a la feroz competencia del ocio electrónico –videojuegos, aplicaciones para dispositivos móviles, gadgets adaptados al mercado infantil…–, el objeto tridimensional y manoseable de toda la vida sigue acaparando gran parte del espacio debajo del abeto. ¿De dónde surge la necesidad por acunar una muñeca, dar patadas a una pelota o vivir aventuras intergalácticas moviendo figuritas articuladas de plástico?

El filósofo holandés Johan Huizinga (1872-1945) definió al ser humano como Homo ludens por su capacidad única para jugar, pero en realidad no es un comportamiento exclusivo de nuestra especie, ni mucho menos. Numerosos animales lo practican: desde las arañas juveniles, que simulan la copulación para mejorar sus habilidades sexuales en la fase adulta, a las crías de delfines, que se divierten haciendo burbujas. Un caso especial entre los mamíferos es el de los perros, que siguen comportándose como cachorros cuando ya están en edad de procrear. Algunas personas hechas y derechas que todos conocemos comparten ese talante juguetón tardío.

Desde el punto de vista de la neurociencia, las actividades lúdicas fortalecen dos áreas de la masa gris: el cerebelo, que coordina los movimientos, y el lóbulo frontal, asociado a la toma de decisiones y el control de los impulsos. Y como se ha comprobado experimentalmente, el juguete cumple un papel clave en esos procesos de maduración, pues sirve para que los niños más pequeños aprendan la relación causa-efecto –“si empujo el cochecito, se mueve”– y ejerciten el cálculo de probabilidades mediante el ensayo-error.


Atención, abstracción, memoria y representación

Petra María Pérez Alonso-Geta, catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia y miembro del Observatorio del Juego Infantil, abre aún más el abanico de los beneficios de los juguetes:  “Son un vehículo para desarrollar habilidades como la atención, la abstracción, la memoria, la representación, la simbolización o la resolución de problemas. Por eso, en todas las culturas y en todos los tiempos, los niños juegan con ellos”.

En el ámbito de la psicopedagogía, todavía se sigue a pies juntillas la clasificación  elaborada hace décadas por Jean Piaget (1896-1980). Para este influyente teórico suizo, existen tres modalidades de juguetes, acorde con la evolución mental de los infantes: hasta los dos años, sonajeros, espejos y muñecos musicales estimulan los sentidos y la motricidad; de dos a seis años, aparecen los disfraces, las cocinitas o los juegos de construcción, que promueven la memoria, el autocontrol y la imaginación; y a partir de los seis, los niños se someten a los reglamentos complejos de los deportes, juegos de mesa o actividades como la comba y la rayuela. Así se inician en el despiadado mundo de la competitividad humana.

Dada la importancia que, como ya quedó sobradamente apuntado, tienen los juguetes en el desarrollo intelectual de los cerebros más tiernos, algunos padres llegan a obsesionarse con la etiqueta educativo. Según la socióloga francesa Sandrine Vincent, es sobre todo en las familias más acomodadas y las parejas con profesiones liberales donde se aprecia la preocupación por que los más pequeños aprendan jugando, mientras delegan en los abuelos los regalos más divertidos.

Sin embargo, muchos creen que semejante dicotomía carece de sentido.“Yo suelo decir que cualquier cosa que sirva al desarrollo de las capacidades cognitivas educa”, nos explica Pérez Alonso-Geta. Catherine Tamis-LeMonda, profesora de Psicología Aplicada en la Universidad de Nueva York y autora de varios estudios sobre el aprendizaje en la infancia, también lo ha expresado con rotundidad: “Son oportunidades para jugar, explorar y socializar. Si el juguete educativo lo consigue, perfecto, pero si un objeto corriente lo hace, producirá el mismo efecto”.

Porque a menudo triunfa lo más simple, como ponía humorísticamente de manifiesto aquel famoso anuncio televisivo en el que un chaval abría un paquete y gritaba alborozado: “¡¡¡Un palo...!!!”. Otra reconocida especialista en la materia, la psicóloga Kathy Hirsh-Pasek, autora del libro Einstein nunca memorizó, aprendió jugando, aboga por ese tipo de objetos sin estructura definida, que favorecen la libertad de acción, como la clásica caja de cartón.

Un experimento muchas veces citado en la literatura académica llamaba la atención sobre el potencial de los objetos más cotidianos. Los científicos dejaron a varios niños de entre tres y cuatro años trasteando con servilletas, destornilladores –¡eran los años setenta!–, palos y clips de oficina. En otro grupo, los pequeños se limitaban a ver cómo los manejaban los adultos. Luego, al preguntarles los posibles usos de esos útiles, los primeros se mostraron mucho más ingeniosos: el contacto físico, la experimentación con sus propias manos, había despertado su tierna imaginación.


¿Juguetes sexistas?

De todos modos, si hay un fenómeno que ha intrigado a padres, educadores e investigadores en los últimos años es el de losestereotipos sexuales. Porque da la impresión de que el encasillamiento no ha hecho más que acentuarse, a diferencia de lo que ocurre en la sociedad. Por ejemplo, la socióloga Elizabeth Sweet, de la Universidad de California en Davis, lo ha denunciado en el New York Times: “Hemos hecho grandes avances hacia la equidad de género en el último medio siglo, pero el mundo de los juguetes se parece mucho más a la década de los cincuenta”. Pero ¿hay razones innatas para que las niñas asuman papeles maternales, domésticos o sociales y los niños se decanten por el movimiento, la lucha y el deporte?  

Varios estudios parecen darles la razón a quienes creen que sí existe cierta predisposición biológica. Los primatólogos han comprobado que los machos de cercopitecos verdes y macacos rhesus prefieren jugar con camiones, mientras que las hembras de estos monos se decantan por las muñecas. En 2010, una investigación publicada en la revista Current Biology señalaba que las crías de chimpancé en el Parque Nacional Kibale (Uganda) adoptaban palos espontáneamente y los trataban como si fueran bebés.  

Según parece, hasta los tres o cuatro años, niños y niñas comparten a menudo los juguetes, pero a partir de esa edad empiezan a separarse. El fenómeno es más acusado con los chicos, que se enfrentan a la estigmatización cuando sus compañeros los pillan con algún objeto supuestamente femenino.

Pero la cultura está precisamente para emanciparnos del rígido reparto de papeles que fijó la evolución en los genes de nuestros antepasados. Por eso, en varios países están surgiendo iniciativas ciudadanas contra el sesgo sexista en los juguetes. Una de las más activas es la asociación británica Let Toys Be Toys, que convenció a doce grandes distribuidores –entre ellos, Toys ‘R’ Us y Marks & Spencer– para que ordenaran sus artículos por intereses o temas, no en las categorías niños/niñas.  

Antes, en 2011, la neurocientífica Laura Nelson consiguió que la célebre juguetería Hamleys, en Londres, aboliera la misma distinción por géneros en sus plantas. En España también hay ejemplos de movilizaciones en esta línea, como la Campaña del Juego y el Juguete No Sexista y No Violento, promovida anualmente por el Instituto Andaluz de la Mujer.

El caso es que, objetivamente, los estereotipos no han perdido vigencia en lo que llevamos de siglo XXI. Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid, analizaron 595 anuncios televisivos entre las campañas navideñas de 2009 y 2011 y llegaron a la conclusión de que, predominantemente,inducían “al aprendizaje de valores como diversión y competición, riesgo y agresividad para el caso de los chicos, y de belleza y apariencia, el cuidado de los otros o la atención del hogar en el caso de las niñas”. 

Y es que, aparte de inculcar los valores igualitarios, el intercambio de roles acarrea indudables beneficios psicológicos: mientras que los juegos de construcción aumentan el interés de las chicas por la tecnología y la ingeniería, cocinar favorece la vena creativa de los chavales, por ejemplo.

Otro motivo de preocupación contemporánea es la eclosión de las pantallas táctiles. Dejando al margen la censurable práctica de algunos padres comodones, que dejan los smartphones a sus hijos como una especie de sonajero virtual para que los dejen tranquilos, los especialistas están divididos sobre sus ventajas o inconvenientes con respecto al juguete convencional.

Algunos, como el psicólogo uruguayo Roberto Balaguer, creen que los dispositivos móviles están “más cerca de la simulación” y que sus videojuegos ayudan a “manejar grandes flujos de información, a lidiar con el error y la equivocación de una manera más sana, a perder”. Otros, aunque reconocen que todavía es un campo incipiente de investigación, sospechan que no favorecen precisamente la dimensión social del individuo y pueden producir problemas de comportamiento, sobre todo en los menores de tres años. Rahil Briggs, psicóloga infantil en el Montefiore Medical Center de Nueva York, incluso ha llegado a plantear que retrasan la adquisición del lenguaje.

Es verdad que hay aplicaciones muy interactivas y gratificantes, pero a menudo tabletas y móviles se convierten en una suerte de teles portátiles para ver dibujos. De los padres depende fomentar un buen uso, porque no se puede –ni conviene– poner puertas a la tecnología.

Fuente:

12 de mayo de 2014

Nuestro cerebro tiene un sistema de anti-distracción

Científicos canadienses han descubierto que para concentrarse en algo, tan importante es centrarse en ese objeto o tarea como suprimir la atención hacia otros objetos irrelevantes. En concreto, han descubierto un mecanismo cerebral que suprime esa atención innecesaria, y que en algunas personas no se activa suficientemente. 

Los psicólogos de la Universidad Simon Fraser (Columbia Británica, Canadá) han hecho un descubrimiento relacionado con el cerebro que podría revolucionar la percepción y el tratamiento de los trastornos de déficit de atención por parte de los médicos.

Según ellos, existe la posibilidad de que los factores ambientales y/o genéticos puedan impedir o reprimir una actividad específica del cerebro que los investigadores han identificado, y que ayuda a evitar la distracción.

The Journal of Neuroscience acaba de publicar un artículo sobre el descubrimiento, realizado por John McDonald, profesor asociado de psicología, y su estudiante de doctorado John Gaspar, que hizo el descubrimiento durante la investigación para su tesis de máster.

Un mecanismo de supresión activa

Este es el primer estudio que revela que nuestros cerebros dependen de un mecanismo de supresión activa para evitar ser distraídos por información llamativa pero irrelevante cuando nos queremos centrar en un tema o una tarea en particular.

McDonald, experto en Neurociencia Cognitiva, y otros científicos, descubrieron por primera vez la existencia de esta supresión en 2009. Pero, hasta ahora, poco se sabe sobre la forma en que nos ayuda a ignorar las distracciones visuales

"Este es un descubrimiento importante para los neurocientíficos y psicólogos porque la mayoría de las ideas contemporáneas sobre la atención destacan los procesos cerebrales que intervienen en la selección de objetos relevantes del campo visual. Es como encontrar a Wally", explica Gaspar en la nota de prensa de la universidad. "Nuestros resultados muestran claramente que esto es sólo una parte de la ecuación y que la supresión activa de los objetos irrelevantes es otra parte importante." 

 

La distracción en nuestra sociedad
Dada la proliferación de dispositivos de consumo distrayentes en nuestra sociedad de ritmo rápido, dirigida por la tecnología, los psicólogos dicen que el descubrimiento podría ayudar a los científicos y profesionales de la salud a tratar mejor a las personas con déficits de atención relacionados con la distracción.

"La distracción es la principal causa de lesiones y muerte en la conducción y otros entornos de alto riesgo", señala McDonald. "Existen diferencias individuales en la capacidad para hacer frente a la distracción. Los nuevos productos electrónicos están diseñados para captar la atención. La supresión de tales señales requiere esfuerzo, y a veces la gente parece que no puede hacerlo".

Trastornos
"Por otra parte, puede resultar que los trastornos relacionados con el déficit de atención, como el TDAH y la esquizofrenia, sean debidos a las dificultades en la supresión de los objetos irrelevantes en lugar de a dificultades para seleccionar los relevantes."

Los investigadores están volcando ahora su atención en la comprensión de cómo hacer frente a la distracción. Están viendo cuándo y por qué no podemos suprimir los objetos potencialmente distractores, si algunas personas son más capaces de hacerlo que otras, y por qué esto es así.

"Hay evidencia de que las habilidades atencionales disminuyen con la edad y que las mujeres son mejores que los hombres en ciertas tareas de atención visual", explica Gaspar.

El estudio se basó en tres experimentos en los que 47 alumnos realizaron una tarea de búsqueda visual que exigía atención. Su media de edad era de 21 años. Los investigadores estudiaron sus procesos neuronales relacionadas con la atención, la distracción y la supresión mediante el registro de las señales eléctricas de sus cerebro, a través de sensores integrados en un gorro que llevaban puesto. 

Fuente:

Tendencias 21

16 de febrero de 2014

María Acaso: "No existe trastorno de déficit de atención, solo niños aburridos"


La autora de rEDUvolution (Paidós) afirma durante la entrevista que «no existe Trastorno de Déficit de Atención, solo niños aburridos en clase», a sabiendas de que ha entrado en terreno cuanto menos, espinoso. A la directora de la Escuela de Educación Disruptiva (EED) de la Fundación Telefónica no le importa la controversia que generará el titular, porque está absolutamente convencida de ello. A su juicio, «medicar con anfetaminas a niños de dos años para que se concentren es, sencillamente, una barbaridad». «¿No sería mejor pensar en cambiar la educación que reciben?», se pregunta en alto esta docente. «Resulta ya un lugar común hablar de la obsolescencia del sistema educativo actual y de la apremiante necesidad de realizar un cambio tanto de contenidos como de metodología, de romper el pasado pero... ¿cómo hacerlo?». 

—En rEDUvolution, su último y provocador libro, propone realizar un cambio de paradigma. ¿Es que está mal?
—No es que esté mal, es que no sirve. Los niños van con sus Mp3, sus móviles 3G... y su flauta dulce. ¡Por favor! Ha cambiado todo, y sobre todo lo que tiene que ver con la gestión del conocimiento. Igual que un médico no puede operar sin anestesia, como en el siglo XIX, hoy no se puede aprender con una lección tradicional, donde lo único que se consigue es una educación bulímica, donde te atracas de información que vomitas el día del exámen y a los tres segundos cuando has salido por la puerta has olvidado todo. Ese es el paradigma al que te lleva una educación trandicional. Hay que ir hacia una educación experiencial, motivadora, activa... Mientras que en otras disciplinas está super aceptado que el inconsciente lo que hace es modificar todo el proceso de absorción de datos, en pedagogía no. A día de hoy parece que todos los alumnos tienen que entender la clase de la misma manera, coger los mismos apuntes y decirlo igual durante el examen. El primer paso para la rEDUvolution es admitir que esto no es así. Como profesores aceptaremos que nosotros enseñamos y que los alumnos aprenden otras cosas. Tu das una clase a veinte personas y cada uno va a elaborar según su propia biografía, su creatividad, sus conocimientos... un discurso diferente. Eso es el hecho educativo.

—¿Qué supone aceptar eso?
—Ya no tiene mucho sentido programar por objetivos, porque no se van a cumplir. Quizás sea mejor elaborar en lugar de pequeños objetivos grandes metas, abiertas y flexibles.

—Su rEDUvolution conlleva aceptar las pedagogías invisibles. ¿A qué se refiere?
—Aceptar que se aprende más de lo no es explícito que de lo que es explícito. Lo explícito es lo que el profesor dice, el libro de texto, el power point... pero luego hay montones de cosas desde la iluminación de la clase, cómo va vestido el profesor, o cómo está organizado el aula que nos está dando mucha más información que lo que nos está diciendo este. Todo lo referente a las pedagogías invisibles se obvia en la pedagogía tradicional y hay que recuperarlo. 

—¿Cuál debe ser el papel del profesor en esta nueva pedagogía?
—Su papel debe entenderse como un productor cultural, como un artista. Debe saber coger conceptos y remixearlos, entendiendo como remixear el sistema de producción contemporánea. Eso no es copiar. Es relacionar. Y crear tu «playlist» de la clase. 

—Usted propone empezar por cambiar la función del profesor, al que se refiere como «coacher».
—Sí, el profesor debería priorizar la agenda de tus alumnos por encima de todas las cosas, especialmente por encima del centro, del sistema educativo, de tu propia agenda. en la educación tradicional el profesor impone todo, los contenidos, las formas, las metodologías, y ahora creo que debería ser muy importante aprovechar los saberes de los alumnos e incorporarlos al revés. Qué le interesa al alumno por encima de qué le interesa al profesor. Nos referimos a las ocho inteligencias de Howard Gardner. 

—Eso es una utopía, tanto si tienes cinco alumnos como si tienes diez, pero mucho más si tienes treinta.
—En cualquier caso, lo que sí que hacen los profesores es negar los intereses de los alumnos. No se trata tanto de hacer treinta clases distintas, si no de decir, voy a intentar ver qué es lo que les interesa a los alumnos y de incorporarlo al aula, en general. Si les interesa el fútbol, a lo mejor puedo incorporar este deporte como recurso para explicar las matemáticas. Enseñar videoarte a los adolescentes es muy difícil, pero si les enseñas videoarte a partir de videoclips es muy fácil. Creo que los niños, los adolescentes, tienen intereses, entonces, el profesor creativo es capaz de encontrar ese link. 

Lea el artículo completo en:

22 de noviembre de 2013

Daniel Goleman: 'La atención es un músculo que se debe entrenar'

  • 'Vivimos en un mundo donde es casi imposible centrarse'

  • 'La meditación ayuda a entrenar el músculo de la concentración'

  • 'Cuando hacemos varias cosas, no las hacemos igual de bien'

  • 'Los videojuegos pueden ayudar a los niños a centrar la atención'




Como una humilde estrella de cine, Daniel Goleman, el californiano de barba blanca que una vez fue periodista de The New York Times y acabó convertido en el gurú de la Inteligencia emocional, el best seller que le catapultó a la fama mundial, irrumpe en la terraza del lujoso hotel barcelonés en el que se aloja con una sonrisa confiada. Está prestando atención a cada detalle, como el guardia de seguridad que protagoniza la microhistoria con aspecto de parábola que abre su último libro, Focus (Kairós), un ensayo que se sumerge en el mundo de distracciones contemporáneo y trata de salir ileso. ¿Cómo? Apostando por la concentración. Y, por qué no, por la meditación. "En parte puedo seguir mis propios consejos porque practico la meditación", confiesa este psicólogo de 67 años, quien, gracias a que su madre fue trabajadora social especializada en psiquiatría, creció rodeado de libros que trataban de descifrar lo que esconde la, en sus palabras, "misteriosa mente humana".

¿Cómo centrar, focalizar, nuestra atención en la sociedad de la sobreinformación actual, en la que todo (tu móvil, tu correo electrónico, la propia televisión, cada vez más interactiva) exige una respuesta y una respuesta, además, rápida?
 
La razón de que haya escrito este libro es precisamente esa. Vivimos en un mundo en el que es prácticamente imposible prestar atención a algo, una sola cosa, por vez. En ese sentido, es el momento más difícil de la historia de la humanidad. Y lo único que puedo decir es que la atención es un músculo de la mente y que, como tal, se puede ejercitar con el fin de fortalecerlo.
 
¿Puede ejercitarse la atención entonces como cualquier músculo?
 
Claro. Y hoy más que nunca necesitamos llevarlo al gimnasio.
 
¿Cómo se hace algo así?
 
Para empezar, debemos asumir que la mente sólo puede centrarse en una cosa a la vez. A menudo creemos que el cerebro es multitarea, pero no es cierto. Cuando hacemos varias cosas a la vez no las hacemos igual de bien. Y si sufrimos una interrupción, si estamos, por ejemplo, escribiendo un artículo y recibimos un correo electrónico, si nos detenemos a leerlo y contestarlo, nos costará diez minutos volver a concentrarnos en lo que estábamos haciendo. La concentración es el camino y la meditación puede ayudarnos a alcanzarla con mayor facilidad, a entrenar, como decía, el músculo.
 
¿Cree que si la sociedad se rigiera por un sistema que no fomentara nuestras inseguridades como lo hace el capitalismo, un sistema que no nos exigiera atención constante, tendrían el mismo éxito sus libros?
 
No, claro. Si la sociedad actual se rigiera por un sistema no capitalista no sólo no se venderían mis libros, sino que no se vendería ningún libro y yo sería granjero o algo por el estilo (se ríe). Ésa es la respuesta fácil, la difícil tiene que ver con algo muy arraigado a la naturaleza humana, que es nuestro deseo de mejorar. No creo que las personas que diseñan tabletas, smartphones y ese tipo de cosas sean conscientes de las consecuencias adversas de aquello que intentan vendernos. En lo único en lo que piensan es en hacer dinero, y en hacerlo conectando a la gente. No piensan, por ejemplo, que esa conexión virtual nos aleja de las relaciones reales, del contacto directo, cara a cara.
 
Además de las redes sociales, habla en Focus de los videojuegos, de cómo pueden ser muy útiles para aprender a concentrarnos...
 
Cierto, pueden serlo. Un niño que juegue a la clase de juegos que consisten en disparar a enemigos, aprenderá a estar alerta y su capacidad de concentración crecerá, de manera que si, de mayor, quiere desempeñar una tarea como la del controlador aéreo, jugar le habrá venido bien, porque estará más preparado a la hora de detectar cualquier peligro que alguien que no ha jugado nunca a ese tipo de juegos. Pero, por otro lado, esos juegos pueden hacer sentir al niño que vive en un entorno hostil, lo cual resulta negativo para su desarrollo social.
 
¿Considera que la atención está infravalorada?
 
Sí. No somos conscientes de lo importante que es la atención. Es parte esencial de todo lo que hacemos. Si no estás atento, probablemente no puedes acabar ni una conversación, mucho menos un proyecto. La distracción es enemigo de nuestras capacidades. Si dejamos que entre, el producto de lo que sea que estemos haciendo será inferior al que podía haber sido de estar completamente concentrados. Y esto vale para todo y para todos.
 
¿Cree que el éxito de sus libros se debe precisamente a eso, a que valen para todo y para todos?
 
Para mí fue un shock el hecho de que Inteligencia emocional se convirtiera en un best seller y, tratando de analizar las causas de su éxito llegué a la conclusión de que accidentalmente toqué algo que resultó ser una necesidad humana profunda y común a todo el mundo. Y esa necesidad tenía que ver con los sentimientos. Con el ser consciente de todo aquello que sentimos y con el por qué lo sentimos. Supongo que ofrecí un marco positivo desde el que abordar nuestro mundo interior.
 
¿Y hace Focus lo mismo?
 
Lo único que puedo decir es que no es un libro sobre el cómo sino un libro sobre el por qué. Es decir, no tengo la fórmula mágica para conseguir que lleguemos a poner la atención debida en aquello que hacemos, pero expongo el por qué deberíamos concentrarnos. Y espero que, siendo conscientes de por qué necesitamos hacerlo, actuemos en consecuencia.
 
Y fortalezcamos el músculo.
 
Eso es.
Fuente:

23 de agosto de 2013

¿Desayunar mucho ayuda a perder peso?

Según un estudio publicado a principios de año en la revista Nutrition Journal, las personas comen lo mismo a la hora del almuerzo y cenan la misma cantidad independientemente de si han tomado un desayuno normal o copioso (400 kilocalorías por encima de lo normal). Eso implica que, en el balance final, se consumen muchas más calorías a lo largo del día, desmintiendo la idea popular de que tras un desayuno abundante se reduce la ingesta calórica.

Lo que sí ayuda a perder peso es elegir determinados alimentos para comenzar el día. Daniela Jakubowicz,del Hospital de Clinicas, en Caracas (Venezuela), ha demostrado que en una dieta de pérdida de peso conviene incluir en el desayuno abundantes carbohidratos (pan, cereales...) y proteínas (huevos, carne, atún...).

Por el contrario, saltarse el desayuno reduce la atención, la memoria y la capacidad de aprendizaje en la jornada matutina, además de que sin desayunar tendemos a consumir una dieta menos equilibrada durante el resto del día, con más grasas y azúcares, lo que nos predispone a sufrir obesidad.

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15 de marzo de 2013

Las personas en buena forma física mantienen mejor la atención

La famosa cita romana Mens sana in corpore sano ya tiene un fundamento científico. Investigadores de la Universidad de Granada han demostrado que mantenerse en buena forma física está relacionado con un mejor funcionamiento del sistema nervioso central y del sistema nervioso autónomo.

De acuerdo con el estudio, que se publica en la revista Plos One y que se basa en un grupo de jóvenes, la mitad de ellos miembros de un club de ciclismo, las personas que practican habitualmente deporte presentan un mejor rendimiento cognitivo que las que tienen hábitos de vida sedentarios. Concretamente, los datos de esta investigación indican que las personas que se mantienen en forma son capaces de mantener de forma sostenida la atención cuando desarrollan una tarea, reaccionando también más rápidamente que quienes tienen una mala condición física ante un estímulo externo presentado de forma impredecible en una tarea monótona.

Previamente ya se había demostrado que el deporte previene la neurodegeneración, además de promover la neurogénesis y el crecimiento de capilares sanguíneos en zonas como hipocampo, córtex, cerebelo y ganglios de la base.

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19 de febrero de 2013

¿Puedes usar tu cerebro para rejuvenecer?

Cerebro

Hay quienes aseguran que entrenar la mente ayuda a evitar enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

¿Es la enfermedad mental una consecuencia inevitable del envejecimiento? ¿O podríamos disfrutar de una vejez con una mente sana?

Los anuncios que promueven el ejercicio mental para revertir los efectos del envejecimiento son cada vez más comunes.
"El proverbio viejo 'si no lo usas, lo pierdes' es realmente cierto", comenta Leslie Sherlin, de Neurotopia, una empresa de ejercicio mental de Los Ángeles, Estados Unidos.

"Cuanto más lo usamos, más fuertes, adaptativos y resistentes nos volvemos".

Para entrenar el cerebro se pueden hacer ejercicios tan simples como crucigramas o recordar números telefónicos.

Sin embargo, es todo un tema de debate el que estas técnicas puedan ayudar a alguien a tener una mente joven o si puedan tener un impacto en enfermedades degenerativas como el Alzheimer.

"Existen muchas teorías prometedoras, pero todavía no tenemos los datos", explica Sherlin. "(Es un tema que) necesita ser examinado con profundidad. Pero desde una perspectiva teórica y con evidencia anecdótica, las posibilidades están allí".

SPECT para diagnosticar

Otra forma de contrarrestar los efectos del envejecimiento del cerebro es la que promueve el doctor Daniel Amen.

Peter Bowes

Un psiquiatra realiza escáner para detectar cuan deteriorado está el cerebro.

Este psiquiatra californiano asegura que su programa de escáner cerebral puede detectar los problemas que impiden vivir más tiempo y aparentar ser más joven.

Uno de sus libros se titula "Usa tu cerebro para cambiar tu edad" (Use Your Brain To Change Your Age). 

"Tu cerebro se empieza a deteriorar incluso muchos antes de que empieces a notar algún síntoma", advierte Amen.

Para diagnosticar a sus pacientes, Amen utiliza análisis de sangre, pruebas cognitivas, el historial familiar y un escáner cerebral conocido como SPECT por sus siglas en inglés (tomografía computarizada por emisión de fotones individuales).

Esta última prueba muestra el flujo de la sangre como una medida de la actividad cerebral.

El resultado es una imagen tridimensional en la que se representa con espacios las zonas con un flujo bajo de sangre en la superficie del cerebro.

El corresponsal de la BBC en Los Angeles, Peter Bowes, se sometió al examen.

"El resultado sugiere que tengo niveles bajos de actividad en mi córtex pre frontal y cerebelo, lo que sería consistente con problemas de atención y memoria".

¿Sentido común?

Bowes confiesa que con 50 años le atribuye los problemas de su memoria al proceso natural de envejecimiento.

"No es normal, incluso a los 70", sentencia Amen. "Esto significa que tu cerebro está empezando a sufrir".

Escáner cerebral

Según el especialista, los espacios o agujeros que se ven en el cerebro son una señal de envejecimiento. 

Amen considera que nuestra vida útil está determinada por la función cerebral. "La gente debería poder tomar decisiones prudentes sobre no comer o tomar en exceso, conducir con cautela, tener suficientes horas de sueño, elegir con sensatez a los amigos y tener habilidades de organización para evitar el estrés".

¿No son estas decisiones que dicta el sentido común? ¿Para qué necesitamos un escáner cerebral?

Mark Affleck, un ejecutivo jubilado de la industria del aguacate en California, acudió a la consulta de Amen hace un año, cuando tenía 56, porque se sentía "vago y confuso".

Un escáner de su cerebro mostró una superficie lunar con espacios y huecos que Amen asocia a una salud pobre.

Afflecks asegura que los resultados lo llevaron a realizar un cambio en su vida. Ahora realiza caminatas de 45 minutos casi todos los días, hace pesas día por medio y lleva una dieta rica en vegetales y baja de cafeína y azúcar.

Seis meses más tarde, Affleck asegura que su segunda tomografía fue diferente. Algunos de los espacios "se habían rellenado y se veían saludables".

"No creo que sea esencial someterse a un escáner, pero hay algo en lo que uno ve -y cómo cambia- que lo hace muy poderoso", agrega.

Consulta de US$3.600

Para estimular el flujo en ciertas partes del cerebro del corresponsal de la BBC, Amen le aconsejó comer menos pan y más vegetales, tomar suplementos como aceite de pescado y vitamina, así como melatonina -una hormona que ayuda a dormir y en muchos países no requiere de receta médica.

Tenis de mesa

Para "rejuvenecer" la mente, el doctor Amen recomienda el tenis de mesa.

Para mejorar sus períodos de atención, también sugirió el tenis de mesa, un ejercicio de coordinación que estimula la actividad en el cerebelo, la zona del cerebro importante para la motricidad.

"Después de dos meses me sentí más alerta, y otra visita a Amen me permitió ver pequeños cambios en la apariencia de mi cerebro re escaneado", cuenta Peter Bowes. "Aunque de todas formas, me iba a hacer sentir mejor con una vida más sana".

El diagnóstico con escáner cuesta US$3.600, una consulta nada económica y a la que pocos expertos le ven el beneficio.

El doctor Gary Small, director del Centro de Longevidad de la Universidad de California en Los Angeles, dijo que se había pasado su carrera desarrollando tecnología de escáner cerebral. "Creo que es prometedor, pero antes de pedir una prueba siempre me pregunto: '¿Realmente va hacer una diferencia en el resultado del paciente? ¿Cambiará la terapia? ¿Ayudará de alguna forma?'".

Por su parte, Helen Mayberg, profesora de psiquiatría, neurología y radiología de la Universidad Emory en Atlanta, es más crítica. "No existen evidencias que indiquen que este tipo de escáner pueda ser usado como un procedimiento general para confirmar si estás sano o para diagnosticar una condición específica".

"Estos escáneres de cerebro son una utilería innecesaria que sólo le añade un nivel de corroboración aparentemente científica (pero no comprobada) a sus afirmaciones", agregó.
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BBC Ciencia 

27 de diciembre de 2012

¿La inteligencia se puede medir con un único test?

examen-testDespués de llevar a cabo el mayor estudio online internacional destinado a medir la inteligencia, con 100.000 participantes, científicos de la Universidad Western Ontario de Canadá han llegado a la conclusión de que es un error tratar de usar un único test estándar para medir el llamado cociente intelectual (IQ por sus siglas en inglés).

En sus experimentos, Adam Hampshire y sus colegas usaron 12 tests cognitivos que evaluaban la memoria, el razonamiento, la atención y la capacidad de planificación, entre otros parámetros cognitivos. Y llegaron a la conclusión de que no existía un único elemento, ni tampoco un único circuito neuronal, que explicara todas las variaciones individuales. Además, los científicos comprobaron  que la edad, el género y la costumbre de jugar con videojuegos influía en las respuestas. “Las personas aficionadas a los videojuegos obtenían mejores resultados en razonamiento y memoria a corto plazo”. aclara Hampshire. Según el investigador, los datos también demuestran que los fumadores tienen peor memoria a corto plazo y obtienen menos puntuación en habilidades verbales. Y que la memoria de las personas que sufren ansiedad también se ve claramente afectada.


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Muy Interesante

Cuando parpadeamos el cerebro "descansa"


ojo-alzheimerUn ser humano pestañea de 15 a 20 veces por minuto. Los expertos siempre han creído que estos parpadeos espontáneos, que se producen cada pocos segundos, tenían como objetivo únicamente lubricar la córnea y evitar que se reseque. Sin embargo, la velocidad es mayor que la necesaria para la lubricación ocular, según un estudio que publica la revista PNAS y del que se hace eco la agencia SINC.

Para averiguar las causas, Tamami Nakano y sus colegas de la Universidad de Osaka (Japón), autores de la investigación,  examinaron la actividad cerebral relacionada con el parpadeo espontáneo mientras los participantes veían vídeos grabados de la serie británica ‘Mr. Bean’, usando imágenes de resonancia magnética funcional. Durante el experimento, los participantes pestañearon espontáneamente una media de 17,4 veces por minuto (desde 3,1 a 51,0) frente a la pantalla, sobre todo en los momentos de interrupción de la trama.

Según los autores, de los resultados se deduce que el parpadeo espontáneo ayuda a liberar activamente la atención. Y que desempeña un papel fundamental en el equilibrio entre dos grandes redes cerebrales que sustentan anatómicamente la atención y que compiten entre sí: la red dorsal y la red neuronal por defecto. “Observamos que, al visualizar vídeos, justo después del parpadeo la actividad cortical disminuía momentáneamente en la red dorsal”, apunta Nakano. Sin embargo, la actividad aumentaba en la red neuronal por defecto, que es la que permanece activa cuando el cerebro está en reposo despierto, es decir, cuando el individuo no atiende al mundo exterior, sino que está concentrado en sus procesos internos.


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Muy Interesante

8 de noviembre de 2012

Alerta académica ante el advenimiento de los superhumanos


Pastillas inteligentes
  • Mejoran la memoria y las capacidades mentales.
  • Una pastilla "inteligente" comúnmente usada es modafinil (nombre de marca Provigil), que normalmente se receta para desórdenes del sueño.
  • Otra droga es el methylphenidate (nombre de marca Ritalin), que se receta a personas con hiperactividad y déficit de atención.

super_human_

La ciencia predice que los superhumanos serán una realidad dentro de 15 años. 

Una raza de humanos que puede trabajar sin cansarse y recordar toda conversación puede sonar a ciencia ficción, pero expertos en lo que se conoce como 'mejoramiento humano' dicen que el campo evoluciona a tal velocidad que deberíamos empezar a prepararnos.

Vaticinan que en 15 años contaremos con pequeños aparatos capaces de grabar nuestra vida entera como si se tratara de una cinta de video. Un registro al que podremos acceder cuando nos falle la memoria. 

Hoy en día ya contamos con potentes drogas, originalmente confeccionadas para tratar a pacientes con demencia o a niños hiperactivos, que pueden mejorar notablemente nuestras capacidades mentales.

Y los avances en biónica e ingeniería permitirá que todos podamos disponer, por ejemplo, de visión nocturna.

Pero aunque es fácil imaginar la potencialidad de estos recursos, expertos advierten que estos avances tendrán un costo significativo, un costo que no será únicamente económico.

Daño potencial

Cuatro cuerpos académicos: la Academia británica de Ciencias Médicas, la British Academy, la Royal Academyof Engineering y la Royal Society, afirman que aunque las tecnologías de mejoramiento humano mejoren nuestras habilidades y ayuden a la sociedad, su uso despertará serios paradigmas éticos, filosóficos, económicos y legales. 

En un reporte conjunto, advierten que hay una "necesidad inmediata" de generar un debate sobre los daños potenciales que esto implica.

La directora del comité a cargo del reporte, Genevra Richardson, dice que "se está desarrollando una gama de tecnologías, algunas ya en uso, que tienen el potencial de transformar nuestros lugares de trabajo, para bien o para mal".

Puede que estas tecnologías sean vistas con buenos ojos en el caso de usarlas en un conductor de camiones, un cirujano o pilotos de aviación y así evitar el cansancio. Pero en un futuro, advierte, existe el peligro de que empleadores y aseguradoras hagan que su uso sea obligatorio.

Coacción

pastilla inteligente

Todavía se desconocen los efectos secundarios a largo plazo de las drogas inteligentes.

A medida que la población envejece, se acepta el hecho de que todos tendremos que trabajar hasta una avanzada edad.

El mejoramiento humano podría facilitar que los trabajadores más mayores puedan seguir realizando su labor al mismo ritmo que sus colegas más jóvenes, lo que podría reducir las oportunidades laborales de estos últimos.

También está el riesgo de que se genere una élite tecnológica que trate a los humanos normales como si fueran dinosaurios, afirma Jackie Leach Scully, profesora de ética social de la Universidad de Newcastle.

Diversos sondeos revelan que muchos estudiantes usan píldoras "inteligentes" para potenciar sus capacidades mentales y sacar mejores notas en los exámenes, lo que genera cuestionamientos sobre si las universidades deberían insistir en que sus estudiantes estén "limpios", como sucede entre los atletas olímpicos antes de competir.

Disponibles en internet

Muchos compran estas drogas en internet, lo que entraña riesgos porque no pueden saber exactamente lo que están tomando. Además se sabe poco sobre los efectos que puedan tener sobre cerebros jóvenes y sanos a largo plazo. 

El Dr. Robin Lovell-Badge, del Medical Research Council, quién dirigió una de las sesiones de trabajo que elaboró el reporte explica: "En los debates está claro que las drogas que estimulan las capacidades cognitivas son el mayor reto inmediato para los reguladores y políticos". 

"Son simples de tomar, ya están disponibles sin prescripción, y cada vez las usan más individuos sanos".

"Sin embargo", alertó, "otras formas de mejora, incluyendo métodos físicos, les seguirán. Algunas se pudieron ver en los Juegos Paralímpicos, otras están siendo estudiadas por los militares y otras podrían convertirse en una seria opción clínica en un futuro no tan distante".

"Es bueno ver y estar entusiasmado por todos estos desarrollos, pero se debería mantener un ojo alerta y tener cuidado a la hora de capitalizar en el mundo laboral estos beneficios y no sufrir el daño que podría resultar de un uso inapropiado.

Fuente:

BBC Ciencia

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