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19 de septiembre de 2011

¿Por qué los creyentes no quieren escuchar los argumentos que critican su creencia?

Como dice Michael Shermer, la gente lista cree en cosas raras porque está entrenada en defender creencias a las que ha llegado por razones poco inteligentes. Pero el siguiente experimento que os voy a referir trata más bien de personas normales que profesan algún tipo de fe y que no son especialmente duchas en defenderla. Entonces prefieren no escuchar. No escuchar para impedir la entrada en su mente de puntos de vista inconvenientes.



El experimento se llevó a cabo en la década de 1960 por los científicos cognitivos Timothy Brock y Joe Balloun. La mitad de los participantes en el experimento eran religiosos, y la otra mitad, ateos. A ambos grupos se les pasó un mensaje grabado que atacaba el cristianismo.

Pero había algo más. En la grabación se añadió un poco de molesta electricidad estática, una especie de chisporroteo de fondo que impedía entender bien todas las palabras. No obstante, el que escuchaba el mensaje tenía la posibilidad de reducir estas interferencias pulsando un botón: entonces el mensaje se entendía sin dificultad.

Los resultados fueron totalmente previsibles y bastante deprimentes: los no creyentes siempre intentaban eliminar las interferencias, mientras los individuos religiosos preferían que el mensaje fuera difícil de oír. En posteriores experimentos de Brock y Balloun en que unos fumadores escuchaban un discurso sobre la relación entre el tabaco y el cáncer se reveló un efecto parecido. Todos acallamos la disonancia cognitiva mediante la ignorancia autoimpuesta.

Naturalmente, esto ocurre en toda clase de personas: también entre científicos ateos frente a argumentos de creyentes. Aunque, en este caso, el hecho no es tan flagrante porque los científicos acostumbran a aducir pruebas (o se limitan a negar que no creen, y la carga de la prueba está en el que afirma, no en el que niega). Y raramente veremos que un científico se siente ofendido en sus creencias si un creyente critica sus ideas científicas: sólo es buen científico precisamente el que anhela encontrar errores en sus ideas a fin de armar ideas mejores. En el caso del creyente, incluso se aplaude la inmovilidad de las ideas aunque todo apunte a que están equivocados.

Por ello,
muchos creyentes se niegan a escuchar los argumentos esgrimidos por ateos, o por la misma ciencia, si éstos entran en conflicto con sus creencias. Y si los escuchan, es como si sólo oyeran el sonido de las palabras, pero el mensaje no les empapa la mente.

Algo parecido sucede en un artículo de ciencia donde se critique o cuestione la fe: enseguida se llenará de lectores que tratarán de defender con uñas y dientes sus creencias (en el mejor de los casos) o censurar el contenido de cualquier forma, por ejemplo aduciendo que el contenido les ofende profundamente (en el peor). (En ese sentido, resulta curioso lo de tener que respetar las creencias ajenas: si se respetaran todas las creencias, también debería respetarse el no respetar determinadas creencias. O incluso deberíamos respetar ideas como el nazismo, la esclavitud o la pederastia. Las ideas no merecen respeto, sino las personas; y las personas no deberían ser sus ideas, sino difícilmente progresarían y aprenderían de los errores de las mismas).

Dicho lo cual, si acaso debiéramos respetar un único mandamiento, el undécimo: aprenderás, dudarás de todo, sobre todo de quienes dicen saber la verdad, y también dudarás de ti mismo y del resto de los 10 Mandamientos. Y si alguien dice que lo que crees es falso o es peligroso, desearás con toda tu alma que te expliquen la razón, para no desperdiciar ni un minuto más en ello.

Podéis leer más sobre estos asuntos en ¿La religión es también una pseudociencia?, ¿Creer en Dios es como creer en Santa Claus? y La inmoralidad de profesar una fe.

Vía | Cómo decidimos de Jonah Leherer

Tomado de:Enlace

Xakata Ciencia

1 de septiembre de 2011

Richard Dawkins y el "catecismo" de la Evolución

Imagen del científico británico Richard Dawkins.| Benito Pajares

Imagen del científico británico Richard Dawkins.| Benito Pajares

El biólogo Richard Dawkins, férreo defensor de la teoría evolucionista de Darwin y ateo militante, vuelve a encontrarse de nuevo en el epicentro de la eterna polémica entre la ciencia y la religión.

Al hilo de la inminente publicación de su nuevo libro, 'La magia de la realidad', el biólogo defiende hoy en el diario 'The Times' que se incluya una asignatura sobre la evolución en el programa de los alumnos de primaria. De hecho, el objetivo de su nueva obra es precisamente explicar conceptos como la evolución, los átomos y las estrellas en términos comprensibles para los más pequeños.

En un artículo publicado por 'Eureka', el suplemento científico del diario londinense, Dawkins asegura que los niños tienen capacidad para estudiar la evolución a partir de los cinco años.

El controvertido autor de 'El gen egoísta' y 'El espejismo de Dios' argumenta que la teoría darwinista es tan importante que debería ser una asignatura más de la educación primaria. Dawkins explica que "la evolución se puede enseñar de tal manera que sea más fácil de entender que un mito", ya que en su opinión los mitos religiosos "no responden a las preguntas de los niños" sobre el origen del mundo y, a menudo, "generan más preguntas que respuestas".

'Por la razón y la ciencia'

Pese a que en el sistema educativo británico se estudia la evolución (aunque sea en términos generales), lo que Dawkins propone es ir más allá. El científico insta a convertir la evolución en una asignatura obligatoria. Pese a que el Partido Laborista británico aceptó una propuesta similar en el 2009, la actual coalición de Laboristas y Liberales la desechó el año pasado.

El científico, que encabezó una polémica campaña publicitaria a favor del ateísmo en los autobuses de Londres, dirige una Fundación con un lema contundente: 'Por la razón y la ciencia'. En una entrevista con ELMUNDO.es, Dawkins aseguraba que "desde Darwin, no se sostiene que un ser superior haya creado el mundo".

El biólogo propone desterrar el mito de Adán y Eva argumentando que "si asignaturas como historia, matemáticas o lengua son obligatorias", no entiende porqué no debería incluirse también la enseñanza de la evolución.

A Dawkins le sorprende que muchos padres siguen enseñando a sus hijos que Dios creó el mundo tal y como lo relata el Libro del Génesis, aunque muy pocas personas se tomen en serio el mito bíblico. "Quizás se piensan que no hace ningún daño, como Papá Noel", dice el científico.

Fantasías 'perniciosas'

"Pero yo creo que la Evolución es más interesante, más poética, e incluso más divertida, que el mito de Adán y Eva, o de cualquier otro mito creacionista", asegura. De hecho, Dawkins está convencido de que la teoría darwinista podría enseñarse a los niños de tal manera que sería "más fácil de comprender que cualquier mito".

El biólogo considera que las fantasías pueden ser perniciosas para el desarrollo intelectual de los niños. "Las transformaciones mágicas son antievolucionistas y anticientíficas. Las cosas complicadas, como los caballos, los carruajes y los príncipes, no pueden surgir espontáneamente de la nada", explica.

De momento, el científico ya ha recibido muestras de apoyo, empezando por Michael Reiss, un profesor de Ciencia que también ejerce como sacerdote de la Iglesia anglicana: "Necesitamos un programa educativo que enseñe bien los temas más importantes, y en biología no hay nada más importante que la evolución".

Fuente:

El Mundo Ciencia

6 de abril de 2011

La religión de Albert Einstein

Pero en Conocer Ciencia nos quedamos con ésta frase: "Si hay algo en mí que pueda llamarse religioso es la ilimitada admiración por la estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede revelarla."




El argumento de autoridad es aquel que emplea a algún personaje ilustre de nuestra historia para dar peso a un argumento. De esta forma, en determinados círculos cristianos se crea la figura del Einstein creyente en un dios personal para concluir diciendo:”¿cómo eres escéptico si hasta alguien tan inteligente como Einstein era creyente?”. Estamos más que acostumbrados a las estrategias de los creacionistas y fundamentalistas religiosos cuando hacen proselitismo religioso, en las que cualquier argucia es válida para ganar nuevas “almas” a su causa.

En este caso (como en muchos otros) están equivocados. Einstein no creía en un dios personal sino que tenia una idea muy particular del sentimiento religioso, que podría aproximarlo a lo que se conoce como panteísmo, en el que la propia Naturaleza sería objeto de devoción. Para darse cuenta de ello sólo hay que repasar los escritos que este genio de la física dejó:

1. No intento imaginar un Dios personal: es suficiente sentir un gran respeto hacia la estructura del mundo, es tanto que permite que nuestros inadecuados sentidos lo aprecien

2. Por supuesto que es mentira todo lo que ustedes han leído acerca de mis convicciones religiosas, una mentira que se repite sistemáticamente. No creo en un Dios personal y no lo he negado nunca, sino que lo he expresado muy claramente. Si hay algo en mí que pueda llamarse religioso es la ilimitada admiración por la estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede reverlarla.

3. Soy un no-creyente profundamente religioso. De alguna forma, esta es una nueva clase de religión. (…) Nunca he atribuido a la Naturaleza ningún propósito u objetivo, ni nada que pueda entenderse como antropomórfico. Lo que yo percibo en la Naturaleza es una estructura magnífica que solo podemos comprender muy imperfectamente, y eso debe llenar cualquier ser pensante de un sentimiento de humildad. Este es un sentimiento genuinamente religioso que nada tiene que ver con el misticismo.

Prueba de que los contemporáneos a Einstein comprendieron que éste no era creyente fueron las misivas que recibió criticando, abroncando o directamente insultando sus manifestaciones públicas. Quizás la más agresiva, y que da idea de lo difícil que es ser un no-creyente en EEUU, procedió del fundador de la Asociación del Tabernáculo del Calvario de Oklahoma, que le espetó:

Profesor Einstein, creo que cualquier cristiano de América le responderá “no rechazamos nuestras creencias en nuestro Dios y en su hijo Jesucristo, pero le invitamos, si usted no cree en el Dios de las personas de esta nación, a que regrese al lugar de donde vino”. Yo he hecho todo lo que estaba en mi mano para ser una bendición para Israel, pero llega usted y con una frase de su blasfema lengua hace más daño a la causa de su pueblo que todos los esfuerzos cristianos que aman a Israel pueden hacer para erradicar el antisemitismo de nuestra tierra. Profesor Einstein, cada cristiano de América le responderá inmediatamente: “Tome su loca y falaz teoría de la evolución y vuelva a Alemania, de donde usted procede, o deje de intentar quebrar la fe de un pueblo que le dio la bienvenida cuando usted se vio obligado a abandonar su país natal

Además del odio y de la no comprensión de lo que significa la libertad de conciencia, que en teoría debería regir un país libre y democrático, que destila esta carta, se puede observar la absoluta incultura de este señor al postular a Einstein como el generador de “la loca y falaz de la evolución”. Su odio ciega su comprensión. En fin….

En cualquier caso, y como apunte final sólo añadir que realmente existen muchos científicos que creen o han creído en un dios personal, pero Einstein no fue uno de ellos.

Algunos de los textos de este post han sido tomado de la obra “El espejismo de Dios” de Richard Dawkins, Ed. Cátedra

Fuente:

La Ciencia y sus Demonios

21 de septiembre de 2010

Richard Dawkins responde al Papa

Richard Dawkins

Richard Dawkins (1941, Kenia)), es un etólogo británico, zoólogo, teórico evolutivo y divulgador científico. Es titular de la «cátedra Charles Simonyi de Difusión de la Ciencia» en la Universidad de Oxford.

Es autor de El gen egoísta, obra publicada en 1976, que popularizó la visión evolutiva enfocada en los genes. Su labor divulgadora escrita le ha llevado a colaborar igualmente en otros medios de comunicación, como varios programas televisivos sobre biología evolutiva, creacionismo y religión.

En su provocativo libro El espejismo de Dios, Dawkins sostiene que es casi una certidumbre que un creador sobrenatural no existe y que la creencia en un dios personal califica como un espejismo, lo que él define como una persistente falsa creencia, sotenida tenazmente a la luz de gran evidencia en contra. Dawkins concuerda en la observación hecha por Robert M. Pirsig en relación a que "cuando una persona sufre de una alucinación se le llama locura. Cuando muchas personas sufren de una alucinación se le llama religión."

Para enero 2010, la versión en inglés de "El espejismo de Dios" había vendido más de 2 millones de ejemplares

El etólogo británico, zoólogo, teórico evolutivo y divulgador científico Richard Dawkins, autor de El gen egoísta, compareció públicamente para responder al Papa a propósito de sus comparaciones entre ateísmo y nazismo.

De nuevo, Ratzinger ha cumplido la dichosa Ley de Godwin: “A medida que una discusión en línea se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno”.




No hay mucho más que añadir a lo dicho por Dawkins, a pesar de lo sucinto de su intervención (para profundizar en sus argumentos, por supuesto, os recomiendo la lectura de su libro El espejismo de Dios.

Fuente:

Gen Ciencia

16 de mayo de 2010

¿Debatir con creacionistas? Yo tampoco...

Domingo, 16 de mayo de 2010

¿Debatir con creacionistas? Yo tampoco...


"Desde hace unos meses puede verse en YouTube una incontestable justificación de Richard Dawkins sobre por qué no se debe debatir con los creacionistas. Y yo la suscribo. A un cerebro amueblado con dogmas no se le puede hacer razonar científicamente, cuando toda evidencia, contradicción o misterio pueden justificarse con un “porque el Señor así lo quiere”.Video origen y video respuesta.

Hace un tiempo que conozco el famoso vídeo divulgativo de Ray Confort, Kirk Cameron y compañía intentando justificar mediante un plátano la validez de la teoría del Diseño Inteligente, es decir, la necesidad de la existencia de un Diseñador primigenio, o Dios.

Algo increíble, el intento digo, pero cierto...




Desde hace unos meses puede verse en YouTube una incontestable justificación de Richard Dawkins sobre por qué no se debe debatir con los creacionistas. Y yo la suscribo. A un cerebro amueblado con dogmas no se le puede hacer razonar científicamente, cuando toda evidencia, contradicción o misterio pueden justificarse con un “porque el Señor así lo quiere”.







Fuente:

Blog de Javier Carrete

7 de abril de 2009

Especial de Semana Santa: Religión: ¿La raíz de todo mal?


Martes 07 de abril de 2009

"Con o sin religión, la gente buena seguiría haciendo el bien y la gente mala seguiría haciendo el mal; pero para que la gente buena haga el mal hace falta la religión"


Con esta reflexión abre el científico Richard Dawkins, ante el Muro de las Lamentaciones y la Mezquita de la Roca de Jerusalén.

El documental ¿La raíz del mal?,dividido en dos capítulos, está basado en el último trabajo del etólogo y divulgador británico, The God Delusion. Al final del artículo encontrará un link para descargar este libro ¡en español!



Se trata de un contundente alegato contra todas las religiones, escrito desde la razón y la ciencia por este biólogo evolucionista que se declara ateo sin mayor problema. Valiente, honrado y riguroso, intelectualmente fascinante y políticamente muy incorrecto, Dawkins carga contra el adoctrinamiento religioso de los niños –en Pakistán o en América– y da un buen repaso alo que él llama "el virus de la fe":desde la Biblia al Corán, pasando por cualquiera de los Libros, sagrados revelados.


En Conocer Ciencia nos declaramos ateos, y, por principio, combatimos todas las posturas pseudocientíficas que enarbolan las distintas religiones.
En estas fechas, en vez de ver por enésima vez Ben hur o Espartaco, podemos disfrutar, junto a toda nuestra familia, de estos documentales:








DESCARGAS:

El Gen Egoista (demora un poco, paciencia) Un libro clásico en Ciencias.

El Espejismo de Dios (best seller mundial el 2006) ¡No se lo puede perder!

Hasta la próxima:

Leonardo Sánchez Coello
conocerciencia@yahoo.es

3 de abril de 2009

Dawkins: El cambio climático llegará a extinguir numerosos seres vivos

Viernes, 03 de abril de 2009

El científico, etólogo y filósofo británico Richard Dawkins se ha mostrado hoy convencido de que las consecuencias del actual cambio climático podrían provocar una gran catástrofe que afectaría a la evolución y causaría la extinción de numerosas plantas y animales que pueblan la Tierra.




Valencia (España) Dawkins, uno de los intelectuales más conocidos en lengua inglesa, ha recordado en este sentido que "al final del periodo cretácico, hace 65 millones de años, se produjo una gran catástrofe debido a la colisión de un gran objeto sobre la Tierra, que provocó la extinción y la desaparición de grandes grupos de animales y plantas, y su consecuencia fue la aparición de los mamíferos".

En una comparecencia ante los periodistas previa a su investidura como doctor honoris causa por la Universitat de València, Dawkins ha calificado la genética como "una rama de la informática" y ha añadido que "cada criatura humana lleva en su interior un ordenador digital que dispone de información sobre sus antepasados".

Este científico, autor de "El gen egoísta" y considerado el mayor divulgador de las ideas darwinistas, ha dicho que existe la posibilidad, durante este siglo, de llevar a cabo un análisis completo del árbol genealógico de la vida de todas las criaturas.

"En este siglo tendremos una explicación biológica o no biológica del misterio de la conciencia humana", ha precisado.

Por otra parte, este profesor de Zoología en las universidades de California (Berkley) y de Oxford ha señalado que "todas" las supersticiones "deberían estar erradicadas y prohibidas de la faz de la Tierra", para lo cual propone "promover la educación y la cultura: está demostrado que cuanto más preparada esté la gente, todo va mejor".

No obstante, ha reconocido que por el momento "las cosas van bastante mal" y en "muchas partes del mundo" las mujeres y, sobre todo, las niñas y las jóvenes "no pueden acceder al conocimiento".

La Universitat de València ha celebrado, con un acto académico en el Paraninfo del edificio de La Nau, la investidura de Richard Dawkins como reconocimiento a su tarea como etólogo, teórico de la evolución y divulgador de las ideas darwinistas.

El científico ha pronunciado una conferencia magistral sobre la importancia de la ciencia en la civilización y cómo la ciencia es uno de los caminos que conducen a la verdad.

A su juicio, "la ciencia es capaz de dar respuesta a casi todo, si no a todo, lo que la gente considera cuestiones fundamentales a las preguntas del tipo ¿por qué?".

"Necesitamos a los científicos porque son conocedores de hechos útiles y porque pueden evaluar la evidencia", ha añadido.

En su intervención, el rector Francisco Tomas ha valorado la personalidad de Dawkins, de quien ha dicho que se ha distinguido por su "brillante y apasionada" defensa de la ciencia y del racionalismo.

Por su parte, el profesor Enrique Font Bisier ha destacado, en su laudatio, que esta designación de doctor honoris causa coincide con la celebración del Año Darwin, cuando se conmemoran los 150 años de la publicación de su obra más conocida, "El origen de las especies".

Dawkins es autor de un centenar de artículos en revistas científicas de áreas diversas como la etología, la neurociencia, la sociología y la filosofía. También lo es de una docena de libros de divulgación científica, la mayoría sobre evolución biológica.

Su primer libro, "El gen egoísta" (1976), se ha traducido a numerosos idiomas y está considerada la mejor obra de divulgación científica del siglo XX.

Entre los diversos premios y galardones que ha recibido, destaca el Cosmos Internacional otorgado por la fundación Expo 90 en 1997 y su investidura como doctor honoris por las universidades de St. Andrews, Australian National University (Canberra), Westminster, Hull, Open University, Sussex, Durham y Bruselas.

Fuentes:

Soitu


Lea además:

Dawkins: "El Papa estúpido e ignorante por prohibir el condón"

U. de Valencia dará Honoris Causa a Dawkins


Desacargue los libros de Dawkins (y videos también) en:

Los archvos de Conocer Ciencia

11 de abril de 2008

Dios NO EXISTE: Demostrado matemáticamente

Dios no existe: demostración matemática.

INTRODUCCIÓN:

Antes de entrar en la demostración matemática, haré una pequeña introducción filosófica y teórica del problema.




El ser humano nace con un desconocimiento absoluto del mundo. Adquiere conocimiento de la realidad a partir de la observación, es decir, percibiendola. Por ejemplo, una persona que nace en la selva, constata la existencia de su pequeño entorno, los árboles que él ve, pero de ningún modo puede "suponer" la existencia del mar. Dar por sentado su existencia sería erróneo, por que del mismo modo que supone la existencia de un mar de agua salada, también podria "creer" en un mar de agua azucarada, un mar de plomo fundido, o un mar de heces fecales. Sólo entrará a formar parte de su realidad cuando lo perciba de algún modo, por ejemplo cuando viaje a la costa y lo vea. O cuando alguien que le merezca confianza lo haya percibido y se lo cuente. Y siempre asimilándolo de forma provisional, ya que las observaciones (o testimonios) pueden ser engañosas, y debemos estar dispuestos en todo momento a modificar nuestra concepción de la realidad, pero siempre en base a percepciones, pruebas.

Vamos ampliando esta realidad a lo largo de los años como personas individuales, pero también a lo largo de las generaciones como civilización, a través del conocimiento científico. Vamos aumentando el conocimiento "cierto" de nuestro universo gracias a la ciencia, a paso lento pero firme. No podemos dar nada por cierto ni como existente hasta que no sea percibido de la realidad. De lo contrario caeríamos en la paradoja del mar.

Parece claro que estamos obligados a restringir nuestra realidad sólo a lo que percibimos como individuos o como civilización.

NUDO:

Sin embargo, en ocasiones el ser humano actúa de forma contraria a esta filosofía dando por ciertas "posibles realidades" que no ha percibido de ningún modo, pero que le vienen bien para cubrir sus miedos, y sobre todo su ignorancia. El caso más destacado por lo extendido de la idea es la creencia en la existencia de "Dios", entendido como ser todopoderoso con inteligencia y voluntad.

Esta idea entra dentro de las cosas no demostradas. Como se ha comentado antes, no podemos dar por sentada su existencia, ya que si lo hiciéramos podríamos dar por sentada la existencia de un Dios, 2 Dioses, 3 Dioses, los duendes mágicos o las súper-moscas extraterrestres todos ellos sin ningún fundamento.

Los creyentes han escogido como cierta una cosa (a Dios) de entre todas las cosas que podrían existir, pero que no han sido percibidas de ningún modo.

De ahora en adelante, denominaremos SUPERCONJUNTO a "el conjunto de cosas que podrían existir pero que no han sido demostradas".

Dentro del SUPERCONJUNTO están incluidos los 2 conjuntos siguientes:
Cosas que no existen (luego no se han demostrado)
Cosas que existen (pero no se han demostrado)
Las "cosas que no existen" es un conjunto infinito (creo que esto es evidente).
Las "cosas que existen" es un conjunto finito (también evidente).

Estos son dos axiomas sobre los que se edifica la argumentación. Si alguno no fuera cierto, el razonamiento perdería todo su fundamento.

DESENLACE:

Los creyentes han elegido el elemento "Dios" de entre todos los elementos del SUPERCONJUNTO, con la esperanza de que esté incluido dentro del subconjunto "cosas que existen" y por tanto fuera del subconjunto "cosas que no existen".

Resumiendo, han escogido un elemento de un conjunto formado por 2 subconjuntos: uno finito y otro infinito.

¿Qué probabilidades hay de que el elemento escogido esté dentro del subconjunto infinito?

Según la teoría de probabilidades, es fácilmente demostrable que el elemento escogido pertenecerá al conjunto infinito con un 100% de probabilidad.

Por tanto, existe un 0% de probabilidades de que "Dios" pertenezca al conjunto "cosas que existen". Es decir, una persona que afirma que "Dios existe", se equivoca con toda probabilidad.

Matemáticamente, Dios no existe.

CONCLUSIÓN:

Este ensayo no trata de demostrar la inexistencia de Dios, sino la inexistencia de cualquier cosa elegida de forma totalmente aleatoria, fruto "puro" de nuestra imaginación. Lo que demuestra es que al dar por existente algo, debe hacerse en base a algún indicio o prueba. De lo contrario se tratará de una elección al azar entre cosas existentes y cosas inexistentes, y, si la elección es totalmente aleatoria (y este es el 3er axioma), con toda seguridad pertenecerá al conjunto de cosas que no existen.

El creyente negará (entre otras muchas cosas) la veracidad de este 3er axioma, afirmando que la elección del elemento Dios tiene algún fundamento. Desde el punto de vista del autor, no existe tal fundamento, es una elección totalmente arbitraria de un producto de la imaginación, y por tanto pertenece con toda probabilidad al "conjunto de las cosas que no existen".

En todo caso, este artículo no debe interpretarse como una demostración pretenciosa de la inexistencia de Dios, sino como un artículo curioso que ayuda a ver el tema desde un punto de vista distinto y nuevo, que intenta trasladar la discusión sobre la existencia de Dios a la discusión sobre la veracidad de los axiomas. Si tales axiomas se consideran ciertos, el razonamiento es impecable.

Fuente:

Comunidad Ateismo

14 de octubre de 2007

Libros: El Nuevo Ateismo.de Victor J. Stenger

Libros: El Nuevo Ateismo.




A. J. Chien

"Es el momento del ateísmo." Así lo afirma David Steinberger, director ejecutivo de Perseus Books LLC, que recientemente ha fichado a Cristopher Hitchens para que edite un libro de lecturas ateas, que se publicará este otoño. El libro seguirá a God is Not Great ("Dios no es grande") de Hitchens, el último de una retahíla de libros críticos con la religión que se han convertido en modestos superventas en los últimos años. En junio de 2007, había en imprenta 296.000 ejemplares del libro de Hitchens; 500.000 de The God Delusion ("La ilusión de Dios") de Richard Dawkins; y 185.000 de Letter to a Christian Nation ("Carta a una nación cristiana") de Sam Harris. El anterior libro de Harris, The End of Faith ("El fin de la fe") se mantuvo, en 2004, durante treinta y tres semanas en la lista de superventas del New York Times.

¿Cómo pudo ocurrir tal cosa en un país en el que mayorías de más del 80% afirman creer en Dios, Cristo y los milagros? De acuerdo con algunos libreros, el deseo de "conocer al enemigo" es parte de la razón por la cual los libros se han vendido incluso en el Cinturón Bíblico. Pero puede que esté actuando también otra dinámica. Dawkins sugiere que lo que John Stuart Mill escribió en el siglo XIX sigue siendo cierto en la actualidad. "El mundo se asombraría si supiera cuán grande es la proporción de sus más relucientes ornamentos, de aquellos que más se distinguen incluso entre el pueblo por su sabiduría y virtud, que son completos escépticos en materia de religión". Pero en una cultura muy religiosa, declararse ateo puede ser tan difícil como era confesarse homosexual hace cincuenta años. Hoy en día, tras el movimiento del orgullo gay, el 55% de los que responden a una encuesta de Gallup declaran estar dispuestos a votar por un candidato homosexual: un porcentaje inferior al de los que votarían por un católico, una afroamericano, una mujer, un mormón o un septuagenario, pero más elevado que el 45% que votaría a favor de un ateo. Dawkins, entre otros, confía en ayudar a inspirar un movimiento de orgullo ateo, formando una masa crítica que animaría a los no creyentes a salir del armario.

El argumento central de Dawkins es una variación sobre el argumento del diseño, que él ve como "fácilmente, el argumento más popular de los que actualmente se ofrecen a favor de la existencia de un Dios". La complejidad organizada de la naturaleza no podría haberse creado por azar. Del mismo modo que al encontrar un reloj inferimos la existencia de un relojero, al encontrar ojos, alas o sistemas digestivos deberíamos inferir un hacedor de la naturaleza. En su anterior libro El relojero ciego, Dawkins admira el asombro de William Paley, el teólogo del siglo XVIII que formuló este argumento, prefiriéndolo antes que la respuesta displicente de quienes no ven ninguna necesidad de explicar la naturaleza. Pero, por supuesto, Dawkins y la ciencia moderna dan una respuesta distinta de la de Paley. Si bien las mutaciones genéticas se producen por azar, en ocasiones una mutación mejora la aptitud. Los individuos con estas mutaciones tienden a dejar más descendencia, con lo que aumenta la proporción de la mutación en el banco de genes. A lo largo de un gran número de generaciones, una sucesión de mutaciones seleccionadas por la naturaleza dan lugar a adaptaciones complejas y a la apariencia de diseño.

Así pues, el argumento a partir del diseño falla; cierto, es extremadamente improbable que la complejidad organizada apareciera por azar, pero es que no fue así. Todo esto sólo muestra que la existencia de Dios no ha quedado probada. Pero Dawkins aspira a más, a demostrar la inexistencia de Dios, modificando el argumento para aplicarlo a Dios. Un ser capaz de crear la naturaleza debe tener a su vez una complejidad organizada, y es muy improbable que ésta hubiera surgido por azar. Así pues, Dios, o al menos un Dios creativo como el de Abraham, probablemente no existe. Pienso que Dawkins tiene razón cuando afirma que no hay ninguna buena respuesta a este argumento, porque pone de manifiesto el doble estándar que es esencial para todas las versiones del creacionismo o del "diseño inteligente": hay que explicar la naturaleza, pero Dios no necesita explicación alguna. El reciente libro de Victor Stenger estudia de manera exhaustiva los conflictos entre la ciencia moderna y la hipótesis de Dios.

Estos asuntos están relacionados con la cuestión de si las creencias religiosas son ciertas, pero otro tema es dirimir si son nocivas. Es una cuestión independiente. Una opinión común, lo que Daniel Dennett llama la "creencia en la creencia", es que incluso si una religión dada no es cierta, inspira cosas buenas y por eso merece ser preservada. Harris y Hitchens nos recuerdan, sin embargo, las atrocidades inspiradas por la religión, a lo largo de la historia y hasta la actualidad: por no citar más que uno de los innumerables ejemplos, la inmolación, tras unas torturas indescriptibles, de los acusados de herejía durante la Inquisición. A quienes desestiman estos hechos calificándolos de perversiones del judeocristianismo, Harris les contesta señalando que, por el contrario, obedecían a mandatos de las escrituras tales como los siguientes:

Si oyes decir que en una de las ciudades que Yahveh tu Dios te da para habitar en ella, algunos hombres, malvados, salidos de tu propio seno, han seducido a sus conciudadanos diciendo: "Vamos a dar culto a otros dioses", desconocidos de vosotros, consultarás, indagarás y preguntarás minuciosamente. Si es verdad, si se comprueba que en medio de ti se ha cometido tal abominación, deberás pasar a filo de espada a los habitantes de esa ciudad; la consagrarás al anatema con todo lo que haya dentro de ella. Amontonarás todos sus despojos en medio de la plaza pública y prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos, todo ello en honor de Yahveh tu Dios. Quedará para siempre convertida en un montón de ruinas, y no volverá a ser edificada. (Deuteronomio 13: 12-16)

La Biblia tiene muchos pasajes como éstos. Dios ordena la muerte de los homosexuales, los adúlteros, las novias que no son vírgenes, aquellos que desobedecen a los sacerdotes, los que trabajan el sabbat, los niños rebeldes, todos los primogénitos de Egipto, los que obstaculizan a los hebreos o aquellos cuyos antepasados lo hicieron, los anteriores habitantes de la tierra prometida, y aquellos que desobedecen a Dios, entre otros. No hay clemencia para mujeres y niños. (Por ejemplo Éxodo 12:1-30, 32:1-28; Levítico 20:1-16; Números 31:7-18; Josué 6:1-21, 10:28-43; Samuel 15:1-33.). Esto parece suficiente para descalificar las escrituras como la mejor fuente de inspiración moral, por más que existan muchos pasajes excelentes.

A menudo se considera que el Nuevo Testamento es más amable que el Viejo. Pero parece ser que Jesús aprueba toda la ley hebrea (Lucas 16:17, Mateo 5:17-18). Los evangelios tienen sus propias manchas, entre ellas el representar a los judíos como responsables colectivamente de la muerte de Jesús (por ejemplo Mateo 27:25), lo cual inspiró pogromos durante siglos. Y luego está el infierno: como señaló Bertrand Russell, este concepto solo ya descalifica al cristianismo como religión amable. Incluso aquellos que llevan unas vidas moralmente ejemplares, pero que no aceptan al Salvador, están destinados al fuego eterno. El perjuicio es real, aunque el infierno no lo sea. Dawkins nos habla de Jill Mytton, un psicoterapeuta especializado en ayudar a las personas aterrorizadas por el pensamiento del infierno, con frecuencia siendo niños. Mytton sugiere que el daño psicológico es tan grave como los abusos infligidos por los sacerdotes pedófilos.

La mayoría de los devotos son personas decentes, no se creen todas las escrituras (o en los EE. UU. no saben mucho de ellas, de acuerdo con las encuestas), reconocen los abusos de su fe, en el presente y en el pasado, y a menudo apoyan una reforma desde dentro. Así, Leora Tanenbaum, en su reseña de Hitchens, descalifica sus argumentos contra la religión diciendo que están "basadas en el mínimo común denominador". Y cuando las personas religiosas hacen cosas malas, no podemos asumir que es debido a su religión, como tampoco podemos asumir que cuando los ateos hacen cosas malas es por culpa de su ateísmo. Un candidato al menos igual de válido es la naturaleza de la persona: en general, las personas buenas hacen cosas buenas y las malas, cosas malas.

Ahora bien, aquí llegamos al meollo de la cuestión. Dawkins cita lo que añade Steven Weinberg: "Pero para que la gente buena haga cosas malas, hace falta la religión." El Papa, ¿condena el uso del condón en África, a pesar de las muchas vidas que salvaría, porque es mala persona? Los muchos fundamentalistas estadounidenses que ven con buenos ojos la guerra nuclear porque presagiaría el Segundo Advenimiento, ¿lo hacen porque son malas personas? Los cruzados, muchos de ellos pobres, que sacrificaban su sustento y se endeudaban por la causa, ¿eran simplemente malas personas? Aquí el problema es que la fe tiene el poder de imponerse por encima de la evidencia y del sentido común. Ésa es la esencia de la fe.

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