Este neurobiólogo italiano se ha propuesto que aprendamos a valorar la inteligencia del reino vegetal. En él, defiende, podemos encontrar la respuesta a muchas preguntas (urgentes).
STEFANO MANCUSO (Catanzaro, Italia, 1965) es uno de los divulgadores
más revolucionarios e influyentes del reino vegetal. Director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal de la Universidad de Florencia,
ejerce de apasionado embajador de las plantas y se ha impuesto una
importante misión: cambiar la percepción (equivocada) que tenemos de
ellas. Porque son muchos, lamenta, quienes piensan que estos seres vivos
son estúpidos e insensibles. Y nada más lejos de la realidad,
reivindica. “Simplemente nos resulta muy difícil comprender lo que es
una planta porque son demasiado diferentes a los animales”.
En su nuevo libro, El futuro es vegetal (Galaxia Gutenberg),
Mancuso aporta múltiples razones para que aprendamos a mirar de otra
forma al mundo verde. De hecho, él no duda en calificar a las plantas de
inteligentes —aunque carezcan de cerebro— porque sus acciones
demuestran que luchan por su supervivencia con planteamientos
exquisitos. Practican el engaño. Y nos utilizan. En la Antigüedad, el
centeno era considerado una mala hierba que acompañaba al trigo, el
cereal predilecto de los agricultores. Así que la mala hierba
decidió imitar el aspecto de las semillas de trigo para engañar a los
humanos, que empezaron a tener dificultades para diferenciarlas. Como
resultado, el centeno, transportado por el hombre, llegó a muchas más
zonas desplazando incluso al trigo en los sitios de clima más duro. Y la
máxima El enemigo de mi enemigo es mi amigo, dice Mancuso,
“funciona con las plantas. Cuando una oruga empieza a comer un tomate,
sus hojas producen moléculas que tienen un efecto llamada para los
enemigos de la oruga”.
Según Mancuso, en el comportamiento vegetal podemos inspirarnos
para encontrar soluciones a los retos que acechan a la humanidad. A su
paso por Madrid, imposible ignorar que en España no llueve y la sequía
es tan pertinaz que puede convertirse en el problema más grave a corto
plazo. Sugiere que hay que tener más presente a las plantas. “Son
capaces de dirigir el clima. La circulación atmosférica de las lluvias
está controlada por los bosques ecuatoriales, así que poseen uno de los
motores. Podemos estabilizar el clima. Podemos reducir las emisiones de
dióxido de carbono, y reforestar. Los bosques nos ofrecen la única
manera de reducir las emisiones”.
Y, sobre todo, el italiano cree que podemos y debemos cambiar
nuestros hábitos. “Ahora usamos el 70% del agua en los cultivos, pero es
insostenible. Necesitamos producir alimentos con menos agua”. En vez
obtener la comida de cuatro o cinco tipos de plantas, hay miles de ellas
que son cultivables y algunas requieren mucha menos agua, e incluso
crecen con agua salada. Las plantas nos sugieren la forma de afrontar un
futuro en el que no podremos derrochar el agua que hoy tan alegremente
tiramos.
Fuente:
El País (Ciencia)
4 de junio de 2018
Científico de UNMSM demuestra que muña es eficaz contra gastritis
Una investigación que desarrolla el científico peruano y docente de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Mario Carhuapoma
Yance, descubrió que la muña es un potente bactericida contra la
gastritis y ayuda eficazmente en el tratamiento médico convencional.
En el 2010, Carhuapoma Yance ganó el premio a la Mejor Tesis Doctoral en Ciencias,
al evidenciar, en pruebas de laboratorio, que el aceite esencial de la
muña ayudaba a eliminar el "Helicobacter pylori", bacteria causante de
la gastritis; pero ahora las pruebas se han hecho en personas.
En diálogo con la Agencia Andina,
Carhuapoma Yance detalló que la investigación está en curso, pero que
los resultados preliminares en pacientes arrojaron que el aceite de muña
(denominado urcu muña) potencia el efecto de los medicamentos
-amoxicilina, claritromicina y omeprazol- comúnmente recetados en estos
casos.
Dijo que dependiendo de la gravedad de
la gastritis, tras el examen de endoscopía, el paciente podría recibir
un tratamiento únicamente con pastillas de aceite esencial de muña si el
"Helicobacter pylori" es sensible (débil), pero si la bacteria es
resistente (fuerte) tendría que aplicarse el tratamiento con medicinas y
complementarlo con muña.
La muña crece en
zonas andinas entre los 2,700 y 3,400 metros sobre el nivel del mar. Su
consumo es extendido en la sierra, mas no así en el resto del país, y de
preferencia se la encuentra en forma de infusión. Carhuapoma aconseja tomarlo de esa manera, con limón y miel de abeja.
Efectos adversos de los medicamentos
El
científico peruano advirtió que la gastritis puede tener una causa
química; es decir, por consumo excesivo de aspirina, ibuprofeno,
naproxeno u otros fármacos analgésicos que lesionan la mucosa gástrica; y
también lo origina el exceso de alcohol, tabaco, café y ají.
Pero
también puede tener un origen infectivo, es decir, cuando la genera el
"Helicobacter pylori", bacteria que se encuentra en agua no tratada o en
las manos sucias. Esta bacteria ingresa al estómago y se reproduce en
la mucosa gástrica.
"Allí se deposita y
empieza a vivir generando lesiones, a eso se llama gastritis; pero si no
hay tratamiento puede avanzar y convertirse en úlcera gástrica (llagas
con sangrado). Y si no se trata a tiempo se convierte en cáncer
gastrointestinal", alertó.
Frente a estos
males, indicó, la solución es eliminar esa bacteria y para eso se
utilizan los antibióticos mencionados conocidos como "triple". "Pero
la triple ya no está teniendo efecto y ahora hay antibióticos mucho más
potentes que, lamentablemente, generan daño al organismo por la
toxicidad colateral. Por eso buscamos alternativas naturales para el
organismo".
En ambos casos (en la gastritis de origen químico y en la gastritis infectiva), la muña es ideal porque actúa como bactericida.
Durante
la investigación se observó que el tratamiento combinado (muña y
medicinas) podría eliminar en 14 días el "Helicobacter pylori". "Sin la
muña se hubiera generado resistencia a las medicinas".
En
el 2016, Carhuapoma Yance se hizo merecedor de los premios a la
innovación en ciencias y tecnología farmacéuticas otorgados por la
Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan) y también ha
recibido el Premio Hipólito Unanue en el 2016.
Fuente:
Tags:
biologia,
botanica,
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gastritis,
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san marcos,
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unmsm
1 de junio de 2018
Martin Gardner y la diversión matemática
Los retos matemáticos han cautivado a las mentes brillantes de la
historia. Y más recientemente, atraparon al público, en gran parte
gracias a la labor de Martin Gardner, que popularizó problemas de matemática y lógica como estos:
1. ¿Puedes trazar cuatro líneas rectas, sin levantar la punta del lápiz del papel, que pasen por los nueve puntos de la ilustración?
2. ¿Con cuánta rapidez puedes multiplicar estos números?
256 x 3 x 45 x 3961 x 77 x 488 x 2809 x 0
3. ¿Puedes elegir seis dígitos de la ilustración que sumados den 21?
Dejaremos para el final las soluciones. Estos acertijos se pueden resolver nada más verlos en la pantalla, si uno es capaz de pensar diferente, o desistir después de darle muchas vueltas a la cabeza… ¿Para qué sirven los problemas matemáticos? Para Martin Gardner (1914-2010) era una forma de despertar el interés de la gente por las matemáticas. Así lo contaba en la revista Scientific American, donde se pasó más de veinte años publicando una columna mensual sobre juegos matemáticos: «Con seguridad, el mejor camino para despertar a un estudiante consiste en ofrecerle un intrigante juego, puzzle, truco de magia, chiste, paradoja, pareado de naturaleza matemática… o cualquiera de entre una veintena de cosas que los profesores aburridos tienden a evitar porque parecen frívolas».
El artículo completo en: Open Mind
1. ¿Puedes trazar cuatro líneas rectas, sin levantar la punta del lápiz del papel, que pasen por los nueve puntos de la ilustración?

2. ¿Con cuánta rapidez puedes multiplicar estos números?
256 x 3 x 45 x 3961 x 77 x 488 x 2809 x 0
3. ¿Puedes elegir seis dígitos de la ilustración que sumados den 21?

Dejaremos para el final las soluciones. Estos acertijos se pueden resolver nada más verlos en la pantalla, si uno es capaz de pensar diferente, o desistir después de darle muchas vueltas a la cabeza… ¿Para qué sirven los problemas matemáticos? Para Martin Gardner (1914-2010) era una forma de despertar el interés de la gente por las matemáticas. Así lo contaba en la revista Scientific American, donde se pasó más de veinte años publicando una columna mensual sobre juegos matemáticos: «Con seguridad, el mejor camino para despertar a un estudiante consiste en ofrecerle un intrigante juego, puzzle, truco de magia, chiste, paradoja, pareado de naturaleza matemática… o cualquiera de entre una veintena de cosas que los profesores aburridos tienden a evitar porque parecen frívolas».
El artículo completo en: Open Mind

Nuevo récord en la medición de CO2
El Observatorio de Izaña, en Tenerife, registra de nuevo la máxima concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra.
Hace por lo menos 800.000 años que no se acumulaba tal cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera del planeta Tierra. Aunque la cifra no diga gran cosa, las 413,9 partes por millón (ppm) registradas el 7 de abril en la estación de Izaña, junto al Teide, son una medición récord, otra más, para ese observatorio puntero. Récord de acumulación del mayor responsable del efecto invernadero y por tanto, del calentamiento del planeta. Esos 413,9 ppm también son la advertencia de lo que le estamos haciendo al planeta, alterando de forma irreversible sus ciclos naturales; saturando el aire con gases de efecto invernadero; provocando que ya estemos sufriendo un calentamiento global, con 400 meses seguidos por encima de la media histórica.
Esa medición histórica es una noticia triste, pero alguien tiene que hacerla. “Me fastidia tener que anunciar otro récord, es desagradable tener que dar malas noticias, pero las tengo que dar. La ciudadanía se merece que la informemos de este crecimiento incesante”, lamenta Emilio Cuevas-Agulló, director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña. Cuevas (Santa Cruz de Tenerife, 1961) llegó en el año 1990 a esta estación meteorológica, cuando se medía un máximo de 360 ppm, y entonces ni se imaginaba lo que depararía el futuro: “Aunque conozcas la física que hay detrás, no lo esperas. Y yo creo que no queremos esperarlo porque esto a nosotros nos desagrada”. En aquella época la curva de acumulación de CO2 en la atmósfera iba hacia arriba, pero todavía fluctuaba.
“Ahora es clarísimo”, dice mientras señala con el dedo la gráfica, “la curva se está acelerando”. “No solo aumenta sino que aumenta cada vez a mayor ritmo, eso es lo que está ocurriendo. A nosotros, a mí personalmente, me agobia un montón ver esta curva. Me produce desazón, tristeza”, asegura.
Durante los últimos 800.000 años y hasta la Revolución Industrial, el CO2 fluctuó entre unos 180 y 280 ppm dependiendo de las épocas gélidas o los períodos cálidos interglaciales. Sin embargo, hoy la tasa de aumento de hoy en día es más de 100 veces más rápida que el aumento que se dio cuando terminó la última glaciación.
Cuevas señala en su ordenador el récord global de dióxido de carbono en la atmósfera.
La nota completa en:
El País (España)
Hace por lo menos 800.000 años que no se acumulaba tal cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera del planeta Tierra. Aunque la cifra no diga gran cosa, las 413,9 partes por millón (ppm) registradas el 7 de abril en la estación de Izaña, junto al Teide, son una medición récord, otra más, para ese observatorio puntero. Récord de acumulación del mayor responsable del efecto invernadero y por tanto, del calentamiento del planeta. Esos 413,9 ppm también son la advertencia de lo que le estamos haciendo al planeta, alterando de forma irreversible sus ciclos naturales; saturando el aire con gases de efecto invernadero; provocando que ya estemos sufriendo un calentamiento global, con 400 meses seguidos por encima de la media histórica.
Esa medición histórica es una noticia triste, pero alguien tiene que hacerla. “Me fastidia tener que anunciar otro récord, es desagradable tener que dar malas noticias, pero las tengo que dar. La ciudadanía se merece que la informemos de este crecimiento incesante”, lamenta Emilio Cuevas-Agulló, director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña. Cuevas (Santa Cruz de Tenerife, 1961) llegó en el año 1990 a esta estación meteorológica, cuando se medía un máximo de 360 ppm, y entonces ni se imaginaba lo que depararía el futuro: “Aunque conozcas la física que hay detrás, no lo esperas. Y yo creo que no queremos esperarlo porque esto a nosotros nos desagrada”. En aquella época la curva de acumulación de CO2 en la atmósfera iba hacia arriba, pero todavía fluctuaba.
“Ahora es clarísimo”, dice mientras señala con el dedo la gráfica, “la curva se está acelerando”. “No solo aumenta sino que aumenta cada vez a mayor ritmo, eso es lo que está ocurriendo. A nosotros, a mí personalmente, me agobia un montón ver esta curva. Me produce desazón, tristeza”, asegura.
Durante los últimos 800.000 años y hasta la Revolución Industrial, el CO2 fluctuó entre unos 180 y 280 ppm dependiendo de las épocas gélidas o los períodos cálidos interglaciales. Sin embargo, hoy la tasa de aumento de hoy en día es más de 100 veces más rápida que el aumento que se dio cuando terminó la última glaciación.
Cuevas señala en su ordenador el récord global de dióxido de carbono en la atmósfera.
La nota completa en:
El País (España)
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