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25 de junio de 2016

¿Cuántos olores podemos identificar?

Cuando en pleno agosto viajamos en un metro atestado seguramente pensaremos que somos capaces de identificar muchos olores distintos, variopintos matices del olor corporal de nuestros amigos los seres humanos con cierta alergia a la ducha diaria. Sin embargo, incluso en condiciones normales, el olfato es capaz de identificar muchos más olores de lo que se creía. 

Es lo que se desubrió en el año 2014 por parte de Caroline Bushdid y su equipo de colaboradores trabajando con sujetos a los que les pidieron que diferenciaran entre cócteles químicos diversos pero con aromas muy simlares. Lo que descubrieron es que el ser humano era capaz de identificar más de 10.000 olores, como se había pensado tradicionalmente.

En el estudio se llegó a estimar que el número de olores que el ser humano podía identificar se elevaba hasta la cifra de un billón. Es una cifra enorme, así que algunos científicos han puesto en entredicho esta conclusión, sobre todo en lo tocante a la extrapolación realizada mediante cálculos matemáticos. 

Sea como fuere, el sentido del olfato parece mucho más poderoso de lo que se creía, y que la cifra de 10.000 olores, obtenida en la década de 1920, hoy en día ya se ha quedado corta. En comparación, se estima que el número de colores que somos capaces de distinguir va de 2,3 a 7,5 millones, y que el número de tonos audibles se acerca a los 340.000.

Vía | PsychologyToday

Tomado de:

Xakata Ciencia

5 de octubre de 2015

¿Los músicos son capaces de ver la música?

Hay quienes tienen más desarrollado el sentido del olfato o del tacto, muchos de ellos incluso deciden abocarse a una profesión donde puedan explotar dicha sensibilidad. La realidad es que todos asociamos los eventos de nuestra vida a lo que vamos advirtiendo sensorialmente, esto es, a lo que comemos, observamos, escuchamos, olemos y sentimos; una canción nos puede llevar a cierto momento de la niñez o a recuperar algún estado de ánimo. Así, en gran medida generamos un recuento de lo que nos ocurre de acuerdo a la experiencia sensorial que nos queda impresa en la memoria.

Un estudio reciente determinó que ciertos músicos son capaces no solo de tener una interpretación sonora del mundo, sino que hasta pueden observar una sintonía mientras aprecian el panorama de la realidad que se les va presentando. Al respecto, Randolph Blake, profesor de la Universidad de Vanderbilt y quien dirigió el estudio, observa:

Nuestra mente es muy eficiente al ponernos en contacto con objetos y eventos en nuestro ambiente visual, incluso es tan buena que el proceso parece automático y sin necesidad de esfuerzo. De hecho, la mente está continuamente operando como un perspicaz detective que utiliza pistas para descifrar qué es lo sucede.

Un ejemplo de percepción influenciada de manera bisensorial (dos sensaciones simultáneas) es cuando la ilusión visual se ve influenciada por el sonido: cuando una persona ve un disparo de luz acompañado de un par de pitidos, la persona percibe dos disparos de luz, no solo uno.

¿Qué es lo que precisamente sucede con los músicos? ¿Acaso son seres que pueden desentrañar la realidad mientras van interpretando musicalmente lo vivido?


El descubrimiento del profesor Blake y sus colegas sobre cómo las notas musicales pueden afectar lo que vemos fue reportado en el estudio, titulado “Los sonidos melódicos abrillantan la conciencia de notas musicales congruentes, pero solo si te es posible leer música” (“Melodic sound enhances visual awareness of congruent musical notes, but only if you can read music), Blake es coautor del estudio junto con Chai-Youn Kim y dos estudiantes de la Universidad de Corea en Seúl, Minyoung Lee y Sujin Kim. 

your-brain-music-turn-mri-scan-into-music-video.w654Los investigadores citados recurrieron a una clásica prueba llamada rivalidad binocular, la cual le presenta al cerebro dos imágenes incompatibles (una por cada ojo), creando un conflicto visual en donde la mente no puede concentrarse en una sola, ya que a cada segundo la percepción fluctúa hacia la otra imagen y de regreso.

Por una parte a los participantes se les presentó una serie de contornos movibles, y por otra, una partitura musical en desplazamiento, mientras la prueba se trataba de que presionaran un botón al ver los contornos, y otro botón al ver la partitura. Tal como se esperaba, la percepción cambiaba de un momento a otro, con cada imagen siendo dominante por el mismo período de tiempo.

A continuación los investigadores tocaron una melodía en los audífonos de cada participante mientras realizaban la tarea; cuando escucharon la música, los participantes reportaron que tenían tendencia a pasar más tiempo viendo la partitura que los contornos en movimiento.

Para los participantes que no eran músicos no importaba si la melodía se emparentaba con la partitura que observaban, pero las personas que podían leer música expresaron que veían la partitura por un período de tiempo mayor si esta resultaba idéntica a la melodía que estaban escuchando.

Lo que esto implica, según los investigadores, es que si el cerebro tiene información simbólica abstracta como el lenguaje de las partituras musicales la utiliza para interpretar el entorno, sin embargo esto solo sucede cuando una persona tiene dicha noción almacenada en su conciencia.

Entonces suponemos que si un músico va caminando por las calles mientras escucha alguna canción en sus audífonos quizás va observando notas musicales trepadas en los autos, edificios o debajo de las banquetas, realizando un paseo en el discurrir de una partitura que aparece en el escenario al cual se va integrando.


Tomdo de:

Pijama Surf

28 de julio de 2015

¿Cuál es el ser vivo con el olfato más poderoso?

Revelan que el genoma de los elefantes africanos contiene cerca de 2.000 genes receptores olfativos (OR), el mayor número registrado hasta la fecha.


Además de ser el animal terrestre más grande, el elefante africano también puede presumir de poseer el olfato más poderoso de todos los seres vivos.

Esa es la conclusión que se desprende de un estudio publicado en Genome Research por investigadores japoneses.

Para realizar este estudio, los científicos compararon los genes receptores olfativos (encargados de detectar los olores en el medio ambiente) de los elefantes con el de otros 13 mamíferos, entre ellos caballos, conejos, conejillos de indias, vacas y chimpancés.

Tras obtener los resultados, se comprobó que los elefantes (con 1948 receptores olfativos) disponen de un olfato cinco veces más desarrollado que el de los seres humanos (386), más del doble que el de los perros (811), y mucho más que el de los que ostentaban el anterior récord: las ratas (1.207).

"Las funciones de estos genes no se conocen bien, pero probablemente son importantes para las condiciones de vida de los elefantes africanos -asegura el investigador principal, Yoshihito Niimura.

Por el contrario, los seres humanos, junto con sus parientes primates, tienen muchos menos genes olfativos en comparación con el resto de especies examinadas. Posiblemente, esto se deba a la disminución de su dependencia del olfato a medida que mejoró su agudeza visual.

"Comparar los repertorios de los genes OR entre los mamíferos nos permite conocer las similitudes y diferencias en la percepción olfativa, ampliando nuestra comprensión sobre el sentido del olfato en los humanos", concluye Niimura.

Otro dato curioso que se extrae del estudio es que las 13 especies estudiadas sólo tienen tres genes olfativos en común.

Fuente:

QUO

23 de abril de 2015

¿Cómo entrenar a tu cerebro para abandonar los malos hábitos?

Solo la práctica y la recurrencia lograrán modificar nuestras neuronas. Te mostramos el camino para lograrlo.



Siempre te lo propones, pero nunca lo consigues. No te preocupes porque es algo que nos ha pasado a todos. Lo intentas, vuelves a intentarlo, te prometes que esta vez no decaerás en tu cruzada por abandonar esa costumbre que te encanta aunque tanto te perjudica. ¿Pero por qué no lo logras? La solución está en tu cerebro. Sea cual sea el mál hábito que quieras corregir, te aseguramos que si sigues unas pautas y logras escuchar a tu cuerpo y entrenar a tu cerebro no habrá nada que te frene en tu camino hacia una nueva vida.
Silvia Escribano, psicóloga, coach y autora de «Neurocoaching», nos da las pautas para aprender a escucharnos, a salir de la temida «zona de confort» y a abandonar, de una vez por todas, esos malos hábitos que tanto nos atormentan:
— Escúchate a ti mismo. Desconecta el piloto automático en el que sueles vivir y no dejes que se conecte solo. En opinión de la experta, habitualmente «vamos por la vida sin vivir el presente, sin darnos cuenta de lo que nos rodea. Vivimos desde los hábitos del comportamiento y con pocos momentos para ser conscientes». Además, Escribano apunta que «ese piloto automático es una rutina de defensa, pues todo lo que sea nuevo descoloca al cerebro. Debemos salir de nuestra zona de confort».
— Decide que quieres cambiar de vida y ponte manos a la obra. ¿Qué es lo que nos lleva a iniciar un mal hábito? En opinión de la experta, «las personas funcionamos porque obtenemos un beneficio de forma consciente o inconsciente. Seguimos haciendo ciertas cosas porque para nuestro inconsciente es beneficioso, aunque no seamos capaces de verlo. Debemos pensar, hacer balance de qué hábitos nos compensan y cuáles no» y, por supuesto, tener muy en cuenta todo lo que ganas si logras dejarlo.
— Tu estado emocional cuenta. «Tus emociones implican una tendencia a sentirte de una manera y actuar de una forma determinada. El cambio de hábito, por tanto, se inicia en tu interior», dice Escribano. Pero, ¿cómo saber si realmente estamos preparados para iniciar ese nuevo camino? «Todo depende de la motivación y el grado de compromiso. Pregúntate qué te motiva o qué quieres incorporar a tu nueva vida».
— Presta atención a tu cuerpo y a tus sentidos. Nuestro sistema nervioso, dice la experta, nos envía constantemente mensajes que debemos escuchar y analizar con calma. «Hay veces que esas señales se materializan en tensiones musculares, hábitos de sueño, irritabilidad, frustración... La única manera de escuchar al cuerpo es estableciendo paradas programadas en las que te preguntes '¿cómo estoy?' '¿cómo ha ido el día?' ¿qué emociones tengo?'»
— Cuestiónate: ¿Qué quieres? Presta atencion de forma abierta a lo que diga tu interior y define con claridad tus objetivos sabiendo qué no quieres tener más dentro de tu vida. «Cuando quiero hacer algo y lo hago es porque he tomado la decisión de hacerlo. Cuando hay algo que no hago es porque no he sido capaz de tomar la decisión». Para lanzarnos a dar ese paso y salir de nuestra zona de confort, dice la experta, «deberemos buscar espacio en nuestro interior, escucharnos de verdad».
— Presta atención de forma abierta a todo lo que ocurra con aceptacion. No te aferres a determinadas rutinas. Sustituye hábitos ineficaces por buenos hábitos.
— Sé constante en la incorporación del nuevo hábito. El cuerpo aprende en la recurrencia.
— Voluntad y determinación son dos buenos compañeros de viaje.
— Haz que el cambio de hábito sea divertido. Celebra cada paso que des en la consecución de tu objetivo y date un premio.
— Tus neuronas comenzarán a modificarse: «Las conexiones entre neuronas se modifican cuando aprendes algo, cuando dedicas determinadas neuronas y conexiones específicamente para ello. No basta con aprender, es necesario aplicar lo que aprendes y experimentar las emociones de esa experiencia, solo así tus neuronas se darán por enteradas».
— No te pongas plazos: No hay un tiempo estipulado para saber que has conseguido cambiar de hábitos. Dependerá de lo que quieras dejar, de tu motivación e incluso de tu genética. «No todos los aprendizajes son iguales. Hay algunos aprendizajes más complicados que dependen de talentos o habilidades naturales, esfuerzo dedicado, grado de complejidad, grado de conocimiento…», asegura la experta.
Tomado de:

Ilusiones que muestran cómo puede manipularse el cerebro

Michael Abrash, jefe científico de Oculus, que forma parte de la compañía, aseguró que la realidad virtual puede confundirse con el mundo real.



Tomando como ejemplo a Matrix, la ya clásica película de los hermanos Wachowski, Abrash asegura que es posible imaginar un futuro cercano en el que la realidad virtual sea tan verosímil como la realidad misma. A realizar esa visión, dedica sus investigaciones y su trabajo al frente de Oculus.

"Las novelas de ciencia ficción me dieron el marco conceptual para pensar en la realidad virtual, pero fue Matrix la que me hizo creer en ella. A pesar de que muestra una tecnología que no va a existir por muchos años, si es que llegara a existir, Matrix me dio un profundo sentido de lo que podría llegar a ser algún día", explicó Michael Abrash durante la conferencia anual de Facebook, realizada en San Francisco, California.

Para ejemplificar hasta qué punto la percepción humana puede ser engañada, presentó una serie de ilusiones ópticas muy elementales, pero efectivas.


Aunque parezca increíble, el damero de la derecha tiene líneas tan rectas y paralelas como el de la izquierda. La única diferencia es que tiene puntos negros y blancos, que crean la sensación de que las líneas están torcidas.


Otro efecto muy potente. La combinación de colores en uno y otro "cubo rubik" hace que los rectángulos señalados con flechas parezcan de un tono mucho más oscuro a la izquierda que a la derecha. Sin embargo, como lo evidencia la imagen de abajo, son exactamente del mismo color.


Estas dos mesas son otro buen ejemplo. Nadie diría que tienen la misma forma, ya que la de la izquierda parece más larga y angosta y la de la derecha, más corta y ancha. Pero las medidas son las mismas. Una nueva ilusión.


Ésta probablemente sea la menos lograda de todas. Jugando con la elección que le propone Morpheus a Neo en Matrix, muestra dos imágenes de sendas manos ofreciendo una píldora. Ambas son grises, pero algunas personas ven una roja y otra azul. De todos modos, muchos ven las dos del color que son.

Tomado de:

7 de julio de 2014

Nos encanta la comida que cruje

Nunca entendí la costumbre norteamericana de comer galletas blandas, sin ese típico “crac” que antecede a la liberación de fragmentos de galletas de todos los tamaños por la boca. En todo caso, constituye una excepción gastronómica, porque a la mayoría de nosotros nos chifla la comida que cruje, que hace crac

Lo crujiente resulta seductor para nuestro paladar porque denota frescura (como el de una zanahoria), y lo rancio, lo que está podrido o pasado, puede ponernos enfermos. Hemos evolucionado para decantarnos por las comidas duras y crujientes. Hasta cierto punto, comemos con nuestros oídos, por eso, por ejemplo, los fabricantes de chips cuidan tanto el ruido de sus patatas al quebrarse bajo nuestra mandíbula. 

Según Van Vliet, un experto en el tema, a los seres humanos les gustan los alimentos que, al crujir, alcanzan alrededor de 90 o 100 decibelios. Si la gente come patatas pero se enmascara el ruido de la masticación en las frecuencias más altas, entonces ya no se percibe frescura, y se considera que las patatas están rancias. 

Tal y como explica Mary Roach en su libro Glup:

La dureza y lo crujiente, en resumen, nos dice que la comida es “saludable”. Los imperios de comida de aperitivos han sabido sacar partido de este hecho, produciendo alimentos frescos y crujientes que nos resultan atractivos pero no son tan beneficiosos en términos de salud y supervivencia (…) Es una maravilla: una física sofisticada al servicio de la comida basura.
Fuente:

Xakata Ciencia

14 de abril de 2014

Cinco cosas que quizás no sabe sobre la cera de los oídos

La cera de los oídos contiene aceites, pero está constituida en gran parte por queratinocitos, células epiteliales muertas además de otras sustancias

La cera o cerilla de los oídos es uno de esos productos corporales que pocos quieren discutir en público. En el pasado, esta sustancia llegó incluso a ser usada como bálsamo para labios y cataplasma para heridas.

Pero la cera de los oídos tiene otras muchas cualidades. Algunos estudios recientes señalan que funciona como un indicador de la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo e incluso podría ayudar a diagnosticar ciertas enfermedades.


1. Cómo sale

Las células del canal auditivo son únicas porque pueden migrar.

Las células dentro del canal auditivo son únicas en el organismo, ya que pueden migrar. “Si colocáramos una gota de tinta junto al tímpano veríamos que poco a poco se desplaza hacia afuera en cuestión de semanas por el movimiento de estas células”, explicó Shakeel Saeed, médico del Royal National Throat, Nose and Ear Hospital de Londres, un centro especializado en otorrinolaringología.

Si ese movimiento no tuviera lugar el canal auditivo se taparía con células muertas producto del proceso natural de renovación celular.

Este fenómeno impulsa hacia el exterior a la cera y se cree que el movimiento de la mandíbula al hablar o comer ayuda en ese proceso. La cera es producida por glándulas especiales en la piel del canal auditivo. El nombre técnico para esta materia cerosa es cerumen.

Saeed señala que la cerilla puede ponerse más oscura con la edad. Los hombres, por otra parte, pueden tener más pelos en la oreja cuando envejecen y esto puede dificultar la salida natural de la cera.

2. Tiene propiedades antimicrobianas

La cera de los oídos contiene aceites, pero está constituida en gran parte por queratinocitos, células epiteliales muertas además de otras sustancias.

Entre 1.000 y 2.000 glándulas producen péptidos antimicrobianos (un tipo de moléculas), mientras que las glándulas sebáceas cercanas a los pelos aportan a la mezcla alcoholes, una sustancia oleosa llamada escualeno, colesterol y triglicéridos.

La producción de cera no varía mucho entre hombres y mujeres. Tampoco entre jóvenes o viejos. Pero un nuevo estudio indicó que el contenido de triglicéridos sí que baja en el hemisferio norte de noviembre a julio.
La cera también contiene lisozima, una enzima con propiedades antibacterianas. Otros investigadores no están de acuerdo y aseguran que la cera es un medio perfecto para la proliferación de bacterias.

 

3. De dónde venimos importa

Utilizar un hisopo o bastoncillo de los oídos para obtener cerilla es más barato que un análisis de ADN.

Las personas de origen asiático producen un tipo diferente de cerumen, de acuerdo a científicos del Instituto Monell en Philadelphia. Un pequeño cambio en el gen ABCC11 es responsable de una cera más seca y de olores menos intensos en las axilas de individuos de China, Japón y Corea.

El estudio del Instituto Monell midió la concentración de 12 compuestos orgánicos volátiles en la cerillas de individuos caucásicos y asiáticos.

En 11 de los 12 compuestos la cera de las personas blancas tenía más sustancias productoras de olores.

Kate Prigge, investigadora de Monell, explicó que los científicos analizan el olor de la cera, como un primer paso para determinar si ese aroma podría servir para detectar enfermedades.

El instituto estudia una enfermedad de causas genéticas llamada enfermedad de la orina de jarabe de arce, que puede ser diagnosticada fácilmente a través del aroma de los compuestos de la cera. Utilizar un hisopo (copito de algodón, bastoncillo de los oídos) para obtener una muestra de cerilla es mucho más barato que realizar un análisis de ADN.

El doctor Prigge reconoce que su trabajo genera reacciones de sorpresa. “Si le cuento a alguien que me dedico a estudiar los olores corporales generalmente se ríe. Pero cuando explicamos cuánta información puede obtenerse a partir de esos aromas la gente entiende por qué me dedico a esto”.

4. Mejor un vacío que una jeringa

La producción de cera no varía mucho entre hombres y mujeres.

Carrie Roberts tiene poco más de 40 años y desde hace tiempo tiene un problema de cera excesiva en sus oídos. Ya su médico retiró la cerilla en múltiples ocasiones con una jeringa. Cuando intentó usar un remedio casero de aceites tibios acabó con los oídos tapados.

Roberts decidió pagar por un tratamiento de micro-succión, en el que el canal auditivo es limpiado por una especie de mini-aspiradora.

Saeed prefiere utilizar en su hospital este método al de la jeringa. “Con la jeringa uno va a tientas y ciegas, sin visión directa. Si uno usa agua hay que hacer que el agua pase más allá de la cera para que pueda expulsarla al salir”.

“Si el agua no tiene por donde pasar no hay que forzarla. No es común que se dañe el oído durante este procedimiento pero puede suceder”.

En la micro-succión, en cambio, el especialista mira el canal auditivo a través de un microscopio.

Carrie dice que tratamiento no le causó ningún dolor y fue muy rápido.

“Se siente un poco como esos tubos de succión que le ponen a uno en la boca cuando va al dentista, solo que en esta ocasión se trata del oído. Para mí es mucho mejor que la jeringa ya que fue más rápido, no me sentí mareada y no tuve usar aceites durante una semana luego del tratamiento”.

5. Puede ser un indicador de la contaminación

Existen algunas enfermedades del metabolismo que afectan a la cerilla.

La cera de los oídos, como otras secreciones, puede tener trazas de ciertas toxinas en el cuerpo, por ejemplo, de metales pesados.

Existen también algunas enfermedades del metabolismo que afectan a la cerilla.

Uno de los hallazgos científicos más notables relacionados con esta secreción fue un tapón de cera de 24 cm en una ballena azul.

A diferencia de los seres humanos, que expulsan su cera y sus células epiteliales muertas, estas ballenas la retienen. Así, se registra la historia del animal al igual que los anillos en el tronco de un árbol revelan la variación de épocas de lluvia o sequía a lo largo de su historia.

La cera de la ballena fue analizada por Sascha Usenko, un científico de la Universidad Baylor en Waco, Texas. Usenko y sus colegas determinaron en base a la cera del cetáceo que en sus 12 años de vida había entrado en contacto con 16 tipos diferentes de contaminantes como pesticidas.

La mayor exposición a sustancias tóxicas fue en el primer año de vida, lo que sugiere que esas sustancias fueron transferidas a la ballena durante el embarazo o a través de la leche de su madre.

Cuando el animal llegó a la madurez sexual, la cera muestra altos niveles de cortisona, la hormona del estrés, resultado probablemente de la competencia con otros machos por aparearse.

Fuente:

El Correo del Orinoco

13 de abril de 2014

El olfato humano podría distinguir cerca de un billón de olores

Hasta el momento los científicos sostenían que solo podía diferenciar 10.000 aromas.

Investigadores del Laboratorio de Neurogenética de la Universidad de Rockefeller, de Nueva York, publicaron un trabajo en la revista “Science”, en donde sostienen que el olfato del ser humano puede distinguir al menos un billón de diferentes olores, dejando a la luz una nueva maravilla del cerebro humano.

Para dar con este resultado, estos científicos reunieron a 26 personas a un experimento en donde los sometieron a diversas combinaciones complejas de 128 moléculas odorantes, la mayoría de ellas eran muy desagradables y extrañas.

A los participantes se les solicitó encontrar, en estas combinaciones, 264 comparaciones con olores conocidos. Esto permitió determinar que un ser humano es capaz de distinguir cerca de un billón de olores.

Según los científicos, el ser humano habría utilizado su olfato con mayor frecuencia en el pasado; sin embargo, el uso de refrigerantes y el higiene personal habrían dificultado el desarrollo de este.
 Fuente:
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