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25 de junio de 2018

Los trabajadores de Las Vegas se preparan para la huelga contra la robotización del empleo

Las Vegas, la ciudad de los casinos, tiene a sus empleados en pie de guerra. Unos 50.000 trabajadores de su sector hostelero están amenazando con ir a la huelga por sentir que sus puestos de trabajo están amenazados por los robots.


Son los recepcionistas, camareros, cocineros y otros empleos de hoteles y casinos los que, a través de los dos sindicatos más importantes, han iniciado un movimiento de protesta contra la robotización del trabajo que solo el paso del tiempo podrá determinar hasta dónde escala.

Un buen ejemplo de lo que quieren evitar está en el Tipsy Robot, un bar de Las Vegas en el que los clientes escogen sus combinaciones alcohólicas para crear cócteles personalizados que son preparados por un brazo robótico. El pedido se le realiza mediante una tablet.


La causa tras la protesta es la de siempre: trabajadores tratando de evitar perder sus empleos a causa de robots cuyos costes totales sean inferiores para el empresario.

Lee el artículo completo en:

Xataka Ciencia

2 de enero de 2018

Qué es la cuarta revolución industrial (y por qué debería preocuparnos)

5 claves para entender la REVOLUCIÓN 4.0

  • 1. Alemania fue el primer país en establecerla en la agenda de gobierno como "estrategia de alta tecnología"
  • 2. Se basa en sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura física con software, sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones
  • 3. La internet de las cosas jugará un rol fundamental
  • 4. Permitirá agregar US$$14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años
  • 5. Cambiará el mundo del empleo por completo y afectará a industrias en todo el planeta

A finales del siglo XVII fue la máquina de vapor. Esta vez, serán los robots integrados en sistemas ciberfísicos los responsables de una transformación radical.

Los economistas le han puesto nombre: la cuarta revolución industrial.

Marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas, anticipan que cambiará el mundo tal como lo conocemos.

¿Suena muy radical? Es que, de cumplirse los vaticinios, lo será. Y está ocurriendo, dicen, a gran escala y a toda velocidad.

"Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes", vaticina Klaus Schwab, autor del libro "La cuarta revolución industrial", publicado este año. 

Los "nuevos poderes" del cambio vendrán de la mano de la ingeniería genética y las neurotecnologías, dos áreas que parecen crípticas y lejanas para el ciudadano de a pie.

Pero las repercusiones impactarán en cómo somos y nos relacionamos hasta en los rincones más lejanos del planeta: la revolución afectará "el mercado del empleo, el futuro del trabajo, la desigualdad en el ingreso" y sus coletazos impactarán la seguridad geopolítica y los marcos éticos.

Fuente:

BBC Mundo

15 de septiembre de 2017

Por qué es tu forma de trabajar (y no tu trabajo) lo que peligra con los robots

La disrupción digital empieza a afectar a profesiones de todo tipo, pero los robots no tienen por qué provocar un apocalipsis laboral.

Cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo”. Warren Buffet acuñó la famosa frase pensando en la inversión, pero algo parecido está sucediendo con la progresiva incorporación de nuevas tecnologías al mundo del trabajo. La marea está bajando, y unos cuantos profesionales enseñan sus vergüenzas.


Ya habrás oído hablar muchas veces del estudio para la Universidad de Oxford de los investigadores Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, en el que pronostican que el 47% de los puestos de trabajo en Estados Unidos está en riesgo por la digitalización. Analizando al detalle 702 ocupaciones diferentes, vaticinan que, por ejemplo, hay un 99% de posibilidades de que los humanos dejemos de dedicarnos a la reparación de relojes, el telemarketing y la limpieza de alcantarillas y desagües.

Ningún padre sueña con que su hijo limpie alcantarillas de mayor, así que esa es una buena noticia. Pero a casi todos les gustaría tener un médico en la familia. Y las máquinas comienzan ya a ejercer también en profesiones bien consideradas socialmente, como la propia medicina o las del ámbito jurídico. La disrupción digital no es solo que un taxista pierda dinero por la competencia de Uber: también afecta a los notarios.

¿Es para tanto? Un reciente panel de expertos en inteligencia artificial celebrado en el Foro Global de Wharton incidía también en desdramatizar la supuesta masiva destrucción de empleo que provocarán a corto plazo los robots. Uno de sus problemas es el enorme coste energético que suponen procesos que empezamos a dar por hechos, como la gestión masiva de datos para los coches autónomos o los millones de horas de datos con los que se entrena a un algoritmo de deep-learning. Otro gran escollo es la rigidez de los sistemas artificiales: sus problemas de comunicación, su falta de empatía, su ausencia de imaginación y creatividad.

“La creatividad se está volviendo cada vez más importante”, dijo en el Foro Pascale Fung, una de las mayores expertas mundiales en la interacción entre ser humano y robot. “En el pasado, un ingeniero con un buen historial académico tenía garantizado un buen empleo. Hoy las empresas de tecnología entrevistan a los candidatos preguntándoles por áreas muy diferentes. Creo que los ingenieros tienen que aprender más habilidades que no estén relacionadas con la ingeniería y los no ingenieros deben aprender más sobre las habilidades de la ingeniería, como el pensamiento científico, un poco de programación…”.

Aunque es cierto que hay trabajos que sí están sufriendo cambios. Fijémonos por ejemplo en los médicos. La especialidad de radiólogo es la primera que está comprobando en primera persona la competencia de las máquinas. Estos profesionales analizan imágenes para diagnosticar y tratar enfermedades y lesiones… pero no pueden revisar, en busca de patrones y anomalías, 260 millones de imágenes al día, como hacen equipos informáticos que cuestan aproximadamente 1.000 dólares. Con los algoritmos adecuados y su capacidad de machine learning, estas inteligencias artificiales obligan a los radiólogos a reinventar su trabajo.

El artículo completo en: Retina (El País, España)

13 de septiembre de 2017

Cinco maneras de ganar dinero extra sin abandonar su trabajo actual

Ya sea porque las deudas lo están agobiando, porque busca ahorrar al máximo para sus próximos estudios o vacaciones, o porque buscar aprovechar su tiempo libre, existen, según Entrepreneur, cinco formas para ganar dinero extra sin dejar su trabajo de tiempo completo. 


De hecho, la primera opción es empezar un negocio de servicio como, por ejemplo, catering o escribir de forma freelance. Nicolás Mónico, co-creador de la agencia de marketing Luxxo Lab y quien a su vez escribe para diferentes revistas, señaló la importancia del voz a voz para darse a conocer y que sea una labor que realmente lo apasione. “La importancia de las relaciones públicas tanto en términos de imagen como de contactos vale entre 70% y 80%. 

Así mismo, es fundamental asumir este dinero extra justamente como un ingreso adicional y no permitir que se convierta en una necesidad”, afirmó Mónico. Precisamente, para Daniel Tovar, experto en esta materia, por un lado se puede aprovechar Amazon o plataformas como Mercado Libre para comprar al por mayor. De igual forma, Tovar destacó el desarrollo de aplicaciones; la inversión en criptomonedas ; participar en encuestas en internet o a través del celular y cobrar por su opinión (por ejemplo a través de Mobrog, la cual paga entre US$0.5 y US$4 por encuesta) y hasta en audiolibros, puesto que “usted lee un libro, se graba y lo vende a Google Play, eso sí dependiendo de las condiciones en derechos de autor”, explicó. 

Pero el artículo recién comienza, ingrese a Gestión (Perú) para conocer las cinco maneras de ganar dinero extra!!!

16 de agosto de 2017

Un truco sencillo y novedoso para que venzas tu tendencia a dejarlo todo para después

Cierra los ojos. Imagínate terminando ese tedioso proyecto de meses de duración que odias.

Piensa en los papeles que estás preparando en tu escritorio, en los documentos que necesitas imprimir, en las conversaciones indispensables para terminar el proyecto e incluso en lo que vestirás el día de la presentación o cómo te sentirás al final del proyecto. Cuanto más viva sea la imagen en tu mente, mejor.


El ejercicio parece simple, pero algunas investigaciones recientes sugieren que visualizarse en el futuro podría ser una forma novedosa de vencer la postergación de tareas por cumplir.
Esta es la teoría: la mayoría de nosotros no somos particularmente buenos imaginando cómo nuestras acciones inmediatas nos afectarán a largo plazo. 

Pero vernos constantemente en un momento posterior de la vida y cómo nuestras decisiones diarias afectan a esa futura persona puede ayudarnos a tomar mejores decisiones inmediatas, porque es más fácil imaginar las consecuencias a largo plazo.

Parte de la idea proviene de la investigación de Hal Hershfield, psicólogo y profesor asociado de marketing en la Escuela de Administración Anderson de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que estudia cómo nuestra percepción del tiempo puede alterar la toma de decisiones.

En una serie de cuatro experimentos, se les pidió a las personas que interactuaran con sus "yo futuros", usando retratos que mostraron cómo lucirían en la vejez a través de un programa de realidad virtual. 

Hershfield encontró que aquellos que interactuaban con su futuro eran entonces más propensos a asignar dinero hacia una hipotética cuenta de ahorro para la jubilación.

El experto señala que a menudo nos comportamos de maneras que pueden ser perjudiciales a largo plazo: "Es muy similar a comer poco saludable hoy y sufrir las consecuencias con el tiempo".

Sin embargo, "cuando ayudamos a la gente a visualizar y considerar más profundamente su futuro, aumenta la tendencia a actuar de manera más orientada hacia ese futuro", sostiene.

Esta idea se puede aplicar al manejo del tiempo. Por ejemplo, puede parecer inconsecuente retrasar un proyecto para otro día y pasar la tarde mirando Facebook. 

 Pero imaginarte a ti mismo lidiando con el estrés adicional causado por esta pequeña decisión una vez que el plazo límite llegue en un mes puede ayudarte a retomar el trabajo.

El artículo comleto en: BBC

14 de agosto de 2017

Tome las riendas, priorice su carga de trabajo antes de que lo hagan otros

Priorizar el trabajo puede ser frustrante, sobre todo si se trabaja para un mánager poco involucrado o una empresa que no fija objetivos claros. La mayoría de las personas que trabajamos nos enfrentamos a esta realidad cada día. La conocida (y citada) investigación de Robert Kaplan y David Norton demuestra que más del 90 % de los trabajadores de una empresa no entiende totalmente la estrategia de ésta ni lo que se espera de ellos para lograr los objetivos de la compañía. Para añadir más gravedad al problema, una investigación reciente demuestra que quienes ocupan cargos ejecutivos afirman tener prioridades que entran en conflicto entre ellas. En un mundo en el que las prioridades contradictorias e indefinidas representan la norma, ¿cómo podemos aprender a priorizar nuestra propia carga de trabajo sin dejar de sentir la satisfacción de un trabajo bien hecho?

Asumir el mando

Primero, compruebe su mentalidad en cuanto a fijar prioridades. No dé por sentado que priorizar su volumen de trabajo es el cometido de otra persona, no se considere a sí mismo como un "ejecutor", como una "abeja obrera". Resulta fácil culpar a nuestros superiores y empresas ante un nivel alto de estrés y una cantidad abrumadora de trabajo, pero comprenda que organizar y definir prioridades es uno de los cimientos del éxito. Para ello, puede empezar por evaluar cómo de bien está lidiando con el aumento de trabajo que supone liderar hoy en día.

Filtrar las prioridades

Seleccione un par de áreas concretas en las que fijar sus prioridades; esto puede ayudar al cerebro a gestionar la sobrecarga informativa. Los investigadores han comprobado que el exceso de opciones es lo que nos paraliza y da paso a decisiones contrarias a nuestros propios intereses. Dos criterios que yo utilizo con mis clientes para ayudarles a evaluar sus prioridades son la contribución y la pasión. Piense en su rol actual y conteste a las siguientes preguntas:
  • ¿Cuál es mi mayor contribución? Cuando reflexionamos sobre nuestra aportación al trabajo, tenemos en cuenta tanto las necesidades de la organización como la forma en que ofrecemos nuestras fortalezas, experiencia y competencias de manera única. La palabra contribución captura un sentimiento de propósito, ciudadanía y servicio.
  • ¿Qué me apasiona? La motivación y la energía impulsan la acción, así que cuando fije prioridades, tenga claro qué es lo que le inspira de su trabajo en ese momento.
Determinar los pasos a seguir con un marco organizativo
Podemos juntar los criterios de contribución y pasión para definir un marco organizativo y de acción. Este esquema le puede ayudar a categorizar sus prioridades y definir las acciones posteriores. Observe el siguiente gráfico:



Cuadrante I: Priorice aquellas áreas de su trabajo que se encuentren en esta intersección ideal entre lo que más valor aporta y más le apasiona. Revise sus respuestas a las preguntas anteriores y compruebe qué proyectos, iniciativas y actividades aparecen tanto entre las que aportan más valor y más le entusiasman.

Cuadrante II: Tolere los aspectos de su trabajo que son importantes, pero consumen su energía. ¿Cuáles son las posibles incomodidades? ¿Qué puede hacer al respecto?
  • Acepte que no pueden encantarle todos y cada uno de los aspectos de su trabajo. Por ejemplo, le puede emocionar tener una posición de más responsabilidad y un equipo más grande, pero no tanto el incremento de procesos de gestión y administración que supone.
  • Acepte que podría encontrarse dentro de una curva de aprendizaje. Tal vez un aspecto clave del trabajo incluye algo que aún no representa su punto fuerte, como preparar presentaciones y asumir una mayor visibilidad externa. Mantenga una mentalidad de crecimiento y oblíguese a salir de su zona de confort.  
  • Recuerde que hay un punto de inflexión en este cuadrante. Por ejemplo, su mayor aportación en un rol dedicado a la estrategia podría no ofrecerle nunca la pasión que siente cuando ejerce de mentor. El cuadrante podría revelar que ha llegado el momento de un cambio (esa era mi situación hace más de 15 años, cuando ninguna priorización que pudiera hacer iba a superar el hecho de que tenía la carrera equivocada).
Cuadrante III: Privilegie aquellas tareas que le aportan mucha energía y motivación, pero otras personas no consideran el mejor uso de su tiempo. ¿Cuáles son los posibles puntos de elevación?
  • Destaque el valor añadido. Puede que vea una área nueva interesante en la que adentrase, pero cuyo valor no esté tan claro para otros. Comparta lo que observa en el horizonte e impulsa su convicción; explique por qué no le viene bien solo a usted, sino también a la empresa.
  • Elévese a sí mismo. Sea consciente de las áreas en las que aún disfruta, quizá un rol anterior o su trabajo cuando la empresa era más pequeña. Puede que le encante resolver problemas y esté predispuesto a la acción, lo que también le empuja a inmiscuirse en cosas de las que su equipo debería ocuparse: pulse el botón de pausa antes de lanzarse a la piscina.
  • Al final, si aumenta la desconexión entre lo que a usted le motiva y lo que valora su organización, podría haber llegado el momento de pasar página.
Cuadrante IV: Delegue la gestión diaria de actividades, correos electrónicos y reuniones de escaso valor. Si no hay en quién delegar, presente (y argumente) una propuesta para contratar otra persona. También puede decir simplemente que no, puede eliminar esas tareas por completo. La ironía es que, a medida que avanzamos en nuestra carrera profesional, lo que antes pertenecía al cuadrante I ahora se encuentran en el IV. Si la gente sigue acudiendo a usted para ese tipo de tareas, puede redirigirlas con educación con fórmulas como: "Me alegro mucho de verte. Sé cuán importante es esto. Le he pedido a Kate, de mi equipo, que lo asuma. Ella podrá proporcionarte una respuesta más rápida y directa".

Operacionalizar y señalar las prioridades en el calendario

Estudie su calendario del último mes para comprobar cuánto tiempo ha dedicado a cada uno de los cuadrantes. Personalmente, yo utilizo un sistema de codificación por colores para ver rápida y visualmente cómo lo llevo: CI, amarillo; CII, morado; CIII, azul; CIV, incoloro. Al comienzo de una nueva semana, señale todas las prioridades CI y concédase un poco de tiempo de preparación extra para ellas.

No se conforme con el statu quo. Como dice el autor de Essentialism, Greg McKoewn, si no prioriza su tiempo, alguien lo hará por usted. Y no siempre lo hará con sus mejores intereses ni el bien mayor en mente. Así que hágase cargo y reclame el poder de decisión sobre dónde puede dedicar mejor su tiempo y energía. Al hacerlo, se colocará en la dirección adecuada para conseguir resultados significativos, experimentar una mayor satisfacción laboral y disfrutar de mayor energía y motivación.

Tomado de:

Harvard Business Review

2 de agosto de 2017

Los seis consejos que le darías a tu hija en su trabajo

Decía Michelle Obama que Fred Astaire y Ginger Rogers tenían el mismo trabajo. Los dos bailaban, solo que ella lo hacía con tacones.
Y esta es una buena metáfora para reflejar las dificultades que viven muchas profesionales cuando quieren prosperar en el mundo laboral. Tampoco quiero decir que la carrera de los hombres sea un camino de rosas pero, reconozcámoslo, la incorporación de la mujer al trabajo retribuido es relativamente reciente. Por tanto, no es de extrañar que social y educativamente todavía suframos algunos desafíos, que dependen de nosotras y que tenemos (y debemos) plantarles cara para progresar. Y no sirve solo con culpar al mundo de lo que nos ocurre o de quejarnos que cobramos menos comparativamente, que es cierto y que hay que ponerlo encima de la mesa. El auténtico cambio se producirá cuando seamos nosotras las que comencemos a hacer cosas diferentes. Veamos en cuáles podemos comenzar:
Supera del síndrome de niña buena. A muchas nos han educado en ser buenas chicas, es decir, en buscar agradar a todo hijo de vecino para sentirnos queridas y valoradas. Está muy bien, se desarrolla una empatía extraordinaria, genera confianza pero, cuidado, desde ahí se olvida algo fundamental, que es a una misma. Lo que nosotras necesitamos tiene el mismo valor que cualquier otra necesidad, sea la pareja, los hijos, el jefe o los compañeros. No digo hacer todo cuanto se nos ocurra, sino tener el coraje de preguntarse honestamente: “¿Qué es lo que yo realmente deseo, más allá de sentirme querida por el resto?”. Solo así surge la fuerza de la determinación para tomar decisiones.

Gana visibilidad. Hay muchos jefes que te pueden proteger. Como hacen los pájaros, que cuidan a sus crías bajo el ala. Ahí se está a gusto, no hay peligros, pero tampoco se vuela. Muchos jefes que tienen esta tendencia suelen evitar dar visibilidad. Por ello, el camino del liderazgo personal sea en una empresa o en una familia requiere dosis de atrevimiento para salir de posiciones menos cómodas pero mucho más enriquecedoras.

Aprender a “vender” nuestro trabajo. Esta palabra suena mal, lo sé, pero necesitamos hacernos a la idea de que necesitamos poner en valor lo que hacemos. Como dice Sheryl Sandberg, la directora financiera de Facebook y considerada como una de las mujeres más poderosas de Estados Unidos: “A los hombres se les contrata por las expectativas y a las mujeres por los resultados”. Y esto no es responsabilidad de ellos, sino de nosotras mismas. No esperemos a que otros digan lo buenas que somos, sino tomemos nosotras la iniciativa.

Haz de tu pareja tu auténtico compañero. Este punto no siempre es fácil. En casa puedes tener un aliado o alguien que te ponga palos en las ruedas. Desarrollar una carrera profesional es bien complicado si cada vez que abres la puerta de casa se inaugura una batalla campal por el trabajo. El remedio es fácil (decirlo, que no siempre conseguirlo): sustituir los mensajes de o yo, por nosotros para que tu pareja sea tu aliado. La pareja necesita confianza y sentir que es alguien muy importante en tu vida. Cuando te centras mucho en el trabajo, puedes olvidarte de darle ese espacio y luego surgen los problemas. Por supuesto, que dichos problemas pueden nacer por mil y otros motivos, pero lo que está claro es que la vida es más fácil si la persona que está a tu lado es un auténtico compañero, como así confirman los datos: de las 28 mujeres que han sido CEOs de las Fortune 500, 26 están casadas, una divorciada y una soltera.

Ten un mentor en tu vida. Un mentor o mentora es quien te comparte su experiencia de manera generosa para ayudarte. No tiene por qué gestionarse a través de programas formales de empresa, sino que puede ser una misma quien lo solicite a quien tenga tiempo y ganas de aportar. Por ello, escoge a alguien con quien has tenido una interesante conversación y tómalo como mentor o mentora para ayudarte.

Y olvídate de la culpa. Posiblemente, el sentimiento de culpa es una de nuestras especialidades. No hablamos de la emoción que surge por cometer un delito, sino de algo más cotidiano y sutil: por no estar a la altura, por no ser mejor madre y profesional, por no estar más tiempo con la pareja… en fin, un sinfín de motivos que nos hacen daño. Pues bien, detrás de la culpa hay dos claves: expectativas de una misma más cerca de superwoman que de otra humana y un perfeccionismo imposible. Así pues, quitémonos la capa de superheroína que puede con el mundo, aceptemos que somos lo que somos y divirtámonos con ello.

Fuente:

El País

5 de julio de 2017

Jefes millennials, un nuevo paradigma laboral

Las nuevas generaciones rompen el molde de que los puestos jerárquicos son para los trabajadores dentro de las empresas. Creatividad, proactividad, innovación y flexibilidad, entre los aportes que traen consigo.

Años atrás, los puestos más altos de las empresas eran para los trabajadores de mayor experiencia y tiempo dentro de la firma. Las nuevas generaciones, sin embargo, con niveles de estudio más alto en menor tiempo, rompieron este molde.

“Las compañías con jefes millennials crecen porque tienen otra mirada frente a los procesos y cómo llegar a los resultados. Priorizan un ambiente laboral y horarios flexibles”, explica Sandro Cosentino, gerente de Recursos Humanos de Grupo Newsan, y resalta: “Lo ideal en las firmas es generar una sinergia con empleados de varias franjas etarias para que cada uno pueda aportar conocimientos que potencien el crecimiento de las empresas”.

Marianela Cioffi, jefa de Capacitación y De-sarrollo en Gestión Compartida, apunta: “Para un millennial, ser jefe no es fácil y menos cuando, al ascender, quienes solían ser sus compañeros de trabajo pasan a ser sus empleados. El rol de las empresas es fundamental acá; está en ellas prepararlos de forma adecuada”.

IguanaFix es una firma nacional para la contratación de servicio técnico en América latina a través de una plataforma online. Dentro de ella, señala su CEO y co-fundador, Matías Recchia, el 90% de las personas tiene menos de 30 años y muchos cuentan con posiciones de liderazgo. “Tenemos jefes o directores que contratamos siendo millennials y otros que crecieron acá adentro. Por ejemplo, nuestro director de Operaciones para la Argentina tiene solo 25 años y se unió al equipo después de haber creado su propio emprendimiento a un año de graduarse de la universidad. Hoy, tiene más de 20 personas que reportan a él directamente y se ganó el puesto por el gran trabajo que realizó, aportando ideas creativas y motivando al resto del equipo”, dice.

“Cuando los millennials asumen posiciones de liderazgo, no sienten que pedir consejos sea signo de debilidad. Están acostumbrados a los circuitos de comunicación más activos y al intercambio de ideas. De este modo, las personas de mayor edad son incluidas y valoradas, lo que ayuda a que se abandonen los prejuicios sobre una juventud conductora del trabajo”, recalca Cioffi.

La tecnología es uno de los pilares de los puestos de liderazgo asumidos por millennials. “La tienen incorporada a su vida y no la perciben solo como un soporte externo. Para esta generación, no hay una diferencia entre lo virtual y lo real; pueden mantener una comunicación fluida con sus equipos tanto de manera presencial como por un grupo de WhatsApp”, señala Cioffi. En este sentido, Recchia cuenta que, dentro de IguanaFix, usan más el WhatsApp que los mails para comunicarse: “Tenemos grupos y las decisiones se toman rápido a través de mensajes”.

Innovación

Lejos de los ámbitos laborales en donde cumplir el horario era fundamental y el espacio de trabajo se reducía a un escritorio con una computadora, un anotador y algunas biromes, los millennials proponen otro tipo de esquema.

“El método de trabajo es diferente porque se caracterizan por innovar. Promueven espacios al aire libre para relajarse entre reuniones, disponibilidad de laptops y celulares para estar conectados todo el tiempo en cualquier lugar; priorizan los espacios de reuniones para grandes debates y brainstormings. Así logran una dinámica de trabajo en equipo con entornos más colaborativos en donde trabajar tiene que significar disfrutar de la tarea”, sostiene Cosentino, en tanto Cioffi afirma que un millennial es más un coach que un jefe, dado que busca que cada uno dé lo mejor de sí, sin generar presiones innecesarias.

Por otra parte, esta generación también se aburre rápido. “No están obsesionados con las líneas de reporte y se enfocan más en cómo generar impacto, más allá del puesto”, señala Recchia. Su profunda formación académica, con posgrados y especializaciones, los capacita para acelerar su crecimiento. “La motivación está relacionada con el asumir de nuevos desafíos”, destaca Cioffi, y apunta a que las áreas de Recursos Humanos tienen un rol esencial en brindar seguimiento a los líderes y pensar en nuevas oportunidades para ellos.

“La pasión acompaña a la decisión de los jóvenes de querer cambiar de trabajo, por lo que los beneficios y el crecimiento profesional deben ir de la mano de las libertades que anhelan para crear e innovar. Los millennials quieren crecer; mientras se les brinde el espacio para ello no van a estar en búsqueda de otra cosa”, dice Cosentino. Y acentúa: “Los puestos ideales no existen, cada uno los hace, y eso es algo que depende de cada persona, no de una generación”.

“Hay que hacer del trabajo un momento desafiante, interesante y divertido. Por ejemplo, uno de nuestros líderes millennial es jefe de Operaciones, pero solía ser jefe de Ventas Telefónicas y, en seis meses, hay una gran chance de que se convierta en director en un país de un mercado nuevo que abriremos. Hay que motivarlos, darles responsabilidades e incentivarlos a que el desarrollo de la empresa sea, también, el propio”, acota Recchia.

Al final del día, una firma busca resultados. Y la edad de quienes lideren no es lo fundamental, sino que son sus valores y cualidades. “Cada generación enriquece desde diversos aspectos, eso es lo que hace interesante que los millennials ocupen este tipo de posiciones”, afirma Cioffi. Recchia explica: “Lo importante es definir la cultura de la empresa y determinar cuáles son las cosas que realmente hacen la diferencia. Que la gente tenga en claro que es una meritocracia”.

En primera persona

Noelia Scrivano tiene 30 años y hace dos que trabaja en Sofftek. Cuando ingresó era líder de un equipo en QA Testing y hoy ocupa el rol de Practice Specialist de QA. Pasó de coordinar las tareas de tres personas a gestionar una práctica con más de 45. “Siempre busco cómo incentivar a los empleados. Creo que la clave está en hacerlos 100% responsables de las tareas que tienen a cargo y así obtienen visibilidad dentro de la compañía”, señala Scrivano. Y detalla que, dentro de la dinámica laboral, utiliza herramientas como Slack, Trello, Skype, y charlas informativas y motivacionales para el personal.

Desde el momento en que asumió el cargo hasta hoy, se incluyeron seminarios, planes de carrera, integraciones y generación de grupos de pertenencia, así como también se trabaja en equipo y se utiliza el homeworking.

“Tengo un líder que me incentiva constantemente y es lo que yo también busco en mi equipo. Fomento que puedan aprender sobre nuevas tecnologías y cada colaborador se capacite para que puedan vender mejor los servicios a los clientes. Hay que favorecer el aporte creativo”, reflexiona.

Fuente:

Gestión (Perú)

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