Mucha gente piensa que un antibiótico puede curar la tos, el resfriado o la gripe.
La mitad de la gente que
consulta a su médico con una infección respiratoria que presenta
síntomas como tos, resfriado o gripe, esperan que se les recete un
antibiótico para curar el trastorno, revela un sondeo en el Reino Unido.
A pesar de que se piensa que los antibióticos
son remedios "milagrosos" que pueden curarlo todo, estos fármacos no
pueden combatir los virus que son la causa de la mayoría de las
infecciones respiratorias.
Sin embargo, 25% de adultos encuestados piensa que un antibiótico puede curar una tos o un resfriado.
La investigación, llevada a cabo por la Agencia
de Protección a la Salud (HPA) del Reino Unido, entrevistó a 1.800
adultos en Inglaterra.
Encontró también que una de cada 10 personas
guarda el sobrante de sus tratamientos antibióticos y muchos se
automedican con esos sobrantes la próxima vez que caen enfermos.
Tal como señala la HPA el mal uso de estos
medicamentos está llevando a un incremento drástico en el número de
infecciones que no pueden curarse.
La doctora Cliodna McNulty, jefa de atención
primaria de la HPA, expresa que la automedicación, además de que puede
tener riesgos para la salud, está incrementando la resistencia a los
medicamentos.
"La mayoría de las personas pueden tratarse a sí
mismas en su casa utilizando las medicinas que se venden sin receta que
son para aliviar los síntomas" dice la experta.
Entre los entrevistados por la HPA 500 habían
recibido una prescripción para antibiótico durante el año previo, de
éstos 11% informó que había guardado el sobrante y 6% dijo que esperaba
tomarlo si presentaba una futura infección.
Tal como expresa la doctora McNulty aunque estos
números parezcan pequeños, se trasladan a números enormes cuando
consideramos que, sólo en este país, 30% de la población toma
antibióticos cada año.
En otros países la situación es incluso más grave.
En América Latina, por ejemplo, muchos países siguen permitiendo la venta de estos medicamentos sin receta médica.
Sólo en Chile, Costa Rica, Perú, Venezuela y México se restringe la venta de estos fármacos.
"Hay evidencia de que entre más antibióticos
tomes más probabilidad tendrás de desarrollar resistencia" señala la
doctora McNulty.
"Y también tendrás más probabilidades de sufrir diarrea vinculada al antibiótico".
"No es cura para todo"
La HPA afirma que los profesionales de salud
deben resistir la demanda de sus pacientes de tratamientos antibióticos
cuando se sabe que éstos no tienen efecto en la tos y los resfriados.
La Agencia encontró que 97% de los encuestados
dijeron que cuando habían pedido a su médico un antibiótico, éste se los
había recetado.
"A pesar de muchos años de campañas públicas
informando a la gente que los antibióticos no funcionan contra la tos,
el resfriado y la gripe, nuestro estudio muestra que siguen
prevaleciendo estos mitos", expresa la experta.
"A
pesar de muchos años de campañas públicas informando a la gente que los
antibióticos no funcionan contra la tos, el resfriado y la gripe,
nuestro estudio muestra que siguen prevaleciendo estos mitos"
"Entendemos que la gente se siente muy mal
cuando sufre una tos, le duele la garganta o padece un resfriado o
gripe, pero para la mayoría de las personas estos síntomas, aunque
desagradables, son de corta duración".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma
que la resistencia que están desarrollando muchos microorganismos a los
antibióticos se está convirtiendo en uno de los problemas de salud
pública más graves del mundo.
Tal como señala la doctora Clare Gerada,
presidenta del Colegio Real de Médicos Generales del Reino Unido, señala
que "los antibióticos son algo maravilloso cuando se utilizan
apropiadamente, pero no son una cura para todas las enfermedades y no
deben ser vistos como tal".
"Pero a menudo lo opuesto es cierto, cuando se
usan en exceso o inapropiadamente estos fármacos pueden en causar más
daños que beneficios reduciendo la inmunidad del paciente a enfermedades
o desarrollando una inmunidad a los fármacos".
"Y ambas cosas pueden tener consecuencias negativas para la salud", agrega la experta.
Estas consecuencias se están viendo ya.
El Centro Europeo para la Prevención y Control
de Enfermedades calcula que, sólo en Europa, cada año unas 25.000
personas mueren como consecuencia directa de una infección resistente a
los medicamentos disponible.
Tomado de:
BBC Ciencia