Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta ratones. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta ratones. Mostrar todas las entradas

8 de diciembre de 2010

Menos biodiversidad, más enfermedades


El estudio advierte sobre la necesidad de proteger las regiones ricas en biodiversidad, para evitar el aumento de la transmisión de enfermedades infecciosas.

La pérdida de biodiversidad aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas entre los seres humanos.

Ésta es la conclusión de una investigación realizada en Estados Unidos que analizó cerca de 25 estudios diferentes llevados a cabo en los últimos cinco años.

"Esto se debe a que las especies que tienden a desaparecer primero –cuando comienza a verse afectada la biodiversidad- son aquellas que son más efectivas en reducir los índices de transmisión de enfermedades", le dijo a BBC Mundo Felicia Keesing del Bard College de Nueva York y autora principal del estudio.

"Mientras que las que sobreviven", añade, "suelen ser aquellas que aumentan la transmisión".

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la velocidad a la que se están extinguiendo las especies hoy día es entre 100 y 1.000 veces superior si se la compara con la época en que la Tierra no estaba habitada por seres humanos.

Sin embargo, hasta ahora, los científicos no habían logrado establecer una relación clara entre la pérdida de especies y el contagio de enfermedades.

Además de dejar en evidencia el vínculo entre ambos fenómenos, el estudio también pone de relieve la función que cumplen los ecosistemas en proteger la salud de la población.

Ratón vs. zarigüella

Para ilustrar la teoría, Keesing utilizó -entre varios ejemplos- el caso de la enfermedad de Lyme, o Borreliosis, una enfermedad infecciosa que presenta síntomas parecidos a la gripe y que si no se trata de forma adecuada puede afectar el cerebro, el sistema nervioso, los ojos, las articulaciones y el corazón.

"Si tienes un bosque diverso, habrá muchos animales de los que se puede alimentar la garrapata que transmite el mal. Algunos animales pasan la enfermedad a la garrapata y otros no".
El ratón de pies blancos que habita el este de América del Norte, por ejemplo, es uno de los animales más populares que "hospeda" a la bacteria que causa la borreliosis y las garrapatas que la transmite. En cambio, las comadrejas de Virginia (que en varios países se conoce como zarigüeyas, tlacuaches, mucas o chuchas) no suelen ser refugio para esta bacteria y matan a la gran mayoría de garrapatas que intentan alimentarse de ellos.

El problema es que "cuando se trata de un bosque con poca biodiversidad, la especie predominante es el ratón y no la comadreja", dice Keesing.

Teorias

A esta altura, la pregunta que surge es por qué desaparecen primero las especies que no transmiten las enfermedades.

"Esa es la pregunta del millón de dólares", responde la investigadora.

Aunque todavía no han dado con una respuesta, los científicos sugieren que puede ser porque las bacterias o los virus podrían haberse adaptado a vivir en los animales que dominan un hábitat.
Especies como los ratones, que tienen la capacidad de adaptarse a los ambientes degradados, son más abundantes.

En cambio las comadrejas, que son más grandes y viven por más tiempo que un ratón, son más selectivas a la hora de elegir su hábitat, y si el bosque se degrada, tienden a desaparecer primero que los ratones.

Otra posibilidad es que las especies acostumbradas a vivir en ambientes degradados "inviertan menos en la clase de inumunidad que les permita defenderse de los agentes patógenos", explica la investigadora.

"Lo interesante es que no se trata de algo abstracto, ni que ocurre en un lugar lejano", dice Keesing, "los efectos son claros y pueden notarse incluso si la pérdida de biodiversidad tiene lugar en un bosque pequeño, cercano a un conjunto de casas".

Tomado de:

6 de diciembre de 2010

Bioterrorismo: De la vacuna al 'supervirus'

Dos investigadores fueron acusados de apología del bioterrorismo al crear, hace diez años, un virus mortal. El caso suscitó un debate sobre la responsabilidad de los científicos.

Dios mío, esto es escalofriante". Ian Ramshaw y Ron Jackson se miraron, sorprendidos, tras analizar los resultados de una de sus investigaciones. Los científicos australianos habían modificado genéticamente el virus que causa la viruela en ratones, creando una nueva cepa que había causado la muerte de todos los animales involucrados en el estudio. El nuevo virus también había acabado con ratones previamente vacunados. Era finales del año 2000, y los biólogos tenían la primera evidencia científica de un virus que rebasaba la frontera de la vacunación.

Tras el logro, dudaron qué hacer con los resultados, despertando el gran dilema que les atormentaría los siguientes meses: se preguntaban si su investigación debería ser publicada o no, ya que la explicación de su descubrimiento podría provocar que mucha gente pensara que estaban creando la receta una potentísima arma biológica, aunque estaba controlada en el laboratorio y no afecta a humanos.

Todo comenzó en 1988, cuando Ron Jackson entró a trabajar en la organización de investigación en ciencia e industria de la Common-wealth, el CSIRO, en la división de control de pestes animales. En Australia, los conejos y los ratones devastan los campos y, con ellos, la economía. El objetivo inicial de Jackson era generar una vacuna que consiguiera esterilizar a los conejos, pero ciertas dificultades técnicas provocaron que se decidiera inicialmente realizar una "prueba de concepto" en ratones.

Dicha prueba consistía en introducir en el Virus Ectromelia (EV) que causa la viruela en ratones el gen ZP3 de los óvulos de las ratonas. Durante la infección con el virus modificado, las células infectadas producirían la proteína de los óvulos. El sistema inmunológico de los ratones podría identificar la proteína como propia de un virus, y empezaría a combatir y eliminar las células que la produjeran, esterilizando a los animales infectados.

En enero de 1998, Ron Jackson, junto con el experto en inmunología Ian Ramshaw, publicó que la prueba de concepto era válida. Al infectar ratones de laboratorio con el virus modificado, el 70% de las ratonas quedaban estériles tras el tratamiento. El problema surgió porque apenas funcionaba en otras cepas de ratón. El virus necesitaba nuevos factores que mejoraran su eficacia.

Disminuir la respuesta

La posible solución consistía en introducir al virus el gen de la Interleucina 4 (IL-4), una molécula reguladora del sistema inmunitario, para aumentar la producción de anticuerpos y disminuir la respuesta frente al virus. Precisamente, el peligro del virus EV-IL-4 está en la capacidad que demostró para mermar las defensas.

Publicar dicha información era tan necesario como peligroso. Todo dependía de las manos en las que cayera. Según Jackson, aunque su investigación "estaba movida por fines pacíficos y centrada en animales, no en humanos, había que ser un idiota para no ver que dicha tecnología era transferible."

Ambos científicos decidieron apoyarse en expertos en el campo, buscando asesoramiento. Frank Fenner, investigador en la John Curtis School, experto en poxvirus, fue uno de los elegidos por Ramshaw. Fenner pensaba que cualquier individuo que quisiera utilizar la investigación como receta bioterrorista se enfrentaría a numerosos obstáculos. En primer lugar, el efecto de la IL-4 sobre la viruela murina no tenía porqué ser el mismo que sobre la humana. Además, un virus que rompe la inmunidad de individuos vacunados implica un gran riesgo para quien quiera manipularlo. Por último, el supuesto supervirus no podría controlarse, y el terrorismo siempre ha buscado el control a cambio de terror, no simplemente el caos.

Jackson decidió comunicar los resultados del EV-IL-4 al director del CSIRO, quien a su vez lo trasladó a las autoridades competentes y universidades. Ni siquiera el Departamento de Defensa Australiano puso obstáculos a que el EV-IL-4 viera la luz.

Quien haría de la información una bomba de relojería sería Rachel Novack, una redactora de la revista New Scientist, que entrevistó a Ramshaw días antes de que saliera su artículo en la prensa científica. Su artículo Un virus de ratón manipulado nos deja a un paso del arma definitiva provocó que el CSIRO fuera objetivo de la prensa mundial, y que Ramshaw y Jackson pasaran de ser reputados investigadores reputados en vacunas a apologistas del bioterrorismo.

En medio de la tormenta mediática, Ramshaw recibió la llamada más extraña de su vida. "Un hombre de avanzada edad, que llamaba desde Londres, me dijo que había vida después de la muerte y que los muertos utilizaban las palabras para contactar con nosotros". No entendió nada. Hizo falta un email al día siguiente para entender la inquietud del anciano. "Me di cuenta que nuestro virus se llamaba EVIL [maldad, en inglés]", cuenta ahora a Público, diez años después.

Hoy, queda lejos el descrédito mediático sufrido. Ian Ramshaw es consciente de lo importante que era el artículo para New Scientist, ya que según el investigador, la revista "tiene un gran interés en problemas asociados con la ingeniería genética".

No se arrepiente de la entrevista. "Lo peor que podemos hacer como científicos es tratar de ocultar lo que estamos investigando; la sociedad ya sospecha de los científicos, y si tratamos de escondernos sólo llevará a incrementar la sospecha. No somos dioses que decidimos lo que podemos hacer y dónde lo hacemos. Cuanto más abiertos seamos, más respeto tendremos públicamente. Cualquier cosa científicamente interesante debe ser publicada", asegura.

Ramshaw es actualmente director del Centro Nacional de Bioseguridad australiano, creado en 2006 para facilitar el compromiso de la investigación con sus posibles riesgos. La organización que dirige reúne a expertos de diversas disciplinas, como la microbiología, la epidemiología, el derecho, la ética o la seguridad internacional. Ramshaw está acostumbrado a discutir sobre el llamado "doble uso" de la ciencia, e incluso ha encontrado en su anterior investigación nuevos dobles usos. "Creamos un virus transmisible que no mataba pero dejaba estéril, algo que no ha llamado la atención y que nunca debió examinarse", asegura.

Pero Ramshaw también defiende que el doble uso no sólo lo persiguen posibles bioterroristas anónimos. Diversos departamentos de defensa gubernamentales también modifican genéticamente patógenos para conocer su peligrosidad. Y su objetivo ya no es sólo realizar estudios en animales, sino conocer el potencial de diversos patógenos que sí afectan a humanos. Para Ramshaw, la biodefensa "sólo es una excusa para trabajar en dichas áreas, y está llegando demasiado lejos. Aunque la justificación sea la defensa, se pueden desarrollar organismos [que afecten a humanos] que no existen".

Fuente:

Publico Ciencias

6 de noviembre de 2010

Los niveles de ácido láctico podrían indicar el inicio del envejecimiento cerebral

Especial: Cerebro Humano


Según un estudio del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) que se publica en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).

Los investigadores podrían controlar el progreso del envejecimiento midiendo los niveles de ácido láctico en el cerebro. Los investigadores han sospechado durante largo tiempo que el envejecimiento se produce a partir de un daño gradual al ADN mitocondrial, el material genético necesario para producir energía a partir de los alimentos.

Estudios previos han vinculado las mutaciones en el ADN mitocondrial humano con los trastornos del sistema nervioso central asociados a la edad como el Alzheimer y el Parkinson.

Los científicos, dirigidos por Lars Olson, investigaron esta teoría al examinar los procesos metabólicos del cerebro de ratones de edad avanzada normales y con envejecimiento prematuro.

Los investigadores descubrieron que la alteración del ADN mitocondrial desencadena un cambio metabólico en el cerebro de los ratones que podría alterar la expresión de ciertos genes que controlan la formación del ácido láctico.

Según los autores, este cambio produce un aumento en los niveles de ácido láctico en el cerebro que podría detectarse utilizando técnicas de imagen no invasivas. Los descubrimientos también sugieren que los niveles de ácido láctico se elevan antes que otros indicadores del envejecimiento y que, a falta de posteriores investigaciones, se podría utilizar para detectar las enfermedades asociadas a la edad del sistema nervioso central.

Fuente:

Europa Press

26 de agosto de 2010

El interruptor del miedo

El circuito cerebral que hace pasar de la parálisis a la huida o la lucha, desentrañado en ratones

El miedo puede producir reacciones muy diferentes, como la huida, la parálisis o la lucha y todo el proceso se desarrolla en una zona específica del cerebro. Los científicos han delimitado esta zona en ratones y también han identificado el tipo de neuronas que determinan la reacción a un estímulo que produce miedo. Su estudio indica que el proceso de decisión sobre si quedarse o no paralizado es una tarea cerebral más compleja de lo que se creía.

Investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) en Monterotondo y de la empresa GlasoSmithKline en Verona, ambos en Italia, combinaron técnicas farmacéuticas y genéticas con la resonancia magnética funcional. Así pudieron controlar la actividad de células específicas en el cerebro de ratones que experimentaban miedo y publican los resultados en Neuron.

Eran ratones genéticamente modificados, de forma que sólo las células citadas contienen un receptor químico para un medicamento concreto. Cuando los científicos inyectan ese fármaco en un ratón actúa sobre el receptor y bloquea la actividad cerebral de esas células, lo que permite a los investigadores deducir su papel en el control del miedo.

En este caso, informa el EMBL, apagaron las neuronas de tipo I, en la amígdala cerebral, que ya se suponía que están relacionadas con el miedo. Para poder medir esta emoción, entrenaron a los ratones para asociar un sonido a un estímulo desagradable, lo que les dejaba paralizados cuando lo oían.

"Cuando inhibimos estas neuronas, no me sorprendió ver que los ratones ya no quedaban paralizados, porque eso es lo que se supone que hace la amígdala. Pero nos sorprendimos mucho cuando hicieron otras cosas, indicativas de que estaban calibrando el riesgo", dice Cornelius Gross, director del trabajo. "Nos dimos cuenta de que no estábamos bloqueando el miedo, porque pasaban de una estrategia pasiva a otra más activa y eso no es lo que se suponía que hace esta parte de la amígdala".

Al escanear el cerebro de los ratones, también se sorprendieron los investigadores cuando vieron que el cambio de comportamiento estaba acompañado de una gran actividad en otras partes del cerebro, concretamente la corteza. Al bloquear esta zona con otra droga, volvió el comportamiento de parálisis asociada al miedo.

Este circuito era hasta ahora desconocido, lo que implica que los investigadores tienen un amplio campo de trabajo para lograr desentrañar el mecanismo del miedo.

Fuente:

El País Ciencia

30 de junio de 2010

Cuando el movimiento de la mano sustituye al ratón

Miércoles, 30 de junio de 2010

Cuando el movimiento de la mano sustituye al ratón

Un nuevo sistema permite usar el ordenador mediante impulsos eléctricos de los músculos. Investigadores de CEIT-IK4 desarrollan esta herramienta, para lo que han contado con la colaboración de la Asociación de Personas Sordas de Gipuzkoa


Usar el ordenador sin necesidad de clickar un ratón. Divertirse con un videojuego sin joystick, ni ningún otro tipo de mando. Interactuar en un entorno virtual de la forma más natural posible, a través del movimiento del cuerpo. Quizás en un futuro no tan lejano todo esto sea parte de nuestra vida cotidiana. Al menos en ello está un equipo de investigadores de CEIT-IK4 y de Tecnun-Universidad de Navarra, que lleva un año desarrollando un sistema que permite comunicarse con el ordenador mediante los impulsos eléctricos de los músculos generados por el movimiento de las manos.

Esta descripción recordará a más de uno a la Wii, la consola de Nintendo que ha revolucionado el sector de ocio. «Es algo parecido. Se trata de interactuar con lo que tienes delante de la forma más natural posible», cuenta Iker Mesa, ingeniero en Telecomunicaciones, máster en Biomedicina y con la tesis doctoral en marcha. Con la Wii hay que sujetar un mando. ¿Y si se pudiera eliminar?

La respuesta a esta pregunta se está gestando en los laboratorios de CEIT-IK4 en el Parque Tecnológico de Miramón, en un proyecto que arrancó con la idea de Jon Legarda y que otros ingenieros tratan de hacer realidad. «Hay diferentes compañías que desarrollan productos para poder interactuar cambiando los sistemas de comunicación tradicionales. Se buscan nuevos modelos que se parezcan más a la manera en que nosotros nos movemos de forma natural. Por ejemplo, interactuar con un ordenador sin teclado -explica el profesor Javier Díaz-. O ahora está muy de moda manejarse en un escenario virtual mediante los gestos que estás realizando. Ahí hay un potencial muy grande para comunicarte con el escenario».

Lo que ahora están desarrollando es una herramienta que reconoce las señales musculares. Díaz matiza que lo que capta este sistema no es el movimiento del músculo, sino la electricidad que hace que ese músculo se mueva. «En realidad es un proyecto de investigación bastante básico, en el que también queremos aprender los fundamentos de los movimientos de los músculos, es decir, la señal que producen sobre la piel, que es lo que se llama electromiografía, y relacionarla con los gestos que está haciendo el voluntario».

Con electrodos

Varios jóvenes están pasando por el laboratorio, donde les cubren el antebrazo con electrodos, en mayor número que los necesarios en realidad, «para ver cuáles son los más eficientes y más tarde utilizar aquellos que son clave», cuenta Mesa. Los voluntarios se sitúan delante del ordenador e imitan con la mano y el brazo los gestos que aparecen en pantalla. Su pulso es monitorizado durante todo el proceso.

En la actualidad, están registrando el lenguaje de signos que utilizan las personas sordomudas. «Los escogimos porque es estándar, para no tener que inventarnos gestos. Además, al principio tuvimos el apoyo de de la Asociación de Personas Sordas de Gipuzkoa. Cuando el experimento estuvo montado, vinieron y realizaron una labor de verificación», explica Óscar Blanco, ingeniero de telecomunicaciones que está realizando el proyecto fin de carrera.

Así que el voluntario realiza esos gestos delante de la pantalla, lo que significa que el sistema nervioso va lanzando pulsos a los músculos y hace que éstos a su vez desencadenen otro proceso eléctrico que es el que queda registrado por los electrodos. «Hay un proceso en cadena que se está produciendo y estamos intentando por un lado descifrar qué está pasando por ahí y, por otro, sacarle partido a esas señales», cuenta.

Díaz reconoce que hay otros sistemas basados en cámaras. Pero en la mayoría, cuenta, hay una pega, que es la oclusión, la interferencia de un objeto entre la cámara y la persona. «Si hay algo en medio, la cámara no lo ve y no puede interpretar lo que está pasando. Con la electromiografía ese problema no existe. Además, nuestro sistema va a funcionar con una transmisión wireless y no hay oclusión», explica.

La intensidad

Otra de las ventajas es que, a diferencia de las webcams, por ejemplo, esta tecnología permite captar con qué fuerza se agarra un objeto. «Hay métodos que sólo captan si abres o cierras la mano, pero con la electromiografía también se registra la intensidad», señala Mesa. En este momento están completando la base de datos de la que extraerán patrones universales que sirvan para todas las personas, independientemente de la edad, el sexo, la constitución física... De las pruebas con 15 gestos, la herramienta ya acierta 12 con un más del 90% de acierto.

Evidentemente, para cuando salga al mercado, no será necesario que el usuario se cubra el brazo de electrodos. «La idea es que una vez que desarrollemos todo el conocimiento, se simplifique el modelo». El quit que podría acabar comercializándose en el futuro sería una pulsera o un ratón inalámbrico con una espacio de llave USB. Todo bluetooth.

Fuente:

Diario Vasco

3 de junio de 2010

Hallan compuesto de la atracción sexual (... en los ratones)


Jueves, 03 de junio de 2010

Hallan compuesto de la atracción sexual (... en los ratones)

Científicos británicos descubrieron -en un estudio con ratones- la sustancia que hace que una hembra se sienta más atraída hacia un macho en particular, la sutancia se encuentra en la orina de los roedores; un olor repugnante para nostros pero sumamente exutante para las ratonas.

Inevitablemente uno se pone a pensar ¿existirá una sustancia similar en los seres humanos? Y, claro está, ¿podremos obtener dicha sustancia sin llegar a los extremos que narra la novela "El Perfume"?




Ratón

La feromona 'darcin' se encuentra en ratones pero quizás hay sustancias similares en humanos.

Y han bautizado al compuesto "darcin" en honor a Darcy, el atractivo héroe de "Orgullo y Prejuicio", la famosa novela de Jane Austen.

Tal como explican los investigadores en la revista BMC Biology, esta inusual sustancia es una feromona que se encuentra en la orina de los machos.

Y es la primera vez que se identifica a un compuesto específico capaz de "despertar" la atracción sexual de un individuo en particular.

Aunque el hallazgo fue llevado a cabo en ratones, los investigadores de la Universidad de Liverpool, en Inglaterra, creen que podría haber sustancias en humanos capaces de despertar respuestas similares ante el olor de un individuo particular.

Estudios en el pasado han demostrado que las feromonas liberan señales químicas específicas para la comunicación entre individuos de una misma especie.

Estos compuestos son capaces de provocar comportamientos específicos o desencadenar procesos fisiológicos en los individuos.

Recuerdo del olor

Las señales químicas que liberan las feromonas pueden ser detectadas tanto en aromas como sabores y algunos animales las utilizan para coordinar su comportamiento social, incluida la atracción sexual para el apareamiento.

En los ratones, se sabía que las feromonas son utilizadas para "anunciar" la ubicación del animal, o para "marcar" la posesión y dominio de un territorio

Lo que hasta ahora no se había logrado entender, sin embargo, era si existen compuestos específicos utilizados por los mamíferos para provocar respuestas específicas, como la atracción hacia un individuo en particular.

Para investigarlo, los científicos estudiaron a más de 450 ratonas hembras adultas que mantuvieron en cautiverio.

En los pruebas se colocó a las ratonas junto dos marcas aromáticas de orina, una de un macho y una de hembra, y se siguió un registro del tiempo que los animales pasaban junto a cada una de las marcas.

Ratón de laboratorio

Quizás haya una sustancia similar en los humanos.

En algunos de los experimentos las ratonas podrían "tocar" la marca aromática pero en otros sólo recibían el olor suspendido en el aire.

Los científicos descubrieron que las hembras pasaron más tiempo con los aromas de los machos y además, lograron memorizar el olor particular de ese macho.

"El contacto con la feromona darcin consistentemente duplicó el tiempo que las hembras pasaron cerca del aroma de un macho" explica la doctora Jane Hurst, quien dirigió la investigación.

"Cuando podían tocar a darcin con la nariz las hembras lograron aprender ese olor particular y subsecuentemente triplicaron el tiempo que pasaron cerca del aroma suspendido en el aire de ese mismo macho. Y no mostraron ninguna atracción hacia otros machos", agrega la investigadora.

Atracción selectiva

Según los científicos, esto revela que la proteína darcin estimula una respuesta a olores específicos no sólo por un proceso de aprendizaje sino también con la memoria.

Y esto, afirman, permite que la atracción sexual femenina sea selectiva hacia un macho en particular.

Los investigadores afirman que es la primera vez que se logra identificar a una proteína específica capaz de provocar una respuesta de atracción sexual en un vertebrado.

"Este 'efecto darcin' nos ofrece una nueva herramienta para investigar las bases neuronales de memorias específicas en el cerebro y nos da información importante sobre la regulación de la conducta en modelos de mamíferos complejos", dicen los científico.

Tal como señala la doctora Hurst "aunque darcin se encuentra sólo en esta especie, quizás hay feromonas similares capaces de estimular el aprendizaje del olor de un individuo que podrían ser la base de respuestas específicas individuales en humanos".

Fuente:

BBC Ciencia

29 de marzo de 2008

Ratones tienen pensamiento abstracto.

Aunque se sabe que los niños, primates y pájaros tienen esta habilidad, se descubrió que los roedores son capaces de aplicar experiencias adquiridas.

Al igual que las personas, las ratas tienen cierta capacidad para el pensamiento abstracto, publicó la revista Science en su edición más reciente.

Según indica el sitio Prensa Latina, estos animales son capaces de aplicar las experiencias adquiridas en circunstancias similares, una habilidad que es la base del pensamiento humano, según expertos del Colegio Universitario de Londres y la Universidad de Oxford.

Aunque se conoce que los niños pequeños, los primates y los pájaros tienen esa habilidad, otros animales no disponen de esa herramienta.

Los investigadores llegaron a esa conclusión después de realizar un estudio con ratas a las que se entrenó para responder de forma condicionada a una secuencia de estímulos de luz y oscuridad.

Un grupo de roedores recibía comida cuando había una secuencia luminosa, después una de oscuridad y con posterioridad otra luminosa, que los científicos nombraron ABA (A luminosidad y B oscuridad). Unas ratas fueron alimentadas con una secuencia AAB y otro con la BAA.

Después los científicos repitieron cada una y las ratas reconocieron las que auguraban los alimentos.

Con posterioridad cambiaron la secuencia a señales auditivas y no visuales y luego hicieron más difícil el ejercicio. Pese a que esta resultó poco familiar, las ratas conocían los momentos para conseguir los alimentos.

El estudio "muestra que son capaces de hacer algunas abstracciones complejas", indican los científicos en la revista.

Lea el artículo completo en:

LosTiempos.com
Animación suspendida en ratones

Consiguen inducir un estado de animación suspendida en ratones sin hipotermia y manteniendo la presión arterial y el oxígeno en sangre en niveles normales.

Foto

En las novelas y películas de ciencia ficción a veces se plantean viajes espaciales de larga duración en los cuales los astronautas viajan en animación suspendida.

Hace unos pocos años se logró inducir algo así como un estado de animación suspendida de manera artificial en ratones de laboratorio gracias a la administración sulfuro de hidrógeno en baja concentración. El sulfuro de hidrógeno es un gas tóxico que posee un olor característico y desagradable a huevos podridos, su molécula se compone de un átomo de azufre y dos de hidrógeno.

Ahora investigadores del Massachusetts General Hospital han demostrado en ratones que se puede mantener este estado independientemente de la temperatura corporal, con un ritmo cardiaco y metabolismo bajos, pero además manteniendo la presión arterial y el oxígeno en sangre en niveles normales. Además han demostrado que se puede revertir este estado sin que aparentemente se presenten efectos secundarios. El estudio fue publicado en la revista Anesthesiology.

En estudios previos se vio que este gas podía bajar la temperatura corporal y el metabolismo, aumentando las expectativas de supervivencia en ratones con aporte de oxígeno restringido. Pero la hipotermia en sí misma reduce las necesidades metabólicas y se creyó que quizás la reducción metabólica fuese un efecto de la hipotermia en sí y no un efecto inducido directamente por el gas.

En este estudio se midió el ritmo cardiaco, la presión arterial, la temperatura, la respiración y otros parámetros de ratones sanos a los que se expuso a una mezcla gaseosa que contenía 80 partes por millón de este gas durante varias horas. A algunos ratones se les estudió a temperatura ambiente mientras que a otros se les expuso a alta temperatura para impedir que su temperatura corporal bajara.

En todos los ratones bajó el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono al cabo de 10 minutos de comenzar a inhalar la mezcla gaseosa y permaneció baja mientras que se les administraba, pero volvían a su estado normal al cabo de 30 minutos de haber retirado dicha mezcla y comenzado a suministrar aire normal.

Foto

Durante la administración el ritmo cardiaco bajó un 50% pero no hubo cambio en la presión arterial o en la fuerza del latido. La respiración decreció, pero no los niveles de oxígeno en sangre. Esto sugiere que los órganos no estuvieron en riesgo durante la prueba debido a una posible falta de oxígeno.

Los ratones que estaban a temperatura ambiente tuvieron una bajada de su temperatura corporal al igual que en los estudios anteriores, pero los ratones mantenidos en un recinto cálido conservaron su temperatura. Los cambios metabólicos y cardiovasculares fueron los mismos en ambos casos, indicando que éstos no dependen de la bajada en la temperatura corporal.

Actualmente la hipotermia (bajada drástica de la temperatura del cuerpo) es el método más seguro de rebajar el metabolismo y se utiliza en humanos para casos de ictus, ataque cardiaco, trasplantes de órganos o cirugía de bypass coronario. Pero la hipotermia puede aumentar las infecciones y causar otros problemas. El uso de este gas en la anestesia permitiría hacer lo mismo sin necesidad de bajar la temperatura corporal.
Por tanto, este estado permitiría mantener los órganos en funcionamiento y sin daños cuando el aporte de oxígeno está limitado, como ocurre cuando se dan determinados tipos de daños traumáticos.

La idea es utilizar este tipo de anestesia en humanos en un futuro, tanto para esos tipos de tratamientos mencionados como para otros, pero aún no se sabe si estos resultados son extrapolables a humanos. Podría suceder que sólo funcionara en animales pequeños. El próximo paso de este grupo de investigadores es ensayar este sistema en mamíferos más grandes.

Obviamente el uso “espacial” de está técnica está muy lejano, si es que es posible y útil, pero en todo caso no parece que el método sea muy agradable.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Resumen de artículo original.
Nota de prensa en Anesthesiology.
Fotos de las películas “Alien, el octavo pasajero” y “2001, una odisea en el espacio”.

Fuente:

NeoFronteras

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0