En la conferencia
TEDGlobal 2009, celebrada del 21 al 24 de julio en Oxford, Eric Giler, jefe ejecutivo de la firma
WiTricity demostró que se puede suministrar energía eléctrica a cualquier dispositivo, sin necesidad de usar cables.
En una
presentación realizada en dicha conferencia, Giler hizo que un teléfono móvil iPhone de Apple y una televisión, funcionaran sin estar enchufados a la pared ni llevar baterías de ningún tipo.
No es magia, sino un sistema basado en un simple fenómeno físico, y que algún día podría acabar con kilómetros y kilómetros de caros cables de cobre y miles de millones de baterías desechables (se calcula que cada año se fabrican 40 mil millones de estas baterías).
Resonancia eléctrica En la página web de WiTricity se
explica que, a principios del siglo XX, el físico e ingeniero eléctrico
Nikola Tesla ya consiguió generar transferencia inalámbrica de energía eléctrica, mediante ondas electromagnéticas.
Entonces, Tesla desarrolló un sistema para enviar energía eléctrica sin cables a largas distancias, y pretendió aplicarlo en el proyecto de la
torre de Wanderclyffe.
Muchos años después, un profesor de física del Instituto Tecnológico de Massachussets
(MIT) llamado
Marin Soljacic ha continuado con los trabajos de Tesla en esta dirección, buscando fórmulas para transmitir energía sin cables. Soljacic lo ha conseguido, aunque aprovechando otro fenómeno físico: la llamada
resonancia eléctrica.
Este fenómeno hace que, cuando dos objetos tienen la misma frecuencia resonante, intercambien fuertemente energía entre sí y, por tanto, que la transferencia energética sea mucho más eficiente entre ellos, si se aplica a dicha frecuencia.
El dispositivo desarrollado por Witricity saca partido, concretamente, de la resonancia de las ondas electromagnéticas de baja frecuencia, que alcanzan una longitud de alrededor de 30 metros.
Cómo funciona Cada una de las bobinas que componen el sistema está cuidadosamente diseñada para llevar la misma frecuencia resonante que el resto.
Una de estas bobinas, la principal, se conecta a una fuente de electricidad para que genere un campo magnético resonante, entre ella y las otras bobinas. Esto provoca que entre la primera bobina y el resto fluyan “ristras” de energía.
El voltaje generado –ondas electromagnéticas que fluyen a través del aire- es suficiente como para cargar cualquier dispositivo sin necesidad de cables, aseguró Giler. Para conseguirlo, sólo se requiere de una bobina principal, que va metida en una caja, y de otras bobinas.
La caja de la bobina principal se puede “esconder” o incrustar en la pared, en el suelo o debajo de un escritorio, por ejemplo. Las otras bobinas irían acopladas a los aparatos, que comienzan a cargarse en cuanto se encuentran dentro de los límites a los que llegan las ondas de la bobina principal (es decir, a una distancia de unos 30 metros).
La energía entre las bobinas es transferida a través de
campos magnéticos, ya que "WiTricity" funciona usando el principio de inductancia, en el que una carga eléctrica es almacenada en forma de campo magnético en la bobina de un conductor.
Así, además del funcionamiento, se garantiza la seguridad, afirman los expertos. Al parecer, estos campos magnéticos interactúan con los objetos cotidianos menos que los campos eléctricos; y los humanos y la gran mayoría de cosas que nos rodean somos de naturaleza no-magnética.
Aplicaciones Según Eric Giler, las aplicaciones de WiTricity son ilimitadas: suministro energético para coches eléctricos (porque, ¿quién quiere realmente tener que enchufar su coche?, preguntó Giler en la conferencia TEDGlobal 2009); aparatos de todo tipo, maquinaria industrial…
También podría usarse para dispositivos pequeños, como un iPhone o cualquier otro teléfono móvil, tal y como demostró el ejecutivo en la presentación de TEDGlobal.
Actualmente, WiTricity no es el único proyecto que persigue lograr un desarrollo comercial de generador eléctrico sin cables. La compañía
Intel también está desarrollando una idea similar, y otras compañías trabajan con mecanismos que utilizarían alternativas, como el láser, para realizar la transferencia energética.
En Tendencias21 ya hablamos anteriormente de los trabajos de Marin Soljacic en un
artículo publicado en 2007. Entonces, Soljacic y su equipo habían fabricado dos antenas de cobre con forma de anillo, y conectaron una de ellas a una fuente de suministro eléctrico, mientras que la otra fue conectada a una bombilla de 60 vatios, situada a dos metros de distancia de la primera antena.
Fueron noticia porque consiguieron que la bombilla se encendiera transmitiendo energía eléctrica desde la primera antena que, al ser enchufada, produjo un campo magnético que se acopló por resonancia con la segunda, generando la corriente necesaria. Sin embargo, aquellas antenas aún medían medio metro de diámetro.
La reducción del tamaño del sistema, tal y como se vio en la TEDGlobal 2009 , podría significar que no está muy lejos de ser comercializable.