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29 de septiembre de 2016

Hallan en Groenlandia la evidencia de vida más antigua en la Tierra: 3.700 millones de años

Los fósiles de microorganismos aparecidos en las rocas de Isua pertenecen a una época en la que nuestro planeta todavía estaba en formación.


Los investigadores sostienen uno de los estromatolitos hallados en Isua, Groenlandia - Yuri Amelin

¿Cuándo empezó la vida en la Tierra? La respuesta quizás la tenga un grupo de investigadores de la Universidad de Wollongong en Australia, que ha descubierto en el espectacular paisaje de volcanes de barro de Isua, Groenlandia, los fósiles de unos microorganismos preservados en la roca, datada en 3.700 millones de años. El hallazgo, descrito en la revista Nature, anticipa en 220 millones de años la evidencia fósil de vida más antigua conocida hasta ahora.

El lugar donde ha sido desenterrado este tesoro biológico no es precisamente el sitio donde los científicos esperarían encontrarlo, ya que no alberga rocas sedimentarias, del tipo donde aparece la mayoría del registro fósil del planeta. Las rocas de Isua son metamórficas, lo que significa que han sido deformadas intensamente y alteradas por el calor y la presión con el paso del tiempo. Sin embargo, el equipo descubrió una rareza en la zona conocida como cinturón de Isua: en una pequeña área revelada por la nieve derretida, encontraron rocas relativamente bien presentadas que han sobrevivido al tiempo con sus atributos sedimentarios intactos.

Lo más sorprendente es que entre las rocas de 3.700 millones de años los científicos observaron la presencia de estromatolitos de uno a 4 cm de altura, unas formaciones creadas por el crecimiento de microorganismos en capas, depositados en un ambiente marino somero. Estos fósiles son 200 millones de años más antiguos que los que hasta ahora ostentaban el récord, encontrados en rocas sedimentarias en Australia occidental.

Como en Marte

Los autores dicen que estos resultados son consistentes con anteriores estudios genéticos moleculares que sitúan los orígenes de la vida hace más de 4.000 millones de años. En un momento en el que los continentes solo ocupaban una parte muy pequeña de la superficie del planeta, la corteza oceánica de Isua estaba impregnada por fluidos básicos hidrotermales ricos en carbonatos, y con temperaturas de entre 100 a 300°C. En ese ambiente se generaron volcanes de lodo y se reunieron las condiciones necesarias para formar moléculas orgánicas estables.

Además, la investigación también tiene otras implicaciones más allá de la Tierra. Como explica en un artículo que acompaña al estudio de Nature Abigail C. Allwood, investigadora del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California (EE.UU.), hace 3.700 millones de años, la Tierra era un lugar tumultuoso, bombardeado por asteroides y todavía en su etapa de formación. Si la vida pudo establecerse en un sitio semejante, entonces la vida «no es algo quisquilloso, renuente y poco probable». Si es así, planetas como Marte pueden ser aún más prometedores como hogar potencial de vida en el pasado. «Una gran cantidad de misiones a Marte han demostrado que en la época en la que las rocas de Isua se formaron, el Planeta rojo no se veía muy diferente de la Tierra desde una perspectiva de habitabilidad, con cuerpos de agua permanentes en la superficie», recuerda. 

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ABC Ciencia

8 de julio de 2016

Cómo 'montar' un plesiosaurio a partir de un solo hueso

Montar a Eva fue igual que un puzzle, solo que más difícil y sin instrucciones en la caja.

Acabas de terminar un puzzle de 5.000 piezas y te sientes el rey del mambo. No queremos bajarte de la nube, pero sin duda estos arqueólogos tienen algo más de mérito. Por simple hobby, el grupo de aficionados se encontraba paseando en 2014 por el yacimiento de Must Farm (Inglaterra) cuando encontraron un hueso de lo más peculiar. Tras analizarlo detenidamente, se percataron de que correspondía a un plesiosaurio, un orden de reptiles del Jurásico que se extinguió en el Cretácico y del que sabemos muy poco.

Los arqueólogos supusieron que el hueso no estaba solo, así que clavaron en pico para tratar de desenterrar a la 'bestia'. Fue así como, poco a poco, fueron juntando en su mesa un montón de restos óseos que permitían montar el rompecabezas. Bautizada como Eva, los investigadores no sabrían decir el género por los fósiles hallados, aunque hubo un detalle que despejó sus dudas: estaba embarazada en el momento de su muerte.

Eva fue encontrada en 2014 en una de las capas más antiguas de la Tierra. Al final del Jurásico, los mares comenzaron a secarse y dejaron gruesos depósitos de caliza que formaron algunas de las más ricas acumulaciones de petróleo y gas, pero también almacenaron fósiles muy valiosos que nos podría aportar una gran información sobre los seres que habitaron nuestro planeta hace unos 150 millones de años.



Fuente:

QUO

30 de abril de 2016

Tully, un extraño pez prehistórico





Es probable que nunca haya visto una imagen de la extraña criatura, ya extinguida, sobre la que trata este artículo. Pero Tullimonstrum gregarium, conocido popularmente como monstruo Tully, es toda una celebridad en Illinois (EEUU). En 1989 fue declarado fósil oficial de este estado donde se han encontrado todos los especímenes hallados hasta ahora. Hasta tal punto es famoso allí el monstruo Tully que sus dibujos decoran las caravanas y los camiones de la firma U-Haul.


Aunque fue descubierto por primera vez en 1958 y descrito científicamente en 1966, los paleontólogos todavía no sabían qué tipo de animal fue esta criatura de cuerpo blando y menos de 20 centímetros de longitud, que vivió hace unos 300 millones de años, durante el periodo Carbonífero, en aguas costeras poco profundas.

Habían reconstruido con mucha precisión qué aspecto tenía, pero no sabían qué era. Basándose en algunas de sus características, pensaban que podía tratarse de una especie invertebrada, pero un nuevo y detallado estudio publicado esta semana en la revista Nature contradice esa teoría y resuelve el misterio del monstruo Tully, denominado así por su extraño aspecto y en homenaje a su descubridor, Francis Tully, un coleccionista de fósiles.

El artículo completo en:

El Mundo Ciencia

29 de noviembre de 2015

¿Quién es Lucy, la australopiteco?

Hace 41 años un grupo de paleontólogos descubrió en Etiopía los fósiles de un humanoide de 3,2 millones de años de antigüedad.


Lucy es el esqueleto más famoso del mundo. Hace 41 años, un grupo de paleontólogos descubrió en Hadar, al noreste de Etiopía, el conjunto de restos fósiles de un australopiteco que vivió hace 3,2 millones de años. Era una hembra de 1,1 metros de altura y se trató del primer hallazgo de un humanoide en buen estado que logra explicar la relación entre los primates y los humanos.

Los trabajos de rescate recuperaron el 40% del esqueleto y tras varios estudios se confirmó que esta Australopithecus afarensis ya caminaba en dos extremidades inferiores. Tiene los pies arqueados como los humanos actuales, lo que indica que era bípeda. El hallazgo la ubica como un ancestro de los Homo sapiens y también como una conexión evolutiva con los primates.
Era el 24 de noviembre de 1974 cuando se hizo el descubrimiento y en la radio sonaba Lucy in the sky with diamonds, el éxito de los Beatles, así que al paleontólogo Donald Johanson le pareció buena idea darle un nombre al grupo de huesos que, según indicaban las primeras investigaciones, pertenecían a una sola persona. La nombró Lucy y con el apelativo siguió la fama. Tras este descubrimiento se han encontrado más de 250 fósiles de al menos 17 individuos en la misma región.

El artículo completo en:

El País

31 de octubre de 2014

El Hobbit, el hallazgo que cambió la historia de la humanidad

Se cree que el Hobbit vivió hasta hace 20.000 años. 
 
El descubrimiento de los restos fósiles de una nueva especie humana hace diez años transformó completamente las teorías de la evolución humana.

Esto es lo que sostiene Richard Roberts, uno de los investigadores del equipo que publicó los detalles del fósil conocido como Hobbit por su diminuto tamaño.

Se cree que esta especie habitó la Tierra hasta hace 20.000 años y por lo tanto vivió en la misma época que nuestra especie.

El hallazgo confirmó la teoría de que nuestro planeta estuvo habitado en algún momento por varias especies de humanos.

Esta hipótesis está muy lejos de la idea de una progresión lineal, de las criaturas semejantes a un mono que caminaban semiagachadas hasta llegar al hombre moderno de andar erecto.

Según Roberts, el descubrimiento de una especie de humano completamente diferente en la isla indonesia de Flores que vivió hasta hace relativamente poco, "acabó con esta idea de un solo golpe".

Sin embargo, hay muchas preguntas sobre el Hobbit para las que aún los científicos no han encontrado respuesta.

Lea también: El Hobbit no tenía problemas de crecimiento

Mujer de un metro

El esqueleto femenino de un metro de altura es una forma muy primitiva de humano.


Los arquéologos continúan excavando el sitio de la isla de Flores, donde fue hallado el Hobbit.

El artículo commpleto en:

BBC Ciencia

12 de octubre de 2014

Se atrasa el origen de la vida compleja

Uno de los grandes retos de la paleontología es saber de qué manera pudo brotar la vida multicelular a partir de los sencillos seres unicelulares, como las bacterias.

El hallazgo de un geobiólogo de la Universidad Virginia Tech, en colaboración con científicos de la Academia China de Ciencias, sugiere que esa revolución tuvo lugar bastante antes de lo que se pensaba.

Se trata de un fósil datado hace 600 millones de años, una época en que la comunidad paleontológica creía que la Tierra solo estaba habitada por criaturas extremadamente simples.

“Fósiles similares habían sido interpretados erróneamente como bacterias, eucariotas unicelulares, algas y formas de transición relacionadas con esponjas, anémonas y animales de simetría bilateral”, ha explicado Shunai Xiao, profesor de Virginia Tech y principal autor del descubrimiento.


Tras desenterrar el nuevo vestigio en la región china de Guizhou, Xiao y sus colaboradores han comprobado que mostraba signos de adhesión entre células, especialización y muerte celular programada, como los animales y plantas actuales. Hasta ahora solo se habían encontrado ejemplos de tal complejidad biológica en la fauna del Cámbrico, periodo que empezó hace 540 millones de años.

Fuente:

Muy

26 de julio de 2014

El dinosaurio con cuatro alas

Los primeros pasos de la aviación deben rendir homenaje inexcusable a los hermanos Wright. Fueron pioneros al construir un aeroplano propulsado y controlable por un piloto, con unas grandes alas acompañadas de otro par de "alas" más pequeñas, capaz de planear tras ser impulsado. En su mejor vuelo, recorrió un cuarto de kilómetro en 59 segundos. Con el tiempo, los diseños de los eficaces aviones modernos han primado el desarrollo de un par de grandes alas, como las aves, si bien nuestras aeronaves no aletean.



El Wright Flyer de 1903 en el National Air and Space Museum (Washington). Se aprecia la gran superficie disponible para poder planear / Luis Alcalá


¿Cómo surgió el vuelo en los vertebrados y cuál fue la configuración de los voladores más primitivos? El registro fósil ofrece dinosaurios con plumas que no eran capaces de volar y otros emplumados que podían hacerlo. Hasta no hace mucho, estos últimos sólo se conocían con un par de alas pero en los últimos años se han encontrado varias especies que tenían cuatro, pues estaban caracterizadas por poseer plumas robustas en las extremidades posteriores además de las presentes en las extremidades anteriores (como sucede en las aves voladoras actuales). Hay un grupo de dinosaurios terópodos -carnívoros- cuyos representantes resultan esenciales para establecer el origen y las primeras etapas de la evolución del vuelo en las aves; se trata de los microrraptorinos, que son dromeosáuridos depredadores con adaptaciones aerodinámicas. Y un nuevo microrraptorino se suma ahora a la lista, Changyuraptor yangi, singular por su gran tamaño (pues sobrepasa los 1,3 m de longitud) y por el gran desarrollo de las plumas de su cola, que alcanzan casi un tercio de la longitud del animal.



Changyuraptor yangi, el dinosaurio no aviano con las plumas de la cola más largas conocidas. / Han, Chiappe, Ji, Habib, Turner, Chinsamy, Liu y Han-Nature Communications

El magnífico fósil procede de la inagotable cantera de dinosaurios conocida como Jehol Biota, del Cretácico Temprano de Liaoning en China y se le atribuye una antigüedad de unos 125 millones de años. Fue adquirido gracias a la financiación conseguida por el rector de la Universidad de Bohai, el profesor Yang Yandong, cuya intervención se ha visto recompensada con la dedicatoria del nombre de la nueva especie. El fósil, que corresponde a un dinosaurio volador o planeador "tetra-alado", aparece entre dos lajas de roca sedimentaria y el estudio detallado de la estructura ósea de su fémur izquierdo revela que el animal ya era adulto -pues tenía, al menos, cinco años- cuando murió. 




Reconstrucción del aspecto en vida de Changyuraptor yangi. / Han, Chiappe, Ji, Habib, Turner, Chinsamy, Liu y Han-Nature Communications

Los autores de la investigación interpretan que las plumas especialmente grandes de la cola constituirían una estructura para controlar el cabeceo durante el vuelo  (como lograron por primera vez los hermanos Wright en su aeroplano) y reducir así la velocidad de un animal bastante grande durante el aterrizaje o el ataque a alguna presa, sin descartar que también pudieran tener un papel de exhibicionismo. Por otra parte, el análisis de parentesco indica que estos voladores 4x4 no se sitúan en el punto de partida del camino que originó el típico vuelo de las aves con un par de alas, sino que representan una rama evolutiva colateral.

Fuente:

El Mundo Ciencia

6 de junio de 2014

Este es el esperma más antiguo del mundo


Esperma fosilizado

En la foto se ven las espirales del esperma fosilizado más antiguo hallado hasta ahora.

Tiene 17 millones de años y, además, es más grande que el cuerpo de su dueño, un pequeño crustáceo.

El esperma más antiguo del mundo fue hallado en una cueva australiana, en el yacimiento de Bitesantennary en Riversleigh, Queensland.
Allí encontraron los científicos ostrácodos fosilizados, unos diminutos crustáceos de agua dulce.

Estos animales apenas miden unos pocos milímetros y tienen un cuerpo blando protegido bajo sus caparazones.

Pero sus órganos reproductores ocupan un tercio del cuerpo cuando son adultos y la longitud de sus esperma –enroscado y comprimido dentro de estos órganos– puede igualar e incluso superar el tamaño del animal.

El artículo completo en:

BBC Ciencia
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