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15 de octubre de 2012

¿Qué hay después del bosón de Higgs?

¿Es curioso y le gustaría saber cómo está hecho todo lo que vemos en el universo? El descubrimiento del bosón de Higgs es, si se confirman sus características, la pieza que faltaba para conseguirlo. Sin él no existiríamos. Pero ¿qué más sorpresas nos esperan?



El físico teórico Peter Higgs durante una visita en el detector CMS, del acelerador de partículas LHC en 2008. / CERN

“¿Por qué se emocionó la gente con la relatividad de Einstein, cuando yo era un niño, allá por los años treinta? ¿Por qué la gente adora las buenas fotos de Saturno? ¿Por qué tantas personas se preocuparon tanto cuando Plutón fue degradado como planeta? ¿Por qué fascina la materia oscura y la energía oscura del universo?”, comenta el premio Nobel de Física Sheldon Lee Glashow al plantearse la repentina popularidad, todo un exitazo mundial, de una nueva partícula elemental, minúscula, pero esencial para comprender de qué estamos hechos, bautizada con el extraño nombre de bosón de Higgs y recién descubierta, o casi. El hallazgo, anunciado el pasado 4 de julio en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, culmina más de medio siglo de búsqueda científica con enormes esfuerzos de investigación en el mayor complejo de máquinas de experimentación científica que se ha construido jamás. Y ahora ¿Qué hay después Higgs? ¿Qué nuevos fenómenos de la naturaleza pueden surgir en el gran acelerador de partículas LHC y sus detectores, en los que el Higgs se ha hecho realidad por fin?

Los físicos, por supuesto, siguen en la brecha, intentado siempre desvelar los enigmas de la naturaleza. Y para ellos un descubrimiento es siempre un escalón más, nunca el final de la escalera. Pero a veces el hallazgo es tan importante que condiciona los siguientes pasos a dar. El bosón de Higgs no es una partícula cualquiera, dice Glashow, es la última pieza que faltaba en la teoría contemporánea que describe como están hechas las cosas, todo lo que vemos en el universo. “Y juega un gran papel”, añade, con su habitual entusiasmo este físico estadounidense de la Universidad de Boston.


Una colisión de partículas registrada en el detector Atlas en el que se ha producido un posible bosón de Higgs. / CERN / ATLAS

“Sin el Higgs no existiríamos”, apunta el director del CERN, el alemán Rolf Heuer. “Cuando estudiamos los componentes más pequeños de la materia, abordamos las mayores preguntas del universo, y el bosón de Higgs nos dirá cómo las partículas fundamentales de las que todos estamos hechos adquieren su masa y, por tanto, permiten la existencia de cosas complejos, como los seres humanos”, comenta.
Heuer fue quién presentó, el 4 de julio, en el auditorio del CERN y con transmisión por internet a todo el mundo, las charlas de Joe Incandela y Fabiola Gianotti, los portavoces de los dos enormes detectores Atlas y CMS en los que habían por fin aparecido las huellas del ansiado bosón de Higgs. Daniel Froidevaux dice que “fue un momento mágico”. Para este físico suizo que empezó a proyectar y trabajar en el experimento Atlas hace 25 años “ha sido una suerte inmensa, porque nadie te puede garantizar que en tu vida profesional vayas a presenciar un descubrimiento así”. Se emocionó, reconoce, hasta las lágrimas, el 4 de julio, pero ya mira hacia adelante, como todos los expertos, confiando en que el LCH proporciones señales de un universo desconocido. Ese es realmente el objetivo del gran acelerador, dice.
La idea básica de este tipo de máquinas (y el LHC es la más potente jamás construida) es hacer chocar frontalmente partículas –protones, en el acelerador de Ginebra- aceleradas hasta casi la velocidad de la luz de manera que en las colisiones y, siguiendo las leyes de la física, formen otras partículas, casi siempre conocidas, pero a veces, muy de vez en cuando, nuevas, como el bosón de Higgs.

Encontrar el famoso bosón ha sido muy difícil, “como dar con un tipo especial de copo de nieve en una gran nevada”, señala Heuer.

Pero pueden desvelarse más secretos de la naturaleza. Nuevas familias de partículas que ahora solo son hipótesis de los teóricos, incluso huellas de nuevas dimensiones espaciales que puedan existir además de las tres en las que vivimos (alto, ancho y largo) y que estén escondidas en el microcosmos, son algunas posibles piezas a cazar en el CERN en los próximos años.

Conviene hacer un somero repaso de cómo es y cómo funciona el microcosmos. La materia de nosotros mismos, de todo lo que nos rodea y lo que vemos en el cosmos, incluidos planetas, estrellas y galaxias, está formada por partículas elementales gobernadas por fuerzas fundamentales. Los átomos son objetos compuestos por un núcleo rodeado de electrones (que parecen ser partículas fundamentales, indivisibles), y el núcleo esta hecho de protones y neutrones (en muchos casos), a su vez formados por quarks, estos si indivisibles (por lo que ahora se sabe). Pues bien, los físicos, a lo largo del siglo XX y con la estrategia eficaz de combinar observaciones, experimentos y teorías que los expliquen, han logrado describir esas partículas y sus interacciones en el llamado Modelo Estándar (MS), verificado y comprobado con una precisión enorme.

“El bosón de Higgs nos dirá cómo las partículas adquieren su masa y permiten la existencia de cosas complejas”

El modelo estándar describe las partículas elementales y como funcionan. Es un poco como un kit con distintas piezas y las instrucciones para montarlas. Las piezas son las partículas que constituyen la materia y las instrucciones describen como funcionan, es decir las fuerzas entre ellas, que curiosamente, consisten en intercambios también de partículas. Las piezas son 12 partículas (como los quarks o los electrones) organizadas en tres familias, y las fuerzas de interacción del MS son también tres: el común electromagnetismo, la fuerza débil responsable de las desintegraciones radiactivas y la fuerza fuerte que mantiene unidos los quarks en los protones y neutrones del núcleo atómico.

Pero el MS no es perfecto y una de sus deficiencias importantes, además de no lograr acomodar en ella la cuarta fuerza, la gravedad, es su incapacidad de explicar por qué unas partículas tienen masa y otras no, y por qué las primeras tienen masas diferentes. Y aquí se incorporó el bosón de Higgs al MS como solución teórica, hace casi medio siglo. Esta partícula es la manifestación del denominado campo de Higgs con el que interaccionan más o menos intensamente las partículas que tienen masa, y nada las que no la tienen (como el fotón de la luz). Este mecanismo fue propuesto por varios físicos teóricos (el británico Peter Higgs, entre otros), pero ha sido muy difícil comprobar si era correcto, si la naturaleza funciona realmente así, y sólo con el descubrimiento experimental del bosón concreto empiezan a aclararse las cosas.
La partícula que los físicos de Atlas y CMS anunciaron el 4 de julio es un bosón (un tipo de partículas) y muy posiblemente el que se estaba buscando, pero los expertos no están aún seguros, así que lo primero es estudiarlo con más detalle y salir de dudas. “Determinar si es exactamente esa partícula o si hay más bosones de Higgs adicionales requerirá analizar los datos del LCH durante las próximas una o dos décadas y el estudio, probablemente, continuará en un futuro acelerador diseñado especialmente para medir con alta precisión sus propiedades”, dice Aurelio Juste Rozas, investigador del Instituto de Física de Altas Energías (IFAE, en Barcelona) y miembro del experimento Atlas.

También considera que la cosa llevará tiempo Marcos Cerrada, del Ciemat, físico del CMS. “Pero si se trata precisamente del bosón de Higgs, sabemos perfectamente qué características debe tener”, añade.

Igualmente pide paciencia Froidevaux: “A finales de ese año sabremos un poco más, pero bien podemos tardar diez años en caracterizar el nuevo bosón y verificar que sus propiedades son compatibles con el Modelo Estándar”. De manera que el camino inmediato a seguir con el LHC esta claro, no así lo que se puede descubrir.

“El LHC tiene mucho recorrido. La nueva etapa que aumentará la energía nos abre una región inexplorada”

Hay que tener presente que el descubrimiento “se ha alcanzado mucho antes de lo esperado inicialmente tras analizar tan solo un 1% de las datos que se esperan acumular con este acelerador, lo cual es prometedor de cara a unos futuros descubrimientos que puedan estar aguardándonos”, advierte Juste Rozas.

El LHC seguirá funcionando hasta diciembre; luego, a principios de 2013 se apagará para realizar, durante dos años, las adaptaciones necesarias antes de encenderlo de nuevo a finales 2014 con el doble de energía. “Yo no esperaría otro gran descubrimiento antes del próximo diciembre, pero yo no decido, decide la naturaleza, así que uno nunca sabe…”, reconoce Heuer.

“Después del Higgs, ¿El diluvio?”, se pregunta con ironía el físico teórico del CERN Luis Álvarez Gaumé. “Esperemos que sea un diluvio lleno de sorpresas y descubrimientos nuevos. El análisis de lo que podría ser la partícula de Higgs continúa y hay que poner mucha atención para ver si existen anomalías sistemáticas en los datos que indiquen de forma indirecta la existencia de una realidad más allá de la que conocemos”.

Lo interesante de la física de partículas a principios del siglo XXI es que si es asombroso lo mucho que conocen y entienden los científicos de cómo es el universo en sus componentes más elementales, más asombroso aún es lo muchísimo que desconocen y que intenta desvelar con teorías e hipótesis y, necesariamente, con experimentos que demuestren su veracidad. Se refieren a todo esto como “nueva física”, porque saben que el Modelo Estandar, por bien que funcione, no es la última palabra, no es perfecto, dejan cabos sueltos…. Luego no puede ser la descripción definitiva del mundo subatómico.

“Personalmente espero que si hay otro descubrimiento sea una sorpresa, algo que no esperamos, pero tengo muchas esperanzas de encontrar indicios, por ejemplo, de partículas supersimétricas”, dice Incandela. “La filosofía es no dejar ninguna piedra sin levantar: buscamos indicios de partículas supersimétricas, indicación de dimensiones extra, una cuarta generación de partículas, etcétera. Se busca sistemáticamente lo esperado por todo tipo de teorías, pero también lo inesperado, intentado simplemente observar desviaciones de las predicciones del modelo estándar”, apunta Martine Bosman, del IFAE.

De esas partículas supersimétricas no ha aparecido aún señal alguna en los experimentos, pero abundan en las discusiones entre los físicos teóricos, en los artículos científicos, los congresos y las charlas en las instituciones de física de todo el mundo, incluido el CERN. Se trata de un nuevo modelo teórico que engloba al Modelo Estándar y que supera en parte sus limitaciones. Y, según las predicciones de esas teorías supersimétricas, llamadas SUSY, debe existir todo un conjunto de nuevas partículas primas de las ya conocidas, pero con características propias, denominadas supersimétricas. Nadie sabe si realmente existen, ni siquiera aparecerían en los experimentos del gran acelerador de Ginebra, caso de existir. Pero se buscan con ahínco. “El LHC tiene mucho recorrido todavía: la etapa siguiente en la que se aumentará la energía, nos abre una nueva región inexplorada hasta ahora”, avanza Cerrada.

Lea el artículo completo en:

El País Ciencia

9 de octubre de 2012

Nobel de Física para pioneros en física cuántica

    Serge Haroche y David J. Wineland, galardonados con el Premio Nobel de Física 2012

    Serge Haroche y David J. Wineland ganaron por su aporte a la óptica cuántica.

    Los expertos en física cuántica Serge Haroche, de Francia, y David J. Wineland, de Estados Unidos, fueron galardonados este martes con el Premio Nobel de Física 2012.

    La Real Academia de Ciencias de Suecia dijo que ambos científicos fueron seleccionados por sus trabajos sobre la interacción entre la luz y la materia y por haber abierto la puerta "a una nueva era de experimentación en la física cuántica al lograr la observación directa de partículas cuánticas individuales sin destruirlas".
    Sus investigaciones podrían llevar a la creación de una nueva computadora superrápida basada en la física cuántica.
    "Tal vez la computadora cuántica cambiará nuestras vidas en este siglo al igual que la computadora clásica lo hizo en el siglo pasado"
    Real Academia de Ciencias de Suecia

    "Tal vez la computadora cuántica cambiará nuestras vidas en este siglo al igual que la computadora clásica lo hizo en el siglo pasado", dijo la Academia.

    Trabajar con la luz y la materia a este nivel era algo impensable hasta que Haroche y Wineland lograron un mecanismo para seleccionar, manipular y medir fotones de forma individual, abriendo una ventana a un mundo microscópico relegado hasta entonces al debate teórico.

    La Academia destacó los "métodos revolucionarios" de los expertos que han permitido "la medición y la manipulación de sistemas cuánticos individuales".

    "Tuve que sentarme"

    Bjorn Jonson, miembro del comité seleccionador, enfatizó la importancia del campo de investigación de los científicos premiados.

    "El campo de la física llamado física cuántica es muy activo hoy en día y estudia las interacciones fundamentales entre los fotones (las partículas de luz) y la materia. Es más, es la interacción entre la luz y la materia lo que permite que podamos vernos unos a otros en esta habitación".

    La física cuántica es uno de los grandes avances del siglo XX. Al explicar el comportamiento de la materia y de la energía ha posibilitado nuevas tecnologías como los transistores, utilizados en la mayoría de los aparatos electrónicos.

    Computadora cuántica, ilustración SPL

    La óptica cuántica podría llevar a la creación de computadoras ultrarrápidas.

    Haroche nació en 1944 en Casablanca, Marruecos, y en la actualidad es catedrático de Física Cuántica en el Colegio de Francia y en la Escuela Normal Superior, ambos en París.

    Por su parte, el estadounidense Wineland nació en 1944 y trabaja en el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST, por sus siglas en inglés) en Boulder, Colorado.

    Haroche recibió la noticia por teléfono apenas 20 minutos después del anuncio.

    "Tuve suerte, estaba caminando en la calle y estaba cerca de un banco, así que inmediatamente tuve que sentarme por un momento", señaló el científico.

    "Estaba caminando con mi esposa rumbo a casa cuando vi una llamado con el código de Suecia y me di cuenta de que era algo que estaba ocurriendo en la realidad. Fue sobrecogedor".

    Desde 1901

    Los premios Nobel han sido concedidos anualmente desde 1901. El primer galardón de Física fue dado a Wilhelm Roentgen, de Alemania, por su descubrimiento de los rayos X.

    Los ganadores del Premio Nobel de Física 2012, dotado con ocho millones de coronas suecas (cerca de US$ 1,2 millones), siguen en este campo a los astrónomos estadounidenses Saul Perlmutter, Brian P. Schmidt y Adam G. Riess, que fueron seleccionados en 2011 por sus estudios sobre el aceleramiento de la expansión del Universo.

    La presente edición de los Nobel comenzó el lunes con la concesión del premio de Medicina al británico John B. Gurdon y al japonés Shinya Yamanaka por sus investigaciones en el campo de las células madre, que han "revolucionado" la comprensión científica de cómo "se desarrollan las células y los organismos".

    Este miércoles se anunciarán los ganadores en Química, el jueves en Literatura y el viernes el Nobel de la Paz. El último en ser anunciado, el próximo lunes, es el premio de Economía.

    La entrega de los Nobel se realizará en ceremonias paralelas el 10 de diciembre, en Oslo para el premio de la Paz y en Estocolmo para los otros. La fecha coincide con el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.

    Fuente:

    BBC Ciencia 

    Lea también:

    2012 -  Nobel de Medicina a la investigación de células madre

    3 de mayo de 2012

    Niño, cuantas veces te tengo que decir que no cambies el pasado…

    El día de ayer publiqué un artículo que originalmente había aparecido en ABC de España, donde se anunciaba que se podía cambiar un episodio del pasado desde el presente. Esta noticia merece una aclaración.

    Pero antes conozcamos un poco a Asher Peres

    Asher Peres

    (1934-2005) Científico hebreo. Es considerado un pionero en la Teoría de la Información Cuántica. Obtuvo su doctorado en física en 1955 y se dedicó, en adelante, a realizar estudios sobre elmundo cuántico. En el 2004 ganó el Premio Rothschild de Física. Sus numerosos trabajos versan sobre el entrelazamioento cuántico y la teletransportación cuántica. Sus escritos son una combinación de física y filosofía.

    De todas sus publicaciones, Asher estaba más orgulloso de su libro Teoría Cuántica: Conceptos y Métodos . El libro es un ejemplo de estilo científico Asher: una comprensión profunda y sin concesiones de las cuestiones fundamentales se expresan en una forma que sea lo más simple y accesible como sea posible. Le tomó seis años para Asher cuidado tejer los hilos de su libro. La gran calidad del trabajo es reconocido por cualquiera que conozca el resultado final.

    Ahora sí. Los dejo con el artículo que apareció en Cuentos Cuánticos...

    Ha salido esta noticia en el ABC :Logran cambiar, desde el presente, un evento del pasado Vamos a explicar lo que significa todo esto, o lo vamos a intentar al menos. De hecho no estamos seguros de si ya lo hemos intentado en el pasado, ¡¡qué mas da!!.

    La motivación

    La noticia hace referencia a un experimento basado en este trabajo:
    Delayed choice for entanglement swapping  de Asher Peres (este es uno de los grandes en el tema de la cuántica, sus fundamentos y los temas de entrelazamiento)

    Que más o menos viene a decir:  Elección retardada por entrelazamiento de intercambio.

    Vamos a ver si podemos entender lo que propuso el profesor Peres. La situación es la siguiente:

    -  Tenemos tres observadores, con los nombres típicos:
    • Alice
    • Bob
    • Eve
    -  Alice prepara un sistema de dos partículas entrelazadas entre sí. (Para saber lo que significa esto os recomendamos: No me creo la mecánica cuántica… así que demostraré que es cierta y Duendes entrelazados)

    - Bob hace lo mismo, prepara dos partículas entrelazadas.

    -  Alice y Bob están separados por una gran distancia, así que sus pares de partículas entrelazadas nunca se han “visto” ni han interactuado entre si.

    -  Alice y Bob miden el espín de una de las partículas de su correspondiente par entrelazado. Con la otra tienen a bien mandárselas a Eve.

    - Con los datos previos, ni Alice ni Bob saben si sus correspondientes pares estaban entrelazados.

    -  El punto clave es que Eve ahora decide qué tipo de experimento hacer con las partículas recibidas de Alice y Bob. El caso es que puede elegir medir el espín en  alguna dirección o cualquier otro tipo de experimento.  Entonces Eve recolecta los datos de su experimento y se los manda a Alice y Bob.

    -  Con estos datos Alice y Bob pueden determinar cuales de sus partículas estaban entrelazadas en sus correspondientes pares.  Y esto lo pueden hacer mucho después de que estas partículas ya hayan sido absorbidas o hayan desaparecido.

    Hasta aquí nada sorprende, pero…

    El punto clave es el siguiente:

    ¿Qué pasa si Eve decide entrelazar las dos partículas que tiene entre manos (una de Alice y otra de Bob)?

    Según Peres lo que pasaría es que entonces las partículas que tenían Alice y Bob estarían entrelazadas y si compararan a posteriori sus medidas del espín en distintas direcciones pues encontrarían que satisfacen las desigualdades de Bell.

    Esto es fabuloso, porque lo que nos están diciendo es que el entrelazamiento se realiza a posteriori porque en ningún momento inicialmente las partículas de Alice y Bob han podido interactuar entre si para provocar el entrelazamiento.  Es cuando Eve decide entrelazar las partículas que ha recibido en un instante posterior a las medidas de Alice y Bob cuando se realiza este entrelazamiento.

    El experimento

    El trabajo al que hace referencia ABC (no he encontrado la cita en su entrada) es este:

    Donde se dice que por primera vez se ha logrado llevar a cabo experimentalmente este fenómeno tan sorprendente que si no me equivoco fue propuesto por Peres en el 1999.  Lo han hecho creando dos pares de fotones en dos puntos distintos y enviando un componente del par a otro observador distinto, siguiendo la descripción anterior.

    Tendremos que estar atentos a estos trabajos, la cuántica nunca dejará de sorprendernos.  Lo único que esperamos es que no proliferen las noticias de que hemos abierto la puerta a cambiar el pasado, porque simplemente esto no es cierto.  No se puede mandar información a través de entrelazamiento cuántico, así que tranquilos la historia seguirá siendo la que es.

    Nos seguimos leyendo...

    Tomado de:

    12 de marzo de 2012

    El Universo es como un gato: determinismo y teorías físicas


    La mecánica cuántica es realmente imponente. Pero una voz interior me dice que aún no es la buena. La teoría dice mucho, pero no nos aproxima realmente al secreto del “viejo”. Yo, en cualquier caso, estoy convencido de que Él no tira dados.

    Esta es la primera ocasión en la que Albert Einstein expresa su convicción de que el universo es determinista con la conocida analogía de “Dios no juega a los dados”. Aparece en una carta a su colega y amigo Max Born fechada el 4 de diciembre de 1926.

    Para muchos físicos, filósofos y religiosos la irrupción de la mecánica cuántica y su interpretación supuso una liberación de las limitaciones que la mecánica newtoniana imponía a su forma de ver el mundo. Para otros supuso un terremoto de consecuencias indeseables. Los casos más llamativos sin duda son los de los físicos que contribuyeron a crearla, como el propio Einstein (efecto fotoeléctrico, paradoja Einstein-Podolsky-Rosen) o Erwin Schrödinger (ecuación de onda), pero que no podían compartir las implicaciones no deterministas de esta teoría.

    El determinismo está íntimamente relacionado no sólo con cómo funciona el universo en sí, sino que tiene implicaciones prácticas muy inmediatas: si todo está determinado, ¿qué responsabilidad moral tengo? Quizás por ello, muchos filósofos y religiosos abrazaron entusiasmados la propuesta de que en la raíz misma de todo lo que existe reina la indeterminación. Con el principio de indeterminación tanto unos como otros recuperaban el terreno perdido por el libre albedrío a manos de la teoría newtoniana y encontraban huecos para la moral, el alma y algunos dioses.

    Y, sin embargo, un pequeño análisis muestra que todos aquellos que piensan que la mecánica cuántica abre las puertas al libre albedrío o que la física newtoniana es absolutamente determinista, se equivocan completamente. Invitamos al inteligente lector a explorar con nosotros la esencia del universo y los límites de nuestro conocimiento sobre ella a la luz de las distintos modelos físicos. Exigirá un pequeño esfuerzo, pero será gratificante o, al menos, eso pensamos.

    Algunos conceptos

    Empecemos dejando claras dos ideas. La primera está implícita en el párrafo anterior: el determinismo es una doctrina acerca de una característica del universo que, en el caso de ser cierta, no implica necesariamente que los estados del sistema sean predecibles. Es decir, el determinismo es una cuestión ontológica, algo intrínseco al universo, independientemente de si lo podemos conocer nosotros o no, lo que es una cuestión epistemológica. Trataremos ambas cuestiones en este orden.

    La segunda es el propio concepto de determinismo. Un profesor mío solía repetir que si la hipótesis es cierta los acontecimientos futuros están tan fijados como los pasados. Pero como vamos a hablar sobre qué nos dicen las teorías físicas sobre el universo necesitaremos una definición más apropiada. Como primera aproximación podemos decir que una teoría es determinista siempre que el estado de un sistema en un momento inicial, más las leyes de la teoría, fijan el estado del sistema en cualquier momento posterior.

    Esa definición de determinismo es intuitiva, pero podemos ir un pasito más allá y hacerla algo más rigurosa. Es un esfuerzo extra que después nos compensará permitiendo aplicarla a cualquier teoría física.

    Imagina dos regiones cualesquiera del espaciotiempo, R1 y R2, incluyendo esta habitación ahora y dentro de una hora o un acontecimiento poco tiempo después del Big Bang y el resto del universo. A R1 la llamaremos la región determinante y a R2 la determinada. Si una teoría asigna un estado a R2 que está fijado por el estado de R1 y sus propias leyes, entonces diremos que la teoría es determinista. Es lo mismo de antes dicho de otra manera. La diferencia está en que ahora podemos hablar de grados de determinismo: cuanto más grande tenga que ser R1 para que una teoría satisfaga esta definición, más débil es esa forma de determinismo. Pero veamos como la usamos en la práctica.

    Los invasores del espacio matan al demonio de Laplace

    Tiempo después de que Newton propusiese sus leyes del movimiento y gravitación, Laplace señaló que si un intelecto poderosísimo (conocido como el demonio de Laplace) conociese las leyes de Newton, fuese un consumado matemático y tuviese acceso a una descripción de la posición actual y el momento de cada partícula del universo, dicho intelecto sería capaz de calcular cualquier acontecimiento futuro o pasado de la historia del universo. Esta visión del “universo de relojería” fue la que dominó el mundo durante doscientos años y la que causó tantos problemas a teólogos y filósofos morales.

    Pero, ¿realmente es tan determinista la física de Newton? Hagamos un pequeño experimento mental. Imagina un mundo newtoniano compuesto por partículas masivas puntuales que se mueven por su mutua atracción gravitatoria. Parece una obviedad decir en este punto que las ecuaciones del movimiento calculadas por el demonio de Laplace nos proporcionan las posiciones y las velocidades de todas las partículas en un momento dado, tanto del futuro como del pasado. Tenemos así un sistema completamente determinista: R1 puede ser una simple muestra del espaciotiempo newtoniano que incluya un conjunto de acontecimientos absolutamente simultáneos, y R2, el resto de este universo con todas las trayectorias completas, queda absolutamente fijado.

    Y entonces llegaron los invasores del espacio. Imaginemos ahora una partícula de la que no hay constancia en R1 de ningún tipo, está infinitamente lejos. La mecánica clásica no impide que la partícula aparezca en las proximidades de nuestro sistema en un tiempo finito a pesar de venir de la infinitud espacial, recordemos que en mecánica newtoniana no hay límite superior para la velocidad que puede alcanzar una partícula. Por tanto R1 y las leyes de la teoría ya no estarían fijando R2. La teoría newtoniana, pues, no es determinista según nuestra definición.

    Si damos un pasito más, e incorporamos la teoría general de la relatividad, no pensemos que hemos solucionado el problema. Los invasores del espacio podrían saltar desde una singularidad desnuda sin ni siquiera haber dejado su señal en cualquier fracción de tiempo precedente.

    El universo es como un gato

    Centrémonos ahora en la mecánica cuántica. Podemos estar seguros de que el estado cuántico asociado a cualquier región R1 del espaciotiempo, no importa lo grande que sea, no fija (en general) el resultado de las mediciones hechas en otras regiones R2; si acaso, en el mejor de los casos, sus probabilidades. Según la definición de arriba estaríamos ante una teoría no determinista, ¿correcto? No tan rápido.

    Estamos considerando el aspecto ontológico, cómo las cosas son en sí. Bien, la ecuación de Schrödinger nos asegura que los estados cuánticos mismos evolucionan de forma determinista con el tiempo, siempre y cuando no haya mediciones. Desde este punto de vista la teoría es perfectamente determinista.

    De hecho, nos encontramos con una curiosa mezcla de determinismo con indeterminismo, la misma que aparece en la paradoja del gato de Schrödinger. La pregunta del millón es, entonces, ¿cuándo y cómo toma el control el indeterminismo para producir un resultado concreto a partir de una superposición?

    La bola de la ruleta

    Démonos cuenta de que los fenómenos cuánticos, si bien afectan a todo el universo, sólo ponen de relieve sus paradojas en tamaños muy pequeños, a nivel de átomos. Todo el azar y la incertidumbre que parece implicar la mecánica cuántica comienzan a hacerse menos evidentes conforme más partículas entran en los cálculos, esos valores discretos tan dispares comienzan a hacerse estadísticamente continuos. Para números de partículas importantes, como el del número de átomos de una neurona, la probabilidad de una desviación con respecto al comportamiento esperado es tan ridículamente baja que no cabe esperarla en períodos de tiempo mucho mayores que una vida humana. A efectos prácticos su comportamiento es determinista.

    Habrá personas que afirmen que todavía queda un resquicio, por minúsculo que éste sea para la indeterminación. Y habría que admitir que es así. Pero, y esto es relevante, ello no supone ningún tipo de concesión al libre albedrío. La mecánica cuántica habla de indeterminación, no de indeterminismo, ya que de existir éste sería puro azar. Pero, si mis acciones se libran del determinismo sólo haciéndose aleatorias, ¿cómo puede haber responsabilidad moral? El que mi brazo sufra un espasmo aleatorio y te abofetee es el tipo de acción que me excusa desde un punto de vista moral.

    Para estas personas que buscan en la física un resquicio donde tengan cabida sus creencias y su responsabilidad moral asociada se le ofrecen dos opciones. Ya mencionamos que lo de ser parte de un mecanismo de relojería no es de especial agrado de filósofos morales y teólogos pues reserva a los dioses sólo un papel en la puesta en marcha y elimina por tanto de facto toda responsabilidad moral. La alternativa a la que se agarran como un clavo ardiendo es, no un reloj, sino una ruleta de casino o, mejor aún, la bola en una ruleta de casino que aún no está construida, puro azar; ni siquiera hay espacio para impredicibilidad práctica. Y ya hemos visto que la aleatoriedad nos exime también de la responsabilidad moral.

    El entierro del demonio de Laplace

    Para finalizar veamos muy brevemente el indeterminismo desde un punto de vista epistemológico. Esto nos da la visión práctica del asunto: primero una respuesta a “¿qué puedo conocer?” para poder después responder a “¿qué puedo hacer?” y “¿qué debo hacer?”.

    Ya hemos mencionado que en la mecánica cuántica el conocimiento, la intervención del observador, nos lleva a la indeterminación en los resultados. Nos vemos abocados a un universo estadístico, en el que todo lo que no está prohibido es posible que ocurra, si bien con probabilidades muy diferentes. El demonio de Laplace no tiene cabida en este universo.

    En el espaciotiempo de la relatividad especial, el estado del universo en cualquier momento (relativo a cualquier observador) fija la totalidad de los acontecimientos en el espaciotiempo. Pero el hecho de que la información no pueda ser transmitida más rápido que la luz garantiza que ningún observador, ni siquiera el demonio de Laplace, pueda reunir todos los datos que necesitaría para predecir un acontecimiento antes de que éste ocurra realmente.

    Pero es que el demonio de Laplace no tiene siquiera cabida en un universo newtoniano. Porque aún admitiendo que éste fuese determinista también es caótico. Esto quiere decir que no importa la precisión con la que especifiquemos su estado inicial con objeto de predecir su estado final, siempre habrá variaciones minúsculas, impredecibles y no mensurables que harán que los resultados sean muy diferentes.

    En conclusión, si bien el universo en su conjunto no es predecible para un observador y se pueden discutir muchos detalles y matices, podemos afirmar que nuestras mejores teorías físicas nos aportan una dosis alta de determinismo y que donde no hay determinismo hay puro azar. Comprendemos que esto puede resultar muy incómodo para algunos. Lo único que cabe desear es que no pasen 30 años negando lo evidente, como hizo Einstein.

    Fuente:

    Amazings en español

    24 de febrero de 2012

    Un cable flojo parece reivindicar a Einstein

    Albert Einstein

    Parece que, después de todo, Einstein tenía razón y nada viaja más rápido que la luz.

    Los resultados del polémico estudio en el que partículas subatómicas se desplazaban más rápido que la velocidad de la luz podrían explicarse por la mala conexión de un cable, informó la revista Science Insider.

    El experimento, efectuado en septiembre pasado, puso en duda un principio fundamental de la física, central en la la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein.

    Pero, según la revista, el sorprendente hallazgo podría haber sido resultado de una mala conexión entre un computador y el Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés), empleado para medir el tiempo de viaje de los partículas.

    Para el experimento, se enviaron neutrinos desde el Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), ubicado en Ginebra, Suiza, a otro laboratorio sitiado a 730 kilómetros de distancia.

    Y al revisar los datos los científicos encontraron que estos parecían completar el viaje 60 milmillonésimas de segundo más rápido que lo que hubiese hecho la luz recorriendo la misma distancia sin ningún obstáculo.

    clic Lea: Desconcierto por hallazgo de partícula que parece superar la velocidad de la luz

    Al revisar la conexión y medir el tiempo que toman los datos en recorrer la longitud del cable de fibra óptica, sin embargo, los investigadores encontraron que los datos llegan 60 nanosegundos antes de lo esperado.

    Y como este intervalo de tiempo se le resta al tiempo total del viaje, eso podría explicar la llegada temprana de los neutrinos en el estudio pasado.

    Nuevos estudios

    Neutrinos en el CERN

    El experimento había sido conducido por el Centro Europeo para la Investigación Nuclear, CERN.

    Nuevos datos, sin embargo, serán necesarios para confirmar esta nueva hipótesis.

    Y es que el error que pudo haber llevado a los científicos a sobrestimar el tiempo de viaje de los neutrinos también puede haber sido generado por el oscilador electrónico que provee las marcas de tiempo para las sincronizaciones del GPS.

    Por eso los científicos de CERN esperan realizar nuevos estudios, con otras tecnologías de fibra óptica, en mayo próximo.

    Como explicó en su momento el periodista de la BBC Jason Palmer, varios científicos ya habían manifestado su escepticismo frente al estudio y advertido de la posibilidad de un error, pues el descubrimiento cuestionaba la teoría de Einstein según la cual nada puede viajar más rápido que la luz.

    clic Lea: "¿Tenía razón Einstein?: dudan que los neutrinos viajen más rápido que la luz"

    Y es que, desde que Einstein reveló sus descubrimientos en 1915, la ciencia no había hecho sino corroborarlos.

    Y ahora parece que un cable flojo vuelve a reivindicarlo.

    Fuentes:

    BBC Ciencia

    Lea además:

    Dos errores cuestionan la velocidad de los neutrinos

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    21 de diciembre de 2011

    Paradoja de la mecánica cuántica: ¿el gato de Schrodinger está vivo y muerto?

    "A nivel cuántico no se puede decir que los objetos tiene una forma bien definida, tenemos que usar otra manera de pensar y es precisamente la mecánica cuántica”.


    Paradoja de la mecánica cuántica: ¿el gato de Schrodinger está vivo y muerto?
    Paradoja de la mecánica cuántica: ¿el gato de Schrodinger está vivo y muerto?. (Wikimedia Commons) O a lo mejor el gato "está de parranda"...!!!




    En este video los investigadores de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, hablan de la famosa paradoja del gato de Schrodinger.

    Esta propone un experimento imaginario, donde un gato es encerrado en una caja con material radioactivo, el cual al desintegrarse, desencadenaría una liberación de veneno que mataría al gato.

    En esta situación, cuando no se puede abrir la caja para ver lo que está ocurriendo, se dice que el gato está muerto y vivo al mismo tiempo. Sólo cuando la caja sea abierta se puede determinar si el gato está vivo o muerto.

    "Uno no tiene forma de saber si el gato en la caja está vivo o muerto", dijo el profesor de física Dr. Phillip Moriarty. " La mecánica cuántica diría que el gato está en una superposición de estados; porque está ambos, muerto y vivo.

    El experimento es una paradoja que tiene ya unas décadas y fue formulada por Erwin Schrodinger para relatar lo compleja que es la mecánica cuántica.

    "A nivel cuántico no se pueden aplicar nuestros conceptos cotidianos de que los objetos están en una forma bien definida, simplemente tenemos que usar otra manera de pensar, y esto precisamente es la mecánica cuántica”, dijo el profesor Dr. Laurence Eaves.

    Fuente:

    La Gran Época

    7 de diciembre de 2011

    2017: El año de la Revoluciòn Cuàntica



















    Un circuito

    Científicos de la Comisión de Energías Alternativas y de Energía Atómica de Francia, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y del laboratorio de IBM en Suiza proyectan que para 2017 un fenómeno cuántico podría hacer que los celulares y las computadoras consuman 100 veces menos energía.

    "En el proyecto Ángeles Guardianes, uno de nuestros objetivos es encontrar soluciones para reducir el consumo de energía de los procesadores. El 'túnel-FET' es la próxima revolución que nos ayudará a conseguir ese objetivo", dijo Adrian Ionescu, líder del proyecto, en un comunicado emitido por la EPFL.

    De acuerdo con el experto, la tecnología del "túnel-FET" aprovecha un fenómeno conocido como el "efecto del túnel cuántico". FET son las siglas en inglés de Field Effect Transistor: Transistor de Efecto de Campo.

    En declaraciones ofrecidas a BBC Mundo, el investigador señaló que la revolución tendrá un primer impacto en los celulares y en las computadoras.

    "Los procesadores de bajo consumo de energía de nuestros iPhones consumirán cien veces menos energía. Eso abrirá la puerta a una nueva gama de funciones relacionadas con herramientas de detección y de asesoramiento inteligente. También será beneficioso para extender la operatividad del dispositivo que no necesitará de carga en semanas o meses", señaló el científico.

    "Efecto de campo"

    iPhone

    Con la tecnología del "efecto del túnel", las baterías de los celulares podrían durar semanas e incluso meses.

    Según Ionesco, a largo plazo el "túnel-FET" podría ser la tecnología que permitirá que varios de los objetos de nuestra vida diaria se vuelvan "inteligentes" al extraer energía del medioambiente en vez de alimentarse de pilas o baterías.

    Es una tecnología que ayudará al campo de la investigación y a la industria de la electrónica, áreas en las que el consumo de energía de los transistores se ha convertido en un tema clave.

    De acuerdo con Ionescu, las unidades centrales de procesamiento, mejor conocidas como CPU (Central Processing Unit), de las computadoras de hoy en día "no tienen menos de mil millones de transistores".

    "Esos pequeños interruptores que se apagan y se prenden ofrecen las famosas instrucciones binarias, los ceros y los unos que nos permiten enviar correos electrónicos, ver videos, mover el cursor y mucho más", escribió Ionescu en la revista especializada Nature.

    La tecnología que se usa en la actualidad se conoce como el "efecto de campo", a través del cual el voltaje impulsa un canal de electrones que activa el transistor.

    Pero, advierte el experto, el "efecto de campo" está llegando a sus límites, especialmente en lo que se refiere al consumo de energía.

    El túnel

    El "túnel-FET" tiene como base un principio diferente.

    "En el transistor, hay dos cámaras que son separadas por una barrera de energía. En la primera, una horda de electrones espera mientras el transistor es desactivado. Cuando se inyecta el voltaje, (los electrones) cruzan la barrera de energía y entran a la segunda cámara, con lo que activan al transistor", indicó el investigador.

    Según Ionescu, en el pasado el "efecto de túnel" era conocido por interrumpir la operación de los transistores.

    "De acuerdo con la teoría cuántica, algunos electrones cruzan la barrera incluso si ellos aparentemente no tienen suficiente energía para hacerlo. Al reducir el ancho de esta barrera, es posible amplificar y sacarle provecho al efecto cuántico: la energía necesaria para que los electrones crucen la barrera es drásticamente reducida".

    Al sustituir el principio convencional, conocido como el "efecto de campo", por el "efecto del túnel", se puede recudir el voltaje de los transistores de 1 voltio a 0,2, explicó el experto.

    El objetivo de los investigadores es conseguir que la nueva generación de microchips combine ambos efectos.

    "Los actuales prototipos hechos por IBM y CEA han sido desarrollado en una etapa pre industrial. Podríamos proyectar una producción masiva para el año 2017", señaló Ionescu.

    Para el investigador, la nueva tecnología ayudará a que seamos más eficientes en términos energéticos y a que los aparatos eléctricos que usamos reduzcan sus "huellas de carbono" en el planeta.

    Fuente:

    BBC Ciencia

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    20 de septiembre de 2011

    Hablemos del espín

    En las dos primeras décadas del siglo XX se sentaron las bases de una revolución conceptual que cambió la física para siempre. La relatividad y la mecánica cuántica vinieron al mundo prácticamente a la vez, ambas como resultado de plantear uno de esos pequeños problemas insignificantes que le quedaban a la física para describirlo absolutamente todo y en esos años convulsos de nuestra historia estas dos nuevas teorías vinieron a trastocar todo lo preconcebido hasta la fecha. A la revolución de la mecánica cuántica dediqué unas cuantas entradas (I, II, III).

    El tema que nos ocupa en este post va de la mano de ambas teorías. Pero comienza al descubrir que el modelo teórico que se tiene del espectro atómico (es decir, de los valores de energía que pueden tener los electrones dentro del átomo) no cuadra con lo que se observa.

    En el año 1925 a los físicos Ralph Kronig, George Uhlenbeck y Samuel Goudsmit se les ocurre por separado la idea de introducir un parámetro más, un “número cuántico” adicional para solucionar el problema del espectro atómico. Tres años antes, había tenido lugar el experimento de Stern-Gerlach, que fue lo que motivó plantearse este nuevo número cuántico: el espín del electrón.

    Introducir el espín permite rellenar los niveles de los átomos de forma acorde con lo que se observa y además, coincide con lo que en ese mismo año propuso el físico Wolfgang Pauli: el principio de exclusión. Este, afirma que no pueden existir dos electrones en el mismo estado cuántico individual. Las cuentas van cuadrando, pero de momento sigue estando ahí el molesto detalle de que hay que introducir a mano el espín en la teoría, no es una propiedad que se deduzca sino que viene sugerida del experimento. Hay que meter a mano el espín en la ecuación de Schrödinger, que es la que permite obtener los estados cuánticos y los valores de energía de cada uno de los electrones del átomo. A la teoría le falta algo.

    No fue hasta 1928 que Dirac se planteó hacer una versión de la ecuación de Schrödinger pero con una novedad: plantearla siguiendo los preceptos de la relatividad, es decir, conseguir una ecuación que permita describir a una partícula relativista libre, sin estar sometida campos de fuerzas ni nada, solamente libre para moverse donde quiera, el ejemplo más simple que podamos imaginar.

    Al hacer esto, Dirac encuentra que en lugar de obtener una única expresión que relacione nivel de energía con estado de la partícula, obtiene términos adicionales que antes no estaban. En ellos se encuentra el espín, deducido de forma teórica por primera vez, y también se encuentra el primer atisbo de algo completamente desconocido: la antimateria, que será descubierta y confirmada en 1932 con el descubrimiento del positrón. El espín puede verse como una temprana demostración de que la relatividad iba por muy buen camino, aunque para esas fechas ya había tenido sus primeras alegrías.

    Pero volviendo a lo que nos ocupa: el espín aparece de forma natural en las ecuaciones al hacer consideraciones relativistas elementales en el sistema atómico. En otras palabras, no podemos ignorar los efectos de la relatividad especial en los modelos atómicos. Nace la mecánica cuántica relativista.


    Volviendo un poco atrás, en el experimento de Stern y Gerlach se descubrió que los electrones tenían una propiedad que les hacía comportarse como pequeños imanes, que rápidamente se orientaban ante la presencia de un campo magnético externo. Es decir, además de masa y carga eléctrica tenían algo que les dotaba de un momento dipolar magnético permanente. Y en eso consiste el espín. Es una propiedad fundamental de las partículas que únicamente puede tener determinados valores. Cada partícula tiene un espín, y éste se puede orientar.

    En el caso del electrón, su espín vale 1/2 en unidades de la constante de Planck reducida. Y pensando en él como en un pequeño imán, puede orientarse hacia el norte (arriba) o hacia el sur (abajo).

    Es decir, en un cierto nivel atómico dos electrones pueden diferenciar su estado cuántico entre sí con tal de que el espín de uno esté orientado hacia arriba y el otro hacia abajo.

    Entended que arriba y abajo es una “licencia poética” para explicar que tienen valores complementarios. Los electrones no son orientables puesto que carecen de estructura interna. Por eso la imagen del espín como un giro es errónea. Esta interpretación falsa viene de que su estructura algebráica está relacionada con rotaciones, pero no son rotaciones en el espacio real, simplemente desde el punto de vista matemático y formal, pero no da una imagen física útil de lo que realmente ocurre.

    Hay que olvidarse por completo de todos esos intentos de entenderlo pensando en medias vueltas o en tres cuartos de vuelta y en todos esos artificios creados para confundir. El espín es un concepto preciso: por un lado, hace que las partículas se comporten como pequeños imanes y por otro, determina en gran medida si los estados cuánticos son permisibles o no, porque no olvidemos que el principio de exclusión impide que por ejemplo todos los electrones estén en el nivel más bajo de energía haciendo que no existieran las reacciones químicas y teniendo como consecuencia que el universo fuera una fría sopa aburrida.

    El principio de exclusión hace que la materia que constituye el universo sean fermiones (partículas cuyo espín es 1/2, 3/2, 5/2…) porque son las únicas que obedecen a este principio y por tanto solo en este caso pueden darse las reacciones químicas: habiendo electrones en distintos niveles de energía por los que pelear para conseguir el equilibrio.

    En las décadas siguientes el espín ha tenido un papel muy relevante en la física, pero también en la tecnología. Fenómenos como la superconductividad están muy ligados al espín. La magnetorresistencia gigante ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de memorias para los ordenadores. Y más recientemente, la espintrónica se ve como una posibilidad futurista de conseguir ordenadores super rápidos y mucho más eficientes que los actuales.

    Fuente:

    Migui

    5 de septiembre de 2011

    Físicos logran estabilizar una caja de fotones, superan el sueño de Einstein


    Un experimento de estabilización constante de un estado cuántico se ha realizado con éxito por primera vez por un equipo del Laboratorio Kastler Brossel (CNRS / ENS / Collège de France / UPMC-Université Pierre et Marie Curie), dirigido por Serge Haroche (1).

    Los investigadores lograron mantener un número constante de fotones en una cavidad de microondas de alta calidad. Los resultados de su estudio se publican en la revista online Naturaleza el 1 de septiembre de 2011.

    El fotón, la unidad básica de la luz, normalmente sólo pueden ser observados cuando desaparecen. El ojo absorbe los fotones, destruyéndolos y traducen la información que contienen, ya que se registran. Sin embargo, esta destrucción no es indispensable. Hace cuatro años, un equipo del Laboratorio Kastler Brossel realizó un gran avance: la observación, cientos de veces, de un mismo y solo fotón de microondas atrapado en una caja.

    En su nuevo trabajo, los investigadores han ido más lejos: han tenido éxito en la estabilización de un determinado número de fotones en una “caja de fotones”, una cavidad formada por dos espejos superconductores.

    Es el primer experimento de la física cuántica DE completa estabilización. En términos generales, LAS estabilizaciones garantizan el funcionamiento de los sistemas que nos rodean. En el caso de un horno, la temperatura de calentamiento depende de un conjunto de valores: el tiempo que la temperatura ideal no se ha alcanzado, el horno sigue calentándose entonces mantiene su estado de acuerdo con las lecturas del termostato.

    La transferencia de estos conceptos al microscópico mundo cuántico se encuentra con un obstáculo: la medición – el termómetro – cambia el estado del sistema. La Cuántica de estabilización consiste en una medida llevada a cabo mediante la inyección de los átomos, las sondas ultrasensibles, dentro de la cavidad. Esta medida no soluciona el número de fotones, sino que proporciona una estimación imprecisa.

    Al igual que cualquier medición cuántica, sin embargo, modifica el estado de la cavidad. Un monitor – el termostato – tiene en cuenta esta información, así como la perturbación de la medición y control de una fuente de microondas convencionales – los elementos del horno de calefacción. De esta manera, la cavidad se torna o se vuelve a un estado donde el número de fotones tiene exactamente el valor prescrito.

    Einstein tenía un sueño: atrapar un fotón en una caja por un período de alrededor de un segundo. Esta estabilización cuántica ha permitido al grupo LKB ir aún más lejos en el cumplimiento de este sueño, al mantener, en forma permanente, un determinado número de fotones en el cuadro. Este experimento representa un paso importante en el control del complejo de estados cuánticos.

    Notas:
    (1) En colaboración con el Centro Automatique et Systèmes, Mathématiques et des Mines ParisTech Systèmes e INRIA

    Referencias:
    Información en tiempo real cuántica prepara y estabiliza los estados de fotones número, C. Sayrin, Dotsenko I., Zhou X., Peaudecerf B., Rybarczyk T., S. Gleyzes, Rouchon P., Mirrahimi M., H. Amini, M. Brune, JM y S. Raimond Haroche, Naturaleza , 1 de septiembre de 2011.

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    Fuente:

    Universitam

    26 de julio de 2011

    La 'máquina del Big Bang' estrecha el cerco sobre la 'partícula de Dios'

    El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en Ginebra. | AP

    El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en Ginebra.

    El mayor acelerador de partículas del mundo, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), está funcionando "extremadamente bien", pero todavía habrá que esperar hasta finales de 2012 para saber si existe la llamada 'partícula de Dios', es decir, el bosón de Higgs que explicaría uno de los misterios del Universo: por qué la materia tienen masa.

    Así lo ha expuesto el director general del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) en Ginebra, Rolf Heuer, en la presentación de los resultados científicos del primer año de funcionamiento del LHC, conocido popularmente como la 'máquina del Big Bang', durante la Conferencia de Eurofísica sobre Física de Altas Energías, que reúne en Grenoble (sureste de Francia) a 700 científicos.

    "La respuesta a la pregunta de Hamlet sobre el bosón de Higgs, ser o no ser, la tendremos al final del año que viene", bromeó Heuer, quien subrayó que no se puede esperar "demasiado y demasiado pronto", ya que se trata del primer año de trabajo de una máquina planeada para permanecer operativa dos décadas.

    El LHC, un acelerador de partículas construido en un túnel circular de 27 kilómetros y situado bajo la frontera entre Francia y Suiza, está funcionando mejor de lo que cabía esperar.

    En su interior se hacen chocar dos haces de protones que rozan la velocidad de la luz y se analizan las altísimas energías subatómicas que producen. El nivel de colisiones ha alcanzado en tres meses el objetivo fijado para todo el año 2011, es decir 70 millones de colisiones de partículas.

    Sin embargo, aún será necesario multiplicar por diez la cantidad de datos estadísticos recabados para saber si existe o no la célebre 'partícula de Dios', agregó Heuer.

    Misterios de la Física

    "Estamos viviendo momentos muy emocionantes para la física de partículas" y no disponer aún de los datos que permitan despejar esa incógnita no es en absoluto una "decepción", añadió el director del CERN en una conferencia a la que asistieron, entre otros, los premios Nobel de Física David Gross (2004) y George Smoot (2006).

    No hay "decepción por no haber encontrado pistas sobre algo que vaya más allá del Modelo Estándar de la física de partículas", que describe las relaciones entre las interacciones fundamentales conocidas entre partículas elementales que componen toda la materia.

    "Estaría decepcionado si la máquina no funcionase", añadió.

    Se trata del primero de los misterios físicos que intentan desvelar los expertos que trabajan con los datos que genera el acelerador y tanto probar la existencia del bosón como certificar que no existe sería un descubrimiento.

    Si se llegara a encontrar el último elemento que falta en el denominado Modelo Estándar de la física de partículas -enunciado en la década de 1960 por el profesor Peter Higgs- se podría comprender por qué las masas de unas partículas elementales y otras son distintas.

    Pero si la deseada partícula no apareciese, evidenciaría que el Modelo Estándar de la física de partículas está incompleto y abriría nuevas vías de pensamiento a los científicos.

    Resultados revolucionarios

    En paralelo, hasta finales de 2012, los responsables del CERN abundarán también en otros de los misterios a los que se consagran los físicos que trabajan con el LHC, considerado una de las mayores proezas científicas de la historia de la ciencia, aunque se espera que "el primer gran descubrimiento llegue el año que viene".

    Entre ellos, determinar si existen más de tres dimensiones, comprender las diferencias entre materia y antimateria, saber si existe la supersimetría o determinar si es posible hacer arqueología cósmica y explicar mejor qué pasó durante el Big Bang, hace 14.000 millones de años.

    En el tiempo que lleva funcionando el LHC (desde el 20 de noviembre de 2009, tras una avería inicial en 2008) se han comprobado propiedades de partículas ya conocidas, lo que ha permitido avanzar "ahora hacia un territorio inexplorado".

    Una vez empiecen a llegar los primeros resultados científicamente revolucionarios, se podrá plantear la construcción de un nuevo acelerador, tarea que requeriría muchos años y financiación, visto que el actual LHC ha necesitado 20 años de trabajo, 4.000 millones de euros de financiación y la contribución de miles de científicos.

    Fuente:

    El Mundo Ciencia

    21 de julio de 2011

    La evidencia experimental de la existencia de los gluones

    Brian Dorney, “In a World Without Color, Why do I believe in Gluons?,” Quantum Diaries, July 9th, 2011, nos recuerda la evidencia experimental que hay sobre la existencia de los gluones, las partículas elementales responsables de la interacción fuerte entre quarks. Los leptones (electrones y neutrinos) no tienen carga de color y no interaccionan fuertemente. Una ley de la Naturaleza prohíbe que las partículas con carga de color sean observadas de forma directa. Por ello, tanto los gluones como los quarks, las únicas partículas elementales con carga de color, se “hadronizan” formando chorros de partículas sin color (mesones y bariones que son partículas compuestas de quarks y gluones). Estos chorros permiten una observación indirecta de las partículas “coloreadas” y gracias a ellos los físicos experimentales dicen que observan quarks y gluones por doquier en los grandes aceleradores de partículas (como el LHC en el CERN y del Tevatrón en el Fermilab).

    Esta tabla presenta todas las partículas elementales descubiertas hasta el momento (faltan las antipartículas de quarks y leptones). Los seis quarks están coloreados (la carga de color es algo parecido a la carga eléctrica pero tiene tres valores posibles en lugar de dos); como hay tres cargas de color posibles, hay en realidad 18 quarks diferentes. Igual que la carga eléctrica puede ser positiva o negativa, hay dos tipos de cargas de color llamadas color (rojo, verde, y azul) y anticolor (antirrojo, antiverde, y antiazul). Los gluones (“g” en la tabla) tienen un color y un anticolor de forma simultánea. Los quarks cambian de color cuando absorben y emiten gluones. La regla a recordar es fácil, el color se conserva; por ejemplo, un quark verde absorbe un gluón rojo-antiverde y se transforma en un quark rojo.

    En la naturaleza, de forma libre, solo existen partículas neutras respecto a la carga de color (se dice que los quarks y gluones están confinados); estas partículas neutras se llaman hadrones. Hay dos tipos de hadrones, los mesones, partículas formadas por un quark y un aniquark (el quark tiene un color y el antiquark el anticolor correspondiente) y los bariones, partículas formadas por tres quarks cada uno con un color diferente (los tres colores se suman y dan como resultado un valor neutro de la carga de color). Cuando en el LHC del CERN una colisión protón-protón produce un par de quarks top de alta energía que se emiten en direcciones opuestas, estos se desintegran de forma casi instantánea en cascada de partículas de menor energía que se van desintegrando de forma sucesiva formando un chorro de partículas que se mueven en la dirección de movimiento del quark original; estas partículas son hadrones (mesones y bariones) y por eso se dice que el quark se ha “hadronizado.” La suma total de la energía y momento de estos chorros permite determinar la energía y momento del quark original que los produjo. Para un físico ver un chorro de partículas es casi lo mismo que ver un quark ya que sus propiedades se deducen de las del chorro.

    El gluón, igual que el fotón, es un bosón vectorial, es decir, una partícula con espín 1; los quarks y los leptones son fermiones y tienen un espín semientero 1/2. Como hay tres valores para la carga de color, hay ocho gluones diferentes. ¿Por qué ocho y no nueve? Se podría pensar que los gluones deberían ser nueve: rojo-antiverde, rojo-antiazul, verde-antirrojo, verde-antiazul, azul-antirrojo, azul-antiverde, rojo-antirrojo, verde-antiverde y azul-antiazul. Sin embargo, hemos dicho que los gluones están cargados y las combinaciones tipo color-anticolor del mismo color (en cursiva) no están permitidas, pues darían un gluón neutro. Estas tres combinaciones en cursiva solo se pueden dar en combinaciones lineales a pares (superposiciones cuánticas); de las tres posibles combinaciones lineales solo se pueden dar dos de ellas, por que la tercera es combinación lineal de las otras dos. Por ejemplo, solo se pueden dar las combinaciones (rojo-antirrojo) - (verde-antiverde) y (rojo-antirrojo) - (azul-antiazul). Por cierto, vale cualquier combinación lineal posible y la habitual en la mayoría de los libros es (rojo-antirrojo) - (verde-antiverde) y (rojo-antirrojo) + ((verde-antiverde) - 2 (azul-antiazul), pero la razón es un mero convenio (que corresponde a usar las así llamadas matrices de Gell-Mann).

    La evidencia experimental de los gluones es anterior al LHC del CERN y se obtuvo en el LEP (Large Electron-Positron Collider) del CERN. En este acelerador colisionaban electrones y sus antipartículas los positrones, que no tienen carga de color. La aniquilación de un par electrón-positrón produce un fotón que a su vez puede desintegrarse en un par quark-antiquark, como muestra el diagrama de Feynman de arriba, izquierda. Estos dos quarks libres se observan como chorros tras su hadronización (desintegración en partículas compuestas de menor energía que son neutras para la carga de color). La ley de conservación del momento angular dice que si los dos leptones colisionan de frente, con un ángulo de 180 grados, los dos quarks también deben dirigirse en direcciones opuestas y los dos chorros que resultan también tienen un ángulo de 180 grados; esta señal es muy fácil de detectar. Así se hizo en LEP y si así se hace ahora en los dos grandes experimentos del LHC, tanto CMS como ATLAS; abajo tenéis un evento con dos chorros en direcciones opuestas observado en el experimento CMS.

    La explicación de esta figura es sencilla. Las dos líneas negras son la estimación de las direcciones originales de los quarks que produjeron los dos chorros y están separadas un ángulo de 180 grados. En el centro de la figura se encuentra el punto de colisión, donde colisionaron un protón contra otro protón en direcciones opuestas. El círculo interior (líneas en azul y punteadas) corresponde a los detectores de silicio que trazan pixel a pixel las trayectorias tridimensionales de las partículas cargadas que forman cada chorro; la línea punteada es una estimación del ángulo (en realidad en 3D es un cono) de cada chorro. La trayectoria de estas partículas cargadas está curvada por los campos magnéticos en los que se encuentran los detectores; la curvatura permite determinar el momento (energía) de la partícula, así como el signo de su carga (en la figura las partículas con carga positiva se curva en la dirección del reloj y las que tienen carga negativa en dirección antihoraria). Fuera del círculo central aparecen histogramas en rojo y en azul que corresponden, respectivamente, a los calorímetros electromagnéticos (ECal), que detectan electrones y positrones, y a los calorímetros hadrónicos (HCal), que detectan hadrones (mesones y bariones). Cada histograma representa la cantidad de energía depositada en los calorímetros y permiten reconstruir con precisión la energía de las partículas del chorro. Los rectángulos rosados distribuidos de forma circular en el exterior son los calorímetros que detectan muones (ya que estas partículas a alta energía recorren grandes distancias debido a la dilatación del tiempo de la teoría de la relatividad que incrementa su vida media). Esta figura muestra un evento en el que no se han producido muones.

    Retornando a los diagramas de Feynman de más arriba (el de la derecha presenta el proceso e+e- → qqg). Puede ocurrir que uno de los dos quarks en los que se desintegra el fotón emita un gluón. Como esta partícula también está coloreada, se producirá un chorro hadrónico y el evento en lugar de tener dos chorros, presentará tres chorros, pero no cualesquiera. La ley de conservación del momento obliga a que estos tres chorros se encuentren en el mismo plano, lo que hace que estos eventos presenten una señal muy distintiva. Si el gluón tiene suficiente energía, los tres chorros estarán bien separados y permitirán estudiar las propiedades del gluón con precisión. Gracias a este tipo de eventos se confirmó de forma definitiva la existencia del gluón a finales de los 1970 y principios de los 1980 en el experimento PETRA (Positron Electron Tandem Ring Accelerator) en DESY (Deutsches Elektronen Synchrotron), Alemania [1]. Las propiedades del chorro asociado al gluón coincidían con las predichas por la teoría de los quarks y gluones, llamada cromodinámica cuántica (QCD). Una propiedad importante del gluón es su espín, que es la unidad, a diferencia del espín de un quark que es semientero; si se suponía que el tercer chorro en estos eventos era un chorro debido a un quark se obtenía un desacuerdo con los experimentos porque el espín total de las partículas del chorro no daba el valor correcto [2]. El colisionador LEP confirmó el descubrimiento de los gluones y la validez de la QCD fuera de toda duda. Arriba os he presentado un evento con tres chorros (tri-jet) observado en CMS del LHC, que muestra dos chorros debidos a los quarks (ambos hacia abajo) y un chorro asociado al gluón (hacia arriba).

    Los físicos (y los buenos aficionados) interesados en la historia de la física, disfrutarán con el artículo [3] de Paul Söding (DESY) sobre el descubrimiento del gluón, que incluye figuras de los eventos originales y detalla las técnicas utilizadas para verificar que el gluón realmente había sido descubierto.

    [1] D.P. Barber, et. al., “Discovery of Three-Jet Events and a Test of Quantum Chromodynamics at PETRA,” Phys. Rev. Lett. 43: 830-833, 1979.

    [2] P. Duinker, “Review of e+e- physics at PETRA,” Rev. Mod. Phys. 54: 325-387, 1982 (copia gratis en DESY).

    [3] P. Söding, “On the discovery of the gluon,” Eur. Phys. J. H. 35: 3-28, 2010 (gratis en la revista).

    Fuente.

    Francis Science News

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