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12 de marzo de 2012

Fukushima un año después, ¿en qué se parece a Chernóbil?


Chernobyl

Más de 60 personas murieron por el accidente nuclear de Chernóbil. En Japón no se registran muertos por radioactividad.

¡El nuevo Chernóbil! ¡El Chernóbil japonés! ¡Chernóbil 25 años después! La comparación estaba ahí, hace un año, esperando, disponible para cualquiera que hablara, escribiera o informara de Fukushima.

Cuando el terremoto del 11 de marzo de 2011 le dio a Japón su primer golpe, seguido luego por otro en forma de tsunami, más de 16.000 personas murieron en las prefecturas de Fukushima, Miyagi e Iwate, 6.000 fueron heridas y unas 3.200 desaparecieron. Pero la catástrofe aún no estaba satisfecha; faltaba la crisis en una central nuclear cuyos sistemas fueron dañados durante ese 11 de marzo.

Desde el 26 de abril de 1986, cuando una prueba rutinaria en el suministro eléctrico culminó con una serie de explosiones del reactor número cuatro de la planta nuclear ucraniana, toda mala noticia vinculada a la energía atómica invocaba el fantasma de Chernóbil.

clic Lea: Limpiando Fukushima con herramientas de jardinería

Pero Fukushima no era un accidente más, era un accidente nivel 7, el mayor nivel en la escala, escala que solo había sido trepada hasta los más alto por la tragedia de Ucrania. El paralelismo estaba servido, pero las diferencias también.

"Las coincidencias terminan en el hecho de que son dos accidentes en centrales nucleares que tuvieron un impacto en el exterior, por lo que obligaron a activar dispositivos de protección para proteger a los ciudadanos", le dice a BBC Mundo Juan Carlos Lentijo, director técnico de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear español (CSN).

Lentijo, quien visitó Fukushima como líder de la misión del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) a cargo de supervisar las labores de limpieza y rehabilitación, cree que son más las diferencias que las similitudes, comenzando por el origen de ambos accidentes y sus consecuencias.

"En Chernóbil hubo una explosión, o lo que nosotros llamamos una 'excursión de potencia', liberación de energía espontánea que terminó expulsando todo el cóctel de materiales que hay dentro del reactor. En Fukushima, por otra parte, colapsaron los sistemas de refrigeración pero fue una degradación que tomó horas, días. No se producen explosiones nucleares, son liberados materiales volátiles pero no todo lo que contenía el reactor".

clic Vea imágenes de Fukushima y las zonas afectadas por el tsunami un año después

¿Cómo se ven los accidentes?

Para el jefe científico de Greenpeace en Reino Unido, las coincidencias son más de una.

"Las dos regiones todavía tienen una zona de evacuación, ambas poblaciones locales posiblemente tengan que vivir en otra parte por mucho tiempo, los dos accidentes dejaron un legado de desconfianza en las autoridades y causaron una revisión global de las actitudes hacia la energía nuclear", le dijo a BBC Mundo el doctor Doug Parr.

Pero el doctor Parr también encuentra una característica no compartida por Chernóbil y Fukushima: "Ambos accidentes mostraron que la regulación y administración de la energía nuclear son problemáticas, pero creo que la diferencia estaría en la habilidad de los países para lidiar con grandes movimientos de población".

El número de evacuados en Japón no ha sido determinado con exactitud pero se cuentan en decenas de miles. En 1986, en Ucrania, unas 115.000 personas fueron evacuadas de las zonas aledañas al reactor y, después de 1986, unas 220.000 personas de Ucrania, Bielorrusia y la Federación Rusa fueron reubicadas.

Tsunami en Japón

El tsunami que siguió al terremoto grado 9 en la escala de Richter barrió con comunidades en tres prefecturas.

Mientras la zona de evacuación alrededor de Chernóbil fue de 30 kilómetros, la de la planta de Fukushima Daiichi fue de 20 kms. En Japón se estableció una zona de evacuación voluntaria entre los 20 y los 30 km., pero cinco comunidades más allá de la zona de evacuación obligatoria igual tuvieron que dejar sus hogares.

El jefe científico de Greenpeace cree que otra diferencia puede encontrarse en cómo la gente percibe ambos accidentes.

"En el caso de Chernóbil, se puede pensar en un accidente aleatorio, causado por un equipo mal mantenido en una Unión Soviética que se desintegraba. No se puede aplicar la misma percepción a Fukushima, que tuvo lugar en una democracia moderna, desarrollada y tecnológicamente avanzada"

"Pero a pesar de todo esto", continúa Parr, "se falló en evaluar correctamente las advertencias sobre los peligros de terremotos y tsunamis. Esto cuestiona de forma más profunda la seguridad nuclear y demuestra el alto costo que un accidente de esta naturaleza inflige al país afectado".

Consultados por BBC Mundo, expertos del OIEA respondieron que "debido a la complejidad del tema, todavía es muy temprano para trazar una comparación definitiva" entre ambos accidentes, pero señalaron que en términos de radioactividad, Chernóbil emanó 6.618.000 terabecquerels (la cantidad de radioactividad se expresa en becquerels, que corresponden a una transformación nuclear por segundo), mientras que la planta japonesa emitió 370.000.

Como suele ocurrir con las cifras, más cuando son tan desparejas, más aún cuando la unidad de medida es tan desconocida para un público en general, lo importante es preguntarse qué significan estos números.

Lecciones del pasado

El accidente de Chernóbil involucró a un solo reactor de los cuatro con los que contaba la planta; Fukushima debió lidiar con problemas en tres de los seis que tenía, más los inconvenientes en las piscinas de combustible nuclear, pero en plena crisis doce meses atrás, las autoridades japonesas dejaron claro que a diferencia de lo ocurrido en Ucrania, todas las vasijas de sus reactores, encargadas de contener las barras de combustible nuclear, habían permanecido intactas.

Fukushima

Fukushima hoy, doce meses después de la tragedia.

"En Chernóbil, la explosión liberó isótopos de vida media o corta, es decir, que tardan entre pocos minutos y 30 años en desintegrarse, junto con isótopos de vida larga, plutonios y uranios que necesitan miles de años para hacerlo", explica el director técnico de Protección Radiológica del CSN.

Aquí estaría una de las principales diferencias entre un accidente y otro, sin olvidar la extensión del área afectada: 60 kilómetros en el caso japonés, 500 kilómetros en el caso ucraniano (aunque plantas y animales fueron incluso afectados en distancias más lejanas).

Según un informe de las Naciones Unidas, el accidente en Ucrania dejó 64 muertos hasta el último registro en 2008, aunque las discusiones continúan sobre cuántos más van a o morir por haber sido afectados 25 años atrás. Fukushima, por su parte, no ha registrado ningún muerto por exposición o contaminación radioactiva.

Lea el artìculo completo en:

BBC Ciencia

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5 de marzo de 2012

¿Energía nuclear sin peligros?

La carrera global para construir nuevas plantas nucleares se frenó en seco en marzo pasado cuando tres reactores en la planta japonesa de Fukushima se fundieron, provocando que los niveles de radioactividad se dispararan en los alrededores.

Pero, ¿qué tal que existiera una manera más segura de producir energía nuclear; reactores que no pudieran ser usados para hacer armas, que no explotaran y que produjeran menos desechos?

Torio

Usando torio en vez de uranio se podría producir energía nuclear más segura, sospechan.¿Qué tal que hubiera un tipo de energía nuclear que incluso el defensor del medioambiente más acérrimo pudiera aceptar?

En las cuatro esquinas del mundo, científicos trabajan para acercarse a un futuro nuclear alternativo, a un renacimiento nuclear, limpio y seguro. La llave: reemplazar el combustible. En vez de uranio, torio.

"Es difícil no sobreestimar esta posibilidad", le confiesa a la BBC la baronesa Bryony Worthington.

"Si uno tiene en cuenta que el torio es uno de los elementos más abundantes en el planeta, que es altamente energético, más que el uranio; los reactores pueden ser pasivamente seguros, pueden construirse a pequeña escala... es como energía nuclear sin las maldades", señala.

La baronesa Worthington es una respetada activista por el medio ambiente y ha visto lo suficiente para convencerse de que torio cumple lo que promete.

"Si es como dicen, parece demasiado bueno para ser cierto, sin embargo, mucha gente ha hecho lo mismo que yo: preguntarle a expertos que respetan y tratar de descubrir los problemas, y entre más lo hacemos, mejores cosas descubrimos".

Su infeccioso entusiasmo es producto de un encuentro con el ingeniero y empresario estadounidense Kirk Sorensen, quien está ansioso por construir una nueva generación de reactores de torio.

"Hay cuatro veces más torio que uranio en la Tierra. En 2007 usamos 5.000 millones toneladas de carbón, 31.000 millones barriles de petróleo y 5 billones de metros cúbicos de gas natural, junto con 65.000 toneladas de uranio para producir la energía que consumió el mundo. El torio es tan altamente energético que uno puede tener un suministro de por vida de energía en la palma de la mano".

Intereses creados

Sorensen está ansioso por construir una nueva generación de plantas nucleares que utilicen torio, pero incluso él sólo se enteró hace poco del secreto nuclear mejor guardado.

Alvin Weinberg con los Kennedy

Alvin Weinberg en el Oak Ridge National Laboratory, con los Kennedy. Fue ahí donde condujo experimentos con torio.

"En 2000, cuando estaba trabajando en la NASA, estaba interesado en encontrar la manera de suministrar energía a bases en la Luna o Marte. Estaba estudiando reactores nucleares y un colega me contó que había escuchado rumores sobre un reactor nuclear en Oak Ridge National Laboratory (1945) muy interesante que utilizaba combustibles líquidos".

Así que la teoría sobre el torio no es nueva. De hecho, ha sido el combustible de varios reactores experimentales y comerciales en Estados Unidos y Europa, y sus raíces se extienden hasta el amanecer de la era nuclear.

"El pionero fue Alvin Weinberg, quien había estado en el Proyecto Manhattan (el programa de investigación y desarrollo que produjo la primera bomba atómica). Después de la guerra, le ofrecieron el cargo de director del Oak Ridge National Laboratory. Ahí construyó varios reactores que utilizaban torio y de hecho, el de sal fundida fue tan exitoso que se fue a la Comisión de Energía Atómica en EE.UU. a pedir más fondos".

Entonces, ¿qué pasó?

"Lo revisaron y se dieron cuenta de que su investigación se había alejado de la línea que ellos habían propuesto, que era utilizar combustibles sólidos y plutonio, y decidieron cancelar la investigación de Weinberg y a despedirlo".

Con torio no se podían hacer bombas. Además, ya habían escogido al plutonio. ¿Fue por ello que esa idea de energía nuclear nunca despegó, porque no respondía a los intereses de la época?

"La Comisión de Energía Atómica era una agencia civil, no obstante, una de sus grandes prioridades era proveer material para producir armas nucleares".

El presente

La promesa de energía nuclear sin los peligros parece demasiado buena para ser verdad.

Hay una manera rápida y sencilla de usar el torio en el tipo de reactores que ya existen hoy en día: mezclándolo con uranio 235 o plutonio, para producir los neutrones que hagan que el nucleo se divida y produzca la energía necesaria.

De hecho, eso es lo que los indios están haciendo, lo cual tiene sentido, pues tienen mucho torio y poco uranio.

El problema es que si se usa torio en reactores convencionales, se reducen los beneficios potenciales. Una tragedia como la de Fukushima, por ejemplo, sigue siendo posible.

En Francia, entretanto, están trabajando en algo mucho más imaginativo.

En Grenoble, el centro alpino de la enorme industria de investigación nuclear francesa, Veronique Ghetta está tratando de encontrar la manera de mover un combustible líquido súper caliente de torio fundido y fluoruro de uranio por una planta nuclear.

Sal fundida como combustible nuclear líquido es lo que Alvin Weinberg usó en su primer reactor y es un concepto que está siendo maximisado por los chinos y rusos, así como los franceses.

Y, mientras los franceses, rusos, chinos y estadounidenses están detrás del rector de sal de torio fundida, los británicos están trabajando en un diseño muy diferente, usando EMMA.

EMMA es el acrónimo en inglés de la Máquina del Electrón con Muchas Aplicaciones, y se puede pensar en ella como la hermana pequeña del Gran Colisionador de Hadrones.

En el diseño, propuesto por Bob Cywinski, físico nuclear de la Universidad de Huddersfield, protones producidos por un acelerador de partículas como EMMA serían disparados a un reactor repleto de torio 232, convirtiéndolo en uranio 233, para crear la fisión nuclear que puede producir electricidad.

"EMMA provee una demostración de una nueva forma de aceleración que puede ser usada para reactores nucleares. El concepto nunca ha sido probado, por lo que es importante que los físicos y los diseñadores de aceleradores pudieran hacer un modelo antes de que construir una máquina a escala real", le explica a la BBC Susan Smith, trabaja en las Instalaciones de Ciencia y Tecnología de Darsbury, Cheshire, Inglaterra, donde se aloja EMMA.

El futuro crítico

El problema es que, por más planes y beneficios que haya, la experiencia demuestra que es difícil pasar la fase crítica.

Intentos anteriores de tornar la teoría sobre el torio en realidad práctica han fracasado.

En Alemania hubo un reactor de torio de 1983 a 1989, pero lo clausuraron por problemas técnicos y económicos.


"¿Puede demostrarse que el torio es tan seguro y comercialmente conveniente como para que se inviertan grandes cantidades de dinero, esfuerzo y trabajo para que esa tecnología funcione?"

Francis Livens

El profesor Francis Livens del Instituto Dalton de Investigación Nuclear en la Universidad de Manchester es escéptico frente a las afirmaciones respecto a las ventajas en términos de acceso y desechos del torio, pero lo que más le preocupa es cuánto tiempo tomará convertirlo en una fuente de electricidad eficiente y comercialmente viable.

"Lo que una nueva tecnología ofrece es un riesgo, pues quizás no cumpla con lo que promete. ¿Puede demostrarse que el torio es tan seguro y comercialmente conveniente como para que se inviertan grandes cantidades de dinero, esfuerzo y trabajo para que esa tecnología funcione?".

"En principio, es muy atractivo. Es como el reactor reproductor rápido: se quema plutonio y el desecho, el reactor hace más combustible del que consume... parece apuntar al mítico momento en el que la energía llegue a ser demasiado barata para cobrarla. Pero la realidad, a gran escala, es que hay que usar solventes agresivos, metales fundidos, hubo problemas técnicos y se tornó mucho más difícil de implementar de lo que se anticipó".

Por su parte, los entusiastas del torio admiten su preocupación de que las mismas fuerzas que trajeron consigo el fin de la carrera del pionero del torio Alvin Weinberg actuen.

"Ha habido una inversión tremenda en lo que ahora consideramos como la industria nuclear convencional, de manera que si alguien viene con otra idea, no es muy bien recibido. La respuesta es: 'sabemos qué estamos haciendo', y es cierto, están construyendo plantas nucleares más seguras. Pero lo que nosotros estamos proponiendo es algo que lidia con el problema de los desechos nucleares y de sustenibilidad", señala Cywinski.

La respuesta del estadounidense Sorensen es sencillamente ignorar a la terca industria nuclear. Desde su punto de vista, esta nueva tecnología funcionará mejor inicialmente presentada en la forma de reactores pequeños y producidos en masa, para grandes consumidores de energía, como los hornos de aluminio, o para llevar electricidad a comunidades remotas.

Ya logró incluso que el Pentágono se interese. El ejército estadounidense está considerando seriamente llevar mini reactores nucleares de torio a sus bases en el frente en lugares como Afganistán.

Entonces, ¿se convertirá eventualmente el torio en el combustible limpio y verde del futuro?

La historia nuclear esta llena de grandes ideas que fracasaron terriblemente pero cuando hasta los defensores del medioambiente están dispuestos a considerar su posición respecto a la energía nuclear gracias a la promesa del torio, quizás sea un sueño que se podría convertir en realidad.

Fuente:

BBC Ciencia

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20 de octubre de 2011

Los héroes de Fukushima reciben el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011




  • Toyohiko Tomioka, en el centro, junto al resto de héroes de Fukushima, en Oviedo. | Reuters

    Toyohiko Tomioka, en el centro, junto al resto de héroes de Fukushima, en Oviedo. | Reuters

    La lucha contra la crisis nuclear en Fukushima, provocada tras el tsunami que hace seis meses dejó en Japón más de 15.800 muertos y casi 4.000 desaparecidos -según los últimos recuentos-, se personifica en Oviedo estos días a través de los testimonios de dos policías, otro par de militares y un jefe de bomberos que entraron, junto a otras 200 personas, en el perímetro que tuvo al mundo en vilo durante varios días de marzo.

    Lejos de considerarse "Héroes de Fukushima", como les define el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011, Toyohiko Tomioka, máximo responsable de bomberos al mano de las operaciones para tratar de enfriar los reactores en aquellos primeros momentos de lucha contra la radiación, explica que "parte de la cultura de Japón, es que cuanto más terrible es la situación, más da uno de sí mismo para los demás. Es la mentalidad japonesa. Ante una situación de catástrofe como esa, nadie pretende ser salvado sólo".

    Más allá de los operarios de la central donde se provocó la mayor alarma nuclear desde Chernobil y de la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad, hubo familiares de alguno de los "liquidadores" o "samuráis nucleares" -aquellos que participan de alguna manera en zona de fuerte radiación en luchar contra la crisis- que criticaron que participaran también personas sin preparación.

    Tomioka juega al rugby. "Cuando mi equipo gana nadie se atribuye lo que ha hecho o conseguido por sí mismo. Siempre es el conjunto", dice. Y traslada esta idea a la reacción del pueblo japonés. A él le tocó entrar en un coche blindado contra radiación en la central para decidir donde pondrían las estructuras para disparar los chorros de agua con los que enfriar el reactor dos. Un vehículo que por su blindaje tenía una visibilidad muy limitada. Tal es así que, "aunque estaba prohibido", tuvo que salir del vehículo para identificar el punto adecuado.

    "Yo no tuve miedo y mis compañeros tampoco. Simplemente sentí la obligación moral, como persona y como trabajador, para llevar a la práctica todo lo que he aprendido y estudiado. Teníamos que defender nuestra patria", afirma. Pero al abandonar el perímetro, tras establecer el dispositivo para comenzar a enfriar los reactores y ver cómo sus compañeros tomaban el relevo en la zona más peligrosa, Tomioka se dirigió a los medios de comunicación: "Quiero pedir perdón a nuestras familias por el sufrimiento que pasan".

    A principios de esta semana se halló plutonio fuera de los reactores en la central. Pero Tomioka no deja asomar ni una crítica a la gestión del Gobierno, ni de la compañía responsable de la central, y todo son agradecimientos ante la preocupación y la solidaridad recibida desde el extranjero: "Se está trabajando lo mejor que se puede, con presupuestos extraordinarios para limpiar terrenos, para ayudar a los damnificados"

    Fuente:

    BBC Ciencia

    18 de octubre de 2011

    ¿Qué nos dicen los bananos sobre la radiación?

    La preocupación mundial por la radiación se multiplicó tras ver los daños a la planta nuclear de Fukushima en Japón tras el terremoto y tsunami de clic marzo pasado. Esta semana se detectó otro punto en clic Tokio. Pero, ¿hay manera de traducir las complicadas medidas que usan los científicos para que podamos entender el riesgo?, se pregunta Michael Blastland, de BBC Magazine.

    Bananas

    Los bananos pueden ayudarnos a entender la radiación.

    Qué cosa peculiar, la radiación, ¿no?

    Invisible, incomprensible, perjudicial (bombas) y a la vez útil (rayos X) o incluso ambas cosas a la vez (energía nuclear). Y nos ponemos como locos si alguien quiere poner material radiactivo en nuestro patio trasero, aunque sabemos que está en todas partes.

    Sería mucho más fácil entender si nuestra exposición a los peligros de la radiación es reducida a algo como los bananos. En realidad, se puede, en cierta medida: bienvenidos a la Dosis Equivalente en Bananos o DEB.

    Los bananos son una fuente natural de isótopos radiactivos. Es cierto que no hay muchos en una banano. Pero son suficientes como para que unos cuantos racimos activen los sensores de radiación que hay en los puertos de Estados Unidos para detectar el contrabando de material nuclear, según la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear, un centro de estudios sobre seguridad.

    La medida estándar de los efectos biológicos de la radiación es el sievert. Un sievert es una dosis gigantesca, pero una décima parte de una millonésima de un sievert -0,1 microsievert- es más o menos la dosis que se ingiere al comer un banano.

    Por lo tanto, podemos utilizar un banano como unidad básica y convertir otras exposiciones a la radiación en las correspondientes bananos. Los datos de la tabla vienen de clic aquí (en inglés). No garantizo haberlos revisado.

    Bananos y radiación

    Número de bananos

    Equivalentes a exposiciones de radiación de...

    500 millones

    Diez minutos junto al núcleo del reactor de Chernóbil tras la explosión y el derrumbe

    80 millones

    Dosis letal, incluso con tratamiento

    20 millones

    Envenenamiento por radiación grave, fatal en algunos casos

    500.000

    Dosis máxima legal anual para un obrero en la industria de la radiación en EE.UU.

    70.000

    Tomografía computarizada de tórax

    40.000

    Diez años de dosis normal, el 85% de la cual proviene de fuentes naturales

    4.000
    Mamografía
    1.000

    Dosis total aproximada recibida en el Ayuntamiento de Fukushima durante las dos semanas posteriores al accidente

    400

    Vuelo desde Londres a Nueva York

    300

    Objetivo previsto de descarga anual de una planta de energía nuclear

    200

    Radiografía de tórax

    50

    Radiografía dental

    1
    Comer una banana
    0,5
    Dormir con alguien

    Pero ¿por qué molestarse en convertir todo esto a bananos? En parte porque es de esperar que los DEB sean más amigables que los sieverts, grays, rads, rems y demás parafernalia.

    Aunque no a todos les gustan los DEB, a causa de los problemas que supone medir los cambios en el nivel de exposición a la radiación de un banano a medida que pasa por nuestro cuerpo.

    Pero creo los DEB son útiles por varias razones. En primer lugar, nos recuerdan que la radiación es un lugar común. Hay pocas cosas más comunes que un banano.

    En segundo lugar, sabemos que comer un banano no nos va a matar. Ni remotamente. No sin violencia extrema. Esto confirma una vieja teoría sobre la toxicidad: el peligro está en la dosis.

    Cantidad

    En otras palabras, la mayoría de las cosas, incluida la radiación, sólo son peligrosas en grandes cantidades. La distinción entre lo tóxico y lo seguro no es realmente una distinción de grado, sino de cantidad. Esto es válido para casi todo, desde el agua y las vitaminas hasta el arsénico.

    En tercer lugar, imagínense comer 20 millones de bananos, el equivalente a una dosis que produciría un envenenamiento por radiación grave, incluso mortal. Probablemente uno se moriría de otra cosa diferente a la radiación antes de terminar de comerselos. No intenten esto en su casa. Incluso durante una vida de 80 años, habría que comer 700 por día.

    Por lo tanto, si ponemos toda exposición a la radiación en una escala -la escala del banano- podemos ver claramente cuán grande es la escala. A dosis bajas, los bananos vienen en racimos, y luego ya vienen de a miles de millones, que corresponden a microsieverts, milisieverts y sieverts.

    Miden la radiación de un bebé en Fukushima.

    Así miden la radiación de un bebé en Fukushima.

    Por lo general, los gráficos sobre este tipo de temas usan una escala logarítmica, como con los decibeles, pero las escalas logarítmicas confunden a algunos lectores. Los bananos no tienen ese problema.

    Volviendo a los bananos, nuestro sistema no pretende trivializar el riesgo para la salud que supone la radiación. La radiación -en rigor, estamos hablando de la radiación ionizante, el tipo que puede dañar las células humanas- está lejos de ser algo trivial. El Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. ha estimado, por ejemplo, que los millones de tomografías computarizadas que se hicieron en EE.UU. sólo en 2007 pueden llegar a causar 29.000 casos de cáncer.

    Pero la forma en que medimos las cosas puede cambiar nuestra forma de pensar sobre ellas. Pensemos en la radiación de una tomografía computarizada del tórax. Si les digo que equivale a estar a unos dos kilómetros del epicentro de la bomba atómica de Hiroshima, es posible que vean el riesgo de forma diferente que si lo comparo con comer 70.000 bananos.

    Créase o no, ambas comparaciones son válidas. La exposición causada por la bomba disminuye rápidamente con la distancia. Decidan ustedes mismos qué suena peor.

    Así que, ¿les cambia algo mirar la radiación pensando en bananos? Si la respuesta es no, admito que puede deberse a lo insólito de la idea.

    Las actitudes que uno asume ante los riesgos son complicadas, emocionales, culturales y muy profundas. El miedo, por ejemplo, no es fácil de cuantificar. No es simple poner la psicología del riesgo en un gráfico.

    Los números sólo nos ayudan hasta cierto punto, incluso cuando los transformamos en algo tan cotidiano como un banano.

    Fuente:

    BBC Ciencia

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    14 de octubre de 2011

    La necesidad volvió a los japoneses expertos en medir la radiación

    Para proteger a sus hijos, muchas madres están pendientes de los niveles de radioactividad.

    No hasta hace mucho tiempo atrás la medición de la radioactividad era un trabajo reservado para los científicos. Armados con un contador Geiger, los especialistas podían medir los niveles de contaminación nuclear presentes en un lugar determinado.

    Sin embargo, después de la avería de la planta nuclear de Fukushima, provocada por el terremoto y posterior tsunami en Japón de marzo, muchos ciudadanos de ese país parecen haberse convertido en expertos en esa tarea.

    Desde abril, por ejemplo, cientos de ciudadanos de a pie comenzaron a subir sus propias mediciones a Safecast.org, un página de internet que les permite a los usuarios compartir información de lo que está pasando en cuanto a la radioactividad en el lugar en el que viven.

    El objetivo de esta organización sin fines de lucro es llenar el vacío que existe ante la falta de información de las autoridades.

    Para reunir la mayor cantidad de mediciones posibles, fabricaron sus propios contadores Geiger y se los entregaron a voluntarios -científicos, aficionados a la tecnología y personas comunes y corrientes- que viven en las zonas más afectadas.

    Al cabo de unos meses, recibieron una cantidad invaluable de datos que les permitió crear mapas que muestran los niveles de radioactividad.

    Desconfianza

    Para muchos, el hecho de que los ciudadanos comunes hayan comenzado a tomar mediciones por cuenta propia es un reflejo de la pérdida de confianza en la información suministrada por las autoridades.

    La confusión, provocada por la publicación información contradictoria, tampoco contribuye a calmar la ansiedad de la población.

    Este jueves por ejemplo, se informó de la presencia de elevados niveles de radiación en el distrito de Setagaya, a unos 200 kilómetros de Fukushima.

    Sólo más tarde, las autoridades señalaron que la radiación se originó en unas antiguas botellas que estaban guardadas en una caja de madera en un sótano de una casa de Tokio y, por lo tanto, descartaron una conexión con la planta nuclear.

    La información recopilada por los usuarios de Safecast.org ha tendido hasta el momento a coincidir con las mediciones del gobierno. Sin embargo, en algunos casos, reveló que la radioactividad en algunos sitios era más elevada de lo que se esperaba.

    Madres con iniciativa

    Celular que puede medir la radioactividad

    NTT DoCoMo creó un teléfono que puede medir la radioactividad.

    Estos datos sirven para que la población pueda alertar a las autoridades y hacer que se tomen medidas antes de que sea demasiado tarde y las partículas de radioactividad se esparzan por una región más amplia.

    Según explica Ryugo Hayano, físico nuclear de la Universidad de Tokio, en determinadas situaciones "no fue sino hasta que los residentes locales elevaron sus voces que los gobiernos municipales se tomaron el tema seriamente".

    En el caso de Setagaya, por ejemplo, fue un grupo de madres las que, tras medir la radioactividad en las inmediaciones de la guardería a la que acudían sus hijos, alertaron a las autoridades.

    Y para los que no saben cómo hacerlo o no disponen de un contador Geiger, el gigante de los teléfonos celulares japonés NTT DoCoMo presentó una solución: desarrolló un teléfono inteligente que tiene la capacidad de medir la radiación en el ambiente.

    Fuente:

    BBC Ciencia

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    15 de septiembre de 2011

    Explosión en un complejo nuclear semisecreto de Francia

    Las autoridades niegan que hubiera fugas radiactivas, pero no dan explicaciones precisas sobre lo ocurrido. Denuncian, además, que se ocultó información a la población.
    Enlace
    En Fukushima las causas fueron naturales: el terremoto y el tsunami causaron la tragedia. Pero aquí, en Francia, estamos ante un accidente industrial. De cualquier modo, para Conocer Ciencia, la energía nuclear NO es segura para la Humanidad.

    Y, mientras tanto, crece eltemor en Francia por un incidente en
    una planta atómica. Y la bolsa de Paris se desploma como producto de la explosión.


    "No hay ningún riesgo de fuga radiactiva". "El accidente ha terminado". "Ni siquiera fue necesario confinar al personal del complejo nuclear". La Administración francesa descargó estos mensajes, en ráfaga, sólo unas horas después de la explosión e incendio de un horno de incineración de materiales radiactivos, que se produjo ayer dentro del inmenso complejo nuclear de Marcoule, a unos 285 kilómetros por carretera desde La Jonquera. El accidente dejó un muerto y cuatro heridos, según el balance oficial.

    Todo comenzó con una explosión en uno de los dos hornos que la empresa Socodei-Centraco, filial del gigante eléctrico EDF, tiene en el sector sur del complejo de Marcoule, una impresionante área de 278 hectáreas. En ella se encuentran cinco reactores nucleares experimentales o militares paralizados, dos plantas de producción o tratamiento del plutonio militar, un laboratorio de residuos altamente activos y un inmenso basurero atómico.

    La Administración llegó a alertar oficialmente de "riesgos de fuga"

    La explosión se produjo antes de las 11.45 y desató un incendio que, según las versiones oficiales de la Administración, estuvo totalmente controlado a las 13.00 en esa zona del sector civil del complejo. La persona que falleció era un empleado que se encontraba al lado del horno donde, oficialmente, sólo se incineran y se acondicionan residuos metálicos de radiactividad baja o muy baja. El trabajador resultó totalmente carbonizado, aunque, según el Ministerio de Interior, "sin señales de contaminación radiológica". Otras cuatro personas resultaron heridas, una de ellas en estado crítico.

    Hacia las 14.30, el Ministerio de Interior podía afirmar triunfalmente que el accidente había "terminado". Según las mismas fuentes, ni siquiera había sido necesario "confinar o evacuar" a los miles de asalariados de este complejo que se encontraban allí en el momento del accidente. Marcoule cuenta con una plantilla de 3.800 empleados fijos y 1.500 temporales.

    Esa versión, no obstante, no concordaba con los testimonios recogidos por la versión online del diario regional Midi-Libre. Este periódico pudo contactar con las parejas de varios empleados que se encontraban en el centro hacia las 13.00 horas, quienes habrían afirmado que sí habían sido confinados y privados de información en sus despachos y plantas.

    Parte del centro está clasificado como militar, sin control civil

    Así, tras unas primeras horas de alerta máxima en las que la Administración francesa advirtió oficialmente sobre "los riesgos de fuga" radiactiva para las poblaciones locales, especialmente la vecina gran ciudad de Nimes, París intentó tranquilizar por todos los medios sobre lo ocurrido en el gigante situado a orillas del Ródano. Buena parte del complejo está clasificado como Instalación Nuclear de Base Secreta (INBS), esto es, base militar confidencial, que escapa a cualquier control de las autoridades civiles, incluida la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN).

    Pese a esa carencia, la propia ASN anunciaba hacia las 16.00 horas que desactivaba los planes de emergencia y que el accidente había terminado. "El recinto implicado [el horno] no sufrió destrozos", no hubo fugas, y "este accidente no conlleva problemas radiológicos, ni acciones de protección de las poblaciones", concluyó la ASN al desactivar los planes de emergencia. El ministro de Industria, Eric Besson, se encargó de afirmar que EDF descartaba que se hubiera producido "cualquier fuga radiactiva o química" en la zona.

    El horno de Socodei-Centraco siniestrado sirve para incinerar, fundir y acondicionar residuos nucleares metálicos de baja y de muy baja actividad que proceden de desmantelamientos de centrales o fábricas, de su funcionamiento normal en el día a día o de pruebas radiológicas en hospitales. El isótopo presente habitualmente en los materiales que se procesan en el horno es el cobalto-60.

    EDF declinó detallar si el horno contenía material radiactivo cuando explotó

    Material militar

    No obstante, en el pasado, Socodei-Centraco ha sido sancionado por la ASN por no respetar los límites radiológicos del material que, normalmente, debe aceptar en sus hornos, cosa que podría indicar, según ingenieros nucleares independientes consultados por Público, que acepta en ocasiones incinerar material procedente de las instalaciones militares situadas a pocas decenas de metros, dentro del complejo de Marcoule.

    La falta de información, a lo largo de la jornada, fue palpable. Contactada por Público, la dirección de EDF se negó a informar sobre si el horno accidentado se encontraba en funcionamiento o apagado en el momento de la explosión. Tampoco quiso dar la información de si estaba cargado con material radiactivo o no. Ninguna indicación fue suministrada sobre los niveles de radiactividad en el interior del recinto del horno.

    Los Verdes y el Frente de Izquierdas intentaron ayer acelerar el debate sobre la energía nuclear en Francia, una discusión que en todo caso ya está abierta incluso entre las filas de los conservadores. Para el Frente de Izquierdas, por boca de su líder Jean-Luc Mélenchon, lo urgente, más allá del abandono del sector, es apostar por "una verdadera seguridad, que pasa por suprimir la externalización, la creación de filiales y de subcontratistas, y el regreso al 100% público", antes de "un referéndum" sobre las opciones energéticas en el país.

    La secretaria nacional de Los Verdes, Cécile Duflot, afirmó que el Gobierno "se burla de la gente cuando dice que la explosión de un horno que incinera desechos irradiados no es un accidente nuclear" y exigió más transparencia al Gobierno.

    Para intentar calmar un debate que crece, de cara a las elecciones presidenciales, en el país que produce en torno al 80% de su electricidad gracias a la energía atómica, la ministra de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, efectuó a últimas horas de la tarde de ayer una visita televisada a las inmediaciones de la zona siniestrada.

    Fuente:

    Público Ciencia

    10 de septiembre de 2011

    Tragedia: Fukushima ya ha dejado sin hogar a 155.000 japoneses

    • El país comienza asumir las consecuencias de la catástrofe nuclear, seis meses después.
    • El Gobierno gastará 2.000 millones de euros en las labores de descontaminación y recogida de residuos.
    • El gobierno japonés mintió pues minimizó cifras de radiación en Fukushima.

    Imagen de una de las ciudades situadas en la zona de exclusión de Fukushima.

    Imagen de una de las ciudades situadas en la zona de exclusión de Fukushima.


    "Es triste decirlo, pero esas poblaciones son como ciudades muertas, sin un alma a la vista". El ministro de Industria japonés, Yoshio Hachiro, se sinceró de este modo tras viajar al entorno de la central nuclear de Fukushima Daiichi. Ayer, a las pocas horas de decirlo, se vio obligado a pedir perdón por sus palabras, que habían sentado como sal sobre las heridas abiertas de la población afectada por la descomposición de la planta atómica. Más de 155.000 personas se han quedado sin casa tras abandonar ciudades como Minamisoma y Namie, según publicó ayer el Mainichi Shimbun, uno de los rotativos más importantes de Japón.

    Cuando se cumplen seis meses desde que el tsunami noqueara la central de Fukushima, las consecuencias de la catástrofe comienzan a mostrarse en su forma más cruda, ahora que el sobresalto inicial ha pasado y la relativa estabilización de los reactores permite tomar un respiro para mirar con perspectiva lo sucedido. Ahora se sabe que muchos jamás volverán a ver sus hogares, después de que Naoto Kan, ex primer ministro, reconociera por primera vez la semana pasada días antes de dejar el cargo que el entorno afectado permanecerá inhabitable durante décadas debido a la alta radiación. Enlace

    Tras visitar la zona una importante representación del recién estrenado Ejecutivo del nuevo primer ministro, Yoshihiko Noda, su portavoz adelantó que Japón tendrá que gastar 2.000 millones de euros en las primeras labores de descontaminación de las áreas residenciales, en la recogida de los residuos y en la limpieza de los terrenos afectados.

    Depósito de residuos

    Dentro de este objetivo de deshacerse de la basura tóxica, se ha planteado la posibilidad de hacer de la necesidad virtud y aprovechar la situación de Fukushima para convertir el lugar en un depósito de residuos radiactivos. "No tenemos más remedio que pedir a las autoridades de Fukushima que nos dejen establecer una instalación de almacenamiento temporal dentro de la prefectura para almacenar de forma segura los residuos", dijo la semana pasada el ministro recién encargado de lidiar con la crisis nuclear desde la cartera de Medio Ambiente, Goshi Osono. Ayer, el portavoz gubernamental reconoció que Noda tendrá que explicar muy bien esta medida a los habitantes de la zona.

    Una opción es convertir la zona en un depósito de residuos

    Junto a los más de 100.000 evacuados forzosos, las autoridades reconocen que a lo largo de estos seis meses otras 55.000 personas han abandonado áreas de la prefectura de Fukushima que no están dentro de las zonas de exclusión establecidas por el Gobierno, sino que han decidido marcharse de sus viviendas por sus propios motivos. Una importante razón por la que estos japoneses han abandonado sus domicilios puede ser la desconfianza.

    Por ejemplo, suspicacias sobre la ubicación concreta de las zonas contaminadas y sobre los riesgos reales para la población. La semana pasada el Ministerio de Ciencia nipón desveló que más de una treintena de lugares, también fuera de la zona evacuada, registran niveles de contaminación radiactiva tan altos como los que obligaron a evacuar poblaciones del entorno de Chernóbil.

    Kan dimitió la pasada semana por su mala gestión de la crisis, pero deja un legado difícil de remontar a su sustituto. Una encuesta publicada por Associated Press con motivo de su renuncia muestra que la melancolía y la más absoluta desconfianza hacia el Ejecutivo se ha asentado con fuerza entre los japoneses. Un 82% de la población duda de la capacidad del Gobierno para responder ante otro desastre y ocho de cada diez piensan que sus dirigentes no les dicen la verdad.

    Un 80% de los ciudadanos cree que el Gobierno ha mentido

    Para calmar a la ciudadanía, Noda ya ha dejado claro que su intención es que en el futuro, una vez superada la crisis económica, no haya ninguna planta atómica operativa en el país. Pero va a necesitar más que palabras para que los japoneses olviden determinados errores. Por ejemplo, cuando el Gobierno malinterpretó los riesgos de la radiación y expuso a la ciudadanía a lo peor de la contaminación liberada por Fukushima los días en que una desafortunada combinación de lluvias y vientos hicieron que estos materiales cayeran sobre un área amplia en torno a la central.

    En los últimos meses, Japón ha asistido a numerosas rectificaciones por parte de los técnicos y las autoridades, que reconocían errores de gestión con mayores consecuencias de las admitidas inicialmente. Ahora sabemos que el total de partículas nocivas despedidas tras el accidente es el doble de lo admitido inicialmente por la empresa y las autoridades (una décima parte de las que emitió el reactor de Chernóbil en 1986).

    Y ayer mismo la Agencia Japonesa para Energía Atómica reveló que los niveles de radiación registrados en el mar son más de tres veces superiores a los calculados inicialmente por Tepco: los investigadores de la agencia han elevado la cifra de becquerelios liberados al Pacífico hasta los 15.000 billones frente a los 4.700 billones estimados por la compañía. Según reconocen, la empresa no sumó la contaminación radiactiva que cayó al mar tras ser emitida al aire por los núcleos fundidos de los tres reactores.

    El total de partículas nocivas es el doble de lo admitido inicialmente

    Los japoneses recelan de las autoridades porque los efectos reales del accidente se han sabido demasiado tarde y porque cada día tienen noticias de una nueva estratagema de los dirigentes del país para confundir a la población. Una investigación oficial acaba de concluir que altos funcionarios del Gobierno trataron de manipular encuentros y votaciones sobre el futuro de la energía atómica, y recomendaron a las empresas que utilizaran a sus empleados de forma encubierta para alterar los resultados a su favor.

    Los héroes

    Otra cicatriz que quedará para siempre marcada en la piel de los nipones es el tormento al que se sometió a los operarios de la central, recién premiados con el Príncipe de Asturias de la Concordia. "Además de las condiciones en las que tenían que enfrentarse a esta grave situación, tan severas y hostiles, llenas de trampas, lo hacían con el elemento perturbador de desconocer la situación en la que se encontraban sus familiares, en el entorno de devastación del tsunami y el terremoto", relata el director técnico de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear, Juan Carlos Lentijo, el único español que ha pisado Fukushima Daiichi tras el grave accidente.

    El único español que ha estado en la planta elogia el trabajo de los operarios

    Lentijo, que visitó la planta entre mayo y junio como experto del Organismo Internacional para la Energía Atómica, recuerda que muchos de estos operarios mostraban un gran deseo de transmitir sus vivencias a pesar de su evidente agotamiento: "Habían dado lo mejor de sí mismos y se les notaba muy cansados, agotados". No es para menos. Los hombres de Tepco y otra docena de organizaciones, entre empresas del sector y Fuerzas de Seguridad, se enfrentaron a una tarea titánica, nunca antes imaginada: tres reactores derritiéndose a la vez, juntos, sin recursos, sin planes, sin apoyos, sin infraestructuras que permitieran ayuda externa.

    Para Lentijo el plan de estabilización de la central va por buen camino, y se felicita por la noticia de que los reactores ya han bajado de los 100 grados de temperatura. El físico nuclear y portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, lamenta que ese plan de Tepco haya tardado tanto en llegar. "No sabían qué hacer y no estaban preparados para lo que sucedió. Nadie contaba con que coincidieran tantas circunstancias negativas. Pero ya hemos descubierto que con la energía nuclear siempre pasa algo con lo que no contábamos".

    La situación inicial a la que se enfrentaron los 50 de Fukushima fue tan grave que Kan reconoció en una entrevista reciente que Tepco pensó que tendría que abandonar a su suerte la planta por estar totalmente fuera de control. "Si esto hubiera sucedido, Tokio sería una ciudad desierta hoy. Fue un momento crítico para la supervivencia de Japón. Podría haber sido una fuga decenas de veces mayor que la radiación de Chernóbil", aseguró Kan, quien calculó que, de no haber sido por los héroes, hoy serían 30 millones los evacuados.

    Fuente:

    Público (España)

    8 de septiembre de 2011

    Desarrollan la primera planta de energía nuclear para asentamientos en la Luna y Marte

    Especial: Astronomía

    Foto de la Noticia

    Investigadores estadounidenses han desarrollado la primera planta de energía nuclear para la producción de electricidad en las bases de la Luna, Marte y otros planetas. Estas plantas no se parecen en nada a las plantas terrestres, según ha explicado el director del proyecto, James E. Werner, en una ponencia en el último National Meeting & Exposition of the American Chemical Society (ACS).

    En opinión de Werner, esta tecnología de fisión innovadora es muy diferente de las actuales estaciones terrestres de energía nuclear, que se extienden sobre enormes extensiones de tierra y poseen grandes estructuras, como las torres de refrigeración.

    En palabras de Werner, "en esta nueva tecnología de fisión, el reactor en sí puede medir aproximadamente 30 centímetros de ancho por 60 de alto, aproximadamente el tamaño de una maleta de mano. Además, no hay torres de refrigeración". "Un sistema de energía de fisión nuclear es una unidad compacta, fiable y segura que puede ser fundamental para establecer plataformas o hábitats en otros planetas. Esta tecnología se puede aplicar en la Luna, en Marte, o donde la NASA necesite un punto generador de potencia continua", ha detallado.

    El equipo tiene previsto construir una unidad de demostración de esta tecnología en 2012. Se trata de un proyecto cooperativo entre la NASA y el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés). Werner ha dirigido el proyecto del Laboratorio Nacional del DOE en Idaho, que incluye la participación en el diseño del reactor y los equipos de modelado, el desarrollo y fabricación de combustible y el desarrollo de una pequeña bomba eléctrica para el sistema de refrigeración.

    La luz del sol y el combustible han sido los pilares para la generación de electricidad en las misiones espaciales en el pasado, pero la energía solar tiene sus limitaciones. El sol hace un gran trabajo en el suministro de electricidad en órbitas cercanas a la Tierra, pero la energía nuclear ofrece algunas características únicas que podrían sustentar puestos tripulados en otros planetas o lunas.

    "La mayor diferencia entre los reactores de energía solar y la energía nuclear es que los reactores nucleares pueden generar energía en cualquier ambiente", ha explicado Werner, "la tecnología de fisión nuclear no depende de la luz solar, por lo que es capaz de producir grandes cantidades constantes de energía durante la noche o en entornos hostiles como los de la Luna o Marte. Un sistema de energía de fisión en la Luna podría generar aproximadamente la misma cantidad de energía necesaria para alimentar ocho casas en la Tierra. Además, este sistema de energía podría funcionar en una gran variedad de ubicaciones, como en cráteres, cañones y cuevas".

    Werner ha precisado que "el punto principal es que la energía nuclear tiene la capacidad de proporcionar energía en cualquier parte de nuestro sistema solar y que esta tecnología está desarrollada, es asequible y segura".

    Los sistemas de fisión nuclear dependen de la energía generada a partir de la fisión del núcleo; esta funciona dividiendo los átomos de uranio para generar calor, que luego se convierte en energía eléctrica. Los componentes principales de un sistema de energía de fisión son similares a los que se encuentran en los reactores comerciales actualmente en uso: una fuente de calor, un conversor de energía y acondicionadores de potencia y distribución.

    Werner ha indicado que, a pesar de las similitudes en los componentes, los sistemas de fisión nuclear para aplicaciones espaciales cuentan con una serie de diferencias en comparación con los reactores comerciales; y ha explicado que "si bien la física es la misma, los niveles de baja potencia, el control del reactor y el material utilizado para la reflexión de neutrones son completamente diferentes".

    Según Werner, una vez que esta tecnología se encuentre totalmente desarrollada y validada, puede llegar a ser una de las opciones más asequibles y versátiles para proporcionar energía a largo plazo a las exploraciones espaciales.

    Fuente:

    Europa Press

    29 de agosto de 2011

    Los colegios de Fukushima superan 13 veces la radiación máxima permitida

    RADIACTIVIDAD | A pesar de la descontaminación

    Los colegios de Fukushima superan 13 veces la radiación máxima permitida

    Una niña se lava las manos en una escuela de la provincia de Fukushima. | Greenpeace

    Una niña se lava las manos en una escuela de la provincia de Fukushima. | Greenpeace

    Europa Press | Madrid

    La organización ecologista Greenpeace ha denunciado este lunes que los colegios de la región de Fukushima no son seguros aún, ya que la radiación supera en esos lugares los máximos de seguridad. Por ello, emplaza a las autoridades japonesas a retrasar el inicio escolar, previsto para el 1 de septiembre.

    Un equipo de expertos de Greenpeace en protección radiológica ha certificado que los niveles de radiación superan los estándares internacionales para población infantil.

    Las muestras tomadas los días 17, 18 y 19 de agosto revelan radiación de hasta 1,5 microsieverts por hora, es decir, 13,14 milisieverts por año (mSv/año), en una escuela que acoge niños desde preescolar hasta secundaria y que ya había sido descontaminada. Estos niveles están muy por encima de la tasa aceptada internacionalmente de 1 mSv/año para adultos, superior a la recomendada para niños.

    Desprotección infantil

    El equipo también examinó una muestra obtenida a un metro del suelo en un parque del centro de la ciudad de Fukushima. Ésta ha deparado hasta 2 milisieverts por hora (17,52 mSv/año) por lo que Greenpeace considera que los esfuerzos de las autoridades para la descontaminación "no han sido suficientes para proteger la salud de los niños".

    "No se puede obligar a los padres a elegir entre dar una educación a sus hijos o exponerlos a altos niveles de radiación", ha declarado este lunes desde Tokio en rueda de prensa la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace Japón, Kazue Suzuki.

    Sin embargo, las autoridades municipales han rechazado las acusaciones de Greenpeace alegando que los colegios son seguros conforme a las normas gubernamentales.

    Tras la descontaminación

    "Hemos terminado la descontaminación de los colegios y ya no hay altos niveles de radiación", ha señalado un portavoz de la Alcaldía, Yoshimasa Kanno, en declaraciones a Reuters. Además, ha considerado precipitado retrasar el inicio del curso escolar en las más de un centenar de escuelas de la ciudad debido a que Greenpeace haya hallado radiación en "solo tres".

    Además, Greenpeace ha calificado el anuncio del Gobierno nipón de llevar a cabo un nuevo plan básico de descontaminación para Fukushima y su gran área metropolitana como "inadecuado" y considera que llega "demasiado tarde".

    "El tan esperado plan de limpieza ofrece demasiado poco y además llega demasiado tarde. El primer ministro debe retrasar el inicio del curso escolar, trasladar inmediatamente a los habitantes de zonas altamente contaminadas y movilizar los miles de trabajadores que sean necesarios para conseguir que los niveles de radiación bajen todo lo posible por debajo de 1 mSv/año", ha añadido Suzuki.

    Greenpeace ha destacado además las labores de descontaminación llevadas a cabo por las comunidades locales al margen de las iniciativas oficiales y que habrían conseguido reducir la radiación. "Encontramos un notable descenso de los niveles de radiación en una guardería de Fukushima, pero fue gracias a los esfuerzos de descontaminación llevados a cabo por las comunidades locales y las ONG", ha señalado el experto en radiación de Greenpeace Jan Vande Putte.

    "Esto demuestra que es posible disminuir los niveles de exposición a la radiación para los niños, pero mientras no se haga es necesario impedir desde este mismo momento que se expongan innecesariamente a este riesgo radiológico", ha añadido.

    Fuente:

    El Mundo Ciencia

    24 de agosto de 2011

    Antimateria sustituirá a la energía nuclear

    En el futuro podría almacenarse y utilizarse para impulsar naves espaciales para reducir el tiempo de viaje interplanetario, afirmó Alejandro Ayala, del Instituto de Ciencias Nucleares


    Científicos encontraron un cinturón de antimateria retenidos por la magentósfera terrestre (Foto: Especial Science / Aaron Kaase/NASA/Goddard )





    La antimateria -como la encontrada recientemente en el campo magnético que rodea la Tierra- podría almacenarse y utilizarse en el futuro para producir energía, incluso más eficiente que la nuclear, afirmó el científico del Instituto de Ciencias Nucleares, Alejandro Ayala.

    Ayala expuso que si se hace chocar un protón contra un antiprotón la energía que se produce es 300 veces mayor a la de una reacción nuclear típica. Eso permitiría alcanzar aceleraciones mayores que las producidas con combustibles comunes y corrientes, basados en la mezcla de hidrógeno y oxígeno.

    La antimateria sería un combustible muy eficiente para impulsar naves espaciales y reducir su tiempo de viaje. Se calcula que en 20 años se tendrá esta tecnología, refirió el integrante del Departamento de Física de Altas Energías de esa entidad universitaria.

    Por ahora, una vez descubierta la antimateria tan cerca de nosotros, el siguiente paso es "imaginar cómo capturar y almacenar los antiprotones", abundó el experto.

    La agencia espacial estadounidense (NASA) quiere aprovechar el hecho de que materia y antimateria se aniquilan para diseñar una nave espacial cuyo componente más importante sea una máquina que dirija la luz -resultado de esa interacción- en cierta dirección, para provocar el movimiento del aparato en dirección opuesta.

    El reto es colectar y almacenar la antimateria, hasta que, llegado el momento, se haga chocar con protones para producir la luz en la dirección conveniente

    Desde el origen

    Ayala explicó que la antimateria está compuesta de partículas idénticas a las que componen la materia, pero con carga opuesta. Por ejemplo, los electrones, que transportan la electricidad en los cables de cobre de las instalaciones eléctricas, comparten las mismas propiedades que su anti-partícula, el positrón, con excepción de su carga eléctrica. Los primeros son negativos; los segundos, positivos.

    Ese también es el caso de los protones que se encuentran en los núcleos atómicos, de carga positiva, y cuyas anti-partículas son los antiprotones, que son negativos.

    Al formarse el universo, de acuerdo con la teoría estándar, debió existir una gran simetría, es decir, equivalencia entre materia y antimateria.

    "No hay razón para que en el comienzo una prevaleciera sobre la otra. En particular, en el ICN estamos interesados en saber el origen de la asimetría entre la materia y antimateria, "por qué estamos hechos de materia, porque hay más de una que de la otra", refirió Alejandro Ayala.

    Si dos partículas, una de materia y otra de antimateria, se encuentran, se aniquilan y producen radiación (luz). Al principio del cosmos, todo estaba condensado en un pequeño espacio y existía la misma cantidad de ambos tipos de partículas, de materia y de antimateria que debieron haberse encontrado fácilmente y haberse convertido en luz. Pero no sucedió así.

    "Algo ocurrió en la evolución del universo temprano que hizo que hubiera más materia que antimateria, aunque no sabemos qué fue. Esa es una de las preguntas de mayor interés en la física moderna. En el ICN realizamos investigación para responder esta pregunta", refirió Ayala.

    Hoy en día, lo que le ocurrió a las anti-partículas durante la evolución del universo es un gran misterio.

    "Es una de las preguntas que tratamos de responder en la ciencia de frontera; sabemos que existe, incluso la podemos producir en los grandes aceleradores de partículas -como el Fermilab o el CERN-, pero se desconoce qué le ocurrió a la gran mayoría de las antipartículas", dijo el especiaista.

    Nos rodea

    Se había teorizado acerca de la presencia de antimateria en la vecindad de la Tierra. La confirmación de que ésta existe es muy importante, sostuvo el científico universitario. Se corroboró que está ahí y la probabilidad de que se produzca y se almacene coincide en buena medida con los cálculos.

    En la naturaleza, la anti-materia se crea como en un laboratorio: con la colisión de partículas a muy altas energías. Eso sucede todo el tiempo, si el planeta es bombardeado por rayos cósmicos ultraenergéticos.

    En el momento en que éstos llegan a las capas superiores de la atmósfera, encuentran átomos y, en particular, a sus núcleos, producen una gran cantidad de partículas, entre ellas, antimateria. Pero algunas de tales antipartículas no viven mucho tiempo; los piones, por ejemplo, lo hacen tan sólo un instante, durante un tiempo del orden de 10-10 segundos.

    Otras son más estables, como los antineutrones que viven por alrededor de 10 minutos; otras, como los antiprotones lo hacen por siempre y por tener carga eléctrica están sujetas a la interacción con los campos magnéticos, como el terrestre.

    En el interior de nuestro planeta, explicó Ayala, hay una especie de "imán" de barra enorme, "hecho" de hierro fundido, con polos positivo y negativo que coinciden, más o menos, con los polos Norte y Sur, respectivamente.

    A partir de ellos se forman los llamados cinturones de Van Allen, especie de "orejas magnéticas" que van de un polo al otro del planeta, donde las anti-partículas quedan atrapadas, por encima de las capas atmosféricas más altas y tenues, donde la presencia de materia convencional escasea.

    Fuente:

    El Universal

    19 de julio de 2011

    Japón prohíbe la carne de Fukushima cuatro meses después del incidente nuclear

    Especial: Seres vivos

    Preocupación por los niveles de radiación

    Un trabajador alimenta a una vaca en Ishikawa-gun, en la prefectura de Fukushima. | Efe

    Un trabajador alimenta a una vaca en Ishikawa-gun, en la prefectura de Fukushima

    El Gobierno japonés ha anunciado la prohibición de la distribución y venta de carne producida en la provincia de Fukushima, cuatro meses después del terremoto y posterior 'tsunami' que causaron un serio accidente en una central nuclear de la zona.

    El ministro portavoz, Yukio Edano, informó de la prohibición. Edano, citado por la agencia Kyodo, detalló que el Gobierno ofrecerá compensaciones a los ganaderos.

    Según informaciones publicadas recientemente, 648 vacas, la mayor parte detectadas en esa misma región, fueron alimentadas con piensos contaminados con cesio radiactivo. Su carne fue vendida por todo Japón, lo que ha incrementado la ansiedad de los consumidores nipones.

    Últimamente se han detectado 505 nuevos casos de animales alimentados con el forraje contaminado, que se unen a los 143 localizados desde el pasado 10 de julio, cuando se registraron por primera vez niveles de este isótopo radiactivo por encima de los permitidos en la carne de seis vacas procedente de Fukushima.

    El Gobierno de Fukushima había pedido a sus ganaderos que dejaran de distribuir carne por el momento. De estos 505 ejemplares, 411 procedían de siete granjas en la provincia de Fukushima.

    El pienso de una de estas siete explotaciones, situada en Motomiya, 57 kilómetros al noroeste de la planta, contenía 690.000 becquereles de cesio por kilo, 1.380 veces el límite permitido por el Gobierno nipón, y la máxima concentración registrada hasta el momento.

    Fuente:

    El Mundo (España)
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