Latest Posts:

28 de febrero de 2011

Pseudociencias: René Quinton y el agua de mar

Hace unos días apareció en Internet (y en algunas publicaciones escritas) una noticia que trataba sobre la posibilidad de usar el agua de mar como remedio contra la epidemia de cólera en Haití. El mensaje aparecía repetido en multitud de sites, sin aportar ninguna referencia ni documentación de la información que exponían, propagándose de forma viral.

Estos son algunos de los medios que ayudaron a su difusión:

Triniti a tierra: Urgente: el agua de mar puede acabar con el cólera en Haití

StopSecrets: http://stopsecrets.ning.com/profiles/blogs/urgente-difusion-el-agua-de

Liberación Ahora: EL AGUA DE MAR PUEDE ACABAR CON EL CÓLERA EN HAITÍ. Ni las Autoridades ni las ONGs hacen llegar el mensaje

No entregues tu poder: El Agua de Mar puede acabar con el Cólera en Haití

En el artículo se menciona el trabajo de René Quinton, asistente del laboratorio de la universidad francesa de patología y fisiología. Estudió y experimentó sobre los efectos del agua marina sobre la salud. Realizó numerosos experimentos y publicó un documento con los resultados.

René_Quinton

Quinton trataba el agua marina diluyéndola con agua destilada y la administraba por vía oral e incluso intravenosa. En la web podéis encontrar imágenes con los resultados milagrosos de sus tratamientos y sus experimentos. El agua salada tiene unas ciertas propiedades antisépticas pero eso no quiere decir que sea capaz de curar enfermedades importantes. Sin embargo a principios de siglo sus curas tuvieron buena acogida y su suero fue considerado como un medicamento. Sin embargo el suero inyectable se prohibió en los años 50, ya que producía más contraindicaciones que beneficios.

quinton

En la actualidad se ha montado un negocio en torno a este personaje. Hay una empresa llamada Plasma Quinton, que comercializa suero presuntamente marino en diferentes formatos, desde el bebible al inhalable. La descripción del producto y el precio de las ampollas nos hace pensar que nos encontramos ante otro engañabobos.

Los sueros Quinton contienen toda la gama de minerales, oligoelementos y micronutrientes orgánicos que se producen en condiciones naturales en los océanos. La fórmula Quinton se utiliza como suplemento dietético mineral. El suero marino es también utilizado como un agente terapéutico para lavar y limpiar las heridas y como un vehículo para los antibióticos para acelerar el proceso de curación. El agua de mar se recoge de un vórtice de plancton en una zona no contaminada. Farmacéutico probado por la farmacopea europea.

Las investigaciones han confirmado que el suero marino de Quinton y el suero del cuerpo son prácticamente idénticos. Los datos científicos han demostrado que el plasma de Quinton fue un suplemento dietético mineral, perfectamente asimilado, una provisión ideal de vitaminas.

Utilizado para: la irrigación del colon, el acné, tratamiento de la piel, la descongestión nasal, deshidratación, suplemento de la salud, el equilibrio mineral, fortalecimiento del sistema inmunológico, desintoxicar el organismo, mantener el rendimiento físico superior, la recuperación de la fatiga y el estrés, el 100% suplemento natural y totalmente asimilable por las células del organismo.

Volviendo al artículo que os comentaba al principio, decir que en él se menciona a Omdimar, una una Asociación Internacional de Oasis y dispensarios marinos. ¿Quienes son Omdimar? Su site se colapsó por el número de visitas debidas a la difusión de esta noticia. Investigué un poco y mirád donde acabé, en la página de Ciencia y Espíritu. Ahora lo entiendo todo.

Detrás de Omdimar está Francisco García-Donas, que “ha dedicado los últimos años a llevar los descubrimientos relacionados con el agua de mar a zonas de sequía y hambruna”, y detrás de esta distribución vírica están muchas almas agradecidas a Celades y su organización.

Quizá la intención Francisco no sea mala, pero dudo mucho de su viabilidad. En el vídeo también se habla de una prueba realizada por varios voluntarios que bebieron únicamente agua de mar durante una semana y sobrevivieron, sin necesitar ningún otro aporte alimentario. No puedo creérmelo, ya que estos experimentos no son la primera vez que se realizan sobre humanos.

eppinger_full

Durante la segunda guerra mundial el Nazi Hans Eppinger realizó unas pruebas de tolerancia a la salinidad en un grupo de 90 prisioneros de raza gitana. Los tuvo confinados por un periodo de entre 6 y 12 días administrándoles exclusivamente agua de mar con un producto que le quitaba el sabor salado. La deshidratación era tan devastadora que los prisioneros se arrojaban al suelo para lamer las gotas de agua que quedaban después de que los operarios de la prisión pasaban la fregona. La mayoría de ellos murieron entre convulsiones y alucinaciones antes de terminar el experimento. Los que aguantaron, no sufrieron mejor suerte.

¿Pero por qué no toleramos el agua marina?

Accidentalmente consumir cantidades pequeñas de agua de mar limpia no es dañino, especialmente si el agua de mar se consume junto con una cantidad más grande de agua dulce. Pero el agua de mar no sirve para hidratarse. Cuanto más agua marina se bebe, más agua se necesita para eliminar la sal por medio de la orina.

Esto ocurre porque la cantidad de cloruro de sodio en la sangre humana es regulado activamente dentro de un rango muy estrecho de unos 9 g/l por el riñón. Al beber agua de mar (que contiene cerca de 35 gramos por litro de cloruro de sodio disuelto) se aumenta temporalmente la concentración del cloruro de sodio en la sangre. Esto provoca la eliminación del sodio por el riñón, pero la concentración del sodio del agua de mar está sobre el límite máximo de las posibilidades del riñón humano, que no puede generar orina con tanto sodio disuelto, necesitando más agua para eliminarlo. Al tomar agua de mar, la concentración de sodio en la sangre aumenta a niveles tóxicos, extrayendo por ósmisis todo el agua de las células e interfiriendo con la conducción nerviosa que provoca en última instancia parada cardiaca y arritmias que pueden llegar a ser fatales.

Fuente:

Blog "La mentira está ahí afuera"

Nueve raras enfermedades


Se denomina enfermedades raras a aquellas que afectan a un número limitado de personas con respecto a la población general, a menos de uno de cada 2.000. Sin embargo, a mayoría de estas enfermedades son aún menos frecuentes, afectando a una de cada 100.000 personas. Se estima que hoy existen entre 5.000 y 8.000 enfermedades raras diferentes, que afectan entre el 6% y 8% de la población en total. Hemos seleccionado 9 de ellas:


Síndrome X-frágil

El síndrome X frágil es una enfermedad genética rara, debida a un defecto hereditario en el cromosoma X. Es la causa conocida más frecuente de retraso mental hereditario y la segunda cromosopatía después del síndrome de Down. Se estima que la frecuencia en España es de 1 por cada 4.000 varones en la población general, una portadora por cada 800 y un portador por cada 5.000 nacidos vivos. Clínicamente cursa con retraso mental de grado variable, aunque suele ser leve con dificultades en el aprendizaje, falta de atención, hiperactividad, con ansiedad y humor inestable o comportamientos autistas.

Síndrome de Moebius

El Síndrome de Moebius es una enfermedad rara del desarrollo. Dos importantes nervios craneales, el 6º y 7, no están totalmente desarrollados en estos pacientes. Estos nervios controlan tanto el parpadeo y movimiento lateral de los ojos, como las múltiples expresiones de la cara, por lo que causa parálisis facial y falta de movimiento en los ojos. La falta de expresión facial puede acompañarse de babeo, dificultades en el habla y problemas de pronunciación.

Esclerosis Lateral Amiotrófica

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que causa una pérdida progresiva de las neuronas motoras. La prevalencia de la enfermedad es de 5 a 9 por cada 100.000 sujetos. La edad de aparición de la enfermedad varía ampliamente, pero el pico de incidencia se sitúa entre los 40 y los 60 años. En aproximadamente dos terceras partes de los pacientes de ELA se empieza con debilidad y deterioro muscular de miembros asimétrica. La enfermedad es implacablemente progresiva, con discapacidad y minusvalía en aumento, conduciendo generalmente a la muerte como consecuencia de insuficiencia respiratoria en un plazo de 3 a 5 años aproximadamente.

Síndrome de Prader Willi

El Síndrome de Prader Willi es una enfermedad rara del desarrollo embrionario. Fue descrito por primera vez, en 1887, por Langdon Down, y se estima una frecuencia de 1 por cada 25.000 nacidos vivos. Una descripción literaria muy detallada del mismo se puede leer en la novela de Charles Dickens titulada "Los papeles de Mr. Pickwick”. Clínicamente se caracteriza por obesidad, hipotonía (tono anormalmente disminuido del músculo), retraso mental e hipogenitalismo (menor desarrollo o actividad genital).

La púrpura de Schönlein-Henoch

La púrpura de Schönlein-Henoch (PSH) es una enfermedad caracterizada por la inflamación de los capilares, es decir, los vasos sanguíneos pequeños. Generalmente afecta a los capilares de la piel, el intestino y los riñones. La sangre se puede escapar de los vasos sanguíneos inflamados de la piel, produciendo una erupción de color rojo oscuro o violáceo que se llama púrpura. Puede ocurrir lo mismo en el intestino o en los riñones, por lo que se puede eliminar sangre en las heces o en la orina (hematuria).

Progeria de Hutchinson-Gilford

La progeria de Hutchinson-Gilford es un síndrome extremadamente raro caracterizado por un envejecimiento prematuro de inicio postnatal. Las características clínicas y radiológicas principales incluyen alopecia, piel fina, ausencia de grasa subcutánea, rigidez articular y osteolisis. La inteligencia no está afectada. La muerte prematura se produce por arterioesclerosis o enfermedad cerebro-vascular.

Síndrome de Marfan

El síndrome de Marfan es una enfermedad hereditaria rara del tejido conjuntivo que sobre todo afecta al esqueleto, los pulmones, los ojos, el corazón y los vasos sanguíneos. Clínicamente se caracteriza por talla superior a la media, envergadura que supera a la altura y malformaciones óseas que incluyen aracnodactilia (dedos desproporcionadamente largos y delgados), pectus carinatum (pecho hacia afuera) o pectus excavatum (esternón desplazado hacia dentro). Se acompaña de hiperextensibilidad de las articulaciones, rodillas y piernas curvadas hacia atrás, pies planos, cifoescoliosis (combinación de cifosis, curvatura anormal en sentido antero posterior de la columna vertebral y escoliosis, curvatura anormal en sentido lateral) y grasa subcutánea escasa. Puede acompañarse de miopía aguda y suele afectar a las arterias y al corazón.

Insensibilidad Congénita al Dolor

La Insensibilidad Congénita al Dolor (CIP) es un desorden genético que afecta al sistema nervioso autónomo, que es el que controla la presión sanguínea, el ritmo cardíaco, el sudor, el sistema sensorial nervioso y la habilidad para sentir el dolor y la temperatura. Los pacientes que la padecen interpretan de forma anormal los estímulos dolorosos. Como consecuencia, corren el riesgo de sufrir lesiones (traumatismos, fracturas, luxaciones, quemaduras...) y morir más jóvenes. Deben estar bajo supervisión en edades tempranas para que no se autolesionen involuntariamente, por ejemplo mordiéndose la lengua.

Síndrome de Gilles de la Tourette

El Síndrome de Gilles de la Tourette, también llamado "enfermedad de los tics", es una patología rara del sistema nervioso. Se caracteriza por tics consistentes en movimientos rápidos, repetitivos e involuntarios de un grupo de músculos esqueléticos relacionados funcionalmente, carentes de finalidad como acto motor, o bien en una producción involuntaria de ruidos (gruñidos, aspiración de aire por la nariz, tos) y palabras.

Fuente:

Muy Interesante

Cómo imprimir piel



En la recién realizada reunión anual de American Association for the Advancement of Science, en Washington DC, la palabra clave fue bioimprenta.

Y es que todo apunta a que el próximo paso en la revolución de la imprenta en tercera dimensión serán partes corporales, incluyendo cartílagos, hueso e, incluso, piel.

La imprenta en tercera dimensión es una técnica para fabricar objetos sólidos con aparatos muy parecidos a una impresora de computador.

La construcción se hace línea a línea, y, después, en forma vertical, capa a capa.

Mientras que este enfoque funciona con polímeros y plásticos, las materias primas de la imprenta en tercera dimensión se han estado diversificando significativamente.

Las impresoras han sido cooptados incluso para producir alimentos, experimentos en biología llamados Biotecnología de Garage, y empleados más recientemente para reparar un molde de la escultura El Pensador, de Rodin, que resultó estropeado en un robo fallido.

La idea entonces es utilizar la misma técnica para producir nuevas partes del cuerpo humano.

Impresión de piel

James Yoo, del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad de Forest Wake, presentó una ponencia de este grupo sobre la impresión de piel de manera directa sobre las heridas de víctimas de quemaduras.

"Lo que nos motivó a empezar este programa, y a desarrollarlo, fueron las guerras de Afganistán e Irak", dijo.

"Hasta un 30% de todas la heridas y accidentes que ocurren en la guerra involucran la piel. Se nos ocurrió que con la bioimprenta podríamos encarar algunos de los desafíos que tienen respecto al cuidado de las quemaduras".

El grupo de Yoo está trabajando en un sistema portátil que puede ser transportado directamente a donde estén las víctimas de quemaduras.

"Lo que es único respecto a este recurso es que tiene un sistema de escáner que puede identificar la extensión y la profundidad de la herida, ya que cada herida es diferente", anotó.

Luego, agregó, "ese escán es transformado en imágenes digitales de tercera dimensión; eso determina cuántas capas de células se necesitan para restaurar la configuración normal del tejido herido".

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

Sin hogar y con enfermedad mental

Las personas 'sin techo' están aumentando por la crisis. | Antonio Heredia
  • Aumenta el número de personas sin techo y con patología mental
  • También crece el número de los que abusan de sustancias y alcohol
  • Psiquiatras, psicológos y educadores les diagnostican y tratan en la calle

Se visten, comen, duermen y, también, sufren en las calles. Y aunque son invisibles para muchos ciudadanos, cada vez son más en número. Son las personas sin hogar (PSH).

"Con la crisis económica está aumetando la cifra de los que se quedan en la calle. Les rodea una gran problemática, pero la situación se complica aún más si, también, padecen una enfermedad mental porque su riesgo de exclusión social se multiplica", reconoce María Fe Bravo Ortiz, jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y presidenta de la Asociación de Neuropsiquaitría (AEN).

La doctora Bravo habla con conocimiento de causa. Lleva 20 años dedicada a ellos. "Se ha producido un incremento en la proporción de sin techo con patología mental, sobre todo esquizofrenia, adicción a las drogas y al alcohol en las grandes ciudades de los países desarrollados".

Dos ejemplos. Cerca de 700 personas viven en las calles de Barcelona y otras 900 en Madrid. Entre un 4% y un 10% de ellos sufre esquizofrenia, trastorno bipolar y de la personalidad, depresión grave y estrés postraumático. Además, un 30% abusa de sustancias o de alcohol.

Asistirlos y tratarlos es una tarea ardua. Su desconfianza, su rechazo a recibir tratamiento y su negativa a ser ingresados en los momentos más graves de la enfermedad son los mayores obstáculos a los que se enfrentan los equipos de salud mental y sociales que les atienden.

Tienen que convencerles para que acepten los recursos de los que pueden beneficiarse. Dos décadas lleva Salud Mental y Exclusión Social (SMES)-Madrid, una asociación que aglutina a varias instituciones, trabajando para y por todos ellos.

Con ella colabora también "la Consejería de Sanidad de la comunidad a través de dos equipos, uno perteneciente al Hospital Clínico San Carlos y el otro, La Paz", aclara la psiquiatra Bravo.

Esta especialista comenta que la entidad se "engloba dentro del proyecto europeo que en 2001 quedó constituido como una asociación sin ánimo de lucro SMES-Europa. Somos un ejemplo para muchos países vecinos. En varias ocasiones han venido a visitarnos para ver cómo funcionamos y copiar nuestro modelo". Cerca de 14 profesionales (psiquiatras, psicólogos, educadores, rehabilitadores...) trabajan a pie de calle por las personas sin hogar con enfermedad mental.

Ganarse su confianza

"No podemos asistirlos por la fuerza. Los estudios han constatado que ingresar los casos graves en contra de su voluntad no aportan ningún beneficio. Se trata de ganarse poco a poco su confianza", aclara la presidenta de AEN. Son los servicios sociales los que alertan si detectan a una persona sin hogar con enfermedad mental.

"En ese momento las enfermeras y los psiquiatras acuden hasta donde están para trabajar con ellos, diagnosticarlos y conseguir que acepten el tratamiento".

María Vázquez, coordinadora del grupo de personas sin hogar con problemas mentales del Hospital Clínico San Carlos, explica "que es muy complicado que estos enfermos acudan a un hospital o a una consulta. No tienen recursos para coger un autobús, no quieren perder su cola en el comedor o tiempo porque tienen que pedir pero, sobre todo, sus necesidades y prioridades son otras, por eso somos nosotros los que tenemos que buscarles en la calle y seguir su tratamiento ahí".

Una segunda parte de la rehabilitación pasa por su adherencia a la terapia así como por realizar una labor de acompañamiento.

Se trata, en definitiva, de desestigmatizarles y de ayudarles a volver a vivir en sociedad. Y se está logrando. "Hemos tratado a más de 400 personas y hemos logrado que cerca de un 80% se trate, mejore y viva en residencias", recalca María Vázquez.

La doctora María Fe Bravo apunta que la razón por la que un alto porcentaje de personas sin hogar tiene trastornos mentales hay que buscarla en su mayor suceptibilidad, sobre todo si se trata de enfermedades como la esquizofrenia.

"Hay dificultades añadidas en esta patología que les hacen más vulnerables a terminar en la calle. Son personas que no suelen tener trabajo, poseen pensiones mínimas y con pro blemas para mantener relaciones personales".

Queda mucho por hacer. La prevención no es una "una utopía. Hay que mejorar muchos los recursos disponibles y, sobre todo, ir en busca de las personas con más probabilidades de poder acabar sin casa", agrega la psiquiatra María Vázquez.

Fuente:

El Mundo Ciencia

La música y el cerebro

Cómo te afecta una canción

DESCÁRGATE AQUÍ cuatro canciones para cuatro estados de ánimo

Un día cualquiera no sabes qué hora es...” ¿A que ya estabas cantando La chica de ayer (Nacha Pop) para tus adentros? Pues ya has experimentado uno de los aspectos más intrigantes de los que desde hace poco tienen en danza a los neurocientíficos: ¿por qué no podemos sustraernos al estímulo musical? Un ejemplo lo tienes a tu izquierda: hay investigadores que creen que llevamos el ritmo con el pie como mecanismo automático para aligerar el aumento de circulación sanguínea que se produce en nuestras piernas cuando escuchamos un disco.

La otra nueva gran pregunta que resuena últimamente en el oído de los científicos también tiene bemoles: ¿por qué el ser humano tiene una habilidad especial para codificar la música y distinguirla de otros sonidos? Podríamos tomarla como una de tantas capacidades de disfrute que tiene el Homo sapiens, si no fuera por algo que apunta el neurocientífico Francisco Mora Teruel: por economía evolutiva, el cerebro no conserva ninguna habilidad o mecanismo que no le sea imprescindible para la supervivencia. Así que si a través de los siglos –el instrumento más antiguo es una flauta de hace 44.000 años– nos hemos quedado con esa copla, será porque nos sirve para algo importante.

De gira por Barcelona

En Montreal (Canadá), aparte de un maravilloso y añejo festival de jazz hay una universidad (la McGill) desde donde un equipo de investigadores ha explicado en la revista Nature Neuroscience algunos mecanismos cerebrales que desata el acto de escuchar música. Encontramos en Barcelona a Robert Zatorre, un miembro de la “banda”, y antes de que empiece a cantar todo lo que sabe sobre su estudio le preguntamos qué es música. Es decir: ¿hay algo que trascienda culturas y gustos, y que todo ser humano considere melódico? “Sí, hay algunos patrones muy, muy básicos de ritmo y acordes sencillos, estructuras que todos reconocemos como música”, contesta, “pero es cierto que, más allá, la distinción entre ruido y música depende mucho de las culturas, del aprendizaje previo. Quizá la ópera china le parezca horrible a un occidental”.

Esa estructura básica se aprecia en parte al descubrir que miles de canciones como La Bamba (Ritchie Valens), Twist and shout (Isley Brothers) y Like a rolling stone (Bob Dylan) obedecen a la llamada “teoría de los tres acordes”, muy conocida entre los músicos: se trata de conjuntos de tres notas que, en un momento u otro, acaban apareciendo en la partitura. Por ejemplo, en el 95% de las canciones que comienzan en un acorde de do acaba apareciendo un fa y resolviéndose en un sol. No falla.

Bach y la canción del verano

Pero el trabajo de Zatorre y los demás versaba sobre el poder excitante de las melodías que más nos gustan (mira también el cuadro de arriba, a la derecha). Detectaron mediante técnicas de neuroimagen que cuando está a punto de llegar el momento cumbre de una melodía segregamos cerca de un 6% más de dopamina, el neurotransmisor de la recompensa cerebral (la cocaína logra hasta un 12%). Y lo mejor de todo es que Bach, sin ser neurólogo, ya lo sabía. Los experimentos realizados en Montreal descubrieron que las piezas más atractivas del músico alemán –y de muchos otros genios– juegan al despiste con las neuronas: exponen una espléndida melodía que luego parece estar a punto de relucir varias veces, pero que casi nunca se consuma.

Logran una especie de feliz ansiedad e incertidumbre. Es algo que le discutimos a Zatorre por teléfono, porque los “éxitos del verano” triunfan precisamente a base de repetir el mismo estribillo cien veces y sin ocultaciones. “Sí, pero son como los dulces: te acabas cansando de tanto comerlos y los olvidas pronto. Lo que realmente produce un placer duradero y las que retiene mejor el cerebro son melodías y estructuras más complejas, con más capas”, rebate.

O sea, que exista una cierta complejidad nos aúpa a un mayor disfrute porque hace trabajar al cerebro, lo estimula. Y aquí viene la gran peculiaridad evolutiva de la música: “Representa a la vez lo más elaborado de la mente humana en cuanto a cultura y cognición [que reside en la corteza cerebral], y lo más emocional [el núcleo accumbens]”. Y eso es algo que muy pocas cosas logran con tanta eficacia como el escuchar una canción.

Pero el buen oído y/o la capacidad para entender y disfrutar de un buen disco de Ella Fitzgerald nada tiene que ver con la inteligencia, tal como la conocemos. Se trata más bien de un tipo de habilidad distinta, como la de la facilidad de palabra, por ejemplo. Y de hecho, los enfermos de síndrome de Williams, con la capacidad mental de un niño, suelen estar dotados para este arte. Varias investigaciones han descubierto que existen circuitos neuronales especialmente dispuestos para descifrar el ritmo y la melodía.

Quienes tienen mejor sentido musical presentan un mayor grosor en las zonas de la corteza cerebral encargadas del oído, pero ahora el reto de los investigadores es saber qué porción de ese grosor se adquiere gracias al ambiente (un entorno en el que se escucha o se estudia música) y qué parte la aportan los genes. Aunque a los neurocientíficos más bien les suena que tiene más que ver la experiencia, lo que se ha oído.

Eso sí, parece que a partir de los 18 años, aproximadamente, es muy difícil educar el oído. Se sabe porque quienes empiezan muy pequeños su formación musical adquieren frecuentemente la habilidad de saber qué nota está sonando, sin más (oído absoluto). Pero si esta formación empieza en la adolescencia, lo más que se obtiene es oído relativo (saben qué nota suena si antes se les da una referencia tonal).

El ritmo y el rito

En un último, pero importante, detalle confluyen las dos preguntas iniciales de toda esta milonga: la influencia de la música en el ser humano y su posible función evolutiva. El influjo de tocar un instrumento es tal que “refuerza conexiones cerebrales entre el procesamiento auditivo y el proceso motor; y a la inversa, cuando vas a tocar una nota con un dedo, predices cuál va a ser su sonoridad. Además, cuando la escuchas, comparas esta nota con la esperada”. Nos lo cuenta el psicólogo Antoni Rodríguez Fornells desde el grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y de la Universidad de Barcelona. De ahí el origen de las terapias musicales (véase el cuadro de la izda.).

¿Y qué tiene que ver esto último con la función evolutiva? Muy fácil: si das con algo a lo que nadie puede sustraerse, que logra disparar la euforia y que activa algunos mecanismos motores, tienes una herramienta inmejorable para aglutinar grupos sociales. ¿Por qué, si no –se preguntan los antropólogos–, las letanías y cantos aparecen en tantos rituales a lo largo y ancho del mundo? Una muestra: en su libro Blues. La música del delta del Mississippi (Turner, 2010) Ted Gioia cuenta cómo esa música racial nació en parte de las canciones de trabajo con las que el capataz mantenía, con una fórmula de incitación y respuesta, el ritmo de trabajo de la plantación.

Ya ves que hoy hay más preguntas que respuestas. Pero la más difícil es: ¿cómo es que triunfa Raphael?

Fuente:

QUO

Echarle menos sal al pan "salvaría miles de vidas"

¿Cuál es la primera causa de muerte en América Latina? No es la violencia, tampoco los accidentes de tránsito. Cada año cientos de miles de personas en la región pierde la vida a causa de un problema cardíaco o un accidente cardiovascular (ACV).

Evitar esta grave situación, o por lo menos minimizarla, es el objetivo de la comunidad científica no sólo en América Latina, sino en el mundo.

Y un investigador argentino afirma que él y su equipo creen haber logrado producir un método que podría salvar decenas de miles de vida. En la mira tiene al alimento que debe estar entre los más consumidos del continente, el pan.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en los últimos tres años al menos un millón de latinoamericanos murió a causa de estas enfermedades cardiovasculares.

"Hicimos una evaluación del impacto de las intervenciones que se pueden hacer para reducir las muertes por infartos, problemas del corazón o ACV, y una de ella es reducir la cantidad de sal que se le agrega al pan", explicó a BBC Mundo Adolfo Rubinstein, presidente del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), en Argentina, quien lideró la investigación que luego fue publicada en la revista especializada BMC Public Health.

De acuerdo a los cálculos del estudio si se redujese un gramo de sal por cada 100 gramos de pan, la proyección indica que se podría evitar 60.000 muertes en un lapso de una década.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0