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31 de enero de 2011

Menú para salvar al planeta


Disminuyendo el consumo de carne, el Reino Unido podría reducir sus emisiones de gases de invernadero en un 25%, según el Fondo Mundial para la Naturaleza.

¿Carne con papas?¿Sopa de lentejas? ¿Yogur con cereales?

Lo que elijamos a la hora del desayuno, el almuerzo o la cena puede tener consecuencias para el futuro del planeta, asegura el Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF en sus siglas en inglés.

Junto a científicos del Instituto Rowett de Salud y Nutrición de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, el Fondo acaba de publicar la "Dieta para Vivir Bien", un menú semanal que incluye platos saludables y al mismo tiempo de impacto reducido en el medio ambiente.

La dieta está dirigida a consumidores británicos, pero su influencia bien puede llegar a otros rincones del mundo. "En el Reino Unido importamos 40% de los alimentos que consumimos. Esto tiene un impacto directo en los países productores, incluyendo muchos países de América Latina", dijo BBC Mundo Mark Driscoll, director del programa "Un Planeta" de WWF, que busca reducir el impacto ambiental de la producción y consumo de alimentos.

Una de las principales recomendaciones es reducir el consumo de carne. Los británicos consumen un promedio de 79 kgs de carne al año (incluyendo todo tipo de carnes rojas y blancas). La dieta busca reducir ese consumo a 10 kgs al año, con lo que, según el Fondo, no sólo los británicos serían más saludables, sino que el Reino Unido reduciría en un cuarto sus emisiones de gases de invernadero.

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BBC Ciencia

¿Comerías carne 'cultivada' en laboratorios?

  • Científicos sostienen que podría resolver una futura crisis de alimentos
  • Los defensores de los animales se muestran a favor porque "no sufre"

En un pequeño laboratorio en la Universidad Médica de Carolina del Sur, el doctor Vladimir Mironov, biólogo e ingeniero de tejidos, ha trabajado durante una década para producir carne en probetas.

Él es uno de los pocos científicos que trabajan en todo el mundo en la bioengienería del cultivo de la carne. Un producto que cree que podría a ayudar a resolver una futura crisis mundial de alimentos.

El cultivo de carne 'in vitro' ya está en marcha también en los Países Bajos, pero según denuncia Mironov, hace falta financiación para que la producción despegue y apenas reciben financiación en EE.UU.

Parte de ella llega de la NASA, que tiene interés en estos experimentos en el intento de alimentar de mejor forma a sus astronautas en el espacio.

"Sacar cualquier nueva tecnología al mercado puede costar mil millones. Nosotros no tenemos ni siquiera un millón" afirma.

Otro reto al que tiene que hacer reto la carne de laboratorio es la repulsión que puede generar a priori su consumo. "Hay un factor de asco cuando la gente se enfrenta a carne cultivada en laboratorio. No les gusta asociar tecnología con comida", explica Nicholas Genovese, estudiante de biología celular.

"Pero hay un montón de productos que comemos hoy en día que han sido producidos de manera similar, como el yogurt, la cerveza o el vino", afirma.

Los defensores de los animales, a favor

La carne cultivada tiene sus detractores, básicamente aquellos que se oponen a cualquier experimento genético. Pero también cuentan con un potente aliado. Grupos pro derechos de los animales como PETA, se muestran a favor del desarrollo de esta carne cultivada, ya que al no tener sistema nervioso no sufren dolor.

En declaraciones a Reuters, Mironov visualiza el futuro de la producción de esta carne de laboratorio en fábricas del tamaño de campos de futbol llenas de grandes biorreactores. La carne estará diseñada a la carta y se podrá elegir la textura, la forma y el sabor.

Fuente:

RTVE.es

El código de los polluelos para conseguir comida cuando están hambrientos


Un ejemplar de 'Ploceus jacksoni', como los utilizados en este estudio. | F. Salein.

Si un bebé tiene hambre, se asegurará de que sus padres se enteren. De la misma forma que el llanto será la forma más frecuente de expresarlo, los polluelos también emiten un sonido específico para alertar a sus padres de que ha llegado la hora de comer. Así lo asegura un equipo de ornitólogos alemanes y suizos tras estudiar a una colonia de la especie 'Ploceus jacksoni' en el Lago Baringo de Kenia.

Según esta investigación, publicada en la revista 'BMC Ecology', los polluelos hambrientos tienen un código propio para comunicarse con sus progenitores. Los científicos ya sabían que los pájaros pueden distinguir a sus crías por los sonidos que emiten, incluso si se encuentran rodeadas de muchas otras aves, lo que les facilita la tarea de identificarlos cuando regresan al nido con comida. Ahora han detectado que son capaces de interpretar en qué momento sus pequeños quieren comida y hasta qué punto están hambrientos.

Modulan sus llamadas de atención

Para llevar a cabo el estudio, sacaron temporalmente a los polluelos de sus nidos para instalar en ellos cámaras y micrófonos que grabaran su comportamiento y los sonidos que emitiesen.

Según explica Hendrick Reers, autor principal de la investigación, detectaron dos partes en las llamadas que realizan los polluelos de esta especie. Primero emitían un sonido parecido a un silbido y después, trinaban. Cuando no tenían hambre, las dos partes de la lamada eran ligeramente diferentes en función de cada pájaro, lo que permitía a las madres identificar a sus polluelos. A medida que van teniendo hambre, el volumen de su llamada también aumenta y se hace más enérgico.

Los investigadores afirman que las crías modificaban la duración, el tono y la amplitud de sus llamadas, trinando más y acortando los pitidos. Cuanto más hambrientos están, su llamada se diferencia más de las de sus compañeros.

Fuente:

El Mundo Ciencia

Se cumplen 50 años del viaje del chimpancé Ham al espacio

Hace 50 años, el 31 de enero de 1961, el chimpancé Ham se convirtió en el primer homínido que sobrevivía tras un viaje al espacio y daba esperanzas al sector aeroespacial norteamericano en su deseo de enviar al hombre en un viaje suborbital.

Ham pertenecía al centro de medicina aeroespacial de Holloman (Estados Unidos), en donde aprendió a realizar algunas funciones básicas para pilotar la nave. Gracias a su entrenamiento, Ham logró alcanzar una altura de 253 kilómetros y permaneció durante siete minutos en estado de ingravidez.

El viaje se realizó dentro del proyecto Mercury, cuyo objetivo era simular los que experimentaría el primer astronauta humano. El despegue se llevó a cabo sin incidentes, pero un problema en el regulador de aceleración del cohete proporcionó un exceso de velocidad que no se resolvería hasta que se agotó el oxígeno líquido.

A pesar de que el vuelo duró 16 minutos y 39 segundos y la cápsula amerizó en el océano Atlántico, a 679 kilómetros de distancia del punto de despegue, el chimpancé fue, según ha señalado la NASA, el primer "halo de esperanza" de que en un futuro próximo los hombres podrían viajar al espacio. Además, según señala la BBC, fue un gran paso para que los norteamericanos se impusieran en su carrera contra la Unión Soviética.

Y es que, antes que Ham, la agencia espacial estadounidense ya había experimentado, hasta en seis ocasiones, con el envío de simios al espacio exterior, sin embargo ninguno de ellos pudo sobrevivir al viaje.

Fuente:

Europa Press

El vuelo de Abbas Ibn Firnas (El Leonardo da Vinci español)

Siguiendo la línea del tiempo, pero como el cangrejo, buscando pioneros del vuelo casi desconocidos, mucho tiempo antes del planeo que Diego Marín logró en 1793, alguien ya lo había “practicado”, esta vez no se trató de Burgos, ahora nos trasladamos a Córdoba, hace mucho tiempo, concretamente en el siglo IX.

Philip Hitti afirma rotundamente, en su obra Historia de los Árabes, que Ibn Firnas fue el primer ser humano, conocido, en desarrollar un intento científico de vuelo. ¿Qué se sabe de este curioso personaje?

Hoy, en el mundo árabe, Ibn Firnas es considerado un héroe. En algunos países, como Libia, se han emitido sellos de correo recordando su gesta, incluso un cráter lunar lleva su nombre. Uno de los aeropuertos de Bagdad, famoso en los últimos tiempos como zona de combate, lleva su nombre.

Abbas Ibn Firnas, nacido en algún lugar cercano a Ronda, en Al-Andalus, en una fecha desconocida, falleció, y esto sí se conoce, en el año 887. En su época era muy conocido, en tierras musulmanas, por sus experimentos químicos y sus audaces ideas técnicas aplicadas a grandes obras de ingeniería. También fue un reputado poeta, experto en el uso de cristales para fabricar lentes, astrónomo, físico y mecánico de primera. Diseñó y construyó un reloj de agua muy original, llamado Al-Maqata.

En el 852, un “loco” llamado Armen Firman, intentó volar lanzándose con una gran capa desde una torre en Córdoba… ¡pero no se mató! Aquella temeraria aventura, posiblemente observada por Ibn Firnas, parece que sirvió de semilla para su idea construir una máquina capaz de volar. Así, tras muchos años de pruebas y cálculos, observando el vuelo de las aves y pensando en profundidad en cómo llevar a cabo su ilusión de volar, llegado el año 875, termina de construir su propio planeador. Esta vez no era una simple capa, ni un “paracaídas”, no, su máquina era un planeador con alguna capacidad de control, algo así como un ala delta primitiva revestida de plumas y seda. Ibn Firnas, saltó de la mezquita de Córdoba y… ¡planeó! No hay datos de la distancia que pudo recorrer, pero sí se sabe que, durante el aterrizaje, se lastimó la espalda, lesión que arrastró el resto de su vida.

Tecnología Obsoleta

Descubren que perros podrían oler el cáncer

Científicos japoneses descubrieron que el olfato del perro es tan poderoso que podría detectar el cáncer en su fase inicial.

A través de una investigación, que fue publicada en la revista médica British Medical Journal, los expertos del departamento de cirugía de la Universidad de Kyushu, en Japón, señalaron que existen componentes químicos correspondientes a ciertos tipos de cáncer específicos que circulan por el cuerpo humano y que un perro puede oler.

Para llegar a esta conclusión los científicos nipones realizaron un experimento con un perro labrador especialmente adiestrado, que realizó durante varios meses pruebas de olfato entre las que se incluyeron test de aliento y muestras de heces de los participantes.

Fuente:

Generacción

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