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4 de agosto de 2008

Crean el primer mapa geológico digital

Crean el primer mapa geológico digital

MADRID.- Ahora será posible ver la Tierra completamente desnuda. Desprovista de plantas y las estructuras creadas por el hombre, nuestro planeta tiene otros colores.

Se verá tal y como quedó tras las grandes convulsiones geológicas y antes de que apareciera la vida. Así es como la han cartografiado especialistas de instituciones geológicas de 79 países, que unidos en el proyecto global OneGeology (UnaGeologia) han producido el primer mapa geológico digital de la Historia.

Teniendo en cuanta que la geología como ciencia se mide en tiempos de millones de años, llama la atención que 'OneGeology' esté casi concluido tan sólo un año después de que se acordara el proyecto. Claro, que los especialistas en Ciencias de la Tierra y Computación que han trabajado en común, se han volcado porque vivimos en el Año Internacional del Planeta Tierra.

Los autores, que aprovecharán la celebración del 33 Congreso Internacional de Geología (que se celebra desde hoy hasta el 15 de agosto en Oslo) para el lanzamiento mundial de la nueva visión de la Tierra –con colores pastel que detallan los materiales geológicos de la corteza terrestre y sus sustratos–, aseguran que con OneGeology estarán disponibles en la Red los mapas geológicos de todo el mundo, al igual que Google Earth.

Los geólogos afirman que "se ha escrito un nuevo lenguaje geológico que permite que todas las naciones compartan datos entre ellas y con el público". Y añaden que "se está compartiendo y dando información sobre la manera de hacerlo, lo cual significa que todas las naciones del mundo, independientemente de su grado de su grado de desarrollo, pueden tomar parte y beneficiarse".

Ian Jackson, jefe de operaciones de la Sociedad Geológica Británica asegura que "los mapas geológicos son herramientas esenciales para identificar recursos como el agua o el petróleo, así como para organizar planes para reducir riesgos de terremotos o erupciones, lo que muchas veces es una cuestión de vida o muerte".

Visión geológica del Hemisferio norte, donde los países adoptan colores pastel. A la derecha, el mapa actual. (Foto: OneGeology)
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Visión geológica del Hemisferio norte, donde los países adoptan colores pastel. A la derecha, el mapa actual. (Foto: OneGeology)

Participación española

El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha participado activamente en el proyecto y lo hará durante su lanzamiento global en Oslo. Su director, José Pedro Calvo Sorando organizará parte del encuentro de Noruega, donde se espera a 6.000 geocientíficos procedentes de 117 naciones.

Bajo el lema 'Geología para la sociedad', los expertos debatirán sobre los problemas geológicos y su impacto en nuestra vida cotidiana. Temas como el cambio climático, el almacenamiento de CO2, el agua, los riesgos geológicos, la salud y el medio ambiente, el patrimonio geológico, los recursos minerales y el futuro de los recursos energéticos estarán en el tapete.

El IGME aportará una veintena de científicos con sus últimas investigaciones en materia de aguas, riesgos geológicos, almacenamiento de CO2, cartografía geológica y minera y patrimonio geológico, y presentará sus líneas de investigación y actividades junto con la Asociación de Servicios de Geología y Minería Iberoamericanos (ASGMI), dedicada a promover el intercambio de información geocientífica y la sostenibilidad de los recursos naturales frente al cambio climático y la mitigación de sus efectos sobre el planeta Tierra.

Fuente:

El Mundo - Ciencia & Ecología

3 de agosto de 2008

"Un pueblo que se dedica a un solo cultivo se suicida"

"Un pueblo que se dedica a un solo cultivo se suicida"

Entrevista a Marie-Monique Robin, autora del best seller "El mundo según Monsanto"


Heber Ostroviesky y Enrique Schmukler
Página 12



Marie-Monique Robin, autora del best seller "El mundo según Monsanto" que llegará en diciembre a la Argentina. 'Un pueblo que se dedica a un solo cultivo se suicida' es el ensayo periodístico más leído de los últimos meses en Francia y está dedicado en gran parte a la Argentina. En esta entrevista, su autora, Marie-Monique Robin se pregunta qué pudo haber ocurrido para que 'Eduardo Buzzi cambie de bando en tres años'.

-¿Cuáles son los aspectos ligados al modelo de explotación agrícola en Argentina que, según lo que usted pudo investigar en nuestro país, han quedado hasta ahora afuera de la discusión política?

-Si bien es necesario que el Gobierno intente reglamentar las exportaciones debería, sobre todo, limitar la expansión absolutamente demencial de la soja transgénica. Aunque las retenciones contribuyen a limitar la producción indiscriminada, no es suficiente. A mi juicio es urgente analizar el peligro de los organismos genéticamente modificados (OGM) a fondo. En la actualidad la producción cubre un total de 18 millones de hectáreas. ¿Y esto que quiere decir? Una sola cosa: aumento del monocultivo. Se trata de una constatación que, para mí, es inobjetable y confirma lo que había observado hace tres años, en otra visita que hice a la Argentina. La frase 'Un pueblo que se dedica al monocultivo se suicida' es evidente en este caso. Lo que hay que entender es que la expansión de la soja transgénica va en detrimento de los pequeños y medianos productores, al verse obligados a abandonar la producción de alimentos para la población. En primer lugar, porque las semillas que suministra la multinacional Monsanto, de nombre Roundup Ready (Soja RR), se fumigan con el herbicida Roundup, de modo que el resto de las tierras queda contaminado, puesto que es un herbicida muy volátil. Es decir, los pequeños agricultores deben abandonar su hacienda porque sus plantaciones son sencillamente destruidas por el herbicida. La soja provoca problemas sanitarios graves. Y esto ha sido confirmado por un informe del Hospital Italiano de Rosario. Pero también constituye un terrible problema social. No regular la producción de soja transgénica es darle la llave de la agricultura del país a unos inversores que nada tienen que ver con la agricultura. Darles todo el poder de maniobra a los 'pools de siembra', como lo describía Eduardo Buzzi en una entrevista que le realicé en 2005, es poner en juego la seguridad alimentaria de la Argentina.

-¿Cómo fue el desembarco de las semillas de Monsanto en la producción agrícola Argentina? ¿Tuvo resistencias este modelo?

-En 2005 Monsanto y el gobierno argentino estaban en medio de un conflicto por el tema de las regalías que la multinacional estadounidense pretendía cobrar por la exportación de la soja, ya que Argentina no reconoce la patente que reclama Monsanto sobre el gen Roundup Ready. Por ese tiempo Monsanto quería cobrarle 15 dólares a cada cargamento de granos o harina de soja a su llegada a los puertos europeos, ante la imposibilidad de cobrar tres dólares a los productores en territorio argentino. Allí Monsanto comenzaba a mostrar su verdadera cara. Pero antes, en la década de 1990, la totalidad de los productores recibieron a esta empresa con entusiasmo, por supuesto. Recuerdo haber entrevistado a agricultores que me dijeron que, al principio, llamaban a las semillas transgénicas 'semillas mágicas'. Inclusive Buzzi me había dicho en esa oportunidad: 'Nosotros sostuvimos ese modelo, pero caímos en la trampa. Estaba todo calculado'.

-¿De qué se trata el llamado 'principio de equivalencia en sustancia', retomado en Argentina?

-Este principio aceptado inicialmente en los Estados Unidos no tiene ninguna base científica que lo valide. Sin embargo, al impedir que los OGM sean considerados como aditivos alimentarios, las empresas de biotecnología pudieron evadir pruebas toxicológicas y evitar el etiquetado especial de sus productos. La decisión que permitió comercializar los OGM sin ninguna evaluación fue aceptada también en la Argentina. Gracias a estas mentiras los OGM llegaron al país y desde allí invadieron Paraguay y Brasil, donde no estaban autorizados. Como me había dicho Eduardo Buzzi en 2005, se trató de una estrategia planificada por Monsanto para forzar la legalización y generalización de los OGM. Como Brasil no autorizaba los transgénicos, Monsanto se implantó en la Argentina de Menem y desde allí elaboró su estrategia, que terminó contaminando a buena parte de América del Sur.

-¿Le parece lógico que durante el conflicto por las retenciones, el presidente de la Federación Agraria Argentina se uniera a los 'pools de la siembra', como él mismo los apodaba?

-Que Eduardo Buzzi en un comienzo haya defendido el modelo de la soja transgénica es posible, porque para él, como para muchos productores, se trataba de 'semillas mágicas'. Es decir, se puede entender que los productores, dejándose llevar por la propaganda fraudulenta, hayan creído en lo que Monsanto les prometía. Lo realmente curioso, y que da lugar a sospechas, es que hoy en día Buzzi se haya cambiado de bando, por así decirlo, y comulgue con los 'pools de la siembra', que en 2005 le habían tendido una trampa. Me pregunto ¿qué habrá pasado desde 2005 que explique ese cambio abrupto de posición? Yo filmé a Buzzi hace tres años para un documental sobre la soja en Argentina, que transmitió la cadena francoalemana Arte. Allí, Eduardo Buzzi hacía un balance del modelo agrícola sojero, y concluía señalando que lo único que podía garantizar la seguridad alimentaria del país era la pequeña y mediana agricultura, a partir del suministro de cultivos diversificados. En esa oportunidad, Buzzi diferenciaba a los productores nucleados en la Federación Agraria de lo que él llamaba 'un modelo agrícola destinado al agrobusiness' . Ahora bien: ¿qué hace hoy en día Buzzi? Está con los 'pools de la siembra'. ¿Qué pasó? No sé exactamente, no tengo pruebas. Todo lo que puedo decir es que Monsanto desembarcó en Argentina en 1997, e impuso los OGM en un gobierno corrupto como el de Carlos Menem. Y en esa operación es muy probable que haya habido maniobras oscuras. Monsanto tiene una vasta experiencia en hacer cambiar de opinión a la gente.

-En uno de los capítulos de su libro, usted habla del rol que juegan ciertos medios de comunicación en la difusión y apoyo de los OGM en nuestro país. ¿En que consiste este apoyo concretamente?

-Hay medios de comunicación en Argentina que hacen claramente propaganda de los OGM. Al leer diarios como Clarín vemos perfectamente este tipo de discursos y nos hace por lo menos sospechar que, en ese ámbito, habría también una importante corrupción. Cuando uno lee los artículos de su colega Héctor Huergo de Clarín Rural, no puede más que preguntarse cuál es la relación de este hombre con Monsanto. Lo que escribe es propaganda pura, con informaciones falsas. Se les quiere hacer creer a los lectores que van a terminar con el hambre gracias a los OGM, que no habrá más problemas de malnutrición, pero es mentira. Estas cosas hay que investigarlas en profundidad. Hay que tener en cuenta que Monsanto es capaz de corromper al más fuerte. En Indonesia, por ejemplo, hay casos probados y condenas a Monsanto por corromper a más de cien funcionarios del gobierno.

-En general, los antecedentes non sanctos de Monsanto son poco a nada conocidos, o por lo menos no han sido lo suficientemente difundidos...

-En Argentina los medios no dicen que Monsanto ha sido condenada en Estados Unidos y Francia por publicidad falsa, que no tienen más derecho a marcar en sus productos que no afectan al medioambiente. He verificado en varios países la manera de actuar de Monsanto: compran... En el libro y en el film se demuestra que hubo científicos comprados durante más de 20 años para contar mentiras. Hoy sabemos que el Roundup es cancerígeno. Está claro que en un tiempo será prohibido, como ocurrió con tantos productos de Monsanto en el pasado (el PCB, la dioxina, entre otros) que generaron polución en el planeta por cuarenta años y que finalmente fueron prohibidos. El Roundup es altamente tóxico, en la Argentina más de la mitad de las tierras cultivadas son regadas con un producto que no es biodegradable, que llega a las napas freáticas, que contamina los suelos. Al ritmo actual, a mediano plazo los suelos serán inutilizables. Los OGM manipulados resisten al Roundup y lo absorben. Cuando una madre argentina les da la denominada leche de soja a sus hijos, les está dando un producto regado con una sustancia tóxica. Hoy tienen la oportunidad de hacer un balance y sacar conclusiones, es lo que debería hacer el Parlamento. Hoy los productores ya no pueden decir que no saben. Hoy hay pruebas, tenemos los datos. Sabemos que la soja transgénica va a generar enfermedades y va a disminuir el rendimiento de la tierra. En Argentina hay que hacer una evaluación seria antes de que sea demasiado tarde. Hay que dejar bien claro que esta empresa no quiere ganarle al hambre sino hacer grandes negocios.

-Los países europeos debaten en la actualidad sobre los OGM y estudian los controles a poner en práctica. ¿Cuál es la situación en Francia?

-En Francia, al igual que en el resto de los países, hay sectores que proponen legalizarlos. Conozco bien al sector del campo francés porque soy hija de agricultores. Estamos en lo que yo llamaría una guerra de información. Hay agricultores que durante encuentros de discusión me dicen que los OGM les permitirían usar menos pesticidas. ¡Cómo menos pesticidas! Si se trata de plantas que producen tóxicos y que desarrollan una resistencia cada vez mayor a los pesticidas utilizados. Cuando la discusión es profunda se entiende, pero hay una enorme propaganda. Claro que los agricultores, no los pools de siembra que son industriales y especuladores, tienen problemas en todo el mundo. Los verdaderos agricultores son víctimas de estos nuevos modelos, no les alcanza para vivir y se los inunda con la publicidad de estas 'semillas mágicas'. En Francia también existe un lobby muy fuerte de los grandes agricultores que militan por la introducción de los OGM. También hay diputados franceses que mienten en la Asamblea Nacional en defensa de los intereses de estas empresas. En Francia, algunos senadores tuvieron el coraje de denunciar que los legisladores son presionados por Monsanto. El aspecto esencial de esta disputa es controlar las semillas, que son el primer eslabón de la cadena alimentaría. Lo que le interesa a Monsanto es vender el Roundup y tener las patentes sobre las semillas para luego cobrar las regalías sobre la producción ajena. Hoy, en países como la India, sólo hay semillas transgénicas. Monsanto compró todas las empresas semilleras, y los campesinos que comienzan a ver los efectos negativos ya no tienen cómo volver atrás. Peor aún, los agricultores deben pagarle regalías a Monsanto al utilizar las semillas o les mandan la policía. Es un negocio redondo. Lo mismo intentó Monsanto en la Argentina. Primero dijeron que no cobrarían regalías, pero en 2005 cambiaron el discurso por el de o nos pagan o vamos a un conflicto fuerte.

-¿Cómo puede salir Argentina de este chantaje que usted describe?

-Todavía es posible. Recordemos que Monsanto tuvo mucha suerte, porque Argentina no era un país productor de soja. El primer productor de soja en América latina era Brasil. Si Argentina hoy es un enorme productor se debe a una circunstancia particular: la gran crisis del 2001. Argentina necesitaba encontrar una salida, y al mismo tiempo la crisis de la vaca loca en Europa generó la prohibición de harinas animales y la necesidad de soja. Esta doble coincidencia benefició a Monsanto. Pero en la actualidad la mitad de los campos de la Argentina están contaminados de OGM, y ésta es una lógica muy cercana a la de tener un país endeudado. Continuar con este modelo sin regulaciones importantes sería pensar a cortísimo plazo. Ya no se trata de la salida de una crisis extrema sino de la viabilidad de un modelo a largo plazo. Esto significa analizar todos los datos y actuar en consecuencia con una visión clara. No hay que olvidar que por el momento Argentina no reconoce la patente sobre el gen Roundup Ready, pero las presiones en la Organización Mundial de Comercio son enormes. Si se llega a la uniformización del sistema de patentes, es decir a la imposición del sistema norteamericano, los problemas de Argentina serán mayores. El debate ciudadano sobre estos temas es fundamental, el debate político en el Parlamento es esencial aunque genere manifestaciones. En Europa, los movimientos de resistencia a los OGM son cada vez más fuertes, debemos alentar la agricultura natural que es la única salida. La pregunta es cómo volver a estos modelos naturales cuando Argentina tiene 18 millones de hectáreas regadas con Roundup.

-¿Está al tanto de que el sector que se opone a las retenciones subraya que, con el avance de la producción de la soja se ganará la guerra contra el hambre?

-Sí, lo sé, y es completamente falso. Los OGM son todo lo contrario, reproducen el hambre a largo plazo justamente porque condenan a los países al monocultivo, como señalaba antes. La prueba está en que, con el avance de la soja, en la Argentina un alto porcentaje de los tambos se están cerrando, por culpa del Roundup desperdigado por los pastizales. La soja se cultiva cerca de donde pastan los animales. Una vez que las vacas se alimentan de las hierbas contaminadas con herbicida quedan afuera del proceso de producción de productos lácteos. Lo mismo ocurre con la producción de arroz y lentejas, que están en la base de la cultura alimentaria argentina, que también ha disminuido considerablemente, sin contar el hecho de las grandes superficies de árboles que fueron arrancados para cultivar soja, sobre todo en el norte del país. Todo un desastre ecológico destinado a producir alimento para vacunos, bobinos y pollos de Europa.

Fuente:

Rebelion.org

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Gran Bretaña: Sabotaje a la papa transgénica

Gran Bretaña: Sabotaje a la papa transgénica

Los adversarios de los 
cultivos transgénicos no tiran la toalla: en Gran Bretaña se vienen dedicando a destruir los campos experimentales de nuevas variedades de vegetales genéticamente modificados. Mediante los sabotajes los activistas pretenden paralizar el proceso legal de aprobación, que exige la realización previa de estudios sobre sus riesgos y beneficios en condiciones controladas. Por lo pronto, han conseguido detener indefinidamente los ensayos con un tipo de patata transgénica.

istockphoto

Desde el año 2000, se han llevado a cabo en el Reino Unido 54 ensayos con tales organismos y casi todos han sido saboteados. La normativa exige que la localización de los sitios en donde tienen lugar los experimentos sea de público conocimiento (entre otras cosas, para garantizar a los agricultores orgánicos que no hay en las proximidades de sus granjas cultivos cuyo polen genere un trasiego indeseado de genes).

El último sabotaje ha afectado a un campo cercano a Tadcaster (North Yorkshire), en donde se cultivaba unapatata diseñada para resistir los ataques del nematodo quístico, una de sus peores plagas (sólo en Gran Bretaña el insecto causa pérdidas de 50 millones de libras anuales). Leo en el Daily Telegraph que el responsable del ensayo, el profesor Howard Atkinson, se niega a continuar con los estudios a menos que se puedan desarrollar en secreto, o que el Gobierno garantice su seguridad.

Los saboteadores, por su parte, cuentan con el aval del fallo de un jurado británico que absolvió a 28 miembros de Greenpeace que en 1999 destruyeron un ensayo de maíz transgénico, argumentando que pretendían evitar la contaminación del entorno.

Los activistas ingleses no son los únicos aficionados a ese tipo de acción directa. En la vecina Francia, el año 2006, el líder de los campesinos altermundistas, Jose Bové, arrasó seis hectáreas de maíz transgénico, aunque en esa ocasión no se trataba de una plantación experimental sino comercial.


El episodio de la patata coincide con un giro del Gobierno laborista de Gordon Brown a favor de las soluciones tecnológicas rápidas ('quick fix', dicen los anglosajones); o sea: frente a la escasez energética, más centrales nucleares; contra el hambre del mundo, más cultivos transgénicos. Atrás ha quedado la ambivalencia hábilmente practicada por su antecesor en el cargo, Tony Blair, quien, aunque no ocultaba sus simpatías por dichas tecnologías, se resistió a apoyarlas por miedo a ver perjudicada su imagen en las encuestas, tan vitales para él.

¿Conseguirán los sabotajes doblegar la voluntad del Gobierno de Brown? Lo dudo: lo más probable será que las autoridades dispondrán fuertes medidas de seguridad, como ya ocurre en el único cultivo experimental de transgénicos en curso, rodeado de alambradas y vigilado las 24 horas del día. Como mucho, se ralentizará el trámite técnico-administrativo, pero no se detendrá por completo.A mí no me convence esa metodología de lucha. Si los ensayos están mal diseñados, debería impugnarse su ciencia defectuosa. No veo cómo la destrucción de experimentos científicos puede reforzar la postura de quienes se oponen a los transgénicos (otra cosa sería si se tratase de pruebas peligrosas, como los ensayos de armas nucleares). Algo parecido ocurre con los atentados a laboratorios ejecutados por defensores de los derechos de los animales, también en Gran Bretaña; tampoco creo que su causa progrese a fuerza de reventar animalarios. Las batallas de ideas se ganan en la arena de la opinión pública, con buenos argumentos y movilizaciones masivas, más que con sabotajes.


Fuente:

Soitu - Medio Ambiente

2 de agosto de 2008

PERÚ: Choque de electrones en el agua provocó luces en sismo

PERÚ: Choque de electrones en el agua provocó luces en sismo

Los destellos que se vieron en el cielo durante el terremoto que azotó el país la noche del 15 de agosto del año pasado fueron provocados por la descarga eléctrica generada del contacto entre millones de electrones de la tierra con el agua, cuando el pico del sismo era mayor.




Así lo asegura una investigación realizada por el físico peruano Antonio Lira, profesor e investigador de la Pontificia Universidad Católica del Perú, quien descarta así especulaciones relacionadas a este inusual fenómeno, como caídas de torres de alta tensión o la destrucción de generadores de luz.

EVIDENCIAS DEL TIEMPO

Para ello, Lira comparó los tiempos en los que se registraron los movimientos más fuertes durante el terremoto y las apariciones de los destellos, y comprobó que las luces aparecieron uno o dos segundos después de los repuntes sísmicos, exactamente cuando el movimiento superaba los cinco grados en la escala de Richter.

"Antes se sabía de la existencia de luces durante un terremoto, pero se desconocía su origen. Ahora, con esta relación matemática, hay pruebas de una relación directa entre las ondas sísmicas con las luces del terremoto, lo que confirma que los destellos son provocados por el movimiento sísmico", explicó.

Asimismo, Lira indicó que si los electrones no se habrían topado con el agua no habrían aparecido las luces. "Por ello, no en todas partes de Lima se han podido ver", dijo.

Sin embargo, señaló que aunque la capital no fue el epicentro del terremoto, muchos limeños pudieron apreciar los destellos debido a que estas descargas eléctricas se dieron producto de las ondas sísmicas, "las mismas que representan una presión continuada".

Según Lira, hay informes que señalan que hace 2 mil años en Grecia se apreciaron las primeras luces, pero sólo existían como prueba unos dibujos. Ya en 1960, en Japón, se apreciaron las primeras fotografías. Recuerdo que antes la gente dudaba, pero ya está confirmado que existen.

PRECISIONES

Estudio. La investigación de Lira es parte de su estudio "Relación diferencial temporal entre las ondas sísmicas y las luces del terremoto del 2007", que será publicado en la revista de la Sociedad Sismológica de Estados Unidos.

Análisis. El análisis a profundidad de las luce se realizó en el Encuentro Científico Internacional 2008, en Lima, a pocos días de cumplirse un año del trágico suceso.

Fuentes:

PUCP - Incluye una descripción de los experimentos


Diario La República - Perú

Peru.com

El Nuevo Diario

Otra manera de ver el fenómenos de las luces en:

YouTube - Fenómeno EQL

Personajes: Barbara Cassin diserta sobre Google

Personajes: Barbara Cassin diserta sobre Google

"Google no es democrático: ordena todo según los clics"


"El mejor buscador del mundo en Internet, más allá de las ayudas que ofrece, plantea interrogantes éticos, culturales, políticos, económicos y religiosos, que me llevaron a reflexionar y se convirtieron en Googléame. La segunda misión de los Estados Unidos" explica la filósofa y filóloga francesa Bárbara Cassin, directora de investigaciones en el Centre National de la Recherche Scientifique de París (CNRS), especializada en los sofistas griegos.




Casssin, que tuvo entre otros maestros a Martín Heidegger y que afirma que el presidente Bush y los creadores de Google tienen mucho en común, ha escrito, entre otros libros, El placer de hablar, Ver a Helena en toda mujer, de Homero a Lacan, y un monumental Vocabulario europeo de las filosofías. Diccionario de los intraducibles. En su visita a la Feria del Libro (Buenos Aires - abril de 2008) dialogamos con ella.

- ¿Qué puede decir la filosofía sobre Google?

- Como filósofa me gusta saber lo que hago, los instrumentos que uso. Yo utilizo Google, y me importó hacer sobre esa herramienta una toma de conciencia reflexiva. Como docente me interesó saber cómo trabajan a partir de Google mis alumnos, y como investigadora del CNRS busqué saber lo que Google produce en la investigación, la transformación que genera. Creo que el efecto principal es que la calidad se vuelve un efecto emergente de la cantidad y nada más.

- ¿De cantidad de información?

- No, de cantidad de clics. Para Google, un clic, un enlace, es un voto para un texto determinado. La cantidad de clics, de vínculos es lo que hace que algo suba en el rango de la página. Eso parece democrático porque nosotros, con nuestro accionar, hacemos subir algo en la página de Google, pero no lo es.

- ¿Por qué?

- Esos ingresos, esos enlaces, que aparecen como un voto en Google, no hacen un mundo en común. Para los griegos la democracia requería una instrucción de la demanda para que pudieran encontrar lo mejor.

- ¿No es democrático, igualitario, no comercial, que todas las entradas a páginas de Google tengan sólo tres líneas y por más que alguien pague no puede modificar el orden?

- Es cierto, Google no mezcla el aspecto publicitario, comercial, con la información que da en el centro de sus páginas. Resulta democrático que uno no compre su rango en la página, y eso lo hace diferente de otros motores de búsqueda. Pero es por eso que Google gana tanta plata con la publicidad. Como es mejor, vende muy caras las palabras clave con que cubre los márgenes. Es un buen marketing.

- ¿Pero no es el mismo marketing que siempre han tenido los medios de comunicación?

- Ha ido más lejos, consigue un público cautivo, interesado por lo que se ofrece, es el marketing soñado por los profesionales de esa actividad. Uno pone 'Nietzsche' y junto a lo que se busca hay propuestas de visitar montañas mencionadas por el filósofo, la oferta de una edición de las obras completas. Se tiene enfocado a un cliente en tema.

- Los buscadores anteriores eran prácticamente inservibles.

- Absolutamente de acuerdo. Google es varias veces el mejor motor de búsqueda de Internet. Da las respuestas más adecuadas, más pertinentes. La idea de Larry Page y Sergey Brin fue cuantificar no los vínculos que salen de un sitio de Internet, sino los que llegan allí. Esa cantidad de vínculos son los que importan. Entonces, cuanto más consultado es un sitio más vale, es una doxa (opinión) al cuadrado. Esa idea formidable es vieja como el mundo: es la idea de la cita, la idea por excelencia de la bibliografía, es la idea de todo el saber medieval, es la escolástica.

- ¿Una vuelta al "criterio de autoridades"?

- Sólo que esas autoridades no surgen por ser calificadas sino por ser cuantificadas.

- Y a usted, ¿qué parte de la filosofía la hizo interesarse en Google?

- Por los sofistas, aquellos pensadores que encontraban la maquinaria para llegar a algo, prestaban un servicio y ganaban dinero. Hasta ahí todo bien con Google, ahora lo que no estoy de acuerdo es con sus pretensiones de que su "misión es organizar toda la información del mundo" y que sea la correcta, la "buena". La misión de luchar contra el mal se vuelve francamente religiosa, convierte a Google en un ente superior, divino.

- Pero, ¿esos planteos no son una tradición estadounidense?

- Y me da miedo esa misión del bien universal. Sobre todo cuando se descubre que todo en Google está subordinado a fines comerciales legítimos. Y no me convence la relación entre moral y comercio. Por separado están muy bien, pero que la moral sirva de paraguas no es real y es preocupante. Google entró a China luego de aceptar la censura. Si en un país que no sea China, se busca información sobre Tiananmen, leerá sobre la represión a manifestantes en esa plaza de Beijing, en 1989, y los centenares de muertos, y en China sólo leerá una serie de referencias urbanísticas a una plaza apacible, en un país donde curiosamente no existen los disidentes. Con ese acto Google deja de ser universal y democrático.

- Esa es quizás una diferencia con Wikipedia, la enciclopedia de Internet, donde aparece lo controversial y los artículos pueden ser transformados, reformulados.

- Lo mejor de Wikipedia, más allá de su nivel, es lo no controversial. Aunque, por caso, el artículo sobre Platón es directamente malo. Tiene algunos problemas que le sacan credibilidad, por ejemplo que uno pueda hacer lo que quiera ahí. Tengo unos colegas que se han dedicado a colocar en Wikipedia en inglés, para que tengan mayor difusión, tanto temas reales de discusión como una imaginaria Escuela de Retórica francesa. Y ahora desde diversos lugares andan intentando contactarse con esa escuela.

- Usted se ha dedicado a criticar el globish, el inglés como lengua universal para la traducción.

- El globish es para Google la lengua pivote, y cuando uno pide una traducción suele ser ridícula. Y esto porque para leer un texto en francés, en español, antes debe pasar por un inglés desprovisto de singularidades. Yo pasé la frase "Dios creó el hombre a su imagen" al alemán, y del alemán al francés, por intermedio de globish, y concluyó blasfematoriamente en: "El hombre a su imagen creó un dios".

- ¿Qué está escribiendo ahora?

- Una investigación sobre retórica, sobre qué cosas hacemos con las palabras. Eso me lleva a reflexionar sobre lo político. El rasgo nazi de Heidegger, que fue uno de mis maestros, es que la política no es nada político, es algo ontológico. Tiene una frase extraordinaria en ese sentido: si los griegos tuvieron que crear la polis es porque fueron un pueblo no político. Frente a esto está Hannah Arendt con la autonomía de lo político. Cuando Günter Grass le dijo que ella era una filósofa política, le contestó: yo hago filosofía y reflexiono sobre la política. La filosofía política, de Platón a Heidegger, ha hecho que ya no sea posible hacer filosofía política.

Fuente original "Ocio y Espectáculos", tomado de:

Fondo de Cultura Económica - Argentina

Lea también estos interesantes artículos de Cassin:

Indagando el lado oscuro de Google

Google es como una adicción

Google respooonde

Google podría ser un Big Brother

Por amor a Google

Libro: Google, la cultura y la democracia

Libro: Google, la cultura y la democracia

Bárbara Cassin aforma en su último libro: "Google es un campeón de la democracia cultural, pero sin cultura ni democracia" examina cómo el buscador ha desarrollado su poder y también su tipo de moral que encarna cuando se pretende universal y democrático.




El análisis del alcance político, económico y cultural del fenómeno Google como imperio de la información, el saber y el comercio a escala planetaria es el eje del libro “Googléame”, de la filósofa francesa Bárbara Cassin.

Editado por la filial del Fondo de Cultura Económica (FCE) en Argentina, el libro es un estudio crítico en torno a este fenómeno del internet, apuntó la también filóloga al añadir que “Google es un campeón de la democracia cultural, pero sin cultura ni democracia”.

En un comunicado de prensa en el que informó del lanzamiento del texto, el FCE señaló que en él Cassin examina las prácticas sobre las cuales Google ha desarrollado su poder y también el tipo de moral que encarna cuando se pretende universal y democrático.

Al respecto, la filósofa francesa asienta que, “dicho de manera brutal, Google es un campeón de la democracia cultural, pero sin cultura ni democracia. Porque no es un maestro ni en cultura (la información no es la paideia) ni en política (la democracia de los clics no es una democracia)”.

La historia de la invención de Google por dos estudiantes de doctorado de la Universidad de Stanford, Sergey Brin y Larry Page, permite a Cassin plantear diversas interrogantes, explicó el FCE.

Entre ellas: ¿cuáles son los intereses de Google, cuyo proyecto es organizar toda la información y digitalizar todos los saberes del mundo? y ¿es necesario plegarse al modelo Google para “ser, por el temor a desaparecer”? Asimismo, ¿qué nuevo lugar ocupan los autores y las obras en el universo digital? y ¿de qué modo el uso del globish (global english) por parte de miles de usuarios en todo el mundo modela una determinada manera de pensar?



¿Quién es la filósofa Cassin?

Nacida en París en 1947, Cassin es directora de investigación en el Centre National de la Recherche Scientifique de París. Se ha dedicado fundamentalmente a las obras de los sofistas, de Parménides y de Aristóteles, para poner de relieve la relación entre la retórica y la ontología en la textualidad antigua.

Asimismo, ha dedicado estudios en la perspectiva de las recuperaciones contemporáneas de la relación entre la práctica de la filosofía y el lenguaje.

Dirigió la edición del monumental “Vocabulaire européen des philosophies: dictionnaire des intraduisibles” (2004) y la filial argentina del FCE le acaba de publicar “El efecto sofístico”.

Fuentes:

El Economista - Tecnociencia


La Jornada - México

Lea también:

Google, Yahoo y Microsoft y la censura china
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