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22 de mayo de 2013

La fiebre del oro que amenaza a los mares

    Grúa en el fondo del mar

    La extracción de minerales del lecho marino está cada vez más cerca.
    La perspectiva de una "fiebre del oro" en lo profundo del mar, que abrirá una controvertida puerta a la minería en el fondo de los océanos, es cada vez más real.
    Naciones Unidas publicó su primer plan para gestionar la extracción de los llamados "nódulos", pequeñas rocas ricas en minerales, del lecho marino.
    La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés), organismo de Naciones Unidas que supervisa la minería en el fondo del mar, llevó a cabo un estudio técnico.

    Dice que las empresas pueden presentar su solicitud de licencias para la extracción minera tan pronto como en 2016.

    La idea de explotar el oro, cobre, manganeso, cobalto y otros metales del fondo oceánico ha sido considerada durante décadas, pero apenas se hizo más palpable recientemente, gracias a la nueva tecnología y debido a los altos precios de las materias primas.

    Expertos en conservación han advertido desde hace tiempo que la minería en el fondo del mar será altamente destructiva y a largo plazo puede tener consecuencias desastrosas para la vida marina.

    El estudio de la ISA reconoce que la minería causará "un daño medioambiental inevitable".

    Pero el informe aparece en un momento que un portavoz describió como "un repentino aumento del interés" de las empresas de minería públicas y privadas.

    Compartir las ganancias
    "No creo que poseamos el fondo del océano como para poder hacer lo que queramos con él"
    Jon Copley, Universidad de Soiuthampton

    El número de permisos emitidos para la extracción de minerales está en 17, con otras siete autorizaciones a punto de concederse y muchas otras que se darán en el futuro. Dichos permisos cubren grandes áreas de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico.

    Uno de los últimos en concederse fue a la empresa UK Seabed Resources, subsidiaria del brazo británico de Lockheed Martin, el gigante estadounidense de la industria de defensa.

    Bajo la Convención de Naciones Unidas sobre la Ley del Mar, se estableció la ISA como órgano de fomento y gestión de la minería del fondo marino para un mayor beneficio de la humanidad, con una fracción de los ingresos destinada a los países en desarrollo.

    Ahora, la ISA amplía su función desde una mera gestión de ofertas para la exploración minera hacia el análisis de cómo otorgar las licencias para las primeras operaciones reales de minería y cómo compartir las ganancias.

    El consejero legal de la ISA, Michael Lodge, le dijo a la BBC: "Estamos en el marco de una nueva era de minería profunda del fondo marino".

    El atractivo es obvio. Una evaluación realizada en el Pacífico este -una zona de cinco millones de kilómetros cuadrados conocida como Clarion-Clipperton- concluyó que puede haber más de 27.000 millones de toneladas de nódulos depositados en la arena.

    Estas rocas pueden contener la asombrosa cantidad de 7.000 millones de toneladas de manganeso, 340 millones de toneladas de níquel, 290 millones de toneladas de cobre y 78 millones de toneladas de cobalto, aunque no se sabe cuánto de todo esto es accesible.

    Fondo marino

    La explotación minera del fondo marino despierta recelos.

    Lea el artículo completo en:

    BBC Ciencia

    9 de abril de 2013

    El cromo: ¿Suplemento o Fraudulento?

    "Suplemento" o "Fraudulento"

    Anoche estaba cenando

    "Engordar no me preocupa"
    y tenía la tele puesta, 
    y apareció un anuncio
    que me dejó sin respuesta.

    En la emisión una chica
    que en un restaurante estaba,
    cuando pedía su comida
    la lista no terminaba.

    “Engordar no me preocupa
    lo que quiera, yo lo como,
    si mi aperitivo incluye
    estas pastillas que tomo”

    Y yo casi me atraganto
    al escuchar las palabras
    con que cerraba el anuncio, 
    parecía un “abracadabra”:

    Ayuda al normal metabolismo de los macronutrientes

    ¡Esto no puede ser cierto!
    Si comes con gran desborde,
    con un buen metabolismo
    lo normal: ¡Es que te engordes!.

    Para buscar evidencias
    en Internet yo me asomo, 
    y veo que la gragea tiene:
    picolinato de cromo”.
    Estructura del Picolinato de Cromo

    Común como suplemento
    de tipo nutricional,
    el cromo es el segundo
    complemento mineral.

    Para tomarlo en la ingesta 
    el cromo va en fino trato,
    con acido picolínico:
    por eso es “picolinato”.
    El cromo, elemento químico de numero atómico 24 

    En el siglo dieciocho 
    el cromo fue descubierto,
    y al rubí le da ese rojo 
    que te deja boquiabierto.

    El cromo es un elemento 
    de numero venticuatro,
    lo descubre Vauquelin
    un químico que idolatro.

    Louis Nicolas Vauquelin químico francés
    (Wikipedia-CC)
    El cromo es muy usado
    en pinturas y aleaciones,
    y según con quien se junte
    cambia sus coloraciones.

    Ha sido considerado 
    esencial para la vida.
    pero esa definición 
    esta muy controvertida.

    A pesar de ser usado 
    y de ser tan popular,
    mucho que se presupone
    queda aún por demostrar.

    Para controlar el peso,
    o captar musculatura,
    la utilidad “real” del cromo 
    se convierte en conjeturas.

    En estudios de diabetes 
    que dan cromo a los pacientes 
    no muestran gran beneficio:
    resultan inconcluyentes

    Los expertos recomiendan
    que esperes más evidencias,
    si pensabas tomar cromo
    para evitar “corpulencias”

    Lo mejor esta en seguir
    una dieta equilibrada,
    así consigues el cromo 
    y no te faltará nada.

    Felix A. Ruiz


    Fuente: Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación

    Tomado de:

    Verso Ciencia

    20 de marzo de 2013

    Mayoría de vetas de oro del mundo se crearon ‘instantáneamente’ gracias a terremotos


    (CC) LaoWai Kevin

    Según un estudio publicado recientemente en Nature Geoscience y titulado “Evidencias de vaporización instantánea en depósitos de oro mientras ocurre un terremoto” (Flash vaporization during earthquakes evidenced by gold deposits), más del 80% de los depósitos de oro fueron generados en un rápido proceso de despresurización mediante movimientos telúricos que convirtieron rápidamente fluidos ricos en minerales en vetas de oro.
    El proceso se llama vaporización flash, y consiste en que entre los 5 y 30 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre hay cavidades llenas de fluidos ricos en oro y minerales de silicatos bajo condiciones extremas de temperatura y presión.

    Cuando uno de estos depósitos de fluidos se encuentra cercano a una falla geológica, un terremoto puede crear una rápida y gigantesca disminución de la presión, lo que fuerza al fluido a expandirse hasta 130.000 veces su tamaño original de forma casi instantánea, en un proceso de vaporización que forma rápidamente vetas de cuarzo enriquecidas con oro.

    Los científicos del estudio calcularon que grandes terremotos pueden depositar hasta 0,1 miligramos de oro por metro cuadrado en la superficie de una falla geológica en una fracción de segundo. Eventualmente, en el transcurso de miles de años, estos depósitos comienzan a acumularse. Según los investigadores, una falla geológica activa puede producir 100 toneladas de oro en menos de 100.000 años.

    Links:

    -Flash vaporization during earthquakes evidenced by gold deposits (Nature Geoscience)
    -Most gold deposits were produced by earthquakes (io9)

    Fuente:

    FayerWayer

    14 de noviembre de 2012

    ¿En qué rocas y fósiles se convertirá la humanidad?

      Perfíl de Nueva York

      Una de las huellas del paso de la humanidad podría ser las ciudades "fosilizadas".

      Desde nuestras ciudades y nuestras granjas hasta nuestra basura, los humanos hemos estampado firmemente nuestra marca sobre el planeta.

      Muchos científicos comparten la idea de que el impacto de la humanidad sobre el planeta es tan grande y variado que ha creado un nuevo período geológico en la historia terrestre: el Antropoceno, la época humana.

      El geólogo de la Universidad de Leicester, Jan Zalasiewicz, forma parte de un grupo de estudio que busca determinar si es apropiado formalizar el Antropoceno como una época en los estudios de ciencias de la tierra.

      Para que se convierta en un período como la era Mezozoica, el Jurásico o el Pleistoceno, los geólogos necesitan convencerse de que estamos dejando un secuencia suficientemente distintiva de rocas y fósiles en los sedimentos que quedan en el mar, lagos y plantas.

      Millones de años en el futuro, esos sedimentos se habrán compactado en rocas.

      ¿Qué encontrarán los científicos en ese futuro lejano? ¿Qué evidencia les llevará a concluir que el Antropoceno fue una era diferente a la época precedente conocida como el Holoceno (los últimos 12.000 años de relativa estabilidad climática?

      Humanidad, fuerza geológica

      Por un lado están las rocas y los fósiles que se formarán a medida que se desarrolla el Antropoceno en los próximos millones de años.

      Pero también se habla de lo que los científicos llaman la capa fronteriza del Antropoceno: una pequeña franja de los últimos dos siglos (y seguramente los próximo cien años).

      Allí estará la evidencia del cambio climático: los eventos de transición que lanzaron al planeta hacia esta "historia geológica" diferente.

      Paul Olsen del Observatorio Lamont-Doherty de Nueva York, estudia la frontera entre los períodos Jurásico y Triásico que se formó 200 millones de años atrás, cuando los grandes dinosaurios se convirtieron en las criaturas dominantes del planeta.

      Olsen muestra las capas entre ambas eras: una delgada porción de arcilla blanca encima de la cual hay una aún más delgada banda de carbón. Debajo de la arcilla blanca, las rocas más viejas abundan en fósiles vegetales.

      Pero encima de la arcilla blanca solo hay unas pocas esporas fosilizadas de helechos, algo que se consideran "datos del desastre", porque se trata de las primeras plantas que aparecen para recolonizar paisajes devastados.

      Allí Olsen señala la evidencia de la extinción masiva que sucedió entre 10 y 100 millones de años.



      El fin de los dinosaurios quedó geológicamente registrado.

      La hipótesis es que un gigantesco evento volcánico añadió tanto monóxido de carbón y dióxido sulfúrico a la atmósfera que el cambio climático devastó los ecosistemas marinos y terrestres, y al menos el 75% de las especies se extinguieron.

      "Basados en los tipos de cambios que los humanos han producido, es claro que tendremos un marcador geológico, que los humanos son una fuerza geológica y que estamos en un nuevo período geológico de un tipo nunca visto en la Tierra", asegura Olsen.

      Ciudades fósiles

      Un marcador que dejaremos en algunas partes del planeta serán los restos fosilizados de las ciudades, en el entendido de que algún día sean abandonadas. Serán el equivalente Antropoceno de la lava del Jurásico: remanentes físicos de la transición planetaria.

      Según Jan Zalasiewicz sólo ciertas ciudades dejarán marcas distintivas. Ciudades interiores como Moscú o Nueva Delhi se convertirán en anónimas arenas, mientras que las costeras, como Nueva York, Dhaka o Ámsterdam quizá queden en un estado parcialmente reconocible.

      "Las cloacas y el sistema eléctrico, los subterráneos, se conservarán muy bien. En la superficie los edificios colapsarán en masas de escombros. Pero formarán estratos muy diferentes a cualquier cosa que haya habido antes", pronostica Zalasiewicz.

      Será así porque las formas y los materiales de esos "estratos urbanos" no se parecerán a nada que haya formado la naturaleza.

      "El concreto es como una caliza arenosa así que tiene un buen potencial de conservación. Los ladrillos pasarán de rojo a gris, mantendrán la forma aunque posiblemente se aplanen un poco", considera Zalasiewicz.

      "El vidrio se volverá un material lechoso y se cristalizará muy finamente. El acero se oxidará y desaparecerá pero dejando huecos donde alguna vez estuvo. Así que podemos aplicar las principios de la geología a los nuevos estratos que estamos haciendo para predecir cómo lucirán en decenas de miles de años."

      Extinción en masa

      "Estamos causando que muchas especies se hayan extinguido o que vayan rumbo a la extinción. Yo comparo lo que está pasando hoy con el asteroide que eliminó a los dinosaurios, sólo que nosotros somos el asteroide"
      Anthony Barnonsky, Universidad California-Berkeley
      Los animales y plantas fosilizados del Antropoceno también tendrán valor, asegura el paleontólogo de la Universidad de California-Berkeley, Anthony Barnosky.

      Las fronteras entre períodos geológicos están marcadas por la extinción de múltiples especies y, en cinco casos en la historia de la Tierra, por extinciones masivas, la última de las cuales sucedió 65 millones de años atrás y significó el fin de los dinosaurios.

      "Estamos causando que muchas especies se hayan extinguido o que vayan rumbo a la extinción. Yo comparo lo que está pasando hoy con el asteroide que eliminó a los dinosaurios, sólo que nosotros somos el asteroide", afirma Barnosky.

      Los últimos cálculos de Barnonsky, publicados en la prestigiosa revista Nature, son buenas noticias para los que proponen oficializar el Antropoceno, pero malas para el resto de nosotros. 

      Al comparar el ritmo de extinción de animales durante los últimos cinco siglos con los testimonios fosilizados de las cinco previas "extinciones masivas, el equipo de Barnonsky concluye que la extinción va a una velocidad 12 veces mayor que durante tiempos de estabilidad evolutiva.

      "Si continuamos así y vemos el mismo ritmo de pérdida de biodiversidad que hemos visto en los pasado 500 años, veremos la magnitud de desapariciones que fue característica de los dinosaurios en un par de siglos, quizá antes".

      Fuente:

      BBC Ciencia 


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      3 de noviembre de 2012

      La sal a través de la historia

      He leído varias historias en diferentes libros sobre la sal y en este artículo las voy a poner de manera que constituyan una visión general con alguna que otra curiosidad. Los párrafos que leeréis son copiados de los libros citados al final de este artículo. Vamos allá.

      De todos los minerales, el más vital en términos alimenticios es el sodio, que consumimos básicamente en forma de cloruro sódico: la sal de mesa. Aquí el problema no está en consumir demasiado poco, sino consumirla en exceso. No necesitamos mucha sal —unos 200 miligramos al día, más o menos lo que se obtiene sacudiendo con fuerza el salero entre seis y ocho veces—, pero ingerimos de media unas sesenta veces esa cantidad.
      En una dieta normal resulta casi imposible no hacerlo debido a la cantidad de sal que incorporan los alimentos preparados que comemos con voraz devoción. Muchas veces, alimentos que aparentemente no tienen sal -cereales para el desayuno, sopas preparadas y helados, por ejemplo-, la llevan a montones. ¿Quién se imaginaría que treinta gramos de copos de maíz contienen más sal que treinta gramos de cacahuetes salados? ¿O que el contenido de una lata de sopa —de prácticamente cualquier lata— excede de forma considerable la cantidad diaria recomendada de sal para un adulto?
      Los restos arqueológicos muestran que cuando la gente empezó a asentarse en comunidades agrícolas, empezó a sufrir deficiencias de sal -algo que nunca antes había experimentado- y tuvo que esforzarse por encontrar sal e incorporarla a la dieta. Uno de los misterios de la historia es cómo sabían que la necesitaban, ya que la ausencia de sal en la dieta no despierta ningún tipo de antojo. Te hace sentir mal y acaba matándote -sin el cloruro de la sal, las células se apagan, como un motor sin combustible-, pero en ningún momento un ser humano se pararía a pensar: “Caramba, seguro que con un poco de sal saldría adelante”.
      En consecuencia, nos enfrentamos a la interesante pregunta de cómo sabían lo que andaban buscando, sobre todo cuando en ciertos lugares conseguir la sal requería cierto ingenio. Los antiguos británicos, por ejemplo, calentaban palos en la playa y luego los sumergían en el mar y rascaban la sal que quedaba adherida en ellos. Los aztecas, por su lado, conseguían la sal a partir de la evaporación de su propia orina. No son acciones intuitivas, por decirlo de un modo suave. Pero incorporar sal a la fiesta es uno de los impulsos más intensos de la naturaleza y es, además, universal. Cualquier sociedad del mundo en la que la sal esté fácilmente disponible consume, como media, cuarenta veces la cantidad necesaria para vive. No nos cansamos de ella.
      La sal es ahora tan omnipresente y barata que olvidamos hasta qué punto llegó a ser deseable y cómo, durante mucho tiempo, empujó al hombre hasta los confines del mundo. La sal era necesaria para conservar las carnes y otros alimentos, y por eso se requería en grandes cantidades: en 1513, Enrique VIII hizo sacrificar y conservar en sal 25.000 bueyes para una campaña militar. La sal era, por lo tanto, un recurso tremendamente estratégico. En la Edad Media, caravanas de hasta 40.000 camellos —la cantidad suficiente como para formar una fila de 115 kilómetros— transportaban sal desde Tombuctú, a través del Sahara, hacia los animados mercados del Mediterráneo.
      Se han librado guerras por la posesión de sal y se ha traficado con esclavos por ella. La sal, por tanto, ha provocado mucho sufrimiento. Pero eso no es nada en comparación con las penurias, el derramamiento de sangre y la avaricia asesina que se asocian con diversos manjares insignificantes que no necesitamos para nada y sin los que podríamos vivir perfectamente. Me refiero a los complementos de la sal en el mundo de los condimentos: las especias. Nadie moriría sin ellas, pero muchos han muerto por ellas.
      Pero volvamos a la sal. En 1930, Gandhi dirigió al pueblo indio en la famosa Marcha de la Sal, para protestar por el opresivo impuesto británico a la sal. La sal era uno de los pocos bienes que un país de una pobreza endémica como la India podía producir por sí mismo. La gente recogía el agua del mar, la dejaba evaporar y vendía la sal seca en las calles en sacos de arpillera. El impuesto con el que los británicos gravaban la producción de sal, del 8,2%, resultaba tan avaricioso y ridículo como gravar a los beduinos por recoger arena o a los esquimales por recoger hielo. Para protestar por ello, el 12 de marzo Ghandi y 78 seguidores suyos iniciaron una marcha de 380 kilómetros. En cada pueblo que encontraban a su paso, se les unían más y más personas, y cuando aquella marea creciente de personas llegó    a la ciudad costera de Dandi el 6 de abril, formaba una fila de más de 3 kilómetros. Ghandi reunió a la multitud a su alrededor para una arenga, y en el clímax tomó del suelo un puñado de lodo y gritó: “¡Con esta sal haré que se tambaleen los cimientos del Imperio [británico!]“.
      Para el subcontinente indio, aquello fue el equivalente del motín del té de Boston. Ghandi animó a todos a hacer sal ilegal, sin pagar el impuesto, y para cuando la India consiguió la independencia, 17 años más tarde, la llamada sal común era realmente común en la India.
      Sin embargo aquella sal tenía un problema: contenía poco yodo; y ese elemento es esencial para la salud. De hecho, la sal que tomamos nosotros es sal yodada, así que seguían los problemas por deficiencia de yodo: el cretinismo y el bocio. Por tanto, la sal que tenían podía ser mejorada con yodo, lo que implicaba que la propia India tendría que renunciar a su sal en favor de otra importada, lo cual, obviamente, comportaría problemas. Pero bueno, el tema es extenso y podemos dejarlo para otra historia, ¿os parece?

      Fuentes:
      Bill Bryson
      , En casa.
      Sam Kean
      , La cuchara menguante.

      Tomado:

      22 de octubre de 2012

      Pirita (el oro de los necios) y otros elementos que engañaron a los buscadores de oro

      A pesar de que la X nunca marca el tesoro en un mapa pirata, muchos de nosotros ha soñado alguna vez con lanzarse a la aventura para hacer fortuna. Quizá en busca de algún yacimiento de oro.

      Sin embargo, hubo un elemento, la pirita, que parece que fue inventado por la naturaleza para hacer enloquecer a los buscadores de oro. No en vano, la pirita, disulfuro de hierro, es conocida como el oro de los necios.

      El problema de la pirita para los buscadores de tesoros es que relumbra como un brillo incluso más dorado que el oro verdadero, como el oro de los dibujos animados o de los tebeos. Ese brillo fenicio es el que ha atrapado a muchos aventureros y buscadores, como el canto de las sirenas atrajo a la perdición a los marineros.


      Pero de todas las hipnosis colectivas de oro que no era oro que ha sufrido la humanidad, probablemente la más extravagante fue la que tuvo lugar en 1896, en las agrestes tierras de la frontera del interior de Australia, uno de tantos lugares que aún se catalogan como desconocidos por la humanidad, junto a otros que podéis leer en ¿Ya no quedan lugares que descubrir en el mundo?. En aquel lugar no se encontró pirita, precisamente, sino lo que podríamos llamar “oro de los necios de los necios”.

      La historia comienza con tres irlandeses que, en 1893, estaban cruzando el interior de Australia. Uno de los caballos, entonces, perdió una herradura a veinte minutos del campamento. A los pocos días, sin tener que cavar ni un centímetro en el suelo, había recogido casi cuatro kilogramos de pepitas de oro sin hacer otra cosas que caminar. En poco tiempo, cientos de buscadores se abalanzaron presos de la avaricia en lo que se vino a llamar el Hannan´s Find (el hallazgo de Hannan, que procedía del nombre de uno de los irlandeses, Patrick Hannan).

      El problema es que había mucho oro. Sí, eso era un problema porque venían muchos mineros a buscarlo, pero en mitad del desierto es difícil traer suficientes suministros para sobrevivir. De hecho, algunos hicieron más negocio poniendo bares, prostíbulos y demás que excavando para encontrar oro. Para construir esta ciudad improvisada que abastecía a los buscadores de oro, los constructores se valían de los escombros de las propias excavaciones: con ellas fabricaban ladrillos, cemento y mortero.

      A los buscadores de oro no les interesaban los escombros, naturalmente, porque el oro es un metal solitario, no suele encontrarse mezclado en el interior de minerales o menas. Sin embargo, hay raras aleaciones en la que eso no ocurre. El único elemento que forma enlaces con el oro es el telurio. El telurio era peor que la pirita, porque se combina con algunos minerales para formar minerales como la krennerita o la calaverita. En particular, la calaverita tiene un brillo amarillento. Un brillo que podría acabar por llamar la atención de un buscador de oro desesperado.

      De repente, en mitad de las tensiones por la escasez de suministros, empezaron a circular rumores sobre esa roca amarillenta de telurio que andaban extrayendo solo para tirarla. Primero, que podía contener trazas de oro; y segundo, que se descompone a altas temperaturas, por lo que separar el oro sería muy fácil. Lo explica así Sam Kean en su libro La cuchara menguante:
      La calaverita se había descubierto en Colorado en la década de 1860. Los historiadores sospechan que en un campamento alguien debió observar que las piedras con las que habían construido el círculo para la hoguera comenzaban a exudar oro. Historias como ésta no tardaron en llegar Hannan´s Find. El caos comenzó el 29 de mayo de 1896. Parte de la calaverita utilizada para construir Hannan´s Find contenía catorce kilos de oro por tonelada de roca, así que los mineros no tardaron en intentar hacerse con todas las rocas que pudieran encontrar. Comenzaron por atacar las pilas de escombros, buscando entre ellos las rocas desechadas. Cuando los escombros quedaron limpios, fueron a por la propia ciudad. Los baches que habían sido reparados volvieron a ser baches; las aceras fueron arrancadas a golpe de cincel; y cabe imaginar que el minero que construyó la chimenea y el hogar de su nueva casa con ladrillos con telurio de oro no debió ponerse demasiado sentimental en el momento de tirarla abajo.
      Fuente:

      Xakata Ciencia

      16 de octubre de 2012

      Descubren agua en cristales de la superficie lunar

      Roca Génesis, traída por la misión 'Apolo 15'. | EM
      Roca Génesis, traída por la misión 'Apolo 15'. | EM
      La superficie de la Luna contiene cristales con restos de agua en su interior, que el viento solar habría transportado hasta ella, informa la revista científica 'Nature Geoscience'.

      La geóloga Yang Liu y sus colegas de la Universidad de Tennessee (EEUU) analizaron muestras de la superficie lunar recolectadas en el ecuador del satélite y traídas a la Tierra por las misiones Apollo, la mayoría de ellas por el astronauta Neil Armstrong, y hallaron restos de agua en algunos de sus componentes.

      "Cuando la gente piensa en el agua, siempre lo imagina en estado líquido, en ríos, lagos u océanos. Pero algo que no se suele reconocer es que existe una gran cantidad de agua almacenada en minerales", explicó Liu a Efe.

      De hecho, añade, los minerales del manto terrestre contienen al menos la misma cantidad de agua que un océano, y algo similar podría suceder en la Luna.

      Análisis posteriores de las muestras revelaron similitudes entre estos restos de agua y los iones de hidrógeno presentes en el viento solar, lo que sugiere que fue este viento el responsable de transportar iones de hidrógeno hasta la Luna. Una vez allí, estas moléculas quedaron almacenadas en forma de agua en el interior de las vetas analizadas.

      El viento solar contiene una gran cantidad de estos iones, que no llegan a tocar la Tierra porque la atmósfera y el campo magnético terrestre se lo impiden, pero en el caso de la Luna no hay nada que proteja su superficie, por lo que el viento solar impacta continuamente contra ella.

      Cambio en la visión 'sin agua' de la Luna

      "En los últimos años hemos sido testigos de un cambio de paradigma en nuestra visión 'sin agua' de la Luna", afirmó Liu.

      Según la investigadora, cada cristal analizado contendría entre 200 y 300 partes por millón de agua e hidroxilo -una molécula que se obtiene al restar un átomo de hidrógeno al agua-.
      El hallazgo ha permitido a los científicos conocer una nueva fuente a partir de la cual los planetas del interior del Sistema Solar (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte) y sus satélites podrían obtener agua.

      Liu y sus colegas defienden que un mecanismo similar a este podría darse en otros cuerpos sobre cuyas superficies el viento solar incide, como Mercurio o el asteroide Vesta.

      "El bombardeo del viento solar es un proceso constante. En la actualidad necesitamos reconsiderar nuestro concepto de presencia de agua en nuevos lugares del Sistema Solar", argumentó Liu.

      Fuente:

      El Mundo Ciencia

      10 de octubre de 2012

      América Latina tira oro a la basura

      Oro

      Pepita de oro extraída después del procesamiento de residuos electrónicos.

      ¿Cómo se quedaría si le dijéramos que en 2011 países como Argentina tiraron literalmente a la basura 228kg de oro, 1.750kg de plata y 81.000kg de cobre?

      Esta es la cantidad de metales valiosos que según el último informe de la organización ecologista Greenpeace, los argentinos desaprovecharon sólo por no reciclar los 10 millones de celulares descartados ese año y que actualmente se descomponen en vertederos generando tóxicos que contaminan la tierra, el aire y el agua del país. 

      El reporte es un llamado de atención de la organización que intenta promover lo que se conoce como minería urbana, una actividad muy poco extendida en América Latina, pero que en Europa y países como Japón o Corea del Sur se están convirtiendo en importantes generadores de empleo y de riqueza, comparable en algunos casos al de la minería tradicional.

      El dorado inexplorado

      Minería urbana significa reciclar los materiales de valor presentes en los residuos electrónicos, que van del oro, la plata y el cobre, al platino, el aluminio, el acero, las tan apreciadas "tierras raras", plásticos y demás materiales que se pueden reutilizar en nuevos aparatos.

      El oro por ejemplo, se utiliza en diversos componentes de los computadores y celulares, debido a sus buenas propiedades conductoras y a que es un material muy estable.

      Un estudio reciente sobre este tipo de residuos llevado a cabo por la Universidad Naciones Unidas de Japón, estimó que en el mundo se emplean cada año US$16.000 millones de oro y US$5.000 millones de plata en la fabricación de artículos de alta tecnología. Sin embargo, poco más del 15% de estos metales se recupera.

      La proliferación de dispositivos electrónicos, su constante renovación y la obsolescencia programada, entre otros factores, genera miles de toneladas de residuos que ha llevado a que los depósitos de este metal presentes en residuos crezca exponencialmente cada año, y aunque su reciclaje es todavía limitado algunos creen que presenta grandes oportunidades de negocio a futuro.

      Un informe de firma de análisis Frost & Sullivan bajo el título ‘Oportunidades globales en el mercado de los servicios de reciclado de basura eléctrica y equipamiento electrónico’ destacó que la minería urbana generó en 2011 unos US$1.420 millones y se estima que alcance los US$1.860 millones en 2017, sobre todo cuando países en desarrollo se incorporen al negocio.

      No obstante, en América Latina, el reciclaje de residuos electrónicos es todavía una actividad emergente.

      Muy reciente

      Basura electrónica

      La Unión Europea cuenta desde 2003 con una normativa para el procesamiento de basura electrónica.

      Datos de la Plataforma Regional de Residuos electrónicos en Latinoamérica y el Caribe indican que en países como Chile, Argentina, Perú, Colombia y Brasil las cantidades de residuos electrónicos procesadas todavía son limitadas y que todavía se carece de la infraestructura logística necesaria para aumentar el volumen de reciclaje.

      Por ejemplo, en países como Chile, el reciclaje formal de residuos tecnológicos se estima que es del 1,5-3%. Argentina por su parte con un porcentaje del 10% de sus computadoras y celulares estaría entre los países más avanzados en este sentido en la región.

      "Argentina es uno de los países que hace mayor hincapié en el reciclado de basura electrónica", explicó a BBC Mundo Verónica Calona, responsable de calidad y ambiente de la operadora de residuos electrónicos Silke.

      "Nosotros somos 100% operadores de residuos de aparatos electrónicos. El resto son empresas que trabajan con otro tipo de actividad y fueron incluyendo esto poco a poco. Hay metales que comercializamos en el mercado interno, y el material de las plaquetas lo exportamos porque no existen en Argentina empresas de tecnología que reciclen este tipo de materiales", apuntó.

      "La minería urbana es muy reciente, hay que esperar y ver que la actividad evolucione un poco. Hoy por hoy el mercado si bien está bastante en discusión no tiene una evolución mayor".

      Una bomba tóxica

      Basura electrónica

      Gran parte de la basura electrónica que generamos no se procesa y termina en vertederos.

      Más allá de lo que se estaría perdiendo económicamente por la falta de un procesamiento adecuado de estos residuos, plataformas ecologistas alertan del creciente riesgo que su descarte inadecuado supone para los países de la región.

      En Estados Unidos por ejemplo, la Agencia Ambiental (EPA) estimó que la basura electrónica genera el 70% de la contaminación por metales pesados como mercurio, cadmio, plomo, bromo y selenio), al quedar esta almacenada en basurales o rellenos sanitarios que terminan contaminando los cauces de agua y el aire.
      "En Argentina se descartan 10 millones de celulares al año, un millón de computadoras y la mitad termina en basurales", afirma Lorena Pujó de Greenpeace en Argentina.

      "Estamos intentando poner en evidencia pública el sinsentido de todo el sistema. Por un lado estamos presionando sobre recursos naturales finitos con la minería y tiramos a la basura un montón de recursos sin reciclaje".

      Con el fin de revertir esta situación, varios países de la región como Costa Rica Perú y Colombia cuentan ya con leyes que regulan la gestión de los residuos electrónicos. Curiosamente, no es así en Argentina, que lleva cuatro años tratando de aprobar en el congreso una legislación que permita, entre otras cosas, establecer la responsabilidad legal y financiera de los productores de aparatos electrónicos.

      Una necesidad

      Puede que la minería urbana avance a paso lento, pero muchos auguran que en un futuro no muy lejano su práctica más que una opción será una necesidad, sobre todo teniendo en cuenta que los productos de alta tecnología dependen en gran medida de las llamadas tierras raras.

      Actualmente, el 97% de las reservas mundiales de tierras raras se encuentran en China y las cada vez mayores restricciones impuestas a su exportación por parte del gigante asiático son un tema que preocupa a Estados Unidos, la Unión Europea y países como Japón.

      En este contexto, y teniendo en cuenta el cada vez mayor papel de la tecnología en nuestras vidas, la minería urbana bien podría convertirse en el dorado del s.XXI.

      Fuente:

      BBC Ciencia

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