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24 de febrero de 2014

Necesitamos un nuevo currículo de matemáticas (I)

El problema de fondo de nuestro currículo de matemáticas es que transmite esa imagen de las matemáticas como un batiburrillo de hechos – y fórmulas – que hay que memorizar, y procedimientos que hay que mecanizar, sin entender su sentido. Y el problema empieza ya en el primer curso de la educación primaria, con la introducción de la notación posicional y el comienzo del estudio de los algoritmos de la aritmética elemental.



¿Cómo se deberían “hacer las cuentas” en los colegios del siglo XXI? Este es un debate que sigue sin estar resuelto a nivel internacional, pero que en España parece inexistente. Nuestros escolares siguen dedicando una gran cantidad de horas a mecanizar operaciones que no son sencillas, y que no volverán a hacer en el resto de su vida. Las consecuencias son claras: pérdida de tiempo y desmotivación casi generalizada. Quede claro: por supuesto que un alumno de 6º de Primaria debe saber calcular el resultado de 12×17, o de 240:13 – es más, debería hacer cálculos de este tipo con tanta facilidad que no le mereciera la pena alargar el brazo para alcanzar su teléfono móvil-, pero muchos creemos que, en lugar de usar los algoritmos tradicionales, que fueron diseñados para la aritmética con números de otra magnitud, sería mucho más instructivo usar otro tipo de estrategias, más relacionadas con lo que se suele conocer como “cálculo mental” (creo que “cálculo reflexivo” sería un mejor nombre). Este tipo de estrategias tienen la gran ventaja de que son la mejor herramienta para desarrollar el sentido numérico, que es (o debería ser) uno de los objetivos fundamentales de las matemáticas de primaria.

Resulta llamativo que este tema ya apareció en este informe de la National Science Foundation en el año ¡1982! En él se pueden leer expresiones como “more emphasis on estimation, mental maths” “less emphasis on paper/pencil execution”. Lo poco que se ha avanzado es una excelente muestra de la enorme inercia de los sistemas educativos. En la conferencia Stop teaching calculating, start learning maths, Conrad Wolfram expone su punto de vista: quizá un poco radical, pero del todo pertinente si se quiere reflexionar sobre el tema.

¿Qué se está haciendo en otros lugares? El caso más extremo que conozco es el de Holanda, donde ya hace años que decidieron posponer el comienzo del estudio de los algoritmos tradicionales hasta el 4º curso de primaria. ¿Que a qué se dedican entonces en los tres primeros cursos? Cada año me hacen esa pregunta mis alumnos de magisterio, y entonces es el momento de intentar hacerles ver que las matemáticas de primaria son mucho más que aprender a sumar y restar. La respuesta es, en resumen, que hacen matemáticas con los números del tamaño adecuado para que puedan manejarlos con sus propias técnicas.

Por supuesto, también en nuestro país se están llevando a cabo experiencias muy interesantes. En este canal se puede ver qué consiguen los niños cuando, en lugar de ser “entrenados en las rutinas” son animados a pensar por sí mismos. Pero las prácticas más extendidas entre nosotros son, por desgracia, las más rutinarias: según este trabajo, en el 80% de los colegios de la Comunidad de Madrid se usan textos de una de las tres editoriales mayoritarias. No estoy proponiendo, quede claro, prescindir de los libros de texto; lo que necesitamos urgentemente es mejores libros de texto.

Merece la pena detenerse en el caso de países asiáticos como China (Shangai), Japón, Corea del Sur o Singapur. La diferencia entre sus resultados en los test de referencia y los de incluso los mejores países occidentales no ha hecho más que aumentar en los últimos años. De nuevo, no es sencillo identificar las causas: la valoración social del trabajo en general y del aprendizaje en particular jugarán a buen seguro un papel, y existen grandes diferencias también en la imagen social de la profesión docente (un ejemplo significativo es el de Singapur: aquí se puede ver cómo su ministro de educación defiende en el parlamento una política que por aquí resulta totalmente extraña, poniendo la inversión en selección y la formación del profesorado por delante de la reducción del tamaño de los grupos). Pero también se pueden observar diferencias relevantes en la forma en que estudian las matemáticas básicas.

El caso de Singapur tiene la ventaja de que allí estudian las matemáticas, ya desde primaria, en inglés, lo que hace posible hacerse una idea mucho más precisa de la metodología utilizada. Sus libros de texto son un muy buen ejemplo de cómo se pueden introducir los conceptos básicos de forma que sea posible un auténtico aprendizaje. En este enlace se puede ver, como ejemplo, las páginas que tratan sobre el área del triángulo, en el texto de 5º de Primaria. Los lectores que tengan a mano uno de nuestros libros de 5º o 6º de Primaria pueden comparar. En una futura entrada espero poder tratar estos temas más en detalle, entrando también en la secundaria. De momento, para los lectores interesados, dejo algún enlace a material que ya tengo escrito sobre el tema. Éste sobre ejemplos de cómo introducen los textos de Singapur la aritmética elemental, y éste sobre el tratamiento de la geometría – la “clásica”, esa que desde los griegos está considerada como la mejor entrada al razonamiento lógico, y que está casi completamente desaparecida de nuestro currículo.

El artìculo completo en:

Nada es Gratis

Teresa Guerrero: Aprender a estudiar, asignatura pendiente

  • Cualquier alumno, dicen los expertos, puede sacar buenas notas si está motivado, tiene autoestima y le enseñan cómo lograrlo



EDUCACIÓN Estrategias para luchar contra el fracaso escolar

«Yo suelo suspender», «se me dan mal los estudios», «no soy de sobresaliente»... «mi hijo no vale para estudiar», «no se pone», «no tiene voluntad», «le falta base»... Este tipo de expresiones son repetidas a menudo por alumnos y padres de estudiantes que sufren fracaso escolar. Un grave problema que en España afecta a más del 25% de los alumnos y que no sólo tiene consecuencias para su formación y su futuro profesional, sino que empeora las relaciones familiares hasta el punto de convertirse en uno de los principales detonantes de las discusiones en el hogar.


Pero en opinión de muchos educadores, ni la pereza, la falta de voluntad o la escasa capacidad para estudiar son la causa del fracaso escolar. Si un alumno saca malas notas, aseguran, es porque no sabe cómo estudiar y por falta de autoestima y motivación. «No dudo de que ningún niño, adolescente o adulto que quiera cambiar sus notas y mejorarlas hasta el sobresaliente puede hacerlo en poco tiempo, si él se convence y espera lograrlo. Sólo depende de dar los pasos adecuados», afirma rotundo el profesor Fernando Alberca. Aún están a tiempo de salvar el curso y, más importante aún, aprender de una vez estrategias que sirvan para comprender y aprovechar lo que se estudia durante toda la vida.

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Consejos para enseñar a estudiar, por Fernando Alberca

«Estamos en un magnífico momento. Febrero y marzo son muy buenos meses para aquellos que tienen sensación de mucho fracaso acumulado, pues el hecho de que el periodo sea corto y la meta esté cercana estimula», asegura Alberca, que imparte clase tanto a estudiantes de Magisterio de la Universidad de Córdoba como a niños de Primaria del colegio Ahlzahir de la misma ciudad.

Este maestro entusiasta, que comenzó escribiendo libros sobre la felicidad, ha volcado sus 20 años de experiencia como profesor y director de colegios en Tu hijo a Harvard y tú en la Hamaca. Las claves para que sea un buen estudiante sin que tú sufras (editorial Espasa). En él ofrece un plan de acción y una serie de herramientas y ejercicios para cambiar de hábitos y actitud.

Motivación y autoestima + método

Imprescindibles han sido también sus vivencias como padre de ocho hijos, con edades comprendidas entre los seis y los 19 años. «Mis libros parten de mi experiencia y de ver tantísimo fracaso escolar. No puede ser que sea tan fácil pasar del suspenso al aprobado y que haya tantas familias pasándolo mal por este problema. Hay quien se siente peor padre porque no ha conseguido sacar lo mejor de su hijo. Los ingredientes necesarios para sacar buenas notas están en todos los seres humanos. Sólo hay que activarlos», sostiene.

«Estamos en una situación crítica y el sistema que tenemos hace infeliz a todos, a profesores, a padres y alumnos». Y es que, en su opinión «el fracaso escolar no sólo lo sufre el 25% de alumnos que no llega a superar 4º de la ESO, que es la titulación mínima que la OCDE considera indispensable para encontrar y mantener un trabajo. Afecta también a aquellos que siguen suspendiendo en Bachillerato o no pueden estudiar la carrera que desean porque no les llega la nota».

Las claves para revertir esta situación, sostiene, se sintetizan en la fórmula motivación y autoestima + método: «La voluntad no existe. Cuando alguien siente la necesidad de algo es cuando le sale la fuerza para ponerse a ello. Hay que saber encontrar la gasolina para que el Fórmula 1 que todos somos funcione».

Las notas

Asegura Alberca que «suspender dos asignaturas exige el mismo camino que siete, es cuestión de repetir la misma operación y la misma desmotivación. Cuando alguien saca su primer 8 se enciende la chispa». En su opinión, «el mayor enemigo de un mal estudiante es él mismo». Lo comprueba año tras año cuando, al inicio de curso, pregunta a sus alumnos de distintas edades qué nota creen que sacarán en su asignatura.

«Yo siempre digo que la nota que más me gusta es el 7 y 8, porque los alumnos que siempre sacan 9 y 10 tienen un peligro, que es el perfeccionismo. Por supuesto, no ocurre siempre pero, en ocasiones, estos alumnos no toleran la imperfección de los otros y tienden a la soledad y a la infelicidad. Y a veces creen que sus notas son lo mejor que tienen».

La actitud del profesor

Alberca considera que la escuela está diseñada para el hemisferio izquierdo del cerebro, relacionado con la memoria y el análisis y no para el hemisferio derecho, vinculado a la creatividad y la intuición:«Se triunfa cuando se encuentran las claves para hacer un examen». Tanto padres como profesores, afirma, pueden hacer muchísimo para motivar a los niños. «Es verdad que hay alumnos sobreprotegidos, maleducados e insoportables. Pero a veces es la actitud del profesor la que puede cambiar la actitud del alumno. Cuando se conecta emocionalmente con él, el cambio es radical». 

El artìculo completo en:

El Mundo Ciencia 

Videos de Fernando Albuerca

7 de enero de 2014

Nuevas maneras de multiplicar y de dividir

Cubos con números

Que los más jóvenes hablen de cuestiones que los adultos no comprenden, no es nuevo. Pero cuando lo más básico cambia, no queda más remedio que volver a la escuela. 

Dividir y multiplicar ya no es lo mismo. Los métodos que tradicionalmente se enseñaban en los colegios están siendo reemplazados.


Al parecer, los modernos hacen que las matemáticas sean más fáciles para los niños, pero dejan a los adultos completamente confundidos.

Rob Eastway, coautor del libro "Matemáticas para mamás y papás", le trata de explicar a los lectores de la BBC qué está pasando.

Yo solía pensar que tenía una buena comprensión de las matemáticas... hasta que mi hija empezó a ir a la escuela primaria. Fue entonces cuando descubrí una revolución tuvo lugar en la manera en que se enseña aritmética, y que había técnicas y terminología que no significaban nada para mí.

Déjeme darle una idea. En las escuelas primarias, los niños trabajan con líneas de números, rellenan diagramas de Carroll y calculan utilizando el método de "rejilla" y algo que lleva el peculiar nombre de "fragmentación".

Decidí investigar de qué estaba pasando.

Abaco y calculadora

Sin ábaco ni calculadora... el nuevo método promete que se puede llegar al resultado con la mente.

Lo primero que entendí fue que en la escuela yo fui uno de los afortunados. Era bueno con los números, así que el aprendizaje de las técnicas tradicionales de la multiplicación y la división no representaban ningún problema.

Pero para una enorme proporción de los niños, estas técnicas eran una tarea sin sentido. Si uno le pide a la mayoría de los adultos de hoy para llevar a cabo una multiplicación o una división larga, se quedan en blanco.

Quizás en algún momento sabían cómo hacerlo, pero ya no se acuerdan. Y de todos modos, para eso están las calculadoras, ¿no?

El tema de las calculadoras es importante. Muchas de las técnicas que nos enseñaron datan del siglo XIX, cuando se necesitaba un gran número de empleados para realizar los cálculos cotidianos a mano. Hoy en día, las calculadoras puede hacer estas tareas mucho más rápido.

Pero eso no quiere decir que no necesitamos saber manejar los números.

Para entender la vida

Dibujo de niño de profesor de matemáticas

La esperanza es que con el nuevo método, menos gente le tenga miedo a las matemáticas.

Estamos inundados por los números todo el tiempo, ya sea porque alguien nos está tratando de vender un plan de teléfono móvil o un político nos está tratando de convencer de que su programa económico es el mejor. Como sociedad tenemos que darle sentido a estos números, si queremos gestionar con éxito nuestras vidas.

No todos tenemos que ser capaces de multiplicar 27 x 43 sin lápiz y papel? Pero sí necesitamos saber que el 27 x 43 es de aproximadamente 30 x 40, y que esto es más o menos 1.200. Así, llegar a comprender bien los números es la base de los nuevos métodos modernos.

Una de las técnicas adoptadas es el método de la rejilla para la multiplicación, que está vinculado a un método visual que muchos niños encuentran más fácil de entender.

En la siguiente guía podrá recordar cómo se multiplicaba de la manera tradicional y luego verá una introducción al método de la rejilla.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia

Matemáticas: La magia de llegar a la tabla del 12

Cuaderno con multiplicaciones

Ir más allá de la tabla del 10 también tiene algo de juego.

No se trata de aprender a memorizar, sino de disfrutar de la profusión de patrones que se revelan cuando aprendemos a multiplicar, asegura el escritor y matemático Rob Eastaway.

Hubo una época, hace varias décadas, en la que muchos niños del mundo tenían una razón obvia para aprenderse la tabla del 12. Todos los países que usaban las medidas imperiales británicas calculaban en pies y pulgadas y pagaban en chelines y peniques.
Multiplicar por 12 era una experiencia cotidiana.

Pero eso es historia antigua, aunque los huevos aún se venden en docenas, y mucha gente -incluidos los estadounidenses- todavía midan en pulgadas.

Nada de eso justifica pasar horas repitiendo esas tablas extra.

Y sin embargo, sigue habiendo una razón para aprenderse "la del doce". Algo que tiene más que ver con el descubrimiento de patrones y con tener confianza al manejar números.

Apenas los niños se empiezan a sentir cómodos multiplicando números más grandes que 10, comienzan a entender las multiplicaciones largas.

Saberse las tablas del 11 y del 12 puede introducir patrones intrigantes de los que podrían perderse si paran en la del 10.

Lo divertido del 11

Mucho de la tabla de multiplicar por 11 es fácil de aprender: 2 x 11 es 22, 8 veces 11 es 88. Y cuando uno pasa de 12, hay patrones simpáticos para descubrir.

Calculadora

Con saber las tablas hasta el 10 o con una calculadora puede ser suficiente pero ¿nos perdemos de algo?

¿Quiere multiplicar 11 x 23? Simplemente tome los dos dígitos -2 y 3-, súmelos (da 5) y ponga ese número en la mitad: 253. ¡Tadaaaa!

¿Qué tal 36 x 11? De nuevo, separe el 3 del 6 y ponga su suma en la mitad: 396. Maravilloso.

¡Pero cuidado! Si los dos dígitos suman más de 9, este genial truco no funciona tan bien.

58 x 11... pues 5 + 8 = 13, pero la respuesta no es 5138. Ese "1" del 13 realmente representa a un 10, por lo que tiene que ser añadido al 5 para que dé la respuesta correcta: 638.

Hay otro patrón que empieza con 11 x 11.

Multiplique esos dos número y le da 121.

¿Y 111 x 111? La respuesta es 12321.

¿Puede adivinar cuánto es 1111 x 1111? 1234321.

El 12

Multiplicar por 12, por su lado, es más simple cuando uno se da cuenta de que es lo mismo que multiplicar un número por 10 y añadir el doble del primer número.
"Multiplicar por 12 es más simple cuando uno se da cuenta de que es lo mismo que multiplicar un número por 10 y añadir el doble del primer número"
Entonces, 12 x 12 es 10 x 12 (=120), y luego se le añade 2 x 12 (=24), lo que da 120 + 24 = 144.
Esa regla no se limita a la tabla de multiplicar, que se suspendería en 12 x 12.

12 x 61 es lo mismo que 10 x 61 (=610) más 2 x 61 (=122) y si puede sumar 610 + 122 en su mente, tendrá la respuesta correcta: 732.

¿Es necesario memorizar la respuesta de 12 x 12? Realmente no. Mientras se acuerde de la estrategia para hacer los cálculos, llegará a la respuesta con casi la misma rapidez.

Pero claro, al hacerlo a menudo, se queda en la memoria, lo que agiliza el proceso en esos momentos en los que necesita un resultado pronto.

¿Seguir hasta 20?

¿Por qué parar en la tabla del 12? Se podría seguir con la del 13, 14... hasta la del 20, como se hace en algunos países.

Lo que pasa es que si uno entiende las tablas de multiplicar básicas hasta el 10, tiene las herramientas necesarias para llegar al resultado de, digamos, 19 x 14.

Y si uno pasa demasiado tiempo memorizando las respuestas a esas preguntas, no va a tener tiempo para entender cómo funcionan los números.

De lo que realmente se tratan las matemáticas es de entender patrones y resolver problemas.

Rob Eastaway es coautor del libro "Mateméticas para mamás y papás".

Fuente:

BBC Ciencia

19 de diciembre de 2013

Alumnos asiáticos: Máquinas de estudiar...

ABC (diario de España) visitó uno de los institutos de Shanghái que lideran el informe Pisa. Sus alumnos estudian desde las 8:00 de la mañana hasta las 9:30 de la noche.

 

Alumnos chinos del instituto Jincai de Shanghái 
Hijo único de dos funcionarios del Gobierno, el adolescente Cai Zhendong estudia en el instituto público Jincai de Shanghái, uno de los que han participado en las pruebas del informe PISA de educación que ha evaluado a medio millón de estudiantes de 65 países. Como en 2009, los alumnos de esta ciudad china han vuelto a obtener los mejores resultados del mundo en sus tres categorías: matemáticas, lectura y ciencias.
Tan sobresaliente logro se explica perfectamente a la vista de la vida que llevan los escolares chinos como Cai Zhendong, que parece más propia de una cárcel o un cuartel que de un colegio. Interno a sus 16 años en el instituto Jincai, se levanta de lunes a viernes cuando suena la campaña del centro a las seis y media de la mañana. Tras hacer la cama de la litera con pupitre que ocupa en un cuarto compartido con otros cinco estudiantes, asiste a las siete a una clase de 20 minutos para repasar y preparar el día antes de desayunar. Con edades comprendidas entre 16 y 18 años, los alumnos de los institutos chinos estudian nueve asignaturas: matemáticas, física y química, literatura, inglés, geografía, historia, biología, política y tecnología, más otras materias optativas como dibujo, música o ajedrez.

Masajes y ejercicio diario

A las ocho empiezan las cinco clases de la mañana, que duran 40 minutos y se compaginan con media de hora de ejercicios físicos en los que participan los 1.500 alumnos del instituto, que inundan el campo de césped del instituto. Pero, cuando la contaminación está tan alta como estos días, en los que una espesa niebla cubre la ciudad y oculta el «skyline» con los futuristas rascacielos de Pudong, hacen deporte en el gimnasio.
A partir de las doce y cuarto, tienen 45 minutos para almorzar en el comedor y luego media hora de descanso antes de retomar las tres clases de la tarde hasta las cuatro, que vuelven a intercalar con otra sesión de deporte de 25 minutos y unos ejercicios de relajación en los que se masajean las sienes para evitar la fatiga en los ojos.
A las cuatro y diez acaban las clases, pero eso no significa que los alumnos terminen el estudio ni abandonen el aula, ya que hasta las cinco se imparte alguna asignatura optativa. En el caso de Cai Zhendong, ha elegido experimentos químicos.
La cena se sirve a las cinco de la tarde y, una vez terminada, los escolares vuelven al aula a las seis para ver el telediario vespertino de la televisión estatal CCTV, auténtico lavado de cerebro de la propaganda del régimen. Tras recibir durante una hora su dosis diaria de ideología comunista «con características chinas», permanecen en el aula estudiando hasta las nueve y media de la noche. En ese momento regresan a los dormitorios y tienen media hora para ducharse antes de que se apaguen las luces a las diez.

Sábados, clases de refuerzo

Para impedir que los chavales charlen o jueguen hasta altas horas de la madrugada, un vigilante recorre las habitaciones, pero Cai Zhendong asegura que, al final del día, «estamos tan cansados que caemos dormidos enseguida y ni siquiera hablamos entre nosotros». Los fines de semana regresa a casa con sus padres y aprovecha para «dormir más y acumular horas de sueño para la semana», pero también debe hacer tareas. Además, la mayoría de los estudiantes chinos, internos o no, tienen los sábados y domingos repletos de clases privadas de refuerzo.
«La educación se toma aquí más en serio que en Occidente porque hay tanta gente en China que la competencia para conseguir un trabajo es muy dura», compara Tian Hong, la profesora de matemáticas de Cai Zhendong. Con 31 años de experiencia, asegura que «la enseñanza china ha pasado de basarse sobre todo en la memorización a buscar más la motivación y participación del alumno», al menos en Shanghái, que desde hace dos décadas controla su propio sistema educativo y tiene unos libros de texto distintos a los del resto del país. Pero, aun así, reconoce que «las clases en China no pueden ser muy participativas porque tenemos una media de 45 estudiantes por aula y muchas materias que enseñar». A tenor de la maestra Tian, «los alumnos no vieron muy difíciles los exámenes de PISA porque se parecían a los que vienen haciendo en nuestros colegios, donde intentamos explicar las matemáticas con aplicaciones a la vida cotidiana para hacerlas más digeribles».

Lea el artículo completo en:

8 de noviembre de 2013

México: El maestro que revoluciona la mente de sus alumnos


¿Qué pasó con Paloma Noyola?

Para saber quién es Paloma Noyola haga click AQUÍ.

Con 12 años recién cumplidos, Paloma está cansada de los medios de comunicación. Desde que obtuvo el primer lugar en matemáticas en la prueba Enlace a nivel nacional, los medios pusieron su atención en ella. Sin embargo, éste se multiplicó luego de que la revista de tecnología Wired le diera la portada para hablar de un artículo sobre los genios por descubrir y nombrándola "la próxima Steve Jobs". De ahí, la presencia de Noyola en medios de comunicación se multiplicó. Al punto que, cuando esta semana presentó un exámen de cálculo matemático, tuvo que entrar y salir de la Universidad evitando que los medios la interceptaran. Los resultados no fueron buenos para Noyola, quien no pudo terminar a tiempo la prueba. La familia asegura que la chica ha estado bajo demasiada presión y atención mediática.

De forma tímida, en entrevista con BBC Mundo, Noyola aseguró que su vida no ha cambiado, que sigue esperando una beca que le otorgará el municipio y entre sus planes a futuro está el de ser maestra. "Aunque no sé si más adelante cambie de opinión", dice.


Sergio Juárez, profesor de educación p rimaria

Juárez implementó nuevas maneras de enseñar las materias básicas a sus alumnos.

Cuando la revista estadounidense Wired mostró en su portada el rostro de una niña mexicana a la que nombró "la próxima Steve Jobs", el interés sobre Paloma Noyola se desató entre los medios locales e internacionales. Todos trataban de entender por qué la publicación especializada en tecnología había nombrado así a la chica.

El secreto estaba detrás de un hombre, su profesor de educación primaria.
En las decenas de subsecuentes entrevistas, programas de televisión y radio, la niña hizo referencia a Sergio Juárez Correa, el maestro de 31 años que había decidido implementar métodos de enseñanza nunca antes vistos en la pequeña escuela José Urbina López situada al lado de un basurero en la ciudad fronteriza de Matamoros, en Tamaulipas.

Los resultados no sólo le dieron el primer lugar nacional en matemáticas a Noyola, también a otros 13 alumnos que obtuvieron lugares destacados en la prueba que mide los resultados a nivel nacional y mostraron un incremento en el rendimiento de todo el curso.

Cifras nada despreciables para el sistema educativo de un país que ha sido "reprobado" en evaluaciones internacionales, como la del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). En 2010, México quedó en el último lugar entre los países que pertenecen a la organización.
Los reflectores ahora iluminaron al maestro.

La historia

"Habían logrado investigar, meterse a la web y conocer tantas cosas del mundo que para ellos parecían imposibles"
Sergio Juárez, profesor de primaria

Antes del inicio del curso 2011, Juárez había notado desde su escritorio el aburrimiento y desinterés de los niños que lo miraban sentados en su pupitre sin moverse. Las arduas condiciones que debían pasar para llegar a un colegio en una zona rural marginada no ayudaban. Algunos, simplemente, no asistían.
Juárez era su única fuente de conocimiento. Les impartía cada día más de ocho materias.

"Soy profesor de ciencias, matemáticas, español, historia, geografía, de ciencias… de todo", contó el profesor a BBC Mundo, al explicar que los alumnos sólo cuentan con un maestro.

Desde la computadora de su casa, empezó a buscar "palabras clave" como tecnología, trabajo en equipo, trabajo activo, trabajo colaborativo.

"Una de ellas fue la palabra 'inspirar'. Eso puede sonar muy simple pero si la llevamos a cabo dentro de un salón de clases, si tratamos de ligarla a un proceso de enseñanza y aprendizaje, creo que podemos lograr grandes cosas", explicó Juárez.

Gracias a los resultados del motor de búsqueda, Juárez tuvo acceso a las ideas de investigadores, pedagogos y profesores sobre el trabajo en equipo y otrras metodologías educativas innovadoras.

Se inspiró en métodos con pocas evaluaciones formales como los de las escuelas finlandesas o el de Sugata Mitra, experto en educación y tecnología de la Universidad de Newcastle en Reino Unido, que deja que los niños aprendan y exploren a través de la red.

"Una de las que más me funcionó fue la de dinámicas dentro del grupo… Y que descubran, descubran el conocimiento", dice Juárez.

clic Vea también: Un colegio en la nube para revolucionar la educación

Obstáculos

Llevar a la escuela estas ideas revolucionarias no fue fácil. Primero tuvo que proponerlo a los directivos del colegio.

"Al principio dudé porque toda esta información que tenía era basada en experimentar pero (…) pedí permiso de cambiar la estrategia, el rumbo y pudimos no solamente sentarnos en el aula a hacer lo mismo de siempre, si no también innovar", explica el profesor.

Alumnos de Sergio Juárez

Por primera vez, los alumnos de Juárez tuvieron acceso a una computadora.

Juárez tenía todavía que vencer otros problemas prácticos. En la escuela no había internet y los alumnos –hijos de pepenadores (personal del servicio de limpieza público)- no habían estado frente a una computadora.
 
"Ellos no tenían ningún acceso. A la mejor, algunos apenas tenían agua en su casa, no contaban con luz".

Tras conseguir una computadora regalada, el maestro inició el experimento y dejó a los niños libres de entrar y ‘preguntar’ al artefacto sus dudas.

Los resultados no se hicieron esperar.

"Al principio, reaccionaron con miedo porque estaban acercándose a algo que en su vida jamás habían tocado. Descubrían cosas que ni yo había logrado explicarme. Habían logrado investigar, meterse a la web y conocer tantas cosas del mundo que para ellos parecían imposibles", explica.

"Era tan diferente a los juegos que ellos habían utilizado hasta ahora, a las herramientas que usan como sus libros de texto (libros gratuitos elaborados por la Secretaría de Educación y de uso obligatorio en todas las escuelas)", dice Juárez.

"Teniendo la herramienta se preguntaban situaciones de la vida diaria y era un conocimiento con base al descubrimiento".

Juárez notó el cambio en el comportamiento de sus alumnos casi de inmediato. Se sentaban en grupo, elegían representantes, asistían a clases y aprendían con facilidad. Un logro para un país en el que, según algunos expertos, sólo la mitad de las personas menores de 15 años asiste a la escuela.

Casi al final del curso, pudo obtener un resultado cuantificable gracias a la prueba Enlace, un tradicional examen de opción múltiple que se implementa anualmente en las escuelas primarias –rurales, privadas y públicas- de todo el país.

Los resultados lo sorprendieron. Su grupo obtuvo un incremento de "casi 4% en cuestión de excelencia". Paloma Noyola, la alumna que se distinguía por su participación y veloz aprendizaje, obtuvo el puntaje más alto en matemáticas y los medios empezaron a hablar de ella.

Según los resultados de la prueba, sólo 7% de los alumnos reprobaron matemáticas y 3.5% español. La comparación con el año anterior no dejó lugar a dudas: en 2010, 45% de los alumnos había reprobado matemáticas y 31% fueron insuficientes en español.

El artículo completo en:

BBC

Más información en:

¿La nueva Steve Joibs?

14 de octubre de 2013

El videojuego "Angry Birds" entra en el salón de clase

Salón de clases

En muchas escuelas se usan los videojuegos como método de enseñanza.

Desde Angry Bird hasta Minecraft, los juegos computarizados están invadiendo los salones de clase. Pero no es algo que ocurra a espaldas de la maestra, es parte del plan de enseñanza.

Un joven promedio habrá pasado 10.000 horas jugando para el momento en el que cumpla 21 años, según una investigación.
En su mayoría esto ocurre como una actividad de recreación, lo que ofrece un descanso de los libros de matemática y los experimentos científicos que se realizan en las clases. Pero los juegos consumen cada vez más tiempo en la vida de los niños.

Un niño en Estados Unidos que tenga un récord de asistencia perfecto, pasará 10.080 horas en la escuela desde quinto grado (con 10 años) hasta la secundaria, de acuerdo a la diseñadora de juegos electrónicos Jane McGonigal.

En el Reino Unido, este tipo de juegos se han utilizado en muchas escuelas como un método sigiloso de enseñanza. Pero las empresas que los fabrican no han estado interesadas en participar en eso, al menos por los momentos.

Rovio, creador de Angry Birds, llevó el Salón de Juegos Angry Birds al prescolar de niños de seis años. Se trata de una iniciativa organizada conjuntamente con la Universidad de Helsinki, en Finlandia, que ya se ha puesto en práctica. La empresa también firmó un acuerdo con China.

“En lo que respecta a la educación de los niños, la estrategia de Finlandia se orienta mucho a lo lúdico”, explica Sanna Lukander, vicepresidente del área de libros de Rovio Entertainment.

“Estos personajes y su mundo parecen inspirar a los niños. Es imposible no pensar cómo motivar a los niños para que hagan algo más que jugar”, añade.

Buen ejemplo



La compañía que creó a Angry Birds tiene asociaciones educativas con Finlandia y China. 

El sistema educativo finlandés está catalogado como uno de los mejores de los países desarrollados.

No se trata de la misma edición de Angry Birds con un nuevo empaque, incorpora a los famosos personajes en un nuevo concepto de juegos educativos y usa un “enfoque de 360 ° para aprender”, lo que incluye libros, profesores y dispositivos digitales.

Pero, ¿qué pueden aprender los niños de los juegos computarizados que sirva para ayudarlos con las tareas difíciles que tienen que hacer en el salón de clases?

“Los juegos tienen un efecto más a largo plazo que las herramientas tradicionales en ciertas áreas, como adquisición del lenguaje, ciencia, matemática y estudios sociales”, afirma Constance Steinkuehler, especialista en el tema y ex analista de la Casa Blanca.

“No se trata únicamente de elaborar el juego, sino de evaluarlo posteriormente, ¿está teniendo impacto y educando de la manera que se esperaba?”.

Y continúa: “Los juegos en la sala de clases no son la única opción para enseñar. Tienes a un maestro, a los compañeros y a una estructura de actividades, y todo eso cumple una función, sea productiva o no. Es como usar un buen libro, puedes hacer cosas maravillosas con el, o no”.

Rovio señala que no son solo los juegos los que tienen un impacto entre los alumnos.

“El Salón de Juegos Angry Birds no es un juego educativo, es un ambiente educativo. No podíamos poner calcomanías de los personajes, exportarlas y ya. Se ha hecho una gran investigación, es un trabajo que ha tomado dos años y medio”, asevera Lukander.

Esto quiere decir que se trata de algo que va más allá de usar una resortera para lanzarle pájaros a unos cerdos.

¿Vegetales ricos?

Niño viendo a una computadora

Minecraft es uno de los juegos más populares para aprender.

Rovio ha trabajado con editoriales como Penguin, también con National Geographic y con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). No se promociona como una compañía de juegos electrónicos, sino como empresa de comunicación.

Pero no es la única en lo que se refiere a juegos educativos. Entre los más innovadores se encuentran: uno que incluye disparos y tiene como objetivo lograr que masticar vegetales se vea como algo genial y otro que combate enfermedades de transmisión sexual con superhéroes como Willy the Kid.
Si, es cierto.

El juego del mundo virtual Minecraft tiene usos muy novedosos en los salones de clase.

“Es uno de los juegos más importantes en lo que a aprendizaje se refiere. Lo que los chicos hacen es impresionante”, comenta Steinkuehler.

En un salón de clases de la Universidad de Reikiavik, en Islandia –y como ocurre en muchos otros- Minecraft se utiliza como una interfaz gráfica en 3D para ayudar a jóvenes a entender los principios básicos de darle instrucciones a una computadora.

Según MinecraftEdu, que trabaja con unas 1.000 escuelas, el juego se utiliza en todas las materias y en todos los grados.

Detractores

Videojuego que enseña acerca de las ETS

Los juegos computarizados se usan en varias áreas educativas.

Pero, curiosamente, Minecraft es bloqueado por firewalls en varias instituciones educativas.

También están quienes piensan que los juegos en los salones de clase, causan más daños que beneficios.
“En el peor de los casos, son frívolos, en el mejor, entretenidos”, dice Gary Stager, docente.

“Se piensa que los sistemas educativos actuales –prosigue- son desagradables, tortuosos y fomentan una especie de lista de ganadores y perdedores. Pero los juegos en el salón no son la manera de arreglar ese problema”.

Para Stager, los juegos desarrollados para los salones de clase suelen ser menos divertidos e interesantes y apenas y ponen a prueba conocimientos que ya se tenían.

“Y lo peor, son coercitivos. Los adultos están tomando algo que los chicos adoran –los juegos- para forzar su uso e incluirlo en el currículo”.

Futuro inevitable

Pero para las compañías tecnológicas que trabajan con niños, el paso hacia los juegos y la tecnología, es inevitable. Las tabletas LeapFrog y LeapPad2 fue uno de los juguetes que más se vendió el año pasado.

“Los niños ya viven en un ambiente diverso, su mundo es mucho más interactivo. El incluir este tipo de juegos en sus vidas, les permite desarrollar habilidades cognitivas” afirma Sally Plumridge, directora de mercadotecnia de LeapFrog.

También comenta que todavía existe la necesidad de aprender de forma tradicional y que la forma en la que esta modalidad se integra con las nuevas tecnologías ofrece una visión distinta y práctica.

“Los niños se desarrollan viendo lo que sus padres hacen, y desde muy pequeños, los ven con tabletas y teléfonos inteligentes. Sus instintos en ese mundo con respecto a qué hacer y cuándo, son mucho más agudos que los nuestros. Nosotros estamos aprendiendo, pero ellos están creciendo con eso”.

Quizás es por eso que muchos padres le piden ayuda a sus hijos cuando sus celulares dejan de funcionar, habrán pasado 10.000 horas utilizando estos dispositivos antes de llegar a los 21 años.

Fuente:

BBC Ciencia

Ejercicios clave para que sus hijos aprendan a pensar

TRES SENCILLOS EJERCICIOS EN EL AULA

David Perkins recomienda tres "rutinas de pensamiento" que los profesores pueden probar en el aula:

1) Cuando lo niños están mirando un cuadro, leyendo una historia, o quizás viendo un fenómeno científico, simplemente formule esta pregunta: ¿qué está ocurriendo aquí? ¿qué es lo que ves aquí que te hace decir eso, en qué te basas?. Comience esa conversación, es una rutina muy útil.

2) Solía pensar. Y ahora pienso. Al final de cualquier lección, ya sea de historia o de ciencia, pregúnteles: ¿qué pensaban antes y qué piensan ahora? Esto refleja su reflexión sobre lo que han aprendido y cómo sus mentes han cambiado.

3) Círculo de perspectivas. Elija un tema controvertido, por ejemplo, el colonialismo. En pequeños grupos, pídales que escojan papeles y que hablan desde esa perspectiva. Un alumno podría ser un colonizador, otro un comerciante y otro un nativo del país en cuestión. Es una forma maravillosa de ofrecer a lo niños diferentes perspectivas en situaciones complejas y de estructurar conversaciones que incitan a los niños a pensar. Les ayuda a cultivar sus mentes y una comprensión profunda de los contenidos.

Los dejo con el artículo completo que apareció en El Mundo Ciencia:

Foto: Bernardo Díaz / Vídeo: B. D. / E. Falcón
  • El investigador de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard propone estrategias para fomentar el pensamiento crítico y creativo de los niños
 
"Pensamos que en la actualidad no hay ningún compromiso más importante que educar a la próxima generación para este mundo tan complejo". Desde hace más de 40 años el estadounidense David Perkins (Parsons, Kansas, 1942) estudia cómo funciona la mente humana y busca estrategias "para desarrollar el pensamiento crítico y creativo de los alumnos y lograr un aprendizaje más rápido con una comprensión completa". Con ese objetivo fundó junto a Howard Garner en la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard el que bautizaron como Proyecto Cero.
 
Jubilado recientemente como profesor, Perkins sigue trabajando de forma muy activa para el Proyecto Cero, viajando e impartiendo charlas por todo el mundo, como la que el domingo dio en Toledo a casi trescientos profesores y padres durante el Congreso de Innovación Educativa 'Enseñar a pensar', organizado por la Fundación San Patricio, que ayer lunes se clausuró en el Colegio Tagus tras tres jornadas de conferencias, talleres y debates.
'Pensamos que en la actualidad no hay ningún compromiso más importante que educar a la próxima generación para este mundo tan complejo'
Perkins, doctor en Matemáticas e Inteligencia Artificial por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), considera que los niños tienen que aprender "a enfrentarse a lo desconocido y a lo inesperado" para habituarse a manejarse en un mundo que cambia continuamente.

"Pensamos que se trata de un asunto muy importante para el trabajo de hoy en día, para las vidas que los ciudadanos van a tener. De modo que se conviertan en ciudadanos comprometidos, en trabajadores comprometidos que prosperen en lo que al fin y al cabo es un planeta muy complejo", explica a ELMUNDO.es durante una entrevista durante su visita a España. Entre pregunta y pregunta, el profesor se toma su tiempo para pensar y no duda en cerrar los ojos para reflexionar sus respuestas.

Aprender a pensar

En uno de sus libros, 'Making Learning Whole: How Seven Principles of Teaching Can Transform Education' ('Hacer del aprendizaje un todo. Comó siete principios de la enseñanza pueden transformar la educación'), utiliza el béisbol para explicar los errores que siguen cometiéndose en muchas escuelas. A menudo, asegura, se aprenden hechos o procedimientos aislados sin comprender el contexto general. Y sin pensar. Como si se aprendiera a batear sin saber en qué consiste este deporte.
'La Revolución Francesa se suele enseñar como un conjunto de hechos que ocurrieron en el pasado. Pero es posible tratarla como un espejo del mundo'
La Revolución Francesa es uno de sus ejemplos favoritos para mostrar cómo se puede mejorar la comprensión de los contenidos: "Normalmente se enseña como un conjunto de hechos que ocurrieron en el pasado. Pero es posible tratarla como un espejo del estado del mundo: la pobreza, el conflicto entre los intereses del estado y del pueblo... Las tensiones que hubo entonces se dan hoy en varios contextos. Tiene mucho más sentido enseñar episodios históricos mirando el estado del mundo actual", propone.

Perkins también considera una equivocación "centrarse en un enfoque nacional" de la historia: "Hoy en día ya no tiene ningún sentido. Cuando yo iba al colegio prácticamente sólo nos hablaban de EEUU y un poco de Europa. Apenas se mencionaba China, como si no existiera. Hoy se presta mucha más atención a la educación global, pero creo que necesita más atención", recuerda.

Reducir el abandono escolar

Otro error típico, según el investigador, "es enseñar cosas que no importan mucho en la vida que los alumnos probablemente van a vivir". Por ejemplo, "se dedica mucho tiempo a la raíz cuadrada, aunque casi nadie la usa excepto los especialistas de carreras técnicas, que la pueden aprender posteriormente. Los profesores de Matemáticas odian oír esto. Por el contrario, aunque no sé si es así también en España, se suele dedicar muy poco tiempo a la comprensión de la probabilidad y de las estadísticas, que se utilizan continuamente: en los periódicos, para entender las políticas del Gobierno, en las decisiones médicas, etc. Para paliarlo, en lugar de restar tiempo a los temas que menos se van a usar, se suele añadir más contenido al currículo, de modo que el programa se vuelve demasiado amplio. Y ese es otro error"

¿Y qué haría él para intentar reducir las preocupantes cifras de abandono escolar en España, prácticamente el doble la media de la UE)?: "Reformularía el currículo para que fuera más relevante para sus vidas y reformaría los procesos de aprendizaje para una comprensión completa. Los estudiantes no son estúpidos. Ellos ven que gran parte de lo que les enseñan no va a ser importante en sus vidas. Pero no quiero decir que sólo importe el conocimiento práctico, las habilidades. Hay mucho conocimiento abstracto que es muy importante para entender el mundo", aclara.

En casa

Perkins que en la educación global de un niño, la mayor influencia es de la sociedad: "Realmente creo que probablemente la mayor influencia no sea ni de los padres ni la escuela, sino una cultura mayor. Cuando ves cómo pasan los niños su jornada, te das cuenta de que están con los padres algo de tiempo, pasan más en el colegio, y el resto están con Facebook, con sus amigos, etc. Creo que los padres tienen la posición más débil de los tres", opina.
'La interacción entre padres e hijos es muy importante. Converse sobre cualquier cosa. Hay que tocar todos los aspectos de la vida de los niños'
Pese a ello, se muestra muy de acuerdo con numerosas investigaciones que muestran que "la interacción entre padres e hijos es muy importante" para lograr que los niños disfruten aprendiendo. Por ello, recomienda a los padres que pasen tiempo con sus hijos, que conversen y que desarrollen actividades sobre cualquier tema de su vida y del mundo en general: "No se trata tanto de que ayuden con los deberes, sino de la vida intelectual que hay en el hogar. Converse sobre cualquier cosa. Hay que tocar todos los aspectos de la vida de los niños y del mundo en general: política, deportes, arte, y no necesariamente el de los museos, incluso arte callejero", sugiere.

Sobre el controvertido tema de los deberes, el profesor afirma que no es un experto en ese tipo de investigaciones así que opta por no decantarse: "Hay algunos estudios que muestran que los deberes en casa no son muy beneficiosos, pero no tengo una opinión sólida sobre este tema, por lo que prefiero no adoptar una posición".

La tecnología en el aula

Por lo que respecta a la incorporación de la tecnología en los métodos de enseñanza, Perkins, que durante muchos años ha estado enseñando en el programa tecnológico de la Universidad de Harvard, considera "que es una herramienta poderosa pero hay que usarla con una gran visión del aprendizaje. No es una varita mágica, como mucha gente cree".
"A menudo, los niños tienen tabletas y ordenadores en el aula y, aunque les gusta mucho, apenas se usan porque los profesores no saben qué hacer con ellos"
"A menudo, los niños tienen tabletas, portátiles y ordenadores en el aula y, aunque les gusta mucho, apenas se usan porque los profesores no saben qué hacer con ellas. ¿Y por qué deberían saberlo?. Otras veces, en lugar de innovar, la tecnología se usa de una forma muy tradicional y por eso no cambia la forma de aprendizaje", explica.

"Hay muchas formas más visionarias de usar la tecnología. Por ejemplo, si quieres construir experiencias en las que los niños hagan cosas, la tecnología permite hacer cosas que antes no podías: composiciones en 'power point', componer música en el ordenador, formar grupos de estudiantes internacionales, simulaciones de fenómenos físicos que te permiten mostrar lo que ocurre y manipularlo, de manera que puedan explorar y desarrollar hipótesis... Yo incorporaría la tecnología en el programa, pero debe hacerse de una forma inteligente".

Para Perkins, "un buen profesor tiene una visión de lo que debe ser enseñado que es coherente con las necesidades de los alumnos. Conoce a sus estudiantes, sus capacidades e intereses, y los adapta. Construye experiencias de aprendizaje en los que los alumnos están involucrados y los motiva".

El investigador recuerda el poder del docente: "Crea una cultura, un ambiente determinado en el aula, que puede o no fomentar el pensamiento crítico y la argumentación". Asimismo, se muestra convencido "de que se puede mejorar el pensamiento crítico bastante fácilmente. Necesitas tiempo, como en cualquier tipo de aprendizaje, pero es posible". De hecho, sostiene que sus estrategias, "no son sólo para los niños, también son útiles para los adultos, por ejemplo, jefes o trabajadores de algunas organizaciones".


15 de septiembre de 2013

Este es el orden para resolver operaciones matemáticas (operaciones combinadas)

1. INTRODUCCIÓN




Para resolver correctamente un cálculo matemático complejo con varias operaciones diferentes dentro de él (sumas, divisiones, raíces cuadradas, etc.), hay que tener en cuenta el siguiente orden de resolución:


1. Resolver las operaciones entre corchetes y paréntesis.
2. Resolver los exponentes o raíces.
3. Resolver las divisiones y multiplicaciones.
4. Resolver las sumas y las restas.


2. EJEMPLOS

  • 1 + 3 · 52 =76 (Primero se resuelve el exponente, después la multiplicación y por último la suma).
  • (2² · 3 / 2)² · 2 – 4 + 2 · (9/3) = 36 · 2 – 4 + 2 · 3 = 72 – 4 + 6 = 74 (Primero se resuelven los paréntesis, después la multiplicaciones y por último las sumas).


3. REFERENCIAS

 Field, A. (2005). Discovering Statistics using SPSS. SAGE PUBLICATIONS: London


Tomado de:

Saber es Práctico

11 de septiembre de 2013

¡Cada vez es más difícil copiarse en un examen!

¿Hasta dónde somos capaces de llegar con tal de copiarnos en un examen? ¿Cuándo empieza a ser más sencillo estudiar que desarrollar un complejo sistema para copiarse? La cuestión es que la cosa se está poniendo cada vez más difícil, ya que las instituciones están usando diferentes tecnologías para evitar el fraude durante una prueba. ¡Saquen una hoja!

Los métodos para copiarse durante un examen (o plagear o plagiar, como decimos en Perú) son infinitos:

Ocultar en el baño una hoja con la información, y algún momento simular sentirse mal y pedir pasar al excusado. Escribir información clave en las paredes o en el banco. Traer muchas hojas en blanco para hacer el examen incluyendo una que ya tenga cosas escritas. Escribir con un bolígrafo sin tinta, de forma que lo escrito pueda verse si la hoja se coloca en el ángulo adecuado. Pegar papelitos en diferentes lugares: detrás de la calculadora, en las mangas, etc. Escribir en la palma de la mano. O, directamente, espiar la hoja del que está sentado a nuestro lado. Etc., etc.

Como experiencia personal, recuerdo yo mismo, y otros compañeros, haber dedicado muchas veces más tiempo a preparar estos artilugios para copiarse que lo que hubiera llevado aprenderse la lección. Pero claro, la idea justamente no era estudiar, ¿no? Incluso una vez recuerdo haber entrado a dar un examen en nombre de otra persona.

Pero todo eso está llegando a su fin. En varios lugares del mundo se están tomando medidas cada vez más drásticas para evitar la copia, el cheating, como se dice en inglés. Miren si no lo que nos llega desde el Oriente (imágenes tomadas de neatorama):





Esto, en lo que respecta a dispositivos lo-tech. Que por ser baratos no dejan de ser efectivos. Y se ven bastante humillantes.

Ahora bien, si queremos ver metodologías más avanzadas, no tenemos más que echar un vistazo al sistema de vigilancia anti-copia de Gaokao, el Instituto Nacional de Educación Superior de China. El examen de ingreso es considerado uno de los más difíciles y que mayor presión psicológica ejerce sobre los alumnos. Y no solo es uno de los más difíciles, sino que es, por lejos, el más concurrido. Sólo en la última temporada, se incribieron 9,2 millones de postulantes al ingreso. El sistema de seguridad para evitar copias parece sacado de una distopía e incluye micrófonos de alta sensibilidad para evitar cuchicheos, detectores de actividad de wireless y cientos de cámaras de seguridad. Vean si no:


Imágenes de una sociedad que perdió el rumbo: la competencia continua, la evaluación para ver si pasamos o no del valor umbral estipulado a partir del cual el sistema determina si somos o no aptos, el perverso panóptico digital en todo su esplendor.

¿Tú, lector, qué piensas de esto? ¿Te imaginas un mundo sin exámenes ni evaluaciones?

Para relajar un poco la cosa, les dejo de regalo al maravilloso Mr. Bean intentando, justamente, pasar un examen.


Fuente:

NeoTeo

31 de agosto de 2013

Las clases de música para niños ¡sí son útiles en realidad!

Niña tocando música

Estudios previos concluyeron que la música era buena para el cerebro, pero no anticiparon lo prolongado de los efectos.

Quizás usted fue uno de los tantos niños que alguna vez, voluntariamente o por el deseo de sus padres de tener un Beethoven o un Mozart en la familia, asistió religiosamente a las clases de flauta dulce, piano, timbales, violín o percusión, aun sabiendo que había nacido sin la menor capacidad de distinguir un "re" de un "do", una corchea de una semicorchea.

Sepa usted que aquellas clases no fueron en vano y que hoy, aunque su mayor contacto con la música sea prender la radio, puede estar beneficiándose de aquellos años de horas eternas con la profesora de música y de breves pero dolorosas notas desafinadas.
Sepa que, según un estudio publicado en el Journal of Neuroscience, los niños que asistieron a clases de música se aseguran un mejor sistema auditivo como adultos.

Los autores de la investigación encontraron que los niños que tocaron un instrumento, aunque no haya sido durante toda su infancia, han desarrollado respuestas cerebrales a sonidos complejos.

Por ejemplo, si usted tiene la capacidad de seguir sin problemas una conversación en un ambiente muy ruidoso, sin perder el hilo de lo hablado ni permitiendo que nada lo distraiga, quizás se lo deba a aquella flauta dulce, cuya relación con sus dedos y su soplido fue más bien amarga.

Incluso habiendo estudiado durante un período de uno a cinco años, estos niños, hoy adultos, son mejores reconociendo diferentes frecuencias que aquellos que jamás entraron a una clase de música.

"Basados en lo que ya sabíamos de cómo la música ayuda a desarrollar el cerebro, el estudio sugiere que lecciones de música durante un periodo breve pueden beneficiar la forma que escuchamos y aprendemos para toda la vida", explicó la autora del estudio, Nina Krauss.

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia
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