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10 de septiembre de 2012

¿Cómo vaciar una botella por completo?


Vaciar una botella es algo que todo el mundo sabe hacer. Incluso corren por ahí auténticos expertos, si sabéis a lo que me refiero.

Pero… ¿se vacía completamente la botella? ¿no queda líquido en su interior?
Pues sí que queda. Aunque la mantengamos boca abajo, aunque la agitemos para que se desprendan algunas gotas… siempre queda algo. La adherencia del líquido a la pared de cristal y la tensión superficial de las microgotas de líquido impiden que este se reúna y fluya hacia el exterior.
Pero hay una manera de vaciarlas, de extraer 10 o 15 gotas (dependiendo del tamaño de la botella) cuando ya parece que no salen más.

Esto nos da pie a hacer una pequeña apuesta con los amigos: cuando ellos consideren que una botella está vacía y que ya no cae más líquido hacia el exterior, nosotros afirmaremos extraer unas 10 gotas más (o un mayor número si es que las pruebas que hemos reslizado anteriormente en casa nos da para ello).

¿Y cómo lo haremos? Pues con la ayuda de un trozo de palillo, la capilaridad y la fuerza de la gravedad.

Colocaremos un palillo o medio palillo en el cuello de la botella, tal como se ve en la imagen. La humedad del cuello de la botella por la que acaba de pasar el líquido se adherirá al palillo, la tensión superficial del líquido se romperá y el líquido empezará a resbalar por el palillo y a gotear. La capilaridad de la madera también nos ayudará en el goteo cuando el palillo se empape haciendo que actúe de condensador y cuentagotas.

Enseguida comenzará a gotear para pararse tras 5 o 6 gotas. Pero el ritmo de goteo comenzará a aumentrar pasados unos segundos hasta alcanzar la cantidad de gotas anunciada.

Por supuesto, en las pruebas previas, iremos variando la inclinación de la botella hasta dar con la más adecuada.

Fuente:

27 de julio de 2012

Qué sucederá con la montaña olímpica de plástico

Las botellas de bebidas consumidas durante las Olimpíadas podrían estar nuevamente en los supermercados de Londres para los Paralímpicos.

Así lo asegura ECO Plastics, la compañía contratada para reciclar los envases utilizados en las sedes de competencia.

"Reciclaremos todas las botellas de plástico que se descarten en las sedes durante los Juegos", dijo a BBC Mundo Jonathan Short, director ejecutivo de ECO Plastics.

En un proyecto financiado conjuntamente con Coca Cola, la empresa inauguró este año la mayor planta de reciclaje de plástico en el mundo, ubicada en Lincolnshire, en el norte de Inglaterra.

"Clasificamos 2.500 toneladas de botellas de plástico cada semana", señaló Short.

"Todas las botellas de plástico recolectadas durante los Juegos serán reprocesadas en nuestra planta y enviadas a Coca Cola para la fabricación de nuevas botellas. Es realista esperar que esos nuevos envases estén en los estantes para los Paralímpicos".

Clasificación

Una vez que las botellas se transportan a la nueva planta, el material es sometido a diversos procesos.

Niño con una botella de agua Foto: SPL

Es fundamental que los visitantes descarten sus botellas en los botes de distintos colores colocados en las sedes. Foto: SPL

De la mezcla de botellas y plásticos de diferente color y calidad debe separarse dos clases diferentes, denominadas comúnmente, por sus siglas en inglés, PET (polietileno tereftalato, el plástico transparente utilizando en botellas de agua y gaseosas) y HDPE (polietileno de alta densidad, el plástico menos transparente utilizado por ejemplo en envases de leche).

Para separar los diversos envases se utilizan sensores ópticos que distinguen los polímeros por calidad y color. Las botellas identificadas son lanzadas a otro carril por chorros de aire.

Los fragmentos de plástico deben ser lavados y "cocidos" a una temperatura de 120 grados durante una hora y media para eliminar contaminantes.

El papel de los visitantes

El comité organizador de las Olimpíadas, LOCOG por sus siglas en inglés, expresó en repetidas ocasiones su visión de que Londres albergara "los Juegos más verdes celebrados hasta ahora".

Turistas

Los organizadores de los Juegos esperan hasta 4 millones extras de turistas.

¿Pero puede hablarse de juegos verdes cuando el proceso de reciclaje incluye transporte por tierra y consume además grandes cantidades de energía eléctrica?

La nueva planta de reciclaje proveerá a Coca Cola de plástico PET de alta calidad durante un mínimo de 10 años y se asegura que este acuerdo entre una empresa de bebidas y la industria de reciclaje ahorrará emisiones de más de 33.000 toneladas de CO2 cada año, el equivalente a retirar de las calles unos 15.000 autos.

Michelle Matthews, de la organización Recoup, una ONG británica que promueve el reciclaje, reconoció positivamente "el gran esfuerzo que se está haciendo para que los Juegos sean sustentables, incluso recogiendo las botellas y otros residuos generados por el recorrido de la antorcha olímpica".

Matthews dijo a BBC Mundo que “reciclar botellas de plástico acaba ahorrando energía. Cada botella reciclada puede ahorrar suficiente energía para que funcione una bombilla de 60w durante seis horas y una tonelada de plástico reciclado ahorra 5.774 kwh de energía".

Pero todo comienza por los consumidores. Se han colocado en diversos puntos de las sedes tachos o botes especiales para que los visitantes coloquen en forma separada los residuos identificando los diferentes tipos de botellas.

Para Matthews, "muchas personas ya reciclan en casa, así que lo importante ahora es traer estos mismos comportamientos a los Juegos".

Fuente:

23 de enero de 2012

Reciclaje creativo: el templo del millón de botellas



Los que os tomáis el reciclaje muy en serio quizá deberíais peregrinar al templo budista de Wat Pa Maha Chedi Kaew . Este templo se halla a unos 600 kilómetros al noroeste de Bangkok, en la provincia de Sisaket. Los lugareños llaman al templo budista con la abreviatura Wat Kuan Lad, que significa Templo del millón de botellas. Y es lo que parece, un templo construido con botellas vacías.

La idea se remonta a 1984. Los creativos budistas constructores del templo, tras mucha meditación, se dieron cuenta de que levantarlo con botellas les reportaría toda suerte de beneficios. A saber: que la construcción sería barata, pues sólo haría falta reciclar botellas a tutiplén; que los edificios serían, gracias a la transparencia caleidoscópica de las botellas, muy luminosos y vistosos, como si todas las paredes estuvieran construidas con las cristaleras emplomadas de una catedral; y que obtendrían un gran plus económico a raíz del turismo que generaría un templo tan original. Así que se pusieron manos a la obra.

En poco tiempo, los monjes recolectaron botellas que eran donaciones llegadas de todos los rincones del país. Hasta que sumaron un millón y medio de envases. Muchas de estas botellas fueron de cerveza, aunque para el budismo es pecado tomar alcohol: las Heineken son verdes, las Chang son marrones. Todo un ejemplo de reciclaje en mitad de la selva tailandesa. Cuantas más botellas consigamos, más edificios montaremos, aseguró el abad Kataboonyo.

Absolutamente todas las estancias del templo fueron levantadas entonces con botellas unidas entre sí con cemento, incluidas una torre de agua y hasta baños para los turistas. Gracias a la transparencia de las botellas, la limpieza es muy sencilla. Por aprovechar, también aprovecharon los tapones de las botellas, que fueron empleados para crear murales y mosaicos. Un templo que literalmente ha sido construido con basura reciclada que bien podría estar en un vertedero. Un templo ecológico, low-cost y de diseño llamativo, sobre todo cuando brilla el sol.

La idea puede parecer nueva, pero se tiene constancia de la construcción de muros de botellas en diferentes países del mundo desde al menos 1907, y cada vez podemos encontrar más ejemplos, como la cúpula de botellas recicladas del techo del Centro de Tecnología Alternativa (CAT) en Machynlleth, País de Gales, que recuerda al cuerpo de un puercoespín.

Fuente:

Xakata Ciencia

24 de noviembre de 2011

Richard Sowa: el hombre que se creó su propia isla con botellas y otros tinglados de plástico

Esta idea la ha llevado hasta sus últimas consecuencias Richard Sowa.


A este personaje no le importa si el agua embotellada es saludable o no. A juzgar por sus aires hippies y su sintonía con la madre naturaleza, sospecho que Richard Sowa está al corriente de los muchos perjuicios medioambientales que originan. Las botellas de agua producen sólo en Estados Unidos un total de 1,5 millones de toneladas de desperdicios de plástico; un plástico que ha requerido 178 millones de litros de petróleo para ser fabricado. El plástico no es biodegradable, tardará cientos o miles de años en desaparecer.

Consciente de esta sobresaturación de botellas, desde 1998 nuestro hippie Richard Sowa ha conseguido darle una aplicación muy curiosa a las miles de botellas de agua que llegan al mar y que permanecerán siglos contaminando el medio. Sowa abandonó su estilo de vida inglés para mudarse a un rincón de la costa mexicana, al sur de Cancún, donde empezó a pescar con una red las botellas de agua que navegan sin rumbo (presumo que ninguna de ellas tenía mensajes en su interior). Con el tiempo, estableció una plataforma de 20 metros de largo por 16 de ancho, a la que bautizó como Isla Espiral. Tardó 7 años en reunir 250.000 botellas.


Sobre esta isla de plástico se construyó un hogar de dos pisos con bambú, protegido de forma natural con manglares. Una casa ecológica y naturista, por supuesto, pues dispone de horno, sí, pero solar, y un cuarto de baño también ecológico; aunque me cuesta imaginar en qué consiste un baño ecológico. ¿El papel higiénico ha sido sustituido por piedras u hojas frescas? En fin, era una broma: el retrete está constituido de compostaje, de modo que los excrementos sirven para abono. Sowa recicla el agua de la lluvia y ha conseguido cultivar mango, bananas, espinacas y tomates para su propio consumo. Incluso le ha puesto arena a su isla de botellas para disponer de 3 pequeñas playas.

Ahora Sowa tiene un aspecto risueño y desmelenado que ha cautivado a los medios de comunicación con su pequeña isla ecológica. Pronto, si no lo ha hecho ya, aparecerá un libro sobre su original filosofía, escrito por el propio Sowa junto al autor alemán Tanja Samed. Isla Espiral también ha sido el protagonista de numerosos reportajes para televisión y periódicos. El look de Sowa recuerda un poco al del director de cine Terry Gilliam, el ex Monty Phyton. Y estoy seguro de que comparten un sentido del humor muy similar. Al parecer, en su Inglaterra natal era músico, artista y carpintero, y ahora, ya con 50 años, da la impresión de que vive como le da la gana.

Pero Isla Espiral no puede ser demasiado estable si está construida sólo con botellas, así que permanece anclada en la orilla de la playa. A pesar de ello, su debilidad fue pasto del huracán Emily, que en 2005 le ocasión graves daños estructurales. La ventaja de que tu mundo sea de plástico es que la materia prima es abundante y gratuita, de modo que Sowa no tardó demasiado en recomponer Isla Espiral; y aprovechó para hacer unas cuantas ampliaciones del terreno.

Ahora ya tiene 20 metros de diámetro, alrededor de 100.000 botellas, 2 estanques, una cascada y varios paneles solares. Y es que según palabras de Sowa, Isla Espiral no es exactamente una isla sino “una embarcación ecológica y creadora de espacio”; por ello, este nuevo Robinson Crusoe ecologista aspira algún día a viajar por el mundo sobre sus miles de botellas de plástico, pues no serían difícil remolcarlas.

Tal y como ya ha empezado a hacerlo un equipo de científicos y exploradores, dirigidos por el ambientalista David de Rothschild, que se han lanzado al mar para protagonizar una singladura desde San Francisco hasta Australia en un catamarán de 60 pies completamente construido de plástico reciclado (a excepción de los mástiles, que son de metal): de 12.000 a 16.000 botellas de dos litros de soda y un poco de tela tejida de PET. Su objetivo fue aumentar la concienciación sobre el reciclaje, los residuos y el consumo.

Sowa, ya puestos, debería entrar en contacto con Kosuke Tsumura, diseñador de ropa y accesorios urbanos, que ha sacado al mercado un traje estilo armadura exclusivamente de botellas de plástico e hilo de nylon transparente. Perfecto para un ninja ecológico que parece venir del espacio exterior.


Lamentablemente, estas iniciativas, aparte de parecernos pintorescas, no ayudan a solucionar realmente el problema que los mares y océanos del mundo sufren a causa del plástico. Las botellas son incluso lo de menos. Según un informe de Greenpeace, gigantescas criaturas marinas de más de 3,5 millones toneladas de peso, formadas por un conglomerado de restos de plásticos (un 80 % del conjunto), redes marinas y demás deshechos, viajan a la deriva acabando con toda la vida que encuentran a su paso. Como si fueran islas artificiales similares a la de Sowa, pero del tamaño de Francia y con un aspecto vagamente tentacular que recueEnlacerda a una medusa gigante. Más que una isla, pues, es un nuevo continente de plástico flotante con una gran capacidad para la destrucción. La cantidad de plástico presente en algunas zonas frente a la cantidad de plancton es de 6 a 1.

Esta masa de plástico destructiva, con ecos de monstruo alienígena, se descubrió casualmente en 1997 durante un crucero de Los Angeles a Hawai que cruzó un vórtice que los marineros generalmente sortean porque allí existe poco viento y mucha presión. Mientras dure nuestra dependencia al plástico, el continente de plástico irá creciendo cada vez más, como una gran sopa plástica que se alimenta de nuestra irresponsabilidad.

Fuente:

Xakata Ciencia

12 de septiembre de 2011

La casa de botellas de plástico


  • El creador del inmueble espera que sea incluido en el libro Guinness de los récords
  • Ha tardado en levantarla cinco años y ha usado 14.000 recipientes para 60 m²
  • 'En caso de seísmo, preferiría estar en esta vivienda que en un edificio en ladrillos'
Tomislav Radovanovic y su casa de 14.000 botellas de plástico. (Foto: AFP)

Botellas de plástico por ladrillos. Un profesor de Ciencias Físicas de Serbia ha construido una casa usando 14.000 botellas de plástico en lugar de ladrillos. Sólo la base, de hormigón, está hecha con un material tradicional. Tomislav Radovanovic ha tardado cinco años en levantar este peculiar inmueble que espera que sea incluido en el libro Guinness de los récords mundiales, según informa una agencia de noticias serbia.

A este profesor jubilado de la ciudad serbia de Kragujevac, situada 130 kilómetros al sur de Belgrado, se le ocurrió la idea de diseñar el singular hogar de 60 metros cuadrados después de mantener una charla con sus alumnos sobre la construcción alternativa.

Radovanovic coloca las botellas de una de las paredes exteriores del inmueble.

Radovanovic coloca las botellas de una de las paredes exteriores del inmueble.

De esta manera, decidió hacer las paredes exteriores con botellas de cerveza de dos litros y los tabiques interiores con recipientes de un litro. El resto de la casa (canalones, muebles, azulejos, ventanas, etc.) ha sido realizada a base del material PET, un embalaje de plástico reciclado. Todo a excepción de las paredes del baño, que están recubiertas de tapones de botellas.

Radovanovic y sus alumnos recogieron de los vertederos casi todos los materiales que conforman la casa. Esto ha hecho que el desembolso del proyecto haya sido muy reducido. "La casa es confortable y prácticamente no me ha costado nada", indica Radovanovic subrayando que las botellas son aislantes térmicos muy buenos. Además, "en caso de seísmo, preferiría estar en esta casa que en un edificio en ladrillos", declara a la agencia de noticias Tanjug.

"El pasado 20 de junio envié por correo una invitación a la representación de Guinness de Londres y espero que vengan a ver la casa", dice Radovanovic al mismo tiempo que asegura que aún no ha terminado su obra. Actualmente, está pensando qué hacer con las 10.000 botellas que aún le quedan y que diariamente todavía le llevan sus ex alumnos.

Fuente:

El Mundo

11 de septiembre de 2011

El insólito caso de la playa de vidrio

Durante 18 años, de 1949 a 1967, los residentes de la zona de Fort Bragg, en el condado de Mendocino en California, utilizaron el océano como basurero, arrojando sus desperdicios al mar en la hoy llamada Glass Beach -playa de vidrio- , pero que en esos tiempos se llamaba The Dumps- los vertederos-

En 1967, el comité de calidad del agua de la costa norte de Estados Unidos prohibió que se siguieran arrojando desperdicios al mar y cerraron el lugar. Estuvieron hasta el año 2002 limpiando la playa. El resultado de todos los años de contaminación dio fruto al nombre de la playa, Glass Beach, ya que el mar todo este tiempo estuvo puliendo y devolviendo a tierra las miles de toneladas de vidrio. Ahora el lugar es un Parque estatal y está prohibido retirar vidrios, ya que quieren que estos queden en el lugar como evidencia de los años de abuso.

Enlace

29 de octubre de 2010

Beber agua embotellada mata al planeta

Alguna vez platicabamos en este blog la falsedad implícita en la típica imagen publicitaria de una niña ataviada con outfit deptortivo que bebe plácida y pseudo saludablemente una botella de agua, como si realmente le importara su salud personal y el bienestar del medioambiente. Sin embargo, se ha comprobado que el consumo de agya embotellada es uno de los peores hábitos para la salud del planeta. Esta industria, además de ser altamente nociva pare el medioambiente te vende su producto a un costo promedio que rebasa en un 200% el costo real del agua potable, ya incluido un margen razonable de ganancia.

Se ha comprobado que la industria del agua embotellada, en su mayoría ligada a las transnacionales refresqueras consume millones de barriles de petróleo en la producción de los envases, esto sin considerar los costos ambientales de la transportación regional de estos productos. Además, muchas de estas compañías se han distinguido por comprar miles de manantiales alrededor del mundo para proveerse del líquido vital, marginando a las comunidades locales de diversos países de poder aprovechar estas fuentes de agua que por antiguedad, y sentido común, les pertenecen, o que al menos deberían de tener un acceso prioritario a ellos. Tal es el caso de Coca Cola Company, la cual para abastecer su marca de agua Ciel en México y algunos países de centroamérica, ha adquirido decenas de manatiales en la zona del sureste mexicano, en los estados de Chiapas, Yucatán, y Quintana Roo.

Por si no fueran suficiente los anteriores argumentos, las botellas de plástico deshechadas, entre las cuales las de agua son bastante populares, contribuyen significativamente a la acumulación de basura en el mundo, y por cierto una buena parte de ellas termina alimentando el bizarro
vórtice de plástico en el Oceáno Pacífico. Y a pesar de todos estos factores las grandes compañías proyectan en el público, en un gesto bastante cínico, la imagen de que beber su agua embotellada representa uno de los hábitos más saludables y ecológicamente comprometidos.

De acuerdo con la investigación de Annie Leonard plasmada en el micro documental “La historia del Agua Embotellada”, pieza que incluimos al final de este artículo, el 30% del agua que se vende dentro de botellas de plástico con etiquetas vistosas y millonarias campañas de marketing, proviene del grifo. En otras ocasiones se ha comprobado que la verdadera calidad del agua “industrial” resulta menor al agua que proviene del sistema de tuberías. De acuerdo con la misma fuente, el 80% de los envases terminan en rellenos sanitarios y no sólo no serán reciclados sino que tradarán siglos en desintegrarse.

Afortunadamente en los últimos tres años han tomado fuerza diversas campañas e iniciativas que denuncian los verdaderos efectos del consumo de agua embotellada. En Canadá se organiza anualmente el “Día sin tomar agua en botella”, movimiento dedicado a concientizar a la población sobre las consecuencias de esta práctica. Mientras que en una ciudad de Australia, se ha probido por completo el consumo de este producto luego de comprobarse los costos medioambientales que ocasionaba. En Paris el gobierno local instaló una fuente de agua con gas en el que las personas pueden ir a abastecerse en forma gratuita para incentivar la cultura de reutilizar envases y evitar la compra cotidiana de agua embotellada. En San Francisco, el propio alcalde Gavin Newsom, decretó una prohibición para adquirir este producto con dinero público por considerarlo un gasto inecesario y perjudicial para el ambiente.

En Ecoosfera te sugerimos que si vives en un país en el que el agua de grifo es aceptable, recurras a esta fuente para abastecerte durante el día. En caso contrario puedes recurrir a diversos métodos naturales de purificación de agua, desde hervirla, hasta alternativas como la
purificación utilizando nopal (un tipo de cáctus), u otras muchas variedades que pronto compartiremos aquí. Esperamos que este sea un frente más en la lucha por desplatificar nuestra polimérica sociedad.

¿Y después de leer estas líneas, aún crees que te ves muy cool y saludable bebiendo agua embotellada?







Fuente:

Ecoosfera

13 de septiembre de 2010

Campaña Viral: Colabora para que Lima no sea un desierto

Un biólogo peruano ha lanzado una campaña viral para encontrar métodos para ahorrar agua



Miguel Figueroa, MuralMotiva en YouTube, nos muestra cómo ahorrar agua


Miguel Figueroa da algunos datos sobre las botellas de plástico

(Reportube) El biólogo y cuentista Miguel Figueroa (El Blog de Yana) nos da algunos datos para conservar nuestro medio ambiente frente al calentamiento global.

Por ejemplo nos recomienda que dentro de los tanques de nuestros inodoros pongamos botellas llenas de agua para poder ahorrar un aproximado de 2,190 litros al año por persona. También nos comenta que las botellas de plástico generan demasiada contaminación, y aunque sean reciclables muy pocas personas saben cómo hacerlo bien.

Fuente:

El Comercio (Perú)

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