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13 de junio de 2012

Hallan agujeros negros que crecen más rápido que sus galaxias


Agujeros Negros

El Observatorio Chandra de Rayos X de la NASA ha encontrado dos agujeros negros supermasivos que crecen a un ritmo más rápido que sus galaxias. Este hallazgo, que será publicado en 'The Astrophysical Journal', desafía a las teorías actuales que señalan que estos agujeros negros crecen en el centro de las galaxias y al mismo ritmo que  éstas.
   
Según ha informado la agencia espacial estadounidense, estos agujeros negros se han encontrado en dos galaxias cercanas, conocidas como NGC 4342 y NGC 4291. En estas galaxias sus agujeros negros gigantes tienen un tamaño de entre 10 a 35 veces más masivo de lo que deberían ser, comparado con la situación de su entorno.
   
Además, las observaciones de Chandra también muestran que los halos, o 'envoltorios' masivos de materia oscura, pedecen un 'sobrepeso'. Así, este estudio sugiere que los dos agujeros negros supermasivos y su evolución están atados a los halos de materia oscura y no crecen al ritmo de las protuberancias galácticas.
   
Según este punto de vista, los agujeros negros y halos de materia oscura no sufrirían 'sobrepeso' sino que sería la masa total en las galaxias la que estaría demasiado baja.
   
El experto del centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica, Akos Bogdan, ha indicado que "este trabajo facilita una evidencia más sobre el vínculo existente entre dos de los fenómenos más misteriosos y más oscuros de la astrofísica, los agujeros negros y la materia oscura, en estas galaxias".
   
NGC 4342 y NGC 4291 están, en términos cósmicos, cerca de la Tierra, concretamente a una distancia de 75 millones y 85 millones de años luz, respectivamente.

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30 de mayo de 2012

Salen dos chorros del corazón de la Vía Láctea

Las dos burbujas de rayos gamma, con los chorros en el interior.| CFA
Las dos burbujas de rayos gamma, con los chorros en el interior
El corazón de la Vía Láctea sigue activo, aunque sus latidos sean muy esporádicos. Los astrónomos han identificado dos chorros a propulsión de rayos gamma que han salido, en direcciones opuestas, del agujero negro supermasivo que tiene en su centro galáctico, conocido como Sagitario A.

Los chorros, según publican en la revista 'Astrophysical Journal' los investigadores del Smithsonian Harvard Center of Astrophysical, bajo la dirección el chino Meng Su, debieron producirse hace un millón de años, que en tiempos astronómicos es muy poco. "Su detección nos dice que el núcleo galáctico estaba activo hace relativamente poco tiempo", señala Su en un comunicado de su universidad.

Las dos ráfagas fueron detectadas por el telescopio espacial Fermi de la NASA, y se extienden a lo largo de 27.000 años luz encima y debajo del plano galáctico. Son las primeras de rayo gamma que se han detectado y se relacionan con unas misteriosas burbujas, también de rayos gamma, que el mismo telescopio detecto en 2010 y también ocupan unos 27.000 años luz, desde el centro de la Vía Láctea.

"Puede ser que el disco central se haya torcido en espiral hacia el agujero negro, debido a su fuerza de atracción", afirma Douglas Finkbeiner, también coautor de la investigación.

Los chorros se produjeron cuando el plasma fue arrojado hacia fuera del núcleo de la galaxia pero, como si fuera un sacacorchos, permanecía firmemente sujeto por el campo magnético. Los astrónomos creen que las burbujas se formaron debido al viento que soplaba la materia caliente hacia el exterior.

Este hallazgo reabre la cuestión de la actividad de la Vía Láctea ahora y en el pasado. Como mínimo, los chorros comenzaron hace 27.000 años, pero pueden haber persistido mucho tiempo. Para que vuelvan a activarse, según Finkbeiner, sería necesario una gran cantidad de materia: sus estimaciones apuntan que se requeriría una masa molecular que pesara unos 10.000 soles.

"Para empujar 10.000 soles fuera del agujero negro habría un truco. Estos agujeros son sucios tragadores de materia estelar que luego arrojarían, accionando los chorros", señala el investigador.

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El Mundo Ciencia

22 de febrero de 2012

Un huracán cósmico en un agujero negro

Recreación artística del sistema 'IGR J17091-3624'. | NASA/CXC/M.Weiss

Recreación artística del sistema 'IGR J17091-3624'. | NASA/CXC/M.Weiss

El observatorio Chandra de rayos X de la NASA ha captado fuertes vientos en la región de un agujero negro con masa estelar. La recreación artística realizada por la agencia espacial estadounidense muestra un sistema binario que contiene un agujero negro con masa estelar denominado 'IGR J17091-3624', o 'IGR J17091'. La fuerte gravedad del agujero negro, a la izquierda, está apartando gas de la estrella, a la derecha.

Este gas forma un disco de gas caliente alrededor del agujero negro. La velocidad de este viento, es según la NASA, la más alta que se ha observado en un disco de gas de estas características y es diez veces superior a lo que se había registrado con anterioridad. La velocidad es de 20 millones de millas por hora (unos 32 millones de kilómetros por hora) o un 3% la velocidad de la luz

Estos agujeros negros con masa estelar se originan cuando estrellas extremadamente masivas colapsan y normalmente tienen entre cinco y diez veces la masa del Sol.

Los científicos de la NASA creen que este viento que procede de un disco de gas que rodea el agujero negro, podría llevar mucho más material que el que el agujero negro está capturando.

Sistema binario

"Esto es como el equivalente cósmico de vientos de un huracán de categoría cinco", señala Ashley King de la Universidad de Michigan, en un comunicado difundido por la NASA. "No esperábamos ver unos vientos tan fuertes en un agujero negro como este", explica.

La velocidad del viento en el agujero conocido como IGR J17091 es equivalente a la de algunos de los vientos más rápidos generados por agujeros negros supermasivos, que son millones o incluso miles de millones de veces más masivos.

IGR J17091 es un sistema binario en cuya estrella central, equivalente a nuestro sol, orbita el agujero negro. Se encuentra en el saliente de la Vía Láctea a unos 28.000 años luz de la Tierra.

"Contrariamente a la percepción popular de que los agujeros absorben toda la materia a la que se acerca, creemos que hasta el 95% del material que hay en el disco alrededor de IGR J17091 es expulsado por el viento", afirma King.

Como curiosidad, los expertos explican que a diferencia de los vientos de los huracanes en la Tierra, el viento de IGR J17091 sopla en muchas direcciones diferentes.

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El Mundo Ciencia

15 de febrero de 2012

Hubble encuentra la reliquia de una galaxia desmembrada

Galaxia
Foto: NASA

El Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha encontrado un cúmulo de estrellas azules jóvenes que rodean el primer agujero negro de masa intermedia descubierto. La presencia del cúmulo de estrellas sugiere que el agujero negro fue, alguna vez, el núcleo de una galaxia enana ahora desintegrada. El descubrimiento del agujero negro, y el cúmulo de estrellas, tiene implicaciones importantes para entender la evolución de los agujeros negros supermasivos y las galaxias.

"Por primera vez, se dispone de información sobre el medio y el origen de este agujero negro de peso medio", ha afirmado el investigador del Centro Harvard-Smithsoniano para la Astrofísica, Mathieu Servillat.

Los astrónomos saben cómo colapsan las estrellas masivas formando agujeros negros de masa estelar (unas 10 veces más pesados que nuestro sol), pero desconocen cómo se forman los agujeros negros supermasivos (como el que se encuentra en el centro de la Vía Láctea) en los núcleos de las galaxias, una teoría es que los agujeros negros supermasivos se forman a partir de la fusión de agujeros negros de masa intermedia.

El autor principal de la investigación, Sean Farrell, del Instituto de Astronomía de Sydney, en Australia, ha descubierto este agujero negro inusual en el año 2009, mediante el telescopio espacial de rayos X, XMM-Newton, de la Agencia Espacial Europea. Conocido como HLX-1, el agujero negro pesa 20.000 masas solares, y se encuentra hacia el borde de la galaxia ESO 243-49, a 290 millones de años luz de la Tierra.

Farrell y su equipo observaron el HLX-1, simultáneamente, con el observatorio Swift de la NASA, y el Hubble. La intensidad y el color de la luz mostraron un cúmulo de estrellas jóvenes rodeando el agujero negro el Hubble no pudo captar las estrellas individualmente, por lo que el grupo sospecha que están demasiado lejos.

El equipo de Farrell detectó luz azul proveniente del gas caliente alrededor del agujero negro, y también detectó luz roja producida por gas mucho más frío, que proviene probablemente de las estrellas. Los modelos informáticos sugieren la presencia de un grupo joven y masivo de estrellas que rodean el agujero negro.

Tales cúmulos jóvenes de estrellas se ven comúnmente en galaxias cercanas, pero no en la situación donde se encuentra el HLX-1. La mejor explicación es que el HLX-1 era el agujero negro central de una galaxia enana que fue absorbida por el choque con una galaxia mayor -al mismo tiempo, nuevas estrellas jóvenes se formaron en el encuentro. Según Farrell y Servillat, el cúmulo de estrellas debe ser inferior a 200 millones de años, lo cual significa que la mayor parte de estas estrellas se formaron después de la colisión.

El futuro del agujero negro es incierto en este momento, depende de su trayectoria, que es actualmente desconocida. "Este agujero negro es el único agujero negro de masa intermedia encontrado hasta ahora. Su rareza sugiere que estos agujeros negros son accesibles por un corto período tiempo", concluye Servillat.

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Europa Press

12 de enero de 2012

Identificado el momento de la explosión de material de un agujero negro

Está situado a 28.000 años luz de la Tierra, en la constelación del Escorpión, y fue descubierto en 1977.


Recreación del momento llevada a cabo por la NASA nasa.gov

Un grupo internacional de astrónomos, con presencia de investigadores de la Universidad de Barcelona (UB), ha podido determinar el momento en qué se han emitido grandes masas de materia a velocidad cercana a la luz desde la región que envuelve a un agujero negro.

Este descubrimiento, en el que han participado el investigador Simone Migliari, del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB) y del Departamento de Astronomía y Meteorología, es el resultado del seguimiento de este fenómeno producido en un sistema binario formado por un agujero negro y la estrella que le acompaña.

Estas observaciones se hicieron en 2009 mediante el conjunto de radiotelescopios de línea de base muy larga y el observatorio espacial de la NASA, el explorador temporizador de rayos X Rossi, ha informado la UB.

Los científicos creen que estos proyectiles de plasma proceden de una región cercana al denominado "horizonte de sucesos" del agujero negro, es decir, el punto a partir del cual nada puede escapar.

Según Simone Migliari, "el estudio de la variabilidad rápida de rayos X es como abrir una ventana a los fenómenos más cercanos a los agujeros negros".

Las observaciones simultáneas permiten asociar variaciones específicas de rayos X con la proyección de materia a gran velocidad observada en la banda de radio.

En este trabajo, liderado por el investigador James Miller-Jones, de la Universitat de Curtin (Australia), y que se ha presentado en el encuentro anual de la Sociedad Astronómica Americana, celebrado estos días en Texas, los astrónomos han estudiado un sistema de agujero negro denominado H1743-322, situado a 28.000 años luz de la Tierra, en la constelación del Escorpión, y que desde que fue descubierto, en 1977, ha explotado en diversas ocasiones.

Los agujeros negros en sistemas binarios atrapan material de sus compañeros y forman un disco de material que rota en torno a él, a gran velocidad.

Como consecuencia, la materia se comprime y se calienta lo suficiente por medio de rayos X. También emiten rayos de flujo constante de materia que son lanzados en dirección perpendicular al disco.

En ocasiones desaparecen y se producen eyecciones energéticas en que se expulsa material a velocidades cercanas a la de la luz, como las que se han estudiado en este trabajo.

Estos fenómenos pueden producir tanta energía en una hora como la que emite el Sol en cinco años. Además, como se ha podido comprobar en el estudio, van acompañados de cambios en la emisión de rayos X y en el espectro de radio de manera correlacionada.

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La Vanguardia Ciencia

16 de diciembre de 2011

Una nube de polvo y gas avanza veloz hacia el agujero negro de la Vía Láctea

Agujero negro
Foto: ESA

Un equipo de astrónomos dirigido por Reinhard Genzel, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE), ha descubierto un nuevo objeto que se acerca con rapidez al agujero negro de la Vía Láctea. Los expertos sospechan que se trata de una nube de polvo y gas ionizado con una masa, aproximadamente, tres veces superior a la de la Tierra.

El estudio señala que, en los últimos siete años, la velocidad de este objeto se ha casi duplicado, alcanzando los ocho millones de kilómetros por hora. Se encuentra en una órbita muy alargada y, a mediados de 2013, pasará a una distancia de sólo 40 millones de kilómetros del horizonte de sucesos del agujero negro, a una distancia de aproximadamente 36 horas-luz, un encuentro muy cercano con un agujero negro supermasivo, en términos astronómicos.

Entre los datos estudiados también se señala que es mucho más frío que las estrellas circundantes (tiene una temperatura de 280 grados Celsius), y está compuesto principalmente de hidrógeno y helio. Además, la nube brilla bajo la fuerte radiación ultravioleta de las estrellas calientes que tiene alrededor.

La densidad de la nube es mucho mayor que la del gas caliente que rodea al agujero negro; pero a medida que la nube se acerca cada vez más a éste, el aumento de la presión externa la comprime. Al mismo tiempo, el enorme tirón gravitatorio del agujero negro, que tiene una masa de cuatro millones de veces la del Sol, continuará acelerando el movimiento atrayendo a la nube hacia su órbita.

El autor principal del artículo, Stefan Gillessen, ha indicado que "la imagen de un astronauta que se acerca a un agujero negro y se extiende hasta parecerse a un spaguetti es familiar en la ciencia ficción; pero ahora se podrá comprobar lo que sucede de verdad a esta nube recién descubierta". "No va a sobrevivir a la experiencia", ha apuntado y ha añadido que "los bordes de la nube ya están comenzando a deshacerse, y se espera que se deshagan por completo durante los próximos años".

Los astrónomos también esperan que la temperatura del nuevo objeto aumente, ya que se acercará al agujero negro en el 2013 y, probablemente, comience entonces a emitir rayos-X. En la actualidad existe poco material cercano al agujero negro, así que el recién llegado será el combustible dominante que lo alimente en los próximos años.

Una explicación para la formación de la nube es que el material se originó a partir de las cercanas estrellas masivas jóvenes, que pierden masa debido a los fuertes vientos estelares. "Los próximos dos años serán muy interesantes ya que proporcionarán información muy valiosa sobre el comportamiento de la materia en torno a estos objetos masivos", ha concluido Genzel.

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Europa Press

7 de diciembre de 2011

Los mayores agujeros negros encontrados hasta la fecha

Imagen que muestra el enorme tamaño de uno de los agujeros negros. | Nature

Imagen que muestra el enorme tamaño de uno de los agujeros negros. | Nature

Un grupo de investigadores de EEUU han descubierto los dos mayores agujeros negros supermasivos que se han encontrado hasta la fecha. El hallazgo ha sido publicado en la revista científica 'Nature'.

Los agujeros negros son mucho más grandes de lo que esperaban los científicos gracias a las extrapolaciones hechas a partir de las observaciones de las características de la galaxia anfitriona. Estos resultados sugieren que los procesos que influyen en el crecimiento de las mayores galaxias y sus agujeros negros difieren de aquellos que influyen en las galaxias más pequeñas.

Se cree que todas las galaxias masivas con un componente esferoidal albergan agujeros negros supermasivos en sus centros. Las fluctuaciones de luminosidad y de brillo de los quásares en el Universo temprano sugieren que algunos son alimentados por agujeros negros con masas más de 10.000 millones de veces mayores que nuestro sol.

Sin embargo, el agujero negro más grande conocido hasta ahora, perteneciente a la galaxia elíptica gigante Messier 87, tiene una masa de 6.300 millones de masas solares.

El autor principal del trabajo, Ma-Chung Pei, y sus colegas han llegado a estas conclusiones tras la medición de los datos de dos galaxias cercanas, NGC 3842 y NGC 4889. revelan que el mayor agujero negro supermasivo que existen. La galaxia NGC 3842 tiene un agujero negro central con una masa de 9.700 millones de masas solares y la NGC 4889 tiene un agujero negro con una masa comparable o mayor.

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El Mundo Ciencia

21 de noviembre de 2011

Los astrónomos reconstruyen la historia de un agujero negro



Stephen Hawking apostó contra la existencia de tal objeto en Cygnus X-1.



Ilustración del agujero negro Cygnus X-1 tragando materia de la estrella con la que forma un sistema binario.- NASA | CXC | M.WEISS

Tres equipos de astrónomos han logrado determinar la masa, la rotación y la distancia a la Tierra de un agujero negro especialmente famoso, Cygnus X-1, y con esos parámetros han reconstruido su historia. El objeto tiene casi 14,8 veces la masa del Sol, gira 800 veces por segundo y está a 6.070 años luz de aquí. Fue identificado como candidato a agujero negro hace casi cuatro décadas, pero entonces el gran especialista Stephen Hawking no estaba convencido y, en 1974, apostó con un colega y amigo, el físico teórico estadounidense Kip Thorne, a que no se trataba de tal objeto. Perdió. En 1990, cuando ya se habían hecho más observaciones de Cygnus X-1, el físico británico aceptó la derrota. Fue una de las varias apuestas que Hawking y Thorne han hecho sobre cuestiones científicas.

Una vez aceptado como tal, el objeto no perdió interés, al contrario. Cygnus X-1 es un agujero negro estelar, es decir, que se ha formado por el colapso de una estrella masiva, y forma un sistema doble con otro astro. Ahora, los tres grupos de astrónomos, que han trabajado con telescopios en tierra y en el espacio, presentan sus conclusiones complementarias en tres artículos publicados en The Astrophysical Journal. "La nueva información nos proporciona pistas sólidas acerca de cómo se formó el agujero negro, su masa y su velocidad de rotación, y es emocionante, porque no se sabe mucho acerca del nacimiento de un agujero negro", señala Mark Reid, líder de uno de los equipos, en un comunicado del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (EE UU). El horizonte de sucesos (la frontera de no retorno de la materia que cae en un agujero negro) gira en este más de 800 veces por segundo, muy cerca del máximo calculado.

Otro dato importante es la edad: tiene unos seis millones de años, según estudios de la estrella compañera y modelos teóricos. Por tanto, es relativamente joven en términos astronómicos, y no ha tenido mucho tiempo para tragarse suficiente materia de su entorno como para acelerar su rotación, por lo que Cygnus X-1 debió nacer ya girando muy rápido. Además, debió formarse prácticamente con la misma masa que tiene ahora, 14,8 veces la del Sol. "Ahora sabemos que es uno de los agujeros negros estelares más masivos de la galaxia y gira más rápido que cualquier otro que conozcamos", afirma Jerome Orosz (San Diego State University). El telescopio espacial de rayos X Chandra, de la NASA, ha sido clave en esta investigación.

"Como no puede escapar de un agujero negro más información, su masa, rotación y su carga eléctrica supone la descripción completa", dice Reid. "Y la carga de este agujero negro es casi cero".

Un tercer equipo, gracias a los radiotelescopios sincronizados del sistema VLBA, ha logrado precisar la distancia de Cygnus X-1 (dato esencial para determinar la masa y la rotación), así como el desplazamiento del objeto en el espacio. Resulta que el agujero negro se mueve muy despacio respecto a la Vía Láctea, lo que significa que no recibió impulso al formarse. Este dato apoya la hipótesis según la cual este objeto no se formó en una explosión de supernova (cuando una estrella supermasiva ha consumido todo su combustible), que habría dado ese impulso y llevaría mucha más velocidad. Debió ser un colapso estelar, sí, pero sin explosión, lo que dio origen al agujero negro en cuestión. En cuanto a la distancia, antes de estas nuevas medidas que la han fijado en 6.070 años luz, se estimaba entre 5.800 y 7.800 años luz, indican los expertos del National Radio Astronomy Observatory (que opera el VLBA).

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El País Ciencia

16 de septiembre de 2011

través del Stargate: viaje al interior de un agujero negro

El insondable misterio de los agujeros negros --¿portales dimensionales, fábricas de universos, atajos cósmicos?-- es abordado en un viaje de matemáticas psicodélicas, hacia lo más profundo de la madriguera del conejo ontológico, donde yacen los secretos de la creación.

Los agujeros negros probablemente sean el misterio más grande del universo, la región que trasciende la luz física y la luz del entendimiento, singularidades que ponen en jaque nuestra descripción de la realidad. Como la muerte para la biología –el punto en el cual sólo queda el silencio–, los agujeros negros para la cosmología constituyen la gran frontera. Y al mismo tiempo ejercen una fascinación casi mística –como la vagina de una diosa sideral– evocando todo tipo de teorías, ¿son agujeros de gusano para viajar en el tiempo o hacia otros universos? ¿son máquinas cósmicas en las que se crean otros universos? ¿son la raíz abstracta de la divinidad… la pijama negra de Brahma?

Pocas personas en el planeta han estudiado más a los agujeros negros e imaginado su significado, desde la física y la filosofía, que el profesor Andrew Hamilton de la Universidad de Colorado. Hamilton no sólo se ha internado en las ecuaciones de la mecánica cuántica y de la relatividad que confluyen en la singularidad de un agujero negro, se ha internado también, vía la imaginación y las simulaciones computarizadas –de regreso al vientre cósmico— a través de estos extraños objetos que desafían las leyes de la física creando una serie de modelos visuales de lo que teóricamente sucede al interior del hermético horizonte de sucesos –algo que equivale a intentar viajar al vórtice de la muerte y regresar con imágenes de lo que hay del otro lado.



Journey into and through a Reissner-Nordström black hole from Andrew Hamilton on Vimeo.


Básicamente los agujeros negros son objetos que han colapsado en sí mismos, creando una succión gravitacional tan intensa que su interior se separa del resto del universo. El límite exterior de un agujero negro, conocido como un horizonte de eventos, es un punto sin retorno. Una vez dentro, nada, ni siquiera la luz, puede escapar. En su centro hay una especie de núcleo conocido como singularidad que es infinitamente pequeño y denso (una descripción que cabe para el instante antes del Big Bang), lo cual desafía las leyes de la física. Un lugar donde nada puede escapar, es un lugar donde tampoco podemos mirar.

Este interior, como el silencio de Wittgenstein, es el reino de lo extraordinario, de lo místico. Hamilton imagina en la entrada de un agujero negro una cascada de tiempo-espacio derramándose sobre el horizonte de eventos hacia una zona interna en la que “toda la luz y la materia que ha caído desde el inicio del universo al agujero negro se amontona en una tremenda colisión, generando un remolino de energía y un rayo de luz enceguecedor, infinitamente brillante”, ( para aquellos que describen una luz al final del tunel, cuando coquetan con la muerte, más allá esta meta-luz brilla como millones de soles al final del universo, en su eternidad instántanea).

Los agujeros negros podrían ser de las primeras estructuras del universo, influyendo la formación de galaxias como la nuestra. Se cree que todas las galaxias de un tamaño considerable albergan agujeros negros gigantes en su centro (miles de millones de veces la masa de nuestro sol). Agujeros negros más pequeños (típcamente del peso de vario soles) son el resultado de la muerte explosiva de estrellas ultrabrillantes (como si fueran los portales del espíritu de estos astros); en nuestra galaxia existen unos 100 millones de estos objetos.

Hamilton cree que los agujeros negros son como baúles del tesoro en los que yacen los secretos fundamentales del cosmos, incluyendo posiblemente el secreto de la creación del universo. Este astrofísico considera que un agujero negro puede ser concebido como el reverso del Big Bang. En vez de explotar hacia afuera de un punto infinitesimal, vomitando la materia y la energía y el espacio para dar a luz al cosmos, un agujero negro jala y comprime todo hacia dentro en un único punto de infinita densidad. Y en un agujero negro o en un Big Bang, ese punto último –la singularidad– es donde todo empieza y donde todo parece terminar. La diferencia que desborda la conciencia de impliaciones, es que el Big Bang ocurrió hace 13.7 mil millones de años y los agujeros negros son abundantes y prácticamente ubicuos, están aquí. Es decir, podríamos estar viviendo en una insondable red de universos, o multiverso que no podemos comprender del todo, pero que en cierta forma nos atraviesa, nos entreje ontológicamente.



Journey into a Schwarzschild black hole (plain) from Andrew Hamilton on Vimeo.



Lea el artículo completo en:

Pijama Surf

1 de septiembre de 2011

Descubren los agujeros negros supermasivos más cercanos a la Tierra

Composición de rayos X e imágenes del telescopio Hubble. | Afp

Composición de rayos X e imágenes del telescopio Hubble. | Afp

Los astrónomos han descubierto el primer par de agujeros negros supermasivos en una galaxia espiral similar a la Vía Láctea a unos 160 millones de años luz, por lo que se convierten en los más cercanos a la Tierra conocidos hasta ahora, según ha informado la NASA.

Los agujeros negros se encuentran cerca del centro de la galaxia espiral NGC 3393 y fueron identificados gracias a las observaciones realizadas por el observatorio de rayos-X Chandra.

Los científicos han calculado que ambos están separados por tan sólo 490 años luz, por lo que creen que pueden ser el remanente de la fusión de dos galaxias de masa desigual que se produjo hace más de mil millones de años.

"Si esta galaxia no estuviera tan cerca, no habríamos tenido ninguna posibilidad de ver por separados los dos agujeros negros como los hemos visto", dijo Pepi Fabbiano del Centro de Atrofísica Harvard-Smithsonian (CfA) en Cambridge (Massachusetts).

"Esta galaxia está justo delante de nuestras narices en lo que se refiere a los estándares cósmicos, por lo que nos hace preguntarnos cuántas de estas parejas de agujeros negros nos hemos estado perdiendo", señaló en una nota de prensa difundida por la NASA.

Las observaciones anteriores en frecuencia rayos-X y en otras longitudes de onda hacían creer que había tan sólo un agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia NGC 3393.

No obstante, una mirada de largo alcance realizada con los potentes instrumentos de Chandra permitieron a los investigadores detectar y separar los agujeros negros.

Los agujeros negros son objetos tan densos que la fuerza de la gravedad que generan no deja escapar nada que cae en su campo de acción. Algunos pueden tener un tamaño "estelar" y se supone que proceden de la explosión de una supernova, pero otros tienen un tamaño equivalente al de miles de millones de soles y se denominan "supermasivos".

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El Mundo Ciencia

3 de agosto de 2011

El telescopio espacial "Chandra" capta nítidas imágenes de gas fluyendo hacia un agujero negro

El telescopio espacial "Chandra" capta nítidas imágenes de gas fluyendo hacia un agujero negro

El observatorio orbital "Chandra" de la NASA captó por primera vez imágenes nítidas de gas fluyendo hacia un agujero negro, lo que ayudará a los astrofísicos a entender cómo crecen los agujeros negros y cómo se comporta la materia en condiciones de un campo gravitatorio extremadamente intenso, informó la NASA.

El agujero negro supermasivo que ha sido objeto de atención de "Chandra" se encuentra en el centro de la galaxia NGC 3115, situada a 32 millones de años luz de la Tierra. Los datos anteriores demostraban que ese agujero negro absorbía materia pero no había pruebas directas de ese efecto.

Durante las observaciones del comportamiento del gas caliente a diversas distancias del centro de la galaxia, un grupo de astrónomos encabezado por Ka-Wah Wong de la Universidad de Alabama (EEUU) encontró el límite crítico tras el cual el gas empezaba a moverse, dominado por la gravedad del agujero negro, y caía hacia su interior. Esa distancia recibió el nombre de "radio de Bondi", o radio de la atracción gravitatoria.

A medida que el gas fluye hacia el agujero negro se comprime, se calienta y aumenta de brillo. Las observaciones mostraron que la temperatura del gas comienza a crecer a una distancia de 700 años de luz del agujero negro, lo que permitió determinar el "radio de Bondi".

La masa del agujero negro en el centro de NGC 3115 supera 2.000 millones de veces la masa del Sol. Es el agujero negro más cercano a la Tierra con esa masa.

Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista "Astrophysical Journal Letters".

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RIA Novosti

Noticias relacionadas

16 de junio de 2011

La NASA descubre que los agujeros negros eran comunes en los principios del Universo

Especial: Astronomía

  • Nuevos descubrimientos demuestran que los agujeros negros jóvenes crecieron con mayor rapidez de lo que se pensaba.
  • Entre el 30 y 3l 1005 de las galaxias contienen un agujero negro supermasivo que se está expandiendo a gran velocidad.

Científicos de la NASA estadounidense encontraron pruebas directas de que los agujeros negros eran comunes en los principios del Universo, gracias a las fotografías tomadas por el Observatorio de rayos-X Chandra.

Este descubrimiento muestra que los agujeros negros jóvenes crecieron con mayor rapidez de lo que se pensaba hasta ahora, a la par que el crecimiento de las galaxias que los albergan.

Chandra escrutó durante seis semanas una zona del cielo determinada y los astrónomos obtuvieron los resultados combinados de las imágenes ópticas e infrarrojas que, combinados con imágenes del Telescopio Espacial Hubble, permitieron buscar agujeros negros en 200 galaxias distantes.

"Hasta ahora, no teníamos idea del papel de los agujeros negros en estas primeros galaxias, o si existían", señaló Ezequiel Treister de la Universidad de Hawai y autor principal de un estudio que publica esta semana la revista Nature.

"Ahora sabemos que están allí, y están creciendo frenéticamente", señaló el científico.

Las observaciones mostraron que entre el 30 y el 100% de las galaxias distantes contienen un agujero negro supermasivo creciente.

Extrapolando estos resultados a observaciones más pequeñas del cielo raso, se calcula que hay por lo menos 30 millones de agujeros negros supermasivos en el Universo temprano.

Fuente:

20 minutos

Un agujero negro se traga una estrella

Especial: Astronomía

El fenómeno, registrado el pasado 28 de marzo, generó un chorro de altísima energía


Ilustración del agujero negro en el proceso de romper una estrella que ha caído en el generando dos chorros de alta energía.- MARK GARLICK (UNIVERSITY OF WARWICK)

Un agujero negro, al parecer, se ha tragado una estrella, desgarrándola, en una galaxia que está a unos 3.800 años luz de la Tierra. El fenómeno ha generado un destello de altísima energía, en rayos X y rayos gamma, que debe ser un chorro orientado hacia la Vía Lactea, lo que ha permitido observar el brillo extremo producido. Es un fenómeno singular. Los expertos calculan que la emisión de rayos gamma que les dio la pista debió comenzar el 24 o 25 de marzo, sigue brillando y seguramente no se apagará hasta el año que viene. Dos equipos internacionales de astrónomos, con participación de españoles, lo han observado y estudiado y publican sus conclusiones en Science Express.

El fogonazo de rayos gamma fue detectado por el telescopio espacial Swift y los astrónomos consideraron que se trataba de un estallido producido por el colapso de una estrella, pero el 31 de marzo, Joshua S.Bloom, de la Universidad de California en Berkeley, sugirió a sus colegas que no se trataba de un estallido de rayos gamma típico (como los que se producen y detectan habitualmente en el cielo), sino que podría ser un chorro de alta energía generado al ser atrapada una estrella del tamaño del Sol por un agujero negro un millón de veces más masivo. Empezaron los análisis y las observaciones con más telescopios, incluido el Hubble y el Chandra (de rayos X). "Esto es realmente diferente de cualquier acontecimiento explosivo que hayamos visto antes", afirma Bloom en un comunicado de la Universidad de Berkeley. "Creemos que este acontecimiento fue detectado aproximadamente cuando alcanzó su máximo brillo".

"El escenario más plausible indica que el estallido podría deberse a la ruptura y caída hacia el agujero negro de una estrella próxima, aunque de momento se trata de una hipótesis", comenta Juan Carlos Tello, uno de los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) que participan en la investigación.

El estallido de rayos gamma, llamado Sw1644+57, es más prolongado que los normales y, además, está localizado en el centro de una galaxia, donde los astrónomos conjeturan que hay un agujero negro. Los científicos estiman que aproximadamente el 10% de la masa de la estrella tragada se convierte en energía emitida en rayos X o rayos gamma por el remolino de materia que cae en el agujero negro o por un chorro relativista de materia que, ha dado la casualidad en este caso, está apuntado hacia la Vía Láctea, y desde aquí los telescopios los ven prácticamente de frente.

El brillo extremo de este estallido se debe al hecho de que ilumina solo una pequeña fracción del cielo, ya que es un chorro, comentan los especialistas de la Universidad de Warwick (Reino Unido). "La única explicación que encaja en el tamaño, intensidad, escala de tiempo y nivel de fluctuación del fenómeno que hemos observado es que un agujero negro masivo justo en el centro de esa galaxia ha atraído a una gran estrella y la ha desgarrado por las fuerzas de marea. Entonces, el agujero negro en rotación crea dos chorros y uno de ellos apunta hacia aquí".

Fuente:

El País Ciencia

29 de mayo de 2011

¿Qué hay en el centro de nuestra Galaxia?

En la década de los 90, astrónomos alemanes del European Southern Observatory apuntaron sus telescopios al centro de la galaxia. Y, pacientemente, durante 16 años, registraron lo que allí ocurría. En 2008 mostraron el resultado, que gracias al método Time Lapse (mal llamado también cámara rápida en español), permite compactar en unos segundos aquel largo periodo de tiempo. Este es el impresionante vídeo:



Para apreciarlo mejor, en este otro vídeo han coloreado y "maquillado" las luces bailarinas:



Por si todavía no te has dado cuenta, las luces son estrellas. Y ese movimiento que tienen indica que se están desplazando enormes distancias a velocidades terribles rotando alrededor de un punto, el centro de la galaxia. ¿Puedes imaginar lo que supondría ver eso de cerca? Un espectáculo inimaginable. Y ¿qué es lo que convierte esa zona en una especie de remolino monstruoso? En la siguiente animación te lo explican:



En el centro de la Vía Láctea debe haber un masivo agujero negro alrededor del cual gira toda la galaxia, con nuestro sistema solar incluido, y de forma especialmente violenta las estrellas más cercanas. En esta otra animación puedes verlo con más detalle:



Impresionante, ¿no? Y ¿por qué algo así no salió en los informativos (allá por 2008) como se merece?

Si quieres ver el vídeo completo, pásate por
la web de la ESO.

Fuente:

El Blog de Centinel

13 de abril de 2011

Físicos demuestran como se deforma el espacio y el tiempo

Si un astronauta cayera en un agujero negro su cuerpo podría retorcerse como una toalla empapada o estirarse hasta el desgarro.


Cuando los agujeros negros chocan entre sí, el espacio circundante y el tiempo ondulan como si se tratara de un mar agitado durante una fuerte tormenta. Esta deformación del espacio y el tiempo es tan complicada que los físicos no han sido capaces de entender los detalles de lo que ocurre en ese momento. Hasta ahora. Un grupo de físicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) ha creado una simulación por ordenador para poder conocer qué es lo que ocurre en ese momento. Y es fascinante. Han concluido, por ejemplo, que si un astronauta cayera en un cierto punto de un agujero negro su cuerpo podría retorcerse como cuando se escurre una toalla empapada o estirarse hasta el desgarro. La investigación aparece publicada en la revista Physical Review Letters.

Físicos demuestran cómo se deforma el espacio y el tiempo
Caltech

«Hemos encontrado la forma de visualizar el espacio-tiempo deformado como nunca antes», afirma Kip Thorne, profesor de Física Teórica en el Instituto de Tecnología de California (Caltech). Thorne y sus colegas de Caltech, la Universidad de Cornell y el Instituto Nacional de Física Teórica en el sur de África combinaron la teoría ya conocida con simulaciones por ordenador para desarrollar herramientas conceptuales que han llamado líneas téndex y líneas de vórtice.

Gracias al uso de estas herramientas, han descubierto que las colisiones de un agujero negro pueden producir líneas de vórtice que forman una estructura en forma de rosquilla, y que se escapan de los agujeros negros como si fueran los círculos de humo que salen de un cigarro. Los investigadores también encontraron que estas líneas pueden desplazarse en espiral desde el agujero negro como el agua que sale disparada de un aspersor giratorio.

Astronauta desgarrado

Para explicarlo de forma sencilla, las líneas téndex describen las fuerzas gravitatorias causadas por el espacio-tiempo deformado sobre todo lo que encuentran a su paso. De esta forma, «las líneas téndex que salen de la Luna producen las mareas de los océanos en la Tierra», apunta David Nichols, el investigador de Caltech que acuñó el término. Su capacidad de estiramiento es tan fuerte que desgarraría a un astronauta que cayera a un agujero negro, una imagen terrible que la ciencia ficción ha recreado con más o menos fortuna.

Las líneas de vórtice, por otra parte, describen la torsión del espacio. Si el cuerpo de un astronauta está alineado con una línea de vórtice, éste acabaría retorcido de la misma forma que escurrimos una toalla empapada. «Cualquier cosa que cae en un vórtice se da la vuelta y la vuelta», explica Robert Owen, científico de la Universidad de Cornell y autor principal del estudio.

Según los investigadores, las líneas téndex y de vórtice proporcionan una forma nueva y poderosa de entender los agujeros negros, la gravedad y la naturaleza del universo.

Fuente:

ABC Ciencia

7 de abril de 2011

¿Cómo se puede escapar de un agujero negro?

Generalmente las partículas que se aproximan a los agujeros negros son capturadas en cuestión de milisegundos, pero una pequeña fracción podría tener la oportunidad de escapar. Así lo sugieren las últimas observaciones del satélite Integral de la Agencia Espacial Europea (ESA), con el que se han detectado partículas un milisegundo antes de quedar atrapadas.

Ahora los astrónomos han descubierto que esta caótica región está surcada por una compleja red de campos magnéticos, que presentan una compleja estructura en forma de túneles por los que algunas partículas logran huir del pozo gravitatorio. Por primera vez se ha identificado la presencia de estos campos gravitatorios tan cerca de un agujero negro.

Un equipo liderado por Philippe Laurent, investigador del CEA (Commissariat à l'énergie atomique) en Saclay (Francia), ha realizado el descubrimiento estudiando el sistema binario de Cygnus X-1, donde la gravedad del agujero negro está desmembrando la estrella que lo acompaña. Los resultados apuntan a que este campo magnético es suficientemente fuerte como para arrancar partículas del pozo gravitatorio y bombearlas hacia el exterior, proyectando un chorro de materia en el vacío del espacio. Las partículas que forman estos chorros ganan velocidad recorriendo trayectorias espirales, lo que afecta a una propiedad de la radiación conocida como polarización.

Fuente:

Muy Interesante

25 de febrero de 2011

¿Qué son los agujeros negros?

Hoy voy a hablar un poco de los agujeros negros, y de los conceptos totalmente equivocados que tiene la mayoría de la gente.




Las películas y series de TV nos suelen mostrar los agujeros negros como una especie de agujeros en el espacio, que se pueden atravesar y llegar a algún otro sitio o universo. Tal es el caso de la no muy conocida película de Disney, Abismo Negro, o de la saga Star Trek, donde el elemento principal de una de sus series, Espacio Profundo Nueve, es la existencia de un agujero de gusano estable que comunica con un sector inexplorado de la galaxia. En otras ocasiones, se nos presenta a los agujeros negros como una especie de sumidero que engulle de forma inevitable todo lo que se encuentra a varios años luz a la redonda.

Pero ¿qué es realmente un agujero negro? Para entender realmente lo que es un agujero negro, hay que tener muy claro el concepto de velocidad de escape. ¿Y eso qué es? Muy sencillo. Teniendo en cuenta la mecánica clásica que todos aprendimos en el cole, resulta que si lanzamos un objeto de forma vertical a la suficiente velocidad, en vez de caer al suelo pasado un tiempo, se alejará indefinidamente de la Tierra (suponiendo que no choque con algo, claro). Pues bién, esa velocidad límite es la velocidad de escape, y en la superficie de la Tierra es de aproximadamente 11,2 Km/s (unos 40.000 Km/h). Eso quiere decir que si lanzamos un objeto por debajo de esa velocidad, tarde o temprano caerá al suelo, pero si lo hacemos por encima de la misma, lo habremos puesto en órbita alrededor del Sol. Y si conseguimos que supere la velocidad de escape del Sistema Solar en la Tierra, pues se perderá en la inmensidad del espacio.

Imaginemos ahora que la Tierra tuviera mucha más masa (que "pesara" más, vamos). La velocidad de escape sería mayor, por supuesto. Imaginemos que la Tierra fuera mas pequeña, pero con la misma masa. Ocurriría lo mismo. Por tanto cuando más masivo y más pequeño es un cuerpo (más denso), la velocidad de escape en su superficie aumenta. Pues bien, básicamente un agujero negro no es más que un objeto muy masivo y pequeño, de forma que su densidad es tan alta que ni la luz puede escapar de él. Es decir, la velocidad de escape es superior a la velocidad de la luz. Como nada puede viajar más rápido que la luz, al hablar de agujeros negros se define el concepto de horizonte de sucesos, que es la distancia desde el centro del agujero negro a la que la velocidad de escape es exactamente igual a la velocidad de la luz. Eso quiere decir que no hay forma de saber qué ocurre exactamente dentro del horizonte de sucesos.

Y eso es, ni más ni menos, un agujero negro. Como ocurre con todo lo que sigue siendo desconocido para la ciencia, es fuente de especulaciones e hipótesis. La idea de un agujero negro como una especie de "puerta" a otro lugar (agujero de gusano) surgió al aplicar la relatividad general sobre aquél, pero es sólo una posible solución matemática.

Intentar atravesar el horizonte de sucesos de un agujero negro, no es una buena idea. A medida que nos acerquemos, la diferencia de la fuerza gravitatoria entre el punto de nuestro supuesto vehículo más cercano al agujero, y la del punto más lejano, sería tan fuerte que lo estiraría y desgarraría (tripulación incluída) de forma que sólo sería polvo al entrar en el agujero. Además, nadie nos garantiza que haya "otro lado" al que llegar.

Por otra parte, la peculiaridad de un agujero negro es su densidad. Los agujeros negros suelen formarse como resultado de la muerte de una estrella, por lo que nunca tendrán más masa que la que tenía la estrella original. Eso quiere decir que si nuestro sol fuera sustituído por un agujero negro de igual masa, no pasaría absolutamente nada (bueno, toda la vida desaparecería y la tierra se congelaría al no recibir calor ni luz, nada importante). Los planetas seguirían tranquilamente con sus órbitas.

Fuente:

Mala Ciencia

30 de enero de 2011

Científicos aseguran que los agujeros negros son eternos


Constituyen un misterio, dado que no logran saber qué pasa dentro de ellos. Creen que se debe a que una vez que entraron en la fase final, abandonan la dimensión de espacio-tiempo.

Los agujeros negros se encuentran entre los objetos más extraños del universo. Se producen cuando una masa enorme está comprimida a su densidad última.

El científico Carl Sagan, en su libro "Cosmos", afirmaba que es tanta la gravedad que generan que desvían la luz hacia su interior y que, por su nivel de densidad, una pizquita de una cucharadita de té de esa materia pesaría tanto como una montaña. Ahora, además, parecería que son eternos, dado que en ellos ya no habría espacio ni tiempo.

Si bien las observaciones indican que los agujeros negros abundan en el universo, los científicos en realidad no comprenden qué ocurre dentro de ellos. Y las ecuaciones de la teoría general de la relatividad, que se usan habitualmente para comprender la física del universo, se descalabran en estos casos.

"Realmente está más allá de la física que conocemos", aseguró este viernes en declaraciones a Space.com Juan Antonio Valiente Kroon, un matemático del Queen Mary College de la Universidad de Londres y uno de los autores del estudio. Valiente, quien reconoce que para comprender lo que ocurre adentro de un agujero negro hay que inventar "una nueva física", agregó que sin embargo la física de las etapas finales de un agujero negro es "bastante simple".

Aparentemente, los matemáticos encontraron una solución a las ecuaciones de la relatividad general en una situación llamada "espaciotiempo Kerr" y creen que eso es lo que ocurre cuando un agujero negro llega a la etapa final de su evolución.

El espaciotiempo Kerr es independiente del tiempo, lo cual significa que en el espacio Kerr nada cambia con el tiempo, es decir que de hecho el tiempo se ha detenido. Un agujero negro en tal fase es, esencialmente, estacionario. O sea, permanente.

"Uno podría decir que una vez que ha llegado a esta etapa ya no ocurren otros procesos", dijo Valiente.En 1963 el físico neocelandés Roy Kerr resolvió las ecuaciones de campo de Albert Einstein para describir el espaciotiempo que rodea una masa cargada y en rotación.

La solución Kerr describe todos los agujeros negros que existen en la naturaleza. "Principalmente las ecuaciones de la relatividad son tan complejas que para los sistemas relativistas la única forma en la cual uno puede probar estas ecuaciones es por medio de computadoras", dijo Valiente. "Las soluciones como ésta, la solución Kerr, son realmente excepcionales", añadió el matemático.

En su nuevo estudio, Valiente y su colega Thomas Backdhal calcularon una fórmula que permite determinar cuán cerca está un agujero negro de llegar al estado Kerr. Dependiendo de la masa del objeto, esto puede ocurrir muy rápidamente, aún en pocos segundos.

"Los astrónomos piensan que la mayoría de las galaxias, incluida nuestra Vía Láctea, tienen agujeros negros supergigantes en su centro ", señaló Space.com, que añadió que "algunos investigadores sospechan que estos son, realmente, agujeros negros Kerr".

Para aplicar la fórmula los científicos examinarían la región en torno al agujero negro llamada horizonte de sucesos, u horizonte de eventos, esto es la hipersuperficie frontera del espacio-tiempo. Una vez que la masa, o aún la luz, pasa hacia adentro del horizonte de sucesos de un agujero negro ya no puede escapar la atracción gravitacional del objeto.

Los investigadores creen que su avance podría ayudar a los científicos que construyen simulacros computerizados de los agujeros negros y buscan alinearlos con sus observaciones de los agujeros negros reales.

Fuente:

El Sol On Line

13 de enero de 2011

Astrónomos pesan el agujero negro más masivo de nuestro vecindario

Astrónomos liderados por Karl Gebhardt de la Universidad de Texas en Austin han medido el agujero negro más masivo de nuestra vecindad cósmica, combinando datos de un telescopio gigante en Hawai y uno más pequeño en Texas.

El resultado es una asombrosa masa de 6600 millones de soles para el agujero negro en la galaxia elíptica gigante de M87. Esta enorme masa es la mayor jamás medida para un agujero negro usando una técnica directa. Dado su enorme tamaño, M87 es el mejor candidato para que estudios futuros “vean” un agujero negro por primera vez, en lugar de depender de las pruebas indirectas, como han hecho los astrónomos desde hace décadas.

Los resultados se presentarán en una conferencia de prensa en la 217 reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Seattle. Se publicarán además dos artículos detallando los resultados en la revista The Astrophysical Journal.

Gebhardt, Profesor de Astrofísica Herman y Joan Suit, lideró un equipo de investigadores que usaron el telescopio Géminis Norte de ocho metros en Hawai para estudiar el movimiento de las estrellas alrededor del agujero negro en el centro de la galaxias masiva M87.

El estudiante graduado de la Universidad de Texas en Austin, Jeremy Murphy ha usado el Telescopio Harlan J. Smith del Observatorio McDonald de la universidad en West Texas para estudiar los confines exteriores de la galaxia – el conocido como “halo oscuro”. El halo oscuro es una región que rodea la galaxia y que está repleta de “materia oscura”, un tipo desconocido de masa que no emite luz pero es detectable gracia a sus efectos gravitatorios sobre otros objetos.

Para establecer concluyentemente la masa del agujero negro, comenta Gebhardt, se deben tener en cuenta todos los componentes de la galaxia. Los estudios de las regiones centrales y externas son necesarios para “ver” la influencia del halo oscuro, el agujero negro y las estrellas. Pero cuando se consideran en conjunto todos estos componentes, señala Gebhardt, los resultados sobre el agujero negro son definitivos, encontrándose con lo que llama el “estándar dorado” para pesar con precisión un agujero negro.

Gebhardt usó el Espectrógrafo de Campo de Infrarrojo Cercano en Géminis para medir la velocidad de las estrellas cuando orbitan el agujero negro. El estudio se mejoró usando la “óptica adaptativa” de Géminis, un sistema que compensa, en tiempo real, cambios en la atmósfera que pueden emborronar detalles observados por un telescopio terrestre.

Junto con el gran área de colección del telescopio, el sistema de óptica adaptativa permitió a Gebhardt y el estudiante graduado Joshua Adams rastrear las estrellas en el corazón de M87 con 10 veces mayor resolución que anteriores estudios.

“El resultado fue posible sólo gracias a la combinación de las ventajas del tamaño de los telescopios y la resolución espacial a niveles normalmente restringidos a instalaciones terrestres y espaciales, respectivamente”, dice Adams.

El astrónomo Tod Lauer del Observatorio Nacional de Astronomía öptica (NOAO), que también estuvo implicado en las observaciones de Géminis, dice que “nuestra capacidad para lograr la masa de un agujero negro tan robusto para M87 es un buen presagio para los esfuerzos actuales por lograr agujeros negros aún mayores en galaxias más lejanas que M87″.

El estudiante graduado Jeremy Murphy usó un instrumento distinto para rastrear el movimiento de las estrellas en las afueras de la galaxia. Estudiar el movimiento de las estrellas en estas regiones lejanas, ofrece a los astrónomos una visión de lo que está haciendo la invisible materia oscura del halo. Murphy empleó un innovador instrumento conocido como VIRUS-P en el Telescopio Harlan J. Smith del Observatorio McDonald.

Estudiar los bordes lejanos de una galaxia, lejos del brillante centro, es un tema complicado, comenta Gebhardt.

“Esto ha sido un gran problema durante mucho tiempo, intentar ver qué está haciendo el halo oscuro en el borde de la galaxia, simplemente debido a que, cuando miras allí, la luz estelar es tenue”, dice. “Aquí es donde entran en juego los datos de VIRUS-P, dado que puede observar un gran trozo de cielo a la vez”.

Esto significa que el instrumento puede sumar la débil luz de muchas estrellas tenues para crear una observación detallada. Este tipo de instrumento se conoce como “espectrógrafo de unidad de campo integral”, y VIRUS-P es el más grande del mundo.

“La capacidad de VIRUS-P para excavar en el halo externo de M87 y decirnos cómo se mueven las estrellas es impresionante”, dice Murphy. “Se ha convertido rápidamente en un instrumento puntero para este tipo de trabajo”.

Los datos combinados de Géminis y McDonald han permitido que el equipo fije una masa para el agujero negro de M87 de 6600 millones de soles. Pero medir un agujero negro tan masivo es sólo un paso adelante en un objetivo mayor.

“Mi objetivo final es comprender cómo se ensamblan las estrellas a lo largo del tiempo para formar una galaxia”, dice Gebhardt.

“¿Cómo se crea una galaxia? Estos dos conjuntos de datos estudian ese enorme rango, en términos de cuánta masa hay en la galaxia. Este es el primer paso hacia responder la pregunta. Es muy difícil comprender cómo se acumula la masa a menos que se sepa con exactitud la distribución de la misma: cuánta en el agujero negro, cuánta en las estrellas y cuánta en el halo oscuro”.

Las conclusiones de hoy también apuntan a otra tentadora posibilidad futura: la posibilidad de “ver” realmente un agujero negro.

“Aún no hay una prueba directa de la existencia de los agujeros negros”, dice Gebhardt, “cero, absolutamente ninguna prueba observacional”. Para deducir actualmente un agujero negro, elegimos la opción de “nada mejor”. Esto es debido a que las explicaciones alternativas son descartadas”.

Dice que el agujero negro de M87 es tan masivo que los astrónomos pueden algún día detectar su “horizonte de eventos” – el borde de un agujero negro, más allá del cual nada escapa. El horizonte de eventos del agujero negro de M87 es unas tres veces más grande que la órbita de Plutón – lo bastante para tragarse todo nuestro Sistema Solar.

Aunque aún no existe la tecnología, el horizonte de eventos de M87 cubre una zona del cielo lo bastante grande para ser captada por futuros telescopios. Gebhardt dice que los astrónomos del futuro podrían usar telescopios submilimétricos en una red mundial para buscar la sombra del horizonte de eventos en un disco de gas que rodea el agujero negro de M87.

Tomado de:

Ciencia Kanija

15 de noviembre de 2010

El agujero negro recién nacido

La flecha indica la supernova SN 1979C en la galaxia M100.| NASA
  • El agujero negro descubierto sólo tiene 30 años, según la NASA
  • Es la 1ª vez que identifican con tanta precisión la edad de un sumidero cósmico

Los astrónomos de la NASA han hallado indicios del agujero negro más joven encontrado hasta ahora: tan sólo tiene 30 años. Su descubrimiento supone una oportunidad única para que los científicos puedan estudiar el nacimiento de un objeto de estas características. Este gran hallazgo astronómico ha sido posible gracias a Chandra, el telescopio de rayos X más potente del mundo.

Según la NASA, se trata de la primera vez que logran identificar con tanta precisión la edad de un agujero negro.

Este sumidero cósmico podría ayudar a los científicos a comprender mejor cómo explosionan las estrellas masivas y cuántos agujeros negros hay tanto en nuestra galaxia como en otras.

"Si nuestra interpretación es correcta, se trata del ejemplo más cercano en el que ha sido observado el nacimiento de un agujero negro", afirmó Daniel Patanaude, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics de Cambridge, Massachussets.

El objeto hallado es un vestigio de SN 1979C, una supernova situada en la galaxia M100, aproximadamente a 50 millones de años luz de la Tierra. Los científicos creen que SN 1979C, que fue descubierta por un astrónomo aficionado en 1979, se formó cuando una estrella 20 veces más másiva que el Sol hizo explosión.

Chandra, el observatorio más potente

Está investigacón será publicada en la revista New Astronomy en un 'paper' firmado por Daniel Patnaude, Abraham Loeb y Christian Jones, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics.

El observatorio espacial Chandra fue lanzado en 1999. Tiene una resolución ocho veces superior y es capaz de detectar fuentes 20 veces más débiles que cualquier otro telescopio de las mismas características.

Se trata de una valiosa herramienta para estudiar física de manera detallada en un laboratorio único, el Universo, cuyas condiciones no pueden ser reproducidas en la Tierra.

Fuente:

El Mundo Ciencia

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