El fenómeno, registrado el pasado 28 de marzo, generó un chorro de altísima energía
Ilustración del agujero negro en el proceso de romper una estrella que ha caído en el generando dos chorros de alta energía.- MARK GARLICK (UNIVERSITY OF WARWICK)
Un agujero negro, al parecer, se ha tragado una estrella, desgarrándola, en una galaxia que está a unos 3.800 años luz de la Tierra. El fenómeno ha generado un destello de altísima energía, en rayos X y rayos gamma, que debe ser un chorro orientado hacia la Vía Lactea, lo que ha permitido observar el brillo extremo producido. Es un fenómeno singular. Los expertos calculan que la emisión de rayos gamma que les dio la pista debió comenzar el 24 o 25 de marzo, sigue brillando y seguramente no se apagará hasta el año que viene. Dos equipos internacionales de astrónomos, con participación de españoles, lo han observado y estudiado y publican sus conclusiones en Science Express.
El fogonazo de rayos gamma fue detectado por el telescopio espacial Swift y los astrónomos consideraron que se trataba de un estallido producido por el colapso de una estrella, pero el 31 de marzo, Joshua S.Bloom, de la Universidad de California en Berkeley, sugirió a sus colegas que no se trataba de un estallido de rayos gamma típico (como los que se producen y detectan habitualmente en el cielo), sino que podría ser un chorro de alta energía generado al ser atrapada una estrella del tamaño del Sol por un agujero negro un millón de veces más masivo. Empezaron los análisis y las observaciones con más telescopios, incluido el Hubble y el Chandra (de rayos X). "Esto es realmente diferente de cualquier acontecimiento explosivo que hayamos visto antes", afirma Bloom en un comunicado de la Universidad de Berkeley. "Creemos que este acontecimiento fue detectado aproximadamente cuando alcanzó su máximo brillo".
"El escenario más plausible indica que el estallido podría deberse a la ruptura y caída hacia el agujero negro de una estrella próxima, aunque de momento se trata de una hipótesis", comenta Juan Carlos Tello, uno de los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) que participan en la investigación.
El estallido de rayos gamma, llamado Sw1644+57, es más prolongado que los normales y, además, está localizado en el centro de una galaxia, donde los astrónomos conjeturan que hay un agujero negro. Los científicos estiman que aproximadamente el 10% de la masa de la estrella tragada se convierte en energía emitida en rayos X o rayos gamma por el remolino de materia que cae en el agujero negro o por un chorro relativista de materia que, ha dado la casualidad en este caso, está apuntado hacia la Vía Láctea, y desde aquí los telescopios los ven prácticamente de frente.
El brillo extremo de este estallido se debe al hecho de que ilumina solo una pequeña fracción del cielo, ya que es un chorro, comentan los especialistas de la Universidad de Warwick (Reino Unido). "La única explicación que encaja en el tamaño, intensidad, escala de tiempo y nivel de fluctuación del fenómeno que hemos observado es que un agujero negro masivo justo en el centro de esa galaxia ha atraído a una gran estrella y la ha desgarrado por las fuerzas de marea. Entonces, el agujero negro en rotación crea dos chorros y uno de ellos apunta hacia aquí".
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